EL BANCO
cómo Goldman Sachs dirige el mundo
El mundo está gobernado por personajes muy distintos a lo que se imaginan quienes no ven tras el telón.
(Benjamin Disraelí, Primer Ministro británico, 1868 y 1874-1880).
Los
banqueros mundiales, accionando algunos simples resortes que controlan
el flujo del dinero, pueden construir o destruir economías enteras.
Controlando las publicaciones de prensa sobre estrategias económicas que
dan forma a las tendencias nacionales, la élite del poder es capaz, no
sólo de estrechar su dominio sobre la estructura económica de esta
nación, sino de extender ese control a lo largo del mundo. Aquellos que
poseen semejante poder querrían, lógicamente, permanecer en segundo
plano, invisibles para el ciudadano medio.
(Aldous Huxley).
Sinopsis
La entidad financiera Goldman Sachs, partícipe en el derrumbe de Lehman Brothers,
cómplice en la ocultación de la deuda griega y acusado por la comisión
del mercado de valores estadounidense de obrar fraudulentamente en la comercialización de hipotecas subprime, se ha convertido en El Banco el organismo,
representa la metáfora más exacta de un modelo de especulación sin
escrúpulos que colocó la economía capitalista al borde del colapso.
Marc Roche analiza la trayectoria de Goldman Sachs, desde su fundación hasta la actualidad, describiendo algunos de los escándalos más sonados que ha protagonizado.
Sus operaciones financieras, su organización interna y la tupida red de contactos con el poder político y los líderes de las instituciones internacionales, están protegidas por un impenetrable secretismo.
La obra se inmiscuye en los despachos del banco y rescata personajes que ilustran el perfil de miembro de la conocida como “hermandad Goldman”.
El Banco
queda representado en dos planos: en el institucional aparece como un
supermercado económico enredado en innumerables conflictos de intereses;
y en el social, como un club de adictos a la conspiración poco
proclives a obedecer las instituciones democráticas.
Ganador del prestigioso Prix du Livre d'Économie de 2010, El Banco desenmascara las prácticas perniciosas y perversas que lleva a cabo.
Goldman Sachs, está detrás de todos los hitos del hundimiento de la economía mundial:
en la quiebra del Banco Lehman Brothers, en la crisis griega, en la caída del euro, en la resistencia de las entidades bancarias a cualquier tipo de regulación, en la financiación pública de los déficit privados, e incluso en la marea negra del golfo de México.
- ¿Este Goldman Sachs, al que se le encomienda la tarea de diseñar la privatización de Bankia, es el mismo banco que contribuyó al desencadenamiento de la crisis financiera mundial de 2008 al participar en el derrumbe de su rival Lehman Brothers, siendo Secretario del Tesoro norteamericano el antiguo presidente del directorio y presidente ejecutivo de dicha entidad, Henry Paulson, quién tras rescatar a otras entidades financieras, entre ellas el propio Goldman Sachs, se negó a hacer lo mismo con Lehman Brothers?
- ¿Es el mismo banco que entre 2001 y 2008 ayudó a los sucesivos gobiernos helenos a falsear las cuentas de la economía griega para engañar a la UE?
- ¿El mismo que, como quedó demostrado en 2011, engañó a sus propios clientes y al Congreso de los Estados Unidos sobre su actuación en la crisis de las hipotecas subprime?
- ¿El mismo que también en 2011 apostó 440 millones de euros contra España en su Informe de Exposición de las economías periféricas europeas?
Pues sí, es el mismo.
- ¿Qué más cabe decir de semejante joya financiera?
Dejemos opinar a Matt Taibi, en la revista norteamericana Rolling Stone:
"La primera cosa que hay que saber acerca de Goldman Sachs es que está en todas partes. El banco de inversión más poderoso del mundo es un vampiro chupador envuelto como un pulpo alrededor de la faz de la humanidad, succionando sin descanso con su hocico sangriento todo lo que huele a dinero".
Y la opinión, un tanto ingenua pero solvente, de Greg Smith, autor del libro "Por qué dejé Goldman Sachs": "Después de casi doce años en la empresa -primero como estudiante, luego en Nueva York durante diez años, y ahora en Londres-, creo que llevo tiempo suficiente trabajando aquí como para entender la evolución de su filosofía, su gente y su identidad. Y puedo afirmar honestamente que el entorno es hoy más tóxico y destructivo de lo que he visto jamás."
