Mucho antes de aparecer las vacunas las enfermedades habian estado disminuyendo de forma continua----sin ninguna vacuna:
Measless – sarampion
scarlet fever – escarlatina
pertusis – tosferina
smallpox - viruela
Traducción del artículo de la Dra. Rebecca Carley, M.D.:
“Una verdad básica puede ser empleada como la base para una montaña de mentiras, y si escarbamos bien en la montaña de mentiras, y rescatamos la verdad para ponerla encima de la montaña de mentiras, toda la montaña entera de mentiras se vendrá abajo por el peso de la verdad. No hay nada más devastador para una estructura de mentiras que la revelación de la verdad sobre la que fue construida una estructura de mentiras, porque las ondas expansivas de la revelación de la verdad reverberan y continúan reverberando por toda la Tierra durante generaciones, despertando incluso a aquellos que no tenían ningún deseo de ser despertados a la verdad”
Alerta en Italia por la muerte de 12 personas tras ser vacunadas contra la gripe
Delamar Duvaris escrito en el prefacio de “Behold the Pale Horse” de W. Cooper
La verdad básica, que ha servido de base para la montaña de mentiras conocida como “vacunación”, ha sido la observación de que los mamíferos que se recuperan de las infecciones de microorganismos, adquieren inmunidad natural de infecciones posteriores.
Cuando las células T (las células que matan a los virus, bacterias y células cancerosas y que confiere la inmunidad celular) y las células B, (anticuerpos que producen células que confieren la inmunidad humoral), son activadas por varias sustancias extrañas al cuerpo llamadas “antígenos”, algunas de las células B y T se convierten en células con memoria.
De esa forma, cuando el individuo se encuentra con ese mismo antígeno, el sistema inmunitario puede rápidamente activar una cascada de reacciones (del sistema humoral y celular) para demolerlo. Este es el proceso conocido como “inmunidad”.
Esta verdad dio fruto a la CREENCIA (be LIE f en inglés, tiene la palabra LIE en el medio, es decir, “mentira”), de que si un antígeno extraño era inyectado en un individuo, éste estaría inmunizado contra una futura infección. Esta CREENCIA, se denominó “vacunación”.
Lo que los promotores de ésta no consiguieron entender es que el tracto respiratorio de TODOS los mamíferos (porque los animales se ven tan devastados por estas inoculaciones como nosotros) contiene IgA secretor (un anticuerpo que inicia la respuesta inmunitaria que nos dio Dios) en el interior de la mucosa del tracto respiratorio. Ignorar este aspecto de la mucosa de sistema inmunitario, a base de inyectar directamente organismos en el torrente sanguíneo lleva a la corrupción del sistema inmunitario en sí mismo. Como resultado, los virus patógenos o las bacterias, no pueden ser eliminados por el propio sistema inmunitario y permanecen en el cuerpo, en el que más tarde proliferarán o mutarán, dado que el individuo está expuesto a más antígenos y toxinas en el ambiente que continúan siendo una amenaza para el sistema inmunitario.
La inmunidad humoral es uno de los dos mecanismos de defensa contra los microbios extracelulares y sus toxinas, en el cual, los componentes del sistema inmune que atacan a los antígenos no son las células directamente sino los anticuerpos secretados por activación antigénica.
El mecanismo por el cual el sistema inmunitario se corrompe puede ser entendido mejor cuando observas que los dos mecanismos principales del sistema inmunitario (el mecanismo celular y el humoral) tienen una relación recíproca e inversa.
De esa forma, cuando uno se ve estimulado, el otro queda inhibido. Esta supresión de la respuesta mediada por la célula es el factor clave en el desarrollo de cáncer y de las infecciones que amenazan la vida. De hecho, la “prevención” de una enfermedad, por medio de la vacunación, genera, en realidad, una incapacidad para expulsar los organismos ajenos, debido a la supresión de la respuesta inmunitaria que ofrece la propia célula. De esa forma, más que prevenir una enfermedad, lo que se consigue es impedir que la enfermedad pueda ser curada totalmente en ese individuo para el resto de su vida.
