"La primera de todas las fuerzas que dirigen el mundo es la mentira" ------ J.L.Revel . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
"El poder militar o monetario tienen fuerza, pero la fuerza definitiva la tiene la opinion publica, de ahi que haya que manipularla desde que nace"
06 marzo 2019
El FEMINISMO: En manos del estado, no de las mujeres
El feminismo globalista actual,
esta en manos del estado, no de las mujeres
Hay millones de euros para fomentar este tipo de feminismo - que destruye a mujeres y hombres por igual.
"Mientras cada dia hay una manifestacion pro feminismo, cada vez hay menos contra la injusticia laboral, los contratos basura, y los sueldos en descenso. Y las huelgas siguen en descenso"
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Lista de agresiones hacia mujeres en España:
Actualizada a fecha de hoy, 04 de Agosto de 2019.
Lo que no quieren que sepamos.
DETENIDOS O EN BUSCA: 1072.
-520 EXTRANJEROS -127 ESPAÑOLES. -425 NACIONALIDAD DESCONOCIDA. (LOS MEDIOS NO INFORMAN).
“Las mujeres hemos olvidado que somos mujeres”: Eva Herman
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Las grandes empresas aprovechan el 8M para lanzar esloganes y productos "en defensa" del feminismo
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ESTA ES LA VERDADERA BRECHA:
En 2017 aumentó el abismo entre millonarios y pobres
El 82% de la riqueza creada en el mundo el año pasado fue para el 1% más rico de la población.
? DONDE ESTAN LAS MANIFESTACIONES
POR ESTA INMENSA INJUSTICIA ?
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Un tema tan grave como EL SUICIDIO no tiene lugar en los grandes medios de comunicacion, como si tiene este tipo de "violencia de genero":
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Interesante entrevista sobre el CASO LA MANADA y otros temas igualmente importantes- un periodista integro y valiente:
“Las mujeres hemos alcanzado logros importantes. Vivimos en una época de posibilidades ilimitadas. ¿Qué quieres ser? ¿Directora de departamento, astronauta o canciller? ¿Quieres vivir sola, en pareja, casarte o «sólo ser madre»? Todo está a nuestra disposición en el supermercado de los deseos. La mujer buena, adaptada y reprimida forma parte del pasado.
Eva se dejó convencer por la serpiente, mordió la fruta prohibida y, desde que le tendió la manzana a Adán y ambos comieron del Árbol de la Sabiduría, las mujeres hemos conquistado el mundo. Decidimos qué queremos y agarramos lo que podemos en el mercado de las posibilidades.
Así que todo perfecto, ¿no? Es verdad, hemos logrado muchas cosas. Desfilamos a paso rápido a través de una agotadora cotidianidad llena de contradicciones, ansiamos desesperadamente una protección, un hogar y una familia, y todos los días libramos nuestra batalla solitaria en el mundo laboral masculino. Nuestras relaciones se rompen con una rapidez cada vez mayor.
Renunciamos a tener hijos, y, si los tenemos, los depositamos cuanto antes en las manos de un extraño. Hacer equilibrios entre la vida privada y la carrera es un deporte peligroso que, en lugar de darnos alas, nos aniquila. Nos exige demasiado, nos agota y nos cansa y, de vez en cuando, nos preguntamos si merece la pena.
¿Cuál es el precio que pagamos por emanciparnos y tener seguridad en nosotras mismas? ¿Acaso seguimos siendo mujeres o hemos perdido nuestra feminidad? Quien se plantea dichas preguntas en voz alta rompe un tabú. Se lo considera un traidor de la mujer y ha de contar con...
una oposición considerable por parte de una sociedad que ya no se atreve a discutir si los logros de los movimientos femeninos son logros de verdad. Lo sé por propia experiencia. Cuando planteé esas preguntas, tuve que tragarme unas cuantas cosas. Algunos intentaron atacarme personalmente y eso no fue agradable.
Pero el tema es demasiado importante para dejarme intimidar. Demasiado importante para seguir actuando como siempre, porque lo que está en juego es nuestro futuro, el de nuestros hijos, y la continuidad de nuestra sociedad. Si seguimos así nos extinguiremos y nuestra tierra quedará yerma dentro de pocos siglos.”
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Silvia Federici:
"Ahora las mujeres tienen dos trabajos -el de fuera de casa y el de
dentro- y aún menos tiempo para luchar, y participar en movimientos
sociales o políticos"
...en general, el trabajo asalariado no ha liberado nunca a nadie
muchas mujeres han conseguido más autonomía a través del trabajo asalariado respecto de los hombres, pero no respecto del capital
Organismos internacionales como el FMI, el Banco Mundial o la ONU publican informes animando a la participación femenina en el mercado laboral, mientras alientan medidas de recorte que perjudican la igualdad y la vida de las mujeres...
Es un error no ver el tipo de planificación capitalista que se está desarrollando dentro del proyecto de globalización.
Hubo una intervención masiva en la agenda y en las políticas feministas con el objetivo de usar el feminismo para promover el neoliberalismo y para contrarrestar el potencial subversivo que tenía el movimietno de mujeres en términos, por ejemplo, de lucha contra la división sexual del trabajo y contra todos los mecanismos de explotación.
A través de varias conferencias mundiales, por ejemplo, las mujeres presentes se presentaban
así mismas como la representación de las mujeres del mundo y de lo que es
o no el feminismo. Por otro lado, su otro objetivo era 'educar' a los
gobiernos del mundo en que algo tenía que cambiar en la legislación
laboral para permitir la entrada de las mujeres en el trabajo
asalariado.
pregunta: Usted rechaza que las mujeres se incorporen en igualdad a los Ejércitos ?
No a las mujeres en el Ejército, de ninguna manera. Hay que tener en
cuenta que los hombres también son explotados. Entonces, si decimos
simplemente que queremos la igualdad con los hombres estamos diciendo
que queremos tener la misma explotación que los hombres tienen.
La igualdad es un término que congela el feminismo: por supuesto que en
un sentido general no podemos estar en contra de la igualdad, pero en
otro sentido decir solo que luchamos por la igualdad es decir que
queremos la explotación capitalista que sufren los hombres.
Creo que lo
podemos hacer mejor que eso, hay que aspirar a transformar el modelo
entero, porque los hombres tampoco tienen una situación ideal, los
hombres también deben ser liberados, porque son sujetos de un proceso de
explotación. Por eso no a las mujeres en el ejército, porque no a la
guerra, no a la participación en ninguna organización que nos comprometa
a matar a otras mujeres, a otros hombres en otros países con el
objetivo de controlar los recursos del mundo.
La lucha feminista debería
deicr en ese sentido que los hombres deberían ser iguales a las
mujeres, que no haya hombres en los ejércitos, es decir, no a los
ejércitos y no a las guerras.
Sobre el trabajo domestico:
si las mujeres paran, todo para; si el trabajo doméstico para, todo lo demás para
...Por eso el capitalismo tiene que devaluar este trabajo constantemente
para sobrevivir: ¿por qué ese trabajo no está pagado si mantiene
nuestras vidas en marcha?
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Camille Paglia:
"Sin el hombre, la mujer nunca hubiera salido de la cueva"
Algunas feministas la comparan con Hitler, pero a la pionera en temas de la mujer y autora superventas no le importa ser polémica.
Publica 'Feminismo pasado y presente' (Ed. Turner)
"El feminismo se ha centrado en la retórica antimasculina en lugar de en el significado de la vida", sostiene una intelectual tan respetada como controvertida
Algunos presentan a Camille Paglia (Nueva York, 1947) como la feminista a la que odian las feministas. Natural. La escritora y profesora de Humanidades de la Universidad de las Artes de Filadelfia huye de lo políticamente correcto.
«Creo en las mujeres fuertes que se protegen solas, no en las que corren a refugiarse en un comité», afirma en esta entrevista exclusiva.
Atea, lesbiana y siempre libertaria, admiradora de Almodóvar y crítica con el ultrafeminismo de series como Girls -llamó a su creadora «neurótica»-, ahora publica Feminismo pasado y presente (Ed. Turner). A su juicio, el famoso patriarcado que, según el feminismo, es responsable de todos los males de este mundo, no existe. Y a partir de ahí...
El feminismo ha conseguido envenenar la atmósfera cultural con su aversión a lo masculinoEl pasado 8 de marzo, miles de españolas salieron a la calle.
¿Ah sí? ¿Por qué motivo? Por muchos. Se habla de la brecha salarial, de...No sé cómo es en España, pero en EEUU desde Kennedy, por ley, se tiene que pagar lo mismo a un hombre y a una mujer si hacen el mismo trabajo. Tenemos la misma ley en España desde 1980.
Mire, yo soy una feminista igualitaria. Eso es que exijo un trato equitativo para hombres y mujeres en todos los ámbitos. Y si una mujer hace el mismo trabajo que un hombre, le tienen que pagar lo mismo. Sin embargo, ahora las feministas se apoyan en no sé cuántas estadísticas para afirmar que las mujeres en general ganan menos que los hombres. Pero esos gráficos son fácilmente rebatibles. Las mujeres suelen elegir trabajos más flexibles (y, por lo tanto, peor pagados) para poder dedicarse a sus familias.
También prefieren los trabajos que son limpios, ordenados, seguros. Los que son sucios y peligrosos se los suelen endosar a los hombres, que también suelen estar más presentes en áreas más comerciales. Tienen una vida mucho más desordenada pero eso, por supuesto, se remunera. En España la brecha empieza con el nacimiento del primer hijo.Lo que es evidente es que las mujeres tienen también derecho a elegir diferentes caminos. Y a lo mejor para muchas mujeres el trabajo no es tan importante. Para otras mujeres sí que lo es.Pero hay otras muchas que prefieren un trabajo más flexible para pasar más tiempo con sus hijos y no dejarlos al cuidado de extraños.
El problema del feminismo es que no representa a un amplísimo sector de las mujeres. Por eso se ha centrado en la ideología y en la retórica antimasculina en lugar de hacerlo en el análisis objetivo de los datos, de la psicología humana y el significado de la vida. No creo que la carrera laboral deba ser lo más importante de la vida de una persona. Si permites que tu trabajo defina tu personalidad, es que eres un enfermo.
La vida humana está dividida en la vida privada y en la pública. Y es muy importante desarrollar la vida familiar, afectiva... Centrarse sólo en la vida pública puede ser propio de personalidades distorsionadas. Por eso las nuevas generaciones en EEUU se atiborran de antidepresivos. Identifican la vida con el trabajo y eso sólo te puede hacer sentir miserable.
Las élites feministas...En los años 60 el feminismo de izquierdas trataba de atraer a las mujeres trabajadoras y adoptaba las maneras y el lenguaje de la clase trabajadora. En los 70 se empezó a imponer una corriente que se centraba en las burguesas de profesiones liberales, principalmente profesores, periodistas...
Ese tipo de feminista que cree saber qué es lo mejor para las mujeres. Pero lo cierto es que sólo están centradas en hacer carrera y no se dan cuenta de lo distintas que son sus vidas de las mujeres de clases trabajadoras que pretenden representar. Hay una actitud muy elitista en el feminismo. Y las periodistas y las que se llaman intelectuales tienen mucha culpa.
La gente joven, de clase media, es blanda. Viven en un entorno protegido para no ser ofendidosUsted defiende que el feminismo también debería incluir la visión de las conservadoras.Sí. El debate sobre el aborto es un claro ejemplo. Yo estoy 100% a favor de la libre elección de las madres y de todo eso de que mi cuerpo es mío porque ni el Estado ni la Iglesia pueden decir a ninguna mujer lo que tiene que hacer.
Sin embargo, respeto los movimientos antiabortistas y me parece atroz que el feminismo los excluya de sus manifestaciones y sus marchas. Es ridículo. Y además, fue nefasto que la segunda ola del feminismo tuviera una visión tan negativa de las mujeres que se quedaban en casa para cuidar a sus hijos. Se las miraba como a unas ciudadanas de segunda y ellas, claro, rechazaron el feminismo. El feminismo aún se sorprende de que tantas mujeres votaran a Trump.La idea de que las mujeres tuvieran que votar por Hillary, uno de los seres más corruptos de nuestra Historia, por el mero hecho de ser mujer, era ridícula. Le explico: en 2008 voté por Obama; en 2012 lo hice a los verdes. ¿Por qué? Porque la administración Obama ha sido un desastre. Se ha dedicado a inflamar las tensiones sociales en lugar de resolverlas.
Obama ha dejado un país desastroso en términos de tensión social. Él prometió armonía pero ha dejado un país resquebrajado. Y diría más: si en vez de presentar a Trump, los republicanos hubieran nominado a un candidato clásico, habrían arrasado porque los demócratas han sido un desastre.
¿Qué han hecho? Promover las tensiones identitarias porque creen que es la única manera de permanecer en el poder. En Europa también se fomentan las identidades frente a la ciudadanía.En 1972 yo era la única estudiante de Yale abiertamente lesbiana. Y Dios sabe lo que me pudo costar aquello profesionalmente.
Pero luego a finales de los 70 y los 80 empezó a proliferar el identitarismo. Se crearon los departamentos de género, los estudios afroamericanos... Y esa institucionalización de las identidades es lo que está a punto de cargarse las universidades en EEUU. Ahora lo que hay es una serie de administradores y burócratas que justifican su sueldo enseñando, por ejemplo, Literatura y Arte desde un punto de vista identitario. ¡Enfermizo! Yo abogo por la visión verdaderamente multicultural que teníamos en los 60, que era lo opuesto a los estudios de mujeres, de gays, de afroamericanos... No se puede meter el Arte o la Historia en compartimentos de jerga, clichés...
Este feminismo es elitista. No comprende a las mujeres trabajadoras que pretende representar
En uno de sus ensayos usted critica que el feminismo haya prescindido de Freud en favor de autores como Derrida y Foucault.
Tampoco se trata de mitificarlo, pero el desprecio a Freud es un desastre para el feminismo porque es incapaz de entender o analizar las relaciones sexuales. Sin Freud no se explica lo que pasa entre hombres, mujeres, hermanos... Y por eso el feminismo es incapaz de construir una teoría del sexo. La realidad es que la única aportación de este feminismo es un análisis desde el punto de vista político. ¡Una locura! El sexo no se puede explicar con política.
Lo que pasa es que estas burguesas, las feministas, lo que buscan es una forma de religión. Quieren un dogma y eso es lo que han encontrado en las identidades. Y si la gente contempla la política como si fuera su salvación, su dogma, pues acabas de crear el infierno.
¡Otro!
pregunta:Es evidente que las mujeres deben ser protegidas. ¿No?
En mi generación pedíamos a las autoridades que no se metieran en nuestras vidas privadas. Cuando llegué a la Universidad en 1964, los dormitorios de las chicas se cerraban a las 11 de la noche. Sin embargo, los hombres no tenían toque de queda y podían pasarse toda la noche por ahí.
Pensábamos que era una vergüenza pero en la universidad nos respondían que eso no podía ser porque el mundo era peligroso. Y nos quejamos al rector: «Denos libertad aunque eso acarree el riesgo de que nos violen». Y lo logramos porque aceptamos los peligros. El problema es que a nosotros nos educaron personas que habían ido a la Segunda Guerra Mundial y vivido la Gran Depresión. Nuestros padres entendían lo que era la realidad y nos advertían de los riesgos. Por lo que, aunque estábamos muy protegidos, nos habían explicado los peligros del mundo y habíamos desarrollado una personalidad que nos permitía afrontar las contrapartidas de la libertad.
Hoy, dos generaciones después, la gente joven, de clase media, es blanda e incapaz de sobrevivir. Viven en un entorno protegido, educados para no ser ofendidos. No se les enseña la sucesión de horrores que ha sido la Historia. Sólo se les habla de esta basura identitaria y victimista.
¿Infantiles?
La cosa es que las chicas creen que se pueden vestir como Madonna (en los 80) para ir por una calle oscura en mitad de la noche y que no les va a pasar nada. Y tienen perfecto derecho a creerlo, pero yo les advierto que si lo hacen tienen que estar preparadas para todos los peligros a los que puedan enfrentarse. Entre ellos, los que representan unos pocos hombres que no sólo son abusivos sino psicóticos. Pero a los chicos de hoy en día les han enseñado que todo el mundo es bueno y que la única forma en la que te conviertes en malo es mediante la injusticia social.
pregunta: Habla de psicópatas pero el movimiento Me too...
