Todos hemos oído decir que en la antigüedad se sobrevivia a veces con pan y cebolla, mas quien pretendiese tal cosa en la actualidad sería un suicida.
El grano moderno con el que se hace es un monstruo genico inasimilable, pero muy rentable.
La levadura quimica no es la de las bacterias propias de su contacto con el aire - la levadura madre- sino levadura quimica nada compatible con nuestra flora intestinal. ....y si destruyes tu flora intestinal - no recuperable tomando yogures - estas a merced de cientos de enfermedades y alergias.
Esta levadura a diferencia de la levadura natural "madre" no tiene bacterias necesarias para nuestro intestino.
La harina esta plagada de productos creados en laboratorio y no en una panaderia...
Esta pensada para transportarla, almacenarla, mantenerla, para que tenga un alto margen de ganancia.......no para que sea un alimento como habia sido hasta ahora.
Ademas de eliminar el germen y el salvado, el pan pierde casi todas sus proteínas, grasas, vitaminas y minerales.
El pan que se ingiere en la actualidad es un engrudo de almidón que no tiene nada que ver con la genetica del antiguo trigo que se cultivaba en todo el mundo occidental, que NO NUTRE SINO QUE NOS SOBRECARGA DE CALORIAS VACIAS , QUIMICOS VARIOS y NOS PROVOCA ALERGIAS y nos DESMINERALIZA.
HARINAS Y PAN -------- CANCER DE PULMON
Tanto el pan blanco como los falsos panes integrales (elaborados con harina blanca y algo de salvado, levadura artificial y productos químicos, son igual de nocivos, sin importar la marca famosa o no y sin importar si estas en un restaurante caro o en hotel de 5 estrellas), contienen varias de las siguientes sustancias químicas:
yeso blanco, monoglicéridos y diglicéridos, estearoil-2-lactilato de sodio, azodicarbonamida, ácido tartárico, diacetilo, glicol propileno, musgo de Irlanda, harina de arroz, almidón de papa, soja trasgenica molida (residuos de la extracción del aceite), dióxido de cloro, harina de pescado, harina de huesos, lactato, de calcio, fosfato de amonio, bromato de calcio, azodicarbonamida, polisorbato 60 y, por supuesto, mucha sal…...
¿Cree que todo esto se añade pensando en su salud?
El yeso blanco, llamado sulfato de calcio, no es añadido para quitar las grietas de su estómago, sino para que sea más fácil amasar hornadas de masa de 250 kg en máquinas gigantescas.
La lista de venenos continúa.
¿Había pensado alguna vez que las levaduras químicas que han sustituído a la levadura natural viva están compuestas de cosas tan sospechosas como el bromato de potasio, ALUMINIO, cloruro de amonio, tartrato, cloruro de amilasa, etc. ?
¿Sabía que el blanqueador usado para purificar las harinas, DIÓXIDO DE CLORO, puede matar la flora intestinal y es utilizado también en los detergentes?
Todo el mundo busca que el pan esté “fresco”, sin saber que para lograrlo los industriales le añaden otra sustancia tóxica: etileno.
Desde luego usted no leera el nombre de esta otra basura en la etiqueta sino a los sumo “emulsificante”.
También está el glicol propileno. Esta sustancia mantiene el color del pan, para que no se decolore mientras espera a que usted lo compre. El glicol propileno tiene otro uso: como anticongelante. Se ha comprobado en animales que produce una terrible depresión.
Los panes envasados y que han de permanecer mucho tiempo en una estantería sin llenarse de moho (es decir, sin permitir que se desarrolle la vida) están tratados con numerosos ingredientes para matar bacterias.
Uno de los más usuales es el propionato que tiene la particularidad de destruír las enzimas que permiten al organismo asimilar el calcio. Otro compuesto químico utilizado para “mejorar” la apariencia del pan aunque haya sido elaborado con harinas de muy baja calidad es el persulfato, un compuesto químico usado también para niquelar metales, y que tiene la curiosa propiedad de destruir las pocas vitaminas que pueden quedar en el pan y de convertir el calcio en cal no asimilable por el organismo humano.
Quizás haya oído hablar del pan “enriquecido”.
se trata tan sólo de otra tomadura de pelo; al pan blanco se le quitan más de 22 nutrientes al refinarlo y se le añaden 4 ó 5 en forma de vitaminas y minerales inorgánicos, pero nada de esto hace que se parezca al verdadero pan y sigue sin hacer ningún bien al cuerpo y sí mucho de malo.
DROGADOS CON TRIGO DESDE EL IMPERIO ROMANO:
El grano moderno con el que se hace es un monstruo genico inasimilable, pero muy rentable.
La levadura quimica no es la de las bacterias propias de su contacto con el aire - la levadura madre- sino levadura quimica nada compatible con nuestra flora intestinal. ....y si destruyes tu flora intestinal - no recuperable tomando yogures - estas a merced de cientos de enfermedades y alergias.
Esta levadura a diferencia de la levadura natural "madre" no tiene bacterias necesarias para nuestro intestino.
La harina esta plagada de productos creados en laboratorio y no en una panaderia...
Esta pensada para transportarla, almacenarla, mantenerla, para que tenga un alto margen de ganancia.......no para que sea un alimento como habia sido hasta ahora.
Ademas de eliminar el germen y el salvado, el pan pierde casi todas sus proteínas, grasas, vitaminas y minerales.
El pan que se ingiere en la actualidad es un engrudo de almidón que no tiene nada que ver con la genetica del antiguo trigo que se cultivaba en todo el mundo occidental, que NO NUTRE SINO QUE NOS SOBRECARGA DE CALORIAS VACIAS , QUIMICOS VARIOS y NOS PROVOCA ALERGIAS y nos DESMINERALIZA.
HARINAS Y PAN -------- CANCER DE PULMON
New Delhi: Air
pollution in Delhi is at an all time high and causing a dramatic
increase in the number of cases of lung cancer. AIIMS figures have found
that out of 13,000 new cancer cases each year, almost one-third are in
non-smokers
Read more at: http://ibnlive.in.com/news/lung-cancer-on-rise-in-delhi-due-to-pollution/180586-17.html?utm_source=ref_article
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New Delhi: Air
pollution in Delhi is at an all time high and causing a dramatic
increase in the number of cases of lung cancer. AIIMS figures have found
that out of 13,000 new cancer cases each year, almost one-third are in
non-smokers
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Los alimentos como el arroz blanco y los
elaborados con harina blanca y procesada, como pan, bizcochos y fideos
(entre otros), contienen un alto índice glucémico, lo que aumenta hasta en un 49% el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón.
Martha
Herbert, neuróloga pediatra del Hospital General de Boston, estudia
imágenes cerebrales de niños con autismo. Estaba viendo pacientes un día
hace años cuando se topó con una pequeña de 3 años con problemas
cognitivos y de comportamiento fuera de lo normal.
Era
intolerante a la lactosa y los alimentos que contuvieran gluten siempre
le revolvían el estómago. Los niños autistas sufren profundamente, y no
solo en su dificultad para formar lazos afectivos con familiares, o
hacer amigos o tolerando pequeños cambios en su rutina diaria.
Herbert
ha visto a muchos niños pequeños que han sufrido decenas de infecciones
del oído al momento que cruzan la puerta de su consultorio, y muchos
otros - "niños intestino" -- con diarrea crónica y otros problemas
gastrointestinales, incluyendo severas alergias hacia los alimentos.
Tales síntomas no encajan en la explicación tradicional del autismo que
lo define como un desorden genético enraizado en el cerebro, y eso es lo
que pasaba por la mente de Herbert ese día. Ha visto demasiados niños
cuyos sistemas en su totalidad se han vuelto erráticos.
Durante
la consulta con la pequeña, Herbert se enteró que el padre de la niña
era un científico informático - nada menos que un bio-informático,
alguien entrenado para analizar datos biológicos y descubrir patrones
interesantes. Ella compartió con él la creencia que la investigación del
autismo estaba muy enfocada en examinar los genes que juegan un rol en
el desarrollo y funcionamiento del cerebro, al grado de excluir otros
factores - por ejemplo, la susceptibilidad de los niños hacia insultos
ambientales, tales como la exposición a químicos y sustancias tóxicas...
Tanto el pan blanco como los falsos panes integrales (elaborados con harina blanca y algo de salvado, levadura artificial y productos químicos, son igual de nocivos, sin importar la marca famosa o no y sin importar si estas en un restaurante caro o en hotel de 5 estrellas), contienen varias de las siguientes sustancias químicas:
yeso blanco, monoglicéridos y diglicéridos, estearoil-2-lactilato de sodio, azodicarbonamida, ácido tartárico, diacetilo, glicol propileno, musgo de Irlanda, harina de arroz, almidón de papa, soja trasgenica molida (residuos de la extracción del aceite), dióxido de cloro, harina de pescado, harina de huesos, lactato, de calcio, fosfato de amonio, bromato de calcio, azodicarbonamida, polisorbato 60 y, por supuesto, mucha sal…...
¿Cree que todo esto se añade pensando en su salud?
El yeso blanco, llamado sulfato de calcio, no es añadido para quitar las grietas de su estómago, sino para que sea más fácil amasar hornadas de masa de 250 kg en máquinas gigantescas.
La lista de venenos continúa.
¿Había pensado alguna vez que las levaduras químicas que han sustituído a la levadura natural viva están compuestas de cosas tan sospechosas como el bromato de potasio, ALUMINIO, cloruro de amonio, tartrato, cloruro de amilasa, etc. ?
¿Sabía que el blanqueador usado para purificar las harinas, DIÓXIDO DE CLORO, puede matar la flora intestinal y es utilizado también en los detergentes?
Todo el mundo busca que el pan esté “fresco”, sin saber que para lograrlo los industriales le añaden otra sustancia tóxica: etileno.
Desde luego usted no leera el nombre de esta otra basura en la etiqueta sino a los sumo “emulsificante”.
También está el glicol propileno. Esta sustancia mantiene el color del pan, para que no se decolore mientras espera a que usted lo compre. El glicol propileno tiene otro uso: como anticongelante. Se ha comprobado en animales que produce una terrible depresión.
Los panes envasados y que han de permanecer mucho tiempo en una estantería sin llenarse de moho (es decir, sin permitir que se desarrolle la vida) están tratados con numerosos ingredientes para matar bacterias.
Uno de los más usuales es el propionato que tiene la particularidad de destruír las enzimas que permiten al organismo asimilar el calcio. Otro compuesto químico utilizado para “mejorar” la apariencia del pan aunque haya sido elaborado con harinas de muy baja calidad es el persulfato, un compuesto químico usado también para niquelar metales, y que tiene la curiosa propiedad de destruir las pocas vitaminas que pueden quedar en el pan y de convertir el calcio en cal no asimilable por el organismo humano.
Quizás haya oído hablar del pan “enriquecido”.
se trata tan sólo de otra tomadura de pelo; al pan blanco se le quitan más de 22 nutrientes al refinarlo y se le añaden 4 ó 5 en forma de vitaminas y minerales inorgánicos, pero nada de esto hace que se parezca al verdadero pan y sigue sin hacer ningún bien al cuerpo y sí mucho de malo.
