La cultura de la muerte
formas sofisticadas de dominacion
La ONU, la WWF, las familias Rockefeller y Rothschild, la Bohemian
Grove, Astrea, Ford Foundation y el cártel internacional de los
banqueros sionistas al servicio de los Illuminati (Goldman Sachs,
Barclay Capital, JPMorgan Chase, McKinsey, Merrill Lych, Bank of America)
han desatado desde hace muchos años y particularmente desde 2009 un ataque violento en contra de la vida, la reproduccion y en general contra el ser humano.
"SOMOS INVENCIBLES
PORQUE SOMOS INVISIBLES"
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han desatado desde hace muchos años y particularmente desde 2009 un ataque violento en contra de la vida, la reproduccion y en general contra el ser humano.
"SOMOS INVENCIBLES
PORQUE SOMOS INVISIBLES"
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los transhumanistas, los animalistas, los ecologistas menosprecian a los humanos
(los ecologistas por ejemplo, dirian algo asi como que:
"el ser humano es una especie de cancer para la tierra"...)
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“Los jubilados que están muy viejos
deberían ser sacrificados"
Gerardo Romano: actor
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"Hay que obligar a las mujeres a trabajar fuera del hogar y evitar que tengan hijos"
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Embruteciendo la humanidad y
destruyendo la belleza
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Escuela de eutanasia
Médicos, enfermeros y psicólogos acuden a clases en Bélgica para aprender a ayudar a morir al paciente sin errores
"Estoy programada para salvar vidas, no para esto"
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Se trata de:
Eliminar la esperanza, el futuro, la utopia, solo veremos amenazas de futuro, distopias en Hollywood...frases como "no hay alternativa a este tipo de futuro" nos las repiten hasta la saciedad...
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Este mes se dio a conocer el nuevo libro de la escritora alemana Verena Brunschweiger, titulado Kinderfrei statt kinderlos: Ein Manifest (Libres de niños, en vez de sin niños: un manifiesto), y le están dando una gran publicidad.
El periódico Bildzeitung destacó la recomendación que hace Brunschweiger para que a las mujeres que lleguen a los 50 años sin haber dado a luz un hijo, deberían recibir un premio¡¡¡¡ de 50.000 euros.
El periódico de gran formato en alemán Die Presse en Austria informa que “la alemana de 38 años investiga el punto de vista de que las mujeres que no quieren niños son pioneras muy valientes”.
En la portada del libro se cita a Brunschweiger: “Vivir sin niños quiere decir rebelarse contra las expectativas sociales, y es por lo tanto una decisión feminista”.
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Muere el modelo Rick Genest, más conocido como Zombie Boy, víctima de sí mismo
Todo indica que el artista de 32 años, que al parecer sufría trastornos mentales, se suicidó
El "performer" Adrian Pino en una de sus demostraciones "artisticas"
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CURSOS DE "FEMINISMO" PARA BEBES¡¡¡
Es vergonzoso que se dediquen 12.000 euros para talleres con estos contenidos cuando estamos hablando de edades en que los niños están aprendiendo a diferenciar colores, como para que entiendan qué son los micromachismos
https://www.larazon.es/madrid/20210810/xpoe4yyjkjboxkq4msmjui3vl4.html
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LA TOTAL DEGENERACION PLANIFICADA DE LA SOCIEDAD:
LA TOTAL DEGENERACION PLANIFICADA DE LA SOCIEDAD:
El proyecto es drástico, y es totalitario, estructurado en cuatro niveles:
1. Onanismo: los bebés no deben ser concebidos (promoción de la homosexualidad, la esterilización, la anticoncepción).
2. Facilitar el aborto - dificultar la posibilidad de tener hijos.
3. Depravación infantil: los niños que nazcan deben ser corrompidos.
4. Perversión adulta: los mayores de edad deben ser privados de todo valor moral, de forma que su razón pueda ser confundida y su voluntad debilitada, promoviendo el hedonismo, pornografia, drogas, politicas de genero, lo "unisex", el movimiento gay ....
y la cultura de la muerte a través de los medios de comunicación y de cualquier expresión anticultural y con el arte basura que nos rodea en peliculas, museos, medios de comunicacion, ...
Así se puede lograr más fácilmente el Onanismo, y el ciclo vuelve a empezar con crecientes posibilidades de éxito.
DECLARACIONES RECIENTES del vicepresidente de los Estados Unidos de América, Joe Biden:
En recientes declaraciones recogidas por la
cadena ABC, afirma que el arte y los medios de comunicación son vitales para cambiar las actitudes de la gente:
“series de la NBC como Will y Grace hicieron cambiar las opiniones de la gente sobre la homosexualidad”.
“Apuesto a que el 85% de la influencia, ya
sea a través de Hollywood como de los medios masivos, se lo debemos a
los líderes judíos que dirigen estas industrias”.
Lo afirmo en una conferencia ante un lobby judío en donde recalcó que
“los valores judíos son esenciales para la cultura norteamericana”.
No hay mejor ejemplo de lo dicho por Biden que el pasado festival de Cannes donde dieron el premio a una película lesbianizadora
No hay mejor ejemplo de lo dicho por Biden que el pasado festival de Cannes donde dieron el premio a una película lesbianizadora
El proyecto está detalladamente descrito en la obra monumental de
Michael Jones:
Michael Jones:
Libido Dominandi:
Sexual Liberation and Political Control
Jones desentraña la historia y las estrategias de las redes internacionales para reducir el sexo a placer, y para abrir la puerta a un sinfín de relaciones antinaturales, todo por motivos de control político global.
En el fondo, es un plan inspirado y dirigido por Satanás: una vez que los hombres se hayan corrompido y vaciado de todos los valores será fácil para el “padre de la mentira” tener a todos bajo su control.
Se hará adorar por todos, nos dice San Juan en el Apocalipsis: “La Tierra siguió a la Bestia, y los hombres adoraron al Dragón… lo adoraron todos los habitantes de la Tierra…” (Ap 13, 12ss).
El cártel de los banqueros centrales tiene la intención de imponer en el mundo un "socialismo global", con la convicción de que el triunfo de la revolución sólo se logrará pasando por la destrucción de lo que son los valores humanos defendidos por el cristianismo - la dignidad de la persona. A la vez, representa una gran industria por lo que promover la cultura -Hollywood por ejemplo- de la violencia y la muerte lo consideran una verdadera y propia “inversión”.
Nadie consultó a los homosexuales si les interesaba casarse, tampoco indagaron sobre las gravísimas consecuencias sociales que provocarán sus medidas contra la vida, el matrimonio y la familia (ahora vemos la lluvia de millones para el "orgullo" gay ...que tampoco ningun homosexual pidió).
Muchos otros lo unico que pretenden es estar “con la moda”, sin saber de dónde viene toda esa corriente mundialista, porque así se granjean financiamiento por parte de fundaciones que promueven esa agenda, obteniendo apoyo para sus campañas:
Ford Foundation, Rockefeller Brothers Fund, Open Society Institute, IBM International Fund, Tides Foundation, International Gay and Lesbian Human Rights, y de transnacionales catalogadas como “amigables con los homosexuales” como Citigroup, Pepsi, Starbucks, Procter & Gamble, Microsoft con el "dadivoso filantropo" Bill Gates, L´Oreal, Chevron Corp, BP America, Shell, Arco, Texaco, Caltex, McDonald y muchas otras (publicado en Fortune, 11-05-06; 30-11-06; 05-12-06).
FLEXIBILIDAD LABORAL y destrucccion del tejido social :
Al marido lo mandas a trabajar a La Coruña ,
a la mujer a Cadiz.... y los hijos ? ...los abuelos? .... a la basura
?.... los entregas a la "iniciativa privada".
notas:
-Marx, Compte, Nietsche, Feuerbach y otros ateos eran los escritores mas populares de su época. Según ellos no hay verdad objetiva en la moral. No hay bien, no hay mal. No hay conciencia. Solo queda el poder.
-Esta mentalidad causó una gran pérdida de la fe y preparó el camino para las Guerras Mundiales del siglo XX.
En el ensayo de Thomas Fleming sobre los resultados de la Revolución Sexual, titulado New Wine in Old Bottles (Vino nuevo en botellas usadas).
Él escribe que «la revolución que nos hizo lo que somos hoy comenzó durante la gran revuelta contra el Cristianismo, conocido como Renacimiento, y entró en una fase aguda con la Revolución Francesa, aunque ha tomado muchas formas y ha tenido una variedad de objetivos… difícilmente se ha desviado de su meta fundamental:
la liberación de la libido, la cual es una de las revoluciones más virulentas…»
Pero, ¿es la liberalización de la libido sólo un asunto de conveniencia personal, sólo un fruto de la ética hedonista, o existe algo más siniestro detrás de esto?
Obviamente, el hedonismo es parte de todo el cuadro, el hedonismo es un producto natural del rechazo de la metafísica en el pensamiento ético. Cuando el comportamiento humano no está regulado por normas objetivas morales, las cuales pueden ser descubiertas y conocidas por los seres humanos, entonces serán los apetitos los que guíen a la razón y a la voluntad.
La ética hedonista es uno de los frutos venenosos de la “Ilustración”, con su pervertida noción de “libertad”, en el sentido de licencia o libertinaje, lo cual es el “derecho” a hacer todo lo que a uno le venga en gana.
La liberación sexual no comenzó en los años sesenta del siglo XX, esa década sólo representa el clímax de las fuerzas que se desataron muchas décadas antes
la liberación de la sexualidad humana durante y después del decaimiento del Cristianismo, es un acto consciente y orquestado de parte de aquellos quienes quisieron utilizarla como un medio de control de las masas.
La filosofía materialista y mecanicista moderna dio a luz a la voluntad desnuda, emancipándose de las normas morales fundamentadas en lo trascendental. Pero el materialismo no tenía la solución, ya que persistió el problema de cómo controlar directamente al hombre y a la sociedad en la ausencia de la moral tradicional.
http://es.scribd.com/doc/83468961/LA-CONSPIRACION-DEL-MOVIMIENTO-GAY
El orden social actual (que ya ponemos llamar "global") no está basado en ningún régimen racista, ni de clanes, ni de castas, ni de méritos, ni mucho menos de virtudes.
Es un régimen social basado en la falta de escrúpulos que premia la vileza y promociona al monstruo en detrimento del hombre y la mujer normales, lo que comúnmente se llama "buena gente".
La llave de acceso a la élite gobernante no es otra que la abyección moral; cuanto más esté dispuesto un hombre a dejar de serlo y rebajarse, más oportunidad de enriquecimiento y éxito social recibirá.
«Sólo hay dos opciones», escribe Jones, «ya sea controlándose uno mismo de acuerdo a la ley moral, o las pasiones lo controlarán a uno. También está la regla de la razón y el autocontrol, o por el contrario, está la revolución sexual y su tiranía [de los deseos].
El régimen [político] moderno sabe esto y explota la situación para su propio beneficio, en otras palabras, “libertad sexual” es, de hecho, una forma de control social, una forma de mantener el régimen [político] en el poder, explotando las pasiones de aquellos quienes se identifican con el régimen que ostensiblemente gratifica estas pasiones.»
El control poblacional es así condición sine qua non [necesaria] para la consecución del Nuevo Orden Mundial, sobre el cual, la luminaria New Age Marylin Ferguson dice:
«Por primera vez en la historia, la humanidad tiene a su disposición los controles del cambio, el entendimiento de la manera en que los cambios se producen… El paradigma de la Conspiración de Acuario que concibe a la humanidad enraizada en la naturaleza y fomenta la autonomía individual dentro de una sociedad descentralizada, considerándonos como administradores de todos nuestros recursos, interiores y exteriores.
Viéndonos como herederos de ricas evoluciones, capaces de imaginar, inventar y experimentar, a todo lo cual todavía no hemos sino echado un vistazo.»
Cambio, novedad, trasformación, evolución, todas éstas son palabras claves del régimen liberal moderno. Según los dogmas de la filosofía moderna, no existe una naturaleza humana fija, nada define a la humanidad y el propósito de la vida humana es independiente del tiempo, la cultura y las costumbres locales.
La vida humana, el hombre, es sólo un elemento dentro del continuo proceso evolucionista panteísta.
Esta es la fuente ideológica de la “cultura de la muerte”:
el aborto, la anticoncepción, la experimentación con embriones humanos, la fertilización in vitro, y también las políticas de género y las modas “unisex”, y por supuesto, la eugenesia inspirada en el control poblacional.
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ALGUNOS ELEMENTOS DE INGENIERIA SOCIAL
QUE SE EJECUTARON:
Eliminar la moralidad en la sociedad
Eliminar la formacion en humanidades
Desvalorizar a la persona humana y para ello sobrevalorar, los animales, la naturaleza, lo "ecologico"....hacer creer que el hombre en un "parasito" de la tierra
Eliminar los ideales de patriotismo o el valor de la familia
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"Hay que comer bebés"
20MINUTOS.ES 04.10.2019
Ha ocurrido en una reunión de los vecinos del distrito 14 de Nueva York, al que representa Alexandria Ocasio-Cortez. Una mujer ha asegurado que "no queda suficiente tiempo" y "dejar de tener bebés" no es suficiente.
La mujer tiene una enfermedad mental y tuvo una crisis en el encuentro.
La mujer durante la reunión, con una camiseta en la que puede leerse
'Salva el planeta, come niños'.
La congresista estadounidense Alexandria Ocasio-Cortez ha tenido que presenciar cómo una de sus reuniones con los votantes de su distrito, organizada con el objetivo de conocer sus preocupaciones y sus propuestas, tomaba un cariz cuanto menos surrealista, sino macabro:
una de las asistentes proponía "comer bebés" para luchar contra el cambio climático.
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-Marx, Compte, Nietsche, Feuerbach y otros ateos eran los escritores mas populares de su época. Según ellos no hay verdad objetiva en la moral. No hay bien, no hay mal. No hay conciencia. Solo queda el poder.
-Esta mentalidad causó una gran pérdida de la fe y preparó el camino para las Guerras Mundiales del siglo XX.
-Comunismo.
1884,
Frederick Engels
(alemán) en “El Origen de la Familia, la Propiedad y el Estado” propone
el método para la destrucción de esos tres fundamentos de la sociedad.
Marx y Engels son los padres del comunismo.
En el ensayo de Thomas Fleming sobre los resultados de la Revolución Sexual, titulado New Wine in Old Bottles (Vino nuevo en botellas usadas).