La revolución sexual que liberó a mi generación y que fue fabulosa no está afectando de idéntica forma a las nuevas generaciones.
Está forzando a las niñas a tener relaciones mucho antes de lo que ellas quieren y creo que eso también está alterando la relaciones entre sexos.
De esta forma, las mujeres están perdiendo dignidad y estatus. Para los hombres es fantástico porque tienen un acceso al sexo inimaginable. ¡Y no quiero pensar en todas esas citas que se hacen ahora por teléfono! El sexo se ha hecho demasiado banal... Creo que hace falta una reasignación de la sociedad contemporánea para que hombres y mujeres vuelvan a valorar los códigos del cortejo.
Los hombres y las mujeres ven el sexo de manera diferente. Y éste es otro error del feminismo. Ha abandonado la biología y dice que no hay diferencias entre sexos. Es que...Es de locos.
Si se crean estudios de género, qué menos que incluir el estudio de la biología, esencial incluso cuando, como sostienen algunos, se trata de una mera construcción social. Por eso yo digo que los estudios de género son mera propaganda y no son una disciplina académica. No hay diferencia entre este discurso y la propaganda fascista durante la II Guerra Mundial. Es mentira que el género sea totalmente una construcción social porque, como expliqué en 'Sexual Personae', se trata más bien de una intersección entre la cultura y la naturaleza.
Usted sostiene que hay una crisis de masculinidad.
Ahora hay una crisis de roles de género y un debate centrado únicamente en las necesidades de las mujeres. Mientras, a los hombres se los retrata como violadores, criminales y todo lo masculino se desprestigia. Hasta llegan a decir que los hombres son mujeres incompletas. ¡El feminismo ha conseguido envenenar la atmósfera cultural con su aversión a lo masculino! Claro, los muchachos ven esto como algo terrible y yo lo siento mucho por ellos. Atravesamos un periodo de caos. Es cierto que tenemos muchos privilegios, lujos... pero la gente es miserable.
¿Por qué?
En realidad durante muchos milenios hombres y mujeres tuvieron poco contacto. Ellos se iban de caza (o lo que fuera) y ellas se quedaban en casa haciendo lo que tuvieran que hacer. Hoy, hombres y mujeres trabajan juntos, pero las mujeres dicen que los hombres las discriminan y las acosan. El feminismo debería abstenerse de seguir con esa retórica tan antihombre porque no está ayudando a que sus niños se conviertan en adultos. La culpa de los males de las feministas no la tienen los hombres, sino este sistema profesional en el que vivimos.
Claro que hubo mujeres artistas en la historia. suelen ser de segunda fila, como Artemisia Gentileschi"
Despotrica pero usted es muy feliz enfocada en su carrera.
De pequeña me quería parecer a Amelia Earhart, a Katharine Hepburn... Pero el caso es que no me identifico únicamente con mi papel profesional o público. La vida real es también la familia, los amigos... Las carreras también se han convertido en una identidad para muchas.
Sin embargo, las mujeres obreras no le dan tanta importancia al trabajo, es algo que hacen para ganar dinero. Y tienen su verdadera vida en casa, durante las vacaciones. Entonces se olvidan del trabajo. Las clases medias y altas, la burguesía, sin embargo, piensan constantemente en el trabajo y eso no es saludable. El feminismo sostiene que se ha ocultado la historia de las mujeres.En mi libro 'Sexual personae'...
'Mein Kampf', según Gloria Steinem....
escribí que si la civilización hubiera quedado en manos de las mujeres seguiríamos viviendo en la cueva. La gente no lo entendió bien. Lo que yo quería decir es que las grandes estructuras fueron producto de los hombres. Y luego hubo mujeres que crearon a partir de esas estructuras. Y las mejoraron. Me refiero a las mujeres olvidadas del Arte, de la Literatura.
Y cuando investigas te das cuenta de que son artistas de segunda fila a las que se les prestó poca atención. Ahora se habla mucho de Artemisia Gentileschi pero, bueno, es una figura menor. Los hombres han sido los que han roto los estilos y los que han creado la Historia del Arte. No tengo duda. Los grandes proyectos de irrigación de Mesopotamia, las pirámides de Egipto fueron idea de los hombres.
¿Por qué?
Porque los hombres son capaces de matarse a sí mismos y a otros para llevar a cabo sus proyectos. O sus experimentos. Siempre tratan de ir más allá del conformismo, de la cueva en la que estaban las mujeres. En parte, quizás, para escapar de las cuevas porque en las cuevas mandaban las mujeres.
¿Entonces?
Que es muy desagradable no reconocer los logros de los hombres porque las estructuras que han creado es lo que ha permitido a las mujeres escapar de la opresión de la propia naturaleza y tener sus propias carreras, identidades, logros... Así que ha llegado el momento de dejar de vilipendiar y minusvalorar a los hombres.
¿Y el heteropatriarcado?
No existe. Es una estupidez que descalifica cualquier análisis.
En Occidente, las mujeres no viven en ningún patriarcado. A menudo usted recalca que en EEUU las mujeres de la frontera, del Oeste, obtuvieron el derecho al voto antes que las cultivadas señoras de la Costa Este. En las sociedades agrarias, más familiares, los hombres miraban a las mujeres más como sus iguales porque hacían mucho trabajo físico. En Nueva York las mujeres eran delicadas y llevaban corsé y tomaban el té. Las mujeres trabajadoras tratan más como iguales a sus hombres y les hablan más claro que esas mujeres de clase media y alta que son incapaces de lidiar con su jefe en la oficina. Se debe a que están educadas para comportarse de una forma burguesa, a moderar su voz a complacer, a ser pasivas. Por eso yo llamo a mi feminismo un feminismo de la calle. Yo creo en las mujeres fuertes, que son capaces de crecer y protegerse solas. No en las que corren a refugiarse en las leyes o en un comité.
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2017: La mayoría de niños asesinados, en España,
tuvieron como verdugos a sus madres
De 23 niños asesinados por sus progenitores este año en España,
dieciséis lo fueron presuntamente a manos de sus madres y siete a manos
de sus padres, según los datos que ha hecho públicos la Federación
Andaluza por la Igualdad Efectiva (FADIE), con motivo del sexto
aniversario de la Ley Integral de Violencia de Género
Vamos que todos los sexos son igual de "malos" o de buenos
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Las 22 madres y tres madrastras que asesinaron a sus hijos en España
Raquel, Ikram, Katharina y Rina. CRÓNICA/NURIA SOLER (EL PERIÓDICO DE ARAGÓN) / QUIM PUIG
En los últimos cinco años han matado a 28 niños. El último, Gabriel
«La gente quizá vea ahora el caso de Gabriel como una anomalía, pero no lo es». Habla Andrés Conde, director de la ONG Save The Children.
«No es un suceso. Es un problema invisibilizado y sistémico»,
continúa.
«Todas las semanas hay casos de violencia extrema contra los
niños.
Su muerte es, desgraciadamente, una oportunidad: debemos arrojar
luz sobre la violencia contra los niños. Por Gabriel, incluso».
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UNA PREGUNTA QUE UNO DEBIERA DE HACERSE:
ES MAS FACIL CAMBIAR DE SEXO QUE TE SUBAN EL SUELDO
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Miles de millones para el movimiento feminista patrocinados por instancias Internacionales para destruir el tejido social:
Seguidamente, una
entrevista que he realizado(Rafapal) al periodista Enrique de Diego en torno a
su nuevo libro
“El triunfo de Ágatha Ruiz de la Prada”,
que gira
en torno a la abogada especializada en violencia de género, Cruz
Sánchez de Lara, nueva esposa de Pedro J. Ramírez, y ex esposo de
la mujer que da título al libro.
(Lo podéis adquirir en Amazon).
-¿Podría resumir,
para el profano, el bagaje profesional de la nueva mujer
de Pedro J. Ramírez,
la abogada Cruz Sánchez de Lara?
-Estamos ante una
mediocre estudiante de Derecho que entra en la
Federación de
Mujeres Progresistas, un chiringuito del PSOE
ultrasubvencionado,
como directora jurídica de violencia de género.
Puesto desde el que sus
clientas tienen tendencia a presentar denuncias falsas y a
convertir los casos
de divorcio y custodia en orgías falsas de la llamada
violencia de género.
Una mujer ambiciosa que ha triturado a su primer
marido y que parece
haber encadilado a un Pedro J en crisis existencial y
profesional; un
periodista acabado y una persona descentrada e inestable
emocionalmente que
se cree que ha vuelto a la adolescencia.
-¿Cuál fue su
papel en la destrucción de la vida de Jesús Muñoz?
-Estelar. La clienta
de Cruz llega a presentar la friolera de siete denuncias
falsas contra Jesús
Muñoz y hace vivir seis años de terribles penalidades
con la espada de
Damocles de una fiscalía que le pide quince años de
cárcel.
Literalmente, pretendió aniquilarle. Jesús Muñoz, que es hombre de
coraje y que ha
tenido el apoyo de su entorno, consiguió sobrevivir a este
calvario y ser
absuelto. Comparto su criterio de que es una vergüenza que
Cruz Sánchez de
Lara permanezca en el Colegio de Abogados de Madrid y
no sea expulsada.
-¿Cree que su
“carrera profesional” al amparo de la llamada industria de
los malos tratos
ejemplifica un estilo de vida actual en España?
– Lo creo y esa es
la pura verdad. A su primer marido lo ha masacrado. Es
una oportunista que,
al llegar a Madrid, vio todas las posibilidades que se
abrían de medro y
lucro con la Ley de Violencia de Género. Ha vivido y
vive de la mentira y
del sufrimiento ajeno. Es una mala abogada en todas
las acepciones de
los términos. No es la única. Forma parte de un engranaje
de triturar.
-¿Podría resumir
cómo se reparten los papeles las asociaciones de
feministas, las
abogadas y las psicólogas en todo este entramado delictivo?
Forman auténticas
tramas. Funcionan como jaurías jurídicas. Ese es el
modus operandi de la
Federación de Mujeres Progresistas, un chiringuito
del PSOE dedicado a
captar subvenciones y del que también derivan
clientas a sus
despachos. Luego va todo el equipo a destruir personas. Con
“El triunfo de
Ágatha Ruiz de la Prada” he dado las pruebas de que la
psicóloga Covadonga
Naredo, que siempre va de perito con Cruz Sánchez
de Lara, cometió
perjurio. Están previstas acciones legales.
-Se dice que estas
asociaciones se han repartido
65.000 millones de euros desde el año 2005,
¿cuántas mujeres cree que pueden vivir a costa de destruir familias
actualmente?
-Se ha gastado esa
astronómica cifra, que es poco menor que lo destinado al
rescate de la Banca,
67.000 millones de euros. Se ha convertido en un
negocio oscuro y
execrable, que pretende, como muy bien has dicho, un
genocidio de los
varones heterosexuales. No es una imagen ni una
metáfora, es una
realidad. No estoy en condiciones de decir cuántas. Un
equipo muy
profesional está investigando y cuantificando. Pero piense en
la cantidad de
asociaciones subvencionadas, en los Institutos de la Mujer,
en las consejerías
y concejalías, en los juzgados de violencia contra la
mujer, en los
despachos de abogadas feministas…
-¿Cómo describiría
el papel de la prensa en la propagación de esta
paranoia colectiva?
-La prensa es la
prostituta del sistema. En este caso, sigue el patrón
establecido:
silencio respecto a las denuncias falsas y a cualquier crítica,
propaganda de la
corrección política, ostracismo de los disidentes. No
constatar, bajo
ningún concepto, el completo fracaso de la Ley de Violencia
de Género.
-¿Cree que el Banco
Central Europeo y el FMI como acreedores de la
deuda española
impiden que haya ningún partido político que se atreva a
negar esta paranoia;
que es obligatorio aplicar la política de género si
queremos seguir
optando a las ayudas de estos organismos?
Por supuesto. Se
trata de un plan internacional que quiere hundir y destruir
las sociedades
occidentales y, por supuesto, España. No es una suposición
desde que en agosto
del año pasado se filtraron los documentos de la
Fundación Open
Society de George Soros.
En ellos, esa Fundación presume de tener
controlado un tercio de los europarlamentarios, de todos los partidos, y
concreta específicamente que siguen sus consignas en materia de ideología
de género. Todas las entidades supranaciones, uno de cuyos objetivos es
un gobierno mundial, apoyan esa nefasta ideología de destrucción de la
familia, de caída de la natalidad y de genocidio de los
varones
heretorsexuales.
-¿Se le ocurre
alguna forma de detener esta paranoia?
Sí. Pero antes
destacar el acierto en describirla como una paranoia, que
implica funcionar
con una falsa realidad e imponerla. Al final se trata de un
problema político y
de votos. Ningún partido o político se atreve, por lo
que hemos comentado
anteriormente, y porque la prensa agita la jauría. Así
que no hay otra
opción que romper el nudo gordiano por la vía política.
Hay ya muchas
víctimas de la Ley de Violencia de Género. Tienen que fortalecer
sus asociaciones y situar su derogación como la prioridad
fundamental de su voto. Tiene que surgir un partido político que
rompa este falso consenso y haga temblar. Las elecciones europeas son
un buen momento y una magnífica posibilidad.
Rafapal en San
Fernando, Cádiz, sábado 17 de febrero, con la conferencia "Por
qué falló el progreso". Centro Cultural La Bahía, calle
escritor Germán Cao Roldán, 18. 18 horas
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Las campañas de genero Posted on 2016/12/20 by NiPeGun
Los carteles y afiches hablan constantemente sobre la “violencia de género”. Sin embargo, no hay nada más violento que obligar a un ser humano a comportarse como lo que no es. Los gobiernos proscriben la virilidad y la persiguen como si fuera un mal, creando así un psicópata violento. Todo lo que se reprime, explotará de manera exacerbada tarde o temprano.
Ello, sumado a que los estados se encargan de hacer creer a las mujeres que son víctimas sólo por el hecho de haber nacido hembras, logra que ellas mismas creen las situaciones que las conviertan en aquello que los carteles dicen: primero buscarán hombres que las hagan sentir víctimas y, aunque parezca increíble, huirán de los que de verdad las amen. La razón es muy sencilla: el miedo generalizado y programado por los medios de comunicación al servicio de los gobiernos durante las 24 horas del día se apodera del inconsciente y el amor no puede con él.
Las campañas sobre la violencia de género comenzaron en 1999 y se basan en la repetición constante de las noticias con titulares del tipo “muerte de una mujer a manos de un hombre” agrupándolas, primero en un genérico “violencia de género”, luego en el erróneo termino “violencia machista” y más tarde en el absurdo concepto de “terrorismo machista” en el cual se agrupan crímenes originados por diversos motivos, tales como económicos, pasionales, etílicos, de drogadicción, etc.
Y esas diferencias, esos matices, jamás se explican.
Ello se complementa con encuestas perfectamente manipuladas por quienes las encargan con el objetivo bien claro de lo que deben hallar.
Hoy, incluso, existen encuestas que consideran violencia machista la respuesta afirmativa a la siguiente pregunta:
¿Alguna vez tu pareja no te deja ver el programa que quieres ver en la TV?
Si una mujer contestara afirmativamente a esa pregunta se consideraría que es víctima de violencia de género. Es absurdo.
Estamos pues, ante una paranoia manufacturada a nivel mundial, cosa que prueba quién está detrás de ella, cuyo objetivo no es otro que crear entre las mujeres miedo hacia los hombres, pre-colocándoles en la cabeza el concepto del victimismo. Al mismo tiempo se logra que el hombre se considere culpable de haber nacido macho, y se lo coacciona a afeminarse y a perder cotas de virilidad para dejar de sentir esa culpabilidad.
Esto último puede considerarse como el primer paso hacia su homosexualización.
Si vamos a una cuestión numérica, netamente estadística, cada año se suicidan, por ejemplo, en España unas 4.500 personas. Entre ellas una gran cantidad de hombres.
