23 junio 2011

¡Recordemos las incubadoras kuwaitíes! y otras mentiras

En el primer conflicto del Golfo de 1990-91 (Irak)  dos  actos célebres de propaganda y desinformación ayudaron considerablemente a sumar apoyo para la guerra ya que parecían demostrar el salvajismo y la duplicidad del gobierno iraquí.
- El primero fue la aparición de una muchacha kuwaití de 15 años ante un comité del Congreso de EE.UU. para testificar que ella, enfermera hospitalaria voluntaria, había visto a soldados iraquíes que arrancaban bebés de las incubadoras y los dejaban muriendo en el suelo. 

Su informe causó indignación hasta que cierto tiempo después, se reveló que la niña era la hija bien adoctrinada del embajador de Kuwait en Washington, que nunca había salido de EE.UU. durante la invasión de Kuwait por parte Iraq.
En este video podemos ver la "actuacion" lacrimogena de la actriz - hija del embajador - convenientemente "educada" por los expertos de RRPP (Relaciones Publicas)  mintiendo a todo el planeta. 







EstE en ingles pero no importa es como un musical dE BROADWAY:


- La segunda historia tuvo lugar unos meses después, durante el bombardeo y los ataques con misiles contra Bagdad. Peter Arnett de CNN informó de que EE.UU. había destruido una fábrica de leche para bebés en los suburbios occidentales de Bagdad, mientras el Pentágono sostenía que la instalación producía armas biológicas.....
Visité la planta el mismo día que Arnett y recuerdo haber leído cartas sobre el negocio de la leche para bebés que encontré en escritorios demolidos en la oficina de la fábrica. 
Muchas eran sobre los esfuerzos infructuosos de salvar la fábrica de la bancarrota, evidencia convincente que las autoridades iraquíes no podrían haber fabricado de un día al otro.

Los gobiernos no se han vuelto más honrados en los 20 años entre la guerra en Iraq en 1991 y la de Libia en 2011. 



- La historia que ilustra de modo más irresistible la "naturaleza maligna"  de Muamar Gadafi en la actualidad es la afirmación de que ordenó a sus soldados que violaran a las mujeres de la oposición y que suministró medicinas del tipo Viagra para alentarlos a hacerlo. 


Este cuento ha estado circulando desde hace algún tiempo, pero ganó credibilidad cuando el fiscal de la Corte Penal Internacional(por eso no nos podemos de fiar de esta corte occidental) , Luis Moreno-Ocampo, dijo que "tiene evidencia de que el líder libio ordenó personalmente violaciones masivas". 


Esta semana, la secretaria de Estado de EE.UU. Hillary Clinton, dijo que está “profundamente preocupada” por las informaciones de que los soldados de Gadafi están involucrados en violaciones generalizadas como arma de guerra.

Sin duda ha habido violaciones individuales. 



La más famosa fue cuando Iman al-Obeidi irrumpió en un hotel con periodistas extranjeros en Trípoli el 26 de marzo y presentó un relato verosímil de que había sido violada por hombres de la seguridad favorables a Gadafi, antes de que se la llevaran precipitadamente. 


Pero a pesar de las afirmaciones de la CPI, hasta ahora Amnistía Internacional y Human Rights Watch no han encontrado evidencia de semejantes violaciones masivas ordenadas por el gobierno a pesar de amplias investigaciones



Diana Eltahawy, experta en Libia de Amnistía Internacional, me dijo que los investigadores de Amnistía en Libia no habían encontrado pruebas de una política semejante.

¿Podría ser que las mujeres guarden silecio sobre lo que les ha ocurrido por vergüenza o por miedo a que las maten para preservar el “honor familiar”? 