Pues bien este banco "que está en todas partes", incluida la UE donde antiguos ejecutivos o asesores suyos, como Mario Draghi, ocupan puestos de tanta relevancia como la presidencia del Banco Central Europeo, o han ocupado, mediante auténticos golpes de mercado al margen de la democracia, jefaturas de gobierno como Mario Monti en Italia, en fin, este "vampiro chupador" que succiona todo lo que huele a dinero cobrará, superando así a la más altruista de las organizaciones filantrópicas o a la más generosa de las ONGs, la cifra simbólica de un euro por diseñar la privatización de Bankia.
Conmovedor. ¿De cuánto candor nos creen capaces? ¿Hasta dónde piensan llegar insultando nuestra inteligencia? No, Goldman Sachs terminará sacando buena tajada de la venta de Bankia y el tiempo nos dará la razón.
Pero la Operación Bankia no tiene un único responsable. Colaborador necesario es el Gobierno de España y muy especialmente su ministro de Economía, el señor Guindos, cuyo departamento ha encomendado a Goldman Sachs el diseño de la privatización de Bankia.
Es curioso el caso del señor Guindos, (¿nuestro Mario Monti?), miembro del Consejo Asesor de Lehman Brothers a nivel europeo y Director en España y Portugal hasta su quiebra en 2008.
¿Cómo se entiende que entregue el diseño de la venta de Bankia precisamente a la gente que contribuyó al hundimiento de la entidad financiera a la que él representaba en Europa? ¿Es que carece de dignidad, se une al enemigo al que no pudo vencer o, sencillamente, espera para usar la acostumbrada puerta giratoria que le lleve desde su actual ocupación pública a la empresa privada?
La cuestión ahora es la siguiente, mientras este Gobierno sigue privatizando lo publico en beneficio de las élites de aquí y de fuera ¡Menudo patriotismo el suyo!, qué haremos nosotros, ¿de verdad vamos a permitir este nuevo desmán del neoliberalismo global?
Francisco Morote Costa
Leo que el banco de
negocios estadounidense Goldman Sachs cobrará un euro por diseñar la
venta de Bankia, y no salgo de mi estupor.
- ¿Este Goldman Sachs, al que se le encomienda la tarea de diseñar la privatización de Bankia, es el mismo banco que contribuyó al desencadenamiento de la crisis financiera mundial de 2008 al participar en el derrumbe de su rival Lehman Brothers, siendo Secretario del Tesoro norteamericano el antiguo presidente del directorio y presidente ejecutivo de dicha entidad, Henry Paulson, quién tras rescatar a otras entidades financieras, entre ellas el propio Goldman Sachs, se negó a hacer lo mismo con Lehman Brothers?
- ¿Es el mismo banco que entre 2001 y 2008 ayudó a los sucesivos gobiernos helenos a falsear las cuentas de la economía griega para engañar a la UE?
- ¿El mismo que, como quedó demostrado en 2011, engañó a sus propios clientes y al Congreso de los Estados Unidos sobre su actuación en la crisis de las hipotecas subprime?
- ¿El mismo que también en 2011 apostó 440 millones de euros contra España en su Informe de Exposición de las economías periféricas europeas?
Pues sí, es el mismo.
- ¿Qué más cabe decir de semejante joya financiera?
Dejemos opinar a Matt Taibi, en la revista norteamericana Rolling Stone:
"La primera cosa que hay que saber acerca de Goldman Sachs es que está en todas partes. El banco de inversión más poderoso del mundo es un vampiro chupador envuelto como un pulpo alrededor de la faz de la humanidad, succionando sin descanso con su hocico sangriento todo lo que huele a dinero".
Y la opinión, un tanto ingenua pero solvente, de Greg Smith, autor del libro "Por qué dejé Goldman Sachs": "Después de casi doce años en la empresa -primero como estudiante, luego en Nueva York durante diez años, y ahora en Londres-, creo que llevo tiempo suficiente trabajando aquí como para entender la evolución de su filosofía, su gente y su identidad. Y puedo afirmar honestamente que el entorno es hoy más tóxico y destructivo de lo que he visto jamás."
Pues bien este banco "que está en todas partes", incluida la UE donde antiguos ejecutivos o asesores suyos, como Mario Draghi, ocupan puestos de tanta relevancia como la presidencia del Banco Central Europeo, o han ocupado, mediante auténticos golpes de mercado al margen de la democracia, jefaturas de gobierno como Mario Monti en Italia, en fin, este "vampiro chupador" que succiona todo lo que huele a dinero cobrará, superando así a la más altruista de las organizaciones filantrópicas o a la más generosa de las ONGs, la cifra simbólica de un euro por diseñar la privatización de Bankia.
