Escuchemos este EXCELENTE RESUMEN introductorio de PAUL GLUMAZ - antropologo para entender porque el Darwinismo recibe ingentes sumas de dinero en su cruzada desde hace decadas.
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Hablar del fin del darwinismo no es tanto propósito de intenciones como el enunciado del último capítulo que ha comenzado a escribirse en el conocimiento científico de la vida.
No es el conjunto de aspiraciones de un puñado de fanáticos creacionistas, sino la dirección que están tomando los últimos avances en el estudio del genoma, por no citar también la embriología, microbiología, etc.
Todo está apuntando a la necesidad de una profunda revisión de lo que se tenía por válido en la explicación de la evolución de la vida.
La importancia de todo esto no se limita tan sólo a un aspecto meramente academicista o minoritario del conocimiento, sino que sus consecuencias son directas para el modelo de sociedad que nos hemos dado.
La propia teoría tuvo desde sus inicios una acusada reciprocidad con las características socio-económicas de la Europa del siglo XIX.
Efectivamente, Darwin formula su teoría en plena época victoriana, con su rigidez social, la supremacía de los imperios coloniales y de la burguesía capitalista, con la concepción de razas y clases superiores e inferiores.
Malthus teoriza acerca del crecimiento demográfico, la demanda de recursos y la necesidad de impedir el apoyo a las clases pobres para limitar su expansión.
ejemplo de Darwinismo SOCIAL, como metodo de manipulacion de masas:
JUEGO DE TRONOS:
"Sumerge al espectador en un entorno turbio de los peores impulsos de la humanidad"
"El entorno mezcla fascinacion y miedo que hoy siente mucha gente.
Es un mundo fantastico impredecible y devastadoramente doloroso"
"la
serie no solo se hizo celebre por su presupuesto gigantesco, sino
tambien por su coreografia sostenida de violencia brutal,.. abundan
decapitaciones, violaciones y torturas sexuales.. "
Dominique Moisi
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"En juego de tronos no existe la piedad.
Todo es vida o muerte.
Y lo aceptas"
Emilia Clarke - actriz de juego de tronos
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"En juego de tronos no existe la piedad.
Todo es vida o muerte.
Y lo aceptas"
Emilia Clarke - actriz de juego de tronos
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"Los guionistas de la serie son todavia mas sanguinarios que yo"
George R.R. Maritin - autor de Juego de Tronos
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A nivel científico ya se estaba estudiando la evolución desde hace décadas, tanto por franceses (Lamark, Diderot, y muchos más) como por ingleses. En total, más de treinta naturalistas previos a Darwin, ya hablaban de evolución, incluso especulando acerca de la selección natural. Frente a Darwin no sólo estaba el creacionismo, sino también un conjunto de teorías científicas de semejante peso y calado.
A nivel personal, Darwin es un clérigo anglicano sin una formación académica, pero con una situación económica acomodada y una gran capacidad de trabajo, que le permiten dedicarse al trabajo especulativo.
Con todo esto, Darwin no expone ideas nuevas, puesto que todo era conocido antes. El éxito de las teorías de Darwin se debe a la sencillez de su idea de selección natural de los más aptos como forma de evolución, y a que sabe promocionarse muy bien, por encima de sus “competidores”.
SE TRATA DE DETENER EL DESARROLLO Y CREAR ESCASEZ ARTIFICIAL OBLIGANDO A LOS SERES HUMANOS A COMPETIR - Y CASI MATARSE ENTRE ELLOS - EN LUGAR DE BUSCAR EL DESARROLLO Y LA AUTOREALIZACION HUMANA QUE LLEVARIA A UN CONTINUO DESARROLLO TECNICO, HUMANO, ARTISTICO, CON HORARIOS DE TRABAJO MUCHO MAS REDUCIDOS Y MUCHO MAS CREATIVOS, ORIENTADOS A PRODUCIR BENEFICIOS REALES PARA LA HUMANIDAD.
Esta 'teoría' (EUGENISMO) defiende atrocidades como la esterilización forzosa con defectos genéticos, las razas distintas de aquella que propone la eugenesia. Buscan la supervivencia de la cultura y sociedad más importantes, es decir, la que imponga la elite, mantienen una teoría etnocentrista genocida.
Fue
el primo de Charles Darwin, Francis Galton, en 1865, quien formuló esta
teoría firmemente bajo los trabajos del eugenista Darwin, quien defendía
la teoría de las especies... la teoría eugenésica.
El eugenismo fue apoyado, entre muchos, Winston Churchill o Alexander Graham Bell.
Es apoyada por personas poderosas como Bill Gates. Cientos de países, bajo programas eugenésicos, a lo largo de los años han promulgado leyes y políticas con la promoción de tasas de natalidad diferenciales, la esterilización obligatoria, abortos forzosos, exploración genética, controles de inmigración y natalidad, segregación, genocidio, etc.
De repente, las ranas vuelven a tener dientes
Llevaban 200 millones de años sin ellos y una especie los ha recuperado, lo que va en contra de una ley de la evolución
William E. Duellman
Un nuevo estudio afirma que las ranas vuelven a tener dientes en
la mandíbula inferior, tras 200 millones de años sin ellos. Según los
expertos, dicho descubrimiento cuestiona una de las piedras angulares de
la teoría evolutiva.
De las más de 6.000 especies de ranas, sólo una, una rana marsupial arborícola denominada Gastrotheca guentheri,
cuenta con dientes tanto en la mandíbula superior como en la inferior.
La mayoría de las ranas sólo presentan minúsculos dientes en la
mandíbula superior.
Un
nuevo análisis del árbol genealógico de las ranas revela que su
antepasado común, que presentó durante mucho tiempo dentición en la
mandíbula inferior, la perdió hace más de 230 millones de años, antes de
que se extinguiera por completo.
La
rana marsupial G. guentheri no presentaba dentición inferior, hasta que
“de repente, hace entre unos 5 y 15 millones de años, apareció”, afirma
John Wiens, autor de un reciente estudio sobre este fenómeno.
Según
Wiens, biólogo evolucionista de la Stony Brook University en el Estado
de Nueva York, dicho descubrimiento va en contra de un principio
denominado la ley de Dollo, que establece que las estructuras físicas perdidas durante el proceso evolutivo no se pueden recuperar.
De hecho, la reaparición de los dientes puede haber sacado a la luz la laguna de la ley: que es “más fácil volver a desarrollar cosas si ya las tienes en otro lugar”, dice Wiens. Dicho de otra forma, la rana “no tenía que crear los dientes en la mandíbula inferior desde cero, porque ya los tenía en la superior”.
De hecho, la reaparición de los dientes puede haber sacado a la luz la laguna de la ley: que es “más fácil volver a desarrollar cosas si ya las tienes en otro lugar”, dice Wiens. Dicho de otra forma, la rana “no tenía que crear los dientes en la mandíbula inferior desde cero, porque ya los tenía en la superior”.
Perder la cola
En general, perder rasgos complejos es normal durante el proceso evolutivo. Según el estudio, el ser humano y las ranas han perdido las colas, la mayoría de las serpientes, las extremidades, y las aves y tortugas han perdido los dientes.
Sin
embargo, durante los últimos ocho años, otros estudios han descubierto
que dichos rasgos avanzados están volviendo a aparecer, como las alas en
los insectos palo y los dedos en los lagartos.
En su estudio, Wiens empleó métodos estadísticos para trazar la evolución de los dientes en el árbol genealógico de 170 especies de anfibios
hasta llegar al antepasado común de las ranas. El científico empleó una
combinación de datos, entre los que destacan secuencias de ADN, tanto
de ranas existentes en la actualidad como de anfibios fósiles.
Una
teoría alternativa explica que la dentición de la mandíbula inferior se
perdió en cientos de otras especies de rana, pero no en la G.
guentheri. “No es imposible pero es muchísimo más probable que la
dentición se perdiera y se recuperara más tarde”, apunta Wiens, cuyo
estudio apareció en enero en la revista especializada accesible desde
Internet Evolution.
Gunter
Wagner, biólogo evolucionista de la Universidad de Yale, opina que, de
todas las investigaciones recientes que cuestionan la ley de Dollo,
“ésta es, probablemente, la menos discutible”. No obstante, Wagner,
quien no participó en el estudio, apunta que la suerte tuvo algo que
ver: Wiens encontró un animal lo suficientemente aislado en el árbol
genealógico como para que los resultados sean consistentes e
“incuestionables"
“Se
trata de un caso claro de readquisición de una estructura morfológica
compleja perdida, lo cual, según las teorías actuales, es imposible”.
Un misterio
Ambos
científicos coinciden en que se desconoce el motivo por el que los
dientes han reaparecido. “En la mayoría de las ranas, los dientes no son
importantes. Los animales suelen usar más la lengua que los dientes
para atrapar insectos”, afirma el autor del estudio.
La propia idea de la selección natural también fue promovida por un gran zoólogo amigo suyo, llamado Wallace, que sin embargo no creía que dicho mecanismo fuese suficiente para explicar la aparición del hombre. Por último, la gran acogida y divulgación de estas ideas se debe también a que suponen un espaldarazo científico al incipiente capitalismo y sistema de mercado libre, en el que la competencia, la eliminación de los débiles y la supremacía de los mejores y más fuertes encuentran justificación en una teoría que defiende eso mismo como forma de organización de la Naturaleza.
Tras varias décadas de crisis, los avances de otras ramas de los estudios naturales, como la biometría, la ecología y fundamentalmente la Genética, renuevan el impulso del darwinismo. Se lanza la teoría cromosómica, mediante la cual se expone que cada carácter está regido por un gen, situado en los cromosomas que se transmiten de generación en generación. Se desarrolla rápidamente la Genética de Poblaciones, con elaborados desarrollos matemáticos que permiten predecir cómo se difunden entre los conjuntos de individuos las variaciones nuevas.
Todo parece encajar y se crea la llamada teoría sintética de la evolución (o neodarwinismo), mediante la cual la evolución de los seres vivos se realiza de forma gradual por medio de la selección natural sobre las pequeñas mutaciones genéticas producidas al azar. Este mecanismo sirve tanto para los pequeños cambios entre especies o subespecies, como para la creación de grandes grupos. Todo se basa en la acumulación de pequeñas variaciones surgidas al azar y seleccionadas por el entorno si se adaptan mejor a él.
A nivel social, el buen acogimiento con que se toman las ideas de Darwin entre la burguesía industrial, se transforma en pocas décadas en toda una ideología social. Así surge el darwinismo social, mediante el cual se justificaron políticas tremendamente injustas. Comienza a difundirse la eugenesia, es decir, la aplicación de las leyes biológicas de la herencia al perfeccionamiento de la especie humana. Se aprobaron y desarrollaron leyes, en Estados Unidos y Alemania, que propiciaron la esterilización de cientos de miles de personas para impedir la proliferación de “rasgos inferiores” supuestamente asociados a la herencia. El darwinismo sirvió de justificante a los regímenes racistas de la primera mitad del siglo XX. En honor a la verdad hay que decir que todas las aberraciones que se cometieron como una mala consecuencia del darwinismo, han sido denunciadas y superadas por la propia clase científica. Pero todavía quedó el poso de la “supervivencia del más fuerte”.
Mediante el darwinismo, se ha llegado también a explicar el comportamiento como fruto de la selección natural. Así la competencia es la aptitud natural. Lo altruista sólo existe porque en un momento determinado fue útil. La sociedad competitiva acabó predominando frente a la sociedad cooperativa que propugnaban ideólogos de las diversas revoluciones decimonónicas. Kropotkin, aristócrata y anarquista ruso llegó a proponer, sin éxito, que la selección natural favorecía la ayuda mutua frente a la competitividad.
¿Cuál es la situación ahora? De desmoronamiento del viejo paradigma.
Frente al darwinismo nunca ha dejado de haber objeciones. Las más perseverantes y sólidas han sido las relativas al gradualismo (no se encuentran eslabones perdidos en el registro fósil), las mutaciones al azar y la capacidad de la selección natural para producir el aislamiento reproductor que hace falta para producir una nueva especie a partir de otra. Teniendo en cuenta estas variables, Stephen J. Gould plantea ocho perspectivas de la evolución, es decir, las posibles combinaciones teniendo en cuenta el modo de cambio (debida al medio ambiente o a factores internos), la dirección (al azar o finalista) y el tiempo (gradual o a saltos). Llegó a formular una teoría (la llamada, de los “equilibrios puntuados” o puntuacionista) que es opuesta al darwinismo en algunos planteamientos, aunque admite la selección natural como motor principal.
Tras la segunda mitad del siglo XX surgen teorías que van en contra de algunos de los postulados del neodarwinismo. Pero las objeciones más fuertes provienen de manos de filósofos de la ciencia y del avance de materias como la Genética, la Embriología y la Bioquímica.
Karl Popper, uno de los más prestigiosos filósofos de la ciencia del siglo XX sostuvo que el darwinismo tiene un carácter tautológico (“los que sobreviven son los más aptos” es un pensamiento circular), y por tanto, como toda teoría tautológica, tiene un poder explicativo prácticamente nulo. No es posible contrastar la hipótesis. No es una verdadera teoría científica. Para que llegase a serlo (con posibilidad de contrastar falsadores, es decir, conocer e identificar lo falso) tendría que reformularse de nuevo. Para ello, Popper sugirió una serie de cambios que obligarían a admitir que la selección natural no siempre sería el motor de la evolución, puesto que los seres manifiestan también voluntad de acomodar el entorno a sus necesidades.
Lynn Margulis, destacada microbióloga, ha llegado a postular, tras sus trabajos con bacterias y otros organismos unicelulares, que los mayores niveles de complicación en la organización celular se deben a procesos de simbiosis, y que esta integración de los contenidos genéticos de una especie en otra, es el principal motor de la evolución, independiente de la selección natural.
Los avances en genómica han supuesto una auténtica revolución. os caracteres no están controlados sólo por genes. No es cierto lo de “un gen, un carácter”. Por lo tanto, la alteración de la frecuencia génica no es la “materia prima” sobre la que trabaje la selección natural. Los genes están controlados por otros genes y por varios niveles de regulación por multitud de proteínas. Influye también la célula en la que se encuentre el gen, el momento de desarrollo y determinadas condiciones ambientales del interior celular. Existen genes móviles denominados transposones, que se trasladan de unas partes a otras del genoma, largas cadenas aparentemente inertes, llamadas intrones. Incluso se han identificado múltiples secuencias de ADN bacteriano (muchas más de doscientas en el genoma humano) y retrovirus insertos en los cromosomas, responsables de la codificación de proteínas. Además, se han descubierto los llamados genes Hox, que controlan el desarrollo morfológico en la embriogénesis, y que se encuentran en todos los grandes grupos.
En definitiva, parece que la genética, que a principios del siglo XX dio aire al neodarwinismo al proporcionar la “materia prima” para que opere la selección natural, avanza en el sentido contrario: podrían darse cambios en los caracteres del individuo sin que intervenga la selección natural, sino procesos estrictamente internos.
Otro de los grandes puntos débiles que se está encontrando en la teoría sintética de la evolución es con respecto a su falta de correspondencia con principios de la física moderna. D’Arcy Thompson puso de relieve cómo muchos aspectos del crecimiento y de la forma de los seres vivos de deben exclusivamente al cumplimiento de leyes físicas. Por otro lado, según se está mostrando con las investigaciones sobre los sistemas complejos, estos tienden al orden de manera natural, por una suerte de leyes innatas del sistema. Las consecuencias en biología son evidentes, tanto en el origen de los primeros agregados biológicos como en la organización de los sistemas biológicos. Biólogos como Kauffman están estudiando cómo los ecosistemas y los organismos son sistemas complejos y se ordenan de forman natural. En ambos casos, independientemente de la selección natural.
El asunto del azar también es discutido a la luz de la física. Los procesos vitales se comportan de manera cuántica; es decir, se van autoorganizando en niveles superiores que sólo tienen sentido teniendo en cuenta los inferiores. Ejemplo: formación de células eucariotas partiendo de bacterias, la formación de tejidos desde células, etc. Todo esto plantea una dirección (ausencia de azar). También están las nociones finalistas derivadas de la física relativista: el tiempo es una dimensión extendida, como el espacio. Los hechos actuales dependen del tiempo pasado y del tiempo futuro. Por lo tanto la evolución de los seres vivos no es un proceso al azar.
Con todo, se está empezando a hablar de la evolución a dos niveles: macroevolución, o formación de los grandes grupos de seres vivos, y microevolución, o pequeñas adaptaciones específicas a determinadas variaciones ambientales. Se está postulando que en el seno de cada uno de los Filum (divisiones de los seres vivos en grandes grupos: artrópodos, gusanos, cordados, etc) puede existir una especie de programa interno de macroevolución, de tal manera que estos se irían desarrollando a lo largo del tiempo de acuerdo con este programa interno, independientemente de la selección natural.
Por último, dentro de estas breves menciones de planteamientos alternativos al darwinismo (no están todos, ni mucho menos), no puede dejarse de lado el resurgimiento de la teoría de los caracteres adquiridos del biólogo francés Lamarck, y principal oponente de Darwin.
Estudios recientes en inmunología ante enfermedades y en la resistencia a los plaguicidas por parte de plagas, están haciendo desempolvar esta teoría, mediante la cual los caracteres se van adquiriendo mediante el uso.
Lo cierto es que está surgiendo una “tercera vía” poderosa en el ámbito del conocimiento de la evolución biológica. Los darwinistas ortodoxos y acérrimos siguen planteando el discurso en los términos de neodarwinismo o creacionismo (que dicho sea de paso, también está renaciendo sorprendentemente: los que siguen al pie de la letra los primeros versículos del Génesis crecen como la espuma). Pero la realidad va por otros derroteros y ya se habla de reconocer que la Naturaleza está construida de modo inteligente sin necesidad de recurrir al creacionismo forzoso.
Honestamente, no creo que estemos frente al fin del darwinismo como teoría científica, la cual tiene aspectos plausibles a determinadas escalas de la ecología de poblaciones. Sin embargo, ya no puede seguir estableciéndose la idea de que la evolución de los seres vivos, como concepto, es sinónimo de darwinismo, neodarwinismo o teoría sintética de la evolución.
Tomando los conceptos desarrollados por Kuhn, otro filósofo de la ciencia, el viejo paradigma que acoge al neodarwinismo queda obsoleto y hay cambiarlo por un nuevo paradigma: una nueva revolución científica.
En el fondo, todo el debate se centra entre la concepción de un mundo materialista y la concepción de un mundo no exclusivamente materialista.
Manuel J. Ruiz
EL Catedratico de la universidad autonoma MÁXIMO SANDÍN nos explica a la luz de muchos descubrimientos sobre virus, bacterias - ADN ... algunos detalles de la evolucion y de paso elimina la supuesta discusion entre los creyentes fanaticos de Darwin y los igualmente fanaticos del creacionismo: NINGUNO de los dos explica nada.
Entrevista con motivo del bicentenario de Charles Darwin:
- Comenzando por el principio, ¿de dónde venimos y a dónde vamos?
Responder a esta típica pregunta con respuestas tópicas es muy sencillo, pero el tema es muy complejo. Es una pregunta a la que sólo pueden responder con certeza los distintos tipos de predicadores que tanto proliferan últimamente en los medios de comunicación anunciando “la verdad revelada”. Los científicos no tenemos “la respuesta”. Sólo aproximaciones parciales basadas en datos empíricos, verificables.
Y estos datos nos indican que las primeras manifestaciones de vida en la Tierra fueron en forma de bacterias, ya con sus virus (bacteriófagos o “fagos”, como se les denomina) asociados.
Que, a partir de ahí, distintos procesos de fusión de genomas (en sentido amplio, es decir real, lo que incluye ADN, ARN y proteínas) de duplicaciones y remodelaciones genómicas han ido dando lugar a la una enorme diversidad de formas de vida, y que este proceso ha sido mediado por disturbios ambientales de diversa magnitud a los que los genomas, como se ha demostrado experimentalmente, son muy sensibles, porque tienen una gran capacidad de intercambio de información, de respuesta al ambiente.
Supongo (estoy convencido de) que esto sonará raro, y más si tenemos en cuenta que estamos envueltos en el aluvión de conmemoraciones del “año de Darwin”, pero aunque no ha llegado todavía a los libros de texto y, al parecer, a los científicos participantes en esta enorme celebración (yo diría que sospechosamente desproporcionada, en relación con otros grandes científicos y pensadores), se está gestando en distintos centros de investigación “básica” es decir, no comercial, una visión de la evolución y, por tanto, de la Naturaleza, radicalmente distinta de la que nos han inculcado en nuestros estudios y que refleja con mucha mayor fidelidad la enorme complejidad que muestran los últimos conocimientos biológicos.
Se está comprobando que la evolución es un proceso de “multiniveles”, porque el mundo natural está estructurado en sistemas de creciente complejidad, en los que la simbiogénesis(cooperar no competir) es un factor fundamental de innovación en la evolución.
En cuanto “a dónde vamos”, no se puede saber, pero las nuevas concepciones científicas nos pueden dar alguna pista (que es la labor de la Ciencia): la evolución de los sistemas complejos es un proceso global que implica transformaciones acumulativas que experimentan cambios irreversibles.
Cualquier cambio en una parte del sistema provoca ineludiblemente cambios correlativos en otras partes hasta lograr un nuevo tipo de estabilidad dinámica. Pero si la alteración (la desestabilización) es demasiado severa, los sistemas complejos tienen una reacción binaria: un “salto” en el nivel de complejidad o un derrumbe catastrófico. A vista de la situación del “ecosistema global” se supone que uno de los dos caminos es el que nos espera.
- Este año es el 200 cumpleaños de Darwin, ¿qué significó este personaje para comprender a los seres vivos?
Ante la avalancha de mitificaciones, medias verdades y mentiras completas que se pueden leer en las exaltaciones de la figura de Darwin en todo tipo de medios de comunicación, sería necesario un tratado de historia o de sociología o de filosofía para valorarlo.
Pero hay otro medio más sencillo pero que, al parecer no se les ha ocurrido a muchos de sus veneradores: leer los textos de Darwin.
Tanto “Sobre el origen de las especies por medio de la selección natural o el mantenimiento de las razas favorecidas en la lucha por la supervivencia”, resumido “oficialmente” con el título “El origen de las especies”, como muy especialmente “La ascendencia del hombre y la selección en relación al sexo” transformado en “El origen del hombre”, resultan muy explícitos sobre las verdaderas ideas y el verdadero nivel científico de Darwin.
Con esto sería suficiente. Pero como, por algún motivo que habría que explicar, sus apologistas no parecen mostrar mucho interés en que se le lea, intentaré brevemente situar a Darwin en su contexto real: era un victoriano acomodado en el sentido más típico (es decir en cuanto a la concepción de la sociedad, ideología y visión del Mundo) aficionado a la Naturaleza., cuya única titulación era la de “subgraduado” en Teología.
Su aportación a “la comprensión de la Naturaleza”, la selección natural, se basó en la observación de la selección de animales domésticos “peculiares”, según nos cuenta en su libro, en el que dice que este aspecto había sido “descuidado por los naturalistas”, lo cual es fácil de explicar, porque los naturalistas, que equivalían a los actuales biólogos, sabían que la selección artificial de los ganaderos es exactamente lo opuesto a lo que sucede en la Naturaleza, en la que los individuos que habitualmente se reproducen son los normales, no los “extraños”.
Cuando publicó su famoso libro “Sobre el origen de las especies, etc.”, la evolución llevaba siendo estudiada científicamente en Europa (sobre todo en Francia y Alemania) más de 100 años, y había estudios sólidos y muy bien encaminados, pero estos conocimientos estaban circunscritos al ambiente académico.
La gran celebridad del libro de Darwin pudo tener relación con sus dos conceptos básicos para su explicación de la Naturaleza:
“la lucha por la vida” de Thomas Malthus y
“la supervivencia del más adecuado” de Herbert Spencer,
cuyas visiones de la sociedad eran cualquier cosa menos filantrópicas. Los científicos de la época conocedores de la evolución no aceptaron, en su gran mayoría, estos planteamientos como explicación de la Naturaleza.
Pero en una época de máximo esplendor de la revolución industrial y de la expansión colonial británica, tuvieron una magnífica acogida social como explicación “científica” de la situación. La consecuencia de esto es que, durante 150 años, envuelta en la hegemonía científica y cultural anglosajona, ha arraigado en el ámbito científico y social una concepción distorsionada de la Naturaleza (y de la sociedad) en las que reinan “el azar” y la competencia como motor de cambio (o “progreso”) dirigidas por algo tan misterioso y omnipotente como la selección natural (y “la mano invisible del mercado”, respectivamente) y en las que el premio es para “los más aptos”.
LIBRO RELACIONADO AQUI :
http://www.4shared.com/document/NG_7US5k/Graziano_Walter_-_Hitler_gano_.html
Y el recurso al poder omnímodo de la selección natural para dar por explicados fenómenos complejos ha sido un obstáculo científico, un retraso para comprender lo que realmente hay en el fondo de esos fenómenos. Un obstáculo que se acentuó en los años 30 del siglo pasado con la invención de la llamada Síntesis “moderna”, una simplificación matemática basada en una idea simplista y errónea de la transmisión de la información genética y totalmente alejada de los fenómenos biológicos, con el único fin de mantener la idea de la selección natural, que era muy cuestionada por los evolucionistas.Ahora, dejo que sea el lector el que responda a la pregunta.
Malthus por cierto estaba perfectamente equivocado :
En 1920 se necesitaban 150 m2 de tierra para producir 20 kg. de maiz.
En 2009 se necesitaban 24 m2.
DESDE PRINCIPIOS DEL SIGLO XX LOS RENDIMIENTOS AGRICOLAS HAN CRECIDO EXPONENCIALMENTE GRACIAS A LA MEJORA DE LAS SEMILLAS, MECANIZACION, FERTILIZANTES, TECNICAS DE CULTIVO....
Segun datos del departamento de agricultura de EE.UU. la produccion de superficie cultivable para cereales apenas ha cambiado entre 1950 y 2000, (de 650 millones de Hectareas a 660) .
Sin embargo la produccion aumento en ese periodo de 650 millones hasta 1900 millones de toneladas)
De 1866 a 1920 se necesitaban 150 metros cuadrados de tierra para producir 20 kilos de maiz. Esa misma cantidad en los años 50 ocupaban 90 metros cuadrados. En los 70 ocupaban 45 metros y en 2009 24 metros y se calcula que para 2030 solo necesitara 13.5 metros)
- Decía Theodosius Dobzhansky que: “Nada tiene sentido en Biología si no es a la luz de la Evolución”. ¿Hasta qué punto influye la evolución en la vida diaria?
Hasta un extremo que, probablemente, Dobzhansky no podría imaginar. Por lo que he podido observar, para la mayoría de las personas interesadas en la evolución (y para muchos biólogos) el estudio de la evolución es algo “muy interesante”. Algo que intenta responder a nuestra curiosidad por conocer “cuál es nuestro lugar en la Naturaleza”. Y, efectivamente, desde el punto de vista darwinista, desde el punto de vista de la evolución concebida como una serie de sucesos “al azar” se queda en eso, una “narración” contingente no susceptible de estudio científico, porque son sucesos no reproducibles ni falsables. Pero el estudio científico de la evolución no está encaminado sólo a saber “cómo ha sido”, sino que la comprensión de los procesos que han intervenido en ella nos debe llevar a comprender la Naturaleza en la actualidad. En el aspecto más general nos muestra que la idea del “azar”, que es en realidad desconocimiento, y la competencia como impulsora de la evolución son una caricatura de las ideas rectoras del “libre mercado”.
Un científico debe elevarse sobre observaciones tan simples como que los ciervos “compiten por las hembras” o que los guepardos matan gacelas. Eso no tiene la menor relación con los cambios genéticos, embriológicos, morfológicos en suma, relacionados con la evolución. Los estudios sobre el resultado de estas interacciones entre los seres vivos de un ecosistema mediante modelos matemáticos nos indican que existen interdependencias de distintos niveles entre todos ellos, y que todos son imprescindibles, desde los números astronómicos de bacterias y virus del suelo y el mar hasta el último carroñero, para mantener el equilibrio. Que es el orden y no la competencia lo que rige los sistemas biológicos.
Desde el punto de vista práctico las implicaciones de los nuevos datos son enormes. Por ejemplo, las bacterias y los virus son considerados, en la visión convencional, patógenos, “competidores” que hay que eliminar. Esta visión proviene de que se descubrieron por el hecho de que provocaban enfermedades. Pero ahora se sabe que su condición de patógenos es extraordinariamente minoritaria y que se produce cuando alguna “agresión” ambiental altera sus actividades normales o naturales.
Que han sido fundamentales en la evolución de la vida y que vivimos inmersos (en nuestro interior y en nuestro exterior) en un mar de bacterias y virus que cumplen (entre otras cosas) una labor fundamental en los ecosistemas y que son esenciales para el mantenimiento de la vida. Me temo que este no es lugar ni el momento adecuado para hablar de la implicación de los nuevos conocimientos en muchos problemas no resueltos (incluso creados) por la visión convencional. Sería demasiado largo y me temo que me estoy alargando excesivamente en las respuestas, pero tiene implicaciones en problemas como el peligroso aumento de la resistencia bacteriana a los antibióticos, el origen y la verdadera condición del SIDA, de la relación de los virus con el cáncer y el cáncer en general, de los problemas planteados por las vacunas, de la medicina convencional en general… Ya lo he argumentado con más extensión en otros sitios.
- Si se reconoce la evolución del ser humano, con toda la información que se posee cada vez más gracias al descubrimiento del genoma humano, ¿cómo pueden convivir el evolucionismo y el diseño inteligente?
El evolucionismo, es decir, el estudio científico de la evolución no tiene nada de qué debatir con la supuesta “teoría” del diseño inteligente. La actividad científica consiste en buscar explicaciones de los fenómenos naturales basadas en datos empíricos, verificables. Y normalmente, cuando se profundiza en los conocimientos se observa que los fenómenos naturales se muestran cada vez más complejos, más difíciles de explicar de una manera simple. No hay más que ver los fenómenos que explican la mecánica cuántica y la relatividad. Pues los fenómenos biológicos son más complejos que los puramente físicos, porque incluyen autoorganización, comunicación con el ambiente y reproducción. Lo que es absurdo desde el punto de vista científico es atribuir lo que no podemos explicar (por el momento) a un “diseñador”. La tarea de la Ciencia es llegar hasta donde nos lleven los datos y las técnicas disponibles y esperar que nuevos datos o métodos nos permitan seguir avanzando, como ha pasado siempre. Los últimos conocimientos y métodos eran impensables hace unos pocos años, y hay mucho que trabajar sobre ellos.
Otra cuestión, que parece que es por la que pregunta, es el debate que se ha importado desde Estados Unidos entre el movimiento creacionista de raíz conservadora y basada en la interpretación literal de la Biblia y los darwinistas. Es un debate más lógico, porque enfrenta dos poderes “sobrenaturales”.
Se podría comparar con un debate entre dos sectas de una misma religión. Enfrenta dos ideas que, en el fondo, tienen la misma esencia y el mismo poder, el de explicar lo inexplicable, desde la existencia de los genes homeóticos que controlan el desarrollo embrionario, hasta la regulación génica o los fenómenos epigenéticos… todo existe porque “ha sido seleccionado”. Si uno se cree realmente lo que ha llegado a ser (en lo que han convertido a) la selección “como la de los ganaderos” acaba por construirle un templo. Es capaz de crear la vida, destruirla, dirigir el rumbo de la Naturaleza (Hombre incluido) elaborar los más recónditos y complejos fenómenos moleculares y procesos bioquímicos… Todo lo que no se puede conocer en profundidad, ha sido “creado” por la selección natural.
Lo que resulta divertido visto desde fuera es que, en el fondo, los conservadores creacionistas y los darwinistas no sólo comparten la idea de un poder superior como explicación de la naturaleza, sino todo un conjunto de principios y valores culturales e ideológicos que podríamos enumerar con toda nitidez. Pero este es un tema de estudio para historiadores, sociólogos o filósofos. No afecta en absoluto a la práctica científica, que sigue su camino.
La única relación que puede tener este debate con la Ciencia es que los darwinistas, que se han lanzado a él con auténtico entusiasmo, lo utilizan para sembrar dudas sobre el carácter de “creacionista encubierto” de cualquier biólogo que intente rebatir científicamente el darwinismo y han trasladado a los medios de comunicación (por cierto, con mucho éxito) la falacia de que el que no es darwinista es creacionista, porque las críticas al darwinismo son “un ataque a la evolución”. Busquen en Internet el caso de Richard Dawkins y Richard Milton. Es muy significativo. Pero tengo la impresión de que esta es “la última pataleta” de los darwinistas para mantener su concepción que es más bien una creencia y que puede entorpecer algo el avance de los nuevos conocimientos, pero es ineludible un cambio en la concepción de los fenómenos de la vida (y muy necesario, dada la situación por la que atraviesa nuestro planeta).
DARWIN TENIA UN PROBLEMA LLAMADO AMUSIA, .. LA IMPOSIBILIDAD DE CUALQUIER HABILIDAD MUSICAL - INCAPACES DE LLEVAR EL RITMO ....le ocurria tambien a FREUD.
-¿En qué punto se ve dónde acaba una especie y empieza otra? Es decir, ¿cómo un biólogo percibe cómo una especie procede de otra? ¿Cómo sabe quién precede a quién?
Antes de contestar a esta pregunta creo conveniente aclarar una confusión que deriva del título de la obra de Darwin “Sobre el origen de las especies….”. El origen de las especies es la especiación, una pérdida de interfecundidad sin cambios morfológicos sustanciales, es decir un aumento de variabilidad dentro del mismo patrón morfológico básico, pero esto no es evolución.
Claro que Darwin no tenía muy claro que estaba hablando de evolución. Esta palabra no aparece hasta la sexta edición de su libro, a sugerencia de Huxley que era bastante más brillante que él (como él mismo reconoce en su autobiografía). La especiación no es “el primer paso para la evolución”, porque en el registro fósil hay miles de especiaciones observadas sin ningún otro cambio sustancial y cuando desaparecen lo hacen con una forma muy semejante a cuando aparecieron. La evolución implica cambios de organización corporal, y esto se produce mediante cambios en los programas de desarrollo embrionario. No puede producirse por acumulación de “pequeñas variaciones imperceptibles”. Hay una disciplina relativamente nueva, la Evo-Devo (evolución y desarrollo) que está obteniendo conclusiones muy interesantes al respecto.
Como esto me parece la parte fundamental de la respuesta, resumiré el problema que me plantea. Los métodos para conocer la relación entre distintas especies son, fundamentalmente, el registro fósil, que muestra dónde acaba una y comienza su (o sus) descendiente, la sistemática cladística, que estudia semejanzas y diferencias morfológicas mediante análisis matemáticos multifactoriales y los datos procedentes de los genomas secuenciados, pero estos dos últimos nos informan sobre una mayor o menor proximidad, no sobre descendencia.