DROGADOS CON TRIGO DESDE EL IMPERIO ROMANO:
Opinion de expertos:
El problema es que cada vez es más difícil encontrar un pan simple y bueno -un fenómeno que afecta a muchos otros productos, como por ejemplo, las magdalenas. "Se pueden hacer tantos tipos de panes como variedad de cereales haya en el mundo", afirma Andrés Bonilla, de la tienda de productos para panadería El Amasadero.
"Pero no conseguimos comer un buen pan de trigo en ningún sitio (tampoco en las "boutiques" del pan donde lo unico diferente es la presentacion y el precio) . En cambio demandamos panes de semillas, sabores, olores y aspectos diferentes y mágicos. Cosas fenomenales para pasar por alto el verdadero sabor a pan".
Con lo que llegamos al núcleo duro del asunto: nos hemos olvidado de a qué sabe el pan de verdad, y eso nos lleva a ser menos exigentes y víctimas fáciles de los timos de las boutiques. Marca cuenta cómo algunas personas que van a sus cursos llegan a rechazar el pan que hacen porque les sabe "demasiado".
"Lo que revela esa pérdida: hace muchos años que el pan no sabe a pan. La industria ha conseguido hacer un producto que se parece y que responde a lo que la mayoría del público pide: corteza crujiente y miga esponjosa.
Sin embargo, eso se aleja mucho de lo que es de verdad el pan: algo vivo, con matices de sabores ácidos, lácticos y alcohólicos, por la fermentación, con gusto a cereal".
EJEMPLOS DE MAL PAN QUE PARECE BUENO:
...nuestros tres expertos ponen nombre y apellido a sus críticas contra el pan pijo de mala calidad, y señalan unos cuantos establecimientos como potenciales engañabobos.
"Conocidos de primera mano, Le Pain Quotidien (el de Madrid), y en Málaga, La Canasta, por su BAJA relación calidad-precio. También hay un puestecito de pan dentro del mercado de Atarazanas en el centro de Málaga, que está muy, pero que muy sobrevalorado", afirma Bonilla. "Hace poco, Ibán y yo probamos un pan de centeno de Madre Hizo Pan, una de las panaderías más promocionadas últimamente en Madrid, y no había ni un lejano asomo de centeno", recuerda Marca.
"En Harina, también en Madrid, presumen de hacer sus panes 'con masa madre, como se hacían antes', y saben bien qué es vender entre su oferta toda una gama de pan industrial congelado, sin diferenciación de cara al cliente.
Panaria, en Tenerife y Valencia, son socios de la mayor panadería industrial europea, Europastry, y venden toda su gama industrial, pero en su publicidad dicen que lo hacen ellos, que lo hacen a mano, y no es así.
Y en Cosmen&Keiless han intentado engañarme cuando les he preguntado por los ingredientes de uno de sus panes".
"En Bilbao recuerdo como en Opila me dijeron que todo lo hacían ellos cuando venden pan congelado de la casa Frida, lo mismo que en muchísimas panaderías: en Levadura Madre, de Madrid, he visto meter bandejas de pan congelado en el horno del mostrador", afirma Yarza.
"También en Madrid, recuerdo una supuesta miche (un pan rústico francés tradicional) que compré en Cosmen&Keiless que era muy mediocre y desprestigiaba el nombre que llevaba. Bueno, esto pasa por toda España a diario, donde el nombre 'gallego' prostituye muchos grandes panes que se hacen en Galicia, donde nunca han oído hablar de algo llamado 'barra gallega".
ALGUNAS BUENAS PANADERIAS:
También muestran su respeto por algunas panaderías que hacen bien las cosas.
"Baluard o Turris, en Barcelona;
Benipantoledo, en Toledo;
la Ecotahona del Ambroz, en Cáceres", apunta Marca. "Artesanos de verdad que se ven afectados por la falta de control sobre quienes cuelgan carteles de 'panadería artesana' y sólo se dedican a encargar por teléfono cajas de pan congelado hecho en serie en la otra punta del país. En Madrid,
el Museo del Pan Gallego está un poco por encima de la media y, por lo menos, son honestos".
"En Barcelona me encanta Baluard, un panazo lleno de sabor", continúa Yarza.
"En Bilbao hay un químico reconvertido a panadero, Sergio Álvarez (su pan se llama Labeko), que está devolviendo el honor al pan en una ciudad devastada por el mal pan;
en Madrid, tras probar los panes de las panaderías más guachis del momento, he de decir que no he comido ninguno que me llamara la atención".
La Fogaina, horno de pan
La Fogaina es una idea, casi un sueño de una familia enamorada del "arte de hacer pan". Es un pequeño pero ambicioso proyecto de "autoempleo" con carácter ecológico y social.
Pensamos trabajar con harinas indígenas, locales y ecológicas de un molino local, amasar sobre madera noble, hornear en horno de leña y la posibilidad de abrir el espacio para uso comunitario-vecinal, impartiendo cursos y organizando "quedadas", siempre que se respete la idea básica del proyecto.
"En Coín (Málaga) existe una panadería que se llama La Curruca, y el pan que hace es bueno", concluye Bonilla.
"Lo pongo como ejemplo, pero posiblemente en muchos pueblos pequeños de España, existirán panaderías de este tipo".
PANADERIA The Loaf in a Box: San Sebastian
Tras esta iniciativa estaban Dan Lepard, uno de los panaderos más reconocidos a nivel mundial; Iban Yarza, periodista y panadero autodidacta; y los siempre inquietos miembros de La Salsera. Todos ellos se han encargado de que en esa panadería temporal se rindiese un verdadero culto al pan hecho a mano (Y vendido en su totalidad cada dia)
Dan Lepard on The Loaf in a Box from The Loaf on Vimeo.
Cómo tu pan puede estar matándote
El pan que se consume en la actualidad no tiene nada que ver con
el valor nutricional del que fue el símbolo del alimento por excelencia.
El Centro de Desarrollo Rural (CDR) de Carrión de los Condes (Palencia) ha organizado un
curso de producción ecológica en trigos antiguos
en Amayuelas de Abajo (Palencia) para promover y fomentar el uso de variedades de trigos autóctonos en la producción ecológica de harina y pan.
El Centro de Desarrollo Rural (CDR) de Carrión de los Condes (Palencia) ha organizado un
curso de producción ecológica en trigos antiguos
en Amayuelas de Abajo (Palencia) para promover y fomentar el uso de variedades de trigos autóctonos en la producción ecológica de harina y pan.
Slow bread (pan lento) es un proyecto que tiene por objetivo dar a conocer el sabor y
los beneficios para la salud, del pan fermentado lentamente.
http://aprendizdepanadera.blogspot.com.es/2009/04/slow-bread.htmlLa única solución al problema del pan es comer pan de verdad.
“El agronegocio arruina nuestra salud”
La cruzada en solitario de Davis contra este alimento hace hincapié en que “el auge de patologías comunes anteriormente estabilizadas se debe al consumo de trigo”, al que se refiere a lo largo de su libro como el “veneno perfecto”. Para el cardiólogo, el valor nutricional de los cereales siempre estuvo sobredimensionado, pero fue a raíz de los avances genéticos iniciados en la década de los 60 cuando “se convirtieron en perjudiciales para la salud”. Según defiende este, ahora contienen una nueva forma de la proteína llamada gliadina que actúa como un opiáceo. Esta estimularía el apetito, hasta el punto de que “nos hace consumir una media diaria de 440 calorías, por lo que si sumas esta cantidad a los 365 días que tiene un año, el sobrepeso será inevitable”.
Los diabéticos que eliminaron el trigo de su dieta superaron la enfermedad en tan solo tres meses.
Pese a sus convicciones, el cardiólogo se muestra pesimista sobre la posibilidad de establecer algún tipo de limitación a la producción industrial del grano. “Económicamente no sería factible porque el trigo tradicional produce menos kilos por hectárea que el transgénico”. Sin embargo, apela a la concienciación de los consumidores para reducir su consumo. Para animar a dar este paso, Davis sugiere comer “alimentos de verdad”, como frutas, carnes, pescados y verduras. Es decir, “los menos susceptibles a sufrir modificaciones genéticas para engordar el agronegocio”, pues el 90% del trigo disponible es éste modificado genéticamente y que en pocos años supondrá el 100% de las cosechas.
En Wheat Belly, el médico no deja títere con cabeza al criticar también las lógicas que mueven a los nutricionistas y a los defensores de los alimentos ecológicos. “Todo lo que se propone es reemplazar la comida basura por otra menos mala. Esto es como si fumo cigarrillos sin filtro y me paso a otros que sí los tengan porque se consume menos nicotina. Un error porque no dejamos de hacer daño a nuestra salud, simplemente aminoramos parcialmente sus efectos. Lo que yo propongo es modificar radicalmente los hábitos alimenticios dejando de comer este tipo de productos de trigo y ya veremos cómo en un corto periodo de tiempo nuestra salud experimenta un beneficioso cambio”.
El sitio web del Dr. Davis es: http://www.wheatbellyblog.com/
1
EL TRIGO MODERNO ES EL “VENENO CRÓNICO PERFECTO”
Entrevista al doctor William Davis, por Natasha Longo para la revista PreventDisease
23 de mayo de 2013
fuente: http://preventdisease.com/news/13/052213_Modern-‐Wheat-‐Is-‐The-‐Perfect-‐Chronic-‐Poison-‐Says-‐Expert.shtml
traducción de los siguientes artículos: Francesc Fígols
El cereal más popular del mundo es también el más mortífero para el metabolismo humano. El trigo moderno en realidad no es trigo en absoluto y es un "perfecto veneno crónico", según el Dr. William Davis, un cardiólogo norteamericano, experto sobre el trigo y autor del libro “Wheat Belly: Lose the Wheat, Lose the Weight, and Find your Path Back to Health”.
“Actualmente se producen aproximadamente 700 millones de toneladas de trigo en todo el mundo, lo que significa que es el segundo cereal más cultivado, después del maíz. Se cultiva en más superficie de tierra que cualquier otro cultivo comercial y es considerado como un alimento básico para los seres humanos.
En algún momento de nuestra historia, este cultivo milenario era nutritivo en algunos aspectos, sin embargo el trigo moderno realmente no es trigo en absoluto. Una vez que la agroindustria se hizo cargo de desarrollar un cultivo de mayor rendimiento, convirtieron el trigo en híbrido a un grado tal, que ha sido completamente transformado, si lo comparamos con su prehistórica configuración genética. En su estado natural, sin refinar, todo el contenido de nutrientes del trigo moderno disminuyó más del 30%, en comparación con su línea genética ancestral. El equilibrio y la relación que la madre naturaleza había creado entre nosotros y el trigo también fue alterado y la digestión y la fisiología humana simplemente no se pueden adaptar lo suficientemente rápido a esos cambios.
Davis dice que el trigo que consumimos hoy en día no es el mismo trigo que tenían nuestros abuelos: "Hoy es una planta de 18 pulgadas (unos 60 cm.) de alta, creada por la investigación genética en los años 60 y 70. Este producto tiene muchas características nuevas que nadie le ha explicado a usted, como por ejemplo, que en él hay una nueva forma de la proteína llamada gliadina. No se trata del clásico problema del gluten. Yo no me estoy dirigiendo a las personas con sensibilidad al gluten o con la enfermedad celíaca. Estoy hablando a todo el mundo, porque todo el mundo es susceptible de ingerir, a través de los alimentos que contienen trigo, la proteína gliadina, que es un opiáceo. Esta sustancia se une a los receptores opiáceos en el cerebro y en la mayoría de las personas les estimula el apetito, de modo que consumen 440 calorías más de las debidas por día, y eso los 365 días del año”.
