Entrevista a Enrique Santiago, abogado en la querella de IU contra Bárcenas:
22 julio 2013
"Hablamos de un sistema que ha comprado consejos de ministros"
Nacido en Madrid en 1964, Enrique Santiago es una de las cabezas visibles de la querella interpuesta por IU, Ecologistas en Acción, Asociación Justicia y Sociedad, Asociación Libre de Abogados y Abogadas y la Confederación de los Verdes contra Luis Bárcenas, Álvaro Lapuerta y otros dirigentes del PP, así como empresarios. La denuncia fue cursada poco después de que estallase el escándalo de «los papeles de Bárcenas». Sin embargo, el extesorero no había declarado hasta el pasado lunes.
La declaración del lunes supuso un cambio en la estrategia judicial de Luis Bárcenas. ¿Qué puede buscar el extesorero del PP?
Él ahora reconoce la autenticidad de los papeles y entrega documentos que permiten verificarla. Es evidente que en su declaración no dijo todo lo que sabía ni entregó todo. Su estrategia consiste ahora en atribuirse delitos que tienen una condena escasa para poder implicar y a dirigentes del PP en otro tipo de comportamientos ilícitos, yo entiendo que con el fin de continuar una negociación que debe de estar intentando retomar. Seguro que se reserva elementos más importantes y lo que está es lanzando una advertencia a la dirección del PP: «puedo hablar más y enseñar más documentos, así que negociemos».
¿Cree que fue el ingreso en prisión el motivo de que ahora decida «tirar de la manta»?
Ha entrado en prisión y eso es lo que ha cambiado. Como ocurre en estos casos, ahí se rompe la «omertá» mafiosa. Es la sensación que parece que hay en Génova, porque inmediatamente le mandan a los enviados para proponer un nuevo acuerdo. Por lo que él declaró, se produjo una situación completamente anómala. Le sacaron de la zona de internos y le llevaron al despacho del vicedirector de seguridad de la cárcel. Allí se reunió con un abogado que enviaba el PP. No dio el nombre, pero todo el mundo sabe que es Javier Iglesias, el abogado de Álvaro Lapuerta.
¿Cuál cree que es el objetivo de estas negociaciones?
Durante estos días estamos viendo que la operación para decretar la nulidad de las actuaciones está en marcha. Hay muchos indicios y se trataría de lo mismo que ocurrió con el caso Naseiro, en los años 80. El primer indicio es cómo relata el propio Bárcenas el mensaje que le llevan a Soto del Real. Allí le ofrecen, a cambio de deje de divulgar papeles y niegue la autenticidad, que entre septiembre y octubre se anularía el proceso. También dijo que le ofrecieron el cese del ministro Gallardón e incluso medio millón de euros en efectivo y la posibilidad de que conserve el 25% de los saldos de las cuentas en Suiza. Desde mi punto de vista, que en la negociación metan eso significa que quien hace esta propuesta conoce el saldo de las cuentas en Suiza. Esto es un indicio más de lo que nosotros mantenemos: que el dinero de Bárcenas no es solo suyo. No sabemos si es del PP o de otras personas dentro del PP.
Desde que interpusieron la querella, el pasado 28 de febrero, esta es la primera ocasión en la que Bárcenas ha declarado por el caso de «los papeles»
No tiene mucha lógica, pero está en el origen de la operación que hizo en marzo la sala de lo penal de la Audiencia Nacional, con Enrique López a la cabeza, cuando impidió la declaración de Bárcenas en el procedimiento de los papeles. Aquella operación se produjo con mucha prisa porque eran conscientes de que había un altísimo riesgo de que Gómez Bermúdez decretase el ingreso en prisión, ya que es lo que íbamos a solicitar nosotros. No tiene mucha explicación que Bárcenas haya declarado nueve veces por la trama Gürtel y ninguna acusación hubiese pedido cárcel.
¿Cómo le vio en su declaración ante el juez?