-¿Qué es lo que impulsa el proceso evolutivo?
Según las últimas aproximaciones (ya mencionadas) al estudio científico de la evolución, los fenómenos que componen la vida, desde las células, los órganos y tejidos, los organismos, las especies y los ecosistemas, hasta la totalidad del ecosistema global que constituye la Tierra, están organizados en sistemas jerárquicos e interconectados cuyas propiedades y, por tanto su evolución responden a los conceptos de la Teoría General de Sistemas de von Bertalanffy:
Según ésta, un sistema se define como un conjunto organizado de partes interactuantes e interdependientes que se relacionan formando un todo unitario y complejo. Entre los distintos tipos de sistemas, los seres vivos se ajustan a las características de los llamados "sistemas organísmicos u homeostáticos" (capaces de ajustarse a los cambios externos e internos) y están organizados en subsistemas que conforman un sistema de rango mayor (macrosistema).
Los sistemas complejos adaptativos son muy estables y no son susceptibles a cambios en su organización, pero como mencioné anteriormente, ante un desequilibrio suficientemente grave, su respuesta es binaria: un colapso (derrumbe) catastrófico o un salto en el nivel de complejidad (debido a su tendencia a generar patrones de comportamiento global). Es decir: adaptación (ajuste al entorno) y evolución (cambio de organización) constituyen procesos diferentes.
La evolución parece corresponder a una tendencia muy general en la Naturaleza, apta para configurar sistemas abiertos, es decir, sistemas que tienen el potencial de intercambio de información con el exterior y de producir niveles emergentes y extensivos de organización, pero necesariamente basados en los establecidos con anterioridad. Se podría decir que la evolución es una propiedad intrínseca a la vida, como algo inevitable, consecuencia de sus características.
- ¿Es realmente la evolución egoísta como afirmaba Richard Dawkins?
Hay un libro muy interesante, “Las manchas del leopardo” de Brian Goodwin en el que éste, desde la perspectiva de un anglosajón (es decir, conocedor de qué habla) nos disecciona meticulosamente el componente cultural, concretamente calvinista, de concepciones como que “el egoísmo individual lleva al bien general”. La “ocurrencia” de Dawkins sobre que es el egoísmo del “gen” lo que hace funcionar a la naturaleza es una transcripción literal de la de Adam Smith, creador de la encantadora y filantrópica teoría del “libre mercado”. Según ésta, es el egoísmo del panadero o del cervecero el que hace funcionar a la sociedad. Pero si leemos el famoso libro de Dawkins “El gen egoísta”, podremos comprobar cómo lleva estas concepciones al límite de lo paranoico. Unas “explicaciones” de las relaciones entre los seres vivos, especialmente los humanos, entre padres e hijos, que parecen revivir las de un director loco de un hospicio de las novelas de la época victoriana.
Lo que resulta incomprensible (aunque en la cultura anglosajona quizás no lo sea tanto) es la aceptación que tuvo la idea, que algunos siguen manteniendo, de que el ADN es “egoísta”. El ADN no es competitivo, ni triunfador, es una molécula que por sí sola es inerte (actualmente se puede comprar y es una especie de masa viscosa) y su actividad depende de complejas interacciones con otras moléculas, fundamentalmente, ARN y proteínas, y en un medio convenientemente delimitado (aunque no aislado) del exterior. Con los conocimientos actuales sobre la funcionalidad del genoma no creo que merezca la pena perder un segundo más hablando de esta “teoría”.
Lo que sí quisiera mencionar es que ha sido un lastre más en el estudio de la genética en particular y de la evolución en general. La idea de que el ADN dirigido por su egoísmo y por la competencia con “otros genes” tendía a “expandirse por el genoma” llevó a la concepción de que los elementos repetidos y otros componentes que constituyen el 98,5% de la totalidad del genoma y en los que están las verdaderas claves para explicar las diferencias entre los organismos, era ADN “basura” o “chatarra”, y, por tanto quedó durante muchos años fuera del foco de estudio. En algún sitio he escrito que la “teoría” del gen egoísta ha sido la segunda gran catástrofe de la historia de la Biología. También he leído en revistas científicas anglosajonas ácidas críticas a esta “narración neodarwinista” como responsable de esta obstrucción al progreso de los conocimientos.
Lo que sí es significativo es que la actividad de Dawkins se ha centrado últimamente de un modo exclusivo en el debate creacionismo-darwinismo (evolución en su astuta denominación), y a “demostrar científicamente” la inexistencia de Dios, lo que no tiene el menor sentido. Incluso al patrocinio de autobuses con simpáticos lemas de su propio bolsillo. Es posible que se dedique a esto para no tener que discutir con científicos sobre su teoría…
- ¿Crees que los avances en la investigación del ADN permitirán dar un paso en la evolución de las especies?
Intuyo que esta pregunta se refiere a que si los avances en el conocimiento de los genomas nos permitirán “controlar” o “dirigir” la evolución, porque he leído afirmaciones de este tipo emitidas por algunos científicos en los medios de comunicación (he leído cosas tan absurdas como que “cambiando los genes” se podrá alargar la vida, crear gente más inteligente y productiva, incluso insertar los genes con los que las lagartijas regeneran la cola para regenerar miembros amputados).
Mi respuesta es NO. Para abreviar mis largas y probablemente aburridas respuestas voy a limitarme a transcribir literalmente la explicación de los expertos que han realizado el análisis de la máxima resolución alcanzada hasta ahora sobre los mecanismos de regulación y control de los genomas, el proyecto ENCODE: “los genes tienen muchas formas alternativas y un mismo gen puede dar lugar a proteínas distintas dependiendo de cómo se combinen las distintas regiones. Estas regiones del genoma analizadas están muy interconectadas unas con otras, mientras que la idea que tenían hasta el momento los científicos era que los genes estaban claramente delimitados. En el genoma, todo un conjunto de instrucciones dictan cómo son las características de los seres vivos. Los científicos no sabemos muy bien cómo leer esas instrucciones y qué regiones del genoma son las que realmente codifican esas instrucciones.
La mayor parte del genoma tiene actividad, es decir, no está “silencioso”, lo que echa por tierra la idea de que una gran parte del ADN sería algo así como “basura”, sin función alguna”. No parece necesario argumentar que lo razonable sería esperar a conocer cómo se controla realmente la información genética antes de manipular y alterar procesos que no podemos controlar (como se ha comprobado repetidamente). Eso, en el caso de que realmente el camino sea intentar cambiar supuestos “genes” defectuosos y no sea más razonable investigar por qué se han producido esas alteraciones para evitarlas.
Creo que el problema de fondo es que se han invertido enormes sumas desde grandes empresas privadas en investigaciones enfocadas con fines comerciales, cuyos planteamientos estaban basados en la antigua concepción del “gen” como una entidad independiente (y quizás esto esté detrás del gran apoyo mediático a la concepción darwinista de la Naturaleza). He leído a un prestigioso experto en este campo la afirmación de que las manipulaciones genéticas “al azar” no son más que la aceleración de los procesos que se producen en la Naturaleza.
También a otro prestigioso y premiado experto afirmar que cambiar genes es algo “trivial”. El problema es que se refería a cambiarlos en una mosca del vinagre, cuyos problemas provocados por este cambio no importan demasiado y que normalmente muere enseguida. Pero ya hemos tenido suficientes ejemplos de muertes de pacientes (en algún caso muy jóvenes) en experimentos de “terapia génica”, de supuestos contagios de SIDA a pacientes sometidos a estos, también supuestos, cambios de “genes” e incluso a la petición, por parte de los “especialistas” en este campo, de que no se informara de las muertes de pacientes sometidos a “terapia génica”.
Me temo que a los biólogos que estamos en contra de estas manipulaciones no nos queda otra alternativa (dada la inferioridad de condiciones con respecto a las grandes empresas, y los que trabajan para ellas, para hacer llegar a la población estos problemas) que esperar a que se derrumben sus acciones en la Bolsa por falta de resultados. El problema es que cabe la posibilidad de que alguna de estas manipulaciones sin control produzca algún desastre.
Entrevistador: Andrea Barreira
Fuente: http://zeteticismo.blogspot.com/2009/01/entrevista-maximo-sandin-con-motivo-del.html
Pueden leerse dos entrevistas más al biólogo Máximo Sandín en:
http://zeteticismo.blogspot.com/2008/10/mximo-sandn-aboga-por-una-nueva-biologa.html y http://zeteticismo.blogspot.com/2009/07/entervista-maximo-sandin-proposito-del.html
Publicado por Dr. Isidre Lara i Llobet
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Desafío
a la evolución:
Hallan 145 genes "ajenos" en el organismo
humano
Publicado: 16 mar
2015 05:21 GMT | Última actualización: 16 mar 2015
En un nuevo estudio
que desafiaría las teorías de la evolución, científicos afirman
que algunos genes "ajenos" del ser humano no fueron
heredados de nuestros antepasados, sino que fueron adquiridos de
microorganismos con los que compartíamos el mismo entorno.
Investigadores
británicos de la Universidad de Cambridge han descubierto que los
seres humanos contienen genes 'ajenos' que no fueron transmitidos por
nuestros antepasados. El estudio, publicado en la revista 'Genome
Biology', sostiene que adquirimos decenas de genes esenciales
'extranjeros' de microorganismos que han cohabitando el entorno del
ser humano en la antigüedad.
En los seres humanos
los experimentos identificaron 145 genes ajenos, adquiridos mediante
la transferencia genética horizontal. El estudio desafía las
teorías convencionales, según las cuales la evolución se basaría
únicamente en genes transmitidos a través de líneas ancestrales y
sugiere que el proceso podría estar todavía en curso.
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Lo que sigue es una entrevista realizada recientemente al Dr.Máximo Sandín sobre su novedoso trabajo científico en biología (sobre el Dr.Sandín, ya hemos hablado en otra ocasión). A través del correo electrónico, le solicité al Dr.Sandín esta entrevista especialmente para mi blog, y él tuvo la amabilidad de acceder a ella. Espero que los lectores de mi blog disfruten de esta entrevista, y reflexionen sobre su contenido.
1-¿En qué consiste su nueva propuesta y qué importancia tiene para el estudio de las ciencias biológicas actuales?
Sandín: Antes de nada quisiera agradecerle su apoyo a mi trabajo y esta oportunidad que me brinda de expresarme sin necesidad de formalismos. Esto me va a servir para decir claramente algo de lo que no me cansaré en insistir; que no creo que sea exactamente una propuesta nueva. Es, en todo caso, una síntesis de propuestas. Casi todo lo que planteo ya está dicho. Lo que tiene de nuevo son los datos recientes y el hecho de que estos datos aportan coherencia a estas propuestas que, en su origen, eran independientes entre sí y, tal vez, la reflexión sobre su significado conjunto, que puede ser correcta total o parcialmente, pero creo que no es totalmente errónea.
Lo que he hecho ha sido comprobar que muchos de los datos actuales sobre los sucesos más trascendentales de la evolución se ajustan a ideas de científicos más cualificados que yo, pero que han sido incomprendidos, incluso atacados en su tiempo, y al relacionarlas entre sí resulta una explicación coherente (aunque, seguramente incompleta) y basada realmente en datos empíricos.
No es sencillo (diría más, es imposible) explicar la idea en pocas palabras, porque, lógicamente, la explicación de un problema tan complejo como la evolución de la vida no puede ser simple, pero los rasgos generales que resultan de estos datos son, en primer lugar, que la vida apareció en la Tierra en forma de bacterias y virus (fagos) antes de que acabase de formarse, lo que indica que puede ser inherente al Universo (una propiedad más de la materia) y se puede propagar a través de él y “germinar” donde las condiciones sean adecuadas. Esto fue planteado por el químico sueco Svante Arrhenius a principio del siglo pasado. En segundo, que los seres vivos están formados por una agregación de información genética procedente de bacterias y virus, lo que actualmente se puede verificar por la composición de los genomas.
Esta idea de la “simbiogénesis” fue propuesta por Konstantin Merezkovsky, también a principios del siglo pasado, aunque referida sólo a bacterias, y retomada por Margulis, pero el astrónomo galés Alfred Hoyle fue el que propuso que los virus, con su capacidad para integrarse en los genomas, podrían ser un mecanismo de adquisición de nuevos genes. Esta composición de los genomas en sentido amplio, es decir, ADN, ARN y proteínas, que se ha podido comprobar tras las secuenciaciones de los de distintos organismos, explica, tanto los saltos reales de organización animal y vegetal que se observan en el registro fósil, como la capacidad de respuesta de los organismos al ambiente.
Es decir, que los cambios en los genomas no son “al azar”, sino producidos como respuesta a las condiciones ambientales, a veces, graves crisis a escala global, y se manifiestan, por ejemplo, en activaciones (duplicaciones, translocaciones…) de “elementos móviles” derivados de virus así como de virus endógenos, es decir integrados como parte constituyente en los genomas.
El interés que yo encuentro en esta visión es que la evolución, es decir, la base teórica de la Biología, puede pasar de ser una “narración contingente” es decir no susceptible de estudio científico ya que supuestamente se trataría de sucesos ocurridos “al azar”, a poder ser estudiada y comprendida científicamente, porque esta propuesta está basada en datos verificables. Pero sobre todo supone un cambio radical en la concepción reduccionista y competitiva de la Naturaleza, porque el significado de los fenómenos que han construido la vida, es todo lo contrario: es de integración, de cooperación en un proceso en el que todos los componentes son necesarios para su funcionamiento y de estrecha relación e interacción con el ambiente. Los datos recientes nos han mostrado que vivimos inmersos (literalmente) en un mar de bacterias y virus que son (siguen siendo) fundamentales en el mantenimiento de “la red de la vida”. Que su carácter patógeno se produce cuando alguna agresión altera las condiciones naturales de sus actividades.
2-En caso de ser correcta su propuesta, ¿tiene ella implicaciones o relevancia para otras áreas de la ciencia, por ejemplo, la medicina?
Sandín: La medicina actual dispone de una tecnología impresionante para el diagnóstico y para la cirugía, pero desde el punto de vista del tratamiento, de la curación de enfermedades orgánicas parece un auténtico desastre. Se tratan los síntomas (no la enfermedad) con medicamentos que provocan efectos secundarios, a menudo peores que la enfermedad tratada (y de ambos aspectos he tenido experiencia directa). En el origen de este problema hay una doble causa: por una parte, la concepción reduccionista de considerar y tratar los tejidos y órganos como partes individuales del organismo, derivada de la visión biológica convencional (lo que incluye la concepción de lucha permanente contra todos los “microorganismos”), pero creo que hay otra causa más turbia: los enormes intereses económicos que hay detrás de la industria farmacéutica. Pero esto sería largo de documentar.
En cuanto a las implicaciones de mi propuesta en la medicina, no soy experto en patologías y menos en su tratamiento, pero puedo intuir la relación con ella mediante la idea de que las patologías no son un fenómeno “normal” ni inscrito en los genes, sino el resultado de desestabilizaciones de las condiciones naturales, de algún tipo de agresión al organismo lo suficientemente grave para hacer que éste, a pesar de su capacidad de respuesta, de “reajuste”, no pueda reaccionar adecuadamente. También que el organismo es un “todo”, un sistema sutilmente interconectado en su totalidad. Una conexión en la que el sistema neuroendocrino tiene un papel fundamental. No existe un hígado como algo individual. Un órgano no es nada (no existe) si no hay otros que funcionen en interconexión para formar un organismo, a su vez interconectado con otros organismos y con el ambiente (en la Naturaleza no existe, no puede existir, un animal sólo, salvo como abstracción o en un zoológico).
En varias ocasiones se han puesto en contacto conmigo seguidores del Doctor Hamer y su Nueva Medicina. Por lo que he podido leer sólo de un modo superficial, parece que su visión de la enfermedad y su curación comparte esta concepción de la Naturaleza, pero, según he comprobado, no está muy bien visto por las autoridades de la medicina convencional. Supongo que es utópico pensar que se puede “volver” a esa forma de práctica de la medicina. Creo que la industria farmacéutica no la miraría con simpatía.
3-¿Cual cree usted que son las fallas básicas de la teoría sintética de la evolución?
Sandín: La más relevante, y es “básica” porque está en la base de la teoría, lo que implica a toda ella, es su absoluta desconexión de la realidad, de la Naturaleza. Esta desconexión comienza con la formulación del concepto de selección natural. Sólo a un naturalista aficionado se le puede ocurrir intentar explicar fenómenos naturales extrapolando algo tan evidentemente contrario a lo que se produce en la Naturaleza como la selección premeditada que los ganaderos y agricultores aplican a animales y plantas, eligiendo animales o plantas anómalos, a veces, hasta el punto de ser totalmente inviables en condiciones naturales, y eliminando o no dejando reproducirse a los que son normales, sanos y perfectamente viables.
Ya he escrito en varias ocasiones que la explicación del éxito y el afianzamiento de esta concepción, de “la lucha por la existencia” y de “la supervivencia del más apto”, la han dado con gran lucidez y con argumentos muy sólidos ilustres pensadores, desde Bertrand Rusell a Nietzsche, pasando por Bernard Shaw, pero lo que resulta pasmoso es conocer cómo se construyó la Síntesis “moderna” que, se supone, es la base teórica actual de la Biología. Cuando los conocimientos en genética de principios del siglo XX, comenzaron a cuestionar la idea de cambio gradual, imprescindible para la actuación de la selección natural, el matemático G. H. Hardy, profesor en Cambridge, escribió, (al parecer, en el puño de la camisa mientras comía) a petición de R. C. Punnett, un ferviente darvinista, la “solución” (la fórmula p + q = 1) al problema que los genetistas planteaban sobre la imposibilidad de que una mutación aleatoria, que son extremadamente infrecuentes, se extendiera a toda la especie.
Basada en cálculo aleatorio simple, partió de la base de que cada “gen” producía directamente un carácter con dos alelos, uno dominante de frecuencia p y otro recesivo (q) y de que los genes eran entidades discretas situadas en los cromosomas como las cuentas de un collar. Es lo que se llamó la “genética de la bolsa de alubias”, es decir, el cálculo de las probabilidades de que en una bolsa con la mitad de alubias blancas y la otra negras, se sacase uno de un color u otro. Al parecer, Hardy se negó a publicar la hipótesis porque le pareció demasiado simplista, pero los darvinistas se abalanzaron sobre ella como tabla de salvación de la idea de la selección natural actuando sobre pequeñas variaciones, concepción cuestionada por los genetistas, que ya sabían que la transmisión de los caracteres fenotípicos era más compleja.
Pero si esta “ocurrencia” está alejada de la realidad, lo que no comprendo es cómo han podido asumir biólogos que estudian, que observan la Naturaleza real, las condiciones que, supuestamente, se han de cumplir para que las fórmulas “funcionen”: que el número de individuos de la especie tienda a infinito, que todos ellos tengan la misma posibilidad de cruzarse unos con otros, que se reproduzcan sólo una vez (los pobres) y desaparezcan… simplemente absurdo. Es decir, siempre fue una supuesta explicación elaborada con fórmulas matemáticas al margen de la Naturaleza. Para un biólogo resulta desconcertante pensar en ello. En cómo se hizo y cómo se ha impuesto una explicación totalmente desconectada de la realidad con el claro objetivo de mantener la idea de la selección natural. Pero algún motivo habrá…
4-¿Apoya su teoría alguna versión del creacionismo o del llamado diseño inteligente? ¿Qué opina usted de este tema?
Sandín: Esta es una de las pocas cosas que tengo absolutamente claras. No existe la menor relación entre la ciencia y la religión. Son dos creaciones del pensamiento humano totalmente distintas. Por sus objetivos, por su metodología, no tienen nada en común. Según creo entender, la religión (en su práctica o concepción más “pura”, porque hay algunas prácticas y objetivos “oficiales” que no lo son tanto) busca una explicación trascendente, metafísica a las preguntas o dudas existenciales.
Algunas, porque creo que no todas, pretenden estar en posesión de La Verdad (por cierto, como los darvinistas). La ciencia se limita, más modestamente, a intentar buscar explicaciones verificables experimentalmente a fenómenos naturales, materiales. Claro que su pretensión última sería disponer de una explicación “total”, pero como sabemos los científicos eso es muy difícil. Tal vez imposible. Sólo hay que mirar a los físicos, cuyas teorías de la Relatividad y la Mecánica Cuántica han alcanzado el máximo nivel de precisión en la descripción de la realidad conocido hasta ahora y todavía están buscando una teoría unificadora que les de coherencia.
En cuanto a la “teoría” del diseño inteligente, no la considero dentro del ámbito de la ciencia, porque su “explicación” está fuera de la práctica científica empírica. Un científico tiene que llegar hasta donde le lleven los datos disponibles, y si hay cosas que no se pueden explicar, lo razonable y basado en experiencias previas es esperar a que nuevos datos o nuevas metodologías o investigaciones aporten más información. Pero eso no quiere decir que, en su vida personal, no pueda tener las creencias que considere oportunas. Una confesión personal que espero que aclare algo al que le pueda interesar: Mis dos amigos que considero más inteligentes son “creyentes”, cada uno a su manera.
Pero tienen claro que la Ciencia no tiene ninguna relación con sus creencias. Es decir, que no creo que sea una cuestión de mentes simples, y de eso ha habido suficientes ejemplos. Yo me considero agnóstico, porque creo que autodefinirse ateo es perfectamente equiparable, en cuanto a argumentos y a supuestas “pruebas” a ser un creyente acrítico, porque así como no existen pruebas empíricas a favor de unos tampoco las hay a favor de los otros, es decir, no se puede “demostrar”, llegar a una conclusión racionalmente, y porque, insisto, no se trata de un tema científico (por cierto, la “cruzada” de Dawkins me parece patética).
Lo que sí es cierto es que mis amigos me dan una cierta envidia, porque quizás sus convicciones expliquen, de alguna manera, lo extraordinariamente buenas personas que son.
5-¿Tiene apoyo científico su nueva teoría?
Sandín: Esta pregunta puede tener una doble respuesta. Si se interpreta como referida a que (mi propuesta) esté apoyada en datos científicos, la respuesta es sí. Si se trata de apoyo de los científicos, de mis colegas, salvo algunos casos en voz baja y con una curiosa actitud de clandestinidad, podría decir que, oficialmente, no. De todas formas, no me hago ilusiones. Si científicos infinitamente más conocidos y prestigiosos que yo (con sobrados motivos), como pueden ser Alfred Hoyle o von Bertalanffy que han elaborado propuestas más o menos semejantes han sido ignorados, sería ingenuo por mi parte esperar mejor suerte.
6-Actualmente, algunos científicos piensan que la teoría darwinista apoya el ateísmo; por lo que el rechazo de aquella parecería apoyar indirectamente a la religión ¿su nueva propuesta implica algún tipo de cosmovisión religiosa, o afecta alguna creencia ideológica particular?
Sandín: En cuanto al primer aspecto, creo que esa es una visión simplista y algo infantil. En primer lugar, por lo que he comentado antes sobre la ausencia de relación entre ambos aspectos. Pero han convencido a muchos biólogos de que Darwin fue el primero en dar una (supuesta) explicación materialista de la vida, como si los (verdaderos) científicos y filósofos anteriores se basasen en “supersticiones”, y eso “eliminó la necesidad Dios para explicar nuestra presencia” y parece que con eso tienen suficiente para no enredarse en razonamientos complejos. Creo que algunos científicos tienen una gran inclinación por las explicaciones simples.
Lo que sí es una realidad es que utilizan esos argumentos para lanzar acusaciones o sospechas de “creacionista encubierto” contra los que intentamos discutir el darwinismo. Y aquí no puedo dejar de mencionar la actitud inquisitorial de Richard Dawkins que es bastante conocida gracias a la difusión por Internet. Por si no ha hecho suficiente daño a la Biología con su “ocurrencia” del “gen egoísta” y lo que ha significado de obstrucción para la comprensión de lo que, gracias a él, se consideraba (y todavía hay quien lo sigue creyendo) ADN “basura” que, sin embargo, ha resultado ser uno de los componentes fundamentales de los genomas, y con la concepción sórdida (se podría decir patológica) de la vida, de la realidad, que ha transmitido a muchos jóvenes biólogos que le consideran “un genio”, ahora se dedica a perseguir y a descalificar con mentiras a las personas que, honradamente, intentan arrojar algo de luz al estudio de la evolución. Me parece un personaje nefasto.
En cuanto a la segunda parte, comenzaré por la cuestión ideológica. Mi propuesta es o, al menos, pretende ser científica. Está basada en datos concretos, verificables. Desde este punto de vista, el que piense que la ciencia es una actividad al margen de condicionantes sociales, históricos o ideológicos, puede dedicarse a analizar sus aspectos empíricos y verificar su adecuación a los datos reales. Pero los filósofos e historiadores de la Ciencia han puesto de manifiesto de una forma muy sólida la relación de las ideas científicas con las ideas dominantes en cada época (que, como sabemos, suelen ser las de los que dominan). Para mí ha quedado muy claro estudiando el origen y la implantación del darwinismo que, como ha dicho muy lúcidamente Bertrand Russell, es una proyección sobre la Naturaleza de los principios económicos y sociales del “laissez faire”, del “libre mercado”.
No es necesario ser un analista muy sutil para detectar esa relación en los términos que se utilizan para lo que ellos piensan que es describir, pero en realidad es interpretar, los fenómenos naturales: competencia, coste-beneficio, explotación de recursos, estrategias, etc., me resultan divertidos los científicos que se proclaman “objetivos” y asépticos mientras aplican esos términos empresariales a los fenómenos naturales. Supongo que es imposible desligar las interpretaciones científicas de la concepción de la realidad, de las convicciones, y eso se pone de manifiesto hasta en disciplinas tan aparentemente al margen del contexto social como la Física.
El debate entre Albert Eistein y los padres de la Mecánica Cuántica, Planck y Bohr, estaba motivado porque Einstein era creyente (a esto me refería cuando decía que no parece una cuestión de mentes simples), y no admitía la incertidumbre que se derivaba de esta teoría. Si asumimos esto, nadie puede estar seguro de que su concepción científica no esté basada en la conformación de la propia visión de la realidad elaborada a lo largo de su historia personal. Supongo que la concepción a la que he llegado intentando integrar coherentemente los datos que he conseguido recopilar no está libre de mis prejuicios. Los términos integración, complejidad, cooperación, necesidad de todos los componentes, influencia del ambiente… tienen un significado al que se puede buscar una connotación ideológica (desde luego, radicalmente opuesta a la de “la supervivencia del más adecuado”), pero mi condición de biólogo y mi interés por la evolución humana y la ecología humana me han despertado una enorme admiración por los que los científicos “occidentales”, especialmente los antropólogos de las potencias coloniales imbuidos de su propia superioridad “evolutiva”, llamaban “hombres primitivos” sin comprenderles, sin comprender absolutamente nada.
Cada día tengo más claro que lo que llamaban (y llaman) “hombres primitivos” eran más sabios que los “modernos” y posiblemente más cuanto más “primitivos”. Ahora hay muchos conocimientos, mucha tecnología (que se asocia simplistamente con una inteligencia superior), pero poca sabiduría. No hay más que comparar el conocimiento y la relación con la Naturaleza de unos y otros y comprobar a dónde nos ha llevado la concepción de esta, y la actuación en consecuencia, de los hombres “civilizados”. Creo que el alejamiento de la Naturaleza comenzó muy recientemente en la larga historia de la Humanidad, cuando comenzó la acumulación de posesiones no esenciales y el nacimiento de la riqueza y el poder, pero se ha acentuado de un modo demencial a partir de la revolución industrial y de la implantación de la economía de “libre mercado” con su apéndice científico, el darwinismo y su visión competitiva. Si tuviera que decantarme por una ideología y una cosmovisión religiosa, serían poco conflictivas actualmente y, desde luego, con poco futuro. Serían algo parecido al colectivismo “primitivo” y al animismo. Cada día me impresiona más la Naturaleza y la conciencia de su poder. Cuando paso por lo que hace unos años eran campos de cultivo, huertas y arboledas en el entorno de la región donde nací y vivo, se me hace un nudo en el estómago y me dan ganas de pedir perdón a los animales y a las plantas que había por lo que les han hecho mis congéneres. Sí, creo que me voy a “convertir” al animismo.
7-¿Es posible que tantos científicos estén equivocados sobre la teoría de la evolución? Muchos podrían preguntarse: Si la propuesta del Dr. Sandín es correcta, ¿por qué no es aceptada ni reconocida por la comunidad científica? ¿Qué respondería usted a esto?
Sandín: En primer lugar, quiero insistir en lo que usted, adecuadamente, plantea. No puedo afirmar que mi (esbozo de) propuesta sea absolutamente “verdadera”. Y menos completa, pero correcta sí, porque está elaborada de una forma que se ajusta al método científico, y los científicos sabemos que la verdad absoluta no existe en ciencia, sólo aproximaciones a la verdad o verdades parciales (y eso lo saben bien los físicos), y lógicamente, sería absurdo pretender explicar “todo” (eso sólo lo “puede hacer” el darwinismo y alguna religión), pero creo que permite explicar los fenómenos principales del proceso evolutivo a partir de la existencia de la vida en la Tierra (y, como consecuencia, muchos de los fenómenos biológicos actuales), de una forma más ajustada a los datos reales que la teoría convencional.
En cuanto a la aceptación, un argumento que he oído y leído para devaluar mi propuesta es que “no soy especialista”. Evidentemente, cada especialista sabe de su tema infinitamente más que yo. Pero se trata de intentar relacionar todo. No se puede ser “especialista” en la evolución, todo lo más, un estudiante permanente. Ya he insistido en que debería ser un trabajo cooperativo (que mal les debe sonar a los darvinistas) de muchos especialistas. Una sola persona no puede investigar (y menos, comprender) a fondo todos los datos, toda la información que se ha acumulado. (Aunque ya dijo Pascal que vale más saber alguna cosa de todo, que saberlo todo de una sola cosa). Por eso, la labor sólo puede ser realizada estudiando, intentando entender y, en su caso, reinterpretar, lo que otros descubren. Los especialistas están demasiado encerrados en su tema y ni siquiera se plantean la posibilidad de que su enfoque, condicionado por la concepción convencional, sea erróneo.
Hace tiempo leí una entrevista a un prestigioso especialista que lleva años encerrado en un tipo de investigación “unidireccional”, sin un solo paso fuera del sendero. Decía con cierto tono de satisfacción que hacía diez años que no leía un libro. Sólo artículos de su tema de investigación (en los que todos piensan igual, están formados igual, usan los mismos métodos y publican las mismas cosas con idéntica perspectiva). Yo creo que es necesario leer, no sólo otro tipo de artículos científicos sino otros libros, libros que han escrito grandes pensadores o literatura de cualquier clase, y estar conectado con la realidad. Nunca se sabe de donde te puede venir una idea, porque hay mucha gente que piensa con mucha lucidez. Muchos, por no decir la mayoría de los especialistas, son muchachos que han estudiado mucho durante su carrera, que han conseguido una plaza en un laboratorio con un trabajo muy especializado muy duro y muy competitivo y han estado toda su vida con eso. No disponen ni de un segundo para dedicarse a leer no ya libros, sino artículos de otra disciplina. Al final son “los que más saben” de ese tema tan especifico y son incluso premiados y reconocidos mundialmente, pero cuando les preguntan por temas más generales, como a donde llevarán a la Humanidad sus investigaciones, sus respuestas son infantiles, sin la menor conexión con la realidad. Algunos dan la impresión de tener una concepción de la realidad, de la vida, no mucho más madura que la que tenían cuando entraron el la universidad Yo he leído argumentos de premios Nóbel que me han dejado estupefacto.
Por eso creo que en su formación debería tener, y es posible hacerlo, una visión general, aunque fuese superficial, que relacione los conocimientos obtenidos en las distintas disciplinas, porque eso daría el contexto adecuado a sus investigaciones. Conozco casos de jóvenes que han estado años estudiando una proteína de un virus sin saber cómo es ese virus, qué hace, donde está…
Pero no parece que sea ese el camino, sino mas bien al contrario. Parece que la idea es formar especialistas en función de “las necesidades del mercado”.
8-En sus escritos, se evidencian reflexiones críticas sobre la sociedad y planteamientos filosóficos y sociológicos. ¿Qué importancia tienen estos factores para las ciencias biológicas y en particular, para su propia teoría?
Sandín: Esta pregunta está respondida en gran parte en las respuestas anteriores, pero quisiera ampliar el tema de los planteamientos filosóficos. Por lo que he podido comprobar, la Filosofía está mal vista por mis colegas (al menos, por los que han hablado de ello conmigo). Parecen tener la idea de que la Filosofía es algo “anticuado”, una especie de palabrería vacía que se pierde en divagaciones “metafísicas” y que la forma de pensamiento “más avanzada” es el pensamiento científico.
Pero me parece ingenua la creencia a ciegas en lo que se considera científico y objetivo cuando no se tiene la capacidad para distinguir entre lo que tú piensas y lo que te han enseñado a pensar. Entre descripciones objetivas e interpretaciones basadas en prejuicios. La tarea básica de la Filosofía es “pensar lo pensado”. Reflexionar sobre lo que se da por sabido. Según Fernando Savater “representa la autonomía del individuo frente a veneraciones establecidas” y esto es esencial en el problema que nos ocupa. Una concepción muy actual de la Filosofía es la que nos propone Mauricio Abdalla: la que trata de reflexionar sobre los problemas de nuestro tiempo, de comprender la realidad en que vivimos. En este sentido me deslumbró Michael Foucault con su libro “Las palabras y las cosas” en el que diseccionaba los dogmas y los valores más asumidos de nuestra cultura “occidental” con datos históricos y argumentos que pueden ser utilizados por cualquiera que se detenga a pensar sobre ellos. Me dio la impresión de que no es necesario ser una mente privilegiada para atreverse a reflexionar sobre la realidad en términos filosóficos. Claro que no hay garantía de llegar a “la verdad”, pero es un ejercicio liberador. De “autonomía”. Por eso, cuando veo a mis jóvenes colegas totalmente convencidos de que la dura concepción darvinista de la realidad es una visión científica y objetiva despojada de sentimentalismos o idealismos, o repetir literalmente lo que les han enseñado como si lo hubieran pensado ellos, me produce una sensación de desaliento, porque me da pena que muchachos inteligentes que podrían hacer aportaciones importantes a la Biología estén limitados por el adoctrinamiento.
Fernando Savater dice de la Filosofía que “Quienes por razones espuriamente funcionales tratan de disminuir hoy su peso en la enseñanza, pretenden sin duda también la sumisión al poder incuestionado y no la mera eficacia laboral”.
Todo esto viene a cuento porque, curiosamente, han sido filósofos y estudiantes de filosofía los que han asumido con perfecta naturalidad mis cuestionamientos del darwinismo y han comprendido su pertinencia, incluso mi derecho (incluso mi obligación) de intentar buscar una alternativa, mientras que la mayoría de las reacciones que he conocido de mis colegas han sido de escándalo. Como si no pudieran concebir que una persona vulgar y corriente pudiera atreverse a cuestionar a un “genio” y menos a manifestar ideas que contradicen “la verdad” incuestionable del darwinismo. La que “todos los científicos” asumen.