Los organismos continúan circulando por el cuerpo, mutando y transformándose en otros organismos (como quedó demostrado por el trabajo del Profesor Antoine Bechamp), dependiendo de la acidez y toxicidad del terreno interno del cuerpo (como el mismo Pasteur admitió en su lecho de muerte).
Subrayo que Bechamp DEMOSTRÓ que “la teoría de los gérmenes” de Louis Pasteur (en la que está basada todo el concepto y teoría de la vacunación) era incorrecta, debido a esta capacidad innata de los microorganismos de transformarse y mutar, en función del terreno biológico interno del cuerpo.
(Claude Bernard, profesor en la Sorbona y miembro de la Academia de Ciencias, mantenía, en contra de la posición de Pasteur, que el “terreno” biológico lo es todo.
La cuestión era entonces comprender cómo se comportaban los microorganismos y si nos invadían desde el exterior (Pasteur) o son principalmente formas que actúan de forma distinta, dependiendo de las circunstancias, organismos que pueden ser patógenos en unas condiciones y no patógenos en otras. Los “terrenistas”, como Bernard o Bechamp, argumentaban que todo dependía del “terreno” biológico y su estado de salud a la hora de afrontar un ataque microbiano. Louis Pasteur lo admitió SÓLO ya en su lecho de muerte).
A pesar de la escuetísima nota sobre Bechamp en Wikipedia (adjuntamos su currículum profesional y científico, tantas veces ignorado)...
Antoine Bechamp
Maestro en Farmacia, Doctor en Ciencia, Doctor en Medicina, Profesor de Química Médica y Farmacia en Montpellier, Profesor de Física y Toxicología de la Facultad de Farmacia de Estrasburgo, Profesor de Química en Estrasburgo, Profesor de Química Biológica y Decano de la Facultad de Medicina de Lille, Caballero de la Legión de Honor, Comandante de la Rosa de Brasil... (Bechamp en la época era el científico de referencia, y no Pasteur, quien se apropió de muchas de sus ideas y trabajos, ignorando sin embargo los más fundamentales).
Para empeorar las cosas aun más, además de la supresión de la inmunidad celular que obtenemos con la vacunación, a las vacunas se añaden muchos aditivos (sustancias que aumentan la respuesta de los anticuerpos aun más), los cuales, por sí mismos, pueden ocasionar serios efectos secundarios y enfermedades. La lista de aditivos incluye emulsiones de aceite, componentes minerales (que pueden contener un metal pesado como el aluminio), productos bacterianos, liposomas (que permiten la liberación retardada de las sustancias) y escualeno.
Los efectos secundarios de los aditivos en sí mismos producen la hiperactividad de las células B, que es la que acarrea niveles patológicos de producción de anticuerpos, así como reacciones alérgicas a los propios aditivos (como quedó demostrado en el caso de los soldados de la Guerra del Golfo, a los que se inyectaba vacunas que contenían el aditivo escualeno, al cual se encontraron anticuerpos en muchos soldados).
Subrayo que la hiperactividad elevada patológica de la producción de anticuerpos, ocasionada por los aditivos, también resulta en la distracción del sistema inmunitario respecto a otros antígenos que se encuentran de forma “natural”, algo que es necesario para mantener la salud.
(Esto quiere decir que lo que acompaña a las vacunas distrae al sistema inmunitario que emplea sus recursos en hacer frente a esas sustancias extrañas al cuerpo, dejando de lado a organismos patógenos que están a nuestro alrededor y contra los que el sistema debería emplearse para evitar enfermedades comunes).
Esta hiperactividad del mecanismo humoral (el que produce los anticuerpos) del sistema inmunitario, es <...> la única causa de todas las enfermedades autoinmunes. Uno de los factores que determina qué enfermedad autoinmune se desarrollará, es el conocimiento de que tejidos del cuerpo son atacados y por qué auto-anticuerpos.
Si la mucosa del tracto intestinal es atacada por auto-anticuerpos, se desarrolla el síndrome del intestino irritable (que conlleva las alergias alimentarias cuando partículas de alimentos son digeridas parcialmente y son liberadas en el torrente sanguíneo y reconocidas como antígenos extraños al cuerpo, e inician una respuesta inmunitaria contra aquellas partículas de alimento que son consumidas, cada vez que se consumen y se liberan por digestión parcial). La enfermedad de Crohn y la colitis son también causadas por un ataque de auto-anticuerpos en la mucosa del tracto intestinal en sí mismo.