Conmovedor. ¿De cuánto candor nos creen capaces? ¿Hasta dónde piensan llegar insultando nuestra inteligencia? No, Goldman Sachs terminará sacando buena tajada de la venta de Bankia y el tiempo nos dará la razón.
Pero la Operación Bankia no tiene un único responsable. Colaborador necesario es el Gobierno de España y muy especialmente su ministro de Economía, el señor Guindos, cuyo departamento ha encomendado a Goldman Sachs el diseño de la privatización de Bankia.
Es curioso el caso del señor Guindos, (¿nuestro Mario Monti?), miembro del Consejo Asesor de Lehman Brothers a nivel europeo y Director en España y Portugal hasta su quiebra en 2008.
¿Cómo se entiende que entregue el diseño de la venta de Bankia precisamente a la gente que contribuyó al hundimiento de la entidad financiera a la que él representaba en Europa? ¿Es que carece de dignidad, se une al enemigo al que no pudo vencer o, sencillamente, espera para usar la acostumbrada puerta giratoria que le lleve desde su actual ocupación pública a la empresa privada?
La cuestión ahora es la siguiente, mientras este Gobierno sigue privatizando lo publico en beneficio de las élites de aquí y de fuera ¡Menudo patriotismo el suyo!, qué haremos nosotros, ¿de verdad vamos a permitir este nuevo desmán del neoliberalismo global?
Francisco Morote Costa
Desde el 23 de diciembre de 1913, El Banco Privado de la Reserva Federal (FED) se apoderó de los EEUU y la inmensa mayoría del mundo no lo sabe.
Por voluntad de ellos se declaran guerras, se financian atentados (torres gemelas, atentado en Londres, atentado en Madrid), se asesinan presidentes (Jaime Roldos, Omar Torrijos, Kennedy, Warren Harding, McKinley, James Garfield, etc), trafican con armas de destrucción masiva (Carlyle, Bechtel, Lookheed Martin, Raytheon, General Dynamics, McDonnel Douglas, Boeing, Northrop Grumman).
Poderosos de los Poderosos: conoce las principales familias mafiosas dueñas de la Reserva Federal, legítimas propietarias de las imprentas que imprimen los dolares del mundo:
1. Familia Rothschild (Londres, Berlín e Israel)
2. Familia Rockefeller (EEUU e Israel)
3. Familia Morgan (Inglaterra)
4. Familia Warburg (Alemania)
5. Familia Lazard (París, Francia)
6. Familia Mosés Israel Seif (Italia)
7. Familia Kuhn Loeb (Alemania y EEUU)
8. Familia Lehman Brothers (EEUU)
9. Familia Goldman Sachs (EEUU)
-La revista Forbes es una farsa que muestra sólo millonarios populares de segundo nivel como Bill Gates, Steve jobs o Warren Buffet, logrando desviar la atención sobre las actividades ilícitas que cometen los Verdaderos Mega-Ricos dentro de la Reserva Federal.
La obra maestra de la Reserva Federal fue el Autoatentado de las Torres Gemelas.
Para los que no creen y desean investigar por si mismos:
*Libros (la mayoria disponibles en internet):
- “Secretos del club Bilderberg” de Daniel Estulin
- “Hitler ganó la guerra” de Walter Graziano
- “Nadie vió Matrix” de Walter Graziano
- “Confesiones de un Ganster económico” de John Perkins
- “La Reserva Federal” de Stephen Lendman
Mario Draghi, elegido presidente del Banco Central Europeo, es sólo una muestra más de cómo los ex Goldman Sachs acaban ocupando los puestos CON MAS PODER en el panorama económico mundial, incluidos muchos de los sillones cercanos a Barack Obama en la Casa Blanca.
Dependiendo de Goldman Sachs hay desde luchadores profesionales a presidentes de la Reserva Federal.
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No vamos a tragar: soberanía alimentaria, una alternativa frente a la agroindustria
En comedores de escuelas, hospitales o residencias de la tercera
edad, te alimentan para el buen provecho del mismo banco de
inversiones responsable del hambre del siglo XXI
Extracto del libro No vamos a tragar (Libros del Lince), de Gustavo Duch, coordinador de la revista Soberanía Alimentaria, Biodiversidad y Culturas
Muertes globales
Frente a la pantalla del ordenador, mientras toma su primer café,
estudia los índices bursátiles. Las deudas soberanas europeas son poco
fiables, la bolsa sigue en caída libre y el petróleo es demasiado
inestable, ha habido hallazgos inesperados. ¿Dónde invertir? Las curvas
de los granos básicos están, a su gusto, demasiado planas.