9-¿Qué literatura recomendaría para los jóvenes científicos y profesionales que quieran explorar alternativas científicas al neo-darwinismo o acercarse más a su propia propuesta?
Sandín: Creo que el libro que da una visión más completa, mas integral de cual es la relación del hombre con la Naturaleza, las causas del deterioro de esa relación, entre otras la concepción darvinista de la naturaleza, y cómo se debería recuperar es “El tao de la ecología” de Edward Goldsmith. La forma en que aborda esas cuestiones con consideraciones científicas, éticas, filosóficas, históricas… me parece muy enriquecedora para los jóvenes lectores.
En cuanto al aspecto evolutivo, hace dos o tres años, un alumno me prestó (y me “requisó” rápidamente) un libro de Fred Hoyle y Chandra Wickramasinghe, "La Evolución de la Vida desde el Espacio Exterior" editado por el Fondo de Cultura Económica, que me sorprendió porque utilizaba argumentos muy semejantes a los que yo había empleado y llegaban a conclusiones semejantes, aunque no debería sorprenderme que otras personas, partiendo de datos semejantes lleguen a las mismas o parecidas conclusiones, y menos teniendo en cuenta que fue el artículo “Evolution from space” de Hoyle el que motivó mi interés por los virus como aportadores de información genética. Tienen algunas diferencias de perspectivas con las que yo planteo, pero es posible que las correctas sean las suyas. No he conseguido encontrarlo, pero lo recomiendo vivamente a los estudiantes y estudiosos que no estén demasiado condicionados por el adoctrinamiento (que, a veces, parece tener consecuencias irreversibles).
En cuanto a otras alternativas, como, por distintos motivos que he explicado en alguna ocasión, no me siento identificado con las más conocidas, no puedo recomendar honradamente ninguna concreta. Sólo puedo sugerir que las estudien, que lean, por ejemplo, algunas de las obras que figuran en su página y, como Usted dice, que piensen por sí mismos.
10-¿Algo más que le gustaría agregar para finalizar?
Sandín: Sí. Y aquí voy a explayarme porque hay un problema que me produce verdadera angustia. No se trata sólo de algo ya de por sí tan inconcebible como que una ciencia tan esencial como la Biología esté, en el siglo XXI, sin base teórica. Lo preocupante es que la investigación actual dirigida y financiada por intereses comerciales y sus supuestas aplicaciones pueden acarrear graves consecuencias. Pero no sólo en el caso (muy posible) de que se produzca algún error, sino en el caso improbable de que consiguieran lo que pretenden.
Intentaré explicar esto de la forma más breve y simplificada posible: Los datos recientes sobre las características de la información genética han puesto de manifiesto que es de una enorme complejidad, que el antiguo concepto de “gen” no tiene entidad real porque son secuencias que pueden estar en fragmentos repartidos por el genoma, que se combinan en función de circunstancias concretas, que, además, una secuencia puede codificar proteínas diferentes en función de las condiciones ambientales, que la expresión de una secuencia depende de la coordinación de la totalidad del genoma, a su vez, condicionada por el ambiente…
Pero además, hasta el 10% del genoma está constituido por virus endógenos que participan activamente en distintas funciones del genoma, pero que pueden reconstruir la cápsida y convertirse en infectivos por una agresión ambiental, y que la inmensa mayor parte del genoma está formado por elementos móviles y secuencias repetidas derivadas de estos, y también susceptibles de activación ante estímulos ambientales. Si tenemos en cuenta estos datos reales cuando oímos hablar a científicos, por ejemplo, de que han “creado” un virus supuestamente inactivado para introducir en el genoma una proteína para combatir el cáncer, o para producir cerdos transgénicos para el transplante de órganos, cuando se afirma que se ha encontrado el gen de la tendencia al alcoholismo (incluso el de la infidelidad),o hablan de que “cambiando los genes” se conseguirán hijos más inteligentes, más sanos, o vivir doscientos años, incluso regenerar miembros introduciendo en el hombre los genes con que las lagartijas regeneran la cola, puede parecer cómico para una persona con sentido común, pero la realidad es que puede representar un grave peligro, no sólo por el riesgo de activación e hibridación de virus endógenos (como desgraciadamente se ha producido con el virus del SIDA), sino porque vivimos inmersos literalmente en un mar de virus y bacterias y no podemos controlar las consecuencias de estas manipulaciones basadas en una concepción de la información genética y de los virus superada por los conocimientos actuales.
Y estos datos reales hacen muy improbable (yo creo que imposible) que consigan esos objetivos.
Pero lo más penoso es comprobar que los científicos (los especialistas) que plantean esos objetivos no han reflexionado sobre sus consecuencias en el caso de que lo consiguieran, porque esas investigaciones están financiadas por empresas que han invertido enormes sumas con fines comerciales (como sabemos, hay un enorme mercado de “patentes” de “biofármacos” y de genes y proteínas), y sus hipotéticas aplicaciones serían para los que pudieran pagarlo (desde luego, no están pensadas para compartirlas con toda la Humanidad). ¿Se habrán parado a pensar en la situación en que pondrían a ha Humanidad si sólo unos privilegiados tuvieran acceso a esas “mejoras”? ¿Se habrán parado a pensar, incluso, en lo terrible, lo insoportable que puede ser vivir doscientos años? Claro que eso sería en caso de que a la Humanidad le quedaran doscientos años por delante, porque supongo que habrá leído que Stephen Hawking afirma que no quedan más de cien años para la catástrofe global y que el futuro está en la colonización del espacio, pero, ¿Quienes se supone que irán? ¿Quiénes se supone que tendrán esa posibilidad? ¿No sería más razonable detener esta locura e intentar vivir de una forma que haga posible que en el Mundo haya sitio para todos? Tengo la sensación de que con la idea de “la supervivencia del más apto” se ha creado una forma de pensamiento al margen de la realidad, de la que se han contagiado hasta los científicos más brillantes en su campo. Quizás parezca grandilocuente o pretencioso, pero creo que es un síntoma de decadencia de toda una “civilización”.
Mi amigo Mauricio Abdalla me va a regañar, pero si soy sincero, no tengo la menor esperanza en que se recapacite y se detenga esta carrera hacia la nada, aunque eso no va a impedir que siga trabajando como si hubiera esperanza. Porque lo que tengo claro es que no van a conseguir es destruir la vida sobre la Tierra y quizás se estén creando las condiciones para el siguiente “salto”. Esa puede ser la esperanza...
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-Dr.Sandín, ¿qué opina de todo el boom informativo sobre el llamado Año de Darwin?
Yo más bien lo calificaría de “boom desinformativo”, de los que tenemos amplia experiencia en los países “desarrollados”. A estas alturas creo que hay sobrados motivos para desconfiar de los “booms” informativos. De los “creadores de opinión”. Y este caso presenta todas las características típicas de los procesos de adoctrinamiento social. Si se piensa en quienes están detrás de las megacorporaciones de la información resulta muy poco probable que una idea verdaderamente revolucionaria tenga tanta relevancia en sus medios. Parece más razonable suponer que la propaganda masiva del darwinismo responde a intereses de mantenimiento de una determinada concepción de la realidad y de unos grandes intereses económicos. La campaña mediática no ha tenido precedentes ni remotos con ninguno de los más prestigiosos (y verdaderos) científicos de la historia. Durante todo el año aparecen artículos con narraciones totalmente mixtificadas de la epopeya del “descubrimiento de la evolución”. Con el debate contra los creacionistas, para distorsionar el verdadero debate con los científicos (dejando caer que el que no es darwinista es creacionista). Hay secciones fijas en muchos diarios con un gran despliegue de medios audiovisuales con las tópicas narraciones de los expertos “consagrados”…. Y por si no fuera suficiente, se ha recurrido a otro de los típicos sistemas de condicionamiento mental: una película de Hollywood (he visto el trailer y cualquier relación con la realidad es pura coincidencia) y hasta “comics”. Si esto no suena a adoctrinamiento social, usted me dirá.….
Pero todos los fenómenos complejos tienen distintos componentes. Hay científicos de buena fe participantes en este fenómeno que son verdaderos “creyentes”, pero en medio de un verdadero caos teórico: Los expertos en evolución afirman sin pudor no saber nada de la genética actual (lo que hace a uno preguntarse. ¿cómo entonces sigue hablando de una evolución basada en concepciones demostradas falsas por los nuevos conocimientos?). Los especialistas en genética o bioquímica, que conocen los nuevos datos, no saben nada de evolución, ni les interesa, porque están a otras cosas (trabajar para la industria farmacéutica o biotecnológica o buscar patentes de genes o proteínas). Desde luego, a ambos tipos de científicos les va bien así, pero creo que sería bueno que se detuviesen a reflexionar sobre su desconexión teórica y, sobre todo, para qué o para quién están trabajando.
Desde luego, las grandes empresas biotecnológicas y biofarmacéuticas interesadas en el mantenimiento de la concepción reduccionista de “los genes” y el “el azar” del darwinismo y que se anuncian a toda página en los medios de comunicación y en las principales revistas científicas (que llegan a parecer un catálogo de anuncios de empresas de este tipo) estarán encantadas con esta promoción.
Pero, ¿ha leído o visto en algún gran medio de comunicación alguna noticia sobre el comunicado emitido recientemente por la Academia Americana de Medicina Ambiental sobre los perniciosos efectos comprobados de los alimentos transgénicos sobre la salud y su llamada para una moratoria inmediata?
-¿Usted piensa que la relevancia y atención que la obra de Darwin cobrará este año en los medios científicos y de comunicación, fomentará un examen crítico de la obra de este autor, y propiciará la seria consideración de teorías alternativas sobre la evolución?
Confieso que llegué a tener esa esperanza. Pensaba que quizás si se comenzaran a vender los libros de Darwin habría más gente que se daría cuenta de la verdadera calidad científica y el verdadero significado de su obra, pero ha sido todo lo contrario; nadie (o muy pocos) los leen, entre otras cosas, porque son insoportables. Cuando lees los primeros capítulos te quedas boquiabierto. Lo que se ha hecho es continuar con las mitificaciones y los cuentos falsificados. Ni un solo artículo de prensa con un mínimo análisis crítico. Ni una sólo referencia a algún texto científico crítico con el darwinismo. Nada de Von Bertalanffy, nada de James Shapiro, de Mae Wan Ho, Edward Goldsmith o Karl Woese.… Lo que sí tengo claro es que hay “especialistas” de los medios de comunicación que son “engañadores profesionales”. Que escriben sabiendo que están mintiendo cuando confunden premeditadamente las críticas al darwinismo con “ataques a la evolución” y siembran sospechas sobre los biólogos no “adeptos”. Y también hay historiadores “prestigiosos” caracterizados por contar los tópicos “oficiales” y rutinarios, ocultar la existencia de estudios científicos muy sólidos sobre la evolución previos a Darwin, deformar las circunstancias sociales que rodearon el nacimiento del darwinismo y falsificar descaradamente las verdaderas ideas de Darwin que se pueden comprobar, simplemente, leyendo sus libros. Es una técnica muy típica de adoctrinamiento. Desde luego, parece que está bien organizado.
Incluso periodistas y escritores sin la menor relación con la Biología escriben artículos laudatorios sobre Darwin. Es como un signo de cultura y hasta de “progresismo” porque les han convencido de que enfrentan “la revolución darwinista” con el creacionismo. Hasta las viñetas de los humoristas más lúcidos de la prensa han entrado en la dinámica. Quizás mi interpretación de que parece una técnica de adoctrinamiento pueda parecer exagerada, pero si, por ejemplo, busca en Wikipedia el término “antidarwinismo”, encontrará esta explicación que transcribo literalmente: “se apoyan en variados principios de la religión, el diseño inteligente, el creacionismo, el escepticismo, la magia, lo paranormal, la brujería, la ufología y otras pseudociencias de carácter sobrenatural”. ¿No resulta significativo?
Como es fácil de comprender, en medio de este aluvión de enorme apoyo mediático e institucional y de confusión premeditada, las posibles alternativas científicas tienen pocas posibilidades de difusión. Más aún si la propuesta resulta compleja. Y menos, cuando hay “especialistas” en la vigilancia de la ortodoxia. Sin ir más lejos, uno de ellos me acusó, precisamente en Wikipedia, de atribuir la evolución a los extraterrestres.
Con esta enorme capacidad de control y adoctrinamiento social, un adoctrinamiento que también se extiende a las universidades creo que las posibilidades para una teoría alternativa son escasas.
-Usted ha criticado severamente en sus artículos a Darwin y a su obra “El origen de las especies”. Si tales críticas están bien fundamentadas científicamente, ¿cómo explicar que se le considere un genio de la ciencia y a su obra uno de los mayores, si no el mayor, aporte científico de la historia de la humanidad? Esto está explicado en sus artículos, pero quizá un breve comentario suyo sea de interés para los lectores que visitan este blog por primera vez, o los que no estén muy familiarizados con la biología.
Sí, se han elevado sus especulaciones, bastante simples por cierto, al nivel de Schopenhauer y a su “descubrimiento” como llaman a la idea de la selección natural a un logro comparable a la teoría de la relatividad. Es cierto que, inicialmente, yo responsabilizaba a Darwin de las funestas consecuencias científicas, ambientales y sociales de las aplicaciones del darwinismo. Pensaba que cada científico (porque le consideraba científico) era responsable de las consecuencias de sus ideas. Pero después de años leyendo sus textos y buscando información sobre las circunstancias y personajes que rodearon la implantación del darwinismo, he conseguido “atar cabos” entre estas informaciones inconexas y he llegado a la conclusión de que el darwinismo, tal como lo conocemos, tiene poca relación con los supuestos “descubrimientos” de Darwin. “El origen de las especies” (el falso título que nos han transmitido) era la confusa obra de un aficionado acomodado con enormes carencias científicas con respecto a lo que ya se conocía y que no habría pasado de ser una curiosidad entre otras semejantes de la época. Inicialmente, yo compartía la idea muy bien argumentada por ilustres pensadores como Bertrand Russell, R. M.Young o Bernard Shaw, de que su éxito se debía, solamente, a la aplicación de las siniestras ideas de Malthus y Spencer, que eran una justificación de las injustas condiciones coloniales y sociales de la época, a la Naturaleza (como sabrá, sus obras fueron muy bien acogidas por los poderosos).
Esto justifica su éxito “social”, pero no explica su implantación científica, (a pesar de que los científicos de la época compartieran estatus social y una visión del mundo adecuadas para asumirla). Pero después de muchas aburridas lecturas sobre los personajes involucrados en su éxito he conseguido reunir la siguiente información: En los textos “oficiales” sobre las circunstancias que rodearon “la gran revolución” del darwinismo, figura Thomas Henry Huxley como “el bulldog de Darwin”. La idea que yo había obtenido de su participación era la de una especie de científico “free lance” devoto de Darwin que le defendió en el manido debate con el obispo Wilbeforce. Los datos que he obtenido, procedentes de la Enciclopedia Británica (se puede consultar on-line) son los siguientes: Bajo el título El poder y “el Papa” Huxley, nos cuenta lo que sigue: Huxley era “un científico líder en su época y un activista político, cualidades que le aportaron las palancas necesarias para ayudar a construir un orden social en el que la ciencia y el profesionalismo reemplazasen a los clásicos y el mecenazgo”. Fundó, junto con Joseph Dalton Hooker (otro poderoso protector de Darwin), el X-Club, en el que también figuraban Herbert Spencer, John Tindall y otros que, durante una década, controlaron la Royal Society. Huxley fue presidente de la Geological Society, la Ethnological Society, la British Association for the Advancement of Science, la Marine Biological Association y la Royal Society. “Con plazas en 10 Comisiones Reales, deliberando sobre todo, desde las pesquerías a las enfermedades o la vivisección, penetró claramente en los laberínticos corredores del poder”. También, junto con Hooker, fundó la revista Nature. El X-Club fue fundado con el objetivo de “promover el darwinismo y el liberalismo científico” y “fue acusado de ejercer demasiada influencia sobre el ambiente científico de Londres” es decir, del Imperio.
Creo que esto nos puede dar una pista de cómo se impuso el darwinismo y se silenciaron las voces de científicos (verdaderos científicos) discrepantes, como St. George Mivart, un zoólogo evolucionista que derribó con argumentos que se pueden seguir sosteniendo en la actualidad, la idea de la selección natural. Naturalmente, al “incomprendido” Darwin le hicieron miembro de las más importantes sociedades científicas y a su muerte fue objeto de un funeral de estado en la abadía de Westmister, en la que sólo estaban enterradas cinco personas no pertenecientes a la nobleza.
Es decir, aunque me estoy extendiendo demasiado, creo que es importante que se sepa que el darwinismo no es obra directa de Darwin, aunque compartiera, como se puede observar en “El origen del hombre” (otro falso título) la repugnante ideología eugenista de Huxley, Spencer y Galton. El contenido científico de “Sobre el origen de las especies por medio de la selección natural o el mantenimiento de las razas favorecidas en la lucha por la existencia” es nulo. Una gran confusión de ideas lamarckistas, spencerianas y maltusianas, incluso “neutralistas”, con el “descubrimiento” de la selección natural basado, como él aclara, en la cría de palomas y con comentarios y citas de fenómenos absurdos que “le contaron”. Sólo con leer su resumen final se puede comprobar esta confusión. Incluso el término “evolución” no aparece hasta la sexta edición del libro, por sugerencia de Huxley, lo que también es muy significativo.
Supongo que tampoco será muy conocido el hecho de que, cuando comenzó a entender algo de la evolución, al final de su vida, abandonó (lógicamente) el concepto de selección natural y en su lugar propuso la “Pangénesis”. Una idea confusamente lamarckiana, según la cual, cada órgano segregaba unas “gémulas” por la que se transmitían a los descendientes los caracteres adquiridos por los progenitores por la influencia del ambiente. Su primo Sir Francis Galton le disuadió de la idea, incluso publicó un artículo atacándola. Se puede comprender perfectamente por qué, teniendo en cuenta que Galton fue el fundador oficial de la eugenesia.
En definitiva, parece claro que el darwinismo fue un afianzamiento, un reforzamiento “científico” de las ideas de las clases dominantes. Se creó como una ideología por y para las élites sociales. Y lo sigue siendo. La idea de la selección natural, una fuerza omnipotente capaz de regir los destinos de los seres vivos, justifica muchas cosas.
-Los biólogos darwinistas, frecuentemente, afirman que las críticas contra la selección natural se basan en una incomprensión o tergiversación intencional de esta teoría. Por ejemplo, ellos dicen que la idea de que la evolución es “al azar” es simplista, falsa y tiende a tergiversar el darwinismo, porque lo que es al azar son las mutaciones genéticas, pero la selección natural no lo es. Más bien, la selección natural añade dirección e imprime canalización a dichas mutaciones, que es justamente todo lo contrario del “azar”. De allí que no pueda afirmarse que la evolución se deba únicamente al azar. Para citar a un conocido defensor del darwinismo “El azar es un ingrediente menor del récipe darwiniano, pero el más importante ingrediente es la selección acumulativa la cual es, quintaesencialmente, no al azar” (Dawkins, en el The Blind Watchmaker. La traducción es mía). Y en otra obra, el mismo autor define al darwinismo como la “Teoría mínima según la cuál la evolución es guiada, adaptativamente, en direcciones que no son al azar, por la supervivencia que tampoco es al azar, de pequeños cambios hereditarios al azar” (A Devil’s Chaplain. La traducción es mía) ¿Qué opina usted de esta objeción básica darwinista?
Se han escrito tantas cosas, tratados enteros repletos de “explicaciones” que son pura retórica, para intentar encajar los conceptos (los dogmas) de la selección “natural” y “el azar” en la explicación de la complejidad de la vida, que sería necesario otro tratado (si no varios) para discutir tantos argumentos falaces. Un dogma no se puede rebatir con argumentos racionales, pero se puede intentar comprender porqué ha llegado a convertirse en dogma si nos remontamos a su origen e intentamos explicarnos el motivo de su afianzamiento: Para empezar, insisto en que la idea de que existe una selección “natural” es una ocurrencia de Darwin al extrapolar las actividades de los ganaderos, agricultores y criadores de palomas, que son una total distorsión de las condiciones naturales. Si lee el “Origen de las especies” verá que lo repite continuamente, especialmente en los primeros capítulos. Entre las explicaciones retóricas que he leído, una afirma que “la extrapolación de las actividades de los ganaderos es sólo una analogía superficial”, cuando Darwin no se cansaba de apoyarse en la selección de ganaderos para exponer sus argumentos “científicos”.
Por ejemplo, cuando en “El origen del hombre” (que, por cierto, nadie parece haber leído) expone sus ideas eugenistas, las justifica diciendo que “Es incalculable la prontitud con que las razas domésticas degeneran cuando no se las cuida o se las cuida mal; y a excepción hecha por el hombre, ninguno es tan ignorante que permita sacar crías a sus peores animales”, o cuando habla de que “la transmisión libre de las perversas cualidades de de los malhechores se impide ejecutándolos o reduciéndolos a la cárcel por mucho tiempo” lo apoya en que “en la cría de animales domésticos es elemento muy importante de buenos resultados la eliminación de aquellos individuos que, aunque sea en corto número, presenten cualidades inferiores”.
En cuanto al azar, lo explica así: “He hablado hasta aquí como si las variaciones, tan comunes y multiformes en los seres orgánicos en estado de domesticidad y no tan comunes en los silvestres, (algo tan evidente como contradictorio con su “teoría”), fueran debidas a la casualidad. Innecesario es decir que este término es completamente inexacto y que sólo sirve para reconocer paladinamente nuestra ignorancia de la causa de cada variación particular”. Es decir, lo que significa realmente para Darwin “el azar” es desconocimiento.
Y pretender basar una teoría científica en sucesos al azar es lo más “anticientífico” que puede imaginarse porque, aunque Dawkins (y muchos otros) concedan a la omnipotente, omnisciente y omnipresente (tiene “el don de la ubicuidad”, no sé si le suena de algo) selección natural la capacidad de dirigir la evolución, la fuente de la variación, la que “crea” las nuevas características, es “el azar”. Y ya sabemos, porque se ha comprobado experimentalmente, que los cambios, ya sean “pequeños cambios hereditarios” y, por tanto, sin consecuencias evolutivas, o cambios sustanciales en los genomas implicados en la evolución no son al azar, sino producidos por la capacidad de respuesta de los genomas al ambiente.
Pero como en todo lo relacionado con el darwinismo, tras estas ideas hay intereses que no son precisamente científicos. Ya hemos visto el resultado de la documentación histórica sobre cómo se impuso el darwinismo en el ámbito científico anglosajón, pero puede ser interesante intentar comprender porqué el azar y la selección “natural” se han convertido en algo indiscutible. Quizás convenga ampliar la cita anterior sobre Huxley de la Enciclopedia británica que le califica como “un científico líder en su época y un activista político, cualidades que le aportaron las palancas necesarias para ayudar a construir un orden social en el que la ciencia y el profesionalismo reemplazasen a los clásicos y el mecenazgo”. El manido debate de Huxley y el obispo Wilbeforce (en el que Darwin no participó) y que, al parecer, no fue tan épico como nos relatan los textos “oficiales”, fue luego convertido en el mito que escenificaba la lucha entre la luz de la ciencia y el oscurantismo eclesiástico. El “orden social en el que la ciencia y el profesionalismo reemplazasen a los clásicos y el mecenazgo” se refiere a esto: En la segunda mitad del siglo XIX las clases medias de Gran Bretaña adquirieron un lugar relevante en la sociedad industrializada, reemplazando a los terratenientes y a las clases feudales del pasado. El poder emergente luchaba por una reforma en la administración y por una educación laica que, entre otras cosas, liberase a la ciencia (y a ellos mismos) de la tutela de la iglesia establecida. El darwinismo de Huxley fue la base ideológica de esta “revolución” de la burguesía, que justificaba su acceso al poder mediante “la lucha por la vida” y “la supervivencia del más apto” (concepto que Jonh Rockefeller y otros magnates norteamericanos “hechos a sí mismos” abrazaron con entusiasmo, como sabrá). El azar era la forma de rebatir “la creación”.
De liberarse de la tutela del poder eclesiástico. El resultado es que convirtieron a “la Ciencia” en la nueva religión. El poeta inglés (de origen irlandés) de principios del siglo pasado William Yeats lo describió lúcidamente con la frase “la ciencia es la religión de los barrios residenciales”. Desde luego, si analizamos los argumentos y las prácticas darwinistas nos encontramos con una curiosa semejanza a las de las religiones “institucionales”. Si a la enumeración de “jaculatorias” si la menor relación con la realidad que se repiten en sus textos: “Darwin completó la revolución copernicana”… “es el triunfo de la razón”… “fue el primero en dar una explicación materialista de la vida”… “el descubridor de la evolución”… “fue un incomprendido en su tierra”… y a la práctica permanente de los devotos darwinistas, como la de Dawkins, es decir, la riquísima y barroca colección de retórica y argumentos que han extraído de sus “sencillos” textos que resulta sospechosamente similar a las tradiciones escolásticas, le añadimos la “infalibilidad” de Darwin (que nos trajo “la Verdad”) y la omnipotencia de la indiscutible selección “natural”, nos vemos frente a todos los ingredientes de una religión “revelada”. Incluso, cuando alguno de los biólogos descarriados cuestionamos la validez de la selección natural como explicación de la enorme complejidad de los procesos biológicos, la respuesta displicente es que “no comprendemos la selección natural”, que es algo como decir “que no hemos sido tocados por el don de la gracia”.
El triste resultado de la imposición de esta nueva religión “institucional” cuyos dogmas indiscutibles son el azar y la competencia y cuya concepción de la vida, de la Naturaleza, de la realidad… es tan sórdida, es que sigue siendo una herramienta de poder utilizada para convencer a la sociedad de que “las cosas son así”, en este caso, “porque lo dice la ciencia” y ha dejado las manos libres a los poderosos, los que controlan la ciencia (porque los que controlan el poder económico y el poder científico son exactamente los mismos) para dirigir el Mundo a su voluntad sin tener que dar cuentas a nadie.
-Supongamos que un estudiante de biología, en los últimos años o Semestres de la carrera, está convencido de que Darwin, su obra, y sus continuadores están básicamente en lo correcto en relación con la evolución. Pero este estudiante, inteligente, curioso y con un amor incondicional por buscar la verdad, decide explorar las teorías alternativas sobre la evolución. ¿Qué argumento central le ofrecería usted para hacerlo dudar o reconsiderar críticamente su posición sobre el neo-darwinismo?
Lo primero, que lea a Darwin. Que no se desanime al llegar al primer capítulo, que es lo que les suele pasar, porque encontrará cosas muy significativas sobre sus ideas y su “documentación” científica. Lo segundo, creo que sería conveniente que supiera cómo se elaboró la Teoría Sintética “moderna”. La publicación de “Sobre el origen de las especies, etc” tuvo un enorme éxito social que hizo que, para muchos, fuese el descubrimiento de que había existido algo “parecido” a la evolución (hasta entonces limitada al ámbito científico), pero para los expertos en evolución, por entonces llamados “lamarckianos”, la selección natural no pasaba de ser una extrapolación inadecuada de un fenómeno que no tenía nada que ver con sus observaciones de la Naturaleza, y en el ambiente científico no llegó a arraigar. Los genetistas (De Vries, Bateson…), a pesar de lo poco que se conocía de genética por entonces, eran conscientes de que la variabilidad normal existente en los organismos no era suficiente para traspasar los límites de la especie, incluso bajo una fuerte selección artificial y decían que los cambios genéticos deberían de ser bruscos. Entonces, llegó otra mixtificación de los fenómenos naturales. Lo voy a transcribir tal como lo cuenta Richard Milner, un darvinista convencido: R. C. Punnet, (por cierto, un ferviente eugenista), expuso el problema a su amigo G. H. Hardy, profesor de matemáticas en la Universidad de Cambridge, quien, según se dice, escribió la solución en el puño de la camisa mientras comía. Como la consideró muy elemental, Hardy se negó a presentarla en una publicación que normalmente leerían sus colegas matemáticos, por lo que Punnett la expuso en una revista de biología. Fue la única incursión de Hardy en la genética (?). La solución obtenida por el profesor Hardy fue que la simple expresión binomial (p2 +2pq + q2) = 1 describe la proporción de cada genotipo en la población, donde p representa el alelo dominante (A), q el recesivo (a) y (p + q = 1). Este es el origen de la Síntesis “moderna”. Otro invento sin la menor relación con la realidad, elaborado para mantener la idea de la selección natural actuando sobre variaciones graduales como responsable de la evolución. Resulta muy significativo que todos los matemáticos y genetistas implicados en la gestación de semejante falsificación (Punnet, Fisher, Haldane, Dobzhansky, incluso Mayr) eran eugenistas (así como la familia Darwin). Se pueden encontrar rastreando los “Eugenics records” en Internet. Es decir, seguía habiendo detrás una ideología como idea conductora de la selección natural.
Pero los descubrimientos actuales, los datos que se están conociendo sobre la enorme complejidad de la regulación y el control de la información genética muestran que las hipótesis en que se basa la Síntesis “moderna” son absolutamente falsos, por lo que todo lo que se ha elaborado a partir de ella es absolutamente falso. No creo que sea tan difícil de comprender.
Lo que recomendaría a los jóvenes interesados en la evolución y en la Biología en general es que se documentasen sobre los nuevos datos, especialmente sobre Genética y Biología del desarrollo, pero también sobre las actividades de bacterias y virus en la Naturaleza. Sobre la sutil comunicación e interconexión entre los organismos y el ambiente. Descubrirán la enorme complejidad y la enorme belleza de los fenómenos naturales. Que intenten desconectar de la visión sórdida, reduccionista y competitiva que nos han inculcado los darwinistas y que piensen por sí mismos. Tienen mucho por hacer y mucho por aportar a la Biología.
-¿Usted piensa que es “una cuestión de tiempo” el que la teoría sintética sea abandonada por la comunidad científica; o más bien augura un largo futuro a esta teoría?
Me temo que no ya la Teoría sintética, sino el darwinismo tiene un largo futuro asegurado.
Los artículos científicos actuales sobre evolución ya no hablan de la “Síntesis moderna” (que ha quedado reducida a ”una asignatura más” en las facultades en forma de Genética de poblaciones), suelen usar una confusa mezcla de conceptos entre los que incluyen remodelaciones genómicas, duplicaciones parciales o completas (a todo lo llaman “mutaciones”), cambios en las redes de regulación, genes homeóticos, cambios epigenéticos, saltos de elementos móviles, inserciones virales… pero todo lo que se produce es “al azar” y “porque ha sido seleccionado” y cuando son fenómenos muy complejos en la que intervienen muchos elementos sin los cuales ese proceso no existiría se ha producido por “selección cooptiva” y los virus son “explotados por el hospedador”… El “azar” y la selección natural son dogmas contra los que es inútil luchar, a pesar de que, supuestamente, fue la “Síntesis moderna” la única “demostración”, mediante sus fórmulas, de la actuación de la selección natural sobre “los genes”. Y creo que el motivo tiene componentes extracientíficos, una vez más. Supongo que sabrá que, desde la primera mitad del siglo XIX comenzaron a expandirse las ideas que justificaban las desigualdades sociales en base a las diferencias biológicas entre los individuos (ideas que están muy bien plasmadas en “El origen del Hombre”), lo que se conoce como “determinismo biológico”, aunque había ideas contrapuestas que afirmaban que el ambiente y las condiciones sociales en que los individuos se desarrollaban eran responsables de gran parte de esas diferencias; eran los llamados “ambientalistas”, partidarios de la construcción de una sociedad que no favoreciese la aparición de las grandes desigualdades sociales existentes. Los deterministas, es decir, los partidarios de la idea de que el orden social es una manifestación de la naturaleza intrínseca del hombre y, por tanto, inmutable, se vieron “apoyados científicamente” por los libros de Darwin. Desde entonces, la magnífica acogida de libros como los de Konrad Lorenz (del que hay mucho que contar), “Sociobiología” de Wilson, o “El gen egoísta” de Dawkins, han contribuido al reforzamiento “científico” de esas ideas. Actualmente, van ganando “por goleada”. Como sabrá, continuamente se publican y se publicitan “descubrimientos” que son totalmente contradictorios con lo que se sabe sobre el control y la regulación de la información genética: se han “descubierto” “el gen del alcoholismo”, “la proteína del amor”, “la enzima de la longevidad”, etc.
Estos supuestos descubrimientos tienen que ver con el otro aspecto “extracientífico” del mantenimiento de la concepción reduccionista del darwinismo: El aspecto económico. Como creo que sabe, la Biología se ha convertido en un negocio más, dominado por las grandes multinacionales de la Biotecnología, “biofármacos”, transgénicos… La investigación biológica se ha convertido en una carrera por lograr “patentes” financiada mayoritariamente por empresas con ánimo de lucro. Para este negocio es imprescindible la idea reduccionista de “los genes” y de la vida como un fenómeno regido por “el azar” y la competencia. No es una deducción mía. Lo dice textualmente uno de los expertos más prestigiosos en estos temas: “Como la evolución ha sido al azar, las manipulaciones de los fenómenos biológicos no es más que una aceleración de los procesos que se producen en la Naturaleza”. Teniendo en cuenta que vivimos literalmente inmersos en un mar de bacterias y virus, las manipulaciones que hacen dan un poco de miedo. Para ser sincero, dan mucho miedo.
En definitiva, creo que el darwinismo durará lo que dure el actual sistema económico y la actual estructura del poder, por lo que, si tenemos en cuenta el camino que llevan y las pocas perspectivas de un cambio, se podría aventurar que lo que dure la actual “civilización”.
-He leído que afirmar que los darwinistas son “acríticos” de la Teoría sintética es una exageración o inclusive una gran mentira, porque la mayoría de los biólogos son conscientes de las fallas que esta teoría presenta aun cuando esté, según ellos, esencialmente en lo correcto. Y que realmente el motivo por el cuál no se toman seriamente las alternativas (como las que usted plantea), es que ninguna de ellas tienen el poder explicativo de la Teoría Sintética. Es decir, se basan solo en críticas, sin proponer una alternativa seria que pueda sustituirla. ¿Qué opinión le merece este punto de vista?