Él escribe que «la revolución que nos hizo lo que somos hoy comenzó durante la gran revuelta contra el Cristianismo, conocido como Renacimiento, y entró en una fase aguda con la Revolución Francesa, aunque ha tomado muchas formas y ha tenido una variedad de objetivos… difícilmente se ha desviado de su meta fundamental:
la liberación de la libido, la cual es una de las revoluciones más virulentas…»
Pero, ¿es la liberalización de la libido sólo un asunto de conveniencia personal, sólo un fruto de la ética hedonista, o existe algo más siniestro detrás de esto?
Obviamente, el hedonismo es parte de todo el cuadro, el hedonismo es un producto natural del rechazo de la metafísica en el pensamiento ético. Cuando el comportamiento humano no está regulado por normas objetivas morales, las cuales pueden ser descubiertas y conocidas por los seres humanos, entonces serán los apetitos los que guíen a la razón y a la voluntad.
La ética hedonista es uno de los frutos venenosos de la “Ilustración”, con su pervertida noción de “libertad”, en el sentido de licencia o libertinaje, lo cual es el “derecho” a hacer todo lo que a uno le venga en gana.
La liberación sexual no comenzó en los años sesenta del siglo XX, esa década sólo representa el clímax de las fuerzas que se desataron muchas décadas antes
la liberación de la sexualidad humana durante y después del decaimiento del Cristianismo, es un acto consciente y orquestado de parte de aquellos quienes quisieron utilizarla como un medio de control de las masas.
La filosofía materialista y mecanicista moderna dio a luz a la voluntad desnuda, emancipándose de las normas morales fundamentadas en lo trascendental. Pero el materialismo no tenía la solución, ya que persistió el problema de cómo controlar directamente al hombre y a la sociedad en la ausencia de la moral tradicional.
http://es.scribd.com/doc/83468961/LA-CONSPIRACION-DEL-MOVIMIENTO-GAY
El orden social actual (que ya ponemos llamar "global") no está basado en ningún régimen racista, ni de clanes, ni de castas, ni de méritos, ni mucho menos de virtudes.
Es un régimen social basado en la falta de escrúpulos que premia la vileza y promociona al monstruo en detrimento del hombre y la mujer normales, lo que comúnmente se llama "buena gente".
La llave de acceso a la élite gobernante no es otra que la abyección moral; cuanto más esté dispuesto un hombre a dejar de serlo y rebajarse, más oportunidad de enriquecimiento y éxito social recibirá.
Libido Dominandi
es en su mayor parte una exposición sobre la deshonestidad intelectual
de la modernidad, comenzando con la idea de que la liberación sexual es
sinónimo de [verdadera] libertad.
Por el contrario, la liberación sexual ha significado y continúa representando un enorme y cada vez más creciente poder de los gobiernos, controlados por élites enriquecidas e incrementando cada vez más un control subliminal.
Por el contrario, la liberación sexual ha significado y continúa representando un enorme y cada vez más creciente poder de los gobiernos, controlados por élites enriquecidas e incrementando cada vez más un control subliminal.
«Sólo hay dos opciones», escribe Jones, «ya sea controlándose uno mismo de acuerdo a la ley moral, o las pasiones lo controlarán a uno. También está la regla de la razón y el autocontrol, o por el contrario, está la revolución sexual y su tiranía [de los deseos].
El régimen [político] moderno sabe esto y explota la situación para su propio beneficio, en otras palabras, “libertad sexual” es, de hecho, una forma de control social, una forma de mantener el régimen [político] en el poder, explotando las pasiones de aquellos quienes se identifican con el régimen que ostensiblemente gratifica estas pasiones.»
El control poblacional es así condición sine qua non [necesaria] para la consecución del Nuevo Orden Mundial, sobre el cual, la luminaria New Age Marylin Ferguson dice:
«Por primera vez en la historia, la humanidad tiene a su disposición los controles del cambio, el entendimiento de la manera en que los cambios se producen… El paradigma de la Conspiración de Acuario que concibe a la humanidad enraizada en la naturaleza y fomenta la autonomía individual dentro de una sociedad descentralizada, considerándonos como administradores de todos nuestros recursos, interiores y exteriores.
Viéndonos como herederos de ricas evoluciones, capaces de imaginar, inventar y experimentar, a todo lo cual todavía no hemos sino echado un vistazo.»
Cambio, novedad, trasformación, evolución, todas éstas son palabras claves del régimen liberal moderno. Según los dogmas de la filosofía moderna, no existe una naturaleza humana fija, nada define a la humanidad y el propósito de la vida humana es independiente del tiempo, la cultura y las costumbres locales.
La vida humana, el hombre, es sólo un elemento dentro del continuo proceso evolucionista panteísta.
Esta es la fuente ideológica de la “cultura de la muerte”:
el aborto, la anticoncepción, la experimentación con embriones humanos, la fertilización in vitro, y también las políticas de género y las modas “unisex”, y por supuesto, la eugenesia inspirada en el control poblacional.
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ALGUNOS ELEMENTOS DE INGENIERIA SOCIAL
QUE SE EJECUTARON:
Eliminar la moralidad en la sociedad
Eliminar la formacion en humanidades
Desvalorizar a la persona humana y para ello sobrevalorar, los animales, la naturaleza, lo "ecologico"....hacer creer que el hombre en un "parasito" de la tierra
Eliminar los ideales de patriotismo o el valor de la familia
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La medida más
descabellada contra la crisis climática: "Hay que comer bebés"
20MINUTOS.ES 04.10.2019 - 19:59h
Ha ocurrido en una reunión de los vecinos del distrito 14 de Nueva
York, al que representa Alexandria Ocasio-Cortez.
Una mujer ha asegurado que "no queda suficiente tiempo" y "dejar de
tener bebés" no es suficiente.
La mujer tiene una enfermedad mental y tuvo una crisis en el
encuentro.
La mujer durante la reunión, con una camiseta en la que puede leerse
'Salva el planeta, come niños' La mujer durante la reunión, con una
camiseta en la que puede leerse 'Salva el planeta, come niños'. TWITTER /
@ryansaavedra
La congresista estadounidense Alexandria Ocasio-Cortez ha tenido que
presenciar cómo una de sus reuniones con los votantes de su distrito,
organizada con el objetivo de conocer sus preocupaciones y sus
propuestas, tomaba un cariz cuanto menos surrealista, sino macabro: una
de las asistentes proponía "comer bebés" para luchar contra el cambio
climático.
Ver más en: https://www.20minutos.es/noticia/3789691/0/medida-descabellada-crisis-climatica-comer-bebe
La medida más descabellada contra la crisis climática:Ver más en: https://www.20minutos.es/noticia/3789691/0/medida-descabellada-crisis-climatica-comer-bebe
"Hay que comer bebés"
20MINUTOS.ES 04.10.2019
Ha ocurrido en una reunión de los vecinos del distrito 14 de Nueva York, al que representa Alexandria Ocasio-Cortez. Una mujer ha asegurado que "no queda suficiente tiempo" y "dejar de tener bebés" no es suficiente.
La mujer tiene una enfermedad mental y tuvo una crisis en el encuentro.
La mujer durante la reunión, con una camiseta en la que puede leerse
'Salva el planeta, come niños'.
La congresista estadounidense Alexandria Ocasio-Cortez ha tenido que presenciar cómo una de sus reuniones con los votantes de su distrito, organizada con el objetivo de conocer sus preocupaciones y sus propuestas, tomaba un cariz cuanto menos surrealista, sino macabro:
una de las asistentes proponía "comer bebés" para luchar contra el cambio climático.
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Gran parte del articulo extraido de esta profunda e informada pagina:
http://www.ultimostiempos.org/articulos-mainmenu-34/123-la-civilizacion-de-la-muerte
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DR. RUSSELL BLAYLOCK EXPONE EL PROYECTO EUGENÉSICO DE LOS ROCKEFELLER.
Blaylock es un neurocirujano retirado y autor, cuya investigación vanguardista ha documentado exhaustivamente la existencia de una epidemia de desórdenes neurológicos conectados directamente con toxinas en nuestro medioambiente, y cómo se relaciona con el programa de eugenesia global tras la reducción de la población.
El doctor explica cómo el movimiento de eugenesia comenzó en Estados Unidos a través del financiamiento de Rockefeller, Ford y Carnegie, el cual originó el proyecto de la Ciencia del Hombre, cuyo objetivo era rediseñar socialmente a la humanidad para extirpar a quienes fuesen considerados “indeseables” por la élite.
El financiamiento de Rockefeller a través de grandes universidades luego proporcionó dinero a programas de eugenesia por muchos años, información que fue posteriormente compartida con los nazis de la Alemania hitleriana. Una vez que la eugenesia atrajo connotaciones negativas de superioridad racial y genocidio, la pseudociencia renació bajo la tapadera de la biología molecular y el estudio del ADN.
El objetivo es alterar el comportamiento, cambiando químicamente la manera en que el cerebro funciona. Uno de los métodos principales para lograrlo es mediante la fluoración del agua y los suministros alimenticios.
Blaylock explica cómo oportunistas del flúor se aprovecharon de la caída de la caries dental, que ocurría naturalmente como resultado de un aumento en la ingesta de calcio y mejores dietas en occidente, para afirmar que la fluoración masiva es buena para la salud, mientras ignoraban una enormidad de estudios que probaban que agregar flúor al agua no reduce para nada la caries, sino que la aumenta.
Blaylock relata cómo estudios tras estudios independientes han mostrado que el flúor aumenta el índice de cáncer y desórdenes en los huesos, lo cual constituye una buena manera de aumentar las tasas de mortalidad entre los ancianos, y también lleva a profundos desórdenes neurológicos.
Blaylock recalca la investigación de Phyllis Mullenix, Ph.D, quien condujo en la Universidad de Harvard uno de los estudios más grandes sobre los efectos del flúor en cerebros de animales.
Mullenix descubrió que las crías de los animales que habían sido alimentados con flúor después del nacimiento se volvían muy letárgicas y apáticas.
Mullenix encontró que el flúor tiende a acumularse en una parte del cerebro que controla el comportamiento. Después de revelar la verdad sobre el flúor, Mullenix fue silenciada y atacada por el establishment médico del cual había sido parte.
El doctor Blaylock también detalla los peligros de las vacunas y cómo conforman el asalto eugenésico, indicando que los índices de mortalidad infantil son imposiblemente altos para una nación que debiese ser el líder global en salud.
Blaylock lo reduce al hecho de que bebés estadounidenses están siendo inyectados con más vacunas que antes, número en aumento que se relaciona directamente con niveles de mortalidad infantil. “Cuando vacunas en exceso, ello interfiere con el desarrollo del cerebro y luego el niño tiene dificultades para aprender, tiene problemas en su conducta y su cerebro no se puede desarrollar normalmente”, declara Blaylock.
Esta es una entrevista clave que debes ver si deseas comprender las bases de cómo estamos siendo atacados día a día.
Blaylock explica claramente la información, de una manera fácil de entender, para que todos puedan obtener un entendimiento coherente de cómo podemos defendernos de este asalto químico contra la humanidad.
FUENTE:
http://verdadahora.cl/dr_russell_blaylock_expone_el_proyecto_eugenesico_de_los_rockefeller.html
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Algunos expertos consideran que la política críptica de la élite secreta busca introducir sociedad de castas y diferenciar biológicamente capas de la población.
El famoso historiador, sociólogo y publicista ruso Andréi Fúrsov ha declarado en una entrevista con el canal ruso KM.TV que el gobierno secreto mundial madura un plan de diferenciación social donde todos los privilegios, incluidos los biológicos y de educación, pertenecerán a la élite.
“Se trata de la creación de una sociedad donde exista un estricto control sobre la información -razón por lo que la educación para las masas está siendo destruida casi en todos los países excepto para el 2% de la élite mundial-, un estricto control sobre los recursos, la exclusión de movilidad social.
Se trata prácticamente de la introducción de castas hasta el punto de que las diferencias entre las capas superiores e inferiores serán biológicas. Se trata de salud, de la posibilidad de trasplante de órganos, de determinar la estatura, de esperanza de vida. Es el plan de la actual élite mundial”, explicó el experto.
FUENTE:
http://www.verdadypaciencia.com/article-andrei-fursov-la-elite-secreta-mundial-conspira-para-introducir-una-sociedad-de-castas-120430418.html
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Poco a poco tambien introducen LA PEDERASTIA como algo normal:
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Poco a poco tambien introducen LA PEDERASTIA como algo normal:
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PAUL KURTZ, ROCKEFELLER ESBIRRO PROPONE MATAR NIÑOS
SU EDITORIAL SE LLAMA PROMETHEUS, EL ÍDOLO DE ROCKEFELLER
SU EDITORIAL SE LLAMA PROMETHEUS, EL ÍDOLO DE ROCKEFELLER
LA COSA MÁS MISERICORDIOSA,.... MATAR A UN HIJO
Paul Caradeasco Kurtz, fundador del CFI (Center for Inquiry, Centro para la Inquisión), CSI (Center of Skeptical Inquiry, Centro para la Inquisición Escéptica), CSH (Center of Secular Humanism, Centro para el Humanismo secular).
Era también en la "illuminati" Suiza (Ginebra) chorizo de la International Humanist and Ethical Union (IHEU, Unión Humanística y Ética), una bazofia de la ONU para promover la eugenesia y las estafas de la Corporocracia.
Propone en su página un Gobierno Mundial y un Tribunal Mundial…para combatir el timo del Calentón Global… fijáos lo científico que era.
A la agencia de desinformación sionista Reuters de los Rothschilds se le hacía el culo gaseosa cuando loaba su patética y psicopática vida como Gigante del Humanismo.
Caradeasco Kurtz Adoraba a la criminal eugenista Margaret Sanger, una tipa que decía que había que matar a los niños al nacer y por supuesto que había que reducir la población, porque a ella y su familia (su maromo H.G. Wells, el famoso escritor incluido) les dábamos un poco de asquito.
“Necesitamos enfocarnos en roles ejemplares en la historia, héroes y heroínas humanistas, entra las cuales está Margaret Sanger...”. excretó diarréicamente Paul Kurtz, (Free Inquiry, Agosto/Septiembre 2006, p. 8.)