Cuando el entrevistador le preguntó si la industria de la agricultura podría volver al cereal que antes producía, el doctor Davis dijo que claro que podría, pero no sería económicamente viable para ellos, ya que rinde menos por hectárea. Sin embargo, Davis dijo que ha comenzado un movimiento de la gente que comienza a apartarse del trigo -‐ y que pierde peso sustancialmente.
"Si tres personas han perdido cinco kilos, se suponía un gran éxito", dijo. "Pero ahora estamos viendo cientos de miles de personas que dejan el trigo y pierden 15, 30 y 50 kilos. Diabéticos que dejan de ser diabéticos; gente con artritis que tienen un alivio significativo. Personas que pierden la inflamación de las piernas, el reflujo ácido, el síndrome de colon irritable, la depresión, y así sucesivamente todos los días". Para evitar toda la inmensa variedad de productos orientados al trigo, el doctor Davis sugiere comer "comida de verdad", como aguacates, aceitunas, aceite de oliva, carnes, verduras y otros cereales. "Son los alimentos que es menos probable que hayan sido transformados por la agroindustria", dijo. "Ciertamente, no a los granos. Cuando digo granos, por supuesto, me refiero a que más del 90 por ciento de todos los granos que comemos son trigo, no me refiero a la cebada, al centeno ... o al lino. El tema es el trigo”.
2
El valor nutricional del trigo en su forma actual es prácticamente inexistente
Los llamados expertos en salud alimentaria que siguen promoviendo los beneficios del trigo para la salud están muy mal informados sobre la naturaleza del trigo moderno y su evolución desde el cultivo hasta el consumo. Es sorprendente el número de profesionales de la salud pública que siguen recomendando los productos del trigo, sin una evaluación de las necesidades individuales, sobre todo teniendo en cuenta la cantidad de evidencias con respecto a la falta de nutrición y a los riesgos para la salud de grandes segmentos de la población.
La mayor parte del trigo moderno se procesa extrayendo un 60% del total en forma de harina blanca. Un 60% de extracción -‐ el estándar para la mayoría de los productos de trigo-‐ significa que el 40% del grano de trigo original se elimina. Así que no sólo tenemos una cepa de trigo modificada y hibridada menos saludable, sino que también eliminamos y degradamos aún más su valor nutricional por su procesamiento. Por desgracia, el 40% que se consigue retirar incluye el salvado y el germen del grano de trigo -‐ las partes más ricas en nutrientes. En el proceso de fabricación de este 60% de harina de extracción, más de la mitad de la vitamina B1, B2, B3, E, ácido fólico, calcio, fósforo, zinc, cobre, hierro, y la fibra se pierden. Cualquier alimento elaborado con ese trigo es similar a un veneno para el cuerpo, ya que provoca más riesgos para la salud que beneficios. El cuerpo no reconoce el trigo así procesado como alimento. La absorción de nutrientes de los productos del trigo procesado es por tanto equivalente a casi ningún valor nutricional.
Algunos expertos afirman que cuando se selecciona el 100% de los productos en el trigo integral, el salvado y el germen de trigo se mantendrán en las comidas, y los beneficios para la salud serán impresionantes. Esta es de nuevo una falsedad promovida por la industria del trigo ya que incluso los productos del 100% de trigo integral se basan en cepas modernas de trigo creados por la irradiación de las semillas y de los embriones del trigo con productos químicos, rayos gamma y rayos X de alta dosis para inducir mutaciones. Si usted consume el 10% o 100% del trigo es irrelevante, debido a que aún está consumiendo un grano perjudicial para la salud que de cualquier forma no beneficiará, ni aumentará su salud, incluso ni la mantendrá.
El dr. Marcia Álvarez que está especializado en programas de nutrición para los pacientes obesos, dice que cuando se trata de nutrición, el trigo ha de ser considerado como un grano malo. "Los granos del trigo moderno sin duda podrían ser considerados como la raíz de todos los males en el mundo de la nutrición, ya que causan tantos problemas de salud documentados a través de muchas poblaciones en el mundo y no sólo en el caso de los celíacos." El dr. Álvarez afirmó que el trigo es ahora responsable de más intolerancias que casi cualquier otro alimento en el mundo. "En mi práctica médica de más de dos décadas, he documentado que de cada diez personas con problemas digestivos, obesidad, síndrome de colon irritable, diabetes, artritis e incluso enfermedades del corazón, ocho de cada diez tienen un problema con el trigo. Una vez quitamos el trigo de la dieta, la mayoría de los síntomas desaparecen al cabo de tres a seis meses ", agregó. El dr. Álvarez estima que frente a la próxima afluencia de variedades de trigo genéticamente modificados (GM) existe ya la tendencia actual de eliminación del trigo en muchos países y está surgiendo una reacción popular que hará que en los próximos 20 años, probablemente vamos a ver que el 80% de las personas dejarán su consumo de trigo de cualquier forma.
Se trata realmente de un problema del trigo.
Algunos de los centros de salud, como la Clínica Mayo de Minnesota, abogan por una dieta más equilibrada, pero que sigue incluyendo trigo. Pero el doctor Davis dijo en la entrevista que sólo están ofreciendo una pobre alternativa.
"Todo lo que dicen las indicaciones es reemplazar algo malo, los productos de trigo enriquecidos de color blanco por algo menos malo, los granos integrales, y hay un beneficio para la salud aparente. Vamos a comer un montón de cosas ligeramente menos malas. Así que tomo ... cigarrillos sin filtro y los sustituyo por cigarrillos con filtro, usted acaba fumando tabaco. Esa es la lógica de la nutrición, que es una lógica
3
profundamente defectuosa. ¿Qué pasa si considero el siguiente nivel, y digo: "Vamos a eliminar todo el trigo, 'qué pasa entonces?
"Ahí es cuando se ven no meras mejoras en la salud, sino que se ven transformaciones en materia de salud."
Efectos sobre la salud
“Hay una potente sustancia química en el trigo conocida como “aglutinina del germen de trigo” (WGA), que es en gran parte responsable de muchos efectos nocivos del trigo moderno, que son generalizados y de difícil diagnóstico. Los investigadores están descubriendo que la aglutinina del trigo moderno es muy diferente de la aglutinina de las cepas antiguas. La aglutinina no sólo nos proporciona una clave para nuestras suposiciones acerca de las causas principales de la intolerancia al trigo, sino que debido al hecho de que se encuentra en concentraciones más altas en el "trigo integral", incluyendo la forma supuestamente superior de germinados, también tira por la borda uno de los carteles de publicidad favoritos de la industria de los alimentos saludables.
Cada grano de trigo contiene aproximadamente un microgramo de aglutinina del germen de trigo (WGA). Incluso en pequeñas cantidades, la aglutinina puede tener efectos profundamente adversos. Puede ser pro-‐inflamatoria, inmunotóxica, cardiotóxica ... y neurotóxica.
Por debajo del radar de las pruebas serológicas convencionales para detectar anticuerpos contra las diferentes proteínas del gluten y las pruebas genéticas de susceptibilidad a la enfermedad, la aglutinina o "problema de la lectina" sigue estando casi completamente a oscuras. Las lectinas, aunque se han encontrado en todos los granos, semillas, legumbres, productos lácteos y en nuestras queridas solanáceas: el tomate y la patata, rara vez se discuten en relación con la salud o la enfermedad, incluso cuando su presencia en nuestra dieta puede reducir en gran medida tanto la calidad como la duración de nuestra vidas. Sin embargo, los expertos en salud descartan la relación entre la enfermedad y el trigo, a pesar de toda la evidencia.”
El dr. William Davis ha documentado varios cientos de estudios clínicos sobre los efectos adversos del trigo. Se trata de estudios que documentan los trastornos neurológicos exclusivos del trigo, incluida la ataxia del cerebelo y la demencia, las enfermedades del corazón, la acumulación de grasa visceral y de todas sus consecuencias concomitantes para la salud, el proceso de glicación a través de la amilopectina A del trigo que provoca las cataratas, la diabetes y la artritis, entre otros problemas. Hay, de hecho, una gran cantidad de estudios que documentan los efectos adversos, a menudo paralizantes, del consumo de trigo en los seres humanos.
El otro argumento es que la eliminación de trigo "significa dejar de lado una gran cantidad de nutrientes esenciales”. Otra falsedad. El dr. Davis afirma que si se reemplaza el trigo con alimentos saludables como vegetales, frutos secos, aceites saludables, carnes, huevos, queso, aguacate y aceitunas, entonces no hay deficiencia de nutrientes que se pueda desarrollar por la eliminación de trigo. El dr. Davis también establece que las personas con enfermedad celíaca pueden requerir una alimentación suplementaria a largo plazo debido a los daños gastrointenstinales causados por el trigo.
Las personas con enfermedad celíaca de hecho experimentan todavía deficiencias de múltiples vitaminas y minerales después de eliminar todo el trigo y el gluten de la dieta. Pero esto no se debe a una dieta carente de nutrientes valiosos, sino a una curación incompleta del tracto gastrointestinal (tales como el revestimiento del duodeno y del yeyuno). En estas personas, los efectos destructivos del trigo son tan abrumadores que, por desgracia, algunas nunca se curan completamente. Estas personas requieren en efecto un suplemento de vitaminas y de minerales, así como probióticos y suplementos de enzimas pancreáticas para restaurar la flora intestinal.
Debido a las propiedades únicas de la amilopectina A, dos rebanadas de pan de trigo entero aumentan más el azúcar en sangre que varias barras de caramelo. Una glucosa alta en la sangre conduce al proceso de glicación que, a su vez, causa la artritis (glicación del cartílago), cataratas (glicación de las proteínas del cristalino), la diabetes (glucotoxicidad de las células beta pancreáticas), lipogénesis hepática que aumenta los triglicéridos y, con ello, aumenta el peligro de enfermedades del corazón y aumenta las
4
pequeñas partículas de LDL, lo que lleva a ataques cardíacos. El azúcar alto en la sangre de forma repetitiva que se desarrolla a partir de una dieta rica en cereales, es, en mi opinión, muy destructivo y conduce al aumento de peso (grasa visceral, específicamente), resistencia a la insulina, resistencia a la leptina (que conduce a la obesidad), y muchos de los problemas de salud que hoy mucha gente experimenta.
La gliadina del trigo se ha asociado con la ataxia del cerebelo, la neuropatía periférica, la encefalopatía del gluten (demencia), los arrebatos de comportamiento en los niños con TDAH (trastorno por déficit de atención con hiperactividad) y el autismo, y los delirios paranoides y alucinaciones auditivas en las personas con esquizofrenia, efectos severos e incapacitantes para las personas que sufren de estas condiciones.
Según las estadísticas del Centro de la Enfermedad Celíaca de la Universidad de Chicago, un promedio de una de cada 133 personas sanas en los Estados Unidos sufre de enfermedad celíaca (EC). Sin embargo, se estima que de un 20 a un 30 por ciento de la población mundial puede llevar en sí la susceptibilidad genética a la enfermedad celíaca -‐ y la forma de evitar poner en marcha estos genes es evitando el gluten.