En primer lugar, quisiera que me explicaran qué darwinismo es el “esencialmente correcto” ¿El de los libros de Darwin? ¿El de la Síntesis “moderna”? ¿El de “los genes egoístas”? No existe una teoría darwinista claramente formulada que integre la gran cantidad de descubrimientos existentes sobre los procesos biológicos que, por otra parte, son totalmente contradictorios con las ideas darwinistas. Lo único que queda del darwinismo es la competencia en cada uno de los niveles de la vida, el azar (todo se ha producido “al azar”, hasta la reacciones químicas) y sobre todo, su “poder creador” la selección natural. Todas las formas de vida, las moléculas, las relaciones ecosistémicas… se han producido porque “han sido seleccionadas”. Es decir, lo que queda es una concepción de la vida, una creencia que ha sido reforzada por los interesados en que se mantenga, por una auténtica veneración a Darwin, el hombre que trajo “la verdad”, que incluye los relatos míticos, las leyendas sobre el personaje creadas, inventadas totalmente por sus promotores. Si han conseguido esto en 200 años, imagínese en qué se convertirá Darwin en 1800 años más.
Lo cierto es que esta forma de “creer” es la antítesis de el espíritu científico, porque rechaza, a veces violentamente, cualquier crítica y entorpece el avance de la Ciencia y, lo que es más grave, yo creo que entorpece a los científicos, porque he leído interpretaciones de procesos evidentemente armónicos y coordinados que son propias de sicópatas agresivos. No comprendo cómo pueden decir que aman a la Naturaleza cuando tiene esta visión tan fea, tan cruel, tan sórdida de ella.
Por este carácter de creencia, son incapaces, no ya sólo de admitir, sino de comprender las propuestas alternativas. Lo explicaré, ya que estamos hablando “en confianza”, con un ejemplo personal: Si sugieres que los datos que tenemos, de los que podemos partir, porque son datos, sobre la aparición de la vida, sobre las primeras formas de vida en la Tierra eran bacterias, eres acusado de apoyar fenómenos misteriosos, porque ellos pueden inventarse lo de la “sopa prebiótica”, el “mundo ARN”, las “celdas de arcilla”, “LUCA” (Last Universal Common Ancestor)… que son hipótesis sin el menor apoyo empírico, pero “explican todo”. Si hablas de que los datos sobre los genomas permiten localizar las secuencias génicas de origen bacteriano (lo que Radey Gupta llama “firmas”), que los datos de los genomas, especialmente del más estudiado, el humano (el genoma total, no sólo el codificante de proteínas) muestran que su inmensa mayor parte está formada por virus endógenos, elementos móviles y secuencias repetidas y que está demostrado experimentalmente que estos elementos se activan como respuesta al estrés ambiental (radiaciones, sustancias químicas, estrés nutricional…), que produce duplicaciones, delecciones, inversiones, translocaciones, es decir remodelaciones, que se pueden observar comparando genomas de grupos relacionados… que todo esto concuerda con las grandes extinciones y bruscas remodelaciones morfológicas observadas desde siempre en el registro fósil y apoyadas por los estudios embriológicos, lo califican de “especulaciones”, mientras que su evolución gradual por mutaciones puntuales y al azar, “está demostrada”. El adoctrinamiento a que somos sometidos los biólogos en nuestra formación es tal, que la creencia en las hipótesis (tanto las originales de Darwin, como las de la Teoría sintética), las convierten en hechos demostrados, porque “es evidente” que en la Naturaleza existe la competencia, porque los machos compiten por las hembras, y “es evidente” que en la Naturaleza existe la selección natural, porque unos (los “más aptos”) viven y otros mueren, aunque nadie pueda explicar qué tiene que ver esa “competencia” y que unos mueran y otros no con las remodelaciones genéticas y embriológicas relacionadas con la evolución (¡Ah,sí!, “con el tiempo”…).
Los datos que se están obteniendo sobre la regulación, el control, y la interacción con el ambiente de la información genética y de los organismos en general, están mostrando fenómenos de una enorme complejidad, que han de ser entendidos en términos de interacciones moleculares, de complejas relaciones ecosistémicas, de integración entre el mundo orgánico y el inorgánico, es decir, mediante modelos como los de los sistemas complejos. La Naturaleza no se puede entender con términos empresariales (coste-beneficio, competencia, explotación de recursos…) ni con explicaciones simplistas, como la “selección” que vale para explicar “todo”. Los fenómenos complejos requieren explicaciones complejas. Pero estas parecen resultar incomprensibles para los creyentes en la selección natural, e innecesarias, porque ésta “explica todo”. Para qué investigar más…
-Cree usted que haya algo “rescatable” de la obra de Darwin? ¿Es decir, algo que merezca ser científicamente reconocido en su obra?
Si. Un aprendizaje para la historia. Un aprendizaje sobre las nefastas consecuencias de la aplicación de unos hipócritas prejuicios culturales y sociales de unas clases dominantes a la naturaleza. Ya hemos hablado de las consecuencias científicas tan negativas. Del obstáculo al progreso del conocimiento. Pero creo que las más nefastas han sido, de largo, las sociales y las ambientales (y lo peor está por llegar). No creo descubrir nada nuevo si hablo del sufrimiento de muchas pobres personas, de la enorme cantidad de brutalidades que se han cometido en nombre de la eugenesia, de la selección de “genes buenos” y la eliminación de los “malos” apoyada por científicos darwinistas. En Norteamérica, en Alemania (si lee Mein Kampf, verá en quién se apoyaba “científicamente”), en los países nórdicos… Lo que se hizo, con base en el “estado evolutivo inferior”, según las ideas que Darwin exponía en “El origen del Hombre”, en los países “colonizados”, (según ellos), especialmente en África y Australia. Lo que todavía se hace, por algunas compañías de seguros de los países “avanzados” de buscar los “genes malos” en los posibles asegurados, o en asignar un componente genético al comportamiento de personas marginadas o de grupos étnicos despreciados…
Pero otras consecuencias sociales que también debemos tener en cuenta son las aplicaciones de estas ideas reduccionistas, mecanicistas y competitivas a otras disciplinas como la sicología, la siquiatría, la neurobiología, la medicina… (El aspecto de la “lucha contra los patógenos” ya ha dado sus frutos con el avance de la resistencia de las bacterias a los antibióticos, que puede dejar a la Humanidad inerme ante las infecciones. Ahora estamos en ”la lucha contra los virus”…) Y, en el futuro, en las peligrosas consecuencias de los cultivos trangénicos y de las manipulaciones de plásmidos, bacterias y virus de la Biotecnología.
Pero, sobre todo, la justificación “científica” de un sistema económico, de una forma de ver la realidad, lo que no es extraño dado que las ideas de Darwin estaban basadas, como él mismo decía, en ese modelo, que ha tenido unas consecuencias terribles para la inmensa mayor parte de la Humanidad y para el medio ambiente.
Y esto no son especulaciones. Cito textualmente las palabras de un darvinista convencido, Michael Rose en su libro “Darwin’s ghost”: El darwinismo probablemente contribuyó al ascenso del racismo a finales del siglo XIX y, por tanto, ayudó a fomentar en general el racismo del siglo XX. El darwinismo fue usado también para exacerbar el desprecio por los pobres en el siglo XIX. Considerado todo ello, el darwinismo ha tenido muchos efectos lamentables y, a veces, actualmente viciosos en el clima social del mundo moderno. Es comprensible que tantos odien a Darwin y el darwinismo. A diferencia de tantas doctrinas, religiosas e ideológicas, no es, ciertamente, un opio intelectual. /…/ En lo que concierne a los beneficios prácticos del darwinismo el caso es casi el opuesto. El pensamiento darwinista es esencial en el cruce del ganado, agronomía y similares. La agricultura moderna depende del darwinismo como una de sus más importantes piedras fundadoras. Estamos sólo empezando a ver el uso de metodologías darwinistas en medicina, ingeniería genética y campos asociados. Pero es seguro que más de sus aplicaciones llegarán. A lo que Rose se refiere es a la agricultura y la ganadería industrializadas y, ahora, a los cultivos transgénicos, que han sido una catástrofe para millones de pequeños agricultores y ganaderos y para el medio ambiente y la biodiversidad y han dejado la alimentación mundial en manos de unas pocas multinacionales. ¿Sabía usted que por causa de estos “progresos” se han extinguido, según la FAO, el 75% de los cultivos tradicionales y no se sabe cuantas razas de ganado autóctonas y bien adaptados a su clima? ¿Y que la alimentación mundial depende en un 70% de una docena de cultivos? Lo que supongo que sabrá es que los cultivos de semillas “altamente seleccionadas” y muy homogéneas son muy sensibles a cambios de temperatura, por lo que un cambio climático puede tener consecuencias catastróficas. Pero también es del dominio público que los grandes magnates mundiales y las grandes empresas de biotecnología están construyendo en Svalbard, en el ártico, un refugio acorazado, “la cámara de semillas del fin del Mundo”, para “preservar la biodiversidad”…
-Algún comentario o reflexión final sobre el Año de Darwin.
Sólo quisiera pedir a los que tengan la paciencia de leer esto que reflexionen sobre lo que realmente ha significado el darwinismo que, insisto, no es una creación de Darwin, para la Biología y para la Humanidad. Una concepción distorsionada de la Naturaleza y de las relaciones de los hombres entre sí. ¿Cómo se puede interpretar la enorme complejidad de las relaciones ecológicas, en la que todos los elementos bióticos y abióticos están interrelacionados y en la que todos son absolutamente imprescindibles, en términos empresariales regidos por la competencia? ¿Cómo se puede extrapolar la competencia a los más recónditos niveles de la vida? Compiten las células, las moléculas, el ADN es “egoísta” y lo que no se entiende es “basura”… Esta forma de ver la Naturaleza lleva a los especialistas mas brillantes y prestigiosos a interpretar todos los fenómenos biológicos al revés de la realidad, en función de o que les han enseñado. Intentaré explicarlo simplemente, aunque no sé si seré capaz: Los conocimientos actuales están mostrando que las relaciones entre los organismos entre sí y con el entorno están regidas, no por la competencia, sino por el equilibrio en forma de redes complejas de interacciones que comunican los organismos entre sí y con el ambiente. Que la información genética, también fruto de una compleja red de interacciones moleculares, también tiene una gran capacidad de respuesta al ambiente (un concepto odiado por los “deterministas”), mediante distintos procesos genéticos y epigenéticos. Que vivimos literalmente inmersos en una inconcebible cantidad de bacterias y virus que tienen unas funciones esenciales para la vida en el Planeta y en el interior y el exterior de los organismos, y que su aspecto patológico (extremadamente minoritario), es el resultado de algún tipo de desestabilización de sus funciones, de algún desequilibrio de sus relaciones naturales.
Si tenemos en cuenta estos datos reales, te produce una sensación angustiosa cuando lees que se están invirtiendo cifras fabulosas para “secuenciar los cánceres” o cuando ves los descubrimientos de los, cada vez más numerosos, “genes del cáncer”. El cáncer no está en los genes (en unos “genes malos”). Es producto de agresiones ambientales, porque vivimos sometidos a infinidad de sustancias químicas sintéticas, a radiaciones electromagnéticas, a estrés inmunodepresor… los genes del cáncer son alteraciones genéticas y epigenéticas (y por eso pueden ser hereditarios) producidas por estas agresiones. Y los “virus cancerígenos” son virus endógenos activados por estas agresiones y emitidos por los tumores. Y los virus no “mutan para evadir las defensas del hospedador”, porque los virus en estado libre son absolutamente inertes. Y los virus endógenos no son “parásitos” ni “explotados por el hospedador”, y no “secuestran la maquinaria celular”, sino que es la célula la que utiliza los componentes de los virus. Y el virus (híbrido) del SIDA no se originó “porque los africanos comen monos”, sino por la elaboración de una vacuna contra la polio (con intereses económicos implicados) usando riñones de chimpancé y macaco como cultivo. Y los mamíferos tenemos un virus endógeno, conocido como W, cuyas secuencias genéticas y cuyas proteínas de la cápsida son las responsables de la formación de la placenta, de la fusión del sincitio-trofoblasto y de la inmunodepresión materna durante el embarazo. Y eso es lo que produce la infección por este virus híbrido; la inmunodepresión. Por eso, cuando lees en una artículo reciente en una revista muy importante que “se ha descubierto por qué el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) causante del sida progresa con más rapidez en las mujeres que en los hombres con niveles similares del virus en la sangre, y es porque la molécula receptora que está en "la primera línea" del reconocimiento del virus por parte del sistema inmunológico del organismo responde de manera diferente en la mujer”, resulta angustioso que no comprendan porqué se produce esto y que la única idea que surja es la de que este descubrimiento “abrirá una línea investigadora en la elaboración de fármacos que permitirán modificar la respuesta inmunológica temprana al virus”.
Podríamos llenar un tomo de buen grosor con interpretaciones de este tipo. Lo que todas tienen en común es que estos “descubrimientos” están enfocados en intentar interrumpir estos procesos, en lugar de comprenderlos y prevenirlos y servirán para fabricar (y vender) fármacos.
Y este es el motivo por el que no va a cambiar nada en las interpretaciones “patológicas” de la Naturaleza. Es más rentable vender medicinas (fundamentalmente para “tratar los síntomas”) que evitar las enfermedades. Y dentro de este negocio, las vacunas son el mejor negocio. La inmunidad natural es un fenómeno mediante el que el organismo mantiene el equilibrio con los innumerables microorganismos del entorno. En unas condiciones razonables (no exageradas) de higiene y condiciones adecuadas de nutrición y salud, se produce sin ningún problema. Pero la introducción en el torrente circulatorio de variadas dosis de antígenos o microorganismos “atenuados” puede producir una debilitación del sistema inmune, haciendo a la población más susceptible a enfermedades y produciendo problemas alérgicos. Incluso, los aditivos de algunas vacunas derivados del mercurio o del aluminio, que son neurotóxicos, se han asociado por expertos “silenciados” a problemas neurológicos y al aumento de la incidencia de autismo. El caso de la innecesaria y peligrosa vacuna contra el papilomavirus es muy explícito. Se descubrió que dos de los miembros del tribunal que concedió el Nóbel (la mejor publicidad) a Zur Hausen estaban relacionados con la industria farmacéutica. Semejante escándalo, que se publicó en la prensa, habría sido suficiente para retirarle el Nóbel y suspender las vacunaciones, ¿ha oído algo de ello?
Los magnates que están detrás de la industria farmacéutica, de la biotecnológica, de los transgénicos… y de la información, tienen mucho dinero y, por tanto, mucho poder. No quiero profundizar aquí en este tema porque podría ser acusado de “conspiranoico”, un término acuñado por los “creadores de opinión” (estos mismos magnates han creado centros para “crear opinión” mediante la difusión de tópicos), para los que denuncian estas maquinaciones. Prefiero que el (hipotético) lector investigue por su cuenta. Pero sí quiero decir que mi búsqueda de información sobre estos temas me ha llevado a comprobar que el Mundo está en manos de verdaderos paranoicos (por cierto, fervientes darwinistas), que han adquirido tanto poder que se sienten autorizados para decidir el destino de la Humanidad, y quienes o cuantos les sobran. No es una “teoría conspirativa”. Lo han comentado públicamente y se les puede ver en los medios de comunicación durante reuniones en las que comparten sus preocupaciones “filantrópicas” por el aumento de la población mundial. He leído informaciones terribles sobre vacunaciones esterilizadoras a indígenas americanas o en la India y Filipinas. Por eso, cuando leo que se han hecho estudios genéticos en poblaciones africanas “para conocer su evolución” o en indígenas mexicanas “para poder aplicarles la medicina personalizada” me produce una gran preocupación. Como la que me produce pensar qué pasará cuando el extraño virus recombinante “H1N1” se extienda por África.
No. Creo que no hay solución. Hay un gran poder de manipulación y control mental. Produce una sensación asfixiante comprobar la enorme mentira bajo la que viven “las sociedades avanzadas”. No hay más que ver cual ha sido el resultado y la reacción a la crisis financiera y a su vergonzosa “solución”. Por muchos intentos que se hagan desde publicaciones o medios “alternativos”, la gran masa de la población seguirá viviendo en esa mentira. En esa alienación.
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libro de Mauricio Abdalla, La crisis latente del darwinismo, Editorial Cauac, Murcia 2010
Vacuidades en torno al darwinismo
José Luis Pozo Fajarnés El Catoblepas
Desde que hace ya casi diez años Pedro Insua señalara –como lo hacía Tomás de Aquino cuando olfateaba una quaestio– «Aquí hay un problema», no son muchos los artículos, y menos aún los debates que se han publicado en El Catoblepas sobre la teoría de la evolución y los problemas que ésta muestra. De los artículos cabe mencionar aquí, por la relación que tienen con éste, los siguientes: Biología: ¿«aquí hay un problema»? de Pedro Insua (EC 4:21), Diseño Inteligente en un Imperio movedizo de Lino Camprubí (EC 43:1), Formulación del teorema darvinista en El Origen de las Especies, también de Pedro Insua (EC 51:11)
El presente trabajo pretende polemizar con un texto publicado en 2010 por Mauricio Abdalla{1}, y sacar así a la luz la vacuidad de sus planteamientos. El libro tiene por título La crisis latente del darwinismo y hace referencia a una crisis que no puede obviarse, dado que muchos son los especialistas en biología que están con la espada desenvainada, pero ello no lleva a que consideremos que la solución que Abdalla propone en su libro sea viable. Por otra parte, el autor nos reta a que aceptemos establecer con él un debate, nos anima a esforzarnos, pues considera a la mayoría de sus lectores imbuidos en una propaganda masiva prodarwinista (pág. 19). Tomando la propuesta en su literalidad, con este trabajo queremos mostrar que aceptamos el debate. Y si el autor considera este trabajo, tras su lectura, deudor de tal propaganda, quizá es porque no diferencia el significado de «debate» y de «consenso». Al segundo no se podrá llegar nunca desde estas páginas pues la confrontación con el punto de partida gnoseológico del autor (él la denomina «concepción epistemológica de fondo») es total.
La meta que persigue el libro de Abdalla es expresar la siguiente certeza: Una serie de autores (Behe, Margulis, Sandín y otros) hacen pertinente la siguiente pregunta, ¿Darwin será para el siglo XXI lo que Newton fue para el siglo XX? (pág. 21). La contestación positiva lleva a la confirmación de la tesis de Abdalla pues afirma que «de todas las reflexiones (las de los autores que analiza), surge una fuerte sospecha, casi una certeza (aquí la certeza parece que se debilita, pero no podemos dejar de señalarla como tesis), de que el siglo XXI presenciara el lento declive del darwinismo como paradigma científico» (pág. 171). Nos propone una estructura que voy a enumerar: en primer lugar una pregunta clave y su concepción filosófica (1), luego analiza, eruditamente, las propuestas de los expertos (2) y por fin nos expresa sus conclusiones (3) a modo de predicción, unas conclusiones que el paso del tiempo deberá confirmar. Nosotros vamos a desarrollar esos tres puntos para seguidamente efectuar la crítica (4) desde el materialismo filosófico.
1
Abdalla nos señala como «concepción epistemológica de fondo» (página 39) la obra del historiador y filosofo estadounidense Thomas S. Kuhn. Las tesis de este autor son las que en todo momento van a dirigir la argumentación, la teoría de Kuhn es el instrumento director de las investigaciones llevadas a cabo para elaborar su trabajo. Él mismo señala que «fueron orientadas por la perspectiva epistemológica de Thomas Kuhn (aquí cita las más importantes obras del norteamericano). En la concepción kuhniana la historia de las ciencias puede ser interpretada como el proceso en el cual los modelos científicos generales –con sus hipótesis, formas de experimentación y leyes (reunidos bajo el concepto de paradigma)– conquistan la hegemonía por determinado periodo de tiempo y orientan todo el trabajo de la ciencia: pesquisa experimental, elaboración teórica, enseñanza y divulgación.» (pág. 40). En esta parte del libro de Abdalla se desarrolla el método kuhniano. La cita anterior quiere ser un ejemplo de cómo nos explica la filosofía de Kuhn. Desde su erudición nos define no solo el concepto de paradigma sino que más adelante hace lo mismo con los demás conceptos que tiene en cuenta la propuesta kuhniana. Por motivos de espacio y por considerar innecesaria la repetición, en este comentario, de la filosofía de Kuhn, nos abstenemos de hacerlo.
Abdalla sigue exponiendo con buena narrativa y claridad divulgadora, además de en un lenguaje deudor de Kuhn, los desarrollos de la ciencia del siglo XX, señalando las soluciones propuestas por Einstein y la mecánica cuántica ante la distintas «anomalías» de la mecánica clásica. Unas observaciones que considera «importantes para comprender la dimensión histórica de una posible crisis del paradigma darwinista que será discutida en este libro» (pág. 51). La discusión que nombra aquí se refiere a la exposición de las propuestas que se enfrentan desde distintos perspectivas al darwinismo de manera que, con tal enfrentamiento, se expresarían sus anomalías.
2
Las tres propuestas que Abdalla enumera a modo de cuestionamiento de la teoría de Darwin son las siguientes (en este comentario no voy a repetirla, para conocerlas podemos acudir al mismo texto de Abdalla y a otros muchos, sino solo a mencionarlas, pues esa tarea sería repetitiva y excedería los intereses que tenemos para este comentario):
a) La de Michael Behe, famoso por su defensa de posturas creacionistas, expresada en su libro La caja negra de Darwin.
b) La de Lynn Margulis cuando expresa las ideas derivadas de su simbiogénesis, una postura diametralmente opuesta a la de la «lucha por la supervivencia» y que llevó a Abdalla a convencerse de que «solo una nueva teoría de la evolución puede aportar la explicación de un fenómeno tan complejo como el desarrollo de la vida. La naturaleza que Margulis nos presenta tiene sentido causal, es simbiótica y cooperativa mucho más que aleatoria y competitiva» (pág. 17).
c) La de Máximo Sandín, que presenta según el autor unos postulados contradictorios con los del darwinismo, además de una propuesta alternativa. Sandín dice que la evolución no puede fundamentarse en las mutaciones aleatorias y tampoco en la selección natural. El factor más importante para la evolución es la integración de virus en genomas que ya existen.
Lo que estos autores expresan de forma controvertida con el darwinismo, o al neodarwinismo, también podemos leerlo –y en estos casos sin temor a manipulación, pues el interés de los autores es muy distinto– en los artículos referidos al principio de este comentario, los de Lino Camprubí y de Pedro Insua. Las polémicas que recoge Abdalla entre los autores que nos presenta y el darwinismo –y que van desde el creacionismo defendido por Behe, a la negación del mutacionismo y la selección natural de Sandín, pasando por la simbiogénesis de Margulis– tienen como meta el reconocimiento de una crisis del darwinismo que, se supone, va a dejar de ser latente. La teoría de la ciencia de Kuhn señala como meta casi inexorable de cualesquier periodos de «ciencia normal» la revolución científica, la cual nos pondrá a trabajar y a desarrollar nuevos descubrimientos en el seno de lo que ya será un nuevo paradigma también. Pero, ¿cuál será el nuevo paradigma? No se sabe, aunque podemos atrevernos a especular a partir de lo que Abdalla nos dice en su libro que quizá sea una mezcla derivada de los tres autores que más desarrolla en su trabajo. Un nuevo paradigma que pudiera denominarse quizá «la armonía o la alianza de las especies» (por cercanía con la política española del gobierno socialista de la primera década del siglo XXI, en relación al pacifismo krausista de los socialistas que hicieron mundialmente famosa la «alianza de las civilizaciones).
Aunque solo hemos enunciado las aportaciones de los autores en que Abdalla argumenta su tesis, sí consideramos necesario mostrar nuestra postura crítica ante la forma en que presenta tales argumentos, y ello pese a la erudición que constantemente nos muestra en el texto, una erudición muy común en la inmensa mayoría de los departamentos de filosofía, en estos comienzos del siglo XXI. Estos departamentos en su mayoría se dedican a llevar a cabo una tarea de investigación doxográfica, siempre alejada del sistematismo que nos procure un aparato completo, un sistema, como lo es el del materialismo filosófico. Así pues, las argumentaciones de Abdalla están alejadas totalmente de lo que consideramos que es una tarea seria para hacer filosofía.
David Alvargonzález en su artículo El darvinismo visto desde el materialismo filosófico,{2} señala unas importantes cuestiones que nosotros relacionamos con ciertas lagunas y errores que aparecen en el libro de Abdalla, las cuales vamos a apuntar aquí. En primer lugar, incidiremos en la siguiente afirmación de Ernst Mayr a la cual se refiere Alvargonzález: «Darwin habría dado dos pasos revolucionarios: sustituir creación por evolución, y sustituir lamarckismo por selección natural» (pág. 12). El mismo Kuhn en La estructura de las revoluciones científicas incide en que el papel más importante de Darwin fue la expulsión de la biología de las causas finales (del lamarckismo), para Kuhn eso fue lo auténticamente revolucionario y no –como Abdalla señala constantemente– un descubrimiento que no fue tal, el de la evolución, pues ésta ya era conocida en los tiempos de Darwin.
En relación a la sustitución de la creación por la evolución queremos señalar el contraste con la siguiente afirmación de Abdalla, solo entendible desde su ideología antidarwinista –y pro diálogo, o armonía biologista– que está mucho más cercana a la ideología creacionista derrocada:
«A la luz de la reflexión precedente, la polémica entre «creacionismo» y «evolucionismo científico» solo es posible cuando se mezclan y se confunden dos campos distintos de conocimiento. Un «creacionismo científico», o una «ciencia creacionista», hace resurgir el trascendentalismo científico medieval, en la medida en que vincula directamente la comprensión de la naturaleza a causas metafísicas y trascendentales. Por otro lado, el evolucionismo presentado como «crítica a la religión» o «negación de la fe» pierde su característica científica y se transforma en doctrina metafísica, pues extrapola al campo específico al cual está originariamente vinculado –el conocimiento de la naturaleza– y se dirige a un plano que escapa totalmente a su capacidad de entendimiento.» (pág. 33.)
Pero no es ésta la cuestión, el evolucionismo no tiene como meta negar la religión, no es ese su papel, además tal como lo expone Abdalla se da una mezcla de términos que procura una borrosidad de la que es imposible salir. No es lo mismo la religión que la fe, tampoco es lo mismo la religión y Dios. El dios de Aristóteles, el primer motor inmóvil, no es un dios religioso, es un dios al que no se le puede rezar, hacerlo es absurdo. La biología es una ciencia cerrada con conceptos definidos que pertenecen a su propio campo y ningún dios, ninguna sustancia viva incorpórea –como pudiera ser el alma– es objeto de su análisis. Es absurdo decir que la teoría biológica de la evolución critique o niegue la religión. Plantear el problema en esos términos es romper la posibilidad de aclarar cualquier cuestión. El materialismo filosófico sí niega la existencia de sustancias vivas incorpóreas y se enfrenta completamente a cualquier idealismo o espiritualismo que las defienda como reales{3}. No cabe consenso aquí. No cabe diálogo. La postura es irreductible. La ingenuidad de Abdalla –no quiero afirmar aquí más que esto– no le permite ver esta importante cuestión
A finales del siglo XIX Darwin propuso un nuevo mecanismo natural de formación de las especies que negaba no solo el creacionismo, que defendía la creación de todo lo que hay por parte de un ser infinito e incorpóreo sino también el esencialismo aristotélico, no lo olvidemos. El caso es que lo que provoco esta nueva forma de explicación, fue que cambiaron las creencias, las leyes naturales sustituyeron la verdad de los milagros por otra verdad material. Con los milagros o con la creencia en la existencia eterna de formas (especies) o espíritus puros, ya no se explicaba el surgimiento de las especies. O sea, que el darwinismo fue sobre todo una revolución ideológica. Es por tanto normal que los defensores de la ideología vencida sigan revolviéndose y con su revolverse provoquen reacciones como la de este trabajo que ahora pueden leer. No es un choque de especialistas en biología, sino un enfrentamiento entre, por una parte, una filosofía idealista, que tiene o, a espíritus puros, o, a una armonía natural inexistente y, por otra parte, el materialismo filosófico que considera que la comunidad biológica se parece mucho más a lo que se denomina una biocenosis.
Por otra parte, el estudio de Alvargonzález incide en algo que contrasta sobre manera con el planteamiento de Abdalla, Alvargonzález afirma que el darwinismo en sentido estricto fue muy poco revolucionario –revolucionario en el sentido kuhniano– pues la obra de Darwin se lleva a cabo sin continuación del evolucionismo lamarckista, pues lo que hace Darwin es destruir las causas esgrimidas por Lamarck. Para tal destrucción hacía falta poco, dadas las críticas que lo habían apartado de la posibilidad de consolidarse como teoría vigente. Y además de ese alejamiento de lo revolucionario Alvargonzález incide en que el análisis darwinista se desarrolla a partir, de un lado, de escritos filosóficos de autores como Herschel y Whewell y otros científicos naturales y, de otro lado, a partir de técnicas muy desarrolladas: «a Lyell, a Linneo, a Hunter, a Cuvier, a Ehrenberg, a la tradición de la selección artificial y la mejora animal (de caballos, de perros, de ovejas, de palomas, &c.), a Malthus, etcétera» (pág. 12).
Tras poner en claro estas importantes cuestiones que señala David Alvargonzález debemos volver al texto de Abdalla para seguir desmontando el núcleo de su argumentación. Antes de comenzar analizando las tesis de Behe, el autor estudia la propuesta evolucionista de Dawkins. A lo largo de muchas páginas de su libro –en este punto ya estamos a casi cien del principio– Abdalla, como ya hemos señalado, ha derrochado erudición.
Nos ha mostrado también amplios conocimientos sobre defensores del darwinismo como son el mencionado Dawkins, y otros, como Zimmer o Gould. También analiza las figuras más importantes relacionadas con la revolución científica –no en vano nos ha dicho al principio del libro que va a comparar ambos momentos histórico-científicos, de manera que va a probar la necesidad (mostrar la certeza) de un cambio de teoría biológica en el siglo XXI, de manera que lo sucedido desde el siglo XVII al XX en física va a ser el modelo de lo que va a suceder con la teoría biológica del XIX en los años que quedan del siglo XXI (sic).
Abdalla nos trasmite la teoría kuhniana expresada en el opúsculo La estructura de las revoluciones científicas, pero toda esta erudición y de la manera en que es usada –podemos afirmar que de forma interesada pues tiene una meta prefijada– no sirve. Estamos como al principio, como si solo hubiésemos escuchado el razonamiento vacío (lo recreamos con nuestras palabras): el hecho de que el paradigma newtoniano cayera, debido a sus anomalías, demuestra que el darwinismo también caerá por las suyas. La erudición así traída solo sirve a los intereses del autor y su forma de razonar es interesada y errónea.
Nos ha mostrado también amplios conocimientos sobre defensores del darwinismo como son el mencionado Dawkins, y otros, como Zimmer o Gould. También analiza las figuras más importantes relacionadas con la revolución científica –no en vano nos ha dicho al principio del libro que va a comparar ambos momentos histórico-científicos, de manera que va a probar la necesidad (mostrar la certeza) de un cambio de teoría biológica en el siglo XXI, de manera que lo sucedido desde el siglo XVII al XX en física va a ser el modelo de lo que va a suceder con la teoría biológica del XIX en los años que quedan del siglo XXI (sic).
Abdalla nos trasmite la teoría kuhniana expresada en el opúsculo La estructura de las revoluciones científicas, pero toda esta erudición y de la manera en que es usada –podemos afirmar que de forma interesada pues tiene una meta prefijada– no sirve. Estamos como al principio, como si solo hubiésemos escuchado el razonamiento vacío (lo recreamos con nuestras palabras): el hecho de que el paradigma newtoniano cayera, debido a sus anomalías, demuestra que el darwinismo también caerá por las suyas. La erudición así traída solo sirve a los intereses del autor y su forma de razonar es interesada y errónea.
Vamos a reproducir la alusión a Dawkins, de ella queremos incidir sobre todo en algo que nos parece muy importante, el trato que da a la relación entre hechos y teorías. Unas alusiones que son fácilmente vistas como oscuras y borrosas mediante el análisis materialista. Veamos en principio la propuesta de Abdalla:
«En «El gen egoísta», Dawkins hace la siguiente afirmación: «Hoy la teoría de la evolución está tan sujeta a duda como la teoría de que la Tierra gira alrededor del sol». Es evidente que él pretende decir que la teoría de la evolución (identificándola con el darwinismo) es algo incuestionable y que solo no la acepta quien está sometido por dogmas ultrapasados, generalmente de origen religioso. Al presentar de esa forma el status de una teoría científica, Dawkins establece un concepto previo, no científico, que protege la teoría de cualquier debate que venga a cuestionar su validez, caracterizándolo anticipadamente como negación de lo obvio o como oscurantismo de fanáticos… La intención de la afirmación de Dawkins es inmediatamente rechazada por quien tiene una visión histórica de la ciencia. Ninguna teoría puede ser concebida como definitiva, infalible y no sujeta a dudas. La filosofía y la historiografía de la ciencia contemporáneas colocan verdaderos obstáculos a esa concepción anti histórica de las teorías científicas. Sin embargo, la afirmación de «El gen egoísta» citada antes, valorada con cierto rigor, dice, sin querer, una verdad que revela lo que puede estar pasando con la teoría darwinista de la evolución.
En primer lugar, Dawkins evoca una afirmación «factual», la órbita de la Tierra en torno al sol, y después la utiliza para hacer una analogía con una teoría que explica un hecho. El confunde, en principio, «hecho» con «teoría». Hecho es aquello que se cree que ocurre realmente en la naturaleza por la constatación intersubjetiva (o sea, cuando varios sujetos que se comunican admiten tal suceso a partir del control de los sentidos o de experimentos). Teoría es una explicación construida subjetivamente, a partir de reglas racionales aceptadas para cada campo del conocimiento, que procura dar sentido a los hechos dentro de una estructura conceptual. La teoría de la evolución «no» es un hecho. La «evolución», sí, puede ser considerada como tal. Por otro lado, al giro de la Tierra alrededor del sol no es una teoría, sino una «afirmación factual» dentro de una teoría.
En primer lugar, Dawkins evoca una afirmación «factual», la órbita de la Tierra en torno al sol, y después la utiliza para hacer una analogía con una teoría que explica un hecho. El confunde, en principio, «hecho» con «teoría». Hecho es aquello que se cree que ocurre realmente en la naturaleza por la constatación intersubjetiva (o sea, cuando varios sujetos que se comunican admiten tal suceso a partir del control de los sentidos o de experimentos). Teoría es una explicación construida subjetivamente, a partir de reglas racionales aceptadas para cada campo del conocimiento, que procura dar sentido a los hechos dentro de una estructura conceptual. La teoría de la evolución «no» es un hecho. La «evolución», sí, puede ser considerada como tal. Por otro lado, al giro de la Tierra alrededor del sol no es una teoría, sino una «afirmación factual» dentro de una teoría.
Por lo tanto Dawkins acaba teniendo razón, aunque diciendo lo que no quería. La evolución se considera como un hecho desde el siglo XVIII. La «teoría» que hoy explica la evolución no puede ser identificada con el «hecho» de la evolución y, por consiguiente, «sí puede» ser puesta en duda en tanto en cuanto lo fue la teoría que explicaba el giro de la Tierra alrededor del Sol.» (págs. 99-101.)