En el mismo período las supuestas víctimas de violencia “de género”, suman apenas unas 90.
En base a ese dato las campañas mediáticas de igualdad prácticamente no tendrían razón de ser.
Lo lógico es que casi todo el presupuesto de esas campañas estuviera destinado a frenar el suicidio.
Y no vemos ninguna campaña al respecto.
¿Por qué crees que ese dato comparativo no sale en los medios oficiales?
¿No te hace recordar al timo de la gripe A, la cual sumaba una ridícula cantidad de víctimas en comparación con las víctimas de la gripe ordinaria? Y todos sabemos que la gripe aviar, sobre todo el tema de la venta de sus vacunas, fue un timo tan grande como una catedral…
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2016 Asociaciones feministas vinculadas al PSOE controlan 24.000 millones de violencia de género
Cuatro federaciones feministas fuertemente vinculadas al PSOE acaparan a través de miles de asociaciones todas las líneas de trabajo del Plan estratégico contra la violencia contra la mujer y, manejan los 24.000 millones euros de los fondos europeos para violencia de género.
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LA MANIPULACION DE LA SEXUALIDAD INFANTIL COMO METODO DE DESTRUCCION DEL SER HUMANO A NIVEL GLOBAL:
Así comienza el libro de Eva Herman, “El Principio de Eva” publicado hace unos años. Este libro, que consiguió un gran éxito de ventas en Alemania, despertó una gran polémica social, exasperando a las feministas a ultranza y constatando la cómplice aprobación de muchas mujeres que vieron justificados sus deseos de poder quedarse en casa cuidando a sus hijos o ir a trabajar sin sufrir presión social por ello.
No cabe duda, Eva Herman ha tocado un tema polémico que está aún lejos de haber sido zanjado. Eva Herman recibió un severo castigo por ello y fue despedida del Canal televisivo ARD donde ejerció durante 18 años como presentadora de diversos informativos. Recibió varias acusaciones y tuvo que presentarse a varios juicios que finalmente ha ganado.
A Eva Herman se la ha presentado como enemiga pública de la mujer, del movimiento feminista y de todos los logros conseguidos en este siglo en pro de la emancipación e igualdad de derechos entre el hombre y la mujer. Eva ha declarado muchas veces que ella expone su propia vivencia y lo que piensa que la mujer ha perdido en ese largo camino de la búsqueda de la igualdad. No ve negativos los logros conseguidos pero si cree que las mujeres están olvidando su condición de género, algo semejante a lo que le está sucediendo al hombre.
La autora de “El principio de Eva” está preocupada por los bajos niveles de natalidad de las mujeres alemanas. “La discusión sobre las causas y las consecuencias de la escasez de niños actual me impulsó a escribir un artículo acerca del tema, que apareció en mayo de 2006 en la revista Cicero. «¿Acaso la emancipación es un error?», me preguntaba en dicho artículo. Y «¿acabaremos extinguiéndonos, porque las mujeres han olvidado la felicidad y la satisfacción que supone tener hijos?»”. Desde su personal experiencia, Eva Herman, que es madre de un hijo, hace un análisis indagando en investigaciones y estudios científicos, antropológicos y sociológicos en los cuales se afirma que la capacidad de ser madre es núcleo constitutivo del ser mujer y no un estado de servilismo y esclavitud que deba superarse. Y concluye: “Parece absurdo, pero es innegable: las mujeres hemos olvidado que somos mujeres. Desde muchos puntos de vista, hemos perdido nuestra feminidad, aquello que podía conformarnos”. Este “conformarnos” no se refiere al conformismo sino a aquello que da forma al arquetipo femenino.
Eva explica algunas cosas con respecto a la lucha por la igualdad de derechos y habla de algunas verdades incómodas de las que su propia trayectoria vital eran ejemplos a denunciar: “Preferimos vernos como víctimas que han de exigir sus derechos que como valientes que luchan contra los privilegios masculinos. No es de extrañar que al principio muchas mujeres se sintieran decepcionadas conmigo. ¿Acaso no había una de ellas alzado la voz en contra de su propio sexo? ¿Una mujer que durante media vida había sacado provecho de los beneficios de la emancipación femenina que repentinamente despreciaba? ¿Una que ya había pasado por tres divorcios, se había convertido en madre y aun así trabajaba muchísimo, sobre todo a las ocho de la noche, la hora a la que debería estar acostando a los niños? ¿Una mujer que, tras haber aprovechado todas las ventajas del movimiento feminista, ahora lo pisoteaba en público?” No duda en otros momentos en poner el dedo en la llaga:
“La sociedad es incapaz de llamar la atención sobre esta realidad, porque no encaja con el discurso con el que las feministas, en su mayoría solteras, pretendían convencernos hace algunos decenios: todo es planificable, nos decían, y, para realizarnos, debemos superar ese vínculo con un marido y un hijo.
Digámoslo con toda tranquilidad: nosotras mismas nos cargamos el peso de esas contradicciones a las espaldas, nosotras mismas nos convertimos en el juguete de los ofrecimientos seductores y las promesas de una carrera profesional. Al emprender la batalla por nosotras mismas, por nuestra independencia… y la batalla contra los hombres, pasamos por el aro que nos pusieron delante de las narices en vez de detenernos y plantearnos las auténticas preguntas vitales”.
El Principio de Eva es el fruto de la sincera auto reflexión de una mujer. Eva se sincera y nos explica: “Antaño mi deseo era ser feliz, y el camino para alcanzar la felicidad parecía evidente: profesionalmente y sin reflexionar al respecto, me convertí en una así llamada mujer moderna y emancipada. Fueron las cosas pequeñas, casi imperceptibles, las que causaron las catástrofes mayores: renuncié a un agradable fin de semana en pareja por presentar un lucrativo show televisivo, postergué una cena a la luz de las velas porque tenía que trabajar.
Sin pensarlo, opté por trabajar cada vez más y acabé renunciando a mi vida privada: a fin de cuentas, tenía grandes planes. Mi perspectiva empezó a cambiar cuando me quedé embarazada: de pronto comprendí que, en contra de lo que siempre había creído, yo no era lo más importante del mundo. Mi perspectiva se amplió y los sentimientos de empatía y compenetración empezaron a dominar sobre los demás. Y, poco a poco, mi supuesta superioridad y omnipotencia se fueron adaptando a las necesidades de los demás; fue un proceso que registré con asombro.
¿Qué me había ocurrido? Tardé un tiempo en comprenderlo: la visión atenta que había conseguido tener de las cosas y las personas era un producto de la naturaleza, una preparación para mi futura existencia como madre.
Desde entonces he pasado por todas las experiencias positivas y negativas que supone la presencia de un niño, y, día a día, voy incorporando nuevas miradas al dilema al que se enfrentan muchas mujeres y madres. A lo largo de los últimos años, me he topado con muchas de ellas y he ido comprendiendo que todas estamos expuestas a los mismos problemas.
En cuanto hemos cerrado la puerta de casa, dispuestas a acudir al trabajo, dejando a nuestro hijo en cama y con fiebre al cuidado de otro, nos damos cuenta de que algo no funciona. Y, por la noche, cuando, aun sabiendo que nuestro hijo o hija nos aguarda lloroso junto al teléfono y todavía no podemos abandonar nuestro escritorio, el sentimiento de tragedia nos desgarra por dentro.
Estas circunstancias son perfectamente conocidas por las mujeres profesionales como yo, y todas nos enfrentamos al mismo conflicto una y otra vez.
Pero ¿quién nos escucha? ¿A quién le importa que vivamos abrumadas por la cantidad de papeles que hemos de interpretar? Todas estas cosas ha tenido que anunciarlas una mujer de vida «pública» que, gracias a ello, ha conseguido captar cierta atención. De lo contrario, este tema explosivo permanecería todavía oculto bajo la sombra de las mujeres-objeto que sólo parlotean de sus éxitos en las arenas del mundo mediático.
Todas las conocemos, y yo misma fui durante un tiempo un miembro de ese club de marchosas. Así que pertenecí a ese grupo de heroínas y mujeres súper organizadas que aparentemente se las ingenian para arreglarlo todo y que evitan las preguntas críticas acerca del sentido de la vida con una sonrisa, mientras procuran que la tormenta no las arrastre fuera de la cubierta. Hoy lo veo de otra manera.
Me considero responsable de hablar de aquello que la mayoría de las mujeres no quieren reconocer: que con frecuencia ese proyecto de vida tan inteligente nos deja en la estacada. En realidad, sabemos que no somos capaces de cumplir al cien por cien con todos los desafíos que supone la profesión, a menudo también porque somos madres.
Es habitual que no logremos cumplir con nuestras obligaciones en el hogar y en la vida de pareja, y no sabemos cómo convertir nuestro ajetreado hogar en el ansiado oasis de paz. Lo logramos muy pocas veces y, en general, tampoco tenemos tiempo de ver a los amigos y cuidar esas relaciones de tantos años. ¿Una vida en pareja que funcione, que sea confortable y segura? ¡En absoluto!”
Y habla de la madre y de como ser madre se va convirtiendo en un estatus degradante en nuestra sociedad:
“Me saca de quicio encontrarme en situaciones en las que se hace evidente que hoy en día se considera que las mujeres sólo tienen valor si trabajan. (…) Esa desvalorización es una estupidez que ya no podemos aceptar. Hay culturas que veneran a las madres, que sienten respeto y aprecio por el logro que supone criar niños y conservar intacta la vida familiar. Pero entre nosotros, parece que las madres convencidas ocupan el último peldaño de la jerarquía social.”
Eva también hace una reflexión sobre el papel que juegan los niños en nuestra sociedad: “Me pregunto lo siguiente: ¿qué valor tienen los niños en nuestra sociedad? ¿Acaso sólo son decorativos? ¿Un lujo que uno se permite cuando ya ha alcanzado todo lo demás? ¿Algo que a veces depositamos en algún sitio y volvemos a recoger según nos convenga? Eso es lo que parece. Pero se puede renunciar a lo decorativo, y cada vez hay más mujeres que lo hacen.”
En su obra “El Principio de Eva” se tratan numerosos temas como la alarmante reducción de la natalidad en Alemania y otros países de Europa, la falta de una crianza de los niños realmente maternal y su relación con el incremento de alteraciones psicológicas de los niños y de la violencia juvenil, la llamada del reloj biológico, los efectos que produce la separación entre sexualidad y reproducción en el ámbito de la pareja, las alteraciones hormonales y sus consecuencias fruto de la adopción de roles masculinos, y la guerra de sexos que suelen acabar en el fracaso matrimonial …
“«Resulta que vivimos en un mundo materialista —escribió una indignada lectora del artículo de Cicero— y hemos de adaptarnos a él.» Yo opino lo contrario. Somos el mundo materialista, nosotros lo convertimos en lo que es. Pero, al mismo tiempo, tenemos la oportunidad de escapar de ese mecanismo, si es eso lo que de verdad deseamos.
Nuestro estado no es una construcción abstracta y anónima, sino todo lo contrario: cada uno de nosotros forma parte de esta comunidad. Decidimos, damos forma a nuestras vidas, aceptamos circunstancias o impedimos que se desarrollen. Cada persona colabora mediante sus propias acciones. Y quien cree que solo no puede lograr nada se equivoca muchísimo.”
Eva Herman explica cual es el propósito de su obra: “El objetivo de este libro es informar acerca de cómo convertir el desconcierto en energía para actuar y decidir nuestro destino de manera consciente. Parece absurdo, pero es innegable: las mujeres hemos olvidado que somos mujeres. Desde muchos puntos de vista, hemos perdido nuestra feminidad, aquello que podía conformarnos. Desfilamos trajeadas por un frío mundo masculino y reprimimos nuestros sentimientos.
En lugar de construir, luchamos, y vivimos en solitario en lugar de entregarnos a lo que mejor sabemos hacer: construir un nido cálido, formar redes, ofrecer un lugar de protección en un mundo que es cada vez más despiadado.
Si logramos recordar cuál es nuestro auténtico fuerte, podremos cambiar el mundo.
¿Grandes palabras? Quizá. Pero resulta que son las mujeres quienes pueden forjar una convivencia más humana gracias a su inteligencia social y emocional. Y lo cierto es que: poseemos una fuerza increíble que podemos volver a descubrir. Funciona sin juegos de poder, porque su deseo no es vencer, sino construir. No quiere separar, quiere reconciliar.
¿Quiénes si no las mujeres desarrollarán un proyecto alternativo al mundo de la lucha por la competencia, la falta de amor y la implacable explotación?
Llamémoslo el principio de Eva. Eva no es Adán, pese a que las feministas preferirían convencernos de que la igualdad de derechos también significa igualdad de género. Las mujeres somos distintas. Pongámonos en marcha para descubrir esa diferencia y cultivarla. No deberíamos, por tanto, seguir luchando con las armas de siempre ni contra los hombres, ni tampoco contra las mujeres que se consideran emancipadas. Es más, quisiera indicar un camino a la reconciliación, un camino de regreso a la armonía social, ésa que pueden conformar precisamente las mujeres.”
Recuerdo que en nuestras ancestrales culturas la Mujer formaba un papel prioritario. De hecho, eran tiempos donde el matriarcado se expresa en todo su esplendor. Eran tiempos idílicos, de paz, de armonía, de concordia. Los hombres tenían su cometido bien definido y las mujeres también, ambos se respetaban sin sometimientos ni rivalidades. Eva Herman hace una reflexión profunda sobre el rol que nuestra sociedad y el feminismo recalcitrante le impone a la mujer y afronta con valentía el reto de mostrar un camino de retorno a los valores perdidos
COMO SE MANIPULO EL FEMINISMO DESDE EL PODER:
Ambas
corrientes forman parte de un mismo proceso subversivo de ingeniería
social que ya se ha instaurado en “occidente” a nivel mediático,
académico e institucional, y que inició a propagarse desde la llamada
“Escuela de Frankfurt” en los años ´60, con el feminismo extremista
(cuyo fin no es “mejorar los derechos de la mujer” como falazmente nos
quieren hacer creer, sino enemistar a hombres y mujeres – además de
feminizarles a ellos y masculinizarlas a ellas); pues el famoso “divide y
conquistarás” no sólo se aplica entre países – a nivel internacional -,
sino también dentro de sociedades – a nivel estatal – para
desestructurarlas, atomizarlas y fomentar el individualismo y otras
ideas disolventes (facilitando así – una vez destruído el espíritu
comunitario – la progresiva sumisión de la Humanidad al plan
globalista).
El marxismo cultural (del cual la “ideología de género” –
feminismo y homosexualismo – forma parte) nada tiene que ver con el
socialismo, pues es un caballo de Troya dentro de los movimientos
“izquierdistas” y “anti-sistema”: Nada hay más pro-sistema que la
inquisitorial dogmática progre-burguesa cada vez más imperante en
Occidente (que promueve el “matrimonio gay”, el aborto, la vilificación
del varón, etc).
Hombres y mujeres, aún más distintos de lo que se pensaba
Un estudio mide las diferencias de personalidad de acuerdo al sexo
Las disparidades son 'extremadamente grandes', según los autores
Ángel Díaz 09/01/2012
Los rasgos de personalidad de hombres y mujeres presentan diferencias importantes y mucho mayores de lo que los expertos daban por hecho, según un nuevo estudio que ha indagado en las características psicológicas de un total de 10.000 voluntarios.
Las diferencias entre la personalidad de ambos sexos han sido objeto de un amplio debate entre la comunidad científica. Las dos hipótesis más extendidas son la de la de la psicóloga Janet Hyde, quien estima que estas disparidades son mínimas; y la visión evolutiva, según la cual hombres y mujeres han desarrollado distintas personalidades en la medida en que han debido enfrentarse a distintos problemas adaptativos.
Los autores del nuevo estudio, publicado en la revista 'PLoS One', conceden una importancia capital a este debate, pero consideran que hay "una acuciante necesidad de estimaciones empíricas precisas sobre las diferencias de sexo en la personalidad". Con este objetivo, han realizado una investigación que tiene en cuenta más rasgos de lo habitualmente utilizados en esta clase de trabajos, y han llegado a la conclusión de que las divergencias psicológicas "resultan ser extremadamente grandes bajo cualquier criterio razonable".