Estaba muy tranquilo, con una declaración muy pensada, meditada y preparada, con la documentación precisa para acreditar lo que declaraba. Estuvo muy colaborador. Midió mucho lo que decía. Al único que no identifica respecto a las iniciales es a Aznar. Se cuida mucho de no tocarle y de no poner en problemas a Pío García Escudero, actual presidente del Senado. Dispara únicamente contra los empresarios que necesita poner en evidencia para implicar a Cospedal y Rajoy respecto a dos pagos, el de Sacyr Vallehermoso al PP de Castilla-La Mancha y los 300.000 euros que, según él, entrega directamente Villar Mir en septiembre de 2011. Aunque lo básico es que rompe la línea que mantenía de intentar proteger al PP porque valora que no han cumplido las promesas que le han hecho.
¿Cree que ahora deberían de abrirse nuevas líneas de investigación?
No es que se abra ninguna línea, sino que ha confirmado al 100% todo lo que nosotros decimos en la querella: que lo grave no son los trajes o los sobresueldos de Rajoy. Lo grave es que durante años ha existido un sistema por el cual las grandes compañías de infraestructuras compraban los consejos de ministros. Nosotros creemos que no estaban pagando estrictamente por contratos, aunque en ocasiones fuese así. Por lo que estaban pagando era por determinar las políticas de infraestructuras: el Plan Hidrológico Nacional, los planes del AVE... De hecho hay declaraciones de imputados que nos llevan a confirmar eso. Villar Mir intentando eludir responsabilidades por negociar contratos dijo que no se había reunido con Jaume Matas para esto, sino para hablar sobre el Plan Hidrológico Nacional. También hay otro elemento importante que ha confirmado ahora Bárcenas y lo dijo Vileda, responsable querellado del grupo Rubau Construcciones, que ha trabajado mucho en autopistas y AVE y que aparece como uno de los pagadores habituales. En su declaración habla de una comisión de infraestructuras del PP. Una comisión que no figura en los estatutos, que nadie sabe qué es y en la que, según su declaración, estaban Bárcenas, Lapuerta y distintos empresarios, entre ellos, él. Es evidente que esa comisión no era para ver si funcionaban los ascensores de la calle Génova. Le preguntamos y él no supo aclarar para qué servía. Bárcenas dijo que en esa comisión se definían los grandes planes de infraestructuras que el PP iba a incluir en su programa electoral y si ganaba iba a ejecutar. Nosotros creemos que la esencia del asunto es este.
Entonces, ¿hablamos del «caso Bárcenas», del «caso PP» o lo que se pone en tela de juicio es todo un sistema?
Nosotros no pusimos una querella porque pensásemos que Rajoy se había metido al bolsillo 2.000 euros al mes o le habían pagado los trajes. La pusimos porque apreciamos que estamos hablando de un sistema de cooptación mafiosa, un sistema criminal que ha cooptado o comprado consejos de ministros. El asunto no es que estuvieran pagando sobres a determinados dirigentes del PP. El problema es que esos dirigentes, en los períodos en los que gobiernan, se sientan en los consejos de ministros. Y entonces también percibían ese dinero. Por lo tanto, hablamos de un consejo de ministros comprado, cooptado o como quieras llamarlo. Eso es lo grave. Esto ha tenido un coste brutal para toda la ciudadanía. Hay tramos de AVE cuyos presupuestos se han incrementado en 2.000 o 3.000. Hablamos del «caso constructoras» y «caso cooptación del Gobierno» por esas mismas constructoras.
¿Habrá nuevas imputaciones?
Debería de haberlas. Bárcenas dice que en este sistema, que estaba absolutamente reglado, quien tomaba la decisión de a quién se le pagaba y cuánto era en todo momento el secretario general del partido. Nosotros pedimos hace tiempo la declaración de tres de ellos, Cascos, Arenas y Cospedal. El juez lo tiene pendiente y todo parece indicar que se mostrará favorable a que declaren. Luego ya veremos si son imputados o no. El tema es que si por ejemplo Cospedal es imputada, por ser presidenta de Comunidad Autónoma, la competencia saldría de la Audiencia Nacional.
