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En el prólogo de su obra, Paul H. Koch describe, como la imagen arquetípica del “Diablo” fue robada de una divinidad de los antiguos dioses griegos por parte de los primeros fundadores de la Iglesia Católica, con la intención de vencer por completo el paganismo que aún se practicaba en la Europa de los primeros siglos de la era cristiana, con el objeto de imponer la posición de esa doctrina.
Todo aquello que nos motiva y que nos conduce a un determinado comportamiento, ha sido inyectado en nuestras conciencias por parte del sistema social que nos rodea; y que todos aceptamos por el sólo hecho de sentirnos seguros y tranquilos. Pero el autor se hace una serie de cuestionamientos que plantea en forma de dudas y preguntas, tales como:
¿Qué ocurre si las cosas no son en verdad como se supone que son?
¿Y si la mayor parte de lo que nos enseñaron, de lo que nos enseñan día a día, está incompleto o desenfocado con propósitos determinados pero ocultos para nosotros?
¿Qué pasa si todo lo que nos rodea funciona de acuerdo con unas reglas del juego que no conocemos a pesar del impresionante desarrollo tecnológico que tenemos y que nos hace sentir como los reyes del mundo?
Historia universal de la destrucción de los libros Fernando Báez
Los hombres que queman libros saben lo que hacen
George Steiner
Esta destrucción ha acompañado a la escritura desde sus inicios: el hombre que crea es el mismo que destruye, la bibliofagia nace en el momento mismo de la inscripción.
De esta situación da cuenta el excelente libro del venezolano Fernando Báez, crónica de viaje a través de la destrucción de libros escrita en fornida prosa.
Historia universal de la destrucción de los libros relata la inefable masacre cometida con las bibliotecas desde sus comienzos en la región mesopotámica de Súmer (hace 5.300 años aproximadamente), pasando por el emperador chino Qin Shih Huang Ti (213 a.C.), la quema de manuscritos en Constantinopla, la de la España medieval, la destrucción de códices prehispánicos, los expurgos inquisitoriales, la hoguera del oprobio hecha por los nazis (1933), hasta los memoricidios efectuados por los serbios (1993) y, aun ahora, el bibliocausto en Irak.
Su trabajo no puede sino mover a la indignación, puesto que demuestra, en sus palabras, que “el instinto destructor es cultivado socialmente, desarrollado en la madurez individual, y su grado de daño responde a las expectativas sociales de quien lo ejerce.
Ningún individuo o sociedad destruye o mata sino aquello con lo que no quiere dialogar.
Es el monólogo más radical de la acción vital.
Destruir un libro es negarse al diálogo que supone la razón plural de éste”.
La destrucción de libros es, en este sentido, una profunda negación, lo que recuerda desde luego a Borges en su ensayo sobre Nathaniel Hawthorne (Otras inquisiciones), en donde menciona una obra del estadounidense, Earth’s Holocaust, en la que confabulados todos los hombres deciden exterminar el pasado en una hoguera a la que inflaman, entre otras cosas, con todos los libros. Esta destrucción obliga a pensar en obras similares como la noveleta ilustrada de Cortázar Fantomas contra los vampiros multinacionales,narración que principia con extraños robos en las principales bibliotecas del mundo. En este caso se pretende abolir la insurrección poniendo la inteligencia en llamas.
Esta destrucción es una metáfora de la ideología voraz de la economía y la política contemporánea.
Otro libro parecido, aunque con un sostén más bien filosófico, es el de Ray Bradbury, que tiene uno de los epígrafes más contundentes y seductores de la literatura: Fahrenheit 451: la temperatura a la que el papel de los libros inflama y arde.
La utopía negativa de Bradbury es un territorio en el que no cabe la tristeza ni la diversidad; las personas son unidimensionales, se ha abolido la contingencia y la humana capacidad de hacerse daño: la lectura no tiene lugar. Montag, bombero encargado de exterminar los libros puesto que propulsan la reflexión y roban la tranquilidad, es el ejemplo de una destrucción que no crea, su fuego es definitivo. Los habitantes de su novela viven alienados, son fantasías huecas y monocordes. Sin embargo su narración no niega la memoria, los marginales de su comarca son prueba del recuerdo, evocan las palabras porque conocen de memoria los libros.