Si las células productoras de insulina del páncreas son atacadas por auto-anticuerpos, se desarrollará una diabetes insulino-dependiente (juvenil).
Si la que es atacada es la mucosa respiratoria por auto-anticuerpos, se desarrollará el síndrome del “pulmón irritable”, en el que, como en el caso del intestino irritable, los antígenos reconocidos como extraños al cuerpo, que son inhalados, son capaces de atravesar la mucosa de tracto respiratorio, causando la creación de anticuerpos contra esos antígenos (usualmente polvo, ácaros, polen..). Cuando esas sustancias son inhaladas de nuevo, la respuesta alérgica produce la constricción de los bronquiolos y la enfermedad se llama asma.
Si los componentes de las articulaciones de los músculos son atacados por auto-anticuerpos, se desarrollará una artritis reumatoide (juvenil).
Si la piel es atacada, se desarrollará un síndrome de “piel irritable”, en la cual los antígenos de contacto, que no podrían de otro modo atravesar la piel, ahora sí pueden atravesarla, llevando a alergias de la piel cuando ésta entra en contacto con antígenos. Adicionalmente, dependiendo del lugar en que la piel sea atacada por auto-anticuerpos, (ya sea la dermis o la epidermis), se puede desarrollar eccema, psoriasis o esclerodermia.
Si lo que se ve atacado por auto-anticuerpos es el propio hígado, se desarrollará alguno de los muchos tipos de nefritis, dependiendo de qué componente del tejido renal sea atacado (por ejemplo, en el caso del glomerulonefritis, si la membrana básica del aparato glomerular dentro del hígado, que es el que filtra la sangre para formar orina, es atacado por auto-anticuerpos, el sistema deja escapar proteínas del sérum a la orina).
Si se desarrollan auto-anticuerpos contra los tejidos de la glándula tiroides, se produce la enfermedad de Grave.
Si se desarrollan auto-anticuerpos que atacan los tejidos de la glándula del timo (crucial para la producción y funciones de las células T del sistema inmunitario), se produce una miastenia grave.
Si se desarrollan auto-anticuerpos que atacan al mismo ADN que se encuentra en el núcleo de todas las células del cuerpo, se produce un lupus sistémico (por ello, el potencial autoinmune de las vacunas de ADN que se están desarrollando ahora es absolutamente evidente; peor aun, los componentes del ADN de estas vacunas pueden ser incorporados al ADN, llevándonos a cambios genéticos reales que podrían causar la extinción de toda la vida (vacunada) de planeta.
Y suma y sigue
El cerebro y la médula espinal pueden también verse atacados por auto-anticuerpos (lo que el autor llama encefalitis inducida por vacunas), con la consecuencia de una variedad de enfermedades neurológicas. Las más severas, entre ellas, producen el resultado de muerte, como el síndrome de muerte súbita del lactante y la mayor parte de los casos de “síndrome del bebé agitado”. Si los componentes de la membrana de mielina (que recubre las fibras nerviosas lo que permite la conducción nerviosa propiamente dicha) o los mismos neurofilamentos son atacados por auto-anticuerpos, la enfermedad resultante se ve determinada únicamente por la localización del daño ocasionado en el sistema nervioso.
Tales enfermedades neurológicas incluyen, aunque no sólo, disfunciones cerebrales mínimas, incapacidades o problemas de aprendizaje, retraso mental, comportamiento criminal, un espectro amplio de desórdenes de desarrollo negativo (incluyendo el autismo), esclerosis múltiple, la enfermedad de Parkinson, la enfermedad de Lou Gehrig, ataques de apoplejía, etc. Subrayo aquí que otras toxinas también están involucradas en estos procesos, tales como aspartamo, mercurio en casos de esclerosis múltiple, también el aspartamo en casos de apoplejía, o pesticidas en casos de Parkinson.
De ese modo, cuando detoxificamos (limpiamos de tóxicos) el organismo para revertir las enfermedades, estas otras sustancias deben ser eliminadas para que se produzca una recuperación completa.