"Las mayores diferencias entre sexos se han hallado en sensibilidad, calidez y aprensión (más altas en mujeres); y en estabilidad emocional, dominio, adherencia a las reglas y vigilancia (más altas en hombres)", resuelve el estudio, firmado por el investigador Marco del Giudice, de la Universidad de Turín (Italia), y colaboradores de la Escuela de Negocios de la Universidad de Manchester (Reino Unido).
Según los autores, los estudios anteriores sobre la materia habían tenido en cuenta pocos rasgos de personalidad, por lo que todos ellos "sufrían, en diversos grados, de limitaciones". Por ello, han desarrollado unas "nuevas directrices" para intentar medir estas diferencias "con precisión". En todo caso, admiten que su investigación no es concluyente e invitan a otros expertos a que realicen sus propias mediciones de las diferencias psicológicas entre sexos.
Los rasgos estudiados en el presente estudio, un total de 15, pueden organizarse en cinco escalas globales (algunos rasgos están presentes en varias escalas): extraversión (que contiene los rasgos de calidez, animación, audacia social, privacidad, confianza en sí mismo); ansiedad (estabilidad emocional, vigilancia, aprensión y tensión); obstinación (calidez, sensibilidad, abstracción y apertura al cambio); independencia (dominio, osadía social, vigilancia y apertura al cambio) y autocontrol(animación, adherencia a las reglas y perfeccionismo).
Los resultados del estudio rechazan la 'hipótesis de las similitudes de género', avanzada por Hyde, pero no por ello avalan la visión evolutiva, según destacan los autores. El hecho de que existan las grandes diferencias que se han encontrado puede deberse tanto a factores biológicos como culturales, precisan.
Destacan, asimismo, que las diferencias identificadas son compatibles con la visión tradicional de dos personalidades opuestas según el sexo, que atribuye más sensibilidad e intuición a las mujeres y más obstinación y autocontrol a los hombres. "Estos efectos subsumen las clásicas diferencias sexuales en cuanto a instrumentalidad / expresividad o dominio / comprensión"
Su objetivo es lograr una reingeniería social mediante la deconstrucción marxista de la cultura y la destrucción de la familia
Se sirve del poder coercitivo de los gobiernos para imponer una ética subversiva contraria al interés de los ciudadanos
Es patrocinada por el poder político de los organismos
internacionales y por los intereses financieros de la élite
antinatalista ambientalista global
Bien hacen los propagadores de la
ideología de género en afirmar que ésta no existe. Tienen toda la razón,
ya que no hay, como tal, una sistematización de dicha ideología. Esa
corriente de pensamiento está compuesta, más bien, de una amalgama de
filosofías y de intereses de poder.
El rompecabezas se integra por tendencias tan dispares como el
iluminismo, el post modernismo, el psicologismo freudiano, el
evolucionismo de Tylor, Morgan y Darwin (con todas las derivaciones de
esa teoría: el progreso indefinido, el naturalismo anticreacionista, la
selección natural...), el existencialismo de Sartre, los exponentes de
la Escuela de Frankfurt (Adorno, Habermas, From, Heilderberg), pero
sobre todo Jacques Derrida –padre del deconstruccionismo-, Antonio
Gramsci –padre del marxismo cultural- y Friedrich Nietzche –padre del
nihilismo-.
La ideología de género es pujante pues está impulsada por los grandes
organismos supranacionales, el Banco Mundial, la ONU con todas sus
agencias especializadas, el Fondo Monetario Internacional, la OMS; por
organizaciones mundialistas poderosas como el Club Bilderberg, la
Comisión Trilateral, el Council on Foreign Relations, el Club de Roma,
Skull and Bones, el Grupo de los 300, Green Peace; está patrocinada por
el poderoso lobby de control poblacional antinatalista y ecologista, y
por financieros prominentes como George Soros (Open Society
Foundations), Rockefeller (Rockefeller Foundation), Jay Coleman
(Deutsche Bank), Ted Turner (Turner Foundation), Jeffrey Siminoff
(Morgan Stanley), Bill Gates (Gates Foundation),
entre otros, además de
un sinfín de importantes transnacionales.
La implantación de la ideología de género no es el fin, sino el medio
para facilitar el objetivo último que es operar una "reingeniería
social" que pueda dar paso al "nuevo orden mundial", un orden
centralizado, socialista y ateo.
La "nueva ética" debe ser universal, relativista, inmanente y
neo-pagana. Para ello es necesario lograr una sociedad homogeneizada y
desarraigada de credos, principios y valores. Eso se alcanza diluyendo
las conciencias y estandarizándolas bajo un pensamiento único
materialista. Por ello, las bases del "nuevo orden", ideado a finales
del Siglo XIX, son ideológicamente subversivos. El nuevo orden debe ser
ateo y anticristiano, más aún, específicamente anticatólico.
Ese objetivo lo inspiró a la poderosa orden de los Illuminati.
Escribe el masón John Robinson citando al propio fundador de la orden,
Adam Weishaupt: "La meta específica de la Orden de los Iluminados es la
de abolir el cristianismo y derrocar los gobiernos civiles".
La orden secreta, financiada por la poderosa familia Rothschild, se
creó en 1776 con el propósito de llevar a cabo los planes de la alta
francmasonería de crear un orden mundial socialista y ateo,
introduciéndose en los círculos de poder de los gobiernos y de las
finanzas. El primer logro de los Iluminados fue la Revolución Francesa,
planeada en logias masónicas en Wilhelmsbad, en 1785. Después siguieron
ejecutando y financiando otras revoluciones, entre las que destaca el
marxismo.
En 1885, la espiritista rusa Helena Blavatsky, fundadora de la
Sociedad Teosófica, escribió su "Doctrina Secreta", en la que configuró
el plan del nuevo orden mundial y la única religiosidad universal,
tomando sus objetivos de la masonería negra.
Pierre Simón, ex Gran Maestro de la Gran Logia de Francia, en su
libro "Porqué abandoné la masonería", confiesa la relación que existe
entre la adoración satánica y el plan de emancipar al individuo sin otro
límite que el que éste mismo se fije. Y admite que todas las leyes a
favor del aborto, el divorcio, la eutanasia, la homosexualidad, fueron
maduradas en las logias antes de ser discutidas por los diputados. En la
masonería se considera que el hombre es el vértice del mundo, es quien
merece adoración, por lo que la religión debe ser suprimida.
Friedrich Nietzche había sentenciado "Dios ha muerto". Y si Dios ha
muerto, también ha muerto la naturaleza creada por Él. No hay nada fuera
de nosotros que sea objetivo, por lo cual todo está conformado por la
voluntad de cada uno. Ya no es siquiera el voluntarismo de vivir de
Schopenhauer, sino la voluntad de poder, de auto afirmarse, de
prevalecer. Nada me determina, ni Dios –que no existe-, ni la
naturaleza, que es evolutiva, yo decido quién soy y nada ni nadie puede
decir lo que soy.
Simone de Beauvoir sentenció: "una mujer no nace, se hace", de donde
el rol de la mujer como madre y esposa (y su misma naturaleza) no serían
más que una construcción social. Y si la mujer se hace, el hombre
también se hace a sí mismo. Es el marxismo llevado a un proceso de
deconstrucción sexual: no existen sexos biológicos sino solo roles
atribuidos por la sociedad, por lo cual es preciso hacer guerra contra
la familia.
De Antonio Gramsci, filósofo fundador del partido comunista italiano,
tomaron la idea de que la revolución marxista planetaria nunca se
realizará mientras no se produzca un proceso dialéctico en la cultura,
principal elemento a "deconstruir" y sustituir, al mismo tiempo que se
le utiliza.
A Gramsci, Bernstein y Engels el bolchevismo ya no les importa, hay
que mutar la naturaleza del hombre para "deconstruir" a la sociedad y
conseguir la revolución antropológica sin tener que socializar los
medios de producción. Esto se hará después más fácilmente.
Deconstruir el orden social se logra, según la tesis gramsciana,
inoculando primeramente en la opinión pública el concepto de "género",
el cual pretende establecer que las personas no se identifican por su
sexo masculino o femenino, sino por la libre "opción" que se adopte para
"autoconstruirse" sexualmente mediante una "preferencia" que incluso
puede ser contraria al propio sexo. Y es que para Gramsci todo es
creación histórica "construcción cultural" y no naturaleza. Por ello,
los homosexualistas y las feministas de género promueven la idea de que
el ser humano nace sexualmente neutral, y que luego es construido
socialmente en hombre o mujer. Siguiendo esa concepción, los expertos de
la ONU se propusieron impregnar dicha idea en la educación y en los
medios de comunicación, para que los niños y jóvenes puedan crecer sin
que se les impongan "estereotipos" culturales "sexo-específicos".
En 1922, Harry Emerson Fosdick lanzó su famosa diatriba "Shall the Fundamentalist Win?",
en la que postuló que el fundamentalismo debe desaparecer: quienes no
se atreven a dudar de la revelación y de lo natural son
fundamentalistas, y el fundamentalismo es intolerante. De allí nació el
modernismo, que es el resumen de todas las herejías y el mayor repudio a
la fe.
El nuevo paradigma consiste en emanciparse de todo condicionamiento.
La verdad ha muerto y la tarea es recrear una nueva sociedad después de
fragmentar la anterior. Es, sin duda, la mayor conmoción cultural que ha
habido en la historia.
Después de construir el arquetipo viene la deconstrucción, afirmando
que el concepto de "genero" implica clase, y que la clase presupone
desigualdad. La meta es llegar a una sociedad sin clases (en este caso,
de sexos) objetivo que coincide con los fines de la revolución marxista.
Y además tiene el mismo obstáculo a combatir: el lenguaje, es decir,
los conceptos universalmente aceptados, los cuales presuponen los
conceptos biológicos y de naturaleza. La gente debe convencerse de que
sus percepciones son meras construcciones sociales y culturales.
Influenciados por estas corrientes filosóficas materialistas y
postmodernas, los creadores de la ideología de género son los
siguientes:
Wilhelm Reich, seguidor de Marx y Engels pero sobre todo discípulo de
Freud. Fue favorable a la revolución sexual y a la tarea de facilitar
el divorcio y destruir la familia por ser parte del "capitalismo
represor" del que deriva el "mito de la sexualidad procreadora". Fue
impactado en gran parte porque su mamá se suicidó traumada por haber
violado a un niño de trece años y haber tenido relaciones con el
preceptor. Posteriormente también se suicidó su padre. Toda la obra de
Reich es antipatriarcal, criticando la familia como "autoritaria". Fue
expulsado del partido comunista alemán y luego perseguido en Estados
Unidos por las terapias que aplicaba en sus clínicas, sometiendo a
mujeres con problemas psicológicas y abusando sexualmente de ellas.
Cometió también actos de bestialismo.
Alfred Kinsey: Recopiló su pensamiento el su obra "El comportamiento
sexual en el hombre". En dicho estudio cometió un gran fraude con las
estadísticas a fin de demostrar que la mayoría de las personas padece
una perversión sexual: el 37% de los hombres tuvieron relaciones
homosexuales en la adolescencia, 18% mantuvieron relaciones homosexuales
por al menos tres años entre las edades de 16 a 55 años, etc., etc...
Lo que Kinsey nunca dijo es que esas entrevistas y estudios las hizo
entre la población carcelaria, por lo que no son representativos de la
sociedad. Con todo y esa falsedad, los ideólogos de género siguen
citando la "Escala de Kinsey" como algo científico. Kinsey practicó el
sadomasoquismo y la pedofilia.
A partir de la Escuela de Frankfurt, la homosexualidad deja de de ser
una desviación grave, y lo patológico son ahora las culturas
"hetero-patriarcales". Esto influyó después en la decisión de la
Asociación de Psiquiatría Americana (APA) de desclasificar la
homosexualidad como un padecimiento psicológico.
Georges Bataille, admirador del Marqués de Sade, partidario del
satanismo orgiástico, propagó las bondades de los sacrificios humanos
rituales. Creó la sociedad secreta "Acephale" para llevar a cabo
inmolaciones y decapitaciones. Es el teórico del "erotismo narcisista"
basado en la consideración de que "el hombre soberano es un asesino en
potencia", por lo que el sadismo sexual es la consecuencia más depurada
de la sexualidad. De Bataille, los ideólogos de género toman la idea del
placer equivalente a transgresión.
Michel Foucault, uno de los más reputados ideólogos de género,
seguidor también de Nietsche y Sade, homosexual obseso, también miembro
del partido comunista. Fue iniciado en los Estados Unidos en el
sadomasoquismo homosexual y en el consumo masivo de drogas de todo tipo.
Intentó varios tipos de suicidio y nutrió un intenso odio por su propio
cuerpo que le llevaba a despellejarse con una cuchilla de afeitar.
Margaret Sanger, fundadora de Planed Parenthood, la
multinacional del aborto. Abandonó a sus propios hijos dejándolos en la
indigencia, se la pasaba en relaciones sexuales de forma irrefrenable,
fue defensora de la eugenesia. Terminó en delirio alcohólico en una
clínica, casada con un multimillonario, si bien tuvo relaciones con
otros millonario de quienes obtuvo los recursos para su fundación.
Amelia Valcarcel, quien tematizó el código moral como el "derecho al
mal" de las mujeres: éstas deben reivindicarse contra los valores
patriarcales y abandonar la dulzura femenina para adoptar su derecho al
mal.
Bruno Mattei, quien plasmó el erotismo como expresión de puro odio en un sinnúmero de escenas gore.
Margaret Mead, bisexual, antropóloga, creadora del fraude de Samoa,
la idílica isla virgen en la que el sexo se disfrutaba libremente sin
las constricciones de la cultura cristiana. En realidad, un gran fraude,
pues se trataba sólo de una mistificación, siendo Samoa una sociedad
completamente represiva.
Shulamith Fireston, autora de "La dinámica del sexo", texto básico
del feminismo. Fireston hizo de la supresión de la familia su objetivo
prioritario. Para ella, la maternidad representa la "opresión radical"
que sufre la mujer debido a la "servidumbre reproductiva determinada por
la biología" misma que es necesario suprimir.
Kate Millet, autora de "Política sexual" en donde escribió su famosa
frase "lo privado también es político" y "el amor ha sido el opio de las
mujeres". Se convirtió en lesbiana por razones ideológicas, al
considerar que el papel de los hombres en el sexo es de dominio. Por
ello es preciso cuidar la disposición de los cuerpos durante el acto
sexual, cuidando que ninguna de las personas esté encima de otra en la
cama, sino en paralelo. Millet, ha tenido que ser ingresada varias veces
al psiquiátrico, dictaminada con depresión maníaca y esquizofrenia, y
ha intentado el suicidio en diversas ocasiones.
Elisabeth Fisher, amiga de Millet, bohemia radical hippie, fundadora de "Aphra",
el primer periódico feminista, se termino suicidando, al igual que su
amiga cubana María del Drago, y al igual que su otra amiga feminista
Ellen Frankfurt. Son conocidas como "el grupo de las cuatro",
constituyendo el punto de referencia ideológico de las feministas.
Germaine Greer, autora de "La mujer eunuco", quien ha trascendido por
establecer diferencias entre las mujeres de acuerdo al tipo de orgasmo,
el vaginal o el clitoriano, exaltando la excelencia de éste último.
Promueve el aborto y el sexo lésbico. Está casada con un transexual.
Como el esquema de la ideología de género es netamente marxista, no
hay un sólo defensor o defensora de la doctrina de "género" que no pase
por "pacifista", por "víctima" o por "defensor/a" de quienes son
víctimas de ataques y discriminaciones por parte de la sociedad. La
agenda de la lucha no parece violenta, pero en los hechos violenta las
conciencias al imponer el interés de una minoría, lo cual es mucho peor.
El sentido originario de la palabra "discriminar" (distinguir,
separar) fue sustituido por uno peyorativo, el de dar trato de
inferioridad a ciertos miembros de la sociedad por motivos raciales,
religiosos, políticos, sexuales, etc.