¿Rajoy podría estar entre los citados ante el juez?
No somos partidarios de hacer esta citación todavía porque, por motivos obvios, no se iba a aprobar. Es el presidente del Gobierno y, de momento, la única imputación que hay en su contra es la de un señor que está en la cárcel. Nuestro criterio es que hay que buscar más indicios.
Además de la estructura a nivel estatal, ¿pudo haber otros sistemas similares en territorios?
Bárcenas dice en su declaración que este es el sistema que siempre se ha llevado en el PP. Que es el sistema de Naseiro, que cuando entró le dijeron cómo funcionaba y le entregaron la documentación y el dinero. Y que él, cuando terminó, hizo lo propio con el siguiente tesorero. Él dice que le consta que existen sistemas similares, si no idénticos, en el resto de organizaciones territoriales del PP. Cita sobre todo a Galicia, diciendo que aquello era un chorro constante de donaciones recogidas entre empresarios. Habrá que ver qué empresarios eran porque vistas las amistades del actual presidente con los narcos no sería de extrañar que hubiese implicaciones con el narcotráfico en Galicia. Habrá que investigarlo.
¿Pueden haber prescrito los delitos?
Salvo la prevaricación y el cohecho podrían estar prescritos todos, salvo que se acredite, y todo apunta a que es así, un delito continuado. Desde nuestro punto de vista son los más importantes por las nefastas consecuencias que hemos sufrido todos los ciudadanos.
Fuente: http://gara.naiz.info/paperezkoa/20130721/414427/es/Hablamos-sistema-que-ha-comprado-consejos-ministros/
Verstrynge :
"Bárcenas tiene capacidad para volar el partido"
20 años al descubierto
Bárcenas aportó al juez la presunta contabilidad B íntegra, que identifica a los supuestos beneficiarios de sobresueldosenterate de Los MOVIMIENTOS EN LA SOMBRA:
El
ex-secretario general de Alianza Popular afirma en una entrevista
con eldiario.es que "aquí
ha pringado hasta el apuntador".
Rajoy 2009:
“Los servicios de Bárcenas son ejemplo
de profesionalidad y buen hacer”
Verstrynge:
"A Bárcenas le darán algo para que se calle y
si se le condena, se le indultará"
“Los servicios de Bárcenas son ejemplo
de profesionalidad y buen hacer”
Verstrynge:
"A Bárcenas le darán algo para que se calle y
si se le condena, se le indultará"
"Lo cierto es
que el PP tiene un problema que es Bárcenas, que sabe del partido
más de lo que sabe el partido sobre sí mismo", asegura el actual
profesor de Ciencias Políticas sobre el ex-tesorero, que llegó al
partido cuando él lo dirigía.
- ¿Cuándo conoció usted a Luis Bárcenas?
Era un empleado que trajo un tesorero del partido cuando yo
era secretario general. Poco a poco fue haciéndose con la gerencia del partido.
Él ya estaba cuando me fui, en 1986. Llegó con Ángel Sanchís, en 1980, era su
empleado. Y por lo visto siguen con una relación profesional y comercial.
¿En su época se pagaban sobresueldos en sobres?
No ocurría por varios motivos. Primero, porque no era
tolerable. Y, además, porque el partido era pobre hasta que llegó a los 106
diputados [1982].
Si querías premiar a alguien, lo que hacías era subir el
sueldo.
Pero ¿se hacían trampas con cursos de formación?
Ahí no había fraude a Hacienda, todos declarábamos, nosotros
y los que los pagaban. Pero si se decía que a un curso asistían 120, sólo se
remuneraba a 80 y el dinero restante iba al partido.
Otra cosa es el dinero B, que también llegaba, a todos.