Sin embargo, la corrupción del sistema inmunitario, ocasionada por la inyección de vacunas, es el componente clave en todas estas enfermedades, ya que produce una mal funcionamiento del sistema inmunitario, y es la razón por la que un niño autista puede también sufrir de colón irritable o eccema, etc. Nótese que la producción de mielina, en su mayor parte, no comienza hasta después del nacimiento. La mayor parte de mielina se produce, aparentemente, antes de la edad de 5 años y usualmente se completa a la edad de 10 años, a juzgar por la tasa de éxitos en recuperaciones de niños autistas y otros síntomas neurológicos relacionados con síndromes de inmuno deficiencia que el autor de este artículo ha venido observando en cientos de niños en los que se ha realizado la detoxificación de virus por medio de nosodes homeopáticos y por medio de la reparación de la corrupción del sistema inmunológico por la administración simultánea de calostro bovino (por ejemplo, tras 10 años, la capacidad de frenar y reparar el daño inducido por los auto-anticuerpos en la capa de mielina y en los neurofilamentos se reduce drásticamente).
Por lo tanto, la hiperactividad del mecanismo humoral del sistema inmunitario se produce por los aditivos añadidos justamente para tal propósito. Sin embargo, la autoinmunidad en sí misma (por ejemplo, el anticuerpo contra sí mismo) tiene distintos mecanismos, incluyendo los siguientes:
1. Los antígenos presentes en un cultivo no pueden ser filtrados completamente y separados de los organismos cultivos allí. (Recordemos que en el proceso de fabricación de las vacunas se cultivan los organismos antígenos junto a las células). De esa forma cualquier anticuerpo formado contra los antígenos de las células cultivadas (por ejemplo la proteína de la mielina de embriones de pollo de las 13 vacunas contenidas ahora en las células de un aborto fetal) pueden reaccionar cruzándose para formar una reacción autoinmune contra la proteína básica de la mielina en la mielina del individuo, etc.
2. El mimetismo molecular es debido a la similitud de las proteínas contenidas en organismos y mamíferos. Un ejemplo; El virus del sarampión se fabrica de proteínas similares a la proteína básica de la mielina; de esa forma, los anticuerpos formados contra los antígenos de virus del sarampión pueden causar un ataque auto-inmunitario contra la proteína básica de la mielina en la funda de la mielina debida a la reactividad cruzada de estos anticuerpos.
3. La inclusión intencionada de antígenos en vacunas para causar la formación de anticuerpos que ataquen a hormonas específicas o a razas particulares; por ejemplo, experimentos realizados en mujeres en edad de procrear en las Filipinas, y probablemente otros lugares, en los que la Hormona Gonadotropina Coriónica Humana, la que producen las mujeres que quedan embarazadas por primera vez, fue administrada a estas mujeres por medio de vacunas, generando anticuerpos contra esa hormona, lo que produjo abortos espontáneos a mujeres embarazadas. Es hipótesis del autor del artículo que la epidemia de vitíligo en la gente de color (hipopigmentación de la piel ocasionada por un ataque de auto-anticuerpos sobre los melanocitos, las células que producen la melanina, en la piel, ocurrió debido a la inclusión intencionada de melanina en vacunas inyectadas a la gente de color.
Además de todos los fenómenos descritos, que llevan a la depresión simultánea de la función de la inmunidad celular y la hiperactividad de la función inmunitaria humoral, las vacunas también contienen otras sustancias tóxicas que puedan causar serios efectos secundarios en sí mismos. Los siguientes ingredientes son listados en el mismo sitio web del Centro de Control de las Enfermedades (que tanto difunde el uso de vacunas) con el siguiente párrafo introductorio:
“Muchas cosas en el mundo actual, incluyendo el alimento y las medicinas, tienen sustancias químicas añadidas para prevenir el crecimiento de los gérmenes y reducir el deterioro”
Interpretación de ese mensaje: “ya estás intoxicado, así que ¿qué más te da añadir un poco más de veneno?”.