Algunas perlitas de esta mema que tanto le ponía a Kurtz:
“La cosa más misericordiosa que una familia puede hacer por uno de sus miembros infantes es matarlo”.The Woman Rebel, Volume I, Number 1. Reprinted in Woman and the New Race. New York: Brentanos Publishers, 1922
“El control de la natalidad debe llevar en ultimo término a la limpieza de la raza”, Sanger en Woman, Morality, and Birth Control. New York: New York Publishing Company, 1922. Page 12
Por esta razón la agencia judía Reuters le define como “Gigante del Humanismo”. Por fortuna para la eugenesia de la humanidad, palmó en 2012, ayudando a su añorada meta de la reducción de la población. Casualmente era judío. Pero esto es sólo casual, claro. Recordamos que Prometeo es adorado por los illuminati y un símbolo satánico, con la antorchita de marras en ristre. Es ,pues, un peón sionista rockafelliano g-suita.
El magufo charlatán de Richard Dawkins, que ve genes egoístas hasta en su retrete, ateo de mierda, es otro de los cabezas, visibles de esta pandilla de estafadores sionistas.
Con una desfachatez absoluta sale con un niño en actitud tan amorosa como la que tiene James Randi con ellos, cuando en China la eugenesia de Rockefeller te multaba si tienes más de un hijo y por orden del CFI sacan contínuamente noticias de niños que se han quedado atorados en algún sitio, para mostrar que son una plasta.
¡Cómo nos amas Kurtz! Yo de mayor también quiero ser jodío y gigante del humanismo…
EL CFI TODOS JUDÍOS SIONISTAS
Organización llena de judíos filántropos disfrazados de ateos.
PAUL KURTZ, fundador, judío.
Corporate Governance Board of Directors
Kendrick Frazier - judío
Albuquerque, NM Journalist
Daniel Kelleher – judío
San Francisco, CA Businessman
Barry Kosmin – judío
Hartford, CT Educator
Angie McAllister ¿?
San Francisco, CA
Educator
Richard Schroeder – apellido alemán judío askenazi.
Amherst, NY Financial Advisor
Eddie Tabash- judío
Beverly Hills, CA Attorney
Jonathan Tobert ¿?
Warren, NJ Scientist, Medical Researcher
El gobierno invisible del Club de los 300
John
Coleman.- Un número sin duda considerable de personas tenemos
conocimiento de que los gobernantes del mundo en que vivimos no son en
realidad los que manejan los hilos de la política y la economía, tanto a
escala nacional como internacional. Esto ha llevado a muchos a buscar
la verdad en publicaciones de contracorriente, boletines dirigidos por
quienes, como yo, se han esforzado – no siempre con éxito – por
descubrir la causa de la incurable dolencia que aqueja a los Estados
Unidos. Nuestra investigación no se ha visto coronada por el éxito en
todas las ocasiones. Pero sí hemos averiguado que la humanidad anda en
tinieblas, y en su mayor parte le tiene sin cuidado la suerte que
aguarda a su país, o bien no se molesta en indagarlo. El sector más
amplio de la población ha sido manipulado para reaccionar de dicha
manera, y esa actitud resulta ventajosa para el gobierno secreto.
Con frecuencia oímos decir:”Están haciendo estan” o “Están haciendo aquello”… Quienes hacen esas cosas son capaces de cometer las mayores barbaridades impunemente. Aumentan los impuestos o envían a nuestros hijos a morir en guerras que no reportan beneficio alguno a nuestra patria. Son personajes invisibles que escapan a nuestro alcance, nebulosos hasta la desesperación cuando queremos demandarlos. Nadie puede identificar claramente de quiénes se tratan. Este estado de cosas se ha mantenido así durante décadas. A lo largo de las páginas de este libro identificaremos a esos personajes misteriosos. A partir de ahí, corresponderá al público corregir la situación en que se encuentra.
El Club de los 300 es el no va más de las sociedades secretas. Está integrado por una clase dirigente intocable a la que pertenece la reina de Inglaterra, la de los Países Bajos, la de Dinamarca y las diversas familias reales europeas. A la muerte de la reina Victoria, dichos aristócratas llegaron a la conclusión de que la única manera de hacerse los amos del mundo era asociarse con poderosísimos magnates de la industria internacional, que no pertenecían a su linaje. De esta forma, ganaron acceso al máximo poder aquellos a quienes la reina de Inglaterra gusta llamar plebeyos.
Desde que trabajaba en el servicio de inteligencia sé que los jefes de estado extranjeros conocen a tan poderosa horda por el apelativo de los magos. Stalin acuñó una expresión personal para describirlos: las fuerzas tenebrosas. Y el presidente Eisenhower, que nunca logró ascender por encima del grado de hofjude (judío del atrio), lo llamó – quedándose mayúsculamente corto – “Complejo Militar Industrial”.
¿Quiénes son los conjurados que integran el todopoderoso Club de los 300? Los ciudadanos mejor informados tienen conocimiento de que existe una conspiración, la cual se presenta bajo una diversidad de nombres, entre ellos los illuminati, la Francmasonería, la Tabla Redonda y el grupo Milner. Lo malo es que resulta extremadamente difícil encontrar información fidedigna sobre las actividades de quienes integran el gobierno invisible.
A fin de hacerse una idea del enorme alcance de la conspiración a la que nos referimos vendría bien enumerar en este momento algunos de los objetivos trazados por el Club de los 300 con vistas a su conquista y dominio del mundo. Es preciso entender claramente las razones por las que la energía nuclear es tan detestada en la mayoría de los países, y por qué al falso movimiento ambientalista – creado y costeado por el Club de Roma – se le pidió que declarara la guerra a dicha fuente energética. Generando fuerza eléctrica barata y abundante a partir de reactores nucleares, los países en vías de desarrollo se volverían poco a poco independientes de la ayuda externa norteamericana y podrían consolidar su soberanía. La electricidad producida a partir de la energía atómica es la clave para que los países atrasados salgan del subdesarrollo en el que el Club de los 300 les ha ordenado permanecer.
A menor ayuda externa, menor sería el control de los recursos naturales de los diversos países por parte del FMI. La idea de que las naciones en vías de desarrollo rigieran su propio destino era anatema para el club de Roma y su Club de los 300 que dirige el mundo. Hemos visto la oposición a la energía nuclear utilizada con éxito para bloquear el progreso, de conformidad con los planes del Club para el crecimiento cero en al era post-industrial.
Al tener que depender de la ayuda exterior procedente de EE.UU. esos países de hecho se hayan sometidos en servidumbre al Consejo de Relaciones Exteriores. Al pueblo de las naciones beneficiarias les llega una parte ínfima del dinero, que por lo general termina en las arcas de dirigentes gubernamentales que permiten que el FMI despoje brutalmente al país de sus recursos naturales y bienes de producción.
En Mugabe, la capital de Zimbabwe, la antigua Rodesia, tenemos un claro exponente de hasta qué extremo se pueden manipular los recursos naturales de un país, en este caso mineral de cromo de alta ley. LONRHO, el gigantesco conglomerado de empresas presidido en nombre de su prima, la reina Isabel II, por Angus Ogilvie – figura importante del Club de los 300 – es actualmente dueño y señor absoluto de tan valioso insumo. Mientras tanto el pueblo zimbabuo se sume cada vez más hondo en la miseria, a pesar de percibir ayuda económica de los Estados Unidos por un monto superior a los 300 millones de dólares.
Al presente, LONRHO tiene el monopolio de la producción nacional de cromo, y cobra precios arbitrarios, lo cual no estaba permitido durante el gobierno de Smith. Antes de la llegada del régimen de Mugabe, se mantuvo un nivel de precios razonables por espacio de un cuarto de siglo. Si bien es cierto que en los catorce años por los que se prolongó la presidencia de Ian Smith ésta tuvo sus fallos, desde que él abandonó el poder el desempleo se ha cuadruplicado y Zimbabue se haya sumido en el caos y en una bancarrota de hecho. Mugabe recibió suficiente ayuda de los EE. UU. (Del orden de los 300 millones de dólares anuales) para construirse tres mansiones en la Costa Azul, Cap. Ferat y Montecarlo, mientras sus súbditos pugnan por vencer la enfermedad, el desempleo y la desnutrición, eso sin hablar de una férrea dictadura que no tolera protestas. En contraste con esta situación, el gobierno de Smith jamás pidió ni recibió un centavo de ayuda de los Estados Unidos. Es evidente, pues, que la ayuda externa es un medio eficaz de subyugar a países como Zimbabue y ciertamente al resto de África.
El Club de Roma
¿Cómo pueden los conjurados tener al mundo en sujeción, y más concretamente a los Estados Unidos y Gran Bretaña? Uno de los interrogantes que surgen con más frecuencia es: ¿cómo puede una sola entidad estar al tanto de lo que sucede en todo momento, y de que manera ejerce su dominio? En este libro procuraremos responder a esa y otras preguntas. La única forma de afrontar la realidad del éxito de la conspiración es nombrar y comentar algunas de las sociedades secretas, organizaciones de fachada, organismos gubernamentales, bancos, compañías de seguros, empresas multinacionales, la industria petrolera y los cientos de miles de entidades y fundaciones cuyas figuras más destacadas componen el Club de los 300, máxima institución que lleva las riendas del mundo desde hace al menos un siglo.
Como ya se han publicado bastantes libros sobre el Consejo de Relaciones Exteriores y la Trilateral, pasaremos a hablar directamente del Club de Roma y de la fundación alemana Marshall.
Para algunos fue una sorpresa descubrir que el Club de Roma y la entidad que lo financia, la cual ostenta el titulo de Fundación Alemana Marshall, eran dos asociaciones de confabulados que realizan sus actividades bajo el auspicio de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, y, que en su mayor parte, los ejecutivos que integran el Club de Roma proceden de la OTAN. Fue el Club de Roma el que formuló los principios que esta última organización reivindica como suyos, y el que – por intermedio de Lord Carrington, socio de Club de los 300, dividió a la OTAN en dos fracciones: un grupo de presión política (izquierdista) y la alianza militar originaria.
El Club de Roma sigue siendo uno de los brazos más importantes del Club de los 300, en lo que se refiere a política exterior; el otro es el grupo de los Bilderberger. Se formó en 1968 a partir de miembros incondicionales del grupo original fundado por Morgenthau a raíz de una llamada telefónica del difunto Aurelio Peccei instando a lanzar con urgencia una nueva campaña con objeto de acelerar la planificación del Gobierno Internacional Único, actualmente conocido como Nuevo Orden Internacional. De todos modos, el primer nombre me parece más exacto.
El llamado de Peccei fue respondido por los más subversivos planificadores del futuro que se pudieron seleccionar en Estados Unidos, Francia, Suecia, Gran Bretaña, Suiza y Japón.
Entre 1968 y 1972, el Club de Roma se transformó en una entidad cohesiva integrada por neocientíficos, mundialistas, planificadores del futuro e internacionalistas de toda calaña. Uno de los delegados lo describió con estas palabras: “Nos hemos convertido en la túnica de diversos colores de José”, en alusión al personaje bíblico.
En líneas generales, el programa previsto del Club de Roma consistiría en crear y difundir ideas postindustriales en los Estados Unidos, junto con movimientos de contracultura como los empeñados en la difusión de la droga, la revolución sexual, el hedonismo, el satanismo, la brujería y el ambientalismo, El instituto Tavistock, El Instituto de Investigaciones de Stanford, el Instituto de Relaciones Sociales y de hecho todo el amplio espectro de los centros de investigación de psiquiatría social aplicada, o bien contaban con delegados en la junta directiva del Club de Roma, o desempeñaban una misión orientadora en la tentativa de la OTAN de llevar a cabo lo que denominan la conspiración acuariana.
El Club de Roma es una organización general coordinadora, una especie de matrimonio entre financistas angloamericanos y las familias que integran la ancestral Nobleza Negra europea, en particular la nobleza de Londres, Venecia y Génova. La clave para el dominio exitoso del mundo está en su capacidad para crear y dirigir atroces recesiones económicas y futuras depresiones financieras. El Club de los 300 aspira generar convulsiones sociales a escala planetaria, seguidas de depresiones, pues ve en ellas un medio de allanar el terreno para sucesos de mayor trascendencia, un método para ocasionar que ingentes masas de seres humanos de todo el orbe se conviertan en futuros beneficiarios de su sistema de beneficencia social.
El Club de Roma posee su propia central de inteligencia, y toma prestados además agentes de la INTERPOL de David Rockefeller. Todos los organismos de inteligencia de los EE. UU. Cooperan muy estrechamente con él, así como la KGB y el Mossad o Servicio de Inteligencia Israelí.
¿Cuáles son sus objetivos?¿Qué se propone esa minoría selecta tan secreta? Sus integrantes se hacen llamar también los olímpicos, pues están convencidos de que igualan en poder y talla a los legendarios dioses del Olimpo, los cuales al igual que su dios Lucifer, se han ensalzado a sí mismos por encima de nuestro Dios verdadero. Tienen además el convencimiento de que por derecho divino se les ha encomendado la consecución de las siguientes metas:
1.- El establecimiento de un gobierno internacional único o Nuevo Orden Mundial con una iglesia unificada y un sistema monetario común bajo la dirección de ellos. Pocos saben que el Gobierno Internacional inició la fundación de su iglesia entre los años veinte y los años treinta, al comprender la necesidad de canalizar en la dirección deseada por ellos la fe inherente a todo ser humano.
2.- La destrucción irremediable de toda identidad y orgullo nacional.
3.- El aniquilamiento de la religión, y más en particular de la cristiana. La única excepción será la creada por ellos que mencionamos más arriba.
4.- El dominio de cada habitante del planeta mediante técnicas de condicionamiento psicológico y de lo que (Zbignew) Brzezinski denominó tecnotrónica, con la cual se crearían robots humanos y se implantaría un espeluznante sistema al lado del cual el Terror Rojo de Félix Dzerzhinsky parecerá un juego de niños.
5.- El fin de toda industria y de la producción de fuerza eléctrica generada a partir de la energía nuclear, en lo que llaman sociedad postindustrial de crecimiento cero. Sólo serán autorizadas las industrias de computación y los servicios. Las empresas norteamericanas que queden serán trasladadas a países como México, donde la mano de obra esclavizada es abundante. Los desempleados a consecuencia de la desaparición de las industrias se transformarán en adictos a la heroína o a la cocaína, o integrarán las estadísticas del proceso de eliminación delineado en el informe ‘El mundo en el año 2000′.
6.- Legalización de la droga y la pornografía.