Si tenemos en cuenta que la enfermedad celíaca no diagnosticada se asocia con un mayor riesgo de muerte prematura de casi cuatro veces, la gravedad de la sensibilidad a los alimentos se hace muy evidente. El mecanismo de la enfermedad primaria en juego es la inflamación crónica y las enfermedades inflamatorias y degenerativas crónicas son endémicas en las poblaciones que consumen cereales.
Los cambios en el código genético y, con ello, del perfil antigénico, de los cultivos del trigo moderno semi-‐enano de alto rendimiento que está hoy en el mercado, representan un notable incremento en el potencial celíaco de nuestra nación. Las técnicas de "hibridación", incluyendo la mutagénesis química para inducir mutaciones selectivas, han conducido al desarrollo de cepas únicas, que no se han sujetado a pruebas de seguridad para las personas o los animales – simplemente, se han llevado al mercado y se venden.
Opciones libres de trigo
* Tenga en cuenta que muchas de las opciones libres de trigo aún contienen gluten y muchas personas sensibles al trigo pueden todavía experimentar problemas digestivos e hinchazón. Experimente en ver lo que funciona mejor para usted. Se recomienda precaución con cualquier cereal si se le ha diagnosticado intolerancia al gluten.
1. Cereales1: cebada, mijo, avena, arroz, centeno, sorgo, teff y arroz salvaje están en la misma familia de los cereales que el trigo. Todas las harinas molidas a partir de granos de cereales pueden ser utilizadas como un sustituto del trigo. Comúnmente disponibles son la cebada, el trigo sarraceno, el arroz y la harina de centeno. Las harinas menos utilizadas se pueden comprar en internet o en tiendas de alimentos naturales. Nota: las personas con una alergia declarada al gluten deben evitar la cebada, la avena y el centeno.
2. Los granos no cereales: amaranto, quinoa y trigo sarraceno son tres semillas parecidas a los cereales pero no están relacionados con los granos de cereales. (A pesar de su nombre, el trigo sarraceno no es un trigo). Es raro que alguien desarrolle una sensibilidad a estos granos no cereales. El amaranto, la
1.-‐ Hay que tener en cuenta que el doctor Davis está excluyendo todo tipo de trigo en la dieta, por la razón de que en Estados Unidos la única modalidad de trigo prácticamente disponible hoy en día en el mercado es el trigo moderno genéticamente modificado causante de los problemas que afectan a todo el mundo (trigo harinero, Triticum aestivum o Triticum vulgare). En España y otros países de Europa se ha conservado el cultivo de especies muy antiguas de trigo como el trigo Espelta (Triticum spelta) y el Kamut (Triticum turgidum) y es relativamente fácil encontrar excelente pan (e incluso pasta) elaborado con harinas cuyo gluten no presenta los problemas específicos del trigo moderno. De todas formas las personas que son declaradamente intolerantes al gluten o sufren la enfermedad celíaca deben abstenerse de todas las modalidades de trigo, puesto que todas contienen gluten.
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quinoa y el trigo sarraceno son libres de gluten y por lo tanto no es adecuado para la fabricación de pan con levadura. Sin embargo, son excelentes para galletas.
3. Frutos secos: Cacahuetes, almendras, avellanas o nueces hacen de rico sustituto de la harina para galletas y pasteles. Debido a que su contenido en frágiles ácidos grasos les da una breve vida útil, es preferible triturar sus propios frutos secos en un procesador de alimentos justo antes de su uso. La comida de frutos secos requiere un agente de unión tales como los huevos. Debido a que las castañas tienen menos grasa que otros frutos secos, la harina de castaña tiene una vida útil más larga.
4. Harina de haba: las judías secas y los garbanzos se pueden moler y se utilizan, en combinación con otras harinas, como una alternativa al trigo. Sin embargo, no siempre se recomienda harina de haba.
5. Otros Suplentes: Harina de almidón de patata, polvo de arrurruz y tapioca, son agentes que sustituyen al trigo en salsas y salsas espesantes. En productos horneados estos ingredientes con almidón sirven como un agente de unión.
El sitio web del Dr. Davis es: http://www.wheatbellyblog.com/
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LA FIEBRE DEL TRIGO (Triticum fever)
Artículo publicado el 26/10/2012 por el doctor William Davis, cardiólogo, autor del libro “Wheat Belly: Lose the Wheat, Lose the Weight, and Find your Path Back to Health” (Barriga de trigo: Deje el trigo, deje el peso y vuelva a encontrar la salud ).
Fuente: http://boingboing.net/2011/10/26/triticum-‐fever-‐by-‐dr-‐william-‐davis-‐author-‐of-‐wheat-‐belly.html
Rápidamente:
Nombre un alimento común, consumido diariamente por la mayoría de la gente, que:
• Aumenta el consumo total de calorías en 400 calorías por día
• Afecta al cerebro humano de manera muy parecida a la morfina
• Tiene un mayor impacto en los niveles de azúcar en la sangre que una barra de chocolate
• Se consume a razón de unos 60 Kgs por persona y año
• Se ha asociado con un aumento de la diabetes tipo 1
• Aumenta tanto la resistencia a la insulina como la resistencia a la leptina, condiciones que conducen a la obesidad.
• Es el único alimento común con su propio ratio de mortalidad
Si pensó que se trata del azúcar o del jarabe de maíz alto en fructosa, está en el camino correcto, pero, no, ésa no es la respuesta correcta.
El verdadero culpable: Triticum aestivum o trigo moderno, genéticamente modificado por hibridación y otras técnicas hace unos 40 años.
Tenga en cuenta que he dicho trigo "moderno", porque lo que nos están vendiendo hoy las panaderías y supermercados en forma de pan blanco, pan integral, pan de pasas, pasteles de arándanos, pizza, pasta, pan tostado, etc. no es el mismo grano que nuestros abuelos cultivaron. Ni siquiera se le acerca.
El trigo moderno es un producto alterado por miles de manipulaciones genéticas, que consistieron en crudas y a veces extrañas técnicas, un poco anteriores a las técnicas transgénicas que se practican hoy. El resultado: hace 40 años se obtuvo una planta de alto rendimiento, de unos 65 cm. de altura, "semi-‐enana", que no se asemeja al trigo consumido por nuestros antepasados más que un chimpancé (que comparte el 99% de los mismos genes que nosotros tenemos) se asemeja a un ser humano. Confío en que usted pueda apreciar la diferencia que provoca ese 1% .
Las diferencias externas obvias entre ese trigo y los demás trigos se acompañan de diferencias bioquímicas. Las proteínas del gluten del trigo moderno, por ejemplo, difieren de las proteínas del gluten de trigo que se podían encontrar en tiempos tan recientes como en 1960. Esto probablemente explica por qué la incidencia de la enfermedad celíaca, la enfermedad intestinal devastadora causada por el gluten, se ha cuadruplicado en los últimos 40 años. Por otra parte, toda una serie de enfermedades inflamatorias, desde la artritis reumatoide a la enfermedad inflamatoria intestinal, también están en aumento. Los seres humanos no han cambiado, pero el trigo que consumimos ha cambiado considerablemente.
Barrigas de trigo
Usted habrá oído hablar de la "barriga cervecera", refiriéndose a la protuberancia y la flaccidez del abdomen de una persona que bebe cerveza en exceso. Un vientre de trigo es un abdomen protuberante y fláccido que se desarrolla cuando uno se excede en productos de trigo como los panes, las galletas saladas, galletas dulces, tortas, cereales y pasta. Con hoyuelos o suave, melenudo o sin pelo, tenso o fláccido, el vientre de trigo aparece en muchas formas, colores y tamaños, tantos como distintos seres humanos existen. Sin embargo, millones de estadounidenses tienen hoy un
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vientre de trigo, y las razones metabólicas subyacentes que lo provocan son todas la misma. El trigo contiene un tipo de azúcar llamado amilopectina A que aumenta el azúcar en la sangre de una manera extraordinaria. Comer sólo dos rebanadas de pan integral de este trigo puede aumentar el azúcar en la sangre más que dos cucharadas de azúcar puro. Esto conduce a la acumulación de la grasa visceral en el cuerpo, la grasa profunda que rodea a los órganos y que es un hervidero de la actividad inflamatoria. La inflamación, a su vez, conduce a la hipertensión, a las enfermedades del corazón, al cáncer, y otros problemas.
Las personas que consumen trigo son más gordas que las que no comen trigo. ¿Por qué? Uno de los cambios que se han introducido en esta planta es generar una nueva forma de la proteína gliadina, exclusiva del trigo, y que se ha obtenida por medio de reingeniería genética. Se ha conseguido aumentar la cantidad de gliadina y ha sido modificada su estructura, de tal manera que sirve como un poderoso estimulante del apetito. Cuando usted come trigo, quiere más trigo y de hecho quiere más de todo lo demás – lo que puede provocar un total de 400 calorías más por día. Eso es el equivalente de unos 20 Kgs por año, un potencial aumento de peso aplastante, que se acumula inexorablemente, pese a los esfuerzos de las personas por hacer ejercicio y por reducir otros alimentos -‐ a la vez que se culpan a sí mismos por su falta de disciplina, viendo que la balanza asciende más y más, y su estómago es cada vez más y más grande.
Todo lo cual me lleva a la conclusión de que un consumo de trigo demasiado entusiasta no sólo es una de las causas de la obesidad en este país, es la principal causa de la obesidad y de la crisis de la diabetes en los Estados Unidos. Esto explica por qué los atletas modernos, como los jugadores de béisbol y los jugadores de golf, son más gordos que nunca. Cuando uno está siendo aplastado en el asiento 2 x 2 del avión por el hombre de 130 Kgs que ocupa el asiento junto al tuyo, la culpa es del trigo moderno.
Claro, los refrescos azucarados y los estilos de vida sedentarios aumentan el problema. Pero para la gran mayoría de las personas conscientes de la salud que no se entregan a estas obvias malas decisiones, el detonante principal para el aumento de peso es el trigo.
Y en cuanto al consumo de trigo, se trata de algo más que de un problema del peso. También hay componentes del trigo moderno que conducen a la diabetes, a enfermedades del corazón, al daño neurológico -‐ incluyendo demencia e incontinencia -‐ y a innumerables enfermedades de la piel que van desde el acné a la gangrena, pasando por la psoriasis -‐ todos ellos enterrados en ese panecillo de aspecto inocente que comió usted para el desayuno.
A pesar de la desventaja potencial que ya tenemos por una dieta tan cargada de productos de trigo, estamos continuamente bombardeados con mensajes publicitarios de comer más y más de este cereal. El Departamento de Salud y Servicios Humanos y el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, por ejemplo, a través de las Guías Alimentarias para los Estadounidenses, aboga por una dieta dominada por los cereales (que ya es la parte más ancha de la pirámide de alimentos). La Asociación Dietética Americana, la Asociación Americana de Diabetes, la Asociación Americana del Corazón, junto con la Fundación de Alimentos de Cereales, el Consejo de Cereales Enteros, y los grupos comerciales de la de agricultura y la industria de los alimentos, todos, todos están de acuerdo: Todo el mundo debería comer “cereales enteros más saludables”. Esta publicidad incluye a nuestros hijos, a los que se les dice que tienen que hacer cosas como reemplazar la comida rápida por cereales. Estas agencias se desviaron del objetivo original "reducir la grasa y el colesterol", lo que les llevó a un abrazo mayor de todos los alimentos basados en hidratos de carbono, pero sobre todo "granos enteros sanos." Sin darse cuenta, estaban aconsejando un mayor consumo de este trigo
semi-‐enano, de medio metro de altura, creación de la ingeniería genética de los años 60.