Eléctricas, bancas, particulares, industria pesada, empresas... Por ejemplo, en
un momento faltaban 40 millones para una campaña en Galicia.
Fraga me dice,
"vaya usted a tal compañía eléctrica y hable con Fulanes". Llamo a
Fulanes y me dice que mandemos una secretaria con escolta y una maleta. Y me
dice que necesita un informe sobre una cuenca hidrográfica, pero no lo
teníamos.
Así que, me dice: "Coge el último número de Interviú y ábrelo
por la página X". Allí había un reportaje de un crimen en Albacete: la
maté porque era mía.
A continuación, me pide: "Le dices a tu secretaria
que copie el artículo y arriba ponga Confederación Hidrográfica del
Duero".
Esto funcionaba así , La maté porque era mía como un informe de la
Confederación Hidrográfica del Duero. Sacar dinero a las eléctricas entonces...
Tenían mucho.
- ¿Y las facturas falsas?
El Tribunal de Cuentas te pedía las cuentas de la campaña.
Presentabas las facturas y el gasto total, pero a veces no cuadraban las cifras
porque el gasto era superior.
Entonces, te llamaba el Tribunal de Cuentas y te
decía que te inventaras unas facturas: lo que querían era que cuadraran las
cuentas. Y te las inventabas para que cuadraran. La vida es así.
¿Ve posible que en el PP se paguen sobresueldos en dinero
negro?
No tengo la prueba, pero el rumor es fuerte desde hace años.
Con Sanchís lo de los sueldos se convirtió en un arma para premiar y castigar.
Cuando me peleo con Fraga en 1986, a mí me quita el sueldo, el coche y los
escoltas. Se empezó a castigar a los díscolos con el dinero, por lo que es
lógico que a los que hay que contentar también se les pase el sobre. Usas el
dinero para sancionar y premiar.
-¿De dónde sale ese dinero?
Son retrocomisiones. En mi época, contratabas una empresa
para hacer una campaña electoral, pagabas el 75% y arrastrabas el 25% que
debías de campaña a campaña.
Con 106 diputados, ya tienes dinero. Pagas el 100%
al proveedor y a cambio te inflan la factura y te devuelven un dinero bajo
cuerda.
-¿Cómo conoce este sistema?
Esto empieza en 1988.
Entre 1986-88 se fue pagando el dinero
que se debía, y sólo puedes pagar retrocomisiones cuando estás sin deudas.
Entonces la ley era muy laxa y había que buscarse la vida. Yo no me quería
ocupar de los temas económicos. En aquella época si venía alguien que quería
donar dinero y no quería figurar, o se lo tomas en B para que no figurara, o no
te lo daba. Ahora, quien cobra un sobresueldo no puede declararlo a Hacienda.
El partido comete un fraude, y el que lo recibe también. Lo que ha ocurrido
aquí es que un equipo se ha hecho con el poder económico del partido y
lentamente ha ido poniendo la cúpula del partido para su mantenimiento. Los
políticos no son corruptos, pero las cúpulas de los grandes partidos, sí. Es
corrupistán.
-¿La actual secretaria general del partido, María Dolores de
Cospedal, desconocía lo que pasaba?
No lo sé. Es muy difícil. Lo cierto es que tiene un problema
que es Bárcenas, que sabe del partido más de lo que sabe el partido sobre sí
mismo. Allí están agarrados o esperando a que corra el escalafón. Aquí ha
pringado hasta el apuntador.
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Por Enrique de Diego.-
No estamos ante el “caso Bárcenas”, ni ante la “trama Gürtel”, sino ante el “caso PP”: un partido cuya auténtica finalidad, a tenor de todos los indicios que se van acumulando, es el enriquecimiento de sus directivos y cargos mediante la comisión de delitos en gran escala. En un Estado de Derecho, con independencia del Poder Judicial, el debate estaría en términos de ilegalización del PP, por su deriva hacia lo que la doctrina, y el lenguaje común, conoce como una mafia.