La respuesta de este autor a esa pregunta es que cualquier inmunotoxina puede ser la gota que colma el vaso del sistema inmunitario en un individuo, antes de llevarle a la enfermedad. En ESTE punto es donde la genética juega un papel importante, no en el sentido de que el gen DETERMINE la enfermedad que se desarrolla, sino, más bien, en que nuestros genes determinan la fortaleza del sistema inmunitario. Nuestra genética determina cuántos asaltos puede soportar el sistema inmunitario antes de venirse abajo y que desarrollemos una enfermedad.
Algunos ingredientes adicionales en las vacunas (tal y como se listan el sitio web del Centro para el Control de las enfermedades) incluyen: antibióticos, geles de aluminio, formaldehído, glutamato monosódico, proteína de huevo y sulfitos. Es decir, tenemos antibióticos (a los que bien podríamos ser alérgicos), aluminio (altamente relacionado con la enfermedad que causa el Alzheimer), formaldehído (una sustancia carcinogénica empleada para encurtir los cadáveres), glutamato monosódico (una excitoxina muy potente, que, como el aspartamo, puede causar apoplejías, tumores cerebrales, etc.); proteína de huevo (a la cual podríamos tener una reacción anafiláctica que amenace nuestra vida y como colofón, sulfitos (otra toxina sobre la cual nos advierten para su consumo oral, pero en las vacunas, es inyectada directamente en el torrente sanguíneo.).
¿No es esto una auténtica pócima de brujas de sustancias químicas, organismos, y partes del cuerpo animales y humanas (incluyendo fetos abortados)?
En la lista no se menciona el etil-mercurio que contiene el preservativo timerosal, que ha sido la única sustancia peligrosa de la que se ha hablado en los medios al respecto de las vacunas y que ha recibido alguna atención por parte de éstos (aunque la mayor parte ha sido desinformación) tras la explosión de la tasa de casos de autismo en la última generación nacida, que llegó a ser la prueba palpable de que eran las vacunas los agentes causales.
El mercurio (también en los empastes de amalgamas dentales) es un metal pesado altamente tóxico; ha sido bien documentado como causa de cáncer y puede ser absorbido por medio del tracto digestivo, la piel y el tracto respiratorio. El mercurio es 1000 veces más tóxico que el plomo, y el segundo sólo después del uranio, el metal existente más tóxico. Si los niños reciben todas las vacunas recomendadas, recibirán 2370 veces más mercurio que el que marcan los “límites permitidos y seguros” para el mercurio en los primeros dos años de su vida (si es que se puede hablar de “seguro” en el caso del mercurio, siendo éste un veneno).
Sin embargo, incluso después de las sesiones del Congreso instigadas por el congresista Dan Burton (cuyo propio nieto se convirtió en autista tras recibir las vacunas) resultó que la FDA simplemente solicitó (no ordenó inmediatamente, como debería haber hecho) a los fabricantes de vacunas que eliminaran este metal pesado tóxico de sus productos y, como resultado, muchas vacunas siguen llevando mercurio.
Aunque los síntomas de envenenamiento por mercurio son idénticos a los síntomas del autismo hay que aclarar que la mayor parte de los niños que descienden al estado infernal del autismo, lo hacen después de la vacuna triple del sarampión-paperas-rubéola. Esta vacuna es una de las pocas vacunas que no contiene mercurio. Sin embargo, es evidente, que eliminar el mercurio de las vacunas, no las convierte en “seguras” (esa es la razón por la que sólo se menciona el mercurio en toda la información habitual “crítica” con las vacunas).
Cuando lea este artículo entenderá que el mismo mecanismo de las vacunas corrompe el buen funcionamiento del sistema inmunitario, lo que significa que no hay vacunas seguras y eficaces.
Estoy segura de que habrá una evolución de la conciencia hacia un punto en el que las mentiras contadas sobre las vacunas, de que son seguras y eficaces, se desintegrará por completo. En la comunidad de afectados por el autismo esto llevará a un éxodo de los muchos grupos existentes en relación al autismo, que dicen que toda la culpa la tiene el mercurio, o, peor aun, que el autismo es por culpa de genes “heredados”, a un solo grupo que enfoque el problema de la única forma correcta.