Este mensaje de comer más “granos integrales saludables" creo que ha acabado lisiando a los estadounidenses, provocando un ciclo de indefensión entre la saciedad y el hambre, estimulando el apetito a razón de 400 calorías por día y contribuyendo sustancialmente a la actual epidemia de obesidad y de diabetes. Y, oh sí, debemos añadir el crecimiento de las ganancias por millones de dólares al año de la industria de los medicamentos para la diabetes, por no mencionar el aumento de los ingresos para los fabricantes de medicamentos para la hipertensión, el colesterol y la artritis.
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Por lo tanto, mi opinión es que la eliminación de todo el trigo moderno de la dieta es una buena idea no sólo para las personas con sensibilidad al gluten, es una decisión inteligente para todo el mundo. Tengo experiencia en mi práctica médica de la prevención de enfermedades del corazón, así como en mi programa on line para la prevención y la inversión de las enfermedades del corazón, con varios miles de personas que han hecho precisamente eso y los resultados son poco menos que asombrosos. La pérdida de peso de 15, 25, incluso 35 Kgs. dentro de los primeros seis meses, la reversión de la diabetes y de las condiciones pre-‐diabéticas, el alivio del edema, de la congestión nasal y del asma; la desaparición del reflujo ácido y de los síntomas del síndrome del intestino irritable, el aumento de la energía general, el estado de ánimo más feliz, el mejor sueño. La gente se siente mejor, se ven mejor a sí mismos, comen menos calorías, sienten menos hambre, son capaces de suspender el uso de muchos medicamentos -‐ sólo mediante la eliminación de un alimento de la dieta -‐ irónicamente, un alimento del que se les ha dicho que deben comer más.
Es imprescindible que rompamos nuestra dependencia del trigo moderno. Se requerirá nada menos que el derrocamiento del dogma nutricional convencional. Habrá batallas para preservar el status quo, la industria del trigo y sus partidarios gritarán y sacarán la garra para mantener su posición, tanto como la industria tabacalera y sus grupos de presión lucharon para mantener su control sobre los fumadores.
Si los beneficios de una dieta libre de trigo suenan difíciles de creer, ¿por qué no lleva usted a cabo su propio pequeño experimento y lo ve por sí mismo? Basta con eliminar todos los alimentos hechos de trigo durante cuatro semanas: nada de pan, pasteles, pizza, galletas saladas, donuts, cereales para el desayuno, pastas, fideos o alimentos procesados que contienen trigo (y hay que tener cuidado al leer las etiquetas, ya que los fabricantes de alimentos les encanta meter un poco de la gliadina del trigo en los alimentos cada vez que quieren estimular el apetito). Eso es mucha tela para cortar, es cierto, pero todavía hay un montón de verdaderos alimentos, ricos en nutrientes como los vegetales, frutas, nueces, queso y productos lácteos, carne, pescado, alimentos de soja, legumbres, aceites como el aceite de oliva, los aguacates, incluso el oscuro chocolate que se puede comer en su lugar. Si después de ese período de 4 semanas usted descubre una nueva claridad mental, un mejor sueño, un alivio del dolor en las articulaciones, los intestinos más felices y una cintura más estrecha, habrá obtenido su propia respuesta.
Dr. William Davis
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El bromato de potasio ha sido catalogado por la Agencia Internacional
para la Investigación del Cáncer como un “posible carcinógeno humano”.
Recientemente se ha descubierto que se encuentra en al menos 86
productos de panadería y en otros alimentos que se pueden encontrar en
las tiendas.
(Foto: Alamy)
Una nueva investigación revela que el pan que venden en el supermercado puede contener aditivos que han sido relacionados con el cáncer.
El informe, realizado por Environmental Working Group, una organización para la defensa y la investigación ambiental, muestra que el bromato de potasio se utiliza en al menos 86 productos de panadería, así como en otros alimentos que se venden con frecuencia en los supermercados.
Entre los productos que contienen este aditivo se encuentran: los sándwiches para el desayuno Hormel Foods, los pasteles de hojaldre Goya y los panecillos imperiales Weis. Aquí puedes ver la lista completa de productos. (Yahoo Health ha intentado contactar a varias empresas para conocer su opinión).
El bromato de potasio se agrega a la harina para fortalecer la masa, hacer que crezca más y darle el color blanco al pan. Pero la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer también lo ha identificado como un “posible carcinógeno humano” y el Centro Nacional de Información sobre Biotecnología lo catalogó como “posiblemente cancerígeno”.
Varias pruebas de laboratorio realizadas en animales encontraron que el bromato de potasio causó un aumento significativo del cáncer de riñón y tiroides, y de otros tipos de tumores. Un estudio llevado a cabo en 2011 y publicado en la revista Chemico-Biological Interactions también encontró que puede dañar el ADN y causar estrés oxidativo en las personas.
Aún no se conoce con certeza la cantidad de bromato de potasio que afecta la salud de las personas, pero la Administración de Drogas y Alimentos ha puesto un límite de 75 partes por millón en los productos alimenticios.
El bromato de potasio ha sido prohibido como aditivo alimentario en la Unión Europea, el Reino Unido, Canadá y Brasil. El estado de California también quiere que los alimentos que contienen bromato de potasio tengan una etiqueta de advertencia.
José Aguayo, analista de base de datos en EWG, trabajó en este informe y le comentó a Yahoo Health que puede haber más alimentos que contengan bromato de potasio, solo que no los han encontrado.
“Es preocupante”, le confesó a Yahoo Health Mike Doyle, director del Centro para la Seguridad Alimentaria de la Universidad de Georgia, quien no participó en el informe del EWG. Aunque la FDA no ha prohibido rotundamente el bromato de potasio, debe “instar a los panaderos a que dejen de usarlo de forma voluntaria”.
Evidentemente, algunos panes no contienen bromato de potasio. Sonya Angelone, nutricionista y dietista registrada en California, así como portavoz de la Academia de Nutrición y Dietética, no participó en el informe del EWG pero le confesó a Yahoo Health que está sorprendida de que este aditivo no se utilizara más, sobre todo porque no hay ningún motivo para que los panaderos dejen de usarlo. “No es imprescindible para hornear y se puede sustituir con otras sustancias que podrían ser más seguras a largo plazo”, explicó. El ácido ascórbico, por ejemplo, es una alternativa al bromato de potasio.
Jack Jacoub, Doctor en Medicina, oncólogo y director de oncología torácica en el Orange Coast Memorial Medical Center de California no participó en el informe de EWG pero le dijo a Yahoo Health que las personas deberían estar preocupadas por los resultados. “No hay duda de que algunos factores ambientales interactúan con nuestros genes y desencadenan el cáncer”, explicó. “La dieta es uno de esos factores, ¿por qué querrías exponerte a ese riesgo?”
Jacoub explicó que es preocupante el hecho de que los estudios realizados en animales hayan demostrado que el bromato de potasio causa estrés oxidativo y daños en el ADN. “Es un proceso que suele causar cáncer”, indicó. “Es preocupante que esta sustancia se encuentre en la comida de la gente, sobre todo si existen otras alternativas”.
Por suerte, el bromato de potasio no pasa desapercibido ya que debe aparecer en la lista de los ingredientes. Aguayo explica que es difícil saber si el pan que compramos en la panadería más cercana a casa contiene bromato de potasio, pero deberíamos preguntar.
Aunque el número de productos que contienen bromato de potasio es relativamente pequeño en comparación con la cantidad de alimentos que están disponibles en las tiendas, Aguayo puntualizó que ni siquiera deberían existir: “Otros países confeccionan alimentos sin bromato de potasio, y quedan bien”.
“No compres ese tipo de pan”, recomendó Jacoub. “Como oncólogo, creo que si tienes una alternativa mejor, ¿por qué vas a arriesgarte?”
ENGORDA MUCHO Y AUMENTA Y LOS NIVELES DE AZÚCAR EN SANGRE
El trigo, ese “veneno cotidiano” que arruina nuestra salud
La producción de cereal se intensificó en los años 60 a partir de los avances genéticos. (Corbis)
Hace unos años, el prestigioso cardiólogo norteamericano William Davis comenzó a sospechar de los perjuicios para la salud que provocaba el consumo de trigo y sus derivados. Entonces, comenzó a recomendar a aquellos pacientes que no notaban mejorías tras someterse a sus respectivos tratamientos farmacológicos, que suprimiesen este alimento de sus dietas. Los resultados obtenidos sorprendieron al propio Davis:
“El 70% de los pacientes experimentaron unos beneficios que ni yo mismo me imaginaba, más allá de una considerable pérdida de peso. En tan solo tres meses sus niveles de azúcar en sangre se redujeron notablemente, incluyendo muchos casos de diabéticos o prediabéticos que dejaron de serlo. Asimismo resultó que aliviaron otras de sus dolencias, como la artritis, la soriasis, la sinusitis crónica o la irritación intestinal”, asegura el cardiólogo.
Tras analizar con sus colegas las historias clínicas de los cientos de pacientes sometidos a este simple tratamiento dietético, Davis publicó un polémico ensayo, titulado Wheat Belly: Lose the Wheat, Lose the Weight, and Find your Path Back to Health (Rodale), en el que apoya sus conclusiones con una serie de estudios sobre los negativos efectos del trigo genéticamente modificado, en la salud de los humanos. La publicación ha levando una fuerte expectación entre el público, teniendo en cuenta de que se trata de un ensayo científico, y solo dos semanas después de su salida a la venta Wheat Belly se coló en la lista los libros más vendidos que elabora el diario New York Times.
Las rotundas tesis de Davis, en las que se relata mediante casos particulares los perniciosos efectos para la salud del consumo “del trigo moderno”, han obligado a los lobistas de la industria alimentaria a mover ficha. La Grain Food Fundation ha lanzado una campaña para desacreditar los argumentos del cardiólogo norteamericano, mientras que este les ha devuelto la pelota retándolos a un debate televisivo, aunque todavía no ha obtenido ninguna respuesta al respecto.
El cardiólogo norteamericano William Davis, autor del polémico ensayo 'Wheat Belly'.
“Para estar sano hay que comer sano”
En Wheat Belly Davis establece una relación directa entre el aumento del número de diabéticos y el consumo de cereales sometidos a modificaciones genéticas: “Dos rebanadas de pan integral aumentan más los niveles de azúcar en sangre que dos pasteles debido al alto índice glucémico del trigo que se cultiva hoy en día.
De este modo, estamos desarrollando una peligrosa resistencia a la insulina y, por ende, la diabetes está adquiriendo características de pandemia”. Según los cálculos de la OMS y otros organismos oficiales, en las próximas décadas el número de diabéticos rozará los 350 millones de personas en todo el mundo.