Hasta que la teoría heliocéntrica no se justificó, y en tiempos de Copérnico –mucho menos en los de Aristarco– eso era imposible, el «hecho» del movimiento anual de la Tierra no era una afirmación factual, mucho menos su movimiento diario. Newton fue quien demostró que la Tierra era la que giraba y no las estrellas fijas, pues estas no mostraban fuerza centrífuga alguna. Entonces se hizo factual el hecho del movimiento. Por otra parte, si acudimos al diccionario de filosofía Symploke, el cual está a nuestra entera disposición en la red, podemos leer la siguiente definición de «hecho»: «Se dice de lo que acontece, en tanto que se considera como un dato real de la experiencia; a veces es considerado equivalente a fenómenos. En lafilosofía tradicional se le considera opuesto a teoría, pero tal dicotomía ha de ser considerada metafísica, pues es imposible hablar de un hecho sin unas determinadas concepciones teóricas (En este sentido Kuhn pecaba de ser un metafísico pues pensaba que eran incomparables las teorías respecto de las observaciones){4}.
Así, el investigador que observa un tejido al microscopio no puede decir que haya visto hecho alguno sin una teoría celular; Kekulé sólo pudo descubrir la forma de formular los hidrocarburos cíclicos tras valerse de modelosgeométricos basados en las líneas poligonales cerradas: triángulo, cuadrado, pentágono, hexágono, etcétera»{5}. El hecho de la evolución, es inseparable de la teoría que lo explica, que le da sentido. Si en el futuro tenemos otra –como afirma Abdalla aunque sin señalar cuál– la evolución como hecho deberá ser explicada por ella.
Así, el investigador que observa un tejido al microscopio no puede decir que haya visto hecho alguno sin una teoría celular; Kekulé sólo pudo descubrir la forma de formular los hidrocarburos cíclicos tras valerse de modelosgeométricos basados en las líneas poligonales cerradas: triángulo, cuadrado, pentágono, hexágono, etcétera»{5}. El hecho de la evolución, es inseparable de la teoría que lo explica, que le da sentido. Si en el futuro tenemos otra –como afirma Abdalla aunque sin señalar cuál– la evolución como hecho deberá ser explicada por ella.
En el materialismo filosófico entenderemos la verdad científica como una identidad sintética producto de operaciones organizadas según la forma del cierre categorial (El cierre categorial es la teoría de la ciencia característica del materialismo filosófico, su gnoseología. Cada ciencia se define por su cierre categorial).{6}
La distancia con lo expresado en los párrafos anteriores por Abdalla es enorme. El autor de «La crisis latente del darwinismo» considera «el hecho de la evolución» como un «hecho positivo» y por ello, y sin más discusiones, como una verdad. Pero poniendo las cosas en su sitio, además de la relación hecho-teoría, debemos tener en cuenta también, qué es eso que conceptualizamos como evolución en biología, y que expresamos después como idea cuando estamos en un ámbito no científico sino gnoseológico. Cuando lo que se hace no es biología sino filosofía, la «evolución» deja de ser un concepto y se toma como idea.{7} La idea de evolución fue expresada, por primera vez, por Herbert Spencer, y Darwin la tomo de él no muy convencido pues tal expresión no era de su agrado. Gustavo Bueno señala que «no sabía muy bien que era, ni podía saberlo».{8} La idea de «evolución», como toda idea que manejamos habitualmente no es, como señalaba el racionalismo, innata ni surge, como afirmaba Kant, de la razón pura. Las ideas surgen a partir de los conceptos definidos en el contexto de cada ciencia o saber; y los conceptos emanan desde la experiencia tecnológica, la cual ha tenido como instrumento habitual las manos de los hombres.
La distancia con lo expresado en los párrafos anteriores por Abdalla es enorme. El autor de «La crisis latente del darwinismo» considera «el hecho de la evolución» como un «hecho positivo» y por ello, y sin más discusiones, como una verdad. Pero poniendo las cosas en su sitio, además de la relación hecho-teoría, debemos tener en cuenta también, qué es eso que conceptualizamos como evolución en biología, y que expresamos después como idea cuando estamos en un ámbito no científico sino gnoseológico. Cuando lo que se hace no es biología sino filosofía, la «evolución» deja de ser un concepto y se toma como idea.{7} La idea de evolución fue expresada, por primera vez, por Herbert Spencer, y Darwin la tomo de él no muy convencido pues tal expresión no era de su agrado. Gustavo Bueno señala que «no sabía muy bien que era, ni podía saberlo».{8} La idea de «evolución», como toda idea que manejamos habitualmente no es, como señalaba el racionalismo, innata ni surge, como afirmaba Kant, de la razón pura. Las ideas surgen a partir de los conceptos definidos en el contexto de cada ciencia o saber; y los conceptos emanan desde la experiencia tecnológica, la cual ha tenido como instrumento habitual las manos de los hombres.
Gustavo Bueno afirma que, casi con seguridad, la idea de evolución deriva de la tecnología de los papiros, de su formato como «libro enrollado». Al desenrollarse un papiro se utilizaba el término «evolutio». Un ejemplo de tal uso lo tenemos en Cicerón que explica que cuando se consulta la secuencia de los poetas expresados en el «libro» –en el papiro–, este debía desenrollarse: «evolutio poetarum». La metáfora se aplicó en el siglo XVIII (Bueno señala a Caspar Wolf) para explicar el desarrollo del individuo ontogenéticamente, cuando se discutía sobre cuestiones relativas a la preformación y los necesarios espermatocitos. Este desarrollo se aplica a la evolución individual en un primer momento y Spencer después, y no Darwin, lo aplicara a las especies.
El materialismo filosófico procura la clarificación de conceptos e ideas de manera que podamos saber a qué atenernos ante lo que nos rodea. Las distintas ciencias y saberes pueden desarrollar más eficazmente su tarea dentro del campo antropológico una vez que se ha delimitado un cierre operatorio. Los especialistas, y los que hablan de lo que dicen los especialistas, deben hacer un esfuerzo por clarificar las ideas que manejan. Desde estas líneas proponemos a filósofos como Mauricio Abdalla que traten de reconocer el potencial del instrumento crítico que tienen ante ellos y que posibilitaría, si se utiliza con el mínimo rigor, la aclaración de muchas de sus propuestas, las cuales están ahora en la más completa borrosidad.
A la interpretación psicologista y sociologista –metacientífica podemos denominarla también siguiendo el Estatuto gnoseológico de las ciencias humanas propuesto por Gustavo Bueno– de Kuhn enfrentamos una interpretación gnoseológica circularista, la cual no tiene, como el propio término sugiere, rupturas revolucionarias. Para saber a qué nos referimos con «interpretación gnoseológica de la verdad» vamos a citar a David Alvargonzález (un texto clarificador en cuanto al callejón sin salida que un discurso como el de Abdalla nos puede llevar. Alvargonzález va a procurar también, y definitivamente, que sepamos a qué atenernos cuando hablamos de hechos y de teorías):
«Cuando hablamos de las diferentes interpretaciones gnoseológicas de la verdad del evolucionismo nos referimos a cuatro tipos básicos de teorías de la ciencia y cada uno de ellos llevaba asociada una determinada idea de verdad científica: la verdad como desvelamiento, en el descripcionismo; la verdad como coherencia, en el teoreticismo; y la verdad como correspondencia en el adecuacionismo; nada dijimos entonces acerca de la idea de verdad científica del circularismo. Nuestra crítica a las tres primeras concepciones acerca de la verdad científica reiteraba en todos los casos la imposibilidad de hacer una distinción dicotómica entre hechos y teorías que nos permitiese referirnos a unos hechos accesibles al margen de todo supuesto teórico (en el descripcionismo), o a unas teorías elaboradas al margen de toda experiencia empírica (en el teoreticismo), o a ambas cosas a la vez (en ese adecuacionismo que exige la dicotomía para luego postular la correspondencia).
Ahora bien, si somos consecuentes con nuestras críticas, es evidente que la división de la realidad en hechos y teorías habrá de ser retirada: no habrá «hechos puros», y lo que llamamos parte empírica de las ciencias estará inevitablemente inundada de supuestos teóricos (más o menos explícitos); recíprocamente, no existirán «teorías puras» ni ciencias formales puras pues toda construcción, por teórica que parezca, tendrá que estar dada en cierto contexto material. Si aceptamos que hechos y teorías no se pueden separar, entonces la verdad científica no podrá residir en los hechos (como en el descripcionismo) ni en las teorías (como en el teoreticismo), ni tampoco en la correspondencia hechos/teorías (del adecuacionismo) pues esa correspondencia pide la separabilidad que estamos negando.
De este modo, se nos han ido cerrando los caminos por los que transitan buena parte de las filosofías acerca de la verdad científica. Siendo así, la opción circularista se nos presenta, en este momento, como negación de esas otras opciones que hemos tenido que descartar pero, precisamente por su carácter eminentemente crítico, parece, en un principio, incapaz de generar una idea de verdad científica alternativa. En estas circunstancias, no elegimos esta opción porque presente una solución inmediata a las dificultades que venimos planteando sino, sencillamente, porque es la única que nos queda, si es que sostenemos consecuentemente las críticas realizadas.»
Ahora bien, si somos consecuentes con nuestras críticas, es evidente que la división de la realidad en hechos y teorías habrá de ser retirada: no habrá «hechos puros», y lo que llamamos parte empírica de las ciencias estará inevitablemente inundada de supuestos teóricos (más o menos explícitos); recíprocamente, no existirán «teorías puras» ni ciencias formales puras pues toda construcción, por teórica que parezca, tendrá que estar dada en cierto contexto material. Si aceptamos que hechos y teorías no se pueden separar, entonces la verdad científica no podrá residir en los hechos (como en el descripcionismo) ni en las teorías (como en el teoreticismo), ni tampoco en la correspondencia hechos/teorías (del adecuacionismo) pues esa correspondencia pide la separabilidad que estamos negando.
De este modo, se nos han ido cerrando los caminos por los que transitan buena parte de las filosofías acerca de la verdad científica. Siendo así, la opción circularista se nos presenta, en este momento, como negación de esas otras opciones que hemos tenido que descartar pero, precisamente por su carácter eminentemente crítico, parece, en un principio, incapaz de generar una idea de verdad científica alternativa. En estas circunstancias, no elegimos esta opción porque presente una solución inmediata a las dificultades que venimos planteando sino, sencillamente, porque es la única que nos queda, si es que sostenemos consecuentemente las críticas realizadas.»
Tras esta importante clarificación y tras constatar la tremenda confusión de las propuestas de Abdalla cuando usa en sus argumentaciones los conceptos y las ideas. Confusión, no menos cargada de oscuridad y borrosidad, nos muestra cuando incide en los especialistas (Behe, Margulis, Sandín…) en que se basan sus argumentaciones para mostrarnos de que manera la teoría de la evolución está en crisis. Todo ello es un cúmulo de planteamientos y argumentaciones inconexas que no demuestran nada. Aunque afirme de forma rotunda, pero desde la misma erística que critica al principio, que sí demuestran la hipótesis expresada en la introducción de su libro.{9} ¿Cuál era ésta?
3
La tesis es –volvemos a repetir– que nosotros debemos admitir como pertinente la pregunta de la introducción del libro: ¿Darwin será para el siglo XXI lo que Newton fue para el siglo XX?La tesis de Abdalla es la misma certeza que muestra sobre que «el siglo XXI presenciará el lento declive del darwinismo como paradigma científico» (pág. 171). Nos ha traído las argumentaciones de distintos especialistas como si las casi doscientas páginas de su libro hubieran sido una suerte de debate entre el darwinismo –o el neodarwinismo– y las posturas que lo quieren derrocar. La resolución de la batalla dialéctica, según Abdalla, ha sido una derrota del primero pues las distintas críticas han mostrado sus múltiples anomalías.
Abdalla es un firme seguidor de Kuhn y todo su libro se vertebra a partir de la filosofía de la ciencia que Kuhn nos dejó expresada en los libros que el mismo Abdalla cita en la bibliografía de La crisis latente del darwinismo. Abdalla desconoce la crítica que se expresó en los años setenta a la teoría de Kuhn y que se ha ido desarrollando a partir de su nacimiento hasta conformarse como un sistema: el materialismo filosófico. En este comentario, que quiere tomar la propuesta de «diálogo» expresado al principio del libro de Abdalla, vamos a pasar a plasmar lo que Gustavo Bueno nos dice sobre la viabilidad de la propuesta de Kuhn en su Estatuto Gnoseológico de las Ciencias Humanas.
4
En 1976 Gustavo Bueno publicó el Estatuto Gnoseológico de las Ciencias Humanas. En este texto expone su crítica a la gnoseología de Kuhn y a su teoría de la ciencia. El cierre categorial nos hace ver los análisis histórico-gnoseológicos de Kuhn, pese a todo el interés histórico que puedan mostrar es una herramienta imprecisa, como lo son también los conceptos que maneja, los cuales son además groseros, aunque «a esta grosería e imprecisión debe, paradójicamente, la brillantez de algunos análisis que asocian puntos muy alejados mediante nexos a veces muy superficiales» (pág. 295). La gnoseología de Kuhn es además de parcial, confusa e imprecisa y el cierre categorial traducirá de una forma sencilla los análisis históricos en términos de una gnoseología fértil.{10}
La gnoseología de Kuhn adolece de criterios de demarcación. Kuhn supone las ciencias «ya en marcha, da por sobreentendidas sus formas de organización y sus diferenciaciones ‘empíricas’, fenomenológicas, (desde el punto de vista gnoseológico). Pero si ciertamente es necesario, como hemos visto, partir de las ciencias ya dadas y no fingir una reconstrucción genética de las mismas, esto no significa que el análisis gnoseológico no esté obligado, ante todo, a intentar regresar a unos componentes, no ya genéticos, sino fórmales-gnoseológicos, que permitan discriminar las ciencias de las no ciencias y las ciencias entre sí» (pág. 296).{11}
En el Estatuto incide Bueno en que la teoría de Kuhn deja totalmente de lado el punto de vista materialista que «presenta a los mismos objetos en su desarrollo categorial, del cual forma parte el propio desarrollo de las ciencias» (pág. 296). La teoría de Kuhn es un relativismo historicista que tiende al subjetivismo. Es una teoría metafísica, idealista, que queda en evidencia «cuando se da por explicada la significación de un cambio de paradigma apelando a las ideas gestaltistas sobre la ‘reorientación’: las marcas sobre el papel que se veían antes (en el antiguo paradigma) como un pájaro, se ven ahora como un antílope y viceversa. Y esto es psicologismo. Pero también el sociologismo es un límite al que se tiende constantemente» (pág. 297).
Kuhn no tiene en cuenta que cuando se da lo que él define como ciencia normal, hay partes de la ciencia que se mantienen por ser las más importantes, las más firmes. Siguen siendo válidas, por eso son incorporadas al nuevo momento. Bueno señala esta incorporación como el «hecho gnoseológico fundamental». No todo cambia de una forma drástica, las teorías no son incompatibles entre sí, las últimas comparten lo que era más valioso de las primeras. Y en relación a la otra incompatibilidad, a la de las teorías respecto de las observaciones, Gustavo Bueno señala que es un mero residuo de las tesis teoreticistas de Popper, las cuales se sitúan más lejos aún del materialismo gnoseológico.
La ciencia normal kuhniana no puede separarse del cambio histórico derivado de las revoluciones científicas defendidas por Kuhn. Esto aleja las ideas del norteamericano del pensamiento materialista. La noción de ciencia en Kuhn se desliza al constructivismo formal que da relevancia ante todo a la crisis, al cambio revolucionario (Bueno pone el ejemplo de lo que sucede en el arte).
Siguiendo su razonamiento del Estatuto gnoseológico de las ciencias humanas:
Siguiendo su razonamiento del Estatuto gnoseológico de las ciencias humanas:
«Pero el grado de cientificidad de una ciencia no puede medirse por la alternativa normalidad/revolución, sino por el grado de "penetración" en la materia objetiva de su campo. Si una ciencia tiene principios positivos y generativos (para una región del campo: por ejemplo el principió dé Le Chatelet en Química, o el segundo principio de la Termodinámica) entonces estos principios estarán presentes tanto en la ciencia normal como en la ciencia de la crisis. Es cierto que los principios más generales no se desenvuelven en sus consecuencias y modos, "analíticamente"; pero la determinación de un nuevo modo del segundo principio de la Termodinámica, a la vez que constituye una innovación científica de primer orden, consolida el principio canónico que lo envuelve, en lugar de impugnarlo. La crisis de los principios no suele ser muchas veces tal crisis, sino la composición de unos principios con otros, la inclusión en la esfera de otros principios más amplios, etc., etc. Una ciencia, en un estadio histórico determinado (Ek) dice relación a otros estadios (Ei, Ej ... Ex ) y al campo material de objetos. Los conceptos de ciencia normal o de crisis de Kuhn se mueven en el contexto de las segundas y, por tanto, la realimentación entre ambos contextos.
La teoría del cierre categorial, en cambio, carga sobre la dialéctica misma de los objetos del campo material, en tanto que configurado por el campo formal, el peso del desarrollo no linealde las ciencias. No se trata de que un campo sea reorganizado según nuevos esquemas gestaltistas (que por otra parte no se niegan) sino que esa reorganización venga determinada por los límites del proceso mismo de construcción en un campo material, que nunca es agotado por las determinaciones formales.» (págs. 297-298.)
La teoría del cierre categorial, en cambio, carga sobre la dialéctica misma de los objetos del campo material, en tanto que configurado por el campo formal, el peso del desarrollo no linealde las ciencias. No se trata de que un campo sea reorganizado según nuevos esquemas gestaltistas (que por otra parte no se niegan) sino que esa reorganización venga determinada por los límites del proceso mismo de construcción en un campo material, que nunca es agotado por las determinaciones formales.» (págs. 297-298.)
Según Bueno, el paradigma de Kuhn no puede tomarse más que como histórico pues su concepción solo puede entenderse respecto de las comunidades científicas que se rigen por él y que lo consideran en su reducción subjetiva o sociológica. El concepto de paradigma es totalmente indeterminado y a partir del mismo solo se consigue una reexposición de la historia empírica de la ciencia que sea, además de marcar la necesidad de cambio conceptual al mostrarse -el paradigma en cuestión- como insuficiente.
Frente a todo ello, la teoría del cierre categorial nos marca el verdadero movimiento –dialéctico- que sucede en la historia de la ciencia. El del cierre categorial es un proceso que no puede ser captado por la doctrina de las revoluciones científicas: «Esta dialéctica se refiere precisamente al proceso circular que tiene lugar entre la estructura ya dada de una ciencia en cuanto se aplica al material del campo, y la influencia recíproca de este campo en aquella estructura» (pág. 300). La esencial distinción kuhniana entre ciencia normal y crisis de la ciencia no resulta así para la teoría del cierre, para la que «tan normal es a la ciencia la existencia de la crisis como el desarrollo dentro de un paradigma. Los sistemas normales no son meros idola theatri, figuras encubridoras de la verdadera ciencia, generadas por las necesidades pedagógicas (como si éstas fueran ajenas a la ciencia misma)» (pág. 300).
Frente a todo ello, la teoría del cierre categorial nos marca el verdadero movimiento –dialéctico- que sucede en la historia de la ciencia. El del cierre categorial es un proceso que no puede ser captado por la doctrina de las revoluciones científicas: «Esta dialéctica se refiere precisamente al proceso circular que tiene lugar entre la estructura ya dada de una ciencia en cuanto se aplica al material del campo, y la influencia recíproca de este campo en aquella estructura» (pág. 300). La esencial distinción kuhniana entre ciencia normal y crisis de la ciencia no resulta así para la teoría del cierre, para la que «tan normal es a la ciencia la existencia de la crisis como el desarrollo dentro de un paradigma. Los sistemas normales no son meros idola theatri, figuras encubridoras de la verdadera ciencia, generadas por las necesidades pedagógicas (como si éstas fueran ajenas a la ciencia misma)» (pág. 300).
Yendo ahora a lo concreto, y lo concreto es que Abdalla nos propone la incardinación del darwinismo en el esquema kuhniano, de manera que la crisis que da título al libro lo desmantele totalmente. Consideramos oportuno señalar que aunque se diese un cambio importante por aceptarse tesis defendidas por biólogos de la actualidad, lo más importante del la teoría de la evolución quedará. Esto mismo viene a decir David Alvargonzález, cuando señala en El darvinismo visto desde el materialismo filosófico que el esquema de Kuhn no es suficiente para explicar la revolución que supuso el darwinismo. En los primeros años, apunta Alvargonzález, el darwinismo y el mendelismo no se opusieron como paradigmas rivales, y lo que sucedió es que se fusionaron sintéticamente.
Después incide en que la revolución darwinista no fue tal, pues incluso en las primeras décadas del siglo XX una mayoría de científicos de la naturaleza no eran seguidores de las ideas de Darwin (para esta afirmación Alvargonzález cita la amplia obra del historiador de la ciencia Peter J. Bowler). Antes nos hemos referido, cuando hemos citado a Alvargonzález, a la influencia en Darwin de estudios filosóficos, a la influencia que en él tuvieron científicos naturales como Lyell, Linneo, Cuvier… incluso desarrollos tecnológicos relativos a la mejora animal. Así pues, Alvargonzález no considera revolucionario al darwinismo sino solo como una mera rectificación de lo anterior, pero a la que consigue dar una mucho mayor precisión: «una de las tareas de la historia de la ciencia será entonces reconstruir, hasta donde sea posible, esa reorganización y dar cuenta tanto de sus novedades como de sus dependencias del contexto anterior. En este último sentido, el enfoque que nosotros caracterizaremos enseguida como «gnoseológico» tendrá que recuperar todo aquello que permita entender el contexto donde tiene lugar la construcción de las verdades científicas, y tendrá que clasificar las diferentes maneras en que ese contexto previo influye sobre las nuevas verdades científicas» (pág. 12).
Después incide en que la revolución darwinista no fue tal, pues incluso en las primeras décadas del siglo XX una mayoría de científicos de la naturaleza no eran seguidores de las ideas de Darwin (para esta afirmación Alvargonzález cita la amplia obra del historiador de la ciencia Peter J. Bowler). Antes nos hemos referido, cuando hemos citado a Alvargonzález, a la influencia en Darwin de estudios filosóficos, a la influencia que en él tuvieron científicos naturales como Lyell, Linneo, Cuvier… incluso desarrollos tecnológicos relativos a la mejora animal. Así pues, Alvargonzález no considera revolucionario al darwinismo sino solo como una mera rectificación de lo anterior, pero a la que consigue dar una mucho mayor precisión: «una de las tareas de la historia de la ciencia será entonces reconstruir, hasta donde sea posible, esa reorganización y dar cuenta tanto de sus novedades como de sus dependencias del contexto anterior. En este último sentido, el enfoque que nosotros caracterizaremos enseguida como «gnoseológico» tendrá que recuperar todo aquello que permita entender el contexto donde tiene lugar la construcción de las verdades científicas, y tendrá que clasificar las diferentes maneras en que ese contexto previo influye sobre las nuevas verdades científicas» (pág. 12).
La propuesta filosófica del materialismo filosófico es una propuesta circularista, que considera tan importantes los desarrollos nuevos como los anteriores y que sintetiza ambos sin afanes de ruptura. El circularismo del materialismo filosófico se opone al teoreticismo Popper y a la metaciencia de Kuhn. La gnoseología circularista nos pone ante una verdad científica que relaciona términos pertenecientes a una ciencia, viéndolos como idénticos entre ellos. La verdad pertenecerá a los mismos materiales, no será nunca exterior a ellos, y la identidad emanará de las mismas relaciones entre esos materiales. Dice Alvargonzález: «Es, por tanto, una construcción que exige objetos, operaciones quirúrgicas y relaciones materiales. Por eso, consideramos que esa identidad es una identidad sintética (pág. 20). Para el materialismo filosófico, el origen de las especies es entendido como la construcción de una identidad sintética de forma sistemática. Para entender en detalle el significado de esta afirmación les remito al artículo de David Alvargonzález publicado por la revista El basilisco, concretamente a las páginas que van de la número 20 a la número 32{12}. Con todo, les dejo aquí apuntado un pequeño extracto de lo que allí nos dice y que considero muy adecuado para terminar con este comentario.
«Las verdades científicas y, por tanto, la evolución biológica, se refieren efectivamente a la realidad, no son construcciones espurias o especulaciones vacías producto de una «razón raciocinante». Pero se refieren a la realidad no porque «penetren en ella» o «la representen adecuadamente» sino «porque son ciertas partes de la realidad misma las que quedan incorporadas a las cadenas constitutivas del cuerpo científico» (Bueno, 1992-94, v.3:900). De este modo, la realidad ha de considerarse como un proceso in fieri dependiente, en muchos de sus tramos, de la propia construcción de las verdades científicas. Así, se va conformando una especie de «hiperrealidad», una realidad «ampliada» que tiene en cuenta no sólo aquello que se aparece directamente a nuestros sentidos (las apariencias, los fenómenos) sino también aquello que actúa y determina lo existente, aunque no lo percibamos: las ondas electromagnéticas o gravitatorias, las estructuras atómicas, o los procesos evolutivos biológicos. Por eso la función más característica de las ciencias es esa función de constituir partes importantes de la realidad, es la construcción de una «hiperrealidad» que se va ampliando simultáneamente al progreso de esas ciencias. Si es así, las ciencias no describen o representan la realidad sino que son tramos importantes de la realidad previa existente los que entran a formar parte de las ciencias para dar lugar a una realidad nueva. Por eso, desde nuestros presupuestos, la verdad de la biología evolucionista debe entenderse como una verdad que constituye nuestra realidad presente y que constituye también nuestra propia conciencia lógica. Nuestra realidad presente no puede prescindir del teorema científico de la evolución biológica. El creacionismo es un modo claramente irracional de construir esa realidad pues la creatio ex nihilo no es más que la formulación de un principio, no ya falso, sino ininteligible. Además, nuestra conciencia lógica quedará al margen de una cantidad muy importante de fenómenos, de conceptos y de ideas si no tiene presente la biología evolucionista. Por eso, los que se oponen al evolucionismo biológico científico renuncian a contar con una parte importante de la realidad actualmente accesible, y esta renuncia es doblemente penosa cuando estos esquemas racionales se ven sustituidos por un conjunto de mitos o de ideas metafísicas.»
Final: a modo de conclusión
Lo primero que debemos señalar aquí es que, si idealista consideramos a Kuhn y su teoría de las revoluciones científicas, idealista consideramos también a sus seguidores en cualesquiera sean los departamentos de las facultades de filosofía de cualesquier lugares del mundo. Entre ellos por tanto consideramos a Mauricio Abdalla (pese a tratar de ofuscar a lo largo de todas las páginas el punto de partida ideológico) y su tesis sobre el cambio de paradigma darwinista en el siglo en que estamos viviendo. Abdalla no tiene en cuenta que lo más fértil de la teoría de la evolución seguirá siendo valioso pese a los posibles cambios que la teoría sufra con el paso del tiempo, los cuales no tendrán porque ser drásticos, revolucionarios. Por otra parte su defensa de la armonía en la naturaleza como fundamento del nuevo paradigma biológico, que augura surgirá en el siglo en que ya estamos viviendo, no nos parece relevante. Ni la gnoseología kuhniana ni el apoyo buscado en los distintos autores que cita van a poder destruir lo que el darwinismo soporta como valioso y que seguirá siendo importante en el futuro pues, como afirma la teoría –circularista, y no rupturista– del cierre categorial, el desarrollo científico es tal por desarrollarse a partir de los logros más firmes ya dados. Dejar estos de lado a cambio de creer en la bondad del dialogo o en realidades metafísicas hacen un flaco favor a la posibilidad de conocer lo que nos rodea.
Bibliografía
ABDALLA, M. La crisis latente del darwinismo. Editorial Cauac, Murcia 2010.
ALVARGONZÁLEZ, D. El darvinismo visto desde el materialismo filosófico, El Basilisco, nº 20, Oviedo, 1996
BUENO, G. Estatuto Gnoseológico de las Ciencias Humanas. Fundación Juan March, Oviedo, 1976
CAMPRUBI, L. Diseño Inteligente en un Imperio movedizo, El Catoblepas, 43.
INSUA, P. Biología: ¿«aquí hay un problema»? El Catoblepas, 4.
Formulación del teorema darvinista en El Origen de las Especies, El Catoblepas, 51.
Notas
{1} Mauricio Abdalla Guerrieri es profesor de Filosofía de las Ciencias en la Universidad Federal del Espíritu Santo en Brasil.
{2} Alvargonzález, D. El darvinismo visto desde el materialismo filosófico, El Basilisco, nº 20, Oviedo, 1996, pág. 3-46
{3} Sin embargo, sí ha habido dioses verdaderos, a los que seguro que se les rezaba. En El animal divino podemos leer que los dioses de las religiones primarias son verdaderos, esos dioses eran los animales del paleolítico pintados en las cuevas, y que eran por supuesto corpóreos, seres reales y verdaderos.
{4} A esto nos referiremos también en el punto 4 cuando contrapongamos las ideas de Kuhn a las de Gustavo Bueno y hagamos referencia a su texto Estatuto gnoseológico de las ciencias humanas.
{5} De la definición de «hecho», en la enciclopedia Symploke http://symploke.trujaman.org/index.php?title=Hecho
{6} Para saber más de lo que esta teoría significa: http://symploke.trujaman.org/index.php?title=Teor%EDa_del_cierre_categorial
{7} En relación a lo que es una idea el profesor Gustavo Bueno da una clarificadora explicación aquí: http://www.fgbueno.es/med/tes/t009.htm
Y para aclarar lo que es un hecho desde los parámetros del materialismo filosófico puede acudirse a http://www.fgbueno.es/med/tes/t041.htm y a http://www.fgbueno.es/med/tes/t042.htm
{8} La frase no es literal pero puede rastrearse en su conferencia sobre el darwinismo. La argumentación que sigue está extraída de allí. http://www.fgbueno.es/med/2001rel.htm (Estas cuestiones se tratan en la conferencia a partir del minuto 27)
{9} Cuando cita las críticas de Koine a Behe, Abdalla señala que son pura erística.
{10} El materialismo filosófico emplea el concepto gnoseológico en detrimento de epistemológico, pues este último, como su traducción como «Teoría del conocimiento», conllevan un encorsetamiento, dada la relación psicologista sujeto/objeto, mientras que gnoseológico acentúa la relación con la verdad. El materialismo filosófico hace hincapié en la realidad efectiva construida operatoriamente más que en un mero saber que solo sea susceptible de verdad o falsedad. De manera que la consideración materialista está más cerca de la perspectiva científica y de otros saberes estrictos. Y su no consideración aleja a estos saberes al idealismo o a la metafísica.
{11} Años después, en ¿Qué es la ciencia? –una obra que podemos consultar en la página web de la Fundación– (http://www.filosofia.org/aut/gbm/1995qc.htm) Gustavo Bueno limará esta posición respecto de la gnoseología de Kuhn. En ese opúsculo nos dice que los desarrollos de Kuhn consiguen ser más explicativos solo si apartamos de nuestro interés las cuestiones relativas a la justificación científica. O sea, que si tenemos en cuenta el gran problema de la filosofía de la ciencia en la vigésima centuria relativo a la demarcación, la obra de Kuhn se circunscribe en el otro contexto no considerado aún, el del descubrimiento científico. Es por ello que la filosofía de la ciencia se transforma así en historia, o en sociología, de la ciencia. Gustavo Bueno dice que «la teoría del cierre categorial no permanece muda ante los materiales históricos, sociológicos o psicológicos que tienen que ver con el proceso de construcción de las ciencias. Por el contrario, tiene mucho que decir en relación con todos estos materiales y con los diferentes modos alternativos de organizarlos con pretensiones gnoseológicas» (pág. 48).
{12} Aquí puede leerse: http://filosofia.org/rev/bas/bas22001.htm
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Margaret Sanger, la calientacamas del famoso escritor escéptico, H. G. Wells, recomendaba matar niños: “La cosa más misericordiosa que una familia puede hacer por uno de sus miembros infantes es matarlo”.The Woman Rebel, Volume I, Number 1. Reprinted in Woman and the New Race. New York: Brentanos Publishers, 1922
“El control de la natalidad debe llevar en ultimo término a la limpieza de la raza”,Sanger en Woman, Morality, and Birth Control. New York: New York Publishing Company, 1922. Page 12
Paul Kurtz un conocido illuminati eugenista retrógrado ATEO creador de la editorial Prometeo (con nombre illuminati) es la base de este movimiento de fanáticos escépticos . Es de la AAAS editora de la estafa Science y el envenenador calentólogo JOHN P. HOLDREN, que protege la mafia científica y la farmafia y del think tank ateo CSH y fundador del CSI el primer think tank del esceptigilismo. Es citado en documentos del NOM a menudo junto criminales CFR y Club de Roma. El riídiculo marketing del ateísmo de Dawkins , que ahora ves hasta en los autobuses, viene de estos satánicos materialistas estafadores y su CSH. Su fin es ocultar la verdad infinita y nuestra esencia espiritual y paranormal.
Margaret Sanger, la calientacamas del famoso escritor escéptico, H. G. Wells, recomendaba matar niños: “La cosa más misericordiosa que una familia puede hacer por uno de sus miembros infantes es matarlo”.The Woman Rebel, Volume I, Number 1. Reprinted in Woman and the New Race. New York: Brentanos Publishers, 1922
“El control de la natalidad debe llevar en ultimo término a la limpieza de la raza”,Sanger en Woman, Morality, and Birth Control. New York: New York Publishing Company, 1922. Page 12
Paul Kurtz un conocido illuminati eugenista retrógrado ATEO creador de la editorial Prometeo (con nombre illuminati) es la base de este movimiento de fanáticos escépticos . Es de la AAAS editora de la estafa Science y el envenenador calentólogo JOHN P. HOLDREN, que protege la mafia científica y la farmafia y del think tank ateo CSH y fundador del CSI el primer think tank del esceptigilismo. Es citado en documentos del NOM a menudo junto criminales CFR y Club de Roma. El riídiculo marketing del ateísmo de Dawkins , que ahora ves hasta en los autobuses, viene de estos satánicos materialistas estafadores y su CSH. Su fin es ocultar la verdad infinita y nuestra esencia espiritual y paranormal.
Ron Hubbard (dianetica), que era de la CIA ,tuvo movidas con ellos y rebeló que eran
también de la CIA. La psicópata eugenista Margaret Sanger, que queria
asesinar al 80% de la población, era una de las heroínas de la humanidad
para este gandul. Es el fundador del típico asqueroso thinktank
illuminati : el ISHV, aparece en sermones con Rockefeller, Brezecinski,
Genocidio Kissinger etc…
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El gran timo de la evolución del teólogo, usurero, masón, plagiador y eugenista Darwin
DARWIN SÓLO FUE UN OSCURO MASÓN CON UNA TEORÍA FASCISTA
Eugenismo en Inglaterra Victoriana y en la Alemania Nazi:
Eugenismo en Inglaterra Victoriana y en la Alemania Nazi:
NO HAY PRUEBAS FÓSILES
La Mafia X no pierde el tiempo, y nos ha mantenido con sus zarpas imperiales alejados de la ciencia real, de este modo se ha desarrollado la pseudociencia que rampla entre las aulas universitarias ante una manada de anestesiados estudiantes repetidores de bibliografía.