Por ello, el criterio de "no discriminación" dejó de ser objetivo. La
existencia de cualquier jerarquía es considerada como arbitraria y
albergando el intento de disminuir a otros. Con ello renace la idea
socialista según la cual toda diferencia hace sufrir al inferior (aunque
éste sea tratado dignamente). Para evitar tal sufrimiento, habría que
suprimir toda desigualdad y homogeneizar a la sociedad.
Así manipulada, la "discriminación" es la distinción o diferencia de
trato ilegítima: ilegítima por arbitraria, y prohibida por ilegítima. El
concepto marxista clásico de "explotado" es sustituido por el de
"excluido", suponiendo que existen rivalidades sociales por motivo
sexual.
Entre las "víctimas" de la discriminación están quienes son excluidos
por practicar estilos de vida "alternativos": drogadictos, travestis,
homosexuales, prostitutas, lesbianas, etc., a quienes entonces se
procura promover para que no sean "discriminados".
El criterio de "no discriminación", que favorece a esos "grupos
minoritarios" para compensar la desventaja de ser "víctimas", los
convierte en una clase privilegiada. Pero no en razón de sus méritos,
derechos, cualidades o roles en la sociedad, sino por causa de sus
desviaciones morales. De esta forma, la "no discriminación" los acaba
transformando, bajo el nuevo principio de "tolerancia", en agentes de
degradación dentro de la sociedad. No por ellos, sino por la corriente
ideológica radical que los manipula.
El principal campo de batalla está en la lingüística, intentando
alterar el sentido de las palabras y sus connotaciones emocionales,
hasta cambiar los valores, modificar el pensamiento y crear una nueva
"cultura". De allí los términos, por ejemplo, de "interrupción del
embarazo" (en vez de aborto), "salud sexual y reproductiva" (en vez de
anticoncepción), "pareja" o "compañero/a" (en vez de concubina/o),
píldora "de emergencia" (en vez de abortiva), "preferencia sexual" (en
vez de desviación), "preembrión" (en vez de feto), "género" (en vez de
sexo), y otros más. El denominador común es que todos esos términos
llevan a la confusión y al error a grandes masas de personas que dejan
de llamar a las cosas por su nombre sin la más mínima capacidad crítica.
El objetivo es deconstruir el lenguaje, para después poder deconstruir
la familia, la educación, la cultura y la sociedad en su conjunto,
facilitando la imposición del nuevo orden mundial anticristiano y ateo.
Lamentablemente, la mayoría de los comunicadores no son conscientes
del ataque lingüístico e ideológico al que están sometidos, e
irracionalmente repiten muchos de los conceptos de la ideología de
género y de la nueva ética mundial, a pesar de que esos conceptos son
adversos a la cultura e idiosincrasia de la mayoría de la población, y
sin calibrar el daño que ocasionan.
La revolución cultural a que nos referimos encontró su equilibrio en
la postmodernidad. La postmodernidad desestabiliza y deconstruye a la
misma modernidad, la síntesis cultural que había prevalecido en
Occidente desde los tratados de Westfalia (1648). Ciertamente, la
postmodernidad deconstruye ciertos abusos de la modernidad, como el
racionalismo, pero también, al ser antropológicamente reductiva, impulsa
una apostasía de la verdad sumamente sediciosa y amenazante para la
civilización humana.
El alzamiento de mayo del 68, su rechazo de la moralidad y de la
autoridad, su exaltación de la libertad y la secularización,
precipitaron la transición de las sociedades occidentales a la
civilización "no represiva" que defendía Herbert Marcuse, otro de los
padres de la revolución cultural posmoderna.
La postmodernidad implica una desestabilización de nuestra percepción
racional y sobrenatural de la realidad, de la estructura antropológica
que dio Dios al hombre y a la mujer, del orden del universo tal y como
fue establecido por el Creador. El principio básico de la postmodernidad
es que toda realidad es una construcción social, que la realidad no
tiene un contenido estable, que no existe la verdad objetiva. Por tanto,
la misma existencia del Creador puede ser puesta en discusión.
La realidad viene a ser una construcción que se puede interpretar. No
hay una verdad objetiva y no hay reglas para la interpretación de la
realidad, todas las interpretaciones son igualmente válidas. Es la
dictadura del relativismo: si no hay nada "dado", entonces las normas y
estructuras sociales, políticas, jurídicas y espirituales pueden ser
deconstruidas y reconstruidas a voluntad, según las transformaciones
sociales del momento.
La postmodernidad exalta la soberanía arbitraria del individuo y su
derecho a elegir lo que desee. La nueva ética mundial postmoderna y la
ideología de género celebran las diferencias, la "pluralidad" de
opciones, la multiplicidad y libertad cultural, la diversidad sexual con
todo tipo de "orientaciones". Es la "liberación" del hombre de las
condiciones de existencia establecidas por Dios, es la posición de
rebeldía radical respecto a lo dado por el Creador. Es la adoración del
hombre, quien ha venido a convertirse en el centro del universo.
El radicalismo postmoderno estipula que el individuo, para ejercer su
derecho a elegir, debe liberarse de todo marco normativo, ya sea
semántico (definiciones claras), ontológico (el orden del ser, lo dado),
político (la soberanía nacional), moral (normas trascendentes), social
(tabúes, lo que está prohibido), cultural (tradiciones) o religioso
(dogma, tradición y doctrina de la Iglesia). Esta supuesta "liberación"
se convierte en un imperativo de la nueva ética. Pasa por la
deconstrucción de las definiciones claras, del contenido del lenguaje,
del conocimiento objetivo, de la razón, de la verdad, de las jerarquías
legítimas, de la autoridad, de lo natural, de la identidad (personal,
genética, nacional, cultural, religiosa, etc.) y, por lo mismo, de la
naturaleza, de la revelación divina y de los valores cristianos.
La postmodernidad reclama el derecho a ejercer la libertad personal
contra las leyes de la naturaleza, contra las tradiciones y contra la
revelación divina. Fundamenta el imperio de la nueva "ley" y la
democracia sobre el derecho a elegir, en el que incluye, en nombre de la
nueva ética, el derecho a tomar decisiones intrínsecamente malas: el
aborto, la homosexualidad, el "amor libre", el suicidio asistido, el
rechazo de cualquier forma de autoridad legítima o jerarquía, la
"tolerancia" obligatoria de todas las opiniones, en general un espíritu
de desobediencia que se manifiesta de múltiples maneras. El derecho a
elegir interpretado de este modo se ha convertido en la norma
fundamental que rige la interpretación de todos los derechos humanos, y
es la referencia principal de la nueva ética mundial. Suplanta y
"trasciende" el concepto tradicional de universalidad. Se posiciona en
un meta-nivel. Se impone y reclama para sí mismo una autoridad normativa
mundial.
La ausencia de definiciones claras es el rasgo dominante de todos los
términos y expresiones del nuevo lenguaje global en todos los
paradigmas postmodernos. Los expertos que han forjado los nuevos
conceptos se negaron explícitamente a definirlos claramente, alegando
que una definición concisa limitaría la posibilidad de cada uno de
elegir su propia interpretación, lo cual contradice la norma del derecho
a elegir. En consecuencia, los nuevos conceptos no tienen un contenido
estable o único: son procesos de cambio constante que se amplían tan a
menudo como cambian los valores de la sociedad, tan a menudo como surge
la posibilidad de nuevas opciones.
La deconstrucción del ser humano como hombre y mujer lleva a una
sociedad asexual, a una sociedad neutra, sin masculinidad ni feminidad,
que sin embargo coloca la libido en el centro de la ley. El proceso de
deconstrucción preconiza una sociedad sin amor. El concepto de género es
la caballo de Troya de la revolución feminista occidental en sus
aspectos más radicales, una revolución que se logró extender
exitosamente a las cinco partes del mundo. La perspectiva de género está
en pleno centro de las prioridades de desarrollo global, y en
particular de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU.
Existe una conexión directa entre el deconstruccionismo de género y
la ideología de "orientación sexual" (bisexualidad, homosexualidad,
lesbianismo, heterosexualidad). La ética mundial posiciona todas estas
"opciones" en el mismo nivel. La Conferencia del Cairo impuso el
concepto de familia bajo todas sus formas: este concepto supuestamente
holístico incluye no solo a la familia tradicional, sino también a las
"familias" con "padres" del mismo sexo.
En la postmodernidad, el individuo se convierte en el creador "libre"
de su propio destino y de un nuevo orden social. Puede elegir ser
homosexual hoy y ser bisexual mañana. Los niños pueden elegir su propia
opinión, independientemente de los valores que reciban de los padres
("derechos del niño"). Son tratados en pie de igualdad como "ciudadanos"
y participan en las decisiones políticas que afectan a sus vidas
(Parlamentos de Jóvenes). Los estudiantes se educan los unos a los otros
mientras que los profesores actúan como "facilitadores".
Las mujeres desempeñan roles sociales tradicionalmente de hombres
(igualdad de géneros, sociedad unisex). Las ONGs determinan políticas
mundiales, y los gobiernos se conforman a esos valores. Laicos y
ministros católicos promueven la "nueva" Iglesia, introduciendo la idea
de democracia (contra el esquema monárquico fundacional), de co-gobierno
(obispos con y al mismo nivel del Papa), y de permitir la
contracepción, el sacerdocio de la mujer y la homosexualidad tolerada.
Incluso se da el absurdo contradictorio de grupos organizados como
"Católicas por el Derecho a Decidir" que se pronuncian a favor del
aborto, a pesar de que es totalmente condenado por la Iglesia y su
promoción misma implica la excomunión latae sententiae
(automática, sin necesidad de declaración). Esto revela el gran deseo
que tienen de minar los cimientos de la Iglesia desde dentro. Y en la
mera columna vertebral, que es la fe de los creyentes.
También la promoción del aborto ("maternidad segura") demuestra el
radicalismo ideológico de la nueva ética mundial, al decretar que el
embrión no es persona humana, ignorando los avances bioéticos de la
Academia Alemana de de las Ciencias, o de la Australiana, o de la
Española, o la Francesa sobre el embrión humano, academias en las que el
meollo del debate ya no consiste, desde hace mucho tiempo, en la
identificación de indicios tempranos o tardíos de "humanidad", sino en
el reconocimiento de los derechos humanos fundamentales, particularmente
del derecho a la vida y a la integridad física, desde el primer
instante de la existencia, el cual debe ser respetado en virtud del
principio de igualdad. De esos avances científicos han surgido leyes, en
varios países, que protegen el embrión, como ser humano indefenso,
desde el primer instante de su existencia.
Tras la caída del Muro de Berlín, las circunstancias históricas
facilitaron la toma de poder por parte de los agentes de la revolución. A
principios de los 90s, la ONU desempeñó un papel esencial, aunque no
exclusivo, como catalizador de los cambios culturales de la "nueva
ética".
Introducir el concepto de "género" en los organismos internacionales
fue un paso importante en el proceso de deconstrucción, pues sutilmente
fueron eclipsando el carácter biológico de los dos sexos, masculino y
femenino, abriendo la puerta a la aceptación de la más variada actividad
sexual desordenada: homosexual, lesbiana, bisexual, transexual, etc.,
etc.
El proyecto de la UNESCO, por ejemplo, incluye la promoción de la
homosexualidad entre los adolescentes y jóvenes, a través de la
ideología de género, la libertad de "preferencia" sexual y el principio
de "no discriminación". Los principios de la nueva ética están por
encima de la tutoría de los padres de familia, sobre todo cuando se ha
legislado a favor de las "preferencias" sexuales y la "no
discriminación", por lo cual en varios países se sanciona cada vez con
más rigor a padres que educan a sus hijos en los principios morales
clásicos, incluso limitando penalmente su ejercicio de tutela. Esta es
una muestra de la intolerancia y de la tiranía de la nueva ética mundial
respecto a quienes no están en la línea del pensamiento único
imperante.
Para forzar la aplicación de los programas abortistas utilizan la
coerción económica de los organismos internacionales, sobre todo contra
los países en vías de desarrollo. Ya desde la Conferencia de Bucarest se
comenzó a exigir a las naciones a adoptar las medidas antipoblacionales
del Memorandum 200 elaborado por Henry Kissinger. En la conferencia
llevada a cabo en México, en 1984, no solo se exigieron programas, sino
también metas de reducción poblacional.
En la Conferencia de Suiza, en 1991, se propuso que "se deberá
establecer un nuevo organismo internacional que vigile la observancia de
la nueva ética mundial" con el objetivo de poder vivir "de forma
sustentable".
En, Viena, en 1992, el documento establece que "se deberán cambiar
los roles de género en orden a reducir la fertilidad". Es decir,
implantar el "nuevo tipo de familia" equivale a lo que se logra mediante
la esterilización y el control poblacional.
En la Conferencia de El Cairo, en 1994, se llegó ya a las amenazas,
sobre todo en el momento en que el director del Banco Mundial, J. T.
Preston, advirtió claramente que si los países en vías de desarrollo no
aplicaban las políticas antinatalistas, se les retirarían los créditos
financieros.
La meta de la Cumbre del Cairo de "lograr la sustentabilidad" en
realidad ponía en marcha un sistema totalitario en menoscabo de la
esfera privada trastocando el modelo de familia y el comportamiento de
las personas. "Hay que cambiar el paradigma de familia" se lee desde el
documento previo. Desde entonces, la ONU se propuso suprimir en las
legislaciones los derechos de los padres de familia de influir en
materia de educación, reproducción y sexualidad de los menores. Y fue
allí donde se lanzaron los "nuevos derechos", como el derecho al aborto
(a instancias del presidente Bill Clinton).
El "género", que fue el concepto clave de la Conferencia de Beijing
de 1995, logró imponer plenamente el concepto de "salud reproductiva",
redefiniendo la inalterable función reproductiva por "el rol variable
del hombre y de la mujer". La intención detrás de esta vaga definición
es la deconstrucción de la estructura antropológica del hombre y de la
mujer, de su complementariedad, de la feminidad y de la masculinidad.
En la Conferencia "Habitat 2" celebrada en Estambul en 1996, el
secretario general dijo admitió: "Lo que se busca es el cambio en el
estilo de vida, y el reemplazo de la familia por nuevas formas de
familia, es un proceso de reingeniería social".
En el foro de La Haya, en 1999, conocido como Cairo+5, se declaró que
los padres de familia y las escuelas constituyen "el primer obstáculo"
para hacer llegar a los adolescentes y jóvenes los "servicios" que
ofrece la ONU. Por ello, se decidió que el FNUAP (el fondo de la ONU
para las Actividades de Población) se encargaría de difundir y financiar
el proyecto "Los jóvenes educan a los jóvenes". Los cursos, se acordó,
tendrían carácter "confidencial", sin el consentimiento de los padres de
familia, aplastando el principio de patria potestad. También se
especificó que el argumento de la "prevención del SIDA" sería utilizado
para presionar a los gobiernos a adoptar el programa.
En el año 2000, en la sede de la UNESCO, en París, se aprobó la
llamada "Carta de la Tierra" un documento ecologista panteísta de corte
marxista que tuvo por redactor principal a Mijail Gorvachov. En esa
ocasión declaró: "sustituiremos los 10 mandamientos por el código moral
de esta carta". Esa carta ha sido llevada en procesión, dentro de la
llamada "arca de la esperanza" en las cumbres de Nueva York y
Johannesburgo, para que ésta "ilumine" a los presentes por su mera
presencia.
En Ginebra, en 2001, con Carolyn Hannan como directora de la División
para el Adelanto de la Mujer, la ONU empezó a estigmatizar la
maternidad. En el documento de la Cumbre se lee que "Las diferencias
sexuales fueron construidas para que el hombre dominara a la mujer; el
trabajo reproductivo es una carga o impuesto que limita a la mujer".
En esa Cumbre, se establecieron los cinco comités para los "nuevos
derechos", con la consigna de aplicar la perspectiva de género en todos
los comités, estableciendo que las resoluciones deben aplicarse en todas
las políticas públicas de los países.