La señora Eltahawy dijo: “Hablamos con mujeres sin que nadie más estuviera presente, en toda Libia, incluida Misrata y en la frontera entre Túnez y Libia. Ninguna de ellas sabía de alguna que hubiera sido violada. También hablamos con muchos doctores y psicólogos con el mismo resultado.” Liesel Gerntholtz, jefa de derechos de las mujeres en Human Rights Watch, que también ha investigado las acusaciones de violaciones en masa, dice: 


“No hemos podido encontrar evidencias. No hemos podido verificarlo.”


Como en Iraq, los periodistas han sido demasiado crédulos y los gobiernos occidentales demasiado interesados en producir historias de atrocidades sobre el gobierno libio sin que importe si existe o no alguna evidencia al respecto



- Otra historia de Libia, creída universalmente por los rebeldes, es que muchos de los combatientes de las unidades favorables a Gadafi son mercenarios de África central u occidental. La señora Eltahawy dice que Amnistía no ha encontrado evidencia al respecto. La única masacre del régimen de Gadafi, con cientos de víctimas, que está muy bien comprobafa es la de las muertes en la prisión Abu Salim en Trípoli en 1996, cuando murieron hasta 1.200 prisioneros, según un testigo creíble que sobrevivió.

Los frentes de batalla siempre están plagados de rumores sobre inminentes masacres o violaciones que se propagan rápidamente entre personas aterrorizadas que podrían ser las futuras víctimas. Es bastante comprensible que no quieran esperar hasta descubrir cuanto tienen de verídico esas historias. Anteriormente, en este mismo año, estuve en Ajdabiyah, una ciudad en el frente a una hora y media en coche al sur de Bengasi y vi coches repletos de refugiados en pánico que huían por la carretera.  

Solo habían escuchado un informe totalmente falso en Al-Jazeera en árabe de que las fuerzas pro Gadafi se habían abierto paso....

De la misma manera, Al-Jazeera presentaba informes no corroborados sobre ataques contra hospitales, bancos de sangre destruidos, mujeres violadas y heridos ejecutados.

La verificación de atrocidades es tan importante porque si se espera que la gente las detenga tiene que estar segura de que lo que se le dice es verdad y no propaganda. ..
 



Estas historias nos hacen darnos una idea de lo que nos cuentan los medios sobre Libia o otros lugares que Washington quiere controlar. 

Patrick Cockburn es autor de Muqtada: Muqtada Al-Sadr, the Shia Revival, and the Struggle for Iraq  
Cuando bombardearon Corea, Vietnam, Laos, Camboya, El Salvador y Nicaragua no dije nada porque no era comunista.
Cuando bombardearon China, Guatemala, Indonesia, Cuba, y el Congo no dije nada porque no lo sabía.
Cuando bombardearon el Líbano y Granada no dije nada porque no lo comprendía.
Cuando bombardearon Panamá no dije nada porque no era narcotraficante.
Cuando bombardearon Iraq, Afganistán, Pakistán, Somalia, y Yemen no dije nada porque no era terrorista.
Cuando bombardearon Yugoslavia y Libia por razones “humanitarias” no dije nada porque sonaba muy honorable.
Luego bombardearon mi casa y no quedó nadie que dijera algo a mi favor. Pero en realidad no importaba. Estaba muerto. 


Los objetivos
Se ha convertido en un lugar común que se acuse a WASHINGTON . de escoger como objetivos de sus bombas solo a gente de color, del Tercer Mundo, o musulmanes. 


Pero hay que recordar que una de las campañas estadounidenses de bombardeo más continuas y feroces de EE.UU. en nuestros tiempos –78 días consecutivos– fue contra la gente de la antigua Yugoslavia: blancos, europeos, cristianos. WASHINGTON  es un bombardeador que garantiza igualdad de oportunidades. Las únicas cualificaciones que necesita un país para convertirse en objetivo son: 


(A) Que represente un obstáculo –de cualquier tipo– para los deseos del Imperio Estadounidense; 
(B) Que no posea armas nucleares; 
(C) Qué esté virtualmente indefenso ante los ataques aéreos.


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