Toma el teléfono y en segundos las agencias de prensa ofrecen nuevos
titulares: graves sequías en países asiáticos; un informe de una agencia
internacional alerta de un próximo déficit de alimentos en un planeta
de siete mil millones de personas; se constata un importante aumento del
consumo de carne; en Europa se estudia incrementar el uso de
agrocombustibles...
Se anuda la corbata para salir
del despacho a pocas calles de la central de la Bolsa de Chicago, y de
reojo vuelve a mirar la pantalla. Sonríe, la curva de los precios del
grano apunta ya claramente hacia arriba.
La misma gráfica está ya en los ordenadores de todo el planeta.
Se
disparan las operaciones (y las operaciones conllevan disparos). Fondos
de inversión de Goldman Sachs compran tierras agrícolas en Indonesia,
Camboya y Uruguay; Cargill y ADM deciden retener grano en sus
almacenes, pues en breve su precio se doblará, y en Argentina los
terratenientes como José Ciccioli quieren agrandar sus propiedades donde
cultivar soja... y dan instrucciones.
Ya es la hora
de comer, toda la familia está en su rancho de Santiago del Estero
(Argentina). Cristian Ferreyra, el 16 de noviembre de 2011, ha invitado a
tres compañeros del movimiento campesino que les aglutina (MOCASE-Vía
Campesina). Les preocupa el avance de los inmensos monocultivos de soja
que a tantos campesinos y campesinas de la zona están expulsando
violentamente de sus tierras; y cuestionan el papel del gobernador
Zamora y del poder judicial que todo lo permite.
Sin
darles tiempo a reaccionar, dos sicarios al servicio de los
empresarios sojeros derrumban la puerta e increpan a Cristian: «¿Quién
te crees que sos?». Cristian no duda: «Somos los dueños de esta tierra,
aquí vivimos, ¿ustedes quiénes se creen?».
Dos balas globalizadas, dos disparos capitalistas, acaban con los veinticuatro años de Cristian.
Algunos diarios lo desmienten, pero la especulación lo mató.
Disparando a matar
Cada dos años, más o menos, nos sacude una crisis alimentaria por la
fuerte subida del precio de los cereales. Leyendo la información que se
publica es fácil pensar que serán muchas las toneladas que dejarán de
producirse para que el precio promedio de los cereales, en poco menos
de un mes, se haya incrementado más de un 25%. Que tendremos muchos
mercados desabastecidos. Pero no, para nada, aun teniendo en cuenta que
hablamos de previsiones, el factor que dicen que provoca el aumento de
los precios es un descenso total de 23 millones de toneladas de
cereales, que situarán la cosecha final en 2.396 millones de toneladas.
Es decir, un 1 % menos para lo que será una nueva cosecha récord a
escala mundial.
Pero, en efecto, un pequeño traspié
en las previsiones nos lleva al vendaval de la subida del precio de los
alimentos, porque dicho precio se decide en las bolsas de la
especulación. Ahí es donde con esmero se tejen falsos argumentos para
generar la escalada de precios.
De nada nos sirve la
supuesta gran capacidad de producción de alimentos del sistema
agroindustrial si, como hemos visto, de los más de dos millones de
cereales sólo la mitad se empleará directamente para el consumo humano.
La otra mitad se dedica, aproximadamente, en un 70% a la alimentación
de la ganadería intensiva y el otro 30 % a la alimentación de los
motores que funcionan con agrocombustibles. Sin políticas regulatorias y
sin la participación de las comunidades en las decisiones agrarias,
las empresas que controlan la comercialización del grano sólo miran
dónde encontrar más beneficios.
Tendremos los mercados con grano más que suficiente para la alimentación de la población, pero a un precio disparando a matar.
Goldman Sachs, el negocio de hambrear
Goldman Sachs y sus fondos de inversiones están hasta en la sopa. Literalmente.
Desde hace poco sabemos que sus legiones de ejecutivos goldmanitas
controlan a cara descubierta Gobiernos, ministerios, bancos centrales y
otras instituciones públicas en Europa y Estados Unidos. Pero con
antifaz y en la sombra, ¿desde cuándo lo llevan haciendo?
Los encontramos en su salsa cuando hablamos de petróleo, vivienda o
cría de puercos. No sería extraño que estén presentes en negocios tan
suculentos como el armamentístico.