El proverbial libro de Báez, un verdadero hito literario, conmueve tanto por su temática como por su vigor intelectual, por su función política sustentada en un discurso autónomo, crítico y responsable.
El autor, ex asesor de la Unesco sobre daños al patrimonio cultural iraquí, da cuenta de la extinción de obras irrecuperables (manuscritos de las primeras traducciones al árabe de Aristóteles y tratados de Omar Khayyam, entre otras tantas maravillas).
Afortunadamente Báez y su obra no son una rara avis. El profesor estadounidense Nicholas A. Basbanes, autor de la trilogía A Gentle Madness, Patience and Fortitude y A splendor of Letter lo corroboran. Basbanes es un defensor de la palabra escrita, del libro como objeto.
Fuente: http://www.letralia.com/ed_let/decada/06.htm
DERROTA MUNDIAL e INFILTRACIÓN MUNDIAL de Don Salvador Borrego Escalante PDF
Esta entrega de la obra de Salvador Borrego Escalante constituye una Edición de Homenaje, conmemorativa a uno de los libros revisionistas más importantes de todos los tiempos: “Derrota Mundial”, y su extraordinaria secuela: "Infiltración Mundial".
Son ediciones con imágenes a color, mapas de las campañas militares, imágenes seleccionadas y actualizadas, para realzar el relato más completo e integral que se haya realizado sobre la Segunda Guerra Mundial.
Hay que destacar que las ediciones de estos libros son inconseguibles hoy en día, salvo alguna que otra librería selecta especializada o bibliotecas privadas. La web ha posibilitado el acceso a los pocos sitios virtuales que ofrecen algunos libros de Salvador Borrego, sin embargo el problema radica en el total desconocimiento de tan grande investigador latinoamericano y su obra.
Es increíble que un libro de semejante calidad y tan importantes contenidos con más de 20 ediciones, y un tiraje de miles de ejemplares, no se conozca. Es claro que el sistema ha impedido su difusión para evitar que la lucidez y esclarecimiento político que expresa llegue a un gran sector de la sociedad, pues pone en evidencia intereses políticos y sociales que sostienen los grupos de poder que orquestaron la guerra más grande que ha conocido la humanidad.
De hecho una de las razones que nos movió a realizar esta edición, primeramente digitalizando los libros originales, es que en la red circulan ediciones distorsionadas para confundir a miles de seguidores y conocedores que buscan asiduamente estas obras.
Salvador Borrego expone los orígenes de la Segunda Guerra Mundial, y nos lleva a través de la historia del marxismo, la irrupción del bolchevismo y la revolución mundial pregonada por sus mentores; la respuesta de occidente, el surgimiento de los fascismos y los nacionalismos, el poder ejercido desde las grandes transnacionales, la banca internacional y la propaganda detrás de la conspiración urdida para levantar a 134 naciones en contra de Alemania y en defensa del comunismo naciente.
La obras muestran fehacientemente que no fueron el odio racial, ni el afán de dominación, las causas de esta terrible contienda -argumentos sostenidos por la propaganda y la educación dirigida- sino el factor económico, el poder de la banca internacional que se vio amenazado por la irrupción del Nacional Socialismo y su peculiar manejo de un sistema monetario respaldado por el trabajo y no por el patrón oro.
En este libro avalado por una exhaustiva investigación de alrededor de quinientas obras especializadas, y más de 5000 recortes de periódicos y revistas, el autor nos lleva por un viaje extraordinario a los escenarios de las grandes campañas militares de la Segunda Guerra Mundial. El lector podrá vivir el dramatismo de las acciones bélicas narradas con extraordinario realismo. Aporta conclusiones estratégicas, destaca las virtudes marciales y el valor de los beligerantes, que muestran su gran formación castrense y filosófica.
Salvador Borrego nos advierte del peligro que se cierne sobre todas las naciones del mundo al someter su soberanía bajo el poder global del supra capitalismo. Es una obra colosal, digna de un hijo de nuestra América, de un patriota, un hombre lleno de voluntad y espíritu que con su legado nos ha dado un ejemplo a seguir
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