7.- Despoblamiento de las grandes ciudades, de conformidad con el ensayo llevado a cabo por el régimen de Pol Pot en Cambodia. Es interesante destacar que el plan genocida del dictador asiático fue formulado aquí en los Estados Unidos por una de las fundaciones de investigación financiadas por el Club de Roma. Otro dato interesante es que actualmente los 300 tratan de reinstaurar a los carniceros de Pol Pot en Camboya.
8.- Eliminación de todo adelanto científico salvo los que sean considerados provechosos para el Club de los 300. La producción de energía atómica con fines pacíficos es uno de los blancos principales. Los experimentos de fusión en frío que actualmente (1992) se llevan a cabo son objeto de burla y desprecio por parte del Club y de sus chacales en la prensa. Un soplete de fusión debidamente empleado pondría a nuestra disposición unos recursos naturales inagotables a partir de las sustancias más comunes, y el Club ya no podría seguir insistiendo en “la falta de recursos naturales”.
9.- Por medio de guerras de limitado alcance en los países desarrollados y de la aniquilación mediante el hambre y las enfermedades de la población de países del tercer mundo, ocasionar de aquí al año 2050 la muerte de 3000 millones de seres humanos, a los que califican de inútiles consumidores de alimentos. El Club de los 300 encargó a Cyrus Vance la redacción de un informe al respecto que expusiera los medios más eficaces de llevar a efecto semejante genocidio. Dicho informe lleva por titulo El Mundo en el año 2000 y fue aprobado por el presidente Carter para el gobierno estadounidense y a nombre del mismo, y aceptado por Edwin Muskie, a la sazón secretario de estado. Según las condiciones fijadas en el informe, la población de los EE. UU. Deberá haber descendido a 100 millones para el año 2050.
10.- Debilitar la fibra moral de la nación y desmoralizar a la clase obrera mediante la generalización masiva del desempleo. Cuando el número de puestos de trabajo disminuya a causa de las normas introducidas por el Club de Roma con vistas al crecimiento cero postindustrial, los operarios, sumidos en el desaliento y la desesperación, buscarán refugio en el alcohol y la droga. Por medio del rock y de los alucinógenos, se instará a los jóvenes a revelarse contra el status quo, lo cual socavará a la familia como institución social y acabará por destruirla. Con este fin, el Club de los 300 asignó al Instituto Tavistock la preparación de un plan maestro. Tavistock encargó al Instituto de Investigaciones de Stanford la elaboración del plan, con la dirección del profesor Willis Harmon. Más tarde, la empresa llegó a ser conocida como conspiración acuariana.
11.- Evitar que en todo el mundo la gente pueda decidir su propio destino. Con miras a ello, se creará una crisis tras otra, y luego se manejarán dichas crisis. Ello confundirá y desmoralizará hasta tal punto a la población que ante la superabundancia de opciones se generalizará la apatía. En el caso de los EE. UU. ya existe un organismo que tiene como fin el manejo de crisis. Se trata de la FEMA, siglas en inglés de la Secretaría Federal de Manejo de Emergencias, cuya existencia descubrí en 1980.
12.- Promocionar a grupos rufianescos de música rock como los Rolling Stones (pandilla de degenerados que goza ampliamente del favor de la nobleza negra europea) y todos los conjuntos a los que Tavistock convirtió en grandes figuras a partir de los Beatles.
13.- Exportar a todo el mundo el ideario de la liberación religiosa al objeto de minar a toda religión existente y más en particular la cristiana. Esto empezó con la teología de la liberación, de origen jesuita, que acarreo la caída del régimen de los Somoza en Nicaragua y que en la actualidad destruye El Salvador – cuya guerra civil se arrastra ya embarcada por un curato de siglo – , Costa Rica y Honduras. Una entidad muy activamente embarcada en la llamada teología de la liberación es la misión Maryknoll, de tendencia comunista. Ello explica la amplia cobertura dada por los medios al asesinato de unas supuestas monjas de la orden Maryknoll hace unos años en El Salvador.
14.- Provocar el colapso total de la economía a escala internacional y desatar un caos político absoluto.
15.- Tomar en sus manos la dirección de toda política exterior e interior en los Estados Unidos.
16.- Otorgar el máximo apoyo a instituciones supranacionales como la ONU, el FMI, el Banco Internacional de Pagos y el Tribunal Internacional de Justicia y, en la medida de lo posible, disminuir la eficacia de las instituciones nacionales eliminándolas gradualmente o sometiéndolas a la autoridad de las Naciones Unidas.
17.- Infiltrarse en todos los gobiernos y sembrar la subversión en ellos, corroyendo internamente la integridad de las naciones que estos representan.
18.- Organizar un aparato terrorista de alcance internacional y negociar con sus agentes cada vez que estos lleven a cabo sus violentas acciones.
19.- Tomar las riendas de la enseñanza en los EE. UU. con la finalidad de llevarla a la ruina más completa.
Muchos de estos objetivos, los cuales enumeré por primera vez en 1969, se han alcanzado ya o están en avanzada vías de ejecución.
Si tenemos en cuenta los ilimitados caudales que tienen a su disposición, así como cientos de gabinetes de estrategia y 5000 ingenieros sociales, y siendo un hecho que tienen en sus manos los medios de difusión, la banca y la mayor parte de los gobiernos, se comprende que nos las estamos viendo con un problema de proporciones gigantescas, al cual ninguna nación está en condiciones de hacer frente en este momento.
Como he afirmado con tanta frecuencia, se nos ha hecho creer que el problema al que me refiero tiene su origen en Moscú. Nos han lavado el cerebro para que creamos que el comunismo es la mayor amenaza que enfrentamos los norteamericanos. No hay tal. El mayor peligro radica en la multitud de quintacolumnistas infiltrados entre nosotros. Nuestra Constitución nos advierte que vigilemos al enemigo interno. Esos enemigos sirven al Club de los 300, y ocupan posiciones clave en nuestra jerarquía gubernamental.
Debilitamiento de los EE.UU
El Club de Roma tiene la seguridad de haber debilitado a los Estados Unidos, según órdenes del Club de los 300. Tras años de librar una guerra contra los habitantes de esta nación, ¿quién puede poner en duda que ha cumplido en efecto su misión? Basta echar un vistazo a nuestro alrededor para ver hasta qué punto se ha arruinado la moral: droga, pornografía, rock, libertinaje sexual, el núcleo familiar prácticamente desmoronado, lesbianismo, homosexualidad y por último él espelúznese asesinato de millones de niños inocentes a manos de su propia madre. ¿Acaso ha existido alguna vez en la historia crimen tan infame como el aborto generalizado?
Dada la ruina espiritual y moral de los EE.UU., con nuestra industria destrozada, 30 millones de desempleados, las grandes ciudades transformadas en horrendos antros donde se cometen los crímenes más inimaginables, con un índice de asesinatos que casi triplica el de otros países, 4 millones de personas sin hogar y la corrupción en las esferas del gobierno alcanzado proporciones endémicas, ¿quién va a negar que los Estado Unidos están a punto de desplomarse roídos por la carcoma, para caer en las garras acechantes del Gobierno Internacional de la Nueva Era?
El Club de Roma ha logrado su objetivo de dividir las confesiones cristianas. Ha reunido un ejercito de carismáticos, fundamentalistas y evangélicos. Durante la Guerra del Golfo me llovieron cartas que preguntaban cómo me podía oponer a “una guerra cristianan justa contra Irak”. ¿Cómo podía yo dudar que el respaldo de los cristianos fundamentalistas a la guerra (del Club de los 300) contra ese país oriental no estaba acorde con los principios de la Biblia? A fin de cuentas, ¿no había rezado Billy Graham con el presidente Bush justo antes de dar inicio a las primeras andanadas? ¿Acaso no predice la Escritura “guerras y rumores de guerra?”
Esas cartas dejaron entrever la eficiencia con que ha desempeñado su labor el Instituto Tavistock. Los fundamentalistas cristianos son burdas marionetas del Club de Roma y de que sus opiniones y creencias no son propias: las formularon para ellos los cientos de gabinetes de estrategia del Club de los 300 que se hallan repartidos por la geografía de los EE.UU. Es decir, que como cualquier otro sector de la población estadounidense, los cristianos fundamentalistas y evangélicos han sido objeto de un concienzudo lavado de cerebro.
Es posible que a algunos les cueste aceptar la idea de una conspiración a escala internacional porque muchos autores han obtenido lucro a costa de ella. Otros dudan que se puedan promover con éxito unas actividades de semejante alcance. Observando el enorme aparato burocrático de nuestra nación, preguntan: ”¿Cómo quieren que creamos que unos señores particulares tengan más poder que el Gobierno?”. Esto se debe a que no comprenden que el Gobierno es parte de la maquinaria de la conspiración. Los que eso afirman piden pruebas fehacientes, y no es tan fácil hallar tales pruebas.
Otros dicen: “¿y qué? ¿Qué me importa a mí que haya una conspiración? Si yo ni me molesto en votar”. Esa era precisamente la forma en que se preveía que reaccionara el grueso de la población estadounidense. El pueblo de nuestro país está sumido en el desaliento y la confusión, fruto de la guerra que se libra contra nosotros desde hace años. Hay muchas más probabilidades de que un pueblo desmoralizado y despistado acoja con los brazos abiertos la llegada de una gran figura que prometa resolver todo problema y garantice una sociedad ordenada en la que no exista el desempleo y con las disputas internas reducidas al mínimo. A ese dictador – eso será ni más ni menos – lo recibirán calurosamente.
Programados para el cambio, listos para la destrucción
Ese mismo Club de los 300 ha establecido mecanismos y sistemas de control mucho más ineludibles que nada que se haya visto hasta ahora. No son necesarias sogas ni cadenas para sujetarnos. Se nos ha lavado el cerebro hasta hacernos renunciar al derecho a portar armas que nos otorga la Constitución; abandonar la Constitución misma; permitir que las Naciones Unidas dirijan nuestra política exterior y que el FMI dicte la política fiscal y monetaria de nuestro país; tolerar que el Presidente vulnere impunemente la ley de los Estado Unidos invadiendo otro país y secuestrando al jefe del estado.
En resumidas cuentas, nos han condicionado al extremo de que aceptemos a nivel nacional casi sin rechistar cada uno de los ilícitos perpetrados por el gobierno de nuestro país.
Gracias al Club de Roma, nuestra capacidad tecnológica ha sido superada por Japón y Alemania, los países a los que – según nos dicen- derrotamos en la Segunda Guerra Mundial.
¿Cómo ha sido posible tal cosa? Porque, por un lado, hombres como el Dr. Alexander King, y por otro, nuestra ceguera mental inducida nos han hecho incapaces de reconocer el desmoronamiento de nuestras instituciones educativas y sistemas de enseñanza. Por esa ceguera nuestra, ya no formamos los suficientes ingenieros y científicos para mantener el puesto que ocupábamos entre las naciones industrializadas. Gracias al Dr. King, a quien muy pocos conocen en los Estados Unidos, la enseñanza ha caído a su nivel más bajo en el país desde 1786. Estadísticas facilitadas por el Institute for Higher Learning indican que los escolares actuales leen y escriben peor que los de 1786.
La meta era mentalizar a la nación para efectuar cambios programados y que se acostumbrara hasta tal extremo a ellos que cuando se produjeran transformaciones radicales éstas fueran prácticamente imperceptibles. En los últimos años la decadencia se ha acelerado hasta tal punto que en la actualidad el divorcio no acarrea estigma alguno, el suicidio alcanza tasas históricas que no horrorizan a muchos y desviaciones de las normas sociales aberraciones sexuales en otro tiempo innombrables en círculos decentes hoy son moneda corriente y no suscitan protestas.
¿Somos capaces de reconocer que el país va cuesta abajo y sin frenos?
No, no lo somos. Cuando los que nos dedicamos a hacer ver la verdad al pueblo norteamericano descubrimos que un gobierno menor, privado y bien organizado dentro de la Casa Blanca cometía incesantes fechorías, fechorías que atentaban contra la esencia misma de la nación y las instituciones republicanas en las que ésta se apoya, se nos dijo que no preocupáramos al público con esas revelaciones. Una forma común de reaccionar era decir: “No queremos saber nada de esas conjeturas”.
Cuando la máxima autoridad elegida del país tuvo la osadía de poner las leyes de la ONU por encima de la Constitución de los Estados Unidos – delito por el cual se podía demandar al Presidente – la mayoría de la gente lo vio como lo más natural del mundo. Cuando la máxima autoridad elegida del país emprendió una guerra sin una declaración oficial por parte del Congreso, los medios informativos callaron ese detalle y los ciudadanos lo aceptamos una vez más antes que encarar la verdad.
Cuando estalló la Guerra del Golfo, maquinada y organizada por nuestro presidente (Bush), no sólo toleramos alegremente la más descarada de las censuras, sino que hasta nos lo tomamos a pecho creyendo que era buena para alcanzar el objetivo de la guerra. El Presidente mintió, April Glaspie mintió, el Departamento de Estado mintió. Decían que la guerra estaba justificada porque se había advertido a Saddam Hussein que no metiera la mano en Kuwait.
Cuando por fin se hicieron públicas las comunicaciones cablegráficas entre la embajadora y el Departamento de Estado, una caterva de senadores norteamericanos se lanzó a defender a Glaspie; tanto demócratas como republicanos, daba igual. El pueblo, nosotros, dejamos impunes sus abyectas mentiras.
El presidente Jefferson dijo en una ocasión que sentía lástima de los que creían que con los periódicos se enteraban de lo que sucedía. Disraeli, el primer ministro británico, afirmó algo muy parecido. Ciertamente, desde tiempo inmemorial, los que rigen los destinos del mundo se han vanagloriado de hacerlo entre bambalinas.
Nos dicen que ganamos la Guerra del Golfo. Sin embargo, la amplia mayoría de los estadounidenses no repara en que la ganamos a costa de la dignidad y el honor de nuestra nación, que yacen pudriéndose en las arenas del desierto de Kuwait e Irak, junto a los cadáveres de las tropas iraquíes a las que aniquilamos en la retirada previamente acordada de Kuwait y de Basra. No fuimos capaces de cumplir la palabra empeñada de que nos atendríamos a la convención de Ginebra y no los atacaríamos. “¿Qué prefieren – preguntaron los que nos manejan -, victoria o dignidad? No se pueden tener las dos cosas a la vez”.