En el Estado
español, almorzamos con Goldman Sachs. Como ha denunciado el
investigador Carles Soler: «Goldman Sachs es propietaria de una de las
grandes multinacionales de la restauración colectiva (ISS Facility
Services) que en el Estado español sirve 22 millones de comidas
anuales».
En comedores de escuelas, hospitales o
residencias de la tercera edad, te alimentan para el buen provecho del
mismo banco de inversiones responsable del hambre del siglo XXI. Porque
Goldman Sachs no ha descuidado en absoluto el sector agrícola como
fuente, no de comida, sino de beneficios económicos.
En 1991 los cerebros de Goldman Sachs, repletos de ideas jugosas para
las gentes de la bolsa, crearon un instrumento financiero que permite a
cualquier pájaro invertir sus riquezas en productos básicos como el
trigo, el arroz o el café. De lo que se come se cría, y criaron
toneladas de beneficios.
Tantas apuestas sobre la
ruleta de los mercados de los granos básicos son las responsables de la
subida de precios de éstos, y, por lo tanto, responsables de que
millones de personas no puedan adquirir sus alimentos necesarios.
Desde el año 2000 hasta ahora, sin otras burbujas que inflar, el precio
de los alimentos básicos prácticamente se ha triplicado en paralelo al
incremento de los activos financieros en estos exquisitos platos
financieros.
Para Goldman Sachs, invertir en panes y
peces en espera de su mágica multiplicación les supone unos beneficios
anuales de cinco mil millones de dólares. Mucho dinero que en pocos años
daría para solventar el problema del hambre global, pero claro, ése no
es su propósito, ése no es su negocio, es todo lo contrario. Fabrican
hambre, son hambreadores.
Un nuevo negocio, también
hambreador, ha salido al escenario: comprar las mejores tierras
fértiles para exigirles (hasta su agotamiento) la producción de biomasa,
la energía que moverá el mundo y resolverá buena parte de los problemas
ecológicos del planeta. Eso dicen, pero es pura farsa.
Y, efectivamente, algunos personajes curtidos en Goldman Sachs ya están
en ello.
Como Joakim Helenius (y su fondo de inversiones Trigon Agri
Fund): que se sepa, lleva acumuladas unas 170.000 hectáreas de tierras
cultivables en la región de tierras negras en Rusia y Ucrania.
O Neil
Crowder, que con el fondo Chayton Capital ha arrendado para los próximos
catorce años 20.000 hectáreas en Zambia.
Abanderando la lucha contra el hambre, más hambre. Abanderando la lucha contra el cambio climático, más hambre.
Los ABCD de la crisis alimentaria
Son cuatro establecimientos, cuatro bazares como esos que tienen todo
lo que puedas imaginar y lo que no. Desde una jarra con forma de vaca
para servir la leche por sus ubres de cerámica, hasta el siempre
imprescindible cazamariposas entre la estantería de ropa íntima y las
llaves de ferretería o los sacos de tierra de jardín. Sólo hay una
diferencia: mientras que en los malos tiempos estos universos de barrio
padecen la crisis como cualquier otro negocio, los ABCD de la comida
son cuatro empresas monstruosas por partida doble que, nacidas y
crecidas en el regazo de mamá capitalismo y papa desregulación, ganan
todo el oro del mundo diciendo que fabrican comida cuando en realidad
se lucran matando de hambre a millones de seres humanos. Y lo hacen
desde la invisibilidad.
Cada cierto tiempo, se nos
alerta de una nueva subida del precio de los alimentos, con
repercusiones que ya contabilizan los cementerios de los países más
vulnerables, sobre todo en el Sahel. El argumento difundido en 2012 de
las malas cosechas que tiene la agroindustria en Estados Unidos ya
sabemos que es mitad mentiroso, mitad incompleto.
Con timidez la
información se nos amplía y centra el tema: el precio de la materia
prima sube como en las anteriores crisis alimentarias por las grandes
cantidades de cereales que se destinan a fabricar combustibles
(¿recuerdan hace seis y siete años cuando se advirtió de los
inconvenientes de esta nueva tecnología?), por la especulación que de
futuras cosechas se hace en las bolsas financieras, y, esto es más
novedoso, por la cada vez mayor cantidad de tierra fértil que está
pasando de las manos campesinas al patrimonio de bancos, empresas y
fondos de inversión.