El radicalismo de la corriente antinatalista es tal que el magnate
Ted Turner, paladín y financiador de la eugenesia racial moderna, llegó a
proponer, durante la Conferencia de la ONU "COP 16" organizada en
Cancún en 2010, que la política China de un solo hijo sea impuesta
obligatoriamente a nivel mundial, pues es preciso reducir la población
mundial a dos mil millones de personas (de siete mil 500 millones que
hay actualmente).
Turner intentó fortalecer la falsedad de que existe un
"calentamiento global", y de que el cambio climático tiene origen
humano. Joaquim Shellnhuber, promotor del gobierno mundial y de la
reducción poblacional, fundador del Instituto para el Impacto Climático,
a quien Jorge Mario Bergoglio pidió presentar su Encíclica "Laudato Si" en El Vaticano, declaró que es preciso reducir la población mundial a tan solo un mil y medio millones de personas.
En mayo de 2016, el Fondo Monetario Internacional abrió para México
una línea de crédito de 88 mil millones de dólares. Lo condición para el
otorgamiento fue que el presidente Enrique Peña Nieto enviara a
diversas dependencias del Ejecutivo federal un paquete de medidas que
instituyen la ideología de género, y al Congreso de la Unión una
iniciativa de ley para aprobar los "matrimonios" homosexuales.
Todas las cumbres de la ONU y las legislaciones impuestas a la
naciones han sido enfocadas a una reingeniería social. Las sociedades
humanas han quedado desarmadas para ninguna defensa. Se ha tratado de
imponer a todo el mundo un nuevo sistema de valores contra el
cristianismo, de forma que éste se pueda erradicar por vía legal. Así es
como se han abierto las puertas a un totalitarismo mucho más amenazante
que ninguno anterior.
La amenaza que se cierne es la supresión de la libertad de expresión,
como sucedió en Buenos Aires cuando se aprobó el aborto y el matrimonio
homosexual: toda opinión que vaya en contra de la ideología de género
será considerada delito.
Así declaró Hillary Clinton en Nueva York, en 2015, con ocasión de la
Conferencia sobre el Feminismo: "Los códigos profundamente enraizados,
las creencias religiosas y las fobias estructurales han de ser
modificados; los gobiernos deben usar todos sus recursos coercitivos
para redefinir los dogmas religiosos". ¿Se puede llamar tolerancia al
uso de "todos los recursos coercitivos? Si algo caracteriza a la
ideología de género es precisamente su intolerancia. Tratan de dinamitar
la sociedad, pero la mayoría debe permanecer callada.
Un grave error fue, en México, el haber elevado a rango
constitucional el derecho a la "preferencia sexual". Con esto, los
legisladores han quedado "a la moda" de los dictados que marcan
intereses extranjeros particulares, dirigidos a minar la institución de
la familia y del matrimonio. Pero demostraron su ignorancia respecto a
la moderna discusión que existe sobre el tema de la así dicha
"preferencia" sexual, desde la óptica psicológica, genética, o de
implicaciones legales o sociales.
En el aspecto genético, el debate científico actual es acerca de los
derechos del embrión, considerando a éste como nuevo ser humano,
independiente desde que el óvulo fecundado posee su código cromosómico
completo, momento en que ya se pueden definir cerca de 1,500
características desde el color del pelo, los ojos, el carácter, y, desde
luego, el sexo. Este último es una definición que es dada por
nacimiento. No se "escoge" ser hombre, o ser mujer. Se nace uno u otro.
Peor aún cuando uno acude a cualquier enciclopedia para ver lo que
son las "preferencias sexuales". Allí aparece: heterosexualidad,
homosexualidad, transexualidad, zoofilia, pederastia, onanismo,
fetichismo, vouyerismo, sadismo, masoquismo. Cualquiera puede ahora
presentar una controversia constitucional entre las leyes que prohíben
la pederastia, por ejemplo, y el nuevo articulado que protege las
"preferencias sexuales".
Por otra parte, al hablar de "preferencia" homosexual y no de
padecimiento o desviación psicológica se comete una injusticia con esas
personas, pues se les oculta la posibilidad de acceder a una terapia
para su curación.
Adicionalmente, se abre un peligro serio para los padres de familia,
ya que no podrán impugnar ahora planes de educación o libros de texto,
que muestran la homosexualidad como una posibilidad que sus hijos pueden
elegir. Esto está sucediendo ya en programas para niños de primaria.
Los padres ven limitado su derecho a educar a sus hijos según sus
principios debido a que las "preferencias" ya son un "derecho
constitucional".
Semejante unilateralidad ya había quedado manifiesta cuando, en
vísperas de la conferencia de El Cairo, el Departamento de Estado
estadounidense envió un cable confidencial a todas sus embajadas para
que trataran de convencer a los respectivos gobiernos de usar en ese
foro "un lenguaje más fuerte sobre la importancia de acceder a los
servicios del aborto en todos los países". El cable no duda en llamar al
aborto un "asunto prioritario para los Estados Unidos".
Otro argumento utilizado, para imponer esa prioridad, fue el de
relacionar retraso económico con crecimiento poblacional. Para ello
manipularon los indicadores de población y las cifras demográficas. Pero
jamás lograron probar su argumento. Los estudios más bien sugieren que
sí se relaciona bienestar económico con crecimiento poblacional.
Jaqueline Kasun, autora de "Guerra contra la población", explica que
los estudios económicos fallaron en demostrar que el crecimiento
poblacional tiene efectos negativos en la economía. El mismo Banco
Mundial, paradógicamente una de las principales instituciones
antinatalistas, realizó varios estudios que demuestran cómo la evidencia
estadística lleva a pensar que más bien se puede relacionar desarrollo
poblacional con crecimiento económico.
Recordemos la confesión de quien fuera conocido como el "rey del
aborto", Bernard Nathanson (realizó más de 75,000 abortos, incluso el de
su propio hijo), cuando reconoció que "Para la legalización del aborto
nos sirvieron de base dos grandes mentiras: la falsificación de
estadísticas, y encuestas que decíamos haber hecho".
Los argumentos de la ONU fueron tomados de las teorías malthusianas.
Para el clérigo anglicano Thomas Malthus, "el mejor modo de controlar
social y demográficamente a la humanidad es la difusión del vicio y la
inmoralidad". De allí surgió la llamada "cuarta revolución", o
"revolución sexual", la cual está está en la base de la ideología de
género.
Las teorías de Malthus fueron retomadas por Margaret Sanger,
fundadora del Planned Parenthood, quien escribía que "los seres sanos
deben procrear abundantemente, y los ineptos deben de abstenerse: este
es el principal objetivo del control natal". Planned Parernthood ha sido
objeto de un penoso escándalo en 2016 cuando se descubrió que sus
directivos lucran vendiendo órganos de los niños abortados.
De Marie Stopes surgió la idea de la eliminación racial eugenésica,
que también es inspiradora de la nueva ética mundial. El gobierno del
Distrito Federal de México otorgó a las clínicas Marie Stopes la
licencia para poder realizar abortos como negocio privado.
La unión de la Planned Parenthood con la Family Planning dio origen a lo que después sería la International Planned Parenthood Federation, brazo operativo del Population Council
creado bajo el patrocinio Ford-Rockefeller, cuyo principal objetivo es
modificar las legislaciones nacionales para adecuarlas al proyecto de
control natal.
La ética postmoderna de la elección se jacta de eliminar jerarquías.
Sin embargo, al imponer la supremacía de la elección arbitraria,
engendra de hecho una nueva jerarquía de valores. Coloca el placer por
encima del amor, la salud y la riqueza por encima de lo sagrado de la
vida, la ganancia inmediata sobre la integridad, la participación de
grupos de interés particular en los asuntos públicos del gobierno por
encima de la representación democrática, los derechos de la mujer por
encima de la maternidad, la atribución de poder al individuo o grupo
caprichoso por encima de cualquier forma de autoridad legítima, el
derecho a elegir el bienestar inmediato autónomo por encima de la Ley
eterna escrita en el corazón del hombre, en pocas palabras, lo inmanente
por encima de lo trascendente, el hombre por encima de Dios.
Las nuevas jerarquías de "valores" expresan una forma de dominación
sobre las conciencias, hasta conformar una verdadera dictadura del
relativismo. La aseveración puede parecer paradójica: totalitarismo es
normalmente una imposición de arriba hacia abajo, mientras que el
relativismo implica la negación de absolutos y reacciona contra
cualquier tipo de imposición desde arriba, como la verdad, la
revelación, la realidad, la moralidad. En la dictadura del relativismo
lo que se nos impone es una deconstrucción radical del humanismo y de la
fe desde abajo, a través de un proceso de transformación cultural
aparentemente neutro e inofensivo. Con todo, el relativismo no puede
ocultar la identidad que esconde detrás de la máscara: es dominante y
totalitario.
En el fondo, nos enfrentamos a una crisis epistemológica neokantiana
por la que se vuelve a poner en duda la capacidad de la mente de
alcanzar la verdad objetiva. Esa teórica "incapacidad" de cognición
metafísica se tradujo, en el campo moral, en una fractura que deriva en
un acentuado subjetivismo por el que no solo no se está de acuerdo sobre
lo bueno y lo malo, sino que incluso se pone en duda la validez de esa
distinción.
En el pasado, lo que el Occidente consideraba el "enemigo" (como, por
ejemplo, el comunismo o las dictaduras sangrientas) solía ser algo
claramente identificable, único, externo a las democracias occidentales.
Ese "enemigo" utilizaba métodos subversivos o autoritarios, brutales,
como la toma del poder por la fuerza y la represión política.
En el mundo postmoderno, el enemigo es indefinido, oculto, sutil,
silencioso, global, y está dentro. Sus estrategias son suaves,
informales, operan desde la base. El resultado final de la dictadura
global del relativismo es la deconstrucción del hombre y de la
naturaleza, y la propagación de la apostasía y de un orden global
socialista neo-pagano.
Al igual que los sistemas ideológicos del pasado, la ideología de
género terminará derrumbándose: al estar repleta de contradicciones,
simple y sencillamente es insostenible.
Pero los cristianos no deberían dar por hecho que la civilización
mundial, después de colapsar por su fallida emancipación del Creador,
volverá por sí misma al sentido común y a los valores cristianos. No, la
nueva ética que se nos quiere imponer debe ser rebatida, desmontada y
evangelizada. La humanidad está llamada a vivir la civilización del
amor, no la falsedad de la "nueva era".
En todas partes del mundo los cristianos se ven tentados, casi
siempre por ignorancia, a mezclar los paradigmas de la nueva ética
mundial con la doctrina cristiana, confundiéndolas por la aparente
bondad de los novedosos conceptos.
Se requiere de un esfuerzo de autocrítica y desprogramación
sistemática para revisar con atención nuestro propio lenguaje, refutando
y desmintiendo los conceptos de la nueva ética mundial y retomando con
valor y certeza los de la doctrina cristiana.
Muchos cristianos no distinguen entre el nuevo sistema ético,
construido y supuestamente "holístico", y los designios de salvación de
Dios, que son realmente holísticos y además eternos. Las dos lógicas van
en direcciones diametralmente opuestas.
La aberración, por ejemplo, de equiparar matrimonio con
homosexualidad es posible únicamente porque el deterioro de la razón de
los legisladores les lleva a perder de vista que el derecho positivo
existe para salvaguardar el derecho natural. De esta forma, si el
legislador observaba que la persona humana requiere de comer, establecía
que todos tenemos derecho a ser alimentados.
Igualmente, el legislador, a lo largo de miles de años y en todas las
culturas, observando que el matrimonio es una institución natural que
se construye mediante el amor complementario y fecundo entre un hombre y
una mujer, y es lo que construye la sociedad, estableció que es
necesario preservar esa institución natural dentro del derecho positivo.
Tanto así que en el derecho de todos los pueblos quedó así establecido.
La palabra "matrimonium" es mucho anterior a Cristo y a la
Iglesia, viene del derecho romano que estableció esa institución para
que la mujer pudiera tener hijos dentro de la legalidad, por lo que
incluso etimológicamente es un monumental contrasentido relacionar
"matrimonio" con "homosexualidad". La palabra misma en latín, de matrem (madre) y de munus
(calidad), implica los derechos propios de la mujer y de la madre
dentro de la unión con un hombre, mientras que el "patrimonio", formado
de pater (padre) y el sufijo munus, refleja los bienes y derechos
adquiridos por herencia.
El que un legislador ignorante pretenda establecer que a partir de ahora dos personas del mismo sexo podrán constituir un "matri-monium"
implica, en el campo de la lógica, lo que se llama un "absurdo en
términos" y, en el campo del derecho, una total aberración jurídica por
la que cualquiera sería reprobado en la carrera de derecho en una
universidad. La ignorancia de los legisladores llega a ser realmente
monumental.
El 15 de julio de 2016, el más importante tribunal mundial de
Derechos Humanos, el Tribunal de Estrasburgo, aprobó en el pleno, por
unanimidad de los 47 países que conforman el Consejo de Europa, que "no
existe en absoluto un derecho al matrimonio homosexual". El Tribunal
sentenció que la noción de familia no sólo contempla "el concepto
tradicional del matrimonio, a saber, la unión de un hombre y una mujer"
sino que no se debe imponer a los gobiernos la "obligación de abrir el
matrimonio a las personas del mismo sexo". En cuanto al principio de
discriminación, el Tribunal añadió que no hay tal discriminación dado
que "los Estados son libres de reservar el matrimonio únicamente a
parejas heterosexuales".
En el Distrito Federal se aprobó, en noviembre de 2006, la Ley de
Sociedades de Convivencia. Esa figura, de gran avanzada, otorgaba ya
todos los derechos civiles y sociales a cualquier pareja que quisiera
unirse para vivir bajo un techo común. Bastaba replicar esa ley a nivel
nacional para que todas las parejas homosexuales pudieran unirse bajo la
protección de la ley y con reconocimiento social. Pero no: lo que
pretenden los promotores de la ideología género es provocar la
destrucción de la institución del matrimonio como tal, por lo cual
pretenden que a fuerzas esa palabra sea usada para designar sus uniones.
Pero el engaño y la manipulación afecta en primer término a los
interesados, pues el derecho positivo no puede anular el derecho
natural, por el simple hecho de que las leyes no pueden cambiar la
naturaleza humana. Equivaldría a aprobar una ley estableciendo que ahora
los hombres van a parir hijos, ya no las mujeres, porque así lo
establece la ley.
Hay un elemento adicional a la manipulación ínsita de las
"preferencias sexuales" y es que la promoción de la disolución sexual
también es promovida como medida de control político de las personas.
Desde los acuerdos de Basilea, y hasta llegar a las diversas
corrientes del materialismo histórico y la eugenesia del siglo XX,
personas y grupos de poder han financiado la "revolución sexual" como un
medio de control político, y ello porque la explotación financiera de
los vicios sexuales de los seres humanos, bajo la forma de "liberación",
provoca la disolución social, lo que justifica el intervencionismo y
facilita el control global de la población.
A ello se debe que esos grupos de poder, entre los que destaca la
familia Rockefeller, inspiren y suministren ingentes medios económicos
para la demolición programada de la natalidad, del matrimonio, de la
familia y de la cultura. Con su enorme poder financiero han logrado, a
través de la ONU, de la OMS y de diversas fundaciones, que sus objetivos
subversivos se conviertan en doctrina oficial de gobiernos y organismos
internacionales.
La estrategia, como expusimos arriba, ha sido
manipular la ideología considerada "liberal" y "de izquierda" para
introducir en la opinión pública el concepto de los "derechos sexuales"
con la intención, no confesada, de promover la promiscuidad y el
divorcio, de favorecer la anticoncepción y la esterilización, así como
alterar la función del matrimonio y de la paternidad dentro de la
institución familiar.
Como ideología, la revolución sexual nació a principios del siglo
XVII, cuando el oligarca anglo-holandés Bernard Mandeville sentó las
bases de la escuela económica británica cuya premisa sostiene que los
vicios privados de los seres humanos son los que generan el mercado. Al
igual que el laissez-faire en economía, las primeras ideas de
explotar el sexo como forma de subversión y control social surgieron
también durante la mal llamada "Ilustración".