Hace cien años algo así no habría sucedido. Hoy en día ocurre y nadie dice nada. Vivimos en una sociedad desechable, programada para no durar. Los 4 millones de personas que viven sin techo en nuestro país, los 30 millones de desempleados y los 15 millones de niños asesinados hasta la fecha antes de nacer nos dejan indiferentes. Son elementos desechables de una conspiración tan condenable que cuando se ponen al descubierto estos datos, la mayoría descarta la existencia de la mencionada conspiración, razonando que esas estadísticas se deben a que “los tiempos han cambiado”.
Los Estados Unidos de la actualidad se pueden comparar con un soldado que se duerme en lo más recio del combate. Los norteamericanos nos hemos dejado vencer por el sueño y hemos cedido a la apatía que nos ha causado vérnoslas con una multiplicidad de opciones. Todo ello nos ha sumido en la confusión. Transformaciones de esa índole alteran el medio en que nos desenvolvemos y eliminan nuestra resistencia a los cambios, de forma que nos ponemos aturdidos y apáticos y acabamos por dormirnos en plena batalla.
Para los oligarcas y plutócratas que integran el Club de los 300, el narcotráfico tiene una doble finalidad: en primer lugar, generar ingentes sumas de dinero, y en segundo, convierte a largo plazo a un amplio sector de la sociedad de una masa de autómatas drogados más fáciles de dominar que quienes no estén enviciados, ya que la rebelión se castigará cortando el suministro de heroína, cocaína y otros alucinógenos.
Ellos requieren la legislación de la droga a fin de que se pueda establecer un monopolio mediante el cual la drogodependencia alcance gran difusión, a medida que cientos de miles de obreros constantemente desempleados recurran a los estupefacientes en busca de alivio.
En uno de los documentos más secretos del Royal Institute for Internal Affaire, se describe – parcialmente- el plan: ” [...] Desengañados con el cristianismo y con el desempleo generalizado, quienes lleven cinco años o más desocupados abandonarán la iglesia y se volverán a la droga en busca de consuelo. A partir de ese momento será imperioso ejercer un dominio absoluto del comercio de narcóticos, al objeto de que los gobiernos de todos los países que se hallen sometidos a nuestra jurisdicción dispongan de un monopolio que dirigiremos nosotros como suministradores. [...] Se crearán bares que expendan droga a los revoltosos y descontentos. Los sediciosos en potencia se convertirán en inofensivos adictos sin voluntad propia. [...]”
El mundo del futuro
En resumidas cuentas, las aspiraciones del Club de los 300 consisten en generar las siguientes situaciones:
-El establecimiento de un gobierno mundialista y un sistema monetario común bajo la tutela de una oligarquía permanente, hereditaria y no elegida, cuyos miembros se escogerán entre si mediante un sistema feudal semejante al del Medioevo. Con dicha entidad universal de gobierno, se pondrá coto a la explosión demográfica mediante limitaciones al número de hijos por familia, enfermedades, guerras y hambres, hasta que la población mundial se estabilice en mil millones de seres humanos útiles para la clase dirigente, distribuidos en zonas rígidas y claramente definidas.
-La clase media desaparecerá y sólo quedarán siervos y mandatarios. Las leyes serán uniformadas por medio de una red internacional de tribunales que se guiarán por un mismo código, apoyados por un organismo universal de policía y un ejército supranacional que imponga el cumplimiento de la ley en el territorio de los que una vez fueron países, y que ya no estarán delimitados por fronteras. El sistema se basará en el del estado benefactor: quienes obedezcan al gobierno internacional único y se subordinen al mismo serán retribuidos con los medios para subsistir; los que se rebelen morirán de hambre o serán proscritos, convirtiéndose con ello en blanco de todo el que desee quitarles la vida. Estará prohibida la posesión privada de armas de fuego o de cualquier otra clase.
-Sólo se permitirá la práctica de una religión, la de la iglesia del Gobierno Universal. El culto a Lucifer y la hechicería serán reconocidos como materias de estudio en el sistema educativo estatal, y no habrá colegios privados ni religiosos. Las iglesias habrán sido infiltradas por la subversión. En los tiempos del gobierno internacional, el cristianismo habrá pasado a la historia.
Toda persona será adoctrinada en la creencia de que es una criatura del Gobierno Universal. A este fin, se la marcará con un número que facilite su identificación, número que figurará en los archivos centrales del ordenador de la OTAN en Bruselas. En un momento dado, todo agente del Gobierno Universal tendrá acceso a dicho número. Los archivos generales de la CIA, el FBI, las policías locales y estatales, el Ministerio de Hacienda, la FEMA y la seguridad social serán ampliados en extremo y constituirán la base de datos relativos a cada habitante de los Estados Unidos.
-El matrimonio será ilegal. La familia ya no existirá como la conocemos en la actualidad. Los niños serán separados de sus padres a temprana edad y criados bajo la tutela del Estado. A título experimental, esto ya se hizo en Alemania del Este en tiempos de Eric Honecker: los hijos de ciudadanos sospechosos de rebeldía eran puestos bajo la custodia del Estado.
-Se promoverá la pornografía, la cual será de exhibición obligada en todo cine y teatro, sin excluir los temas de la homosexualidad y el lesbianismo. También será forzoso el consumo de drogas recreativas. A cada uno se le asignará una cantidad que podrá adquirir en los establecimientos de venta que el Gobierno Universal habrá diseminado por el planeta.
- Se extenderá el empleo de sustancias que permitan manipular la mente, y serán igualmente de uso obligatorio. Se las administrará por medio de los alimentos y del suministro del agua potable sin conocimiento ni permiso de los consumidores. En los bares de narcóticos, atendidos por empleados del súper gobierno, la clase esclavizada pasará sus horas de asueto. De esa manera, las masas se convertirán en una suerte de animales dominados, sin voluntad propia, que se comportarán como tales.
-El sistema económico funcionará del siguiente modo: la clase dirigente permitirá que se produzca el mínimo imprescindible de alimentos y servicios para mantener los campamentos en que trabajarán multitudes de esclavos. Toda riqueza se atesorará en las arcas de los integrantes de la élite del Club de los 300. A toda persona se la adoctrinará en el concepto de que su supervivencia depende en todo el Estado.
El mundo será gobernado mediante decretos emitidos por el mencionado Club, los cuales de inmediato cobrarán valor de ley. Experimentalmente, BorisYeltsin impone la voluntad del club en Rusia mediante decretos de ese estilo. No existirán tribunales de justicia, sino de castigo.
-La industria habrá de ser destruida en su totalidad, junto con las plantas de producción de energía nuclear. Sólo los integrantes del Club de los 300 y sus elitistas tendrán privilegio de beneficiarse de los recursos de la tierra. La agricultura y la ganadería estarán en manos del Club, que fiscalizarán rigurosamente la producción de alimentos.
Conforme comiencen a entrar en vigor estas medidas, grandes contingentes de población urbana serán transferidos a regiones apartadas. Quienes se opongan serán exterminados a la manera del experimento que llevó a cabo Pol Pot en Camboya.
-Los enfermos incurables y los ancianos habrán de someterse ineludiblemente a la eutanasia. Para el año 2050 habrán sido eliminados al menos 3.000 millones de consumidores inútiles de alimentos por medio de guerras de alcance limitado, epidemias orquestadas de enfermedades virulentas, y hambre. El suministro de energía, alimento y agua se mantendrá al nivel mínimo de subsidencia para los ajenos a la élite.
-Todo producto farmacéutico, médico, dentista y profesional de la salud, esencial o no, estará registrado en el banco de datos del computador central. Será imposible recetar un remedio o prescribir atención médica sin autorización expresa de los agentes responsables de imponer la autoridad en cada municipio.
-No habrá moneda ni dinero en efectivo en posesión de las masas. Toda transacción se llevará a cabo mediante una tarjeta de cobro automático en la que figure el número de identificación del portador.
A quien transgreda el reglamento establecido por el Club de los 300 le será inválida la tarjeta por un tiempo que variará con arreglo a la naturaleza y gravedad de la violación.
-El Gobierno Universal llevará las riendas de todas las agencias noticiosas y órganos de prensa. Métodos de lavado cerebral se harán pasar por entretenimiento, de la misma manera en que se practicaba y se convirtió en técnica refinada en los Estados Unidos. A los jóvenes a los que se aparte de los padres desleales se les impartirá una educación concebida especialmente para embrutecerlos.
-Jóvenes de ambos sexos serán adiestrados como vigilantes en los campos de trabajo del Gobierno Internacional.
Por lo anterior, es evidente que quede mucho por hacer para la instauración del Nuevo Orden Mundial. Hace tiempo que el Club de los 300 ha perfeccionado los planes para desestabilizar la civilización tal como la conocemos en la actualidad.
En Europa Occidental ha construido una federación de estados con una estructura de gobierno que incluye una moneda común. Una vez logrado esto, el sistema de la Unión Europea se extenderá por etapas a los EE.UU. y Canadá. De forma lenta pero inexorable, las Naciones Unidas se están transformando en un sello de aprobación del Gobierno Universal: EE.UU. le dicta lo que tiene que hacer, como vimos cuando la Guerra del Golfo.
El impresionante secreto que envuelve al Club de los 300 hace que muchos pongan en entredicho su existencia. Ningún órgano informativo ha hecho jamás mención de dicha jerarquía conspiradora. Por consiguiente, y como era de esperar, la gente reacciona con incredulidad. El Club de los 300 está en su mayor parte en manos del monarca británico, en la actualidad la reina Isabel II.
No hay entidad que escape al dominio del Club, y salta a la vista que éste ejerce un férreo control en el terreno de las comunicaciones. Si echamos un vistazo a la RCA, descubriremos que su directorio se compone de personalidades británicas y estadounidenses que descuellan en organizaciones como el Consejo de Relaciones Exteriores, la OTAN, el Club de Roma, la Comisión Trilateral, la Francmasonería, Skull and Bones, el grupo Bilderberg, Round Table, la Sociedad Milner y la Jesuits-Aristotle Society.
Entre ellos se contaba David Sarnoff, que se trasladó a Londres hacia la misma época que Sir William Stepherson se instaló en la sede neoyorquina de la RCA.
El gobierno invisible del Club de los 300 está ejerciendo una presión inmensa sobre los EE. UU. A fin de reformar el país para mal. Si logramos evitar que se nos despoje de la libertad, retrasaremos considerablemente el progreso hacia el establecimiento del gobierno supranacional. La instauración del mismo es una empresa de proporciones impresionantes que exige gran habilidad, talento organizativo y dominio de los gobiernos y su política. La única organización capaz de llevar a cabo tan ciclópea tarea con esperanza de éxito es el Club de los 300. Acabamos de ver hasta qué punto se ha acercado al éxito total.
La batalla para evitarlo será, ante todo, de carácter espiritual.
*Ex espía del MI6 y colaborador de prensa en la actualidad.
Organización llena de judíos filántropos disfrazados de ateos.
PAUL KURTZ, fundador, judío.
Corporate Governance Board of Directors
Kendrick Frazier - judío
Albuquerque, NM Journalist
Daniel Kelleher – judío
San Francisco, CA Businessman
Barry Kosmin – judío
Hartford, CT Educator
Angie McAllister ¿?
San Francisco, CA
Educator
Richard Schroeder – apellido alemán judío askenazi.
Amherst, NY Financial Advisor
Eddie Tabash- judío
Beverly Hills, CA Attorney
Jonathan Tobert ¿?
Warren, NJ Scientist, Medical Researcher
El gobierno invisible del Club de los 300
Con frecuencia oímos decir:”Están haciendo estan” o “Están haciendo aquello”… Quienes hacen esas cosas son capaces de cometer las mayores barbaridades impunemente. Aumentan los impuestos o envían a nuestros hijos a morir en guerras que no reportan beneficio alguno a nuestra patria. Son personajes invisibles que escapan a nuestro alcance, nebulosos hasta la desesperación cuando queremos demandarlos. Nadie puede identificar claramente de quiénes se tratan. Este estado de cosas se ha mantenido así durante décadas. A lo largo de las páginas de este libro identificaremos a esos personajes misteriosos. A partir de ahí, corresponderá al público corregir la situación en que se encuentra.
El Club de los 300 es el no va más de las sociedades secretas. Está integrado por una clase dirigente intocable a la que pertenece la reina de Inglaterra, la de los Países Bajos, la de Dinamarca y las diversas familias reales europeas. A la muerte de la reina Victoria, dichos aristócratas llegaron a la conclusión de que la única manera de hacerse los amos del mundo era asociarse con poderosísimos magnates de la industria internacional, que no pertenecían a su linaje. De esta forma, ganaron acceso al máximo poder aquellos a quienes la reina de Inglaterra gusta llamar plebeyos.
Desde que trabajaba en el servicio de inteligencia sé que los jefes de estado extranjeros conocen a tan poderosa horda por el apelativo de los magos. Stalin acuñó una expresión personal para describirlos: las fuerzas tenebrosas. Y el presidente Eisenhower, que nunca logró ascender por encima del grado de hofjude (judío del atrio), lo llamó – quedándose mayúsculamente corto – “Complejo Militar Industrial”.
¿Quiénes son los conjurados que integran el todopoderoso Club de los 300? Los ciudadanos mejor informados tienen conocimiento de que existe una conspiración, la cual se presenta bajo una diversidad de nombres, entre ellos los illuminati, la Francmasonería, la Tabla Redonda y el grupo Milner. Lo malo es que resulta extremadamente difícil encontrar información fidedigna sobre las actividades de quienes integran el gobierno invisible.
A fin de hacerse una idea del enorme alcance de la conspiración a la que nos referimos vendría bien enumerar en este momento algunos de los objetivos trazados por el Club de los 300 con vistas a su conquista y dominio del mundo. Es preciso entender claramente las razones por las que la energía nuclear es tan detestada en la mayoría de los países, y por qué al falso movimiento ambientalista – creado y costeado por el Club de Roma – se le pidió que declarara la guerra a dicha fuente energética. Generando fuerza eléctrica barata y abundante a partir de reactores nucleares, los países en vías de desarrollo se volverían poco a poco independientes de la ayuda externa norteamericana y podrían consolidar su soberanía. La electricidad producida a partir de la energía atómica es la clave para que los países atrasados salgan del subdesarrollo en el que el Club de los 300 les ha ordenado permanecer.
A menor ayuda externa, menor sería el control de los recursos naturales de los diversos países por parte del FMI. La idea de que las naciones en vías de desarrollo rigieran su propio destino era anatema para el club de Roma y su Club de los 300 que dirige el mundo. Hemos visto la oposición a la energía nuclear utilizada con éxito para bloquear el progreso, de conformidad con los planes del Club para el crecimiento cero en al era post-industrial.