La Teoría de la Evolución Darwinista, falsamente científica, se basa en premisas teológicas imposibles de reproducir en ambientes experimentales y por ello nunca ha sido propia del campo de la ciencia sino de la teología, campo que Darwin conocía bien al ser un opaco SUBGRADUADO EN TEOLOGÍA el único título que lo avala . De esta manera resulta mas sencillo comprender el debate Creacionismo/Darwinismo que se disfraza de científico en los medios propagandísticos.
No es posible reproducir la supuesta Selección Natural en un laboratorio porque es un ente inespecífico y todopoderoso que, como la mano invisible de Adam Smith en el Capitalismo, mueve a todo bicho viviente hacia la perfección por medio del comportamiento egoísta y competitivo de sus individuos…¿te suena? Algo huele a que Darwin había leido a Malthus..
El genetista T.H. Morgan dijo hace un siglo que la evolución significa “hacer cosas nuevas que no tengan que ver con las ya existentes”. Casi toda la teoría de Darwin es incompleta. No explica el origen de la mente proveniente de la materia ni la causa final de la evolución. Se nos dice que el Archaopterix es el antepasado de todas las aves…pero no hay pruebas fósiles para aceptar esto. No existen medio murciélagos, algunas especies como los delfines mamíferos presentan muchos enigmas :
“El intervalo de tiempo que separa a los fósiles -reconoce en In Search of Deep Time, Henry Gee, editor de la gacetilla podrida de la Corporocracia, Nature- es tan enorme que no podemos decir nada definitivo de sus posibles conexiones”.
Darwin reconoce esto en sus conclusiones del último capítulo del soporífero muermoEl origen de las especies, que no existen pruebas intermedias. También toda su teoría resulta ridícula cuando dice que la evolución es accidental, pero no se cansa de mentar al Creador.
.La insistencia en la selección natural, la ley de la selva, la eugenesia y el materialismo ateo justificaba otros dogmas culturales de las élites. Plagió todo a Wallace y era teólogo prestamista.
PESETERO OPORTUNISTA Y PLAGIADOR
Como todos los ídolos ciéntificos de Hollywood cultura, Darwin, fue un simple pesetero usurero oportunista que copió todo a autores de época , como su colega Alfred Russell Wallace, para hacer una teoría eugenésica que justificara que el hombre es una bestia y un depredador natural y el capitalismo neoliberal de las élites es una doctrina natural.
TONTEORÍA BASADA EN EMBRIONES FALSOS DE HAECKEL
Su teoría se basa en unos dibujos de embriones de Haeckel, que fueron falsificados para que cuadraran. Falsificó su teoría de la evolución del pico de los pinzones en los Galápagos, donde fue más de vacaciones IMSERSO de la época que a investigar (al estilo que hace ahora el chorizo Craig Venter). Darwin dijo que crecían por la sequía, pero luego se comprobó que los picos volvían a su estado original con las lluvias (Bethell 2006: 139).
Experimentos genéticos en la mosca de fruta demostraron que la teoría de las varieadades dimanentes de un tipo original no siempre cuadra (Wells, 2005).
O La prueba de la selección natural no servía en las polillas moteadas (Wells, 2005).
Experimentos genéticos en la mosca de fruta demostraron que la teoría de las varieadades dimanentes de un tipo original no siempre cuadra (Wells, 2005).
O La prueba de la selección natural no servía en las polillas moteadas (Wells, 2005).
“El árbol de la vida de la vida se nos dice que es un hecho comprobado, sin embargo, al juzgarlo por las auténticas pruebas fósiles se trata de una hipótesis disfrazda de hecho”, escribe el biólogo molecular W. Ford Doolittle.
DISEÑO INTELIGENTE Y EL PLAN CÓSMICO, NO UNIVERSO ACCIDENTAL
La teoría de Darwin es ciega a la realidad de la conciencia y otros niveles más sutiles que están más allá de la materia. Es mecanicista, limitada, incompleta y no tiene en cuenta la realidad de un Diseño Inteligente, que implica que el resultado de la evolución en el universo proviene de Agentes Inteligentes y de una Mente Cósmica o Demiurgo y un Plan Evolutivo hacia la Perfecció Final. Para Darwin el mundo es un reloj accidental, cuando no hay reloj sin relojero, ni cuadra que la perfecta y mayestática Naturaleza sea algo accidental.
EL GRAN TIMO DE LA EVOLUCIÓN DARWINISTA: EL EJEMPLO DE TUS ANCESTROS:
Repasemos la absurda teoría, ya sabemos que todo es relativo a la Selección (no la de fútbol, la Natural) y que lo que selecciona son mutantes aleatorios que surgen, porque si a pesar de que las mutaciones sólo producen enfermedad en el peor de los casos y nada en el mejor (ver mutación en wikipedia sionista). Como los estudios moleculares nos dicen que hay procesos de reorganización genómica brutales con complejos mecanismos proteicos y ARNs (códigos genéticos) implicados en la reorganización masiva y expresión de los genomas (conjunto de genes) (por ejemplo intercambio de brazos completos entre 2 cromosomas distintos) los darwinistas se saltan el problemón llamándolos mutación, como si fuese el mismo proceso aleatorio que el cambio de una base por otra!!!
Pero si este es un tema complejo que requiere cierta base en biología molecular el caso de la Antropología es paradigmático a la vez que sorprendente. Según la teoría eugenésica de Darwin el ser humano aparece hace más bien poco, menos de 1,5 millones de años (para cuadrarlo con la concepción jodío-cristiana del hombre como última creación, (Michael Cremo, Forbbiden Archaeology) y viene de un mono.
No deja de ser obvio que el ser humano viene de un mono puesto que en primer lugar no deja de ser un mono, pero bueno, aparte de este sinsentido la evolución humana se resume en una aberración fotográfica sólo comparable al tratamiento del cáncer o el timo de los antirretrovirales.
TODA LA TEORÍA DE LA EVOLUCIÓN QUE TE CUENTAN ES FALSA Y MANIPULADA
El método ciéntifico ha dejado de existir en Matrixciencia ahora son los fanáticos religiososo. políticos y la Corporocracia los que deciden que es verad y qué es mentira.
Este absurdo pero sencillo de entender resumen de la evolución humana predice que lo mejor de lo mejor es el Homo sapiens actual y que cuanto mas atrás busques en el tiempo, más idiotas eran nuestros antepasados.
EL MONITO INICIAL ES UN ESLABÓN PERDIDO
El monito inicial que no deja de ser un chimpancé es el Eslabón Perdido. Puesto que según Darwin la evolución es gradual y lenta que te cagas a partir de la acumulación de pequeñas mutaciones que te aportan una ventaja adaptativa (¿??) y follas más que los demás y tienes mas hijos y mejoras la especie esparciendo tu nuevo “gen egoísta”, entre dos especies emparentadas ha de haber una con caracerísticas intermedias, lo que nunca jamás se ha encontrado en el registro fósil de ninguna especie, y claro, del humano tampoco mientras no se lo inventen.
El segundo de la fila es el Australopitecus, con 3’9 millones de años, en este género se pueden encontrar multitud de especies dependiendo de la robustez de los restos, más robustos una especie, más gráciles otra, ignorando la fuerte influencia de la Teoría sobre este parámetro…
ATAPUERCA Y ARSUAGA SON OTRA ESTAFA “TIPO CALENTÓN GLOBAL”
Australopithecus bahrelghazali es una especie fósil de homínido hallada en 1995 por Michel Brunet en Koro Toro, Chad, representado por una mandíbula con siete dientes de 3,5 a 3 millones de años de antigüedad. Es decir sólo tienen esas piezas y ya se han inventado toda una especie cuando se supone que necesitas un individuo completo y adulto para decir que es una nueva especie..Pero de saltarse estas normas también saben mucho los pseudoantropólogos españoles, especialmente en el caso de Atapuerca con el patético pufo de Homo antecessor descrito a partir del cráneo de un individuo infantil y que nadie se cree salvo Arsuaga y sus compinches, especialmente cuando están al acecho de alguna subvención o colaboración..Compara el cráneo de un neardenthal, que eran los habitantes del Burgos de entonces y elantecessor y verás que son iguales: ES OTRO TIMAZO. Además encontraron el cráneo de un niño como el del hmbre actual: que no saben donde meterlo.
ATAPUERCA ES OTRO TIMAZO. ENCONTRARON UN NIÑO COMO LOS DE AHORA HACE 800.000 AÑOS..O ES UN MONO O ES UN CHAVALÍN DEL PUEBLO O ES UN ANTEPASAO DE algun politicucho votado por la plebe
LAS CADERAS DE LUCY
ATAPUERCA ES OTRO TIMAZO. ENCONTRARON UN NIÑO COMO LOS DE AHORA HACE 800.000 AÑOS..O ES UN MONO O ES UN CHAVALÍN DEL PUEBLO O ES UN ANTEPASAO DE algun politicucho votado por la plebe
LAS CADERAS DE LUCY
Lo siguiente es la foto de Lucy, un Australopithecus afarensis de poco más de un metro de altura sacada del google;
ESTE ESPANTAJO ES LUCY, NUESTRO SUPUESTO ANTEPASADO AFRICANO
Donald Johanson 1974, Etiopía
Según coloques la pelvis de este chimpancé puede ser parecida a la de un humano. Lo mismo pasa con todas las pelvis de chimpancé.
¿AUSTRALOPITECUS AFARENSIS?
Jajajaja! No lo podia evitar..esta es Lucy, de wikipedia. Fijarse en la cutrez extrema de la representación de lo que podria ser una fea de Torrelavega..o su antepasado..Chewaka. Hemos de creer que es nuestro primer antepasado por FE. Durante decenios el fake cráneo de Piltdown de gorila, coló como humano en Matrixciencia. Su descubridor fue un ídolo científico de la época. Los dibujos y vídeos que nos muestran los documentales del sistema son una estafa de eugenistas revenidos o de típicos pseudocientíficos chupasubvenciones como el impresentable Arsuaga.: son como los calentólgos.
¡EL CRÁNEO DEL AUSTRALOPITECUS ES COMO EL DEL CHIMPANCÉ!!
He aquí el cráneo de Australopithecus afarensis, en marrón se representan los restos encontrados y la parte reconstruída en blanco:
CRÁNEO DE AUSTROLOPITECUS…
Y comparadlo ahora con el de un Chimpancé:
CRÁNEO DE UN CHIMPANCÉ:
¡ES IGUAL QUE EL DE AUSTROLOPITECUS
Dicen que provenimos de austrolopitecus extinguidos hace millones de años y de chimpancés que todavía no se han extinguido: ¿provenimos de seres que han nacido después que nosotros?.
Pero aún hay más. De este fraude de ancestro se separa un grupo robusto que da lugar a un nuevo género; Paránthropus, que seria a la vez el ancestro del género Homo (sapiens, neardenthalensis, habilis, erectus, heidelberguensis, antecessor, georgicus…tantas especies como grupos de himbestigazion) aparecido hace 2,6 m.a.
¡EL PITECÁNTROPUS ES COMO EL GORILA ACTUAL!
El Paránthropus es africano y tiene 2,6 millones de años. Es una especie de mono pseudoerguido, que ni camina con las manos ni camina erguido y aun así es seleccionado sobre sus ancestros. Pero si echamos un vistazo a su cráneo…
CRÁNEO DE PITECÁNTROPUS
CRÁNEO DE PARÁNTROPUS CON CRESTA PUNKY
Paranthropus (Mary Leakey in 1959 hallado en Olduvai Gorge, Tanzania
… y lo comparamos con el de un gorila actual…
CRÁNEO DE GORILA ACTUAL CON CRESTA PUNKY
Voilá !!!!! el pufo está servido…A fijarse especialmente en el característico CRESTÓN sobre la cabeza, propio de los gorilas mas modernos y actuales.
ASÍ DE “MONO” SE VEÍA AL PARÁNTRAPUS
jajajajajajaja..por favooooorrrr de la siempre inestimable Wikipedia se nos ofrece el ejemplo de un parántropo estreñido…o la cara que se te queda al leer el panfleto en quiebra El Pís de Bilderberg.
UN CHIMPANCÉ SEGUIDO DE UN GORILA NO PUEDE SER TU ANCESTRO
En fin que estos dos feos ancestros, sólo concevibles por la imaginación de alguna mente pervertida, altamente zoofílica y con indicativa preferencia hacia otras especies primate, no son ni de palo los míos. Vosotros decidís, es posible que un chimpancé seguido de un gorila sean los ancestros de algún humano…¿son los vuestros?.
A partir de aquí (hace 2’5 millones de años) todos los géneros Homo no dejan de ser humanos normales y corrientes, al menos por la forma y proporciones de sus restos no permiten clasificarlos en nada distinto de un Homo sapiens, ya que el concepto de especie así lo exige, otra cosa sería si supiésemos si se cruzaban o no..
También a tener en cuenta es el caso de los homínidos gigantescos totalmente ausentes del cuadro familiar de Homo, y de los que hay incluso un individuo completo en el Museo Antropológico de Madrid a la vista de todo aquel que este interesado, o los cabeza conos que abundan por la geografía mundial etc, etc… Junto a los prehóminidos prehistóricos han aparecido muchos hombres como los actuales.
Así que la próxima vez que insulten a todos tus muertos enfádate mucho, o si no, por lo menos piensa en esta maravillosa fotografía de 3,6 millones de años descubierta por Mary Leakey en Laetoli
HUELLA HUMANA EN NATURE HACE 3,6 MILLONES , CUANDO NO HABÍA HUMANOS
Otra prueba definitiva, entonces no había humanos, solo hombres-mono austrolopitecus, pero aparece esta huella humana. Esta prueba que no les cuadra y ha sida obviada por la “comunidad científica” (Nature etc..) por no ser un resto óseo, entre otras cosinhas..
TEORÍA EUGENÉSICA
La Teoría de la Evolución de Darwin no es más que la vieja propuesta eugenésica que enmarca las creencias y actividades ocultas de la élite. Como no podía ser menos, su autor y apasionado viajante (especialmente a bordo de embarcaciones de la corona inglesa como el Beagle, como hoy choricea Craig Venter) Charles Darwin heredó de su padre una importante fortuna, que incrementó considerablemente mediante la boda con su prima Emma Wedgwood, nieta de Josiah Wedgwood, propietario de la famosa fábrica de porcelanas “Etruria” (proveedora de la Real Casa), y que decidió tras un meticuloso cálculo sobre la herencia que le correspondía (Thuillier, 1990).
DARWIN, COMO BOTÍN UN ESTAFADOR USURERO MANIPULADOR
Esta fortuna se redondeó, posteriormente, mediante sus actividades como prestamista (Hemleben, 1971), como él mismo escribe en sus memorias, Pero poco después me convencí, por diversas circunstancias, de que mi padre me dejaría herencia suficiente para subsistir con cierto confort, si bien nunca imaginé que sería tan rico como soy(Autobiografía).
En el contexto de la Inglaterra victoriana parece razonable suponer que esta condición, junto con el hecho de que tres años después de su boda, a los treinta años, se instaló en su residencia, Down House, de la que apenas salió el resto de su vida, no resultase muy favorable para una profunda comprensión de una realidad social sobre la que emitía juicios tan rotundos.¡Pura eugenesia iluminati!:
Para aquellos que no se han leído el prescindible libro de Darwin “Sobre el origen de las especies por medio de la selección natural, o el mantenimiento de las razas favorecidas en la lucha por la existencia“ y que lo han dado por sentado recomiendo su pésima y tortuosa lectura. Los juicios sociales de su autor se resumen en detalle en su infame afirmación;
“Con respecto a las cualidades morales, aun los pueblos más civilizados progresan siempre eliminando algunas de las disposiciones malévolas de sus individuos. Veamos, si no, cómo la transmisión libre de las perversas cualidades de los malhechores se impide o ejecutándolos o reduciéndolos a la cárcel por mucho tiempo. / … / En la cría de animales domésticos es elemento muy importante de buenos resultados la eliminación de aquellos individuos que, aunque sea en corto número, presenten cualidades inferiores” (Charles Darwin. El Origen del Hombre).
¡Si esto no es verte como puto ganado que venga LOL y lo vea!
¿AÚN PIENSAS QUE SON TEORíAS CONSPIRANOICAS?
¿Todavía te crees el cuento de la evolución?. Pues bien, habrás oído hablar del paradigma o ejemplo repetido hasta el infinito de la mariposa Biston betularia. Este es el único caso al que se refieren los darwinistas para ejemplificar a las mentes más ingenuas su teoría insostenible/abominable. Si no lo conoces lo explicaré para conmemorar de una forma merecida, el aniversario de este reptiloide insustancial;
Como en cualquier otro cuento para niños todo comenzó así; En Londres, antes de la epoca industrial las mariposas Biston betularia eran en su mayoría de color blanco. Cuando llegó la revolución industrial los troncos de los abedules en que vivía se tiñeron de negro a causa de la polución. Las mariposas blancas eran vistas mas fácilmente que las negras por su avícola depredador, y en consecuencia, eran zampadas para regocijo de sus estómagos, antes que las negras. Así fué como pasaron de ser blancas a ser negras las mariposas de Londres en la época industrial. Todo ello gracias a la Selección Natural, que presionó para que las mariposas en su mayoría blancas se volvieran en su mayoria negras. Amén.
- Las mariposas ya existían antes, blancas y negras, no dejan de ser mariposas ni comienzan a serlo en ningún momento de este proceso supuestamente evolutivo. Incluso los dos colores de mariposa existen previamente.
- Las mariposas del tipo especificado por Darwin no viven sobre la corteza de los abedules y mucho menos en su tronco. Sólo se han descrito dos mariposas posadas sobre abedules y encima se posaron en las hojas.
3. Darwin era un masón asociado a la realeza inglesa que, como no, se casó con su prima y, como era menester en estas fechas, vendió al mundo las maravillas del egoismo y fanatismo familiares, para justificar guerras, genocidios, robos, saqueos y violaciones y todo tipo de aberraciones humanas en pos del avance de la especie hacia, a saber, el superhombre de Nietze, el de Marx, la Raza Blanca de Hitler, el pueblo elegido o los que subirán en la nave de Asthar. Se admiten apuestas pero algo huele a que hay demasiados aspirantes..
LA EVOLUCIÓN O LEY DE SALTO CUALITATIVO SE CLASIFICA EN TRES TIPOS:
1.- Svagata: diferencias entre partes de una estructura: ej. árbol y hojas.
2.- Homogenética: ej. diferencias entre tipos de árboles
3.-Heterogenética: ej. entre vegetales y animales etc..
En el flujo de la Creación de pratisainchara, de lo finito a lo infinito, se realizan estos cambios hasta que el microcosmos se funde con el Macrocosmos. Esta es la verdadera evolución: el Brahma Chakra, el Círculo del Infinito. Así se creó el Universo de lo Infinito a lo finito, o sainchara y luego volvemos al origen de lo finito a lo infinito en pratisainchara. El universo esta hecho de “sustancia mental” y es un holograma transitorio y relativo en el flujo de la Mente Cósmica de sainchara ypratisainchara. Darwin, el pobre, de esto no sabía nada.
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¡DARWIN RIDICULIZADO!: PISADAS DE HUMANOS JUNTO A DINOSAURIOS
Miles de ooparts o artifactos fuera de tiempo rebaten la incompleta teoría de evolución oficial. Se han encontrado dinosaurios con flechas y bolas de metal de Ottosdal de hace 2.800 millones de años. Hay muchos enigmas de posibles misteriosas hibridaciones en el pasado como la del cerdo o leopardo o del mismo humano, como revelan las tablillas y grabados babilónicos.
FRANKLIN EL PSICÓPATA FUE OTRO DE LOS INVENTORES DEL EVOLUCIONISMO |
FRANKLIN, LUNAR SOCIETY Y EL PUFO EVOLUCIONISTA
La teoría de evolución fue en realidad fundada por la Lunar Society, fundada a su vez por el psicópata (encontraron restros humanos relacionados con él y montó un club de tortura) Benjamiín Franklin en 1765 en Birmingham, Inglaterra; sus miembros se reunían una vez al mes, en luna llena. Eran subversivos, perseguían derrocar monarquías (excepto la suya, claro) y erradicar la creencia en Dios. El abuelo de Charles Darwin, Erasmus Darwin, era un miembro importante de esta sociedad, y escribió un libro que presentaba las mismas conclusiones que El Origen de las Especies, que su nieto publicó sesenta años después, sin creerse siquiera lo que presentaba. El científico Ian T. Taylor documenta como organizaciones masónicas como esta han despistado a los científicos.
Del Darwinismo se inventaría el humanismo para atacar a quienes tienen creencias espirituales.
Recordemos el Método illuminati en palabras de Marx: “Si puedes privar a la gente de su historia, son facilmente persuadidos”. Mao empezo a matar maestros de chi kung, hasta que cayo en que le salia mas barata la medicina tradicional china que la occidental de los soviets.
Se dijo que el experimento Miller-Urey (1953) cofirmaba la teoría de Darwin, pero sólo se crearon unos simples aminoácidos. Sir Fred Hoyle escribió en The Intelligent Universe (1983): “La vida, tal como la conocemos, depende entre otras cosas de al menos 2000 enzimas. Como podrian las fuerzas del mar primal lograr reunir los elementos químicos correctos para componer enzimas?”. Luego toda la doctrina de Darwin partiría de un non sequitur (algo no demostrado)
CONCLUSIÓN:
La teoría de la evolución de la Darwin no se sostiene por los registros fósiles y se basa en una serie de dogmas eugenistas indemostrables. Existe una evolución, pero no la mécanica, mecanicista (Universo=máquina ciega sin fin ) , accidental y materialista de Darwin, sino un Diseño Inteligente (que no creacionismo), que convierte al Universo en una máquina de Hacer Dioses o Ascensión en Espiral del Elán Vital hacia la Máxima Perfección o Punto Omega. Los ooparts encontrados invalidan toda la datación de la evolución oficial y abre la puerta a la hipótesis de la intervención no humana, ya que es imposible que en sólo unos 3 millones de años o un millón de años el hombre evolucione tan rápidamente como se nos dice, cuando las grandes mutaciones de los mamíferos ocurren cada 8 millones de años y especies como los Neardenthal tienen un número de cromosomas distinto a los nuestros. Además si atendemos a los patrones de la evolución, lo más lógico sería que hubiésemos acabado en dinosauriodes, como postula Dale Russell no en nuestro bello, vulnerable y caótico engendro actua
El presente artículo es un fragmento del original “Lamarck y la venganza del imperio“ del profesor Máximo Sandín, disponible en formato Acrobat Reader. En lo sucesivo continuaremos profundizando en el mismo artículo debido a su importancia y aportaciones científicas.
“La publicación de “El origen de las especies” marca la Hégira de la Ciencia
desde las idolatrías de la creación especial hasta la fe más pura en la evolución”
T. H. Huxley en el Times (1862)
¿Qué es lo que ha quedado en pié entre todo este pintoresco catálogo de aportaciones de Darwin a la comprensión de la evolución? No parece inexacto afirmar que se ha producido una “destilación” de todas ellas hasta obtener la más pura esencia de sus ideas: la selección “natural”.
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.Y si observamos con atención los textos científicos nos encontramos con que la meticulosa utilización de este concepto está dirigida fundamentalmente a la explicación de las relaciones entre (y dentro de) los distintos organismos. En cuanto a los fenómenos actuales de la vida no parece existir un interés especial en un análisis más profundo de su relación con el proceso evolutivo, ya que dado que se ha producido “al azar” no tiene sentido intentarlo.
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La integración coherente de estos procesos “selectivos” con los fenómenos de la evolución se solventan con su vaga proyección “con el tiempo”. En las lúcidas palabras de Miguel Iradier (2009):
“No sólo el darwinismo no ha descubierto el concepto de evolución, sino que de hecho lo ha bloqueado expresamente. Esto debería ser contemplado con la mayor atención. Además de ignorar los mecanismos realmente viables de novedad, el cambio y la organización, el darwinismo es la forma mejor camuflada del inmovilismo: la manera más ramplona de relacionar cualquier pasado y futuro a lo que hay: el statu quo presente. Esto lo han entendido de maravilla todos aquellos que necesitaban una justificación expresa para cualquier acto por lo demás injustificable, y se sigue haciendo a gran escala todavía hoy.”
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Porque… veamos qué condiciones se han de cumplir para que la selección “natural” actúe como administradora de la vida:
1. La primera y fundamental es que las características de cualquier tipo estén, de alguna forma “inscritas” en los organismos (parece obvio que sin esta condición no habría nada que seleccionar).
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2. La segunda, que algunas de estas características “innatas” confieran a sus portadores alguna “ventaja” con respecto a los no poseedores de ellas. ¿Y qué significado científico tiene esta “ventaja”? Que los individuos portadores de ellas son “más aptos”, más ajustados o más adecuados para sobrevivir en el duro campo de batalla que es la Naturaleza.
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La traducción de este fenómeno al lenguaje científico actual la expresa Ernst Mayr (1997) con estas ilustrativas palabras:
“Los matemáticos demostraron convincentemente que, incluso mutaciones con ventajas relativamente pequeñas, eran favorecidas por la selección, y sus hallazgos ayudaron a superar varias objeciones a la selección natural.”.
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A lo que Mayr se refiere es a la “creación” de la Genética de poblaciones, supuesta base empírica del darwinismo actual, y las objeciones que menciona eran las de los más prestigiosos genetistas de principio del siglo XX como deVries y Bateson que, basados en datos experimentales, negaban la relación de las pequeñas variaciones individuales con la evolución.
- Hugo deVries -
- William Bateson -
.
No me puedo resistir a repetir la narración que Richard Milner, un ferviente darwinista, nos hace de la gestación de la base teórica actual de la Biología en su Diccionario de la evolución (1995):
- Richard Milner -
“R. C. Punnett, discípulo de Bateson, expuso el problema a su amigo G. H. Hardy, profesor de matemáticas en la Universidad de Cambridge, quien, según se dice, escribió la solución en el puño de la camisa mientras comía. Como la consideró muy elemental, Hardy se negó a presentarla en una publicación que normalmente leerían sus colegas matemáticos, por lo que Punnett la expuso en una revista de biología. Fue la única incursión de Hardy en la genética. La solución obtenida por el profesor Hardy fue que la simple expresión binomial (p2 + 2pq + q2) = 1 describe la proporción de cada genotipo en la población, donde prepresenta el alelo dominante (A), q el recesivo (a) y (p + q = 1).”
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- Reginald Crundall Punnett -
- H. G. Hardy -
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Se podrá dudar de que el pasatiempos de G. H. Hardy en el restaurante se pueda considerar una “incursión en la genética”, pero de lo que esta anécdota no deja lugar para la duda es de que en este nacimiento de la base teórica de la Biología actual estuvo implicado cierto “interés” en el mantenimiento de la experimentalmente tambaleante selección “natural” con todo lo que esta implica.
- Richard Milner en su papel protagonista en la perpetuación -
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Un “interés” que no parece de índole estrictamente científico. Según Michael Rose (1999) :
“Los científicos anglosajones compartían los valores de la clase media de su época sobre la inmoralidad sexual y la pequeña delincuencia y tanto Charles Davenport en Estados Unidos como los británicos Pearson y Fisher (todos ellos padres de la Genética de Poblaciones) eran eugenistas.”
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- Karl Pearson, eugenista -
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- Ronald Aylmer Fisher, eugenista -
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La “disciplina” (EUGENESIA) creada por Sir Francis Galton, planteada en su libro de 1865 “El genio hereditario” y sustentada sobre la teoría de su primo y eugenista convencido, Charles Darwin, dio origen a un espacio de integración entre ciencia y poder que condujo a los científicos darwinistas a un intento de “biologización” de la sociedad, dirigido por el “mejor” de los propósitos: eliminar el componente “inadecuado” de la evolución en sus sociedades.
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- Francis Galton, padre de la eugenesia -
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- “Hereditary talent and character” de Francis Galton (1865) -
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- Charles Darwin, eugenista -
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- Charles Darwin, al natural, sin su famosa barba -
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- El abuelo Charles Darwin, cual nuevo Dios paternal -
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En 1963, Theodosius Dobzhansky, director por entonces de la Sociedad Eugenésica Americana, escribe:
“Being an anthropologist only by avocation, I may perhaps venture to claim for anthropology more than most anthropologists are claim for themselves. The ultimate function of anthropology is no less than to provide the knowledge requisite for the guidance of human evolution.”
“Siendo un antropólogo sólo por vocación, quizá me atrevo a reclamar para la antropología más de lo que la mayoría de los antropólogos reclaman para ellos mismos. La función última de la antropología es nada menos que la de proporcionar los conocimientos necesarios para la orientación de la evolución humana”.
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- Theodosius Dobzhansky, eugenista -
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La distorsión de la selección “natural” producida por los progresos sociales en las sociedades civilizadas constituía un grave problema, tal como lo había expuesto su maestro en su segunda gran obra: “The Descent of Man, and Selection in Relation to Sex” (1871, pag. 190):
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- “The Descent of Man, and Selection in Relation to Sex” (Charles Darwin, 1871) -
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“A realizar el plan opuesto, e impedir en lo posible la eliminación, se encaminan todos los esfuerzos de las naciones civilizadas; a eso tienden la construcción de asilos para los imbéciles, heridos y enfermos, las leyes sobre la mendicidad y los desvelos y trabajos que nuestros facultativos afrontan para prolongar la vida hasta el último momento. Aquí debemos consignar que la vacuna ha debido preservar también a millares de personas. De esta suerte, los miembros débiles de las naciones civilizadas van propagando su naturaleza, con grave detrimento de la especie humana, como fácilmente comprenderán los que se dedican a la cría de animales domésticos. Es incalculable la prontitud con que las razas domésticas degeneran cuando no se las cuida o se las cuida mal; y a excepción hecha por el hombre, ninguno es tan ignorante que permita sacar crías a sus peores animales”.
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Una actitud con graves consecuencias según Ernst Mayr, “el Darwin del Siglo XX” (1976):
“En los hombres civilizados esos dos componentes de valor selectivo, superioridad adaptativa y éxito reproductivo no suelen coincidir. Los individuos con una dotación genética por debajo de la media no necesariamente hacen una contribución por debajo de la media al pool genético de la siguiente generación. La separación en las sociedades modernas del mero éxito reproductivo de la adaptación genuina plantea un serio problema para el futuro de la Humanidad.”
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La concepción darwinista de la vida partió de la mezquina justificación de Malthus de las duras condiciones sociales de su época para acabar convirtiéndose en toda una cosmovisión:
“La evolución comprende todos los estadios del desarrollo del universo: cósmico, biológico, humano y cultural. Los intentos de restringir el concepto de evolución a la biología son injustificados. La vida es un producto de la evolución de la naturaleza inorgánica, y el hombre un producto de la evolución de la vida”. Dobzhansky, (1967).
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- “El anciano de los días”, de William Blake (1794) -
.No resulta extraño el entusiasmo con que esta “explicación científica” de la realidad, cuyo determinismo genético constituía una magnífica justificación del statu quo, fue acogida por los grandes magnates mundiales. En el exaustivamente documentado artículo “Lysenko. La teoría materialista de la evolución en la URSS” (2009), Juan Manuel Olarieta nos informa de que:
“Rockefeller puso la ciencia al servicio de la eugenesia y a lo largo del siglo XX articuló su proyecto en cuatro fases sucesivas: la primera es el malthusianismo, control demográfico y planes antinatalistas; la segunda es la eugenesia, la nueva genética, la esterilización y el apartheid; la tercera es la “revolución verde”, los fertilizantes, abonos y pesticidas usados masivamente en la agricultura a partir de 1945; la cuarta son los transgénicos, el control de las semillas y de la agricultura mundial.”
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- John Davison Rockefeller -
- David Rockefeller -
- David Rockefeller (a la derecha) y sus amistades de la élite “filantrópica” -.
Esta narración puede parecer simplificada o tendenciosa, pero si tenemos en cuenta que tanto el término como la práctica de la Biología molecular fueron acuñados por Warren Weaver durante su etapa de director de la División de Ciencias Naturales del Instituto Rockefeller, que la paternidad de la “ingeniería” genética pertenece a Rollin D. Hotchkiss de la Rockefeller University, que la ambiental y socialmente desastrosa “Revolución verde” surgió de la Fundación Rockefeller; que esa misma universidad está tras el nacimiento de los “organismos modificados genéticamente”, que esa misma fundación promueve la campaña para la implantación de los cultivos transgénicos en los países del Tercer Mundo y que “La segunda revolución contraceptiva” basada en el uso de vacunas como anticonceptivos tuvo su origen, en 1978, en la Rockefeller University, no es necesario estar dotado de una mente muy perspicaz para sospechar que alguna relación tiene el imperio Rockefeller con los proyectos que nos desvela Olarieta..
- Warren Weaver -
- Rollin Douglas Hotchkiss (a la izquierda) -
- The Rockefeller University (1901) -
- The Rockefeller Foundation (1913) -
También nos informa de que John Krige, en su libro “La hegemonía americana y la reconstrucción de la ciencia en la Europa de la posguerra” (2006) nos ilustra sobre el proceso de control de la ciencia:
- Dr. John Krige -
“La ciencia de la posguerra formó parte del Plan Marshall, de modo que unos científicos cobraban en dólares mientras otros apenas podían sobrevivir. Por ejemplo, el CERN (Centro Europeo de Investigación Nuclear) fue un proyecto estadounidense destinado a evitar que los investigadores europeos resultaran atraídos por la URSS, como había sucedido en 1929. /…/ En 1948, con dinero de Rockefeller, compran unos solares cerca de París, levantan los edificios, instalan los laboratorios y también aportan su equipo de científicos incondicionales, formados en California junto a Morgan y sus moscas./…/ Rockefeller movía los hilos de la ciencia en Europa. Además de mercancías, Europa importaba la ideología de Estados Unidos, caracterizada por el reduccionismo y el mecanicismo más groseros, que se realimentaban con su propio éxito.”
La muerte científica de Lamarck no fue una muerte natural. Su hermosa concepción de la Naturaleza como algo vivo, y de la vida como un proceso por el que los organismos y el ambiente se construyen mutuamente chocaba contra el determinismo, contra la extrapolación ideológica cuya pretensión era justificar lo injustificable..
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La reducción de la vida a procesos moleculares mecánicos y del hombre a “secuencias de genes definidores” con la pretensión de cambiarlos a voluntad tampoco tuvieron un nacimiento natural. Y el azar exculpatorio no pone límites a los intentos más descabellados de dominar a la Naturaleza de los que se consideran dotados por la “Ley cósmica de la evolución” para dirigir los destinos del Mundo. El Imperio mató a Lamarck, y al mismo tiempo mató a la Biología.