Las tesis de Mandeville cobraron fuerza con la ideología
hegeliano-straussiana y con el marxismo. De Hegel y Strauss adquirieron
la dialéctica social: destruir para construir, "liberar" para
esclavizar, provocar el caos para imponer el orden, fabricar los
problemas para obligar a la opinión pública a aceptar la solución.
De
Gramsci, como ya dijimos, tomaron la idea de que la revolución marxista
solo se realizará con la deconstrucción de la cultura.
Una vez definida la nueva ideología se emprendió, desde los 70s, una
campaña para que la homosexualidad dejara de ser considerada como
desorden psiquiátrico y se comenzara a considerar como un comportamiento
normal, y para que se borrara del catálogo de las prácticas
antinaturales y se convirtiera en una "preferencia" u opción.
La explotación económica de los seres humanos, que fomenta la
"liberación sexual" como instrumento para el control social global, fue
magistralmente analizada por John Heidenry en su libro What Wild Ecstasy, y por Michael Jones en su monumental obra Libido Dominandi: Sexual Liberation and Political Control.
Ambos desentrañan la historia y las estrategias de las redes
internacionales para reducir el sexo a placer, y para abrir la puerta a
un sinfín de relaciones antinaturales.
Si algo queda claro en esos tratados es que los supuestos
intelectuales "de izquierda", que critican la globalización impulsada
por los ricos del mundo son, en realidad, sus aliados estratégicos más
incondicionales. El marxismo al servicio del gran capital.
Un paso decisivo se alcanzó en 1973, cuando lograron que la
Asociación de Psiquiatría Americana (APA) irresponsablemente y sin
ninguna razón científica quitara la homosexualidad del catálogo de los
desórdenes psicolócos; otro fue 20 años después, cuando la OMS también
la eliminó, por decreto, del catálogo de sus enfermedades mentales. La
revista TIME comentó, en 2001: "Un sector de la población, hasta
entonces considerado sexualmente patológico, fue declarado, de un golpe,
mentalmente sano". Durante esos años, millones de dólares se destinaron
para que, a través de la ONU y de diversas fundaciones, se redujera la
homosexualidad a un asunto privado de elección. Los principales
inversionistas fueron nuevamente los Rockefeller.
Conseguido esto, la estrategia para imponer legislativamente las
uniones homosexuales en las naciones se ha basado en tres pasos:
primero, se usa la presión mediática para cambiar la ley mediante el
sofisma de que ésta atenta contra los derechos humanos de una minoría.
Segundo, se cambia la definición de matrimonio. Tercero, se bombardea a
la opinión pública para hacer creer que tal cambio es positivo, hasta
que la sociedad aprueba que se ataque y silencie a los opositores bajo
el argumento de ser "discriminadores" y "retrógrados". A partir de allí
se comienza a forzar a las escuelas y a los medios masivos de
comunicación a transmitir información que promueve la homosexualidad
como forma de vida que se debe inculcar entre niños y jóvenes. El paso
siguiente, la adopción de niños por parte de uniones homosexuales. El
último paso, la aprobación y definición de matrimonio ya no como unión
"entre dos personas" del mismo sexo, sino entre "varias personas" de
cualquier "género", como se comienza a proponer en varios Estados de la
Unión Americana.
La homosexualidad es una conducta anormal adquirida, salvo muy raros
casos en los que existe una cuestión hormonal, si bien nunca genética,
La teoría genética que se quiso imponer fue científicamente descartada
por completo. Más aún, la evidencia empírica reciente demuestra que la
orientación homosexual puede cambiarse terapéuticamente. La misma APA,
autora del irresponsable cambio de la definición de esa enfermedad, lo
ha empezado a reconocer. En su publicación, en 2009, la APA reconoció
que "los psicólogos pueden ayudarle (al paciente) a construir una
identidad que rechace el poder de esas atracciones (homosexuales)",
añadiendo que "el terapeuta no es quien les pone una meta respecto a su
identidad, sino que es el paciente quien llega a consulta con su meta a
tratar".
Cualquier forma de aceptación jurídica de la unión homosexual trae
graves consecuencias, tanto para las personas homosexuales como para la
población en general. Y los argumentos no son religiosos. Es necesario
invocar las evidencias científicas más avanzadas, como las publicadas en
el ensayo "Matrimonio y bien común", publicado por el Social Trends Institute, suscrito por 53 académicos de varios países.
Lo primero a señalar es que la legalización de las uniones del mismo
sexo, definiéndolas como "preferencia", implica condenar al olvido a
todas las personas homosexuales que podrían superar su padecimiento, al
impedir cualquier tipo de ayuda psiquiátrica o psicológica. Las
instituciones de salud pública discriminan a la población homosexual, ya
que brindan terapias para otros desórdenes psiquiátricos pero no para
la atracción hacia el mismo sexo.
En segundo lugar, entraña la imposición, a la sociedad entera, de una
conducta sexual intrínsecamente desviada, con todas las consecuencias
negativas que esta tiene, lo que implica una verdadera y grave
discriminación contra la mayoría.
Pero, lo peor de todo, supone efectos sociales muy negativos, al
desaparecer casi todos los beneficios derivados de la unión entre un
hombre y una mujer, provocando daños muy perniciosos.
El matrimonio es una matriz de relaciones humanas arraigadas en la
complementariedad de los dos sexos y en las posibilidades de procrear,
así como en la necesidad de los hijos de tener unos padres que los
alimenten física, espiritual y emocionalmente. Romper o alterar esa
matriz trae consecuencias nocivas tanto para los adultos como para los
menores, y posteriormente para el tejido social en su conjunto.
En especial, los matrimonios casados satisfacen la necesidad de sus
hijos de conocer sus orígenes biológicos, los une a su padre y a su
madre, y forman un ambiente de amor estable en el que determinan su
identidad. Además, el matrimonio sostiene a la sociedad civil y promueve
el bien común. Ante todo porque la relación de confianza que se
establece de generación en generación entre las familias de los cónyuges
es un componente clave del conjunto de la sociedad. Está comprobado que
cuando existen rupturas o anomalías, la sociedad se ve perjudicada por
un gran número de patologías sociales, aumenta la delincuencia, la
pobreza, el uso de drogas, las depresiones y los suicidios.
La economía y el estado democrático modernos dependen de las familias
para formar a la nueva generación de contribuyentes y trabajadores
productivos. Esta renovación en el desarrollo del capital humano es uno
de los ingredientes principales de la economía nacional, la cual está en
peligro en las sociedades con una población cada vez más envejecida y
con índices de natalidad más bajos que los de mortalidad.
El vínculo con el padre y la madre proporciona a los niños vínculos
de confianza y capital humano que son como los cimientos de una pequeña
empresa, o de grandes sociedades anónimas, y que son clave para el vigor
de la economía de una nación.
Cuando el matrimonio es atacado y éste se debilita o se altera,
aumentan las desigualdades, ya que los niños sufren las consecuencias de
crecer en hogares sin unos progenitores comprometidos con su familia.
Los hijos de parejas disfuncionales o alternativas, o en familias
monoparentales, tienen más posibilidades de ser víctimas de la pobreza,
de la dependencia, del uso de substancias adictivas, del fracaso
escolar, de la delincuencia juvenil, y de otros muchos comportamientos
que conllevan a la destrucción personal y social.
La evidencia empírica demuestra con claridad que las familias
formadas por personas de padre y madre casados son mucho mejores para
los adultos mismos, y en especial para los niños, que las familias
alternativas o monoparentales.
En todas las sociedades humanas el matrimonio ha tenido, y continúa
teniendo, tres propósitos públicos importantes: primero, el matrimonio
es la institución a través de la cual las sociedades se organizan para
tener y educar a los hijos. Por ello es importante que los hijos reciban
el amor y la protección de sus progenitores. Segundo, el matrimonio
orienta y proporciona orden y estabilidad a las relaciones sexuales
adultas y a sus consecuencias económicas, sociales y biológicas.
Tercero, el matrimonio educa cívicamente, otorgando razón de ser,
normas, y el rango social que orienta la vida de los hijos. Cuando el
matrimonio es sano, tanto niños como adultos tienden a prosperar; cuando
el matrimonio es patológico, todos los elementos de la familia y de la
sociedad sufren.
Durante las dos últimas décadas han surgido gran número de
investigaciones científico-sociales que indican que los niños obtienen
mejores resultados si son educados por sus padres y madres dentro del
matrimonio. Un informe reciente de Child Trends, un órgano de
investigación imparcial, resume el nuevo consenso académico sobre el
matrimonio: "Las investigaciones demuestran que la estructura familiar
es importante para los niños, y que la estructura familiar que más ayuda
a los niños es una familia dirigida por sus dos padres biológicos en un
matrimonio sin muchos altibajos".
En "Family Structure and Children's Educational Outcomes",
la doctora Elizabeth Marquardt demuestra que los niños que han crecido
en familias cuyos padres están casados tienen el doble de probabilidades
de graduarse que aquellos niños que viven en una situación irregular.
El matrimonio también favorece la salud emocional de los niños. Los
hijos de papá y mamá casados y estables tienen menos probabilidades,
cercanas al 50%, de padecer depresión o ansiedad, de consumir alcohol o
drogas, o de padecer enfermedades psiquiátricas graves. Una encuesta
reciente realizada por estudiosos estadounidenses y publicada en "Parents Absence or Poverty: Wich Matters More?"
demuestra que la estructura familiar es más importante que la pobreza, a
la hora de determinar el comportamiento psicológico de los niños. En
general, los hijos que han crecido con sus propios padres y madres están
más preparados para afrontar el mundo con esperanza, confianza y
dominio de sí mismos, que aquellos que viven en una situación anormal.
El matrimonio también es importante para vincular a los niños con sus
padres biológicos y obtener una base sólida para su propia identidad,
como lo revela Kyle Pruette, psiquiatra de la Universidad de Yale.
También se ha demostrado que la presencia del padre y de la madre es
clave para el bienestar psicológico, afectivo y sexual de los hijos. En
las niñas, la ausencia del padre hace más propicio el abuso y quedar
embarazadas en la adolescencia, como demuestra Bradford Wilcox en "Why Marriage Matters",
y los niños sin familia íntegra tienen más posibilidades de tener
problemas de agresión, falta de atención, delincuencia y tener que
abandonar la escuela que niños en situación normal, como lo demostró, en
2005, el Dr. Paul Amato, sociólogo de la Universidad de Penn State, en
su estudio "The Future of Children".
Otro estudio, de los doctores Cynthia Harper y Sara McLanahan, intitulado "Father Absence and Youth Incarceration" y publicado en 2004 en la revista "Journal of Research on Adolescence",
descubrió que los niños que crecen en familias desintegradas o
alternativas tienen el doble de probabilidades de acabar en prisión que
los que crecen en familias integradas.
El matrimonio también es importante para que padre y madre se
vinculen biológicamente con los hijos de forma diferenciada y
complementaria. Durante el embarazo y la lactancia, las madres
experimentan un alto grado de oxitocina, un péptido con función hormonal
que fomenta el sentimiento filial, propiciando una mejor educación
física y sentimental. Los padres en cambio, con mayor nivel de
testosterona, propician el animar a los hijos a realizar tareas
difíciles y superar los problemas sin rendirse.
La diferencia biológica y
complementaria también es importante para el desarrollo sexual de los
adolescentes y jóvenes de forma diferenciada y ordenada.
En resumen, las pruebas demuestran que los niños que crecen en
familias formadas por parejas de padre y madre casados, superan cada
etapa de la vida con más éxito que aquellos que crecen en familias con
estructuras rotas o alternativas. Es decir, tanto los mecanismos
biológicos como los sociales, según se demuestra cada vez más de forma
científica, justifican el valor del matrimonio y la presencia de padre y
madre en la vida de los niños.
Por otro lado, las consecuencias
públicas y del sistema judicial, sobre todo en términos de costos para
el Estado, debería mover a los políticos a defender el matrimonio y a
evitar que se facilite el divorcio o se promueva la legalización de la
unión entre personas del mismo sexo. Aquí también, las investigaciones
empíricas sugieren documentadamente que la situación anormal en el
matrimonio induce gran parte del delito.
George Akerlof, premio Nobel en Economía, argumenta que el aumento de
delitos está directamente relacionado con el declive del matrimonio.
Robert Sampson, sociólogo de la Universidad de Harvard, a partir de su
investigación sobre el delito urbano, concluye que los índices de
asesinatos y robos guardan una estrecha relación con la estructura
familiar.
Es esta estrecha relación la que deriva en un aumento del gasto en la
lucha contra el crimen, las cárceles y el entero sistema penal, siendo
que también ha provocado que México se convierta de ser país de paso del
narcotráfico, a ser país de consumo de droga, sobre todo por parte de
jóvenes.
Otro estudio elaborado por los doctores Smeeding, Moynihan y
Rainwater demuestra que países con elevado índice de matrimonios
irregulares, como Suecia y Dinamarca, invierten más dinero en bienestar
social, como porcentaje de su PIB, que países con índice más bajo.
También estudios realizados por David Popenoe y Alan Wolf indican que el
aumento de gastos estatales se asocia a una disminución en la fuerza
del matrimonio y de la familia.
En definitiva, la alteración del matrimonio parece suponer la
existencia de un Estado más caro y más intervencionista; además, la
ruptura de la familia conlleva el aumento en la miseria sobre todo de
las comunidades desfavorecidas, lo que parece provocar una mayor
intervención por parte del Estado.
"Es un círculo vicioso, concluye la
publicación del Social Trends Intitute, que sólo se puede acabar con la recuperación del matrimonio".
Por ello es importante tener presentes algunas conclusiones:
1- El
matrimonio es sexualmente diferenciado y complementario por naturaleza.
Hombre y mujer dan un significado de unión a la libido sexual y a todas
sus facultades individuales. La proximidad emocional, espiritual y
psicológica de los cónyuges sobreviene cuando tiene lugar la
extraordinaria unión biológica entre un hombre y una mujer unidos en
matrimonio. Hombre y mujer están hechos para complementarse entre ellos,
con el fin de encontrar unidad en complementariedad, y
complementariedad en la diferencia sexual. El amor conyugal encuentra su
mayor realización y expresión en la procreación, y se prolonga en la
educación y la estabilidad psicológica y emocional brindada a los hijos.
Los niños encuentran en su padre y en su madre la seguridad y el apoyo
que necesitan para desarrollar su mayor potencial.
2- La
homosexualidad es una enfermedad adquirida, una patología que puede ser
curada mediante una terapia adecuada, sabiendo que hay algunos casos
cuyo origen es hormonal. Las personas homosexuales necesitan ayuda,
comprensión, respeto y caridad cristiana, no promoción, y quienes
merecen el rechazo total de la población son los homosexualistas, que
quieren imponer a nuestra sociedad la homosexualidad como opción de
vida. Los homosexuales tienen todo el derecho de vivir como quieran,
pero no tienen el derecho de redefinir el matrimonio para todos los
demás.
3- Los académicos, escritores, científicos, artistas, líderes
de opinión y todos aquellos que se guían por la razón, no deben dejarse
llevar por prejuicios intimidantes y subversivos que obedecen a
intereses económicos extranjeros y que llevan a una esclavitud política
con el pretexto de "liberar". Por el contrario, deben exponer
incansablemente las evidencias científicas que derivan del precioso bien
del matrimonio y de la familia.
4 - Los ciudadanos, en virtud de que
el matrimonio está pública y estrechamente relacionado con el bien
común, con una sociedad sana y próspera, y con un Estado justo y probo
que no tenga que fiscalizar adicionalmente a sus contribuyentes a causa
del perjuicio ocasionado al matrimonio y a la familia, deben retirar su
voto, sin miramiento alguno, de todos aquellos políticos que no
defiendan el matrimonio y la familia, para dárselo en cambio a aquellos
que sí lo hagan. Está de por medio nuestro bienestar presente, y está de
por medio el futuro de nuestros hijos.
El reto es el de permanecer
al margen del programa radical y de su lenguaje, interiorizando y
difundiendo los contenidos de la ciencia, de la ética cristiana y su
lenguaje. Una línea sutil pero vital separa la nueva ética mundial,
pagana e inmanente, del humanismo cristiano impulsado por la salvación
en Cristo.