El argumentario, o lo que ahora llaman los cortafuegos del PP se basa en dos groseras mentiras: en el caso de Luis Bárcenas se trata de un problema personal de alguien que ha engañado al partido; en el “trama Gürtel”, de cuatro que se han aprovechado del partido. Ambas consignas no admiten el más mínimo escrutinio crítico. El tesorero en una estructura partidaria no es ni una persona cualquiera ni una pieza menor: es el gozne sobre el que pivota toda la financiación. No es descartable que la inmensa fortuna amasada por Bárcenas no sea sólo de él. Es muy verosímil que todos los altos cargos del PP estén corrompidos y que se haya cobrado en dinero negro de manera sistemática. El primer jefe de comunicación que tuvo José María Aznar como presidente de la Junta de Castilla y León abandonó el cargo a los pocos meses asqueado por esa práctica.
Bárcenas ha sido durante veinte años el gerente y el tesorero del PP. Un engaño tan sostenido en el tiempo repugna a la razón, incluso si se considerara que todos los dirigentes del PP durante ese dilatado tiempo fueran oligofrénicos.
Francisco Correa y Álvaro Pérez tampoco son personajes menores. Llegaron al Partido Popular de la mano de José María Aznar en el año 1990 y durante dos décadas se han encargado de la organización de los mítines, de las campañas electorales. No es que se hayan dedicado a corromper al partido, sino que han participado en primera línea de una estructura corrupta. En la medida que el PP fue consiguiendo victorias electorales, la trama Gürtel fue extendiendo sus tentáculos a las administraciones. Pero lo que se conoce como la trama Gürtel no es otra cosa que el PP, que la estructura del Partido Popular que toda ella está corrupta.
Puesto que el PP es, según todos los indicios, una organización corrupta, el tesorero y los organizadores de las campañas también lo son. La corrupción nació en el partido y la llevaron consigo a la Administración.
Tampoco Jesús Sepúlveda es cualquier cosa en la historia y la estructura del PP. Hoy aparece como el “marido” de Ana Mato o como el “exalcalde de Pozuelo”, pero históricamente Sepúlveda ha sido más importante que Ana Mato. Era uno de los “funcionarios” esenciales del PP, el organizador de la tramoya de las campañas.
Ni Luis Bárcenas, ni Francisco Correa, ni Álvaro Pérez, ni Jesús Sepúlveda eran personas que pasaban por allí o que entraron a corromper a una estructura de hombres honrados sino que son la estructura del PP, el núcleo duro, la columna vertebral. Pertenecen a la cúpula.
No me voy a extender ante la evidencia de que Luis Bárcenas actúa como si estuviera en posesión de los recibís de los sobres en negro de Mariano Rajoy, Francisco Álvarez Cascos, Ángel Acebes, Javier Arenas, Federico Trillo, María Dolores de Cospedal…
Estamos hablando de todo el PP en su centralidad. Tampoco en la evidencia de que Mariano Rajoy actúa como si estuviera cogido por donde no tiene. Y menos, porque es de sobra conocido, la ristra de groseras mentiras, y repetidas por sus desprestigiados lacayos tipo Francisco Marhuenda o Isabel Durán, sobre que Bárcenas y Sepúlveda habían abandonado el PP, cuando seguían en nómina.
No sólo la centralidad está corrupta, a tenor de todo lo revelado, sino también la estructura regional. La trama PP, como me referiré a ella desde ahora, pues es la realidad palmaria, se extiende por Madrid, Galicia, Valencia y Baleares, con ramificaciones en Castilla-La Mancha. Los feudos del Partido Popular.
En un Estado de Derecho, con independencia del Poder Judicial, el Partido Popular sería ilegalizado.
La trama PP tiene un desarrollo lógico en su proceso de corrupción: empieza en Génova, pasa a las administraciones cuando van gobernando y se enquista con especial fuerza en los feudos del PP: Madrid, Galicia, Valencia y Baleares. Nadie se ha aprovechado del PP para corromperse sino que es el PP el que se constituye como una organización corrupta dedicada al enriquecimiento de los cargos mediante la comisión de delitos en gran escala.
