08 noviembre 2007

CONSPIRACIONES TOXICAS - libro

Cómo atentan contra nuestra salud y el medio ambiente los grupos empresariales:

Interesante ENTREVISTA A LOS AUTORES LINK

Se ofrecen numerosos ejemplos sobre las oscuras relaciones de las grandes empresas y el poder político para evitarle regulaciones exigentes a la energía nuclear, a los alimentos transgénicos, a las megaurbanizaciones costeras o a los innumerables venenos esparcidos al ambiente por la industria química.

“Grupos de presion” con sucias maniobras consiguen que los ciudadanos traguen con lo que no les gusta:
Industrias venenosas, caras, innecesarias, que afectan a la salud y al medio ambiente.
Son los ‘lobbies’, los profesionales de la (mala) influencia.

En ‘Conspiraciones tóxicas’ se explica cómo trabajan estos profesionales del enmascaramiento.

Por qué se permite a una central nuclear hacer una profunda reforma que da pie a nueve incidentes informados y aparentemente a otros tres más sin ser sancionada por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), organismo encargado de vigilar este sector crítico?

Se narran los incidentes en la central nuclear de Cofrentes (Valencia) en 2001 y que llevan a muchos expertos a considerar que la anterior presidenta del CSN, María Teresa Estevan Bolea, era la primera lobbista pronuclear.

“En el proceso, durante la parada y las pruebas de arranque, la planta atómica sufrió un número de sucesos consecutivos sin precedente. Nueve de estos sucesos fueron notificados al CSN de manera reglamentaria, pero en realidad hubo otros tres sucesos importantes más que no fueron notificados.

Uno de ellos fue detectado por el cuerpo de la Inspección Residente (IR), funcionarios del CSN que viven en los complejos nucleares para realizar labores de control de las plantas.

Concretamente, los inspectores detectaron que durante la recarga los operarios de la central habían introducido mangueras de cables a través de unas válvulas que conectaban con la contención secundaria de la central. De haber ocurrido un accidente en esas condiciones las válvulas no habrían podido cerrarse y la radiactividad hubiera escapado irremisiblemente hacia el exterior.

(…) Además, a mitad de la recarga también se produjo el vaciado parcial de una de las piscinas en las que se guarda el combustible irradiado en el núcleo, que emite unos niveles de radiación que podrían provocar la muerte de un trabajador en cuestión de segundos en caso de que el nivel de agua de la piscina hubiera dejado al descubierto su parte activa.

Parece una forma algo chapucera de actuar tratándose de una central nuclear, una instalación de alto riesgo donde la seguridad debe ser objetivo primordial. Una chapuza quizás explicable por la urgencia de no detener la producción de la central (y por lo tanto, la facturación para Iberdrola) demasiado tiempo. Al final, Cofrentes logró su espectacular transformación en apenas 29 días.

Pero ... hubo aún más sorpresas.

El 27 de marzo de ese 2002 hubo una reunión entre directivos de la central y los dos inspectores residentes del CSN que se convirtió en una dura reprimenda… a los inspectores. Éstos habían levantado las correspondientes actas tras los problemas que había sufrido Cofrentes. La lógica dice que detrás debía venir un expediente sancionador. Parecía realmente que en lugar de la autoridad en materia de seguridad e inspección se tratara de dos empleados más de Iberdrola, por el tono que tuvo aquella reunión. (…)

Los dos IR llamaron por teléfono a sus jefes en el Consejo advirtiéndoles de que, tras la injustificable bronca, si no había una respuesta contundente del CSN mandarían una carta a su presidenta, María Teresa Estevan Bolea.

Cuál no fue la sorpresa de los dos IR cuando sus jefes les devuelven la llamada para convocar una nueva reunión con los responsables de la planta y, ante ellos, no sólo no les defienden sino que apoyan las tesis y actitud de la dirección de Cofrentes. (…) Estevan Bolea, reconocida pronuclear, (…), no dudó un instante en ponerse de parte de la central y a poco más los expedientados son los IR en lugar de la central”.

- Otro capítulo de "Conspiraciones tóxicas" explica cómo las industrias tratan de silenciar informes científicos molestos. Nicolás Olea, médico e investigador de la Universidad de Granada, es una de las de las mayores autoridades internacionales en la alteración del sistema endocrino por sustancias químicas, como el endosulfán.