Una de las mayores satisfacciones de las que hace gala Davis desde la implantación de este tratamiento estrella en su consulta de cardiología es que “los únicos ataques al corazón que veo ahora los sufren pacientes nuevos que no conocían la dieta”. Así, asegura que todas las personas con problemas cardíacos a las que trata “han dejado de sufrir ataques”, después de eliminar el trigo de sus dietas, limitar el consumo de carbohidratos, aumentar la ingesta de vitamina D y compaginar con suplementos de yodo.
El extenso recorrido de Davis por las historias clínicas de sus pacientes intenta demostrar que no hay mal que se resista a su tratamiento. “Sobre todo, las patologías modernas más en boga, como la diabetes..”.
Una cura milagrosa para casi todo tipo de enfermedades que hace desconfiar a buena parte de la comunidad médica. Sus reacciones han sido de recelo al señalar la falta de evidencias científicas en el libro. Unas acusaciones a las que Davis ha respondido exponiendo su propio caso:
“Mis niveles de colesterol en sangre antes de dejar de consumir trigo eran bajos (27 mg/dl), los triglicéridos eran muy altos (350 mg/dl), los niveles de azúcar en sangre rozaban la franja de la diabetes (161 mg/dl) y mi presión arterial era también alta. Todo esto, unido a mi sobrepeso, con una gran acumulación de grasa alrededor de la cintura. Sin embargo, cuando dejé de comer trigo experimenté una rápida reducción de peso, los valores de colesterol se elevaron a 63 mg/dl, los triglicéridos se redujeron a 50 mg/dl, el azúcar en sangre se estabilizó en 84 mg/dl y la presión arterial se situó en una franja normal. Todo ello sin tomar ni un solo fármaco.
“El agronegocio arruina nuestra salud”
La cruzada en solitario de Davis contra este alimento hace hincapié en que “el auge de patologías comunes anteriormente estabilizadas se debe al consumo de trigo”, al que se refiere a lo largo de su libro como el “veneno perfecto”.
Para el cardiólogo, el valor nutricional de los cereales siempre estuvo sobredimensionado, pero fue a raíz de los avances genéticos iniciados en la década de los 60 cuando “se convirtieron en perjudiciales para la salud”.
Según defiende este, ahora contienen una nueva proteína llamada gliadina que actúa como un opiáceo. Esta estimularía el apetito, dice, hasta el punto de que “nos hace consumir una media diaria de 440 calorías, por lo que si sumas esta cantidad a los 365 días que tiene un año, el sobrepeso será inevitable”.
Los diabéticos que eliminaron el maíz de su dieta superaron la enfermedad en tan solo tres meses
Pese a sus convicciones, el cardiólogo se muestra pesimista sobre la posibilidad de establecer algún tipo de limitación a la producción industrial del grano. “Económicamente no sería factible porque el trigo tradicional produce menos kilos por hectárea que el transgénico”. Sin embargo, apela a la concienciación de los consumidores para reducir su consumo. Para animar a dar este paso, Davis sugiere comer “alimentos de verdad”, como frutas, carnes, pescados y verduras. Es decir, “los menos susceptibles a sufrir modificaciones genéticas para engordar el agronegocio”, pues dice que el 90% del trigo ya es transgénico y que en pocos años supondrá el 100% de las cosechas.
En Wheat Belly, el médico no deja títere con cabeza al criticar también las lógicas que mueven a los nutricionistas y a los defensores de los alimentos ecológicos. “Todo lo que se propone es reemplazar la comida basura por otra menos mala. Esto es como si fumo cigarrillos sin filtro y me paso a otros que sí los tengan porque se consume menos nicotina.
Un error porque no dejamos de hacer daño a nuestra salud, simplemente aminoramos parcialmente sus efectos.
Lo que yo propongo es modificar radicalmente los hábitos alimenticios dejando de comer este tipo de productos y ya veremos cómo en un corto periodo de tiempo nuestra salud experimenta un beneficioso cambio”.
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Cinco razones para dejar de comer pan blanco
El pan, «fruto de la tierra y del trabajo del hombre», es el alimento básico de nuestra civilización. Pero ha llegado el momento de dejar de consumir pan blanco. Ahora verá por qué.Demasiado mezclado
El trigo ya no puede considerarse un alimento sano. Aunque sea ecológico o integral, el trigo moderno es demasiado híbrido. Contiene una elevada cantidad de glutamina, una proteína que tiende a irritar las paredes intestinales, y muchos menos minerales y vitaminas que hace cientos de años.Es una verdadera lástima, porque el trigo era realmente un alimento adecuado y hoy en día se utiliza en multitud de harinas y alimentos, en especial como espesante.
Demasiado pobre en fibra, vitaminas y minerales
En el pan blanco, la mejor parte de la harina se ha retirado para dársela a los cerdos y a otros animales de granja. El trigo integral no es bueno para la salud, pero al menos contiene fibra, vitaminas y minerales. Para elaborar pan blanco, por el contrario, se retiran del trigo el germen y el salvado.El resultado es un producto casi sin fibra y sin apenas vitaminas ni minerales, un producto que en el fondo no es más que almidón; sencillamente calorías sin nutrientes esenciales.
Lo mismo ocurre con los cereales para el desayuno. Cuando compre cereales no se deje impresionar por las etiquetas que indican que han sido “enriquecidos” con vitaminas. La razón por la que a veces se "enriquecen" los cereales es precisamente porque los científicos se dieron cuenta en 1945 de hasta qué punto eran pobres en nutrientes. Vamos, que la caja de cartón de los cereales contiene casi tantos micronutrientes como los propios cereales, si no más.
Los fabricantes añadieron entonces 3 ó 4 vitaminas y un poco de hierro. Pero esto es como si alguien le robase 10.000 euros de su cuenta del banco y luego decidiese "enriquecerle" dándole un par de euros.
Demasiado salado
El pan blanco moderno está demasiado salado. Contiene de media 19 g de sal por kilo de pan. Una barra (250 gramos) contiene 4,7 g de sal, lo que supone casi la cantidad máxima diaria que recomienda ingerir la OMS (5 g/día/persona). Según datos recogidos por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), en España la principal fuente dietética de sodio en la población adulta es precisamente el pan.Aunque no se añada sal en su fabricación, el pan sin sal contiene sin embargo de 0,2 a 2,2 g de cloruro de sodio por kilo.
Demasiado dulce
El pan blanco no es un azúcar lento, más bien es un azúcar de combustión rápida con un índice glucémico elevado, que provoca un gran desgaste de insulina y reacciones de hipoglucemia.El índice glucémico indica el efecto de los alimentos en la glucemia (nivel de glucosa en sangre) durante las dos horas siguientes a su ingesta.
El índice 100 de glucemia (el máximo) corresponde a la glucosa pura y... ¡al pan blanco!, que no es más que almidón, como ya ha visto, y el almidón a su vez no es más que una cadena de moléculas de glucosa.
Esto quiere decir que consumir pan blanco es peor que comer terrones de azúcar: hace que aumenten escandalosamente los niveles de azúcar en la sangre, lo que afecta al páncreas y provoca un pico de insulina, con el consiguiente riesgo de desarrollar en un futuro resistencia a la insulina, diabetes, obesidad y enfermedades cardiovasculares.
Demasiado gluten
El trigo moderno, resultado de procesos híbridos, se ha seleccionado por su riqueza en gluten. El gluten es una mezcla de proteínas. Cuanto más gluten haya en la harina, más fermenta el pan y se vuelve más elástico y esponjoso. El pan parece más apetitoso, más hinchado y, por tanto, se vende mejor.El problema es que el sistema digestivo de muchas personas no tolera las cantidades de gluten que presenta el pan moderno. La intolerancia al gluten provoca cansancio, dolores abdominales, diarrea, reflujo gastroesofágico, problemas articulares, eccemas e incluso trastornos neurológicos.
¿A qué esperamos para rebelarnos?
El filósofo, escritor y cineasta francés Guy Debord (muy vinculado a España y a la cultura española, por cierto) fue muy gráfico al explicar su sorpresa ante la indiferencia con la que las panaderías francesas sustituyeron el auténtico pan por una imitación y ello no hubiera provocado una nueva Revolución Francesa: «Durante el periodo que precede a la Revolución de 1789, nos acordamos de la multitud de motines populares que se desencadenaron como consecuencia de moderados intentos de falsificar el pan. (...) Cuando vimos, hace ya diez años, que el pan desaparecía en Francia, casi siempre sustituido por un pseudopán (harinas no panificables, levaduras químicas y hornos eléctricos), no sólo esta situación traumática no despertó ningún movimiento de protesta y de defensa (…), sino que literalmente nadie habló de ello». (1)Si está acostumbrado a consumirlo, incluso se sentirá sorprendentemente más ligero y con más energía después de una comida sin pan.
Juan-M. Dupuis
Fuentes (1) Guy Debord, “Encyclopédie des nuisances », tomo I, fascículo 5, 1985
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Padecemos un excesivo consumo de granos altamente procesados: es una realidad fácilmente verificable. También lo es que la semilla de trigo que se siembra hoy día no es la semilla de trigo de antes porque ha sido modificada para que produzca más gluten. El resultado es que la alimentación ha incrementado la incidencia de la enfermedad celíaca y la sensibilidad al gluten, afirma Arthur Agatston, director médico del bienestar y la prevención en Baptist Health y autor del libro "The South Beach Diet Gluten Solution".
Él afirma que la sensibilidad al gluten puede causar síntomas tales como diarrea, fatiga, dolores de cabeza, depresión, dolor en las articulaciones, problemas en la piel y problemas de peso. También se ha vinculado a la artritis, la tiroiditis, la diabetes y todo tipo de problemas autoinmunes.
Investigadores médicos estadounidenses creen que más del 50% de las personas son sensibles al gluten en cierto grado. Para estas personas, el gluten –la proteína que se encuentra de forma natural en el trigo, la cebada y el centeno– puede causar una serie de trastornos de salud que van de leve a extrema.
Según The Lancet Neurology, revista muy respetada sobre investigaciones del cerebro, el hoy incurable Alzheimer -la forma más común de demencia y el término general para pérdida de memoria y otras incapacidades intelectuales suficientemente serias como para interferir con la vida diaria-, es prevenible.
La advertencia de los neurólogos: Para proteger su salud cerebral y prevenir la demencia, debe evitar el azúcar y los carbohidratos, y el gluten.
“No hay absolutamente ningún inconveniente en reducir o eliminar el gluten”, dijo el neurólogo Agatston. “Es completamente sano hacerlo. Incluso las personas que piensan que no son sensibles al gluten pueden descubrir que se sienten mejor y obtienen mejores resultados cuando no lo consumen. Un gran éxito es el del tenista Novak Djokovic. Su ascenso al convertirse en el jugador Nº 1 del tenis en el mundo comenzó poco después de renunciar al gluten”, agregó.
N°1. Cuidado con la dieta
Hace algunos años, los padres de una niña llamada Karen acudieron al neurólogo estadounidense David Perlmutter porque la menor presentaba problemas recurrentes al razonar y concentrarse, lo que afectaba su desempeño en matemáticas y lenguaje. Era un enigma: los exámenes no revelaban anomalías evidentes en la anatomía del cerebro de Karen y, además, sus padres relataban que había períodos en que la niña se desempeñaba con normalidad.