¿Quién está en todos esos
negocios a la vez? ¿Quién hay detrás de la carne, del pan, de la pasta,
de la leche... y no lo sabemos? ¿Quién tiene en el mismo local
estanterías repletas de agrocombustibles hechos de maíz, lineales con
piensos de soja para el engorde de animales y, un pasillo más allá, una
mesa con un gestor que ofrece pensiones ligadas a la compra de hectáreas
en Etiopía o bonos financieros referenciados al precio del trigo? Los
cuatro «compro, vendo y especulo» de la comida son ADM, Bunge, Cargill y
Dreyfus, conocidos como los ABCD de la comercialización de materia
prima. Cuatro empresas con sede en Estados Unidos que, si inicialmente
consiguieron dominar y controlar el mercado mundial de los granos
básicos, cereales y leguminosas, han ido ampliando sus trapicheos a
esas nuevas áreas.
Es muy difícil sumergirse en las
entrañas de estas empresas y sus infinitas subsidiarias, pero hay dos
cosas obvias. Primera, si entre ellas cuatro controlan, como es el caso,
el ¡90 %! del mercado mundial de cereales, y si el mercado no tiene
ninguna regulación (ni aranceles o cuotas de importación / exportación,
ni reservas públicas de cereales, ni políticas de precios), y las
pocas normas que se dictan son supervisadas por los propios ABCD, son
sus decisiones las que verdaderamente marcan el precio de dicha materia
prima y por lo tanto de todos los alimentos que incluyen arroz, trigo,
maíz, etcétera. Segunda, si las ABCD (junto con entidades financieras)
han degustado los brutales beneficios que les genera especular con la
comida y la tierra de cultivo, como sangre para vampiros, seguirán
chupando del hambre de los demás si nadie les pone coto.
Las últimas crisis alimentarias han permitido que la sociedad civil
conociera y denunciara cómo la comida y la tierra se han hecho objeto
de especulación. La respuesta que ha llegado de los movimientos
campesinos ha sido clara: soberanía alimentaria. También ahora hay que
responder, y lo que necesitamos no son normas para que los ABCD ganen
menos dinero, sino políticas a favor de la soberanía alimentaria para
que la alimentación nos llegue de muchas, pequeñas y humanas
agriculturas. De todo un abecedario alimentario.
--------------------------------------
Pasa por los pequeños cuadrados negros para saber más de cada uno
Aqui ampliacion:
http://graficos.lainformacion.com/economia-negocios-y-finanzas/empresas/hasta-donde-llegan-los-tentaculos-de-goldman-sachs_KGSNV2a1hx8QoC9qaKWzN2/
mas..... claro agua - nos lo explica Celeste:
Gustavo Duch, que desde 2011 coordina la revista trimestral Soberanía Alimentaria, Biodiversidad y Culturas (www.soberaniaalimentaria.info )
-”un espacio de pensamiento crítico de los movimientos que defienden
algo tan necesario como transformador: un mundo rural vivo-, subraya
un dato recogido de un informe de Naciones Unidas: “Entre el 70% y el
80% de los pobres del mundo son exilados rurales, porque el campo ha
dejado de ser un medio para ellos. Porque en el modelo de agricultura
industrializada que nos están imponiendo, que necesita cada vez menos
mano de obra, ellos, nuestros campesinos, se quedan fuera; el modelo los
expulsa”.
La falacia de la globalización.
“Y la falacia de la intensificación de la producción”, sigue Duch. “Porque con este modelo, cuanta más producción, más hambre. Y no es una teoría. Son datos. Pero ellos, el gran capitalismo que ha industrializado la agricultura solo en su propio beneficio, sigue echando mano del argumento de que se necesita intensificar la producción para acabar con el hambre en el mundo. Falso. Llevamos décadas así. Ellos se encargan de difundir que el hambre está causado por sequías, por la falta de tecnología y buenas semillas, por la falta de preparación de los campesinos…”.
Y nos llenan los medios de comunicación de fotos de hambrunas.
“Juegan con el miedo. El miedo es el principal aliado del poder económico. El miedo es el principal arma para que los Gobiernos acepten las violaciones de derechos humanos. Me atrevo a decir que la ‘el mundo necesita comida’ es la que más crímenes ha provocado en la Humanidad. Y es todo falso. Porque las causas del hambre tienen otras caras, que parten de su modelo de producción”.
Esa es la terrible cara de la repercusión en los países llamados en desarrollo; pero las consecuencias en el denominado Primer Mundo no dejan de ser tan perversas, en forma de deterioro de la salud, ¿no?
“Ahí están la multiplicación de las alergias, la epidemia de la obesidad, los tumores, cómo se están disparando en gente de entre 20 y 30 años, ¿a qué creen que se deben? A que vivimos en un mundo tóxico”.
Nunca pudimos imaginar el veneno que se escondía tras la globalización…
“Veneno. Literalmente”.