Luis Bárcenas, Jesús Sepúlveda y Francisco Correa han sido la columna vertebral del PP; los encargados de las finanzas y de las campañas electorales, lo esencial del partido. La corrupción, por tanto, es inicial, constituye el objetivo prioritario, del que participan todos los dirigentes, a tenor de la contabilidad B de Luis Bárcenas. Por eso el caso Bárcenas está íntimamente ligado a la trama Gürtel y constituyen en propiedad el caso PP.
Cuando el Partido Popular empieza a obtener victorias electorales y a gobernar, la corrupción se extiende, se traslada a las administraciones, aunque ya estaba en el partido y funcionaba con el dinero de los mítines. Surge con epicentro en la zona norte de Madrid, la de urbanismo más caro: Boadilla del Monte con Arturo González Panero, Pozuelo de Alarcón con Jesús Sepúlveda, que abandona su cómoda posición en la estructura partidaria para desembarcar en el feudo por excelencia, el municipio donde viven los Aznar (el respaldo de José María es total), y Majadahonda. No sólo, también Guadarrama y Las Rozas y el conjunto de esa zona de clase alta y burguesía joven.
De ahí salta al sur de Madrid con el alcalde de Arganda, Ginés López y domina toda la estructura del PP de Madrid, de la Comunidad de Madrid, con Alberto López Viejo, consejero de Esperanza Aguirre y el organizador de sus campañas electorales. De ahí que la pasión purificadora de Esperanza Aguirre haya tenido tan poco recorrido, rodeada además de Francisco Granados e Ignacio González, cuyo ático de Estepona, según diversas fuentes solventes, es una mordida. Precisamente en Estepona tiene otra ramificación importante con el concejal Ricardo Galeote, hermano del dirigente Gerardo Galeote, también implicado.
Obviamente, va a ser muy tempranera la corrupción en Galicia, con Pablo Crespo, secretario de organización del Partido Popular en Galicia como pieza clave. Crespo funciona en comandita con el empresario Ramón Cerdá Sanjuán. Por supuesto, siempre hay políticos, conseguidores, y empresarios beneficiados, de forma que no se trata de mera corrupción sino de una amplia gama de delitos que incluyen la prevaricación, el cohecho y la estricta depredación de los dineros del contribuyente; lo que se llama meter la mano en la caja. Otra pieza clave en Galicia es el exdiputado Juan Casares, cuyas empresas recibieron 19 millones de euros de la Xunta.
La trama PP se mueve siempre en cifras muy elevadas, es avariciosa y depredadora, ni conoce ni pone límites a su codicia.
Donde prende con extraordinaria fuerza la trama corrupta y parasitaria es en Valencia. Ahí Álvaro Pérez, alias El Bigotes, con Orange Market funciona como una franquicia. La trama PP ya tiene arquitectos y urbanistas en Madrid, como el arquitecto del Ayuntamiento de Boadilla. También ha creado un despacho de abogados, Eius Abogados, del que forman parte Alberto Dorrego, Alfredo Dagnino y José María Michavila. El ex ministro de Justicia tiene a una hermana, Ana Michavila, como jefa de gabinete de Francisco Camps. La conexión es directa.
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Si Balzac decía que intentaba, a través de sus libros, ser el notario de
una época,
Bárcenas es el notario de la conducta y los estereotipos del
PP de ésta época.