Esto último llamó la atención de Perlmutter, porque indicaba que el cerebro estaba sano y que había algo más que lo afectaba de tanto en tanto.
Considerando que la dieta es uno de los factores que más varía, él ordenó varios tests. Estos detectaron intolerancia al gluten, proteína presente en cereales como el trigo y que en algunas personas activa una reacción que les impide procesar alimentos como pan y pastas.
Lo curioso es que Karen no tenía problemas estomacales, pero aun así Perlmutter aconsejó quitar el gluten de su dieta.
En 2 semanas, sus funciones cognitivas mejoraron y al terminar el año era de las mejores de su curso. Estos intrigantes resultados llevaron a Perlmutter a especializarse en la relación dieta-cerebro y a integrarse al Colegio Estadounidense de Nutrición, experiencia reflejad en su libro "Grain Brain", que recopila estudios que muestran cómo el azúcar, los hidratos de carbono y el gluten pueden incidir en la aparición del trastorno neurodegenerativo Alzheimer.
“Como neurólogo que trata con pacientes y sus familias y como cuidador de un padre que sufre este mal, la obsesión por crear drogas que no han dado ningún resultado es frustrante, porque los estudios indican que el 54% de los casos podría evitarse si se prestara atención a factores modificables como la dieta”, escribió en la web Daily Beast.
Su punto de vista es compartido por Paul Nussbaum, neurosicólogo de la Pittsburgh University y consejero de la estadounidense Fundación de Alzheimer: “El estilo de vida es crítico para nuestra salud cerebral y los estudios indican que ciertos mecanismos ambientales ayudan a que el cerebro se defienda de la expresión de la enfermedad”.
2. Transgénicos, un problema grande
1 de cada 10 celíacos (término usado para quienes son intolerantes al gluten) desconoce que presenta esta condición, de acuerdo a un estudio de la Clínica Mayo (2012, USA), que comparó muestras de sangre tomadas en 1948 con muestras actuales y reveló que los jóvenes celíacos son 4 veces más que a mediados del siglo 20.
Una explicación que ofrece el cardiólogo William Davis, en su libro "Wheat Belly": "El trigo ha sido modificado genéticamente para tener 50 veces más gluten". ¿El motivo? "Su proteína gliadina es un opiáceo que estimula el apetito".
Si bien se creía que la intolerancia al gluten era sólo un cuadro gastrointestinal, la Sheffield University (Reino Unido) demostró que puede manifestarse sólo con problemas de memoria y sin malestares estomacales, tal como ocurrió con Karen.
En su reporte, el médico Marios Hadjivassilou afirma: “A veces, este cuadro puede ser exclusivamente neurológico”.
Otros estudios de Hadjivassilou relacionan al gluten con lesiones en la sustancia blanca del cerebro (compuesta por fibras nerviosas cubiertas de mielina, sustancia que las protege y cuya destrucción induce el Alzheimer) e inflamación de los vasos sanguíneos cerebrales que inciden en la demencia.
Perlmutter explica que la sensibilidad al gluten se genera por una alta liberación de anticuerpos ante la presencia de la gliadina. Esto origina una respuesta inflamatoria a nivel cerebral mediada por citocinas, químicos que han sido ligados al Alzheimer y al Parkinson.
“Al cerebro no le gustan estas reacciones inflamatorias y no responde bien a las citocinas. La razón es que estos agentes terminan dañando las mitocondrias, los generadores de energía de las células. Cuando esto ocurre, se genera un suicidio celular”, dice Perlmutter.
N°3. Cuidar el cerebro
El estudio de la Clínica Mayo reveló que las personas de mayor edad con dietas altas en “grasas buenas” (nueces, paltas o aceite de oliva) y bajas en carbohidratos (pan, golosinas o alimentos procesados, como papas fritas) tienen 42% menos de riesgo de deterioro cognitivo.
“El cerebro está compuesto en 60% por grasa; de hecho, es la zona más grasosa del organismo. Las grasas buenas resguardan los conductos nerviosos y hacen que la información se propague rápidamente entre las neuronas”, explica Paul Nussbaum.
Por el contrario, los expertos coinciden en que los alimentos procesados y las grasas trans (helados, alimentos fritos, snacks) reducen la actividad sináptica de las células nerviosas, de acuerdo a un estudio con ratas de la Curtin University of Technology (Australia), cuyos expertos descubrieron que estas grasas dañan el recubrimiento de los vasos sanguíneos cerebrales, permitiendo la entrada de la proteína amiloide, que se acumula en las células nerviosas, inflamándolas y provocando su deterioro y posterior muerte.
Según Nussbaum, los alimentos ricos en ácidos grasos Omega-3 (salmón, nueces, aceite de soja) tienen el efecto opuesto: nutren las células cerebrales y “potencian su actividad eléctrica”. Por esto, Perlmutter suele someter a sus pacientes a una dieta compuesta entre 50% y 60% por “grasas buenas”.
N°4. Maldita azúcar
Los altos niveles de azúcar en la sangre se ligan con el riesgo de demencia senil. Lo demostraron expertos de la Washington University, quienes siguieron a 2.000 adultos mayores por casi 7 años y establecieron que esta afición por lo dulce eleva en 18% el riesgo de Alzheimer.
Según Paul Nussbaum, por este motivo, los crecientes índices de diabetes, patología caracterizada por alta presencia de azúcar en la sangre, son “un problema cada vez más alarmante para nuestra salud cerebral”.
Perlmutter afirma que la diabetes duplica el riesgo de Alzheimer. Los carbohidratos complejos, presentes en alimentos como pastas y pan, son convertidos por el organismo en azúcar, compuesto que según la Clínica Mayo deteriora los vasos sanguíneos cerebrales e incentiva el desarrollo de placas de amiloides.
Además, eleva la producción de radicales libres, subproductos del proceso metabólico que dañan el hipocampo, centro cerebral de la memoria y una de las primeras víctimas del Alzheimer.
El gluten penetra no sólo el intestino, sino su cerebro, lo que le permite que otras proteínas ingresen al torrente sanguíneo también. La investigación indica que esto sensibiliza el sistema inmunológico y favorece la inflamación y la autoinmunidad.
Y la inflamación, dicen los neurólogos, es la piedra angular de la demencia, incluyendo la enfermedad de Alzheimer.
Los niveles de azúcar en la sangre crónicamente altos que vienen con una dieta alta en carbohidratos causan problemas de enfoque o “niebla cerebral”, y ponen a las personas en mayor riesgo de padecer de demencia.
Los pacientes del neurólogo Agatston reportaron que desaparecía esa misma sensación de “confusión mental” cuando eliminaron o redujeron su ingesta de gluten.
Un estudio que apareció en la publicación Journal of Alzheimer’s Disease, en 2012, reveló que las personas que consumían mayores cantidades de carbohidratos en sus dietas tenían un mayor riesgo de demencia en un 89%.
Los científicos y médicos, entre ellos el Dr. Agatston, nos han dicho durante años que una dieta más baja en carbohidratos procesados y más alta en proteínas magras y grasas buenas es el mejor modo de mantener el azúcar en la sangre baja. Estos carbohidratos procesados, dice el Dr. Agatston, a menudo contienen gluten. Con esto en mente, se dice que, “vale la pena que todos probemos a eliminar el gluten”.
N°5. ¿Qué es la zonulina?
“La selección de estilos de vida, como los ejercicios aeróbicos y comer cantidades abundantes de grasas saludables y reducir los carbohidratos, afecta la salud total del cerebro, al igual que el riesgo de padecer de Alzheimer”, explica el neurólogo Perlmutter.
Los alimentos son un potente modulador de la epigenética y pueden habilitar o interferir con nuestro ADN, a la vez que regulan la expresión de muchos genes.
Perlmutter piensa que uno de los culpables más grandes del deterioro de la salud cerebral en los tiempos modernos ha sido la introducción del trigo transgénico en la dieta humana. Las siembras de trigo de hoy día, modernas e híbridas, comparten pocas similitudes genéticas, estructurales y químicas con el grano de escanda silvestre que consumían nuestros antepasados en pequeñas cantidades.
En Occidente, el 20% de las calorías provienen de alimentos a base de trigo. Perlmutter está entre las personas que consideran estas estadísticas peligrosas, en especial desde que el Dr. Alessio Fasano, pediatra gastroenterólogo e investigador científico que dirige el Centro de Investigación y Tratamiento de la Enfermedad Celiaca en el Hospital General de Massachusetts, en Boston, encontró que el gluten en el trigo lleva a la producción de zonulina en el intestino.
La zonulina aumenta la permeabilidad de la pared intestinal, lo que permite que las proteínas se filtren desde el intestino al torrente sanguíneo, explica Perlmutter.
Estas proteínas, que normalmente permanecen dentro del sistema digestivo, entonces desafían las partes del sistema inmunitario, la fascia macro y otros tipos de células blancas que aumentan la producción de químicos que promueven la inflamación.
“La zonulina es la piedra angular de enfermedades caracterizadas por la inflamación del cerebro (Alzheimer, autismo, Parkinson y trastorno de déficit de atención), al igual que enfermedades autoinmunes”, advierte Perlmutter.
La investigación de Fasano muestra que tal reacción a la zonulina está presente en 100% de los seres humanos—no solo en el 1.8% de la población que tiene la enfermedad celiaca o el 30% que tiene sensibilidad al gluten.
“Una característica distintiva de lo que llamo un cerebro de grano es que la disfunción cerebral se basa en la inflamación por el consumo de gluten, al igual que cadenas largas de moléculas de azúcar conocidas como carbohidratos”, dice Perlmutter.
Perlmutter cita un análisis publicado por Loren Cordain, autora del libro "The Paleo Diet": “Estamos desafiando cada vez más la fisiología humana al consumir lo que no estamos genéticamente preparados para procesar, como las 133 libras de trigo promedio que consumen los estadounidenses anualmente.”
N°6. Una dieta... con poca fruta
Una dieta alta en carbohidratos ha sido directamente relacionada con atrofia o encogimiento cerebral, según informa un estudio alemán reciente de la Universidad de Bonn publicado en la revista Neurology.
Una prueba de sangre para hemoglobina A1C, la prueba de laboratorio estándar para medir el promedio de azúcar en sangre, es utilizada con frecuencia en estudios que correlacionan el control de azúcar en la sangre con varios procesos de enfermedad con el Alzheimer, el deterioro cognitivo leve y la enfermedad coronaria.
Los investigadores concluyeron que la hemoglobina A1C elevada se asocia directamente con encogimiento del cerebro, dice Perlmutter.
“La función del cerebro, que es 60% a 70% grasa y mantenida por las grasas que consumimos, depende de su ambiente”, advierte él en "Grain Brain".
Luego, él recomienda una dieta que sea agresivamente baja en carbohidratos (60 gramos por día) y abundante en grasas que apoyan las grasas cerebrales.
Estas incluyen: aceite de oliva extra virgen, aceite de sésamo, aceite de coco, ghee, leche de almendra, palta, aceitunas, nueces, manteca de nueces, queso y semillas como de linaza, girasol, calabaza, sésamo y chia.
También
> que sea abundante en vegetales que crecen por encima de la tierra, como la col rizada, brócoli, espinaca, coliflor, coles de Bruselas y lechugas, y
> que sea baja en vegetales como: remolacha, zanahorias y papas, ya que son altos en carbohidratos.