Al tener que depender de la ayuda exterior procedente de EE.UU. esos países de hecho se hayan sometidos en servidumbre al Consejo de Relaciones Exteriores. Al pueblo de las naciones beneficiarias les llega una parte ínfima del dinero, que por lo general termina en las arcas de dirigentes gubernamentales que permiten que el FMI despoje brutalmente al país de sus recursos naturales y bienes de producción.
En Mugabe, la capital de Zimbabwe, la antigua Rodesia, tenemos un claro exponente de hasta qué extremo se pueden manipular los recursos naturales de un país, en este caso mineral de cromo de alta ley. LONRHO, el gigantesco conglomerado de empresas presidido en nombre de su prima, la reina Isabel II, por Angus Ogilvie – figura importante del Club de los 300 – es actualmente dueño y señor absoluto de tan valioso insumo. Mientras tanto el pueblo zimbabuo se sume cada vez más hondo en la miseria, a pesar de percibir ayuda económica de los Estados Unidos por un monto superior a los 300 millones de dólares.
Al presente, LONRHO tiene el monopolio de la producción nacional de cromo, y cobra precios arbitrarios, lo cual no estaba permitido durante el gobierno de Smith. Antes de la llegada del régimen de Mugabe, se mantuvo un nivel de precios razonables por espacio de un cuarto de siglo. Si bien es cierto que en los catorce años por los que se prolongó la presidencia de Ian Smith ésta tuvo sus fallos, desde que él abandonó el poder el desempleo se ha cuadruplicado y Zimbabue se haya sumido en el caos y en una bancarrota de hecho. Mugabe recibió suficiente ayuda de los EE. UU. (Del orden de los 300 millones de dólares anuales) para construirse tres mansiones en la Costa Azul, Cap. Ferat y Montecarlo, mientras sus súbditos pugnan por vencer la enfermedad, el desempleo y la desnutrición, eso sin hablar de una férrea dictadura que no tolera protestas. En contraste con esta situación, el gobierno de Smith jamás pidió ni recibió un centavo de ayuda de los Estados Unidos. Es evidente, pues, que la ayuda externa es un medio eficaz de subyugar a países como Zimbabue y ciertamente al resto de África.
El Club de Roma
¿Cómo pueden los conjurados tener al mundo en sujeción, y más concretamente a los Estados Unidos y Gran Bretaña? Uno de los interrogantes que surgen con más frecuencia es: ¿cómo puede una sola entidad estar al tanto de lo que sucede en todo momento, y de que manera ejerce su dominio? En este libro procuraremos responder a esa y otras preguntas. La única forma de afrontar la realidad del éxito de la conspiración es nombrar y comentar algunas de las sociedades secretas, organizaciones de fachada, organismos gubernamentales, bancos, compañías de seguros, empresas multinacionales, la industria petrolera y los cientos de miles de entidades y fundaciones cuyas figuras más destacadas componen el Club de los 300, máxima institución que lleva las riendas del mundo desde hace al menos un siglo.
Como ya se han publicado bastantes libros sobre el Consejo de Relaciones Exteriores y la Trilateral, pasaremos a hablar directamente del Club de Roma y de la fundación alemana Marshall.
Para algunos fue una sorpresa descubrir que el Club de Roma y la entidad que lo financia, la cual ostenta el titulo de Fundación Alemana Marshall, eran dos asociaciones de confabulados que realizan sus actividades bajo el auspicio de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, y, que en su mayor parte, los ejecutivos que integran el Club de Roma proceden de la OTAN. Fue el Club de Roma el que formuló los principios que esta última organización reivindica como suyos, y el que – por intermedio de Lord Carrington, socio de Club de los 300, dividió a la OTAN en dos fracciones: un grupo de presión política (izquierdista) y la alianza militar originaria.
El Club de Roma sigue siendo uno de los brazos más importantes del Club de los 300, en lo que se refiere a política exterior; el otro es el grupo de los Bilderberger. Se formó en 1968 a partir de miembros incondicionales del grupo original fundado por Morgenthau a raíz de una llamada telefónica del difunto Aurelio Peccei instando a lanzar con urgencia una nueva campaña con objeto de acelerar la planificación del Gobierno Internacional Único, actualmente conocido como Nuevo Orden Internacional. De todos modos, el primer nombre me parece más exacto.
El llamado de Peccei fue respondido por los más subversivos planificadores del futuro que se pudieron seleccionar en Estados Unidos, Francia, Suecia, Gran Bretaña, Suiza y Japón.
Entre 1968 y 1972, el Club de Roma se transformó en una entidad cohesiva integrada por neocientíficos, mundialistas, planificadores del futuro e internacionalistas de toda calaña. Uno de los delegados lo describió con estas palabras: “Nos hemos convertido en la túnica de diversos colores de José”, en alusión al personaje bíblico.
En líneas generales, el programa previsto del Club de Roma consistiría en crear y difundir ideas postindustriales en los Estados Unidos, junto con movimientos de contracultura como los empeñados en la difusión de la droga, la revolución sexual, el hedonismo, el satanismo, la brujería y el ambientalismo, El instituto Tavistock, El Instituto de Investigaciones de Stanford, el Instituto de Relaciones Sociales y de hecho todo el amplio espectro de los centros de investigación de psiquiatría social aplicada, o bien contaban con delegados en la junta directiva del Club de Roma, o desempeñaban una misión orientadora en la tentativa de la OTAN de llevar a cabo lo que denominan la conspiración acuariana.
El Club de Roma es una organización general coordinadora, una especie de matrimonio entre financistas angloamericanos y las familias que integran la ancestral Nobleza Negra europea, en particular la nobleza de Londres, Venecia y Génova. La clave para el dominio exitoso del mundo está en su capacidad para crear y dirigir atroces recesiones económicas y futuras depresiones financieras. El Club de los 300 aspira generar convulsiones sociales a escala planetaria, seguidas de depresiones, pues ve en ellas un medio de allanar el terreno para sucesos de mayor trascendencia, un método para ocasionar que ingentes masas de seres humanos de todo el orbe se conviertan en futuros beneficiarios de su sistema de beneficencia social.
El Club de Roma posee su propia central de inteligencia, y toma prestados además agentes de la INTERPOL de David Rockefeller. Todos los organismos de inteligencia de los EE. UU. Cooperan muy estrechamente con él, así como la KGB y el Mossad o Servicio de Inteligencia Israelí.
¿Cuáles son sus objetivos?¿Qué se propone esa minoría selecta tan secreta? Sus integrantes se hacen llamar también los olímpicos, pues están convencidos de que igualan en poder y talla a los legendarios dioses del Olimpo, los cuales al igual que su dios Lucifer, se han ensalzado a sí mismos por encima de nuestro Dios verdadero. Tienen además el convencimiento de que por derecho divino se les ha encomendado la consecución de las siguientes metas:
1.- El establecimiento de un gobierno internacional único o Nuevo Orden Mundial con una iglesia unificada y un sistema monetario común bajo la dirección de ellos. Pocos saben que el Gobierno Internacional inició la fundación de su iglesia entre los años veinte y los años treinta, al comprender la necesidad de canalizar en la dirección deseada por ellos la fe inherente a todo ser humano.
2.- La destrucción irremediable de toda identidad y orgullo nacional.
3.- El aniquilamiento de la religión, y más en particular de la cristiana. La única excepción será la creada por ellos que mencionamos más arriba.
4.- El dominio de cada habitante del planeta mediante técnicas de condicionamiento psicológico y de lo que (Zbignew) Brzezinski denominó tecnotrónica, con la cual se crearían robots humanos y se implantaría un espeluznante sistema al lado del cual el Terror Rojo de Félix Dzerzhinsky parecerá un juego de niños.
5.- El fin de toda industria y de la producción de fuerza eléctrica generada a partir de la energía nuclear, en lo que llaman sociedad postindustrial de crecimiento cero. Sólo serán autorizadas las industrias de computación y los servicios. Las empresas norteamericanas que queden serán trasladadas a países como México, donde la mano de obra esclavizada es abundante. Los desempleados a consecuencia de la desaparición de las industrias se transformarán en adictos a la heroína o a la cocaína, o integrarán las estadísticas del proceso de eliminación delineado en el informe ‘El mundo en el año 2000′.
6.- Legalización de la droga y la pornografía.
7.- Despoblamiento de las grandes ciudades, de conformidad con el ensayo llevado a cabo por el régimen de Pol Pot en Cambodia. Es interesante destacar que el plan genocida del dictador asiático fue formulado aquí en los Estados Unidos por una de las fundaciones de investigación financiadas por el Club de Roma. Otro dato interesante es que actualmente los 300 tratan de reinstaurar a los carniceros de Pol Pot en Camboya.
8.- Eliminación de todo adelanto científico salvo los que sean considerados provechosos para el Club de los 300. La producción de energía atómica con fines pacíficos es uno de los blancos principales. Los experimentos de fusión en frío que actualmente (1992) se llevan a cabo son objeto de burla y desprecio por parte del Club y de sus chacales en la prensa. Un soplete de fusión debidamente empleado pondría a nuestra disposición unos recursos naturales inagotables a partir de las sustancias más comunes, y el Club ya no podría seguir insistiendo en “la falta de recursos naturales”.
9.- Por medio de guerras de limitado alcance en los países desarrollados y de la aniquilación mediante el hambre y las enfermedades de la población de países del tercer mundo, ocasionar de aquí al año 2050 la muerte de 3000 millones de seres humanos, a los que califican de inútiles consumidores de alimentos. El Club de los 300 encargó a Cyrus Vance la redacción de un informe al respecto que expusiera los medios más eficaces de llevar a efecto semejante genocidio. Dicho informe lleva por titulo El Mundo en el año 2000 y fue aprobado por el presidente Carter para el gobierno estadounidense y a nombre del mismo, y aceptado por Edwin Muskie, a la sazón secretario de estado. Según las condiciones fijadas en el informe, la población de los EE. UU. Deberá haber descendido a 100 millones para el año 2050.
10.- Debilitar la fibra moral de la nación y desmoralizar a la clase obrera mediante la generalización masiva del desempleo. Cuando el número de puestos de trabajo disminuya a causa de las normas introducidas por el Club de Roma con vistas al crecimiento cero postindustrial, los operarios, sumidos en el desaliento y la desesperación, buscarán refugio en el alcohol y la droga. Por medio del rock y de los alucinógenos, se instará a los jóvenes a revelarse contra el status quo, lo cual socavará a la familia como institución social y acabará por destruirla. Con este fin, el Club de los 300 asignó al Instituto Tavistock la preparación de un plan maestro. Tavistock encargó al Instituto de Investigaciones de Stanford la elaboración del plan, con la dirección del profesor Willis Harmon. Más tarde, la empresa llegó a ser conocida como conspiración acuariana.
11.- Evitar que en todo el mundo la gente pueda decidir su propio destino. Con miras a ello, se creará una crisis tras otra, y luego se manejarán dichas crisis. Ello confundirá y desmoralizará hasta tal punto a la población que ante la superabundancia de opciones se generalizará la apatía. En el caso de los EE. UU. ya existe un organismo que tiene como fin el manejo de crisis. Se trata de la FEMA, siglas en inglés de la Secretaría Federal de Manejo de Emergencias, cuya existencia descubrí en 1980.
12.- Promocionar a grupos rufianescos de música rock como los Rolling Stones (pandilla de degenerados que goza ampliamente del favor de la nobleza negra europea) y todos los conjuntos a los que Tavistock convirtió en grandes figuras a partir de los Beatles.
13.- Exportar a todo el mundo el ideario de la liberación religiosa al objeto de minar a toda religión existente y más en particular la cristiana. Esto empezó con la teología de la liberación, de origen jesuita, que acarreo la caída del régimen de los Somoza en Nicaragua y que en la actualidad destruye El Salvador – cuya guerra civil se arrastra ya embarcada por un curato de siglo – , Costa Rica y Honduras. Una entidad muy activamente embarcada en la llamada teología de la liberación es la misión Maryknoll, de tendencia comunista. Ello explica la amplia cobertura dada por los medios al asesinato de unas supuestas monjas de la orden Maryknoll hace unos años en El Salvador.
14.- Provocar el colapso total de la economía a escala internacional y desatar un caos político absoluto.
15.- Tomar en sus manos la dirección de toda política exterior e interior en los Estados Unidos.
16.- Otorgar el máximo apoyo a instituciones supranacionales como la ONU, el FMI, el Banco Internacional de Pagos y el Tribunal Internacional de Justicia y, en la medida de lo posible, disminuir la eficacia de las instituciones nacionales eliminándolas gradualmente o sometiéndolas a la autoridad de las Naciones Unidas.
17.- Infiltrarse en todos los gobiernos y sembrar la subversión en ellos, corroyendo internamente la integridad de las naciones que estos representan.
18.- Organizar un aparato terrorista de alcance internacional y negociar con sus agentes cada vez que estos lleven a cabo sus violentas acciones.
19.- Tomar las riendas de la enseñanza en los EE. UU. con la finalidad de llevarla a la ruina más completa.
Muchos de estos objetivos, los cuales enumeré por primera vez en 1969, se han alcanzado ya o están en avanzada vías de ejecución.
Si tenemos en cuenta los ilimitados caudales que tienen a su disposición, así como cientos de gabinetes de estrategia y 5000 ingenieros sociales, y siendo un hecho que tienen en sus manos los medios de difusión, la banca y la mayor parte de los gobiernos, se comprende que nos las estamos viendo con un problema de proporciones gigantescas, al cual ninguna nación está en condiciones de hacer frente en este momento.
Como he afirmado con tanta frecuencia, se nos ha hecho creer que el problema al que me refiero tiene su origen en Moscú. Nos han lavado el cerebro para que creamos que el comunismo es la mayor amenaza que enfrentamos los norteamericanos. No hay tal. El mayor peligro radica en la multitud de quintacolumnistas infiltrados entre nosotros. Nuestra Constitución nos advierte que vigilemos al enemigo interno. Esos enemigos sirven al Club de los 300, y ocupan posiciones clave en nuestra jerarquía gubernamental.
Debilitamiento de los EE.UU
El Club de Roma tiene la seguridad de haber debilitado a los Estados Unidos, según órdenes del Club de los 300. Tras años de librar una guerra contra los habitantes de esta nación, ¿quién puede poner en duda que ha cumplido en efecto su misión? Basta echar un vistazo a nuestro alrededor para ver hasta qué punto se ha arruinado la moral: droga, pornografía, rock, libertinaje sexual, el núcleo familiar prácticamente desmoronado, lesbianismo, homosexualidad y por último él espelúznese asesinato de millones de niños inocentes a manos de su propia madre. ¿Acaso ha existido alguna vez en la historia crimen tan infame como el aborto generalizado?