Hay varias cosas en los libros de Gustavo que me intranquilizan especialmente. La conversación daría para otro libro, pero le pido que me pinte en trazos el panorama para que nuestros lectores se hagan idea.
Algo más sobre el acaparamiento de tierras, especialmente preocupante en África y Latinoamérica.
“Sin salir de España, la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local, la llamada Ley Montoro, pone como excusa lograr una supuesta eficiencia, pero lo que quiere es desmantelar los sistemas de gobernanza de los pequeños municipios y pedanías, para así poder poner a la venta los montes y suelos públicos que estos ayuntamientos o concejos de vecinos han gestionado colectivamente durante cientos de años”.
Me ha llamado especialmente la atención lo que cuentas de la especulación con los precios de los alimentos, algo que cuesta creer, por su dureza e inmoralidad…
“Mira, Goldman Sachs dedica un tercio de sus inversiones a especular con los alimentos, y se ha calculado que sus movimientos especulativos con el precio de lo más básico para vivir produjo que, en 2010 y 2011, 44 millones de personas cruzaran hacia abajo la barrera de la pobreza. Que suban los alimentos, quizá a muchas familias de países como el nuestro no les puede afectar tan drásticamente, pero que, por ejemplo, se doble el precio del trigo puede suponer para muchas familias del Tercer Mundo la diferencia entre comer o no comer, entre tirar para adelante o quedarse en la cuneta. Así de brutal y triste. Pues eso es lo que están haciendo estos señores. Otro dato: el 90% del mercado mundial de cereales está controlado por cuatro empresas con sede en Estados Unidos, ADM, Bunge, Cargill y Dreyfus, conocidos como los ABCD de la comercialización de materia prima”.
¿Y los agrocombustibles, que muchos, en su euforia ecológica, han saludado como energías verdes y sostenibles?
“Un gran peligro. Suponen que se dedique muchos millones de hectáreas a cosechas para producir energía en vez de alimentos. Con el argumento de que son bio -falso, porque si haces el balance ecológico, sale negativo, pues necesitan consumir casi tanta energía como la que producen-, ocultan su estrategia de acaparamiento de tierras, deforestación, uso abusivo de maquinaria pesada… Indonesia se ha convertido ya en el tercer país más contaminante del mundo, por su proceso de roturación de bosque en tierras para producir agrocombustibles. Y han llegado hasta Castilla, a esos enormes campos de colza”.
Y las patentes de semillas, como si fueran marcas…
“Un robo en toda regla, porque toman las semillas que los pueblos han usado tradicionalmente en sus campos y le introducen cualquier pequeña modificación que les otorga derechos. Se apropian de semillas que han sido el fruto de la mejora por selección durante muchos siglos, y luego el campesino, si la quiere plantar, resulta que se la debe comprar a la multinacional; es una violación de derechos ancestrales para construir grandes emporios”.
¿Qué hacemos ? ¡Estamos rodeados! Suena todo tan planificado, y con tanto poderío, que a uno le dan ganas de cerrar el libro y pensar en otra cosa. Afortunadamente, Duch, enNo vamos a tragar, abre un espacio a la esperanza, al optimismo.
“Mira, la vida es tan potente que no se puede acabar con ella. Estamos asistiendo a los últimos estertores de un modelo avasallador y caduco. Y aprovechan los últimos cartuchos, en forma de barbaridades como el fracking y los agrocombustibles”.
Pero ¿y si quieren morir matando?
mas aqui:
http://www.youtube.com/watch?v=tJYctzfWG-Y
Aqui ampliacion:
http://graficos.lainformacion.com/economia-negocios-y-finanzas/empresas/hasta-donde-llegan-los-tentaculos-de-goldman-sachs_KGSNV2a1hx8QoC9qaKWzN2/
mas..... claro agua - nos lo explica Celeste:
Gustavo Duch, que desde 2011 coordina la revista trimestral Soberanía Alimentaria, Biodiversidad y Culturas (www.soberaniaalimentaria.info
La falacia de la globalización.
“Y la falacia de la intensificación de la producción”, sigue Duch. “Porque con este modelo, cuanta más producción, más hambre. Y no es una teoría. Son datos. Pero ellos, el gran capitalismo que ha industrializado la agricultura solo en su propio beneficio, sigue echando mano del argumento de que se necesita intensificar la producción para acabar con el hambre en el mundo. Falso. Llevamos décadas así. Ellos se encargan de difundir que el hambre está causado por sequías, por la falta de tecnología y buenas semillas, por la falta de preparación de los campesinos…”.