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El presente artículo es un fragmento del original “Lamarck y la venganza del imperio“ del profesor Máximo Sandín, disponible en formato Acrobat Reader. En lo sucesivo continuaremos profundizando en el mismo artículo debido a su importancia y aportaciones científicas.
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BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA POR EL AUTOR
.
BROWNE, J. (2007). “El origen de las especies” Debate.
DARWIN, Ch.R. (1859): “On the Origin of Species by Means of Natural Selection, or the Preservation of Favoured Races in the Struggle for Life”. Versión española: “El Origen de las Especies”. Akal, 1998.
DARWIN, Ch.R. (1871). “The Descent of Man, and Selection in Relation to Sex”. Versión española: “El Origen del Hombre”. Ediciones Petronio. Barcelona. 1973.
DARWIN, Ch. R. (1868): “The variation of animals and plants under domestication”. London: John Murray ed. Versión española: “La variación de los animales y las plantas bajo domesticación”. CATARATA/CSIC/UNAM/AMC, 2008.
DOBZHANSKY T. (1963). Anthropology and the natural sciences, the problem of human evolution. Curr Anthropol. 4:146-148.
DOBZHANSKY T. (1967). “Changing Man”, Science, Vol. 155, 27 de Enero de 1967.
GERSHENOWITZ, H. (1980). Napoleon and Lamarck. Indian Journal of History of Science, 15 (2); 204-209.
HARRIS, C.L. (1985): “Evolución. Génesis y revelaciones”. Hermann Blume. Madrid.
IRADIER, M. (2009). “El círculo de Petesburgo” Ed. Hurqualya.
KRIGE, J. (2006). “American hegemony and the postwar reconstruction of science in Europe”. MIT Press.
LAMARCK, J.B. de M. (1809): “Filosofía Zoológica”. (Traducción al español). Editorial Alta Fulla. 1986.
MAYR, E. (1976). “Evolution and the diversity of life”. Belknap Press
MILNER, R. (1995). “Diccionario de la evolución”. Bibliograf, Barcelona
OLARIETA, J. M. (2009). “Lysenko. La teoría materialista de la evolución en la URSS” Nómadas, Theoria UCM. Universidad Complutense de Madrid.
ROSE, M.R. (1999): “Darwin’s Spectre. Evolutionary Biology in the Modern World”. Pricenton University Press.
Vale la pena que pensemos quiénes son los “aptos”
El presente artículo es un fragmento del original “Lamarck y la venganza del imperio“ del profesor Máximo Sandín, disponible en formato Acrobat Reader. En lo sucesivo continuaremos profundizando en el mismo artículo debido a su importancia y aportaciones científicas.
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BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA POR EL AUTOR
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BROWNE, J. (2007). “El origen de las especies” Debate.
DARWIN, Ch.R. (1859): “On the Origin of Species by Means of Natural Selection, or the Preservation of Favoured Races in the Struggle for Life”. Versión española: “El Origen de las Especies”. Akal, 1998.
DARWIN, Ch.R. (1871). “The Descent of Man, and Selection in Relation to Sex”. Versión española: “El Origen del Hombre”. Ediciones Petronio. Barcelona. 1973.
DARWIN, Ch. R. (1868): “The variation of animals and plants under domestication”. London: John Murray ed. Versión española: “La variación de los animales y las plantas bajo domesticación”. CATARATA/CSIC/UNAM/AMC, 2008.
DOBZHANSKY T. (1963). Anthropology and the natural sciences, the problem of human evolution. Curr Anthropol. 4:146-148.
DOBZHANSKY T. (1967). “Changing Man”, Science, Vol. 155, 27 de Enero de 1967.
GERSHENOWITZ, H. (1980). Napoleon and Lamarck. Indian Journal of History of Science, 15 (2); 204-209.
HARRIS, C.L. (1985): “Evolución. Génesis y revelaciones”. Hermann Blume. Madrid.
IRADIER, M. (2009). “El círculo de Petesburgo” Ed. Hurqualya.
KRIGE, J. (2006). “American hegemony and the postwar reconstruction of science in Europe”. MIT Press.
LAMARCK, J.B. de M. (1809): “Filosofía Zoológica”. (Traducción al español). Editorial Alta Fulla. 1986.
MAYR, E. (1976). “Evolution and the diversity of life”. Belknap Press
MILNER, R. (1995). “Diccionario de la evolución”. Bibliograf, Barcelona
OLARIETA, J. M. (2009). “Lysenko. La teoría materialista de la evolución en la URSS” Nómadas, Theoria UCM. Universidad Complutense de Madrid.
ROSE, M.R. (1999): “Darwin’s Spectre. Evolutionary Biology in the Modern World”. Pricenton University Press.
Vale la pena que pensemos quiénes son los “aptos”
Para explicar el éxito de sus negocios, John D. Rockefeller solía decir que 'la naturaleza' recompensa a los más aptos y castiga a los inútiles.
Como si fuera 'la naturaleza' la que decidiera quién morirá en un bombardeo de la OTAN, quién logrará millones de beneficios en la subasta de bonos de deuda pública europea, quién morirá por no disponer de medicinas para una diarrea y quién será desahuciado por no pagar la hipoteca de su vivienda.
Dice Eduardo Galeano en Patas arriba. La escuela del mundo al revés que “la aptitud más útil para abrirse paso y sobrevivir, el killing instinct, el instinto asesino, es virtud humana cuando sirve para que las empresas grandes hagan la digestión de las empresas chicas y para que los países fuertes devoren a a los países débiles […]. Son dignos de impunidad y felicitación quienes matan la mayor cantidad de gente en el menor tiempo, quienes ganan la mayor cantidad de dinero con el menor trabajo y quienes exterminan la mayor cantidad de naturaleza al menos costo”.
Por eso la prensa mundial se refería a Steve Jobs como “ejemplar”, “extraordinario”, “inspirador”, “magnífico” o “un hombre que quiso dar amor en su dedicación a satisfacer a las masas”, “pionero”, digno de “admiración”, “respeto” y “agradecimiento”, “fuente de inspiración para los emprendedores españoles”, “un gran creador de puestos de trabajo”, mientras su fortuna de 8.500 millones de dólares, como recuerda Vicenç Navarro, se basó la explotación de otros seres humanos (Público, 15-12-2011).
Mientras tanto, pensemos en el futuro que el capitalismo reserva al solidario, al que dedica su tiempo y talento en mejorar al mundo, a quien reniega de la obsesión por el dinero y el lucro para pensar en los seres humanos y en la justicia. Este es el mundo que el capitalismo nos ha creado: un campo de concentración como el de Primo Levi.
Pascual Serrano es periodista. Su último libro es "Contra la neutralidad. Tras los pasos de John Reed, Ryzard Kapuścińsky, Edgar Snow, Rodolfo Walsh y Robert Capa" . Editorial Península. Barcelona
DARWIN EUGENISTA PSICÓPATA FANÁTICO
Darwin era un eugenista fanático y un plagiador que fusiló todo de su abuelo Erasmus Darwin, de Wallace y Paley. Era un matao.
Hasta el rey de los filósofos illuminati como, Karl Popper, ha reconocido que la teoría de Darwin “no es testable, sino metafísica”.
Roger Murneau un ex illuminati que salió de una logia satánica cantó que
le dijeron que la religión de Darwin era una teoría para
confundir y engañar. Todas las mentiras
están cayendo. Darwin y su hijo eran peligrosos eugenistas , su hijo el Mayor Leonard Darwin participó en congresos
eugenistas para reducir la población y era presidente de la Comisión
internacional de Eugenesia.
Ahora estos congresos los han cambiado el
nombre y los llaman “de sostenibilidad”.
Darwin era primo de otro líder eugenista, Francis Galton, padre moderno de la Eugenesia o asesinato masivo promovido por las élites, porque les damos asquito. Darwin no era científico, era un zote que abandonó medicina porque lo que le molaba era pegar tiros y montar caballos y hembras…. -tiro, equitación y reducir la población eran su hobbies favoritos- y no está claro que tuviera estudios, excepto de pastor anglicano, aunque te venden que era geólogo. A poco que investigues y te pongas a atar cabos DESCUBRIRÁS CON SONROJO que nada cuadra en la Teoría de la Evolución, que son todo pajas mentales para ocultar El Diseño Inteligente es tambien ¡Otro pufo!.
LA EXPLOSIÓN CÁMBRICA DE LA VIDA NO SE EXPLICA
Darwin era un científico del sistema como todos los actuales que son famosos. ¿De qué sistema? Pues del sistema illuminati anunnaki que nos controla desde hace 450.000 años. El insituto Smithonian oculta cualquier oopart o cualquier dato que rebata a Darwin. Era un pufo oficialista como Newton, Einstein, Gallo, Descartes etc… : como todos los premios Nobeles que te vende la mass media basura que nos hacen vivir en la indigencia mental y tecnológica. .
Darwin era primo de otro líder eugenista, Francis Galton, padre moderno de la Eugenesia o asesinato masivo promovido por las élites, porque les damos asquito. Darwin no era científico, era un zote que abandonó medicina porque lo que le molaba era pegar tiros y montar caballos y hembras…. -tiro, equitación y reducir la población eran su hobbies favoritos- y no está claro que tuviera estudios, excepto de pastor anglicano, aunque te venden que era geólogo. A poco que investigues y te pongas a atar cabos DESCUBRIRÁS CON SONROJO que nada cuadra en la Teoría de la Evolución, que son todo pajas mentales para ocultar El Diseño Inteligente es tambien ¡Otro pufo!.
DELFINES Y MURCIÉLAGOS INVALIDAN A DARWIN
Hay muchas pruebas, pero sólo dos animales derrumban por completo el pajote mental eugenista darwiniano. Estos dos animales son un misterio para la ciencia. Ambos tienen sónar y sistemas complejísimos, como lenguaje multidimensional los delfines (que te deja sedado). Resulta que uno vuela y el otro es pez y son mamíferos, algo imposible según la teoría de Darwin. No existen antepasados ni eslabones claros. El mayor mamífero es otro pez misterioso y multidimensional, la ballena. Rarísimo. Aunque hay algunos fósiles, no se pude trazar su evolución se sabe por ejemplo que el sónar le tenían desde el principio y que los murciélagos empezaron a volar sin una evolución previa.
Hay muchas pruebas, pero sólo dos animales derrumban por completo el pajote mental eugenista darwiniano. Estos dos animales son un misterio para la ciencia. Ambos tienen sónar y sistemas complejísimos, como lenguaje multidimensional los delfines (que te deja sedado). Resulta que uno vuela y el otro es pez y son mamíferos, algo imposible según la teoría de Darwin. No existen antepasados ni eslabones claros. El mayor mamífero es otro pez misterioso y multidimensional, la ballena. Rarísimo. Aunque hay algunos fósiles, no se pude trazar su evolución se sabe por ejemplo que el sónar le tenían desde el principio y que los murciélagos empezaron a volar sin una evolución previa.
LA EXPLOSIÓN CÁMBRICA DE LA VIDA NO SE EXPLICA
Darwin era un científico del sistema como todos los actuales que son famosos. ¿De qué sistema? Pues del sistema illuminati anunnaki que nos controla desde hace 450.000 años. El insituto Smithonian oculta cualquier oopart o cualquier dato que rebata a Darwin. Era un pufo oficialista como Newton, Einstein, Gallo, Descartes etc… : como todos los premios Nobeles que te vende la mass media basura que nos hacen vivir en la indigencia mental y tecnológica. .
Se trata de venderte
que es "natural" que el mas fuerte te machaque y te coma: esa es la teoría de
la Selección Natural.
Te dicen que
es Natural que el más fuerte -el illuminati – te pise y tú te lo tengas
que tragar. De paso, te justifican algo que no tiene lógica, que de
repente aparezcan millones de especies en la llamada explosión cámbrica
de la vida hace más de 500 millones de años o que el homo sapiens
sprinte en la evolución en solo unos miles de años, cuando las
grandes mutaciones en los mamíferos se dan cada 8 millones de años. Por
cierto, en el cámbrico había 9000 ppm de C02 y ahora hay sobre 490 ppm y
fijáos si había vida y nadie contaminaba…
Algo pasó. Alguien intervino y nos quitó 12 hélices del llamado “ADN basura”???. Los monos y neardentales tienen 48 cromosomas y nosotros 46????. Alguén se comió dos.
Algo pasó. Alguien intervino y nos quitó 12 hélices del llamado “ADN basura”???. Los monos y neardentales tienen 48 cromosomas y nosotros 46????. Alguén se comió dos.
¿Qué pasó… se
perdieron por el camino? Esto no
cuadra. Tampoco hay fósiles claros de los antepasados de los chimpancés.
Y es ridículo que te digan que provienes del mono y ..¡tus antepasados
sigan haciendo el mono!
Los monos tiene pelo en la espalda y nosotros en el pecho, todo al contrario…. Nosotros tenemos un pelo de tontos. Los monos son monísimos, naturales, simpáticos y el borregomátrix es un engendro: que sólo piensa en ver la televi-SION y en ser multimillonario. Cualquier mono vive más sano y es más inteligente que un borregomátrix. No provenimos del mono, sino que vamos hacia el mono y el zombi. Montones de ooparts o artefactos fuera del tiempo en todo el mundo ponen en ridículo todas las dataciones oficiales, como demostró Anatoli Fomenko. Se han encontrado huellas de dinosuarios con humanas y dinosuarios y reptiles en las Piedras de Acámbaro o las Piedras de Ica. De nuevo algo no cuadra. Nada…¿o sí?…
Los monos tiene pelo en la espalda y nosotros en el pecho, todo al contrario…. Nosotros tenemos un pelo de tontos. Los monos son monísimos, naturales, simpáticos y el borregomátrix es un engendro: que sólo piensa en ver la televi-SION y en ser multimillonario. Cualquier mono vive más sano y es más inteligente que un borregomátrix. No provenimos del mono, sino que vamos hacia el mono y el zombi. Montones de ooparts o artefactos fuera del tiempo en todo el mundo ponen en ridículo todas las dataciones oficiales, como demostró Anatoli Fomenko. Se han encontrado huellas de dinosuarios con humanas y dinosuarios y reptiles en las Piedras de Acámbaro o las Piedras de Ica. De nuevo algo no cuadra. Nada…¿o sí?…
Seguimos cavilando… Resulta que hay mosquitos cogidos en ambar y fosilizados hace millones de años casi exactamente igual a ahora. En millones de años no han evolucionado casi. ¿Los mosquitos y las pulgas son tan pequeños que la tonteoría de la evolución no les afecta… Vale.
Los delfines igual, son seres maravillosos: los únicos animales “que
sonríen”. Tienen un lenguaje propio que te lleva a niveles
multidimensionales, son mantras relajantes llenos de belleza y
misiticismo. Son peces con tetas. No
cuadran…y son sabios, inteligentes, amorosos
. Los trajeron de Sirio B,
según revela el conocimiento multidimensional de nuestra pineal. Hay
razas con aspecto de delfines, como han constatado algunos mutantes y
contactados. Las ballenas son los mayores mamíferos y resulta que son
peces…¡qué raro!.
Los capos del darwinismo son Willi Henning y Colin Patterson. Son taxonomistas,clasifican las especies. Son taxonomista llamados cladistas del modelo. Te pufan con que siempre hay modelos de registros fósiles por similitud o diferencia. Es decir, no hay modelo , sin proceso. No hay evolución sin pruebas. La evolución quiere decir “que hay cambios en el tiempo, que hay cosas nuevas que no tenga que ver con la existentes”. Como Aristóteles, estos pseudocientificos “clacistas” usan un lenguaje oscuro para ocultar su ignorancia…. te dicen por ejemplo que algunos grupos animales se caracterizan ..¡POR LA AUSENCIA DE CARACTERÍSTICAS!, las HOMOLOGÍAS, las llaman.
Darwin te decía que las homologías se basaban en registros fósiles, pero no hay pruebas de nada, todo son especulaciones. A menudo te engañan con cráneos de gorila, como el de Piltdown, todo fue un fraude con que nos engañaron durante años. Todos son patrañas, hipótesis, de neardentales, homo sapiens, simios, australopitecus, dibujitos y estudios genéticos… Encontraron fosiles gigantes y te dicen que eran de un mono gigante (gigantepitecus). Solo estos fósiles rebaten a Darwin. Ernst Mayr, otro padre de darwininsmo, concluyó que los fósiles son las pruebas de la evolución, de las homologías.
Más razón que un santo tiene el Bethell, redactor jefe de American Spectator, quien también denuncia el timosida y calentón y teoría oficila del cáncer…¡qué casualidad!
¡NO EXISTEN LOS MEDIO MURCIÉLAGOS!
Hay 1.100 especies de murciélagos y los fósiles más antiguos ya tenían sónar. Son los únicos que vuelan y con sónar. Todas su capacidades surgieron repentinamente. Nada en el evolucionismo puede explicar la llegada de los murciélagos. Nancy B. Simmons (2005) declara en un artículo de Science:
“El linaje de los murciélagos estaba, por tanto, caracterizado por dos especializaciones muy notables que no se encuentran en ingún otro orden de mamíferos”. Según Simmons la capacidad de volar y el sónar surgieron de manera repentina.
Los capos del darwinismo son Willi Henning y Colin Patterson. Son taxonomistas,clasifican las especies. Son taxonomista llamados cladistas del modelo. Te pufan con que siempre hay modelos de registros fósiles por similitud o diferencia. Es decir, no hay modelo , sin proceso. No hay evolución sin pruebas. La evolución quiere decir “que hay cambios en el tiempo, que hay cosas nuevas que no tenga que ver con la existentes”. Como Aristóteles, estos pseudocientificos “clacistas” usan un lenguaje oscuro para ocultar su ignorancia…. te dicen por ejemplo que algunos grupos animales se caracterizan ..¡POR LA AUSENCIA DE CARACTERÍSTICAS!, las HOMOLOGÍAS, las llaman.
Darwin te decía que las homologías se basaban en registros fósiles, pero no hay pruebas de nada, todo son especulaciones. A menudo te engañan con cráneos de gorila, como el de Piltdown, todo fue un fraude con que nos engañaron durante años. Todos son patrañas, hipótesis, de neardentales, homo sapiens, simios, australopitecus, dibujitos y estudios genéticos… Encontraron fosiles gigantes y te dicen que eran de un mono gigante (gigantepitecus). Solo estos fósiles rebaten a Darwin. Ernst Mayr, otro padre de darwininsmo, concluyó que los fósiles son las pruebas de la evolución, de las homologías.
“No disponemos de semejante mapa ( de fósiles) -dice el divulgador Thom
Bethel en Guía políticamente incorrecta de la ciencia (2006:131)- todo
lo que tenemos son huesos desperdigados en el barro”
Más razón que un santo tiene el Bethell, redactor jefe de American Spectator, quien también denuncia el timosida y calentón y teoría oficila del cáncer…¡qué casualidad!
no hay fósiles de monos y tienen 48 cromosomas y nosotros 46.
¡NO EXISTEN LOS MEDIO MURCIÉLAGOS!
Hay 1.100 especies de murciélagos y los fósiles más antiguos ya tenían sónar. Son los únicos que vuelan y con sónar. Todas su capacidades surgieron repentinamente. Nada en el evolucionismo puede explicar la llegada de los murciélagos. Nancy B. Simmons (2005) declara en un artículo de Science:
“El linaje de los murciélagos estaba, por tanto, caracterizado por dos especializaciones muy notables que no se encuentran en ingún otro orden de mamíferos”. Según Simmons la capacidad de volar y el sónar surgieron de manera repentina.
En un congreso de Biología J. D. Smith declaró:
- No existen los medio-murciélagos.
- No existen los medio-murciélagos.
Hasta un editor de la vomitiva Nature ya no traga…. Henry Gee (ayudante del citado Colin Patterson) declaró en su libro In search of deep time:
“El intervalo de tiempo que separa a los fósiles es tan enorme que no podemos decir nada definitivo sobre posibles conexiones”.
Todas las supuestas evidencias del evolucionismo caben en un pequeño ataúd, comenta Lyal Watson.
Un egregio profesor de la
Universidad de Bekerley, Johnatan Wells, uno de los grandes voceros del
Diseño Inteligente, miembro del Instituto Discovery REPITE LA REALIDAD
POR ENÉSIMA VEZ: ¡que no hay pruebasssssss!:
“Aunque los archivos fósiles estuvieran completos, y conservaran todos los caracteres deseados, no establecerían que la homología se debe a un antepasado común”.
Repetimos: no hay pruebas no hay eslabones claros, especialmente del protagonista más importante: el Ser humano, el subhumano actual. Además, no ha habido apenas evolución, sino más bien vamos involucionando.
“Aunque los archivos fósiles estuvieran completos, y conservaran todos los caracteres deseados, no establecerían que la homología se debe a un antepasado común”.
Repetimos: no hay pruebas no hay eslabones claros, especialmente del protagonista más importante: el Ser humano, el subhumano actual. Además, no ha habido apenas evolución, sino más bien vamos involucionando.
LOS EMBRIONES DE HAECKEL SON UN CHASCO
Erns Haeckel es considerado el padre de la Biología. Dibujó los embriones en los que se basa la falacia de la evolución. Son medio falsos, se los inventaba. El embriólogo Michael Richardson comparó los dibujos de Haeckel con fotografía de invertbrados y escribió en Science (1997):
“parece que ese está convirtiendo en uno de los mayores fraudes realizados en la biología”.
Dicen que provenimos de invertebrados, pero es imposible seguir los eslabones.
LA PRUEBA DE LAS POLILLAS ERA UN TIMO
Kettlewell dio la prueba de las polillas en los 50. Pusieron polillas moteadas claras y otras oscuras en unos arbolitos creyendo que los pájaros comerían las claras porque la naturaleza haría que las oscuras se camuflaran mejor. “La prueba que faltaba a Darwin”, decían… se supone que es una prueba de la selección natural por la Naturaleza. Pero luego se descubrió que era otro pajote mental. Habían pegado polillas muertas claras a los árboles para mostrar que los pájaros se las comían más mejor. Se desubrió que las polillas volaban durante la noche y no se posaban sobre los árboles… habían creado una situación artificial. ¡Vaya pandilla de pájaros y de polillas!…. y me estoy refiriendo a los científicos putas del sistema. Recuerdo: la CIENCIA YA NO EXISTE. Es una farsa, sidólogos y calentólgos controlan Science y Nature.
NO HAY ÁRBOL DE LA VIDA
El arból de la Vida es igual. Hasta Darwin reconocía que no había pruebas por la imprefección de registros fósiles. El biólogo molecular canadiense W. Ford Doolitle concluyó que se había fracasado a la hora de encontrar el auténtico árbol (Science, 1999).
LA PRUEBA DEL FRASCO DE MILLER-UREY TAMPOCO
En 1953 Miller y Urey hicieron uno de los experimentos más famosos de la historia. Dijeron crear los bloques de la vida en un frasco, se pensó que era otra prueba de la evolución, sin necesidad de Dios o del Comandante Asthar. Pero estaba trucado, no se pusieron los gases volcánicos e hidrógeno que habría en el momento prehistórico de la vida y tampoco funcionó…con estos nuevos elementos.
LOS PINZONES DE DARWIN NO SON PRUEBAS
Darwin se basó en pinzones de los Galápagos para establecer sus peligrosas masturbaciones, defendidas por fanáticos pagados del Círculo Escéptico como el impresentable fanatico Richard Dawkins. Luego se demostró que los pinzones no evolucionaron por selección natural, sino por hibridaciones.
CUIDADORES DE ANIMALES Y PLANTAS INVALIDAN LA SELECCIÓN NATURAL
Cuidadores de animales hicieron experimentos seleccionando palomas, como también hacía Darwin, quien también se las seleccionaba pero palomas de otro tipo, ¡para cepillárselas!. Y resulto que la selecciÓn natural no las mejoraba, sino las empobrecía. La descendencia no mejoraba con la selección natural, el gran dogma darwinista.
Muller manipulaba moscas para demostrar el evolucionismo. Hizo moscas de la fruta sin ojos y luego al cabo de 10 generaciones salían crias con ojos, luego no se cumplía la selección natural o modificaciones evolutivas. En plantas pasa más de lo mismo. Luher Burbank experimentó mucho con plantas y estableció la ley del regreso al promedio, que quiere decir que por mucho que modifiques o impulses la evolución de una planta vuelven a la evolución media o promedio, vamos que siempre había límites en su desarrollo. Burbank también descubrió qeu plantas tienen como “alma” y sienten, como se demostró con el llamado efecto Backster... se amenazaba a una planta y se encogía…y mostraban sentimientos con un polígrafo. Esto tampoco cuadra con la teoría de la evolución.
“La Naturaleza ha construido su propia maquinara de evolución como un relojero ciego” dice esta gentuza. El eugenista Thomas Huxley ( de la familia del de Un mundo feliz) declaró:
-¡Qué gran necio he sido de no haber pensado en esto!
De ahí nació el término “agnosticismo”.
Lo de la selección natural es un oxímoron, algo que se da por supuesto, como dijo William Dembski, destacado teórico del diseño inteligente. Es algo natural que hace la Naturaleza, pero Darwin lo manipula todo, para que sea UNA JUSTIFICACIÓN DEL CAPITALTIMO, lo que dijo otro illuminati eugenista, Bertrand Russell:
” (El Darwinismo es) básicamente una extensión al mundo animal y vegetal de la economía del laissez faire“
Lo mismo dicen el genetista de Harvard, Richard Lewontin y Stephen Jay Gould, que es una “teoría del primer capitalismo”. “El darwinismo era una economía política semivictoriana trasladada a la biología”, Bethell dixit.
La evolución del ojo no la explica el darwinismo: no son sistemas visuales que se extienden de una especie a otra….. Es muy compleja, lo mismos los sistemas bioquímicos…su aparición no puede achacarse a la casualidad, como dice el paleto vendedor de Crick, algo que ya revisó Michael Behe en Darwin´s Black Box.
¿De donde vinieron las aves?…Nada demuestra su vinculación con el famoso Archaopteryx.
¿Quién domesticó al
gato? ¿como se explica la evolución del leopardo? ¿De donde viene el
homosapiens evolucionando en solo unos pocos miles de años?… ¿como
aparecen los hombres en sólo unos 3 ó 4 millones de años? ¿Cómo hay
ooparts en toda la Tierra que refutan la teoría de la evolución como las
bolas de Ottosdal de más de 2800 millones de años?
Hay miles de pruebas, ruinas, pirámides, monumentos, conocimientos de astronomía (mayas y dogones) de civilizaciones avanzadísimas antes de que supuestamente llegara el hombre. Darwin era un eugenista. Un sivergüenza desalmado que quería cargarse a la población. No era ni científico.
Hay miles de pruebas, ruinas, pirámides, monumentos, conocimientos de astronomía (mayas y dogones) de civilizaciones avanzadísimas antes de que supuestamente llegara el hombre. Darwin era un eugenista. Un sivergüenza desalmado que quería cargarse a la población. No era ni científico.
HAY CRIPTOZOOLOGÍA INCLASIFICABLE PARA DARWIN, ASÍ COMO ESPECIES HUMANOIDES IMPOSIBLE DE CATALOGAR
También hay una
criptozoología llena de monstruos, dragones, gigantes marinos, craneos
aliens, huesos y animales desconocidos. Hay también especies humanoides
inclasificables, como Falete, Garrafapal o el Gran John Cobra. Hay
tantas pruebas, que seguir con la cantinela darwinista ya no cuela. Eso
no quita que exista cierta evolución en las especies, por supuesto,
evolución hay en todo, tampoco nos creo Dios como dicen los fanáticos de
la Biblia en 7 días, pero no hay manera de demostrar el arbol de la
vida o los eslabones.
Está claro que alguien nos cortó dos cromosomas y estos nos se cortan
solos. Tenemos un ADN extra que dicen que es basura, porque es nuestro
adn multidimensional las 12 helices que nos quedan. Crick y Watson los
de las teorías de las hélices eran otros dos chorizos de familias de la
élite: las dos helices aparecen en los emblemas de los anunnaki del gran
Ningsigzida, quienes fueron nuestro modificadores genéticos, como bien
documentó Sitchin, aunque es también desinformador illuminati.
Todas las mitologías hablan de la Edad Dorada y de la intervención de
los Dioses Anunnaki o Bakti (hopis) que vinieron del cielo. La
intevención de seres dragón que están en todas las culturas, como los
nagas indios, los chitauris africanos o Nüwa y Fuxi, los padres dragones
chinos que encima usan el logo masón illuminati del cartabón y compás,
la Serpiente de la Biblia, siempre hay dioses (anunnaki, los 50 anunna) o
serpientes -dragones (dracos y reptilianos) como padres creadores. Más
claro el agua. Los “Sir” illuminati son los descendientes de la
Serpiente y los anunnaki, los reyes también, por eso siempre mandan, nos
crearon como esclavos con la arcilla o tilt , que en sumerio quiere
decir “lo que da la vida”. Los anunnaki están siempre ocultos en nuestra
historia, pero hay demasiados cabos sueltos….como el Ziggurat del MI6 y
otras pruebas tratadas en otros artículos. Pero ya no se puede ocultar
la verdad mucho tiempo más. La Tierra muta y el conocimiento
multidimensional nos está llegando para recuperar nuestro PODER DE
DIOSES y activar de nuevo nuestro ADN “basura” y nuestras 12 hélices,
pineal y kundalini. El Resultado es que estamos predestinados
genéticamente a ser dioses.
La Tierra es una Biblioteca Viviente implantada por diseño inteligente
por los Dioses Creadores venidos de las Estrellas. Han dejado demasiadas
pruebas. Trajeron animales de muchos planetas como los delfines de
Sirio B y modificaron genéticamente muchos animales o los hibridaron,
como el cerdo , que parece una mezcla del perro y la rata. También (más
tarde…ya que hubo muchas guerras y civilizaciones) hibridaron los
gigantes con las hijas de los reyes como dice la Biblia y los tablillas
sumerias. Hay muchas pruebas. Alguien plantó plantas multidimensionales
como la Ayahuasca que desafía toda la teoría de la evolución….porque
están todavía más evolucionadas que los borregomátrix y te llevan al
Infinito: ¡son plantasque te dan conocimiento y éxtasis!. Lo mismo
ocurre con los delfines.
La Tierra muta y el conocimiento multidimensional nos está llegando para
recuperar nuestro PODER DE DIOSES y activar de nuevo nuestrao ADN
“basura” y nuestras 12 hélices, pineal y kundalini. El Resultado es que
estamos predestinados genéticamente a ser dioses.
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Aunque parezca increíble, el número de bacterias que viven dentro del cuerpo de un ser humano adulto sano promedio se estima excede el número de las células humanas en una razón de 10 a 1.
A pesar de la importancia en la salud humana y las enfermedades en particular, estas comunidades que residen dentro de nosotros siguen siendo un gran misterio.
Para entender cómo los cambios en las poblaciones bacterianas normales afectan o son afectados por la enfermedad primero tenemos que establecer qué es normal, o incluso si existe esa condición normal, ” manifestó a Margarita McFall Ngai de la Universidad de Wisconsin, Madison.
Los investigadores han sospechado y han investigado el papel que las comunidades microbianas beneficiosas dentro de los seres humanos, conocidos colectivamente como el “Microbioma humano”.
Martin Blaser de la Universidad de Nueva York ha estado trabajando para identificar las varias bacterias que viven en la piel y ayudan para formar una barrera protectora en el exterior. Antes de que él comenzara su investigación era estimado que menos de 100 diversas especies de bacterias vivían en la piel. Sin embargo, mediante nuevas técnicas de secuenciación, él y sus colegas intentaron identificar la especie bacteriana en los antebrazos de personas sanos. En un estudio inicial de seis pacientes se identificaron 182 especies bacterianas. Los estudios subsecuentes añadieron más especie al punto que Blaser ahora estima que el número de especies diferentes de bacterias que vive en la piel podrían acercarse a 500.
A pesar de estos números Blaser observa que predominan solamente cerca de que 10 especies, que cubren aproximadamente el 50% de la población total. “Algo interesante sobre las otras especies con poblaciones más pequeñas es que eran específicas del anfitrión. Incluso algunas solo fueron identificadas en un solo anfitrión.
Es enteramente posible que cada uno podría tener una firma bacteriana única, ” dice Blaser, mucho tiene de la misma manera una firma única en el DNA o una huella digital única. Blaser también está comenzando a explorar el papel que éstos pueden desempeñar en las enfermedades de la piel, investigación que está actualmente en curso.
Daniel Frank de la Universidad de Colorado, Boulder, es parte de un equipo que esté explorando el papel que las comunidades bacterianas en la zona digestiva humana y su relación con enfermedades inflamatorias del intestino.
Existe un alto número de bacterias en el cuerpo humano y sus subproductos se puedan encontrar en la mayoría de los líquidos humanos, evidencia de su papel en la salud y las enfermedades.
MAXIMO SANDIN :
El darwinismo convirtio la biologia en una vision sordida y cruel de la vida
Máximo Sandín: "El darwinismo convirtió la biología en una visión sórdida y cruel de la vida"
Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/1960566/0/biologia/evolucion/darwinismo/#xtor=AD-15&xts=467263
Si
es usted una de esas personas a las que aburre el conocimiento y no
desea saber más de lo que ya lleva en la sesera, escuchar lo que dice el
profesor Sandín probablemente no le interese.Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/1960566/0/biologia/evolucion/darwinismo/#xtor=AD-15&xts=467263
Su aporte de datos, nombres, fechas, ideas y explicaciones es apabullante, algo que no suele ser bien visto por quienes ya tienen un pensamiento construido y no desean ponerlo a prueba o revisarlo.
Pero si es usted una persona abierta a las nuevas ideas, si ama el saber y no tiene miedo a que sus ideas se confronten con otras, entonces siga leyendo, porque en las próximas páginas va a encontrar un puñado de material intelectual de alto valor.
Máximo Sandín (1950) es doctor en Ciencias Biólogicas y en Bioantropología. Fue profesor de Evolución Humana y Ecología en el Departamento de Biología de la Universidad Autónoma de Madrid. Ahora está retirado ("Preferí jubilarme de la docencia antes de la llegada del Plan Bolonia").
Ha escrito, entre otros libros, Lamarck y los mensajeros y Pensando la evolución, pensando la vida, en los que desarrolla su principal aportación a la teoría de la evolución: una revisión de la tesis darwiniana a través de la competitividad. Lo que Sandín propone es una visión más solidaria, colaboracionista, sólidamente afianzada en las ideas del biólogo francés Jean B. Lamarck y en los más recientes descubrimientos. Máximo Sandín es un hombre apasionado, rebosante de energía, de una enorme y erudita memoria y un trato natural y espontáneo.
¿Qué significa Darwin para la biología?