Dada la ruina espiritual y moral de los EE.UU., con nuestra industria destrozada, 30 millones de desempleados, las grandes ciudades transformadas en horrendos antros donde se cometen los crímenes más inimaginables, con un índice de asesinatos que casi triplica el de otros países, 4 millones de personas sin hogar y la corrupción en las esferas del gobierno alcanzado proporciones endémicas, ¿quién va a negar que los Estado Unidos están a punto de desplomarse roídos por la carcoma, para caer en las garras acechantes del Gobierno Internacional de la Nueva Era?
El Club de Roma ha logrado su objetivo de dividir las confesiones cristianas. Ha reunido un ejercito de carismáticos, fundamentalistas y evangélicos. Durante la Guerra del Golfo me llovieron cartas que preguntaban cómo me podía oponer a “una guerra cristianan justa contra Irak”. ¿Cómo podía yo dudar que el respaldo de los cristianos fundamentalistas a la guerra (del Club de los 300) contra ese país oriental no estaba acorde con los principios de la Biblia? A fin de cuentas, ¿no había rezado Billy Graham con el presidente Bush justo antes de dar inicio a las primeras andanadas? ¿Acaso no predice la Escritura “guerras y rumores de guerra?”
Esas cartas dejaron entrever la eficiencia con que ha desempeñado su labor el Instituto Tavistock. Los fundamentalistas cristianos son burdas marionetas del Club de Roma y de que sus opiniones y creencias no son propias: las formularon para ellos los cientos de gabinetes de estrategia del Club de los 300 que se hallan repartidos por la geografía de los EE.UU. Es decir, que como cualquier otro sector de la población estadounidense, los cristianos fundamentalistas y evangélicos han sido objeto de un concienzudo lavado de cerebro.
Es posible que a algunos les cueste aceptar la idea de una conspiración a escala internacional porque muchos autores han obtenido lucro a costa de ella. Otros dudan que se puedan promover con éxito unas actividades de semejante alcance. Observando el enorme aparato burocrático de nuestra nación, preguntan: ”¿Cómo quieren que creamos que unos señores particulares tengan más poder que el Gobierno?”. Esto se debe a que no comprenden que el Gobierno es parte de la maquinaria de la conspiración. Los que eso afirman piden pruebas fehacientes, y no es tan fácil hallar tales pruebas.
Otros dicen: “¿y qué? ¿Qué me importa a mí que haya una conspiración? Si yo ni me molesto en votar”. Esa era precisamente la forma en que se preveía que reaccionara el grueso de la población estadounidense. El pueblo de nuestro país está sumido en el desaliento y la confusión, fruto de la guerra que se libra contra nosotros desde hace años. Hay muchas más probabilidades de que un pueblo desmoralizado y despistado acoja con los brazos abiertos la llegada de una gran figura que prometa resolver todo problema y garantice una sociedad ordenada en la que no exista el desempleo y con las disputas internas reducidas al mínimo. A ese dictador – eso será ni más ni menos – lo recibirán calurosamente.
Programados para el cambio, listos para la destrucción
Ese mismo Club de los 300 ha establecido mecanismos y sistemas de control mucho más ineludibles que nada que se haya visto hasta ahora. No son necesarias sogas ni cadenas para sujetarnos. Se nos ha lavado el cerebro hasta hacernos renunciar al derecho a portar armas que nos otorga la Constitución; abandonar la Constitución misma; permitir que las Naciones Unidas dirijan nuestra política exterior y que el FMI dicte la política fiscal y monetaria de nuestro país; tolerar que el Presidente vulnere impunemente la ley de los Estado Unidos invadiendo otro país y secuestrando al jefe del estado.
En resumidas cuentas, nos han condicionado al extremo de que aceptemos a nivel nacional casi sin rechistar cada uno de los ilícitos perpetrados por el gobierno de nuestro país.
Gracias al Club de Roma, nuestra capacidad tecnológica ha sido superada por Japón y Alemania, los países a los que – según nos dicen- derrotamos en la Segunda Guerra Mundial.
¿Cómo ha sido posible tal cosa? Porque, por un lado, hombres como el Dr. Alexander King, y por otro, nuestra ceguera mental inducida nos han hecho incapaces de reconocer el desmoronamiento de nuestras instituciones educativas y sistemas de enseñanza. Por esa ceguera nuestra, ya no formamos los suficientes ingenieros y científicos para mantener el puesto que ocupábamos entre las naciones industrializadas. Gracias al Dr. King, a quien muy pocos conocen en los Estados Unidos, la enseñanza ha caído a su nivel más bajo en el país desde 1786. Estadísticas facilitadas por el Institute for Higher Learning indican que los escolares actuales leen y escriben peor que los de 1786.
La meta era mentalizar a la nación para efectuar cambios programados y que se acostumbrara hasta tal extremo a ellos que cuando se produjeran transformaciones radicales éstas fueran prácticamente imperceptibles. En los últimos años la decadencia se ha acelerado hasta tal punto que en la actualidad el divorcio no acarrea estigma alguno, el suicidio alcanza tasas históricas que no horrorizan a muchos y desviaciones de las normas sociales aberraciones sexuales en otro tiempo innombrables en círculos decentes hoy son moneda corriente y no suscitan protestas.
¿Somos capaces de reconocer que el país va cuesta abajo y sin frenos?
No, no lo somos. Cuando los que nos dedicamos a hacer ver la verdad al pueblo norteamericano descubrimos que un gobierno menor, privado y bien organizado dentro de la Casa Blanca cometía incesantes fechorías, fechorías que atentaban contra la esencia misma de la nación y las instituciones republicanas en las que ésta se apoya, se nos dijo que no preocupáramos al público con esas revelaciones. Una forma común de reaccionar era decir: “No queremos saber nada de esas conjeturas”.
Cuando la máxima autoridad elegida del país tuvo la osadía de poner las leyes de la ONU por encima de la Constitución de los Estados Unidos – delito por el cual se podía demandar al Presidente – la mayoría de la gente lo vio como lo más natural del mundo. Cuando la máxima autoridad elegida del país emprendió una guerra sin una declaración oficial por parte del Congreso, los medios informativos callaron ese detalle y los ciudadanos lo aceptamos una vez más antes que encarar la verdad.
Cuando estalló la Guerra del Golfo, maquinada y organizada por nuestro presidente (Bush), no sólo toleramos alegremente la más descarada de las censuras, sino que hasta nos lo tomamos a pecho creyendo que era buena para alcanzar el objetivo de la guerra. El Presidente mintió, April Glaspie mintió, el Departamento de Estado mintió. Decían que la guerra estaba justificada porque se había advertido a Saddam Hussein que no metiera la mano en Kuwait.
Cuando por fin se hicieron públicas las comunicaciones cablegráficas entre la embajadora y el Departamento de Estado, una caterva de senadores norteamericanos se lanzó a defender a Glaspie; tanto demócratas como republicanos, daba igual. El pueblo, nosotros, dejamos impunes sus abyectas mentiras.
El presidente Jefferson dijo en una ocasión que sentía lástima de los que creían que con los periódicos se enteraban de lo que sucedía. Disraeli, el primer ministro británico, afirmó algo muy parecido. Ciertamente, desde tiempo inmemorial, los que rigen los destinos del mundo se han vanagloriado de hacerlo entre bambalinas.
Nos dicen que ganamos la Guerra del Golfo. Sin embargo, la amplia mayoría de los estadounidenses no repara en que la ganamos a costa de la dignidad y el honor de nuestra nación, que yacen pudriéndose en las arenas del desierto de Kuwait e Irak, junto a los cadáveres de las tropas iraquíes a las que aniquilamos en la retirada previamente acordada de Kuwait y de Basra. No fuimos capaces de cumplir la palabra empeñada de que nos atendríamos a la convención de Ginebra y no los atacaríamos. “¿Qué prefieren – preguntaron los que nos manejan -, victoria o dignidad? No se pueden tener las dos cosas a la vez”.
Hace cien años algo así no habría sucedido. Hoy en día ocurre y nadie dice nada. Vivimos en una sociedad desechable, programada para no durar. Los 4 millones de personas que viven sin techo en nuestro país, los 30 millones de desempleados y los 15 millones de niños asesinados hasta la fecha antes de nacer nos dejan indiferentes. Son elementos desechables de una conspiración tan condenable que cuando se ponen al descubierto estos datos, la mayoría descarta la existencia de la mencionada conspiración, razonando que esas estadísticas se deben a que “los tiempos han cambiado”.
Los Estados Unidos de la actualidad se pueden comparar con un soldado que se duerme en lo más recio del combate. Los norteamericanos nos hemos dejado vencer por el sueño y hemos cedido a la apatía que nos ha causado vérnoslas con una multiplicidad de opciones. Todo ello nos ha sumido en la confusión. Transformaciones de esa índole alteran el medio en que nos desenvolvemos y eliminan nuestra resistencia a los cambios, de forma que nos ponemos aturdidos y apáticos y acabamos por dormirnos en plena batalla.
Para los oligarcas y plutócratas que integran el Club de los 300, el narcotráfico tiene una doble finalidad: en primer lugar, generar ingentes sumas de dinero, y en segundo, convierte a largo plazo a un amplio sector de la sociedad de una masa de autómatas drogados más fáciles de dominar que quienes no estén enviciados, ya que la rebelión se castigará cortando el suministro de heroína, cocaína y otros alucinógenos.
Ellos requieren la legislación de la droga a fin de que se pueda establecer un monopolio mediante el cual la drogodependencia alcance gran difusión, a medida que cientos de miles de obreros constantemente desempleados recurran a los estupefacientes en busca de alivio.
En uno de los documentos más secretos del Royal Institute for Internal Affaire, se describe – parcialmente- el plan: ” [...] Desengañados con el cristianismo y con el desempleo generalizado, quienes lleven cinco años o más desocupados abandonarán la iglesia y se volverán a la droga en busca de consuelo. A partir de ese momento será imperioso ejercer un dominio absoluto del comercio de narcóticos, al objeto de que los gobiernos de todos los países que se hallen sometidos a nuestra jurisdicción dispongan de un monopolio que dirigiremos nosotros como suministradores. [...] Se crearán bares que expendan droga a los revoltosos y descontentos. Los sediciosos en potencia se convertirán en inofensivos adictos sin voluntad propia. [...]”
El mundo del futuro
En resumidas cuentas, las aspiraciones del Club de los 300 consisten en generar las siguientes situaciones:
-El establecimiento de un gobierno mundialista y un sistema monetario común bajo la tutela de una oligarquía permanente, hereditaria y no elegida, cuyos miembros se escogerán entre si mediante un sistema feudal semejante al del Medioevo. Con dicha entidad universal de gobierno, se pondrá coto a la explosión demográfica mediante limitaciones al número de hijos por familia, enfermedades, guerras y hambres, hasta que la población mundial se estabilice en mil millones de seres humanos útiles para la clase dirigente, distribuidos en zonas rígidas y claramente definidas.
-La clase media desaparecerá y sólo quedarán siervos y mandatarios. Las leyes serán uniformadas por medio de una red internacional de tribunales que se guiarán por un mismo código, apoyados por un organismo universal de policía y un ejército supranacional que imponga el cumplimiento de la ley en el territorio de los que una vez fueron países, y que ya no estarán delimitados por fronteras. El sistema se basará en el del estado benefactor: quienes obedezcan al gobierno internacional único y se subordinen al mismo serán retribuidos con los medios para subsistir; los que se rebelen morirán de hambre o serán proscritos, convirtiéndose con ello en blanco de todo el que desee quitarles la vida. Estará prohibida la posesión privada de armas de fuego o de cualquier otra clase.
-Sólo se permitirá la práctica de una religión, la de la iglesia del Gobierno Universal. El culto a Lucifer y la hechicería serán reconocidos como materias de estudio en el sistema educativo estatal, y no habrá colegios privados ni religiosos. Las iglesias habrán sido infiltradas por la subversión. En los tiempos del gobierno internacional, el cristianismo habrá pasado a la historia.
Toda persona será adoctrinada en la creencia de que es una criatura del Gobierno Universal. A este fin, se la marcará con un número que facilite su identificación, número que figurará en los archivos centrales del ordenador de la OTAN en Bruselas. En un momento dado, todo agente del Gobierno Universal tendrá acceso a dicho número. Los archivos generales de la CIA, el FBI, las policías locales y estatales, el Ministerio de Hacienda, la FEMA y la seguridad social serán ampliados en extremo y constituirán la base de datos relativos a cada habitante de los Estados Unidos.
-El matrimonio será ilegal. La familia ya no existirá como la conocemos en la actualidad. Los niños serán separados de sus padres a temprana edad y criados bajo la tutela del Estado. A título experimental, esto ya se hizo en Alemania del Este en tiempos de Eric Honecker: los hijos de ciudadanos sospechosos de rebeldía eran puestos bajo la custodia del Estado.
-Se promoverá la pornografía, la cual será de exhibición obligada en todo cine y teatro, sin excluir los temas de la homosexualidad y el lesbianismo. También será forzoso el consumo de drogas recreativas. A cada uno se le asignará una cantidad que podrá adquirir en los establecimientos de venta que el Gobierno Universal habrá diseminado por el planeta.
- Se extenderá el empleo de sustancias que permitan manipular la mente, y serán igualmente de uso obligatorio. Se las administrará por medio de los alimentos y del suministro del agua potable sin conocimiento ni permiso de los consumidores. En los bares de narcóticos, atendidos por empleados del súper gobierno, la clase esclavizada pasará sus horas de asueto. De esa manera, las masas se convertirán en una suerte de animales dominados, sin voluntad propia, que se comportarán como tales.
-El sistema económico funcionará del siguiente modo: la clase dirigente permitirá que se produzca el mínimo imprescindible de alimentos y servicios para mantener los campamentos en que trabajarán multitudes de esclavos. Toda riqueza se atesorará en las arcas de los integrantes de la élite del Club de los 300. A toda persona se la adoctrinará en el concepto de que su supervivencia depende en todo el Estado.