Un caso que implica viajar al centro de la relación entre corruptores y corruptos, al centro de la financiación ilegal. Un sistema encubierto con habilidad, destreza y grandes complicidades, durante demasiado tiempo
Un caso que implica viajar al centro de la relación entre corruptores y corruptos, al centro de la financiación ilegal. Un sistema encubierto con habilidad, destreza y grandes complicidades, durante demasiado tiempo
El “caso PP” : Toda la estructura es corrupta
Por Enrique de Diego.-
No estamos ante el “caso Bárcenas”, ni ante la “trama Gürtel”, sino ante el “caso PP”: un partido cuya auténtica finalidad, a tenor de todos los indicios que se van acumulando, es el enriquecimiento de sus directivos y cargos mediante la comisión de delitos en gran escala. En un Estado de Derecho, con independencia del Poder Judicial, el debate estaría en términos de ilegalización del PP, por su deriva hacia lo que la doctrina, y el lenguaje común, conoce como una mafia.
El argumentario, o lo que ahora llaman los cortafuegos del PP se basa en dos groseras mentiras: en el caso de Luis Bárcenas se trata de un problema personal de alguien que ha engañado al partido; en el “trama Gürtel”, de cuatro que se han aprovechado del partido. Ambas consignas no admiten el más mínimo escrutinio crítico. El tesorero en una estructura partidaria no es ni una persona cualquiera ni una pieza menor: es el gozne sobre el que pivota toda la financiación. No es descartable que la inmensa fortuna amasada por Bárcenas no sea sólo de él. Es muy verosímil que todos los altos cargos del PP estén corrompidos y que se haya cobrado en dinero negro de manera sistemática. El primer jefe de comunicación que tuvo José María Aznar como presidente de la Junta de Castilla y León abandonó el cargo a los pocos meses asqueado por esa práctica.
Bárcenas ha sido durante veinte años el gerente y el tesorero del PP. Un engaño tan sostenido en el tiempo repugna a la razón, incluso si se considerara que todos los dirigentes del PP durante ese dilatado tiempo fueran oligofrénicos.
Francisco Correa y Álvaro Pérez tampoco son personajes menores. Llegaron al Partido Popular de la mano de José María Aznar en el año 1990 y durante dos décadas se han encargado de la organización de los mítines, de las campañas electorales. No es que se hayan dedicado a corromper al partido, sino que han participado en primera línea de una estructura corrupta. En la medida que el PP fue consiguiendo victorias electorales, la trama Gürtel fue extendiendo sus tentáculos a las administraciones. Pero lo que se conoce como la trama Gürtel no es otra cosa que el PP, que la estructura del Partido Popular que toda ella está corrupta.
Puesto que el PP es, según todos los indicios, una organización corrupta, el tesorero y los organizadores de las campañas también lo son. La corrupción nació en el partido y la llevaron consigo a la Administración.
Tampoco Jesús Sepúlveda es cualquier cosa en la historia y la estructura del PP. Hoy aparece como el “marido” de Ana Mato o como el “exalcalde de Pozuelo”, pero históricamente Sepúlveda ha sido más importante que Ana Mato. Era uno de los “funcionarios” esenciales del PP, el organizador de la tramoya de las campañas.
Ni Luis Bárcenas, ni Francisco Correa, ni Álvaro Pérez, ni Jesús Sepúlveda eran personas que pasaban por allí o que entraron a corromper a una estructura de hombres honrados sino que son la estructura del PP, el núcleo duro, la columna vertebral. Pertenecen a la cúpula.
No me voy a extender ante la evidencia de que Luis Bárcenas actúa como si estuviera en posesión de los recibís de los sobres en negro de Mariano Rajoy, Francisco Álvarez Cascos, Ángel Acebes, Javier Arenas, Federico Trillo, María Dolores de Cospedal…
Estamos hablando de todo el PP en su centralidad. Tampoco en la evidencia de que Mariano Rajoy actúa como si estuviera cogido por donde no tiene. Y menos, porque es de sobra conocido, la ristra de groseras mentiras, y repetidas por sus desprestigiados lacayos tipo Francisco Marhuenda o Isabel Durán, sobre que Bárcenas y Sepúlveda habían abandonado el PP, cuando seguían en nómina.