La conclusión a la que he llegado, aunque pueda sonar demasiado drástica, es que constituyó una catástrofe para la biología, porque la sacó del camino que estaba, muy bien orientado científicamente, y la convirtió en una interpretación de la naturaleza, en una visión sórdida y cruel de la vida. Como un campo de batalla en el que solo sobreviven los que tienen alguna ventaja, con un sospechoso parecido a los conceptos del libre mercado.
De hecho, en los textos biológicos convencionales, los términos habituales para describir las relaciones entre los seres vivos son coste-beneficio, explotación de recursos, ventajas competitivas… Todos somos competidores.
¿Qué le parece criticable de Darwin?
Lo que yo critico, desde el punto de vista científico, no es a Darwin, sino al darwinismo, una creación ajena a él. Sus libros son un reflejo de lo que era: un aficionado a la naturaleza, de buena posición económica y mucho tiempo libre, que se dedicó a informarse sobre las actividades de los ganaderos y agricultores de su entorno.
Y al que se le ocurrió que, del mismo modo que ellos seleccionaban animales y plantas que les resultaban ventajosos –cerdos obesos o vacas con las ubres hipertrofiadas–, "no podemos creer improbable" que la naturaleza seleccionaría animales que tuvieran una ventaja sobre los demás.
Es una extrapolación absurda, como pusieron de manifiesto científicos evolucionistas de la época. La selección de los ganaderos es, precisamente, una alteración de la reproducción normal de los animales.
Este argumento, en realidad una pura especulación sin base científica, junto con la concepción malthusiana de la vida (una competencia permanente de todos contra todos) es lo que se ha conformado como la visión darwinista de la vida. ¿Cómo se gesta, entonces, el éxito de Darwin?
La selección natural implica que la vida es una competencia permanente y que la naturaleza premia a los ‘más aptos''
En realidad, en Sobre el origen de las especies..., basado totalmente en especulaciones, Darwin muestra una gran confusión: mezcla la influencia del uso y el desuso, las condiciones del ambiente y una serie de historias que le habían contado que llegan a extremos ridículos.
De hecho, a causa de las críticas científicas, fue publicando hasta siete sucesivas ediciones en las que fue asesorado por tres científicos famosos y poderosos en la Inglaterra de la época: el botánico John Hooker, el geólogo Charles Lyell y, sobre todo, el zoólogo Thomas Henry Huxley, que vieron en la selección natural un reforzamiento de sus ideas supremacistas.
El libro que suele circular, que es la sexta edición, no es exactamente de Darwin. ¿Y cómo llega a ser hegemónica su teoría de la selección natural? En La variación de los animales y las plantas bajo la domesticación expuso lo que él creía su teoría definitiva: sin abandonar la selección natural, propuso la pangénesis.
Teoría según la cual cada órgano del cuerpo emite unas gémulas por las que transmitían a sus descendientes las características adquiridas por los padres a lo largo de su vida por la influencia del ambiente.
Esto es otra muestra de su confusión, porque si todos los organismos pueden cambiar por la influencia del ambiente, no hay nada que seleccionar.
Naturalmente, esta ‘teoría definitiva’ no les gustó a sus protectores y lo reconvinieron seriamente. Lo que les gustaba era solo una de las variadas ‘ocurrencias’ de Darwin:
la selección natural, que implicaba que la vida es una competencia permanente, que las características ‘favorables’ o ‘desfavorables’ eran intrínsecas a los seres vivos (por supuesto, fundamentalmente al hombre), y que la naturaleza premiaba a los ‘más aptos’.
Estos hombres poderosos fueron los que impusieron el darwinismo (‘su’ darwinismo) en contra de la opinión de científicos evolucionistas de la época. Para ello, fundaron el X-Club. Usted se declara cercano a las tesis de Lamarck...
Lamarck fue un científico, profesor de la Sorbona, que durante la Revolución Francesa (1789) impulsó la renovación de su obsoleta estructura para convertirla en una universidad moderna, propia de la Ilustración. Era experto en paleontología, en anatomía comparada y se dejó la vista realizando miles de disecciones de invertebrados, sobre los que escribió un imponente tratado. A lo largo de su carrera científica, acuñó el concepto de ‘invertebrado’ –hasta entonces se usaba la distinción de animales ‘con sangre o sin sangre’–; creó las claves dicotómicas que se usan para clasificar las plantas y que después se extendieron a la zoología; fue el primero en usar científicamente el término ‘biología’ entendido como el de una disciplina basada en un cuerpo teórico, en un concepto unificador.
Su Filosofía Zoológica fue el primer tratado científico dedicado por completo a la evolución, entendiéndola claramente como la base teórica de la biología. Resulta cuanto menos sospechoso que a un precursor de estas dimensiones se le haya borrado de la historia oficial de la biología, ¿no cree? ¿Cuál era su propuesta?
En su libro, Lamarck escribe que las condiciones provocan un cambio en los organismos cuando los efectos del ambiente son muy intensos o muy duraderos, y que la capacidad para los cambios de organización animal y vegetal estaba inscrita en los organismos.
Para Lamarck, era el equilibrio lo que gobernaba las relaciones entre los seres vivos. Claro que los depredadores matan herbívoros, o que los machos de los ciervos o los leones pelean, pero el resultado final, de conjunto, es que todos los animales y las plantas deben existir para que la naturaleza mantenga el equilibrio.
En la sociedad actual, la Teoría de la Evolución de Darwin es prácticamente un dogma… Conviene aclarar que Darwin no formuló realmente una teoría de la evolución.
Él especulaba sobre el origen de las especies, la transformación de una especie en otra, es decir, un aumento de la variabilidad sin cambio del patrón morfológico básico. La evolución es un cambio de organización corporal, como el paso de pez a tetrápodo o de tetrápodo a ave.
El término ‘evolución’ no aparece hasta la sexta edición de Sobre el origen… a sugerencia de Huxley. ¿Cómo surge el darwinismo? Hay un componente muy importante en el mantenimiento de las ideas darwinistas y su expansión: el de ‘adoctrinamiento social’.
Hay diferentes motivos, unos más determinantes que otros.
En primer lugar, Darwin estaba en el lugar oportuno en el momento oportuno: en el centro del mayor imperio mundial que ha existido y en pleno auge de la Revolución Industrial, con las injusticias que ambos generaban; su ocurrencia de la selección natural justificaba muchas cosas.
En segundo lugar, Darwin es un icono de la cultura anglosajona y sus raíces calvinistas. Sus ideas reflejan a la perfección sus valores:
el individualismo, el mirar por sí mismo, la predestinación (en términos darwinistas, ‘determinismo genético’), la competitividad...
A un científico anglosajón le resulta casi impensable que no exista la selección natural. Y los libros con que los biólogos nos formamos son fundamentalmente anglosajones, hegemónicos en la ciencia mundial. Por otra parte, hay un componente muy importante en el mantenimiento de las ideas darwinistas y su expansión por la sociedad: el de ‘adoctrinamiento social’. ¿A qué se refiere concretamente?
Desde el principio, el darwinismo tuvo un gran apoyo por parte de los grandes magnates mundiales, como Rockefeller o Carnegie, que apoyaron las investigaciones de los científicos darwinistas.
John Rockefeller afirmó que la supervivencia del más apto era una ley natural y divina, es decir, que las cosas son como son porque son leyes naturales.
En definitiva, que el libre mercado y el darwinismo van en el mismo paquete. Por si no queda claro, repetiré una frase de Friedrich Hayek, premio Nobel de Economía y asesor de Reagan, Thatcher y Pinochet:
"Las
demandas de justicia social carecen de sentido porque las demandas de
justicia son sencillamente incompatibles en cualquier proceso natural de
carácter evolutivo".
Finalmente,
hay un componente que yo creo fundamental para que el darwinismo se
mantenga a pesar de la enorme cantidad de datos verdaderamente
científicos que se están acumulando y que contradicen radicalmente sus
hipótesis: el componente económico y de poder.
La concepción reduccionista de los genes como ‘unidad de información genética’, que ya sabemos que no es cierta, es esencial para los grandes negocios y para las prácticas de manipulación genética de las grandes industrias farmacéuticas y biotecnológicas, especialmente de los cultivos transgénicos, que ya sabemos a quiénes pertenecen.
Estas grandes empresas son las principales financiadoras de la investigación biológica.
Usted afirma que los seres humanos ‘somos bacterias y virus’, ¿en qué basa esa afirmación?
La idea de que las células de los seres vivos procedían de la fusión de bacterias (una propuesta del biólogo ruso Konstantin Merezhkovsky) era ya aceptada a regañadientes por las autoridades darwinistas en los noventa, aunque chocaba frontalmente con la selección natural.
Pero no había explicación para el origen de los genes y las proteínas responsables del desarrollo embrionario y de otras funciones de los organismos multicelulares.
Los genes de origen bacteriano están muy conservados en todos los organismos y esas secuencias y esas proteínas que no tienen las bacterias no podían haber aparecido por mutaciones de los genes bacterianos, tan concretos y específicos, y menos, al azar.
Entonces llegó a mis manos un artículo de un astrónomo galés, Alfred Hoyle, titulado Evolución desde el espacio, en el que sugería que los virus, por su capacidad de insertar sus genes en los organismos a los que ‘infectan’, podían ser una fuente de información genética disponible para su eventual uso.
Comprendí que un fenómeno así podría explicar la gran cantidad de puntos débiles del darwinismo.
Con muy pocos datos sobre lo que se conoce ahora como virus endógenos, escribí un libro titulado Lamarck y los mensajeros.
La función de los virus en la evolución (1995), que fue acogido por mis colegas con el más absoluto silencio. A partir de entonces, los datos sobre virus endógenos y elementos móviles del genoma se han ido acumulando de una forma creciente hasta formar la inmensa mayor parte de los genomas.
Puede parecer extraño que esos impresionantes descubrimientos no hayan llegado a la opinión pública, por lo trascendentes que son, pero a mí, a estas alturas, no me extraña en absoluto.
¿Qué consecuencias se desprenden de su modelo de evolución?
La naturaleza mantiene un equilibrio dinámico en condiciones normales. Cada componente tiene su función, y son las alteraciones, muchas producidas por el hombre, las que la desestabilizan.
En el caso de virus y bacterias, pueden convertir en patógenos a elementos que no lo son. Los virus y las bacterias se pueden considerar como los ‘ladrillos’ de la vida, parte esencial de su funcionamiento actual.
Las bacterias cumplen funciones esenciales para el organismo, pero el ataque continuo y excesivo con antibióticos las convierte en patógenas como respuesta.
Teniendo en cuenta la enorme cantidad de virus que hay en la naturaleza, con funciones muy concretas y que no son patológicos, se puede pensar que los temidos virus patológicos han sido producidos por actividades humanas, como la elaboración de vacunas mediante el cultivo de virus en embriones de pollo o en cultivos celulares, ambos repletos de virus endógenos.
¿Cómo explica las enfermedades genéticas?
El darwinismo es el apéndice científico del libre mercado y no pretende explicar la evolución biológica
Las enfermedades llamadas ‘genéticas’, incluido el cáncer, son alteraciones en la red, en la maquinaria reguladora de la información genética, producidas siempre por algún factor ambiental.
Hay muchas enfermedades llamadas ‘genéticas’ que están producidas por el contacto con pesticidas, plásticos, productos de limpieza, incluso cosméticos. Estamos en contacto con miles de sustancias químicas sintéticas con las que nuestro organismo no ha estado nunca en contacto.
¿Qué se podría hacer para atajarlas? Habría que investigar a fondo las causas, cómo afectan al organismo esas sustancias, y no pretender cambiar los genes y dejar las cosas como están.
Aunque eso no sería positivo para el mercado. Sería conveniente informar a la sociedad de que la evolución es un fenómeno colectivo, una respuesta de los distintos genomas a algún desencadenante ambiental (vulcanismo, caídas de meteoritos, inversiones de los polos magnéticos) y no individual, y mucho menos por competencia.
En la naturaleza, todos sus componentes son necesarios para un funcionamiento equilibrado. Parece desprenderse una relación entre darwinismo y capitalismo…
El darwinismo es el apéndice científico del libre mercado y no pretende explicar la evolución biológica, porque lo solventa vagamente con el azar y el tiempo. En realidad, es una concepción de la vida, de cómo son las cosas, con profundas raíces ideológicas y claros intereses detrás.
Creo que hay que hacer llegar a la sociedad estas informaciones, que ha llegado el momento de sacarlas a la luz y desprendernos de las mentiras interesadas con las que nos han adoctrinado. X-Club: los ‘autores’ del darwinismo
El X-Club fue un reducidísimo círculo elitista que funcionó en la Inglaterra victoriana para apoyar las teorías de la selección natural y el liberalismo académico.
Su fundador fue Thomas H. Huxley, abuelo del autor de Un mundo feliz, Aldous Huxley.
Thomas Huxley –que había acuñado el término ‘darwinismo’ en abril de 1860, en el Westminster Journal– convocó a nueve hombres a la primera cita del X-Club el 3 de noviembre de 1864 (seis años después de la publicación de Sobre el origen de las especies).
Hasta diciembre de 1893, el X-Club se reunió una vez al mes. Sus miembros incluían a Herbert Spencer, William Spottiswoode y John Tyndall.
Se hicieron con el poder de prestigiosas sociedades científicas y fundaron la revista Nature, a fin de controlar la información científica
LA FISICA, Y LA BIOLOGIA ACTUALES NO PREDICEN LA VIDA - NO PUEDEN EXPLICAR LA CONTINUA COMPLEJIDAD HACIA LA QUE SE DIRIGE LA VIDA.
EL ESPACIO VACIO - fisica cuantica - Y EL PODER ORGANIZADOR :
más en:
http://www.20minutos.es/noticia/1960566/0/biologia/evolucion/darwinismo/#xtor=AD-15&xts=467263
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NO HAY PRUEBAS FÓSILES
La insistencia en la selección natural, la
ley de la selva, la eugenesia y el materialismo ateo justificaba otros
dogmas culturales de las élites. Darwin era un charlatán, que fusiló todo a Wallace y era teólogo prestamista.
La Elite no pierde el tiempo, y no ha
mantenido sus zarpas alejadas de la ciencia, de este modo se ha
desarrollado la pseudociencia que rampla entre las aulas universitarias
ante una multitud de anestesiados estudiantes.
La Teoria de la Evolucion Darwinista,
falsamente científica, se basa en premisas teológicas imposibles de
reproducir en ambientes experimentales y por ello nunca ha sido propia
del campo de la ciencia sino de la teología, campo que Darwin conocía
bien al ser un SUBGRADUADO EN TEOLOGÍA el único título que lo avala
.
No es posible reproducir la supuesta Selección Natural en
un laboratorio porque es un ente inespecífico y todopoderoso que, como
la mano invisible de Adam Smith en el Capitalismo, mueve a todo bicho
viviente hacia la perfección por medio del comportamiento egoísta y
competitivo de sus individuos…¿te suena?
Algo huele a que Darwin había
leido a Malthus..
El genetista T.H. Morgan dijo hace un
siglo que la evolución significa “hacer cosas nuevas que no tengan que
ver con las ya existentes”. Casi toda la teoría de Darwin es incompleta.
No explica el origen de la mente proveniente de la materia ni la causa
final de la evolución.
Se nos dice que el Archaopterix es el antepasado
de todas las aves…pero no hay pruebas fósiles para aceptar esto. No
existen medio murciélagos, algunas especies como los delfines mamíferos
presentan muchos enigmas :
“El intervalo de tiempo que separa a los fósiles -reconoce en In Search of Deep Time, Henry Gee, editor de la gacetilla podrida de la Corporocracia, Nature- es tan enorme que no podemos decir nada definitivo de sus posibles conexiones”.
Darwin reconoce esto en sus conclusiones del último capítulo del soporífero muermo El origen de las especies,
que no existen pruebas intermedias. También toda su teoría resulta
ridícula cuando dice que la evolución es accidental, pero no se cansa de
mentar al Creador.
OPORTUNISTA Y PLAGIADOR
Como todos los ídolos ciéntificos de
Matrixcultura, Darwin, fue un simple pesetero usurero oportunista que
copió todo a autores de época , como su colega Alfred Russell Wallace,
para hacer una teoría eugenésica que justificara que el hombre es una
bestia y un depredador natural y el capitalismo neoliberal de las élites
es una doctrina natural.
TONTEORÍA BASADA EN EMBRIONES FALSOS DE HAECKEL
Su teoría se basa en unos dibujos de
embriones de Haeckel, que fueron falsificados para que cuadraran.
Falsificó su teoría de la evolución del pico de los pinzones en los
Galápagos, donde fue más de vacaciones de la época que a
investigar (al estilo que hace ahora el chorizo Craig Venter).
Darwin
dijo que crecían por la sequía, pero luego se comprobó que los picos
volvían a su estado original con las lluvias (Bethell 2006: 139).
Experimentos genéticos en la mosca de fruta demostraron que la teoría de
las variedades dimanentes de un tipo original no siempre cuadra
(Wells, 2005). O La prueba de la selección natural no servía en las
polillas moteadas (Wells, 2005).
“El árbol de la vida se nos
dice que es un hecho comprobado, sin embargo, al juzgarlo por las
auténticas pruebas fósiles se trata de una hipótesis disfrazda de
hecho”, escribe el biólogo molecular W. Ford Doolittle.
DISEÑO INTELIGENTE Y EL PLAN CÓSMICO, NO UNIVERSO ACCIDENTAL
La teoría de Darwin es ciega a la
realidad de la conciencia y otros niveles más sutiles que están más allá
de la materia. Es mecanicista, limitada, incompleta y no tiene en
cuenta la realidad de un Diseño Inteligente,
que implica que el resultado de la evolución en el universo proviene de
Agentes Inteligentes y de una Mente Cósmica o Demiurgo y un Plan
Evolutivo hacia la Perfecció Final.
Para Darwin el mundo es un reloj
accidental, cuando no hay reloj sin relojero, ni cuadra que la perfecta y
mayestática Naturaleza sea algo accidental.
EL GRAN TIMO DE LA EVOLUCIÓN DARWINISTA: EL EJEMPLO DE TUS ANCESTROS:
Repasemos la absurda teoría, ya sabemos
que todo es relativo a la Selección y que
lo que selecciona son mutantes aleatorios que surgen, porque si a pesar
de que las mutaciones sólo producen enfermedad en el peor de los casos y
nada en el mejor.
Como los estudios moleculares nos dicen que hay
procesos de reorganización genómica brutales con complejos mecanismos
proteicos y ARNs (códigos genéticos) implicados en la reorganización
masiva y expresión de los genomas (conjunto de genes) (por ejemplo
intercambio de brazos completos entre 2 cromosomas distintos) los
darwinistas se saltan el problemón llamándolos mutación, como si fuese
el mismo proceso aleatorio que el cambio de una base por otra!!!
Pero si este es un tema complejo que
requiere cierta base en biología molecular el caso de la Antropología es
paradigmático a la vez que sorprendente. Según la teoría eugenésica de
Darwin el ser humano aparece hace más bien poco, menos de 1,5 millones
de años (para cuadrarlo con la concepción judío-cristiana del hombre como última creación, (Michael Cremo, Forbbiden Archaeology)) y viene de un mono.
No deja de ser obvio que el ser humano
viene de un mono puesto que en primer lugar no deja de ser un mono, pero
bueno, aparte de este sinsentido la evolución humana se resume en una
aberración fotográfica sólo comparable al tratamiento del cáncer o el
timo de los antirretrovirales;
El método ciéntifico ha dejado de existir
en la ciencia oficial, ahora son los fanáticos religiososo. políticos y la
Corporocracia los que deciden que es verad y qué es mentira.
Este absurdo pero sencillo de entender resumen de la evolución humana predice que lo mejor de lo mejor es el Homo sapiens actual y que cuanto mas atrás busques en el tiempo, más idiotas eran nuestros antepasados.
EL MONITO INICIAL ES UN ESLABÓN PERDIDO
El monito inicial que no deja de ser un
chimpancé es el Eslabón Perdido. Puesto que según Darwin la evolución es
gradual y lenta que te cagas a partir de la acumulación de
pequeñas mutaciones que te aportan una ventaja adaptativa (¿??) y follas
más que los demás y tienes mas hijos y mejoras la especie esparciendo
tu nuevo “gen egoísta”, entre dos especies emparentadas ha de haber una
con caracerísticas intermedias, lo que nunca jamás se ha encontrado en
el registro fósil de ninguna especie, y claro, del humano tampoco
mientras no se lo inventen.
El segundo de la fila es el
Australopitecus, con 3’9 millones de años, en este género se pueden
encontrar multitud de especies dependiendo de la robustez de los restos,
más robustos una especie, más gráciles otra, ignorando la fuerte
influencia de la Teoría sobre este parámetro…
ATAPUERCA Y ARSUAGA SON OTRA ESTAFA
Australopithecus bahrelghazali
es una especie fósil de homínido hallada en 1995 por Michel Brunet en
Koro Toro, Chad, representado por una mandíbula con siete dientes de 3,5
a 3 millones de años de antigüedad. Es decir sólo tienen esas piezas y
ya se han inventado toda una especie cuando se supone que necesitas un
individuo completo y adulto para decir que es una nueva especie..
Pero de
saltarse estas normas también saben mucho los pseudoantropólogos
españoles, especialmente en el caso de Atapuerca con el patético pufo de
Homo antecessor descrito a partir del cráneo de un individuo
infantil y que nadie se cree salvo Arsuaga y sus compinches,
especialmente cuando están al acecho de alguna subvención o
colaboración..
Compara el cráneo de un neardenthal, que eran los
habitantes del Burgos de entonces y el antecessor y verás que
son iguales: ES OTRO TIMO. Además encontraron el cráneo de un niño
como el del hmbre actual: que no saben donde meterlo.
ATAPUERCA, OTRO TIMO. ENCONTRARON UN NIÑO COMO LOS DE AHORA HACE 800.000 AÑOS
|
LAS CADERAS DE LUCY
Lo siguiente es la foto de Lucy, un Australopithecus afarensis de poco más de un metro de altura
ESTE ESPANTAJO ES LUCY, NUESTRO SUPUESTO ANTEPASADO AFRICANO
Donald Johanson 1974, Etiopía
Según coloques la pelvis de este
chimpancé puede ser parecida a la de un humano. Lo mismo pasa con todas
las pelvis de chimpancé.
AUSTRALOPITECUS AFARENSIS
Hemos
de creer que es nuestro primer antepasado por FE.
Durante decenios el
fake cráneo de Piltdown de gorila, coló como humano en Matrixciencia. Su
descubridor fue un ídolo científico de la época. Los dibujos y vídeos
que nos muestran los documentales del sistema son una estafa de
eugenistas revenidos o de típicos pseudocientíficos chupasubvenciones
¡EL CRÁNEO DEL AUSTRALOPITECUS ES COMO EL DEL CHIMPANCE!!
He aquí el cráneo de Australopithecus
afarensis, en marrón se representan los restos encontrados y la parte
reconstruída en blanco:
CRÁNEO DE AUSTROLOPITECUS…
Y comparadlo ahora con el de un Chimpancé:
CRÁNEO DE UN CHIMPANCÉ:
¡ES IGUAL QUE EL DE AUSTROLOPITECUS
Dicen que provenimos de austrolopitecus
extinguidos hace millones de años y de chimpancés que todavía no se han
extinguido:
¿provenimos de seres que han nacido después que nosotros?.
Pero aún hay más. De este fraude de
ancestro se separa un grupo robusto que da lugar a un nuevo género;
Paránthropus, que seria a la vez el ancestro del género Homo (sapiens,
neardenthalensis, habilis, erectus, heidelberguensis, antecessor,
georgicus…tantas especies como grupos de himbestigazion) aparecido hace 2,6 m.a.
¡EL PITECÁNTROPUS ES COMO EL GORILA ACTUAL!
El Paránthropus es africano y tiene 2,6
millones de años. Es una especie de mono pseudoerguido, que ni camina
con las manos ni camina erguido y aun así es seleccionado sobre sus
ancestros. Pero si echamos un vistazo a su cráneo…
CRÁNEO DE PITECÁNTROPUS
CRÁNEO DE PARÁNTROPUS CON CRESTA
Paranthropus (Mary Leakey in 1959 hallado en Olduvai Gorge, Tanzania
… y lo comparamos con el de un gorila actual…
CRÁNEO DE GORILA ACTUAL CON CRESTA
Voilá !!!!! el pufo está
servido…A fijarse especialmente en el característico CRESTÓN sobre la
cabeza, propio de los gorilas mas modernos y actuales.
ASÍ DE “MONO” SE VEÍA AL PARÁNTRAPUS
UN CHIMPANCÉ SEGUIDO DE UN GORILA NO PUEDE SER TU ANCESTRO
Vosotros decidís, es posible que un
chimpancé seguido de un gorila sean los ancestros de algún humano…?
A partir de aquí (hace 2’5 millones de
años) todos los géneros Homo no dejan de ser humanos normales y
corrientes, al menos por la forma y proporciones de sus restos no
permiten clasificarlos en nada distinto de un Homo sapiens, ya que el concepto de especie así lo exige, otra cosa sería si supiésemos si se cruzaban o no..
También a tener en cuenta es el caso de
los homínidos gigantescos totalmente ausentes del cuadro familiar de
Homo, y de los que hay incluso un individuo completo en el Museo
Antropológico de Madrid a la vista de todo aquel que este interesado, o
los cabeza conos que abundan por la geografía mundial etc, etc… Junto a
los prehóminidos prehistóricos han aparecido muchos hombres como los
actuales.
Así que la próxima vez que insulten a
todos tus muertos enfádate mucho, o si no, por lo menos piensa en esta
maravillosa fotografía de 3,6 millones de años descubierta por Mary
Leakey en Laetoli
HUELLA HUMANA EN NATURE HACE 3,6 MILLONES , CUANDO NO HABÍA HUMANOS
Otra prueba definitiva, entonces no
había humanos, solo hombres-mono austrolopitecus, pero aparece esta
huella humana. Esta prueba que no les cuadra y ha sida obviada por la
“comunidad científica” (Nature etc..) por no ser un resto óseo, entre otras cosinhas..
TEORÍA EUGENÉSICA
La Teoría de la Evolución de Darwin no
es más que la vieja propuesta eugenésica que enmarca las creencias y
actividades ocultas de la élite. Como no podía ser menos, su autor y
apasionado viajante (especialmente a bordo de embarcaciones de la corona
inglesa como el Beagle, como hoy choricea Craig Venter) Charles Darwin
heredó de su padre una importante fortuna, que incrementó
considerablemente mediante la boda con su prima Emma Wedgwood, nieta de
Josiah Wedgwood, propietario de la famosa fábrica de porcelanas
“Etruria” (proveedora de la Real Casa), y que decidió tras un meticuloso
cálculo sobre la herencia que le correspondía (Thuillier, 1990).
DARWIN, UN ESTAFADOR USURERO MANIPULADOR
Esta fortuna se redondeó,
posteriormente, mediante sus actividades como prestamista (Hemleben,
1971), como él mismo escribe en sus memorias, Pero poco después me
convencí, por diversas circunstancias, de que mi padre me dejaría
herencia suficiente para subsistir con cierto confort, si bien nunca
imaginé que sería tan rico como soy (Autobiografía).
En el contexto de la Inglaterra
victoriana parece razonable suponer que esta condición, junto con el
hecho de que tres años después de su boda, a los treinta años, se
instaló en su residencia, Down House, de la que apenas salió el resto de
su vida, no resultase muy favorable para una profunda comprensión de
una realidad social sobre la que emitía juicios tan rotundos.¡Pura
eugenesia de la elite Inglesa!:
Para aquellos que no se han leído el prescindible libro de Darwin “Sobre el origen de las especies por medio de la selección natural, o el mantenimiento de las razas favorecidas en la lucha por la existencia“
y que lo han dado por sentado recomiendo su pésima y tortuosa lectura.
Los juicios sociales de su autor se resumen en detalle en su infame
afirmación;
“Con respecto a las cualidades morales,
aun los pueblos más civilizados progresan siempre eliminando algunas de
las disposiciones malévolas de sus individuos. Veamos, si no, cómo la
transmisión libre de las perversas cualidades de los malhechores se
impide o ejecutándolos o reduciéndolos a la cárcel por mucho tiempo. / …
/ En la cría de animales domésticos es elemento muy importante de
buenos resultados la eliminación de aquellos individuos que, aunque sea
en corto número, presenten cualidades inferiores” (Charles Darwin. El Origen del Hombre).
¡Si esto no es verte como puto ganado que venga Dios y lo vea!
¿Todavía te crees el cuento de la
evolución?.
Pues bien, habrás oído hablar del paradigma o ejemplo
repetido hasta el infinito de la mariposa Biston betularia.
Este es el único caso al que se refieren los darwinistas para
ejemplificar a las mentes más ingenuas su teoría
insostenible/abominable. Si no lo conoces lo explicaré para conmemorar
de una forma merecida, el aniversario de este reptiloide insustancial;
Como en cualquier otro cuento para niños todo comenzó así:
En Londres, antes de la epoca industrial las mariposas Biston betularia
eran en su mayoría de color blanco. Cuando llegó la revolución
industrial los troncos de los abedules en que vivía se tiñeron de negro a
causa de la polución. Las mariposas blancas eran vistas mas fácilmente
que las negras por su avícola depredador, y en consecuencia, eran
zampadas para regocijo de sus estómagos, antes que las negras. Así fué
como pasaron de ser blancas a ser negras las mariposas de Londres en la
época industrial. Todo ello gracias a la Selección Natural, que presionó
para que las mariposas en su mayoría blancas se volvieran en su mayoria
negras. Amén.
- Las mariposas ya existían antes, blancas y negras, no dejan de ser mariposas ni comienzan a serlo en ningún momento de este proceso supuestamente evolutivo. Incluso los dos colores de mariposa existen previamente.
- Las mariposas del tipo especificado por Darwin no viven sobre la corteza de los abedules y mucho menos en su tronco. Sólo se han descrito dos mariposas posadas sobre abedules y encima se posaron en las hojas.
3. Darwin era un masón asociado a la
realeza inglesa que, como no, se casó con su prima y, como era menester
en estas fechas, vendió al mundo las maravillas del egoismo y fanatismo
familiares, para justificar guerras, genocidios, robos, saqueos y
violaciones y todo tipo de aberraciones humanas en pos del avance de la
especie hacia, a saber, el superhombre de Nietche, el de Marx, la Raza
Blanca de Hitler, el pueblo elegido o los que subirán en la nave de
Asthar. Se admiten apuestas pero algo huele a que hay demasiados
aspirantes..
LA EVOLUCIÓN O LEY DE SALTO CUALITATIVO SE CLASIFICA EN TRES TIPOS:
1.- Svagata: diferencias entre partes de una estructura: ej. árbol y hojas.
2.- Homogenética: ej. diferencias entre tipos de árboles
3.-Heterogenética: ej. entre vegetales y animales etc..
En el flujo de la Creación de pratisainchara,
de lo finito a lo infinito, se realizan estos cambios hasta que el
microcosmos se funde con el Macrocosmos.
Esta es la verdadera evolución:
el Brahma Chakra, el Círculo del Infinito.
Así se creó el Universo de lo Infinito a lo finito, o sainchara y luego volvemos al orgigen de lo finito a lo infinito en pratisainchara. El universo esta hecho de “sustancia mental” y es un holograma transitorio y relativo en el flujo de la Mente Cósmica de sainchara y pratisainchara. Darwin, el pobre, de esto no tenía ni puta idea.
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PISADAS DE HUMANOS JUNTO A DINOSAURIOS
Miles de ooparts o artifactos
fuera de tiempo rebaten la incompleta teoría de evolución oficial. Se
han encontrado dinosaurios con flechas y bolas de metal de Ottosdal de
hace 2.800 millones de años. Hay muchos enigmas de posibles misteriosas
hibridaciones en el pasado como la del cerdo o leopardo o del mismo
humano, como revelan las tablillas y grabados babilónicos.
DARWIN ERA DE LA LOGIA LUNAR SOCIETY
Esta teoría de evolución fue en realidad fundada por la Lunar Society, fundada a su vez por Benjamiín Franklin
en 1765 en Birmingham, Inglaterra; sus miembros se reunían una vez al
mes, en luna llena.
Eran subversivos, perseguían derrocar monarquías
(excepto la suya, claro) y erradicar la creencia en Dios.
El abuelo de
Charles Darwin, Erasmus Darwin, era un miembro importante de esta
sociedad, y escribió un libro que presentaba las mismas conclusiones que
El Origen de las Especies, que su nieto publicó sesenta años
después, sin creerse siquiera lo que presentaba. El científico Ian T.
Taylor documenta como organizaciones masónicas como esta han despistado a
los científicos.
Del Darwinismo se inventaría el humanismo para atacar a quienes tienen creencias espirituales.
Metodo illuminati en palabras de Marx:
“Si puedes privar a la gente de su historia, son facilmente
persuadidos”. Mao empezo a matar maestros de chi kung, hasta que cayo en
que le salia mas barata la medicina tradicional china que la occidental
de los soviets.
Se dijo que el experimento Miller-Urey
(1953) cofirmaba la teoría de Darwin, pero sólo se crearon unos simples
aminoácidos.
Sir Fred Hoyle escribió en The Intelligent Universe (1983):
“La vida, tal como la conocemos, depende entre otras cosas de al menos
2000 enzimas. Como podrian las fuerzas del mar primal lograr reunir los
elementos químicos correctos para componer enzimas?”. Luego toda la
doctrina de Darwin partiría de un non sequitur (algo no demostrado)
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La teoría de la evolución de la Darwin no
se sostiene por los registros fósiles y se basa en una serie de dogmas
eugenistas indemostrables. Existe una evolución, pero no la mécanica,
mecanicista (Universo=máquina ciega sin fin ) , accidental y
materialista de Darwin, sino un Diseño Inteligente
(que no creacionismo), que convierte al Universo en una máquina de
Hacer Dioses o Ascensión en Espiral del Elán Vital hacia la Máxima
Perfección o Punto Omega.
Los ooparts
encontrados invalidan toda la datación de la evolución oficial y abre la
puerta a la hipótesis de la intervención no humana, ya que es imposible
que en sólo unos 3 millones de años o un millón de años el hombre
evolucione tan rápidamente como se nos dice, cuando las grandes
mutaciones de los mamíferos ocurren cada 8 millones de años y especies
como los Neardenthal tienen un número de cromosomas distinto a los
nuestros. Además si atendemos a los patrones de la evolución, lo más
lógico sería que hubiésemos acabado en dinosauriodes, como postula Dale Russell no en nuestro bello, vulnerable y caótico engendro actual.
1 comentario:
Magnífica exposición y recopilación de datos. Hoy he amanecido feliz de poder leer un texto con sentido. Soy antropóloga y echo de menos encontrar algún texto que exponga el sentido lógico y práctico de la vida y que deje de manifiesto que no todo es como nos lo quieren hacer ver y que algunos pensamos más allá y con nuestro propio cerebro...no con el de "ellos" Gracias y felicitaciones
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