En la práctica, esa línea divisoria ya no se aprecia con claridad, por lo cual es tarea urgente:
1- recobrar la identidad cristiana y,
2- disociarla de los ambivalentes programas y conceptos del nuevo orden mundial.
Confundir la especificidad cristiana con la nueva ética mundial
conlleva un doble peligro. En primer lugar, los nuevos conceptos tienden
a ocupar el espacio que debería ocupar la evangelización. Resulta
penoso constatar que muchos cristianos preconizan los derechos humanos,
el desarrollo sustentable, la libertad de decidir y los Objetivos de
Desarrollo del Milenio, en vez de predicar los conceptos y valores del
Evangelio. Poco a poco, se dejan seducir por valores seculares y pierden
finalmente su identidad cristiana.
En segundo lugar, si los líderes cristianos utilizan los conceptos de
la nueva ética sin aclarar explícitamente qué los distingue de la
doctrina evangélica, los creyentes se quedarán desorientados y no podrán
distinguir la diferencia. La confusión resultante puede llevar
insensiblemente a un progresivo abandono de la fe y a la apostasía.
Este es uno de los mayores retos de la cristiandad, pero uno del que
es preciso caer en la cuenta concientemente y con estudio dedicado. En
los primeros siglos, la oposición al cristianismo era externa, los
mártires derramaban su sangre por Jesucristo ante las torturas y
suplicios.
Hoy día, la persecución es ideológica, sutil, silenciosa, por lo que
es más fácil sucumbir sin darnos cuenta. La sangre no se derrama
físicamente, sino mediante el martirio interior cotidiano en el esfuerzo
por no asimilar el lenguaje "moderno" y "de género", y por no dejarnos
contaminar por los criterios, principios y antivalores de la nueva ética
mundial.
Sólo hay una ética que subsiste la prueba de los siglos y de las
culturas, la ética integral cristiana. Ella subsistirá cuando
desaparezca y pase a la historia la deconstrucción ideológica de la
falsa nueva era. "El Cielo y la Tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán" prometió Jesús.
Las contradicciones internas de la nueva ética mundial son una
llamada de alerta para actuar rápido, con decisión y sin titubeos. Es
preciso deconstruir la nueva ética mundial con decisión y empeño. Ese es
el reto que hoy nos ha tocado vivir, reto que debemos aceptar con
firmeza y convicción. De esa semilla surgirá la nueva e inconfundible
civilización del amor.
Acerca de la ideología de género decía Benedicto XVI en su discurso a
la curia romana en diciembre de 2012: "Según esta filosofía, el sexo ya
no es un dato originario de la naturaleza, que el hombre debe aceptar y
llenar personalmente de sentido, sino un papel social del que se decide
autónomamente, mientras que hasta ahora era la sociedad la que decidía.
La falacia profunda de esta teoría y de la revolución antropológica que
subyace en ella es evidente. El hombre niega tener una naturaleza
preconstituida por su corporeidad, que caracteriza al ser humano. Niega
la propia naturaleza y decide que ésta no se le ha dado como hecho
preestablecido, sino que es él mismo quien se la debe crear. Según el
relato bíblico de la creación, el haber sido creada por Dios como varón y
mujer pertenece a la esencia de la criatura humana. Esta dualidad es
esencial para el ser humano, tal como Dios la ha dado. Precisamente esta
dualidad como dato originario es lo que se impugna. Ya no es válido lo
que leemos en el relato de la creación: «Hombre y mujer los creó» (Gn
1,27). No, lo que vale ahora es que no ha sido Él quien los creó varón o
mujer, sino que hasta ahora ha sido la sociedad la que lo ha
determinado, y ahora somos nosotros mismos quienes hemos de decidir
sobre esto. Hombre y mujer como realidad de la creación, como naturaleza
de la persona humana, ya no existen. El hombre niega su propia
naturaleza. Ahora él es sólo espíritu y voluntad. La manipulación de la
naturaleza, que hoy deploramos por lo que se refiere al medio ambiente,
se convierte aquí en la opción de fondo del hombre respecto a sí mismo.
En la actualidad, existe sólo el hombre en abstracto, que después elije
para sí mismo, autónomamente, una u otra cosa como naturaleza suya. Se
niega a hombres y mujeres su exigencia creacional de ser formas de la
persona humana que se integran mutuamente. Ahora bien, si no existe la
dualidad de hombre y mujer como dato de la creación, entonces tampoco
existe la familia como realidad preestablecida por la creación. Pero, en
este caso, también la prole ha perdido el puesto que hasta ahora le
correspondía y la particular dignidad que le es propia. Bernheim muestra
cómo ésta, de sujeto jurídico de por sí, se convierte ahora
necesariamente en objeto, al cual se tiene derecho y que, como objeto de
un derecho, se puede adquirir. Allí donde la libertad de hacer se
convierte en libertad de hacerse por uno mismo, se llega necesariamente a
negar al Creador mismo y, con ello, también el hombre como criatura de
Dios, como imagen de Dios, queda finalmente degradado en la esencia de
su ser. En la lucha por la familia está en juego el hombre mismo. Y se
hace evidente que, cuando se niega a Dios, se disuelve también la
dignidad del hombre. Quien defiende a Dios, defiende al hombre".
En junio de 2011, el Juzgado de Violencia de Género nº 1 de Valencia
condenaba a un varón a un mes de multa por soltar una “ruidosa
ventosidad” durante una discusión con su pareja. Ella lo denunció y el
juez falló que el acto constituía delito de violencia de género por
atentar contra la dignidad de la mujer. Quizá el juez disponía de un
finísimo olfato de sabueso… o conocía bien por dónde soplan ciertos
vientos. Lo cierto es que se agarró a argumentos etéreos, más bien
gaseosos, para convertir en delito lo que siempre ha sido una mera
vulgaridad, una falta de educación y decoro. Si alguien puede ser
condenado por aliviarse el vientre con ostentación y alharacas, también
debería ser punible la fea costumbre de hurgarse la nariz al parar en
los semáforos.
Esta noticia, que parece más propia de El Mundo Today
que de un medio de información serio, no deja de ser una anécdota. Sin
embargo, resulta inquietante que alguien pueda ser condenado por
tirarse, en lenguaje castizo, un pedo, aun cuando sea con premeditación y
alevosía. Pero no toda la culpa era del juez. La “ley de violencia de
género” promulgada en 2004 en España, tipifica como delito cualquier
insulto o menosprecio en una discusión de pareja… siempre que lo lleve a
cabo un hombre. No así si quien lo hace es una mujer. Unos cuantos
varones acabaron en el calabozo por “mandar a la mierda” a su esposa
durante una discusión; si sucedía al revés, pelillos a la mar.
La norma no sólo
violaba la presunción de inocencia, también la igualdad ante la ley, un
principio que nadie cuestionaba desde la Ilustración
La norma no sólo violaba la presunción de inocencia, también la igualdad
ante la ley, un principio que nadie cuestionaba desde la Ilustración…
hasta hoy. Una conducta nunca puede ser delito, o no serlo, dependiendo
del grupo al que pertenece el individuo que lo comete. Es lo que se
denomina delito de autor, una aberración
jurídica que se creía extinguida desde la caída de los regímenes
totalitarios del pasado siglo. Sin embargo, no contentos con esta
regresión, los impulsores de la norma idearon también una jurisdicción
especial, a imagen y semejanza del Tribunal de Orden Público franquista.
Para justificar el colosal disparate, se lanzó el mensaje de que la
violencia contra las mujeres era un problema extraordinariamente grave y
extendido. Así pues, el fin justificaba cualquier medio. Pero ¿qué
había de cierto en la alarma? ¿Es nuestro país especialmente violento
contra las mujeres? No es así, ni mucho menos. Los datos indican que
España tiene unas cifras muy inferiores a las de los países de nuestro
entorno.
EL MITO DEL ATRASO CULTURAL
Según el último estudio disponible de la FRA-Agencia de los Derechos
Fundamentales de la Unión Europea, de 2014, que pregunta a las mujeres
si han sufrido violencia física o sexual, los países miembros que
encabezan la lista por número de casos son Dinamarca (52%), Finlandia
(47%), Suecia (46%) y Francia y Reino Unido, con un 44%.
Porcentualmente, España tiene uno de los más bajos: el 22%.
Algunos han intentado cuestionar estos resultados argumentando que es
peligroso hacer comparaciones entre países, porque “ni las legislaciones
ni las formas de contabilización son homologables”. Sin embargo, los
datos del estudio FRA no se obtienen recopilando cifras oficiales, cuyo
criterio puede variar de un país a otro, sino mediante entrevistas
personales con preguntas muy tasadas que no admiten confusión. Para las
mujeres danesas o españolas del siglo XXI, que un hombre les toque sin
su consentimiento, amenace, golpee o viole no tiene interpretaciones
distintas. Unas y otras responden con similar grado de desinhibición
habida cuenta, además, que los resultados son anónimos. Lo cierto, mal
que les pese a algunos, es que España no es un país especialmente
peligroso para las mujeres si se compara con la media europea. Y menos
aún en relación al resto del mundo.
Si el problema es menos grave que en otros países ¿por qué los medios
insisten en alarmar a los españoles? Y lo más importante: ¿por qué casi
nadie se atreve a criticar una ley que viola los principios
fundamentales del derecho basándose en un alarmismo falaz? ¿A qué se
debe el silencio ante una legislación con tintes totalitarios? La
explicación es simple: la ley de violencia de género no sirve a las víctimas, sino a políticos y grupos de interés. Y no se puede refutar porque la “violencia de género” se ha convertido en un tabú, en una moderna caza de brujas.
LA CAZA DE BRUJAS DEL SIGLO XXI
En Salem, Nueva Inglaterra, durante el
mes de febrero de 1692, seis niñas comenzaron a experimentar misteriosos
síntomas. Tras probar todo tipo de remedios sin obtener resultado, las
fuerzas vivas determinaron que las dolencias sólo podían estar causadas
por brujería. Presionaron a las pequeñas para que delataran a supuestos
culpables. Y tras encendidos sermones del reverendo advirtiendo de la
presencia del diablo en la comunidad, la histeria, la sospecha y el
miedo se adueñaron de todos sus miembros. Tal fue la psicosis que la más
mínima desviación de las normas puritanas acarreaba una acusación por
hechicería. En el transcurso de ese año 144 personas, en su mayoría
mujeres de clase baja, fueron encarceladas por brujería. Y 19 subieron
al patíbulo para morir ahorcadas. Este pasaje histórico es conocido como
los juicios por brujería de Salem.
Para explicar estos fenómenos de histeria colectiva, el sociólogo Stanley Cohen acuñó en 1972 un término: Pánico Moral. En su libro Folks Devils and Moral Panics,
Cohen explica la dinámica: las fuerzas vivas señalan un comportamiento,
o un grupo, como encarnación de la maldad, provocando preocupación y
miedo, sentimientos que son exacerbados hasta desembocar en hostilidad
hacia determinadas actitudes o colectivos. De esta forma, se instiga a
la masa a lanzarse ciegamente contra el supuesto mal, anulando el debate
racional, obstaculizando la búsqueda de soluciones correctas y desviando la atención de la imprescindible crítica al poder.
La violencia de
género se ha convertido en una lucrativa industria que recibe más de 22
millones de euros cada año de los presupuestos generales
La violencia de género es el pánico moral de la España del siglo XXI, un fenómeno de histeria colectiva desencadenado y alimentado desde el poder.
La “posesión diabólica” ha sido sustituida por el “machismo imperante” y
el nuevo vocablo, “violencia de género”, posee una carga emocional
similar a la que tuvo la palabra “brujería” siglos atrás. Quienes ponen
en cuestión la doctrina oficial son tachados de herejes y quemados en la
vía pública. Igual que en Salem, se justifica la persecución de las brujaspara
proteger a víctimas indefensas y librar del mal a la comunidad. Sin
embargo, todo responde a intereses de grupos: además de obedecer a
oscuros fines ideológicos, la violencia de género se ha convertido en
una lucrativa industria que recibe más de 22 millones de euros cada año
de los presupuestos generales y otros 1.000 euros de subvención de la
Unión Europea por cada víctima.
Hoy, los mass media, que también reciben su
suculenta parte del pastel en forma de campañas de publicidad
institucional, han sustituido al vehemente pastor calvinista. No sólo
informan de cada asesinato, con abundancia de detalles morbosos; van
numerándolos de forma consecutiva, como si los delitos fueran cometidos
por un maléfico conciliábulo. En realidad se trata de episodios
inconexos, muy probablemente diferentes entre sí, cuya responsabilidad
debería ser determinada caso a caso por los jueces, no en una causa
general contra el maligno.
En consonancia con el carácter discriminatorio de la ley, pocos juzgados
abren diligencias por falsa denuncia; mucho menos condenan. Por ello,
las estadísticas judiciales no las recogen, un hecho que se utiliza como
argumento para señalar que las denuncias falsas apenas existen. Pero se
trata de una burda artimaña que intenta confundir la verdad judicial con la verdad real.
No hace falta ser un genio para saber que ambas verdades son muy
distintas, basta con un par de ejemplos: ¿cuántos acusados absueltos de
cualquier tipo de delito eran en realidad culpables? Según las
estadísticas judiciales, ninguno. ¿Quién fue Al Capone? Consultamos de nuevo los documentos judiciales y fue un ciudadano que evadió impuestos, nada más. ¿Es ésta la verdad?
Denunciar la injusta
ley de violencia de género y a los manipuladores de la opinión pública
es la única vía para que la razón triunfe sobre el oscurantismo
AYUDAR DE VERDAD A LAS VÍCTIMAS
Para colmo de males, los casos de violencia no han disminuido tras la aplicación de la norma lo mismo que las dolencias de las niñas de Salem no remitieron tras encarcelar y ajusticiar a las “brujas”. Y ya hay quienes demandan mayor dotación presupuestaria para erradicar el mal. Sin embargo, ayudar a las víctimas implica conceder nuestra simpatía y apoyo incondicional, afirmar con contundencia que hombres y mujeres somos iguales ante la ley, ciudadanos con los mismos derechos, y ser consecuentes con estos principios. No promulgar leyes injustas, fomentar el odio entre colectivos o criminalizar a la mitad de la población para obtener réditos políticos. No hay un sexo bueno y otro malo: la bondad y la maldad, lo mismo que el buen juicio y la estupidez, están repartidos de forma muy equitativa entre hombres y mujeres.
Atreverse a criticar, romper el tabú, denunciar la injusta ley de violencia de género y a los manipuladores de la opinión pública es la única vía para que la razón triunfe sobre el oscurantismo, para que la libertad de pensamiento prevalezca sobre las consignas. Es necesario evitar que esto se repita. Quienes desataron la caza de brujas, todos aquellos que colaboraron con ella, quienes promulgaron leyes injustas y aberrantes, causando ingentes cantidades de sufrimiento y malestar social, quienes se aprovecharon y lucraron… no pueden quedar impunes. Deben ser denunciados, procesados y condenados por maltratar a la sociedad.
La POLITICA es el arte de disfrazar de interés general el interés particular. . . Thiandiere
FINES del BLOG
En Expediente JoanFliZ se exponen los cientos de problemas que afectan al planeta debidos sobre todo a la corrupción y falta de etica existente en muchos que llamariamos sociopatas - en su mente solo existe una palabra PODER - y a que una mayoria de la poblacion "cree" en el mundo "matrix", o sea en "la realidad" que nos ha creado una pequeña pero inteligente "elite" mundial para su propio beneficio.
EnSOLUCIONES JoanFliz agrupamos algunos de los cientos de héroes anonimos para los medios de masas, que han imaginado formas de mejorar la vida de todos nosotros y del planeta con el que formamos un mismo organismo.
Estas ideas y ejemplos quiza nos puedan inspirar a usar nuestro tiempo finito mientras viajamos en lo que llamamos vida.
INDUSTRIA FARMACEUTICA - libros de denuncia
SINDROME TOXICO
el libro negro de las vacunas
El mito de las VACUNAS y ANTIBIOTICOS. NO FUERON LAS CAUSAS DE MEJORIA DE LA SALUD
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