Se trata de un pesticida discutido y usado masivamente en zonas de invernaderos como las del sureste español. Olea encontró restos de esta sustancia en niños con serias malformaciones del aparato reproductivo.

“Como en otras ocasiones, los fabricantes del producto cuestionado no esperaron de brazos cruzados (…). Ante la alarma suscitada por el estudio de los niños granadinos, personal del principal productor europeo y mundial de endosulfán (AgrEvo, después integrada en el gigante alemán Bayer CropScience) remitió al departamento de Radiología de la Universidad de Granada tres informes favorables a la industria (…).

En enero de 1997, cuatro representantes de AgrEvo hicieron una visita a Olea y su equipo para conocer los avances en su investigación sobre endosulfán e intentar influir en lo posible sobre estos “molestos” trabajos.

(…) El encuentro se desarrolló con toda cordialidad y los representantes de la industria se limitaron a ofrecer "su colaboración" para profundizar en el conocimiento de los efectos de su producto. (…)

«Tras la reunión -explica Olea- recibimos un e-mail de Jorge Celorio [uno de los miembros de la comisión de AgrEvo] que nos preguntaba si estábamos dispuestos a enviarle muestras de tejido adiposo humano que nosotros ya habíamos analizado, para que se estudiasen en Alemania».

Con esas muestras en su poder, AgrEvo encargó a un laboratorio alemán (Fresenius Lab) el contraanálisis de las muestras y éste, sorprendentemente, no encontró endosulfán en ninguna de las muestras recibidas desde Granada.

Según Bayer CropScience, que ha absorbido a la también alemana AgrEvo, el distinto resultado es consecuencia de una metodología más moderna y científica que la utilizada por los investigadores de Granada.

Según Nicolás Olea, el laboratorio alemán se limitó a rastrear la presencia de endosulfán a partir de unos valores relativamente altos -por exigencia de la propia compañía agroquímica que encargó el contraanálisis-, por lo que no se detectó la presencia de pequeñas cantidades de endosulfán en los tejidos extraídos a los niños con malformaciones. Según Olea, no se encontró lo que no se quería encontrar”.....

mas datos en revista interview


“Creo que ya era hora de que el gran público pudiese conocer cómo presionan en España estos sectores a funcionarios, políticos, periodistas, científicos o asociaciones ciudadanas a través de sus lobbistas en nómina, los de asociaciones empresariales o los “cabilderos” de consultoras especializadas”.

“Pensamos que “Conspiraciones tóxicas” aporta algo nuevo a la información que hasta ahora se ha dado de los asuntos ecológicos en España: el trabajo en la sombra de estos grupos de presión que jamás aparecerán en la foto pero que están detrás de cada decisión ambiental de envergadura y de muchos de los problemas ambientales y de salud pública que nos aquejan”, afirman sus autores.

Aunque es posible que al lector le llegue alguna información del libro gracias a la promoción por parte de la editorial, Martínez Roca, dada la naturaleza de la investigación realizada, y la nómina de “poderes económicos” aludidos (desde Florentino Pérez a las multinacionales Basf, Bayer o Monsanto pasando por Telefónica y los demás “gigantes” de la telefonía), los autores confían mucho más en la difusión “boca a oreja” entre las personas preocupadas de algún modo por la salud pública y el medio ambiente.

En algún grupo mediático, ya ha sido vetada cualquier información sobre el libro y los autores “nos tememos que ocurrirá lo mismo en otros”. En todo caso, una buena aceptación de “Conspiraciones Tóxicas” por parte del público es la única forma de seguir profundizando sobre estos actores tan desconocidos como determinantes de nuestro medio que son los lobbies industriales.


LA TRASTIENDA DEL PODER.

El libro concluye con un capítulo positivo sobre las alternativas ciudadanas y las victorias de éstos últimos sobre los diferentes poderes político-económicos.

EN LA COLUMNA verde A LA DERECHA VEREMOS MUCHOS LIBROS QUE CORROBORAN LO QUE AFIRMA"conspiraciones toxicas"

capitulo del libro aqui