Y nos llenan los medios de comunicación de fotos de hambrunas.
“Juegan con el miedo. El miedo es el principal aliado del poder económico. El miedo es el principal arma para que los Gobiernos acepten las violaciones de derechos humanos. Me atrevo a decir que la ‘el mundo necesita comida’ es la que más crímenes ha provocado en la Humanidad. Y es todo falso. Porque las causas del hambre tienen otras caras, que parten de su modelo de producción”.
Esa es la terrible cara de la repercusión en los países llamados en desarrollo; pero las consecuencias en el denominado Primer Mundo no dejan de ser tan perversas, en forma de deterioro de la salud, ¿no?
“Ahí están la multiplicación de las alergias, la epidemia de la obesidad, los tumores, cómo se están disparando en gente de entre 20 y 30 años, ¿a qué creen que se deben? A que vivimos en un mundo tóxico”.
Nunca pudimos imaginar el veneno que se escondía tras la globalización…
“Veneno. Literalmente”.
Hay varias cosas en los libros de Gustavo que me intranquilizan especialmente. La conversación daría para otro libro, pero le pido que me pinte en trazos el panorama para que nuestros lectores se hagan idea.
Algo más sobre el acaparamiento de tierras, especialmente preocupante en África y Latinoamérica.
“Sin salir de España, la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local, la llamada Ley Montoro, pone como excusa lograr una supuesta eficiencia, pero lo que quiere es desmantelar los sistemas de gobernanza de los pequeños municipios y pedanías, para así poder poner a la venta los montes y suelos públicos que estos ayuntamientos o concejos de vecinos han gestionado colectivamente durante cientos de años”.
Me ha llamado especialmente la atención lo que cuentas de la especulación con los precios de los alimentos, algo que cuesta creer, por su dureza e inmoralidad…
“Mira, Goldman Sachs dedica un tercio de sus inversiones a especular con los alimentos, y se ha calculado que sus movimientos especulativos con el precio de lo más básico para vivir produjo que, en 2010 y 2011, 44 millones de personas cruzaran hacia abajo la barrera de la pobreza. Que suban los alimentos, quizá a muchas familias de países como el nuestro no les puede afectar tan drásticamente, pero que, por ejemplo, se doble el precio del trigo puede suponer para muchas familias del Tercer Mundo la diferencia entre comer o no comer, entre tirar para adelante o quedarse en la cuneta. Así de brutal y triste. Pues eso es lo que están haciendo estos señores. Otro dato: el 90% del mercado mundial de cereales está controlado por cuatro empresas con sede en Estados Unidos, ADM, Bunge, Cargill y Dreyfus, conocidos como los ABCD de la comercialización de materia prima”.
¿Y los agrocombustibles, que muchos, en su euforia ecológica, han saludado como energías verdes y sostenibles?
“Un gran peligro. Suponen que se dedique muchos millones de hectáreas a cosechas para producir energía en vez de alimentos. Con el argumento de que son bio -falso, porque si haces el balance ecológico, sale negativo, pues necesitan consumir casi tanta energía como la que producen-, ocultan su estrategia de acaparamiento de tierras, deforestación, uso abusivo de maquinaria pesada… Indonesia se ha convertido ya en el tercer país más contaminante del mundo, por su proceso de roturación de bosque en tierras para producir agrocombustibles. Y han llegado hasta Castilla, a esos enormes campos de colza”.
Y las patentes de semillas, como si fueran marcas…
“Un robo en toda regla, porque toman las semillas que los pueblos han usado tradicionalmente en sus campos y le introducen cualquier pequeña modificación que les otorga derechos. Se apropian de semillas que han sido el fruto de la mejora por selección durante muchos siglos, y luego el campesino, si la quiere plantar, resulta que se la debe comprar a la multinacional; es una violación de derechos ancestrales para construir grandes emporios”.
¿Qué hacemos ? ¡Estamos rodeados! Suena todo tan planificado, y con tanto poderío, que a uno le dan ganas de cerrar el libro y pensar en otra cosa. Afortunadamente, Duch, enNo vamos a tragar, abre un espacio a la esperanza, al optimismo.
“Mira, la vida es tan potente que no se puede acabar con ella. Estamos asistiendo a los últimos estertores de un modelo avasallador y caduco. Y aprovechan los últimos cartuchos, en forma de barbaridades como el fracking y los agrocombustibles”.
Pero ¿y si quieren morir matando?
mas aqui:
http://www.youtube.com/watch?v=tJYctzfWG-Y
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