Y él hace un llamado a reducir el consumo de frutas.
“Consumir 2 a 4 porciones de fruta todos los días, según la pirámide alimentaria occidental actual, no es de ayuda. Más en la línea de evitar el deterioro cerebral, es mejor consumir una manzana o un puñado de fresas o similares; o alrededor de 100 calorías de cualquier fruta. En mi opinion, la pirámide necesita invertirse”, dice Perlmutter.
“Debemos tener una dieta similar con la que sobrevivieron nuestros antepasados por 6.2 millones de años y reprogramarnos para apoyar nuestro destino genético para uno mejor.”
N°7. Una conclusión
Ya antes de escribir"The South Beach Diet Gluten Solution", el médico Agatston comprobó los beneficios de dejar el gluten cuando trabajaba en su libro, "La Dieta de South Beach".
“En la 1ra. fase, la Dieta South Beach no prevé grano alguno para así prevenir oscilaciones en glucemia y ayudar a controlar los antojos. Por lo tanto, fue también involuntariamente libre de gluten. Y las personas en la 1ra. fase de la dieta se sentían tan bien que no querían pasar a la 2da. fase. Vimos padecimientos como artritis juvenil, psoriasis y migrañas desaparecer. Me di cuenta de que era la parte ‘involuntariamente sin gluten’ que fue haciendo que la gente se sintiera tan bien”, recuerda Agatston.
El mensaje: El cerebro no está destinado al fracaso como cuestión de rutina a medida que envejece. Y es posible prevenir la demencia. Una de las mejores estrategias dietéticas para proteger su salud cerebral es reducir el consumo de carbohidratos no vegetales, incluidos los azúcares, granos y, por tanto, el gluten, mientras que aumenta el consumo de proteínas magras y grasas saludables.
THE GRAIN THAT DAMAGES YOUR BRAIN:
eL TRIGO MODERNO DAÑA TU CEREBRo:
eL TRIGO MODERNO DAÑA TU CEREBRo:
With increasing recognition among medical professionals and the lay public alike that the health of gut and brain are intimately connected (i.e. the 'gut-brain' axis), the concept that gluten-containing grains can damage the human brain is beginning to be taken more seriously.
Books like Dr. William Davis' New York Times best-selling Wheat Belly made great progress in opening up popular consciousness to the subject of gluten's addictive properties, my own e-book The Dark Side of Wheat explored the role that wheat and grains in general played as an addictive agent, and Dr. David Perlmutter's new book Grain Brain places significant emphasis on this connection as well.
After all, if wheat is a common cause of intestinal damage ("enteropathy") both in those with celiac disease and non-celiac gluten sensitivity, it is no wonder that gluten-associated damage to the gut – sometimes called the "enteric brain," or "second brain," – could have adverse effects to the central nervous system as well.
Indeed, our research project at GreenMedInfo.com has identified in biomedical literature directly from the National Library of Medicine over 200 adverse health effects linked to gluten-containing grains, with neurotoxicity top on the list of 21 distinct modes of toxicity associated with this grain's effects.[i] These neurotoxic properties extend from neuropathy and ataxia, to distinct psychiatric conditions such as acute states of mania, and schizophrenia.
A recent study published in the Journal of Neurology, Neurosurgery and Psychiatry titled, "Hyperexcitable brain and refractory coeliac disease: a new syndrome," has identified a "new syndrome" within the broader array of so-called "gluten related disorders (GRD)" which the authors are calling "Hyperexcitable brain and refractory celiac disease."
According to the study, "Whilst coeliac disease (gluten sensitive enteropathy) remains one of the best characterised GRD, neurological dysfunction is one of the commonest extraintestinal manifestations with a range of presentations such as cerebellar ataxia, neuropathy, sensory ganglionopathy and encephalopathy (headaches and white matter abnormalities)."
They point out that neurological manifestations of gluten-induced toxicity can occur with or without evidence of intestinal damage (enteropathy). While wheat-induced intestinal damage is far more common than most suppose (read: Research Proves Wheat Can Cause Harm to Everyone's Intestines), the problem with gluten stretches far beyond the intestinal wall to so-called "out-of-intestine" adverse health effects. And given the fact that many of the peptide sequences within the vast array of proteins that we colloquially refer to as 'gluten' -- as if it were a singular entity versus the 23,000 plus proteins it is actually comprised of -- are pharmacologically psychoactive, it is no wonder that adverse neurological/cognitive consequences follow its ingestion.
The new study describes a case study involving 7 patients (5 male, 2 female) who were identified from a cohort of 540 patients with neurological manifestations of "Gluten related disorders (GRD)." These patients showed signs of "myoclonic tremor," which is an involuntary muscle twitching, which initially occurred in their face, tongue, one arm or one leg, "but then spread to affect other parts of the body." So severe was the tremor that 5 of the patients suffered from epileptic seizures, progressing from "Jacksonian seizures," a type of epilepsy that are initiated with abnormal electrical activity within the primary motor cortex, and may involve a wide range of behaviors from drooling, smacking of the lips, apparently purposeful movements such as turning of the head, etc. Furthermore, all the patients were described as having "limb ataxia and more prominent gait ataxia" – ataxia being a lack of voluntary coordination of muscle movements.
Electrophysiology 'brain tests' showed evidence of cortical myoclonus, which is defined as 'as involuntary brief muscle jerks originating from an abnormal discharge of the cerebral cortex.' Further clinical, imaging and/or pathological evaluation revealed some evidence of cerebellar involvement, but this was a secondary feature, distinguishing this new condition from gluten ataxia, where cerebellar ataxia is the most disabling feature.
Davis said that the wheat we eat these days isn't the wheat your grandma had: "It's an 18-inch tall plant created by genetic research in the '60s and '70s," he said on "CBS This Morning." "This thing has many new features nobody told you about, such as there's a new protein in this thing called gliadin. It's not gluten. I'm not addressing people with gluten sensitivities and celiac disease.
I'm talking about everybody else because everybody else is susceptible to the gliadin protein that is an opiate. This thing binds into the opiate receptors in your brain and in most people stimulates appetite, such that we consume 440 more calories per day, 365 days per year."
Asked if the farming industry could change back to the grain it formerly produced, Davis said it could, but it would not be economically feasible because it yields less per acre. However, Davis said a movement has begun with people turning away from wheat - and dropping substantial weight.
had no idea that the list of health problems attributable to gluten was so long and so frightening. Among the health conditions Dr. Davis links to gluten are:
* Schizophrenia. May as well start with the Big Casino, huh? Turns out that taking wheat products away from institutionalized schizophrenics reduced auditory hallucinations, delusions, all that stuff that makes schizophrenia the terrible illness it is. Adding wheat back caused the symptoms to reassert themselves. There are even some reports of complete remission with the removal of wheat from the diet.
* Autism. Research is preliminary, but in a Danish study of 55 autistic children, removing gluten from the diet reduced formal measures of autistic behavior.
* Liver diseases, including chronic hepatitis and biliary cancer.
* Hashimoto’s thyroiditis, the most common cause of hypothyroidism.
* Lupus
* Asthma
* Inflammatory bowel disease
* Crohn’s disease
* Seizures.
* Several forms of cancer, including bowel cancer.
* Ataxia – loss of balance and coordination. Indeed, apparently half of all patients with otherwise unexplained ataxia test positive for celiac markers – aka gluten sensitivity. This involves progressive, irremediable brain damage.
* Dementia. Doesn’t get any scarier than that. Again, gluten sensitivity can cause permanent brain damage. Gluten ataxia can progress to dementia.
But why this apparent increase in gluten sensitivity? Is it just a fad? After all, people have been eating wheat for millennia, but dementia, for example, has only started accelerating recently.
"If three people lost eight pounds, big deal," he said. "But we're seeing hundreds of thousands of people losing 30, 80, 150 pounds. Diabetics become no longer diabetic; people with arthritis having dramatic relief. People losing leg swelling, acid reflux, irritable bowel syndrome, depression, and on and on every day."
To avoid these wheat-oriented products, Davis suggests eating "real food," such as avocados, olives, olive oil, meats, and vegetables. "(It's) the stuff that is least likely to have been changed by agribusiness," he said. "Certainly not grains. When I say grains, of course, over 90 percent of all grains we eat will be wheat, it's not barley... or flax. It's going to be wheat.
"It's really a wheat issue."
Some health resources, such as the Mayo Clinic, advocate a more balanced diet that does include wheat. But Davis said on "CTM" they're just offering a poor alternative.
"All that literature says is to replace something bad, white enriched products with something less bad, whole grains, and there's an apparent health benefit - 'Let's eat a whole bunch of less bad things.' So I take...unfiltered cigarettes and replace with Salem filtered cigarettes, you should smoke the Salems. That's the logic of nutrition, it's a deeply flawed logic. What if I take it to the next level, and we say, 'Let's eliminate all grains,' what happens then?
"That's when you see, not improvements in health, that's when you see transformations in health."
Watch Davis' full interview in the video above.
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How ironic it would be for the most prized food of Western culture -- wheat -- to be at the root of the global epidemic of depression?
The powerful neurotoxic and psychoactive properties of wheat have only recently come to light. For many decades the near exclusive focus was on gluten's life-altering gastrointestinal adverse effects – once considered exceedingly rare and limited to those with celiac disease. Only now are we beginning to realize that this "king of grains" is truly a debilitating force in the Western diet that we must go to great lengths to avoid.
Beyond the already 200+ adverse health effects identified in the biomedical literature on this globally popular food's inherent health damaging properties, a solid body of research also exists linking wheat to schizophrenia, acute bouts of mania, autism, cerebellar ataxia, reduced blood flow to the brain, autoimmune neurological issues, and many other neurotoxic reactions. For an exhaustive analysis of the neurotoxicity of wheat visit our Wheat Toxicity page which contains 24 biomedical citations on wheat's brain- and nerve-damaging properties.
Recently, the holistic psychiatrist Dr. Kelly Brogan, MD, reported on the relationship between gluten consumption and depression in non-celiac disease subjects on her cutting-edge website, commenting on a study published in the journal Alimentary Pharmacology and Therapeutics titled, "Randomised clinical trial: gluten may cause depression in subjects with non-coeliac gluten sensitivity - an exploratory clinical study," wherein it was clearly revealed that gluten consumption significantly increases the risk of depression.
The doubled-blind cross over study consisted of twenty-two subjects (24-62 years, five male) with irritable bowel syndrome who tested negative for celiac disease and whose condition was symptomatically controlled on a gluten free diet.
The participants randomly received one of three dietary challenges for 3 days, followed by a minimum 3-day washout before crossing over to the next diet. Their gluten free diet was challenged with either gluten (16 g/day), whey (16 g/day) or not supplemented at all (placebo). The study end-points included mental state as assessed by the Spielberger State Trait Personality Inventory (STPI), cortisol secretion and gastrointestinal symptoms.
The results of the intervention were reported as follows:
"Gluten ingestion was associated with higher overall STPI state depression scores compared to placebo [M = 2.03, 95% CI (0.55-3.51), P = 0.010] but not whey [M = 1.48, 95% CI (-0.14 to 3.10), P = 0.07]. No
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