Este grupo actualmente se llama TAAP (the Autism Autoimmunity Project at www.taap.info) y está dirigido por April Oakes. En opinión de este autor, será la TAAP en alianza con la Asociación de Soldados y Veteranos de la Guerra Del Golfo www.agwva.org dirigidos por Peter Kawaja los que, trabajando juntos, pondrán freno a este holocausto en la humanidad llamado (por la autora) síndrome de inmunodeficiencia provocada por vacunas (SIDV).
La buena noticia es que todas estas enfermedades pueden ser revertidas empleando remedios naturales contenidos en el Protocolo de Hipócrates (www.drcarley.com). Esta aproximación a la detoxificación tiene el potencial de revertir TODAS las enfermedades anteriormente mencionadas bajo el paraguas de SIDV, siempre y cuando la detoxificación se comience lo suficientemente temprano, (antes de los 10 años en caso de enfermedades neurológicas) y será la verdad que derribe la montaña de mentiras que nos inundan sobre las vacunas. Combinando esto con una buena dosis de apoyo por parte de los ciudadanos, la raíz del árbol del Mal de las vacunas será expuesta y, por ende, el holocausto humano (según el cual, en lugar de encerrar a la gente en un campo de concentración, introduces el campo de concentración dentro de las personas) terminará por fin.
(Fin del artículo)
REFERENCIAS
http://www.drcarley.com/updated_CV.htm
http://www.infowars.com/innoculations-the-true-weapons-of-mass-destruction/
http://elproyectomatriz.wordpress.com/2007/11/13/vacunas-que-debilitan-enferman-y-matan/
http://www.nmg.creatuforo.com/viewtopic.php?p=226&mforum=nmg
http://lasupergalaxia.wordpress.com/2009/06/06/las-vacunashistoria-y-evolucion/
http://es.wikipedia.org/wiki/Inmunidad_humoral
http://es.wikipedia.org/wiki/Louis_Pasteur
http://es.wikipedia.org/wiki/Antoine_B%C3%A9champ
http://www.veterinaria.org/revistas/redvet/n020206/020612.pdf
http://www.infodoctor.org:8080/uid=17311216
http://www.cdc.gov/az/v.html
http://www.cdc.gov/vaccines/vac-gen/additives.htm
http://www.codexalimentarius.net/web/index_es.jsp
http://www.youtube.com/watch?v=VmrF9KjlGsc
http://drkondrot.com/blog/es/how-long-does-the-flu-last/flu-epidemic-swine-flu-flu-shots-and-how-long-the-flu-lasts/
http://www.bibliotecapleyades.net/salud/esp_salud33as.htm
Noticias relacionadas con este tema, aparecidas en prensa internacional
“La empresa Baxter comercializaba una vacuna con un virus de pollo VIVO” http://www.torontosun.com/news/canada/2009/02/27/8560781.html
“Vacuna contaminada con un germen común”
http://www.msnbc.msn.com/id/6224905/ a
“Vacuna de varicela retirada después de recientes muertes relacionadas”
http://community.seattletimes.nwsource.com/archive/?date=20030401&slug=smallpox01m
Un artículo del Times donde se pone en cuestión el REMAKE de la vacuna de gripe porcina (existe un vídeo de la CBS de 60 minutos que muestra un documental sobre la gripe del cerdo, editado en 1976)
http://articles.latimes.com/2009/apr/27/science/sci-swine-history27
Extraordinario artículo de salud titulado “cómo las vacunas DAÑAN TU CEREBRO. Vacunas, Depresión y Neurodegeneración después de los 50 años
https://secure.eznettools.net/D305742/X367201/science/health-issues/vaccines-brainDamage.html
Estupendo libro digital escrito por Vance Farell en inglés titulado “La crisis de las vacunas” y en cuyo prefacio se lee... “Antes de que te pongan la vacuna de la varicela o el ántrax, infórmate. Antes de dar vacunas a tus hijos, infórmate. TODOS LOS HECHOS ESTAN RECOGIDOS EN ESTE LIBRO, FÁCIL DE LEER Y DIFICIL DE OLVIDAR.:”
http://www.scribd.com/doc/2593749/vaccinecrisis
Adjunta una lista amplísima de artículos científicos sobre reacciones adversas de las vacunas, daños de autoinmunidad asociados y un largo etcétera.
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