No sólo la centralidad está corrupta, a tenor de todo lo revelado, sino también la estructura regional. La trama PP, como me referiré a ella desde ahora, pues es la realidad palmaria, se extiende por Madrid, Galicia, Valencia y Baleares, con ramificaciones en Castilla-La Mancha. Los feudos del Partido Popular.
En un Estado de Derecho, con independencia del Poder Judicial, el Partido Popular sería ilegalizado.
La trama PP tiene un desarrollo lógico en su proceso de corrupción: empieza en Génova, pasa a las administraciones cuando van gobernando y se enquista con especial fuerza en los feudos del PP: Madrid, Galicia, Valencia y Baleares. Nadie se ha aprovechado del PP para corromperse sino que es el PP el que se constituye como una organización corrupta dedicada al enriquecimiento de los cargos mediante la comisión de delitos en gran escala.
Luis Bárcenas, Jesús Sepúlveda y Francisco Correa han sido la columna vertebral del PP; los encargados de las finanzas y de las campañas electorales, lo esencial del partido. La corrupción, por tanto, es inicial, constituye el objetivo prioritario, del que participan todos los dirigentes, a tenor de la contabilidad B de Luis Bárcenas. Por eso el caso Bárcenas está íntimamente ligado a la trama Gürtel y constituyen en propiedad el caso PP.
Cuando el Partido Popular empieza a obtener victorias electorales y a gobernar, la corrupción se extiende, se traslada a las administraciones, aunque ya estaba en el partido y funcionaba con el dinero de los mítines. Surge con epicentro en la zona norte de Madrid, la de urbanismo más caro: Boadilla del Monte con Arturo González Panero, Pozuelo de Alarcón con Jesús Sepúlveda, que abandona su cómoda posición en la estructura partidaria para desembarcar en el feudo por excelencia, el municipio donde viven los Aznar (el respaldo de José María es total), y Majadahonda. No sólo, también Guadarrama y Las Rozas y el conjunto de esa zona de clase alta y burguesía joven.
De ahí salta al sur de Madrid con el alcalde de Arganda, Ginés López y domina toda la estructura del PP de Madrid, de la Comunidad de Madrid, con Alberto López Viejo, consejero de Esperanza Aguirre y el organizador de sus campañas electorales. De ahí que la pasión purificadora de Esperanza Aguirre haya tenido tan poco recorrido, rodeada además de Francisco Granados e Ignacio González, cuyo ático de Estepona, según diversas fuentes solventes, es una mordida. Precisamente en Estepona tiene otra ramificación importante con el concejal Ricardo Galeote, hermano del dirigente Gerardo Galeote, también implicado.
Obviamente, va a ser muy tempranera la corrupción en Galicia, con Pablo Crespo, secretario de organización del Partido Popular en Galicia como pieza clave. Crespo funciona en comandita con el empresario Ramón Cerdá Sanjuán. Por supuesto, siempre hay políticos, conseguidores, y empresarios beneficiados, de forma que no se trata de mera corrupción sino de una amplia gama de delitos que incluyen la prevaricación, el cohecho y la estricta depredación de los dineros del contribuyente; lo que se llama meter la mano en la caja. Otra pieza clave en Galicia es el exdiputado Juan Casares, cuyas empresas recibieron 19 millones de euros de la Xunta.
La trama PP se mueve siempre en cifras muy elevadas, es avariciosa y depredadora, ni conoce ni pone límites a su codicia.
Donde prende con extraordinaria fuerza la trama corrupta y parasitaria es en Valencia. Ahí Álvaro Pérez, alias El Bigotes, con Orange Market funciona como una franquicia. La trama PP ya tiene arquitectos y urbanistas en Madrid, como el arquitecto del Ayuntamiento de Boadilla. También ha creado un despacho de abogados, Eius Abogados, del que forman parte Alberto Dorrego, Alfredo Dagnino y José María Michavila. El ex ministro de Justicia tiene a una hermana, Ana Michavila, como jefa de gabinete de Francisco Camps. La conexión es directa.