El mundo será gobernado mediante decretos emitidos por el mencionado Club, los cuales de inmediato cobrarán valor de ley. Experimentalmente, BorisYeltsin impone la voluntad del club en Rusia mediante decretos de ese estilo. No existirán tribunales de justicia, sino de castigo.
-La industria habrá de ser destruida en su totalidad, junto con las plantas de producción de energía nuclear. Sólo los integrantes del Club de los 300 y sus elitistas tendrán privilegio de beneficiarse de los recursos de la tierra. La agricultura y la ganadería estarán en manos del Club, que fiscalizarán rigurosamente la producción de alimentos.
Conforme comiencen a entrar en vigor estas medidas, grandes contingentes de población urbana serán transferidos a regiones apartadas. Quienes se opongan serán exterminados a la manera del experimento que llevó a cabo Pol Pot en Camboya.
-Los enfermos incurables y los ancianos habrán de someterse ineludiblemente a la eutanasia. Para el año 2050 habrán sido eliminados al menos 3.000 millones de consumidores inútiles de alimentos por medio de guerras de alcance limitado, epidemias orquestadas de enfermedades virulentas, y hambre. El suministro de energía, alimento y agua se mantendrá al nivel mínimo de subsidencia para los ajenos a la élite.
-Todo producto farmacéutico, médico, dentista y profesional de la salud, esencial o no, estará registrado en el banco de datos del computador central. Será imposible recetar un remedio o prescribir atención médica sin autorización expresa de los agentes responsables de imponer la autoridad en cada municipio.
-No habrá moneda ni dinero en efectivo en posesión de las masas. Toda transacción se llevará a cabo mediante una tarjeta de cobro automático en la que figure el número de identificación del portador.
A quien transgreda el reglamento establecido por el Club de los 300 le será inválida la tarjeta por un tiempo que variará con arreglo a la naturaleza y gravedad de la violación.
-El Gobierno Universal llevará las riendas de todas las agencias noticiosas y órganos de prensa. Métodos de lavado cerebral se harán pasar por entretenimiento, de la misma manera en que se practicaba y se convirtió en técnica refinada en los Estados Unidos. A los jóvenes a los que se aparte de los padres desleales se les impartirá una educación concebida especialmente para embrutecerlos.
-Jóvenes de ambos sexos serán adiestrados como vigilantes en los campos de trabajo del Gobierno Internacional.
Por lo anterior, es evidente que quede mucho por hacer para la instauración del Nuevo Orden Mundial. Hace tiempo que el Club de los 300 ha perfeccionado los planes para desestabilizar la civilización tal como la conocemos en la actualidad.
En Europa Occidental ha construido una federación de estados con una estructura de gobierno que incluye una moneda común. Una vez logrado esto, el sistema de la Unión Europea se extenderá por etapas a los EE.UU. y Canadá. De forma lenta pero inexorable, las Naciones Unidas se están transformando en un sello de aprobación del Gobierno Universal: EE.UU. le dicta lo que tiene que hacer, como vimos cuando la Guerra del Golfo.
El impresionante secreto que envuelve al Club de los 300 hace que muchos pongan en entredicho su existencia. Ningún órgano informativo ha hecho jamás mención de dicha jerarquía conspiradora. Por consiguiente, y como era de esperar, la gente reacciona con incredulidad. El Club de los 300 está en su mayor parte en manos del monarca británico, en la actualidad la reina Isabel II.
No hay entidad que escape al dominio del Club, y salta a la vista que éste ejerce un férreo control en el terreno de las comunicaciones. Si echamos un vistazo a la RCA, descubriremos que su directorio se compone de personalidades británicas y estadounidenses que descuellan en organizaciones como el Consejo de Relaciones Exteriores, la OTAN, el Club de Roma, la Comisión Trilateral, la Francmasonería, Skull and Bones, el grupo Bilderberg, Round Table, la Sociedad Milner y la Jesuits-Aristotle Society.
Entre ellos se contaba David Sarnoff, que se trasladó a Londres hacia la misma época que Sir William Stepherson se instaló en la sede neoyorquina de la RCA.
El gobierno invisible del Club de los 300 está ejerciendo una presión inmensa sobre los EE. UU. A fin de reformar el país para mal. Si logramos evitar que se nos despoje de la libertad, retrasaremos considerablemente el progreso hacia el establecimiento del gobierno supranacional. La instauración del mismo es una empresa de proporciones impresionantes que exige gran habilidad, talento organizativo y dominio de los gobiernos y su política. La única organización capaz de llevar a cabo tan ciclópea tarea con esperanza de éxito es el Club de los 300. Acabamos de ver hasta qué punto se ha acercado al éxito total.
La batalla para evitarlo será, ante todo, de carácter espiritual.
*Ex espía del MI6 y colaborador de prensa en la actualidad.
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EL ORIGEN DEL RAP -
"OTRA BASURA CULTURAL"
“El propósito propagandístico es hacer que un grupo de gente olvide que otro grupo específico de gente, es humano”
Aldous Huxley, padrino inglés del movimiento MK ULTRA.
A su vez la CIA se encargaba de llenar Los Ángeles con armas y cocaína (crack) que traían de distintos puntos de latino américa. (El crack, vale la pena aclarar, movía un estimado de 100 millones de dólares mensuales solo en L.A.)
Gracias al contenido lírico del Gansta pandillero que inundaba las radios y las discográficas, se logró que la población negra viera a sus hermanos como enemigos, a sus hermanas como putas, a los ancianos como imbéciles, al crack como una genialidad, al alcohol como una necesidad y al consumo de banalidades que brillan, como una urgencia.
De paso también creaban esta imagen sobre el pueblo negro en la cabeza del resto: Un montón de retardados violadores con armas que fuman porro todo el día.
Pocos años después las prisiones estaban bien llenas y un montón de jóvenes autómatas se habían ocupado de perpetrar un genocidio sobre sus hermanos
Antinatalistas
Juan Manuel De Prada
Hace algunas semanas, Irene Hernández Velasco firmaba un excelente reportaje en el diario El Mundo en el que entrevistaba a varios antinatalistas militantes que se han esterilizado, para evitar tener descendencia, convencidos de que la procreación es la mayor de las calamidades.
Se conforman con abominar de la procreación, porque son adeptos de esa religión erótica avizorada por Chesterton que, «a la vez que exalta la lujuria, prohíbe la fecundidad». Sus adeptos más integristas y furibundos.
Se trata, evidentemente, de una religión nihilista. No sólo por enmascarar su odio al género humano pretendiendo que la vida carece de valor intrínseco; sino también por postular burdos sofismas que delatan un deterioro de la razón lastimoso (pero muy característico de nuestra época).
Los antinatalistas del reportaje repiten como discos rayados que «la vida es sufrimiento»; y que, por lo tanto, al no traer nuevas personas al mundo están actuando benéficamente, pues les están ahorrando dolor.
Pero si fuese verdad que la vida es sufrimiento
estos antinatalistas empezarían por suicidarse, pues nadie ama más al
prójimo que a sí mismo.
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No contentos con ello, lanzan además un reproche sobre quienes osan procrear: «Tener un hijo es un acto egoísta que responde sólo a los intereses de los progenitores», afirman sin rebozo. Pero, suponiendo absurdamente que tener un hijo fuese una cuestión de mero ‘interés’, lo cierto es que ‘interesaría’ a mucha más gente que a sus progenitores.
Interesaría, por ejemplo, a los propios antinatalistas, que (puesto que no se suicidan ni a tiros) algún día querrán cobrar una pensión que esos hijos nacidos de un ‘acto egoísta’ les sufragarán.
También, por cierto, les puede ‘interesar’ a estos antinatalistas tan aferrados a la vida que, llegados a la senectud, alguien les limpie el culo, allá en la residencia de ancianos que podrán pagar más fácilmente que esos progenitores que tuvieron que emplear sus ahorros en la crianza de sus hijos. Y quien entonces les limpie el culo será hijo de alguno de esos progenitores que cometieron el ‘acto egoísta’ de concebirlo, parirlo y criarlo.
Tener un hijo no es un acto interesado, sino más bien –considerando el clima adverso– un acto de generosidad extrema. Y es también, como nos enseñaba Chesterton, «el signo de la libertad personal» más heroico que un hombre y una mujer pueden realizar, en medio de una sociedad capitalista. Pero, ¡oh sorpresa!, resulta que estos antinatalistas también justifican su religión erótica afirmando que «vivimos bajo un capitalismo terrible y despiadado y tener un hijo significa darle un nuevo esclavo al sistema» ? .
Este designio antinatalista del capitalismo lo hallamos en todas las épocas y circunstancias; es, pues, constitutivo de su esencia. Adam Smith solicitó la prohibición de las ‘Leyes de Pobres’ que, al asegurar subsidios a las familias más necesitadas, favorecían que tuviesen hijos. David Ricardo defendió que los salarios debían tender hacia un nivel que apenas cubriese las «necesidades de subsistencia» de los trabajadores, que de este modo se abstendrían de aumentar su prole. Thomas Malthus, por su parte, afirmó sin ambages que el modelo económico capitalista sólo podría sostenerse si se realizaba un «control preventivo» de la población, para lo que recomendaba que los pobres permaneciesen solteros, o que en todo caso se les obligase a «matrimonios tardíos» (exactamente como ocurre hoy). John Stuart Mill, por su parte, afirmó que la doctrina capitalista sólo se podría afianzar si se lograba que la población trabajadora «restringiese voluntariamente su número».
Y aquella obsesión antinatalista de los padres del capitalismo se extremó durante los siglos XX y XXI. Thomas Nixon Carver defendió tras el crack de 1929 la necesidad de esterilizar a los «palmariamente ineptos», entendiendo como tales a aquellas personas que no lograban alcanzar un ingreso anual de mil ochocientos dólares (que entonces era la mitad de la población estadounidense). Más tarde, el capitalismo disimularía sus fervores eugenésicos (para que no pudieran emparentarlo con el derrotado nazismo) sustituyéndolos por otras modalidades mucho más eficientes de antinatalismo: fabricación industrial de anticonceptivos, legalización del aborto, exaltación del homosexualismo y demás «políticas de identidad», etcétera.
Algunos marxistas clarividentes, como Pier Paolo Pasolini, advirtieron que el capitalismo estaba utilizando la ‘libertad sexual’ –que los ilusos izquierdistas de entonces, como los cínicos izquierdistas de ahora, jaleaban–como instrumento para imponer sus designios. Pero fueron excepciones entre los loritos que repetían, a modo de salmodia lobotomizada –como hacen los antinatalistas del reportaje que comentamos–, que «tener un hijo significa darle un nuevo esclavo al sistema».
Si estos antinatalistas no estuviesen cegados por su nihilismo doctrinario (que, en realidad, es el rebozo de su hedonismo egoísta) repararían en que notorios plutócratas y adalides del capitalismo, desde Soros a Gates, gastan ingentes cantidades en promover exactamente lo mismo. Y entonces descubrirían con horror que ellos son los auténticos esclavos del sistema.
El capitalismo no quiere que la gente tenga hijos por dos razones muy sencillas: cada vez necesita menos mano de obra para garantizar la producción; y la gente sin hijos acepta condiciones laborales más oprobiosas y tienen menos fuelle y redaños en el combate contra la injusticia. Además, para ser sostenible, el capitalismo necesita consumidores que puedan emplear la mayoría de sus ingresos en la adquisición de los chismes superfluos que fabrica.
La gente que tiene hijos es menos permeable a los reclamos del consumismo; y exige salarios más altos, para poder alimentar a su prole. Como nos enseñaba Chesterton, «la gente que prefiere los placeres del capitalismo a semejante milagro [tener un hijo] está agotada y esclavizada. Prefiere la escoria antes que la fuente primigenia de la vida. Prefiere la última, torcida, subalterna, copiada, repetida y muerta creación de nuestra agonizante civilización capitalista a la realidad que supone el único rejuvenecimiento verdadero de cualquier civilización. Son ellos los que abrazan las cadenas de la esclavitud»
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EL MITO DE LA HOMOSEXUALIDAD EN GRECIA:
Si estos antinatalistas no estuviesen cegados por su nihilismo doctrinario (que, en realidad, es el rebozo de su hedonismo egoísta) repararían en que notorios plutócratas y adalides del capitalismo, desde Soros a Gates, gastan ingentes cantidades en promover exactamente lo mismo. Y entonces descubrirían con horror que ellos son los auténticos esclavos del sistema.
El capitalismo no quiere que la gente tenga hijos por dos razones muy sencillas: cada vez necesita menos mano de obra para garantizar la producción; y la gente sin hijos acepta condiciones laborales más oprobiosas y tienen menos fuelle y redaños en el combate contra la injusticia. Además, para ser sostenible, el capitalismo necesita consumidores que puedan emplear la mayoría de sus ingresos en la adquisición de los chismes superfluos que fabrica.
La gente que tiene hijos es menos permeable a los reclamos del consumismo; y exige salarios más altos, para poder alimentar a su prole. Como nos enseñaba Chesterton, «la gente que prefiere los placeres del capitalismo a semejante milagro [tener un hijo] está agotada y esclavizada. Prefiere la escoria antes que la fuente primigenia de la vida. Prefiere la última, torcida, subalterna, copiada, repetida y muerta creación de nuestra agonizante civilización capitalista a la realidad que supone el único rejuvenecimiento verdadero de cualquier civilización. Son ellos los que abrazan las cadenas de la esclavitud»
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EL MITO DE LA HOMOSEXUALIDAD EN GRECIA:
del libro “IPPF, la multinacional de la muerte” de Jorge Scala:
La bien documentada obra establece que la Federación Internacional de Paternidad Planificada, mundialmente conocida por sus siglas en inglés IPPF (International Planned Parenthood Federation), fue institucionalizada en 1952 mediante la confluencia de aquilatados intereses oligarcas como los que representaba la familia bancaria de John D. Rockefeller III; con semejante anuencia se convirtió en la locomotora de una verdadera “multinacional de la muerte”, un eslabón de la cadena maltusiana que trabaja para el objetivo del poder anglo-americano de disminuir a toda costa las tasas de natalidad de los países pobres (hoy este sistema se ha llevado por toda Europa, America ......)
Para conquistar tan maligno deseo se emplean las más variadas herramientas:
promoción del aborto, esterilizaciones, condicionamiento de créditos internacionales y hasta la guerra comercial. En la ambición caben formas sutiles de conquista a la manera de diseminar nuevas convicciones que atentan contra la dignidad humana, fabricadas en los centros de poder mundial, y dirigidas a moldear la conciencia especialmente de la generación más joven.
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