En sus libros, que marcan opinión, Jean Ziegler no deja de denunciar el carácter absurdo y criminal de las políticas del capitalismo hacia los pueblos del Tercer Mundo. Fue el Relator Especial para el Derecho a la Alimentación del Consejo de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas desde el año 2000 a 2008. Michel Collon le ha preguntado en Ginebra sobre la crisis, la Bolsa, el hambre, Obama, Israel…
¿Te ha sorprendido la crisis?
En su violencia sí. No pensé que los mafiosos de las finanzas arruinarían la economía mundial a tanta velocidad:
Se han destruido 1,8 billones de dólares de valores patrimoniales. Para los países del Tercer Mundo es una catástrofe absoluta. Pero también para los países industrializados.
¿Siguen siendo los pobres los que pagan?
Sí. El 22 de octubre de 2008 los quince países del euro se reunieron en París. En la escalinata del Elíseo Merkel y Sarkozy dijeron:
«Hemos liberado 1,5 billones de euros para el crédito y para subir el techo de autofinanciación del 3 al 5%».
En el mismo año los mismos países europeos redujeron sus subvenciones para el Programa Mundial de Alimentos (que sólo se mantiene con esas subvenciones) un 40%. De 6.000 millones de dólares a menos de 4.000.
Eso ha originado que Bangladesh haya suprimido las comidas escolares. Un millón de niños están grave y permanentemente desnutridos. Por lo tanto esos niños mueren por culpa de los gánsteres de la Bolsa. Son muertes reales. Los especuladores, hoy, deberían ser juzgados por el Tribunal de Nuremberg.
¿Qué lección han aprendido de la crisis los poderosos?
Ninguna. Miremos, por ejemplo, a Suiza. El contribuyente suizo pagó 61.000 millones de dólares por el rescate del banco más grande, el UBS. El año pasado, 2009, los dirigentes del UBS, siempre al borde de la bancarrota, se repartieron entre ellos bonus por ¡Cuatro mil millones de francos suizos!
El saqueo es total y la impotencia de los Gobiernos, que se comportan como mercenarios, también es total.
En todos los casos, en Suiza, en Francia, en Alemania, de donde tengo algunas informaciones. Es un escándalo permanente.
Obviamente, la careta neoliberal ha caído con su pretendida legitimidad. Pero el cinismo y la arrogancia de los banqueros triunfan totalmente.
No, si miras las cifras son catastróficas. Cada cinco segundos un niño muere de hambre.
47.000 personas mueren de hambre todos los días.
Mil millones de personas (es decir una persona de cada seis) están grave y permanentemente desnutridas.
¡Mientras que la agricultura mundial en su estado de desarrollo actual podría alimentar sin problemas a doce mil millones de seres humanos con 2.700 calorías por individuo diarias! Así pues, en este principio del siglo no se trata de ninguna fatalidad. La muerte de un niño por hambre mientras estamos hablando es un asesinato. Es catastrófico.
El orden mundial del capital financiero globalizado es letal –epidemias, muertes por contaminación del agua, etc.- y al mismo tiempo es absurdo, mata sin necesidad.
Es el orden de las oligarquías y del capital financiero globalizado. En el plano de la lucha contra el hambre el fracaso es absoluto.
Hace falta una ruptura radical con este mundo caníbal.
Mientras que no se resuelve el problema del hambre, cada vez se gasta más para hacer la guerra.
En 2005, por primera vez, los gastos mundiales de armamento (no los presupuestos militares, sino exactamente los gastos en armamento) sobrepasaron el billón de dólares anual. Vivimos en un mundo totalmente absurdo.
Estados Unidos sigue siendo la mayor potencia industrial del mundo:
produce el 25% de las mercancías industriales y la materia prima es el petróleo; necesita 20 millones de barriles diarios de los cuales importa el 61%.
Se puede importar de regiones como Oriente Medio o Asia Central, lo que le obliga a mantener un ejército absolutamente desmesurado y por lo tanto el presupuesto federal está totalmente parasitado por los créditos militares… Pero ésa es la lógica del imperio.
¿Qué piensas de lo que pasa actualmente en Israel y cómo puede evolucionar eso?
Creo que Tel Aviv dicta la política exterior de Estados Unidos, con el lobby del AIPAC como poder determinante.
Incluso antes que los políticos, en primer lugar fueron las multinacionales petroleras las que decidieron armar a Israel.
El Estado de Israel –no lo digo yo, sino el Relator Especial de los Territorios Ocupados- lleva a cabo una política permanente de terrorismo de Estado.
¿Qué podemos hacer nosotros, los europeos, para despertarla?
Desde junio de 2002 existe un acuerdo de libre comercio entre Israel y los 27 países de la Unión Europea que absorbe el 62% de las exportaciones israelíes.
En ese acuerdo, el artículo 2 (es el mismo en todos los tratados de libre comercio) dice: la condición para que el acuerdo sea válido es que las partes contratantes respeten los derechos humanos.
Pero las violencias que infligen los israelíes a los palestinos –robo de la tierra, tortura permanente, ejecuciones extrajudiciales, asesinatos, el castigo colectivo de la desnutrición organizada- son violaciones permanentes de los derechos humanos más elementales. Si la Comisión Europea suspendiera durante 15 días el acuerdo de libre comercio los generales israelíes entrarían en razón inmediatamente.
Hay que forzar a nuestros Gobiernos. No somos impotentes. En Bélgica hay muchos problemas, en Suiza y en Francia también. Pero una cosa es cierta: las libertades públicas existen.
Hay que aprovechar esas libertades públicas para imponer a nuestros gobernantes un cambio radical de política, eso es todo. Si no lo hacen, entonces no hay que votar por ellos, ¡así de simple!
Pero todos esos Gobiernos están de acuerdo en apoyar a Israel. En Francia, por ejemplo, tanto el UMP como el PS apoyan a Israel.
Apoyar la seguridad y la permanencia de Israel es una cosa. Pero esta complicidad con el terrorismo de Estado y la política de colonización no es posible. Es la negación de nuestros valores, eso es «el fascismo exterior». Es decir, que tenemos valores democráticos dentro de nuestras fronteras y en el exterior somos aliados del fascismo.
Y finalmente, ¿cuál es el papel de los medios de comunicación en todo esto?
Están totalmente sometidos. Especialmente en períodos de crisis los periodistas temen por sus empleos.
La agresividad del lobby israelí es terrible. Yo sufrí la calumnia más tremenda, y eso continúa en las Naciones Unidas por otra parte. Sobreviví gracias a Kofi Annan.
Israel es un peligro para la paz mundial, Israel causa sufrimientos terribles. Y en ese país a los opositores como Warschawski se les margina completamente. Pero si la oposición israelí anticolonialista y antiimperialista no tiene la palabra, no tiene influencia, entonces vamos hacia el abismo. Hay que apoyar a los opositores.
¿Y el papel de los medios de comunicación con respecto a la crisis?
Nos presentan la crisis como una fatalidad, una catástrofe natural, ¡pero los responsables tienen nombres y apellidos!
Fuente: http://www.michelcollon.info/