Libro de Clara Valverde "De la 
necropolítica neoliberal a la empatía radical. Violencia discreta, 
cuerpos excluidos y repolitización"
¿"Necropolitica" ha dicho?
| Una clarificadora obra de la activista Clara Valverde, en la que se desvela el centro de gravedad de la política del neoliberalismo y sus servidores. | 
POLITICA DEL CAOS para evitar EL DESARROLLO de los pueblos 
Verdades como puños, inapelables, 
apabullantes, que también es verdad que a pesar de su contundencia y 
rotundidad no será leído por los responsables del caótico cotarro; 
aunque cierto es también lo leyesen tampoco modificarían su aberrante 
comportamiento ya que lo primero es lo primero, y lo primero es el 
mantenimiento del sistema asegurándose así una vida cómoda, lograda en 
base a la penuria, la desasistencia y exclusión de otros, que no tienen 
ni voz, ni voto. 
Al fin y al cabo son seres que pertenecen a la galaxia sin ( trabajo, nacionalidad, techo, atención ayudas…) y quienes engrosan este conjunto no sirven para la obtención de plusvalía, son lo que Hannah Arendt llamaba human superfluity.

Al fin y al cabo son seres que pertenecen a la galaxia sin ( trabajo, nacionalidad, techo, atención ayudas…) y quienes engrosan este conjunto no sirven para la obtención de plusvalía, son lo que Hannah Arendt llamaba human superfluity.
Con ellos no queda 
otra que dejarles malvivir o morir que viene a ser lo mismo, de ahí el 
tajante título de la demoledora obra, ya que en él se habla de la 
política de la muerte, viniendo a ser ésta lo que Michel Foucault 
designaba con el nombre de biopoder ( con sus continuaciones en las obras de Giorgio Agamben, con su homo sacer, o Esposito con su Inmunitas y communitas): « el derecho de hacer morir o de dejar vivir».
Si hablaba del “tajante título”, una 
inicial mirada podría llevar a pensar a que estamos ante una exageración
 de la autora o un recurso fácil, y demagógico, al sensacionalismo , mas
 en la medida en que avanzamos en la lectura veremos con claridad que no
 estamos ante ningúna exageracion, pues Clara Valverde va paso a paso
 desenmascarando las falacias que se pretenden extender desde los 
poderes gubernamentales y económicos del neoliberalismo, trufando su 
discurso de cifras, significativos ejemplos de desatención, de 
exclusión, de represión y de declaraciones de víctimas y, también, de 
los beneficiarios del desastre controlado que se vende como el paraíso…
y
 el que no sea capaz de disfrutarlo es que « algo habrá hecho o dejado 
de hacer» ( «enfermos crónicos, discapacitados, ancianos con pensiones 
míseras, niños hambrientos, jóvenes sin futuro, enfermos mentales sin 
redes de apoyo y los inmigrantes de países del Tercer Mundo» ).
Pone al desnudo los objetivos de los 
poderes económicos de deshacerse de los inservibles o los peligrosos 
para su orden; se detiene en el papel de los gobernantes y de sus 
secuaces de la prensa reverencial que no hacen sino transmitir 
las bondades del sistema y toda una cohorte de reverenciados « expertos»  
( psicólogos, asistentes sociales, psicólogos, médicos y demás personal sanitario…) que dictan lo que se ha de hacer siguiendo criterios mercantiles que nada tienen que ver con la salud de la población y sí con los bolsillos de unos pocos Profesionales que en muchas ocasiones, aceptando los planes que se trazan sobre el trato que se ha de dar a los pacientes, se comportan como verdaderos policías (clasificando a los pacientes en «buenos y malos enfermos», imponiendo su saber como el poder que está en condiciones de exigir obediencia y silencio, sin olvidar los métodos de « coleguismo y buen rollito» que no hacen sino disimular la intolerancia que se oculta tras la cacareada « tolerancia», plasmada en dosis industriales de rancio paternalismo y toneladas de propaganda acerca de los beneficios de ser positivos y conformarse con la desgracia, ya que así es menor ,y además hay otros que lo pasan peor…sabido es que a todo hay quien gane).
( psicólogos, asistentes sociales, psicólogos, médicos y demás personal sanitario…) que dictan lo que se ha de hacer siguiendo criterios mercantiles que nada tienen que ver con la salud de la población y sí con los bolsillos de unos pocos Profesionales que en muchas ocasiones, aceptando los planes que se trazan sobre el trato que se ha de dar a los pacientes, se comportan como verdaderos policías (clasificando a los pacientes en «buenos y malos enfermos», imponiendo su saber como el poder que está en condiciones de exigir obediencia y silencio, sin olvidar los métodos de « coleguismo y buen rollito» que no hacen sino disimular la intolerancia que se oculta tras la cacareada « tolerancia», plasmada en dosis industriales de rancio paternalismo y toneladas de propaganda acerca de los beneficios de ser positivos y conformarse con la desgracia, ya que así es menor ,y además hay otros que lo pasan peor…sabido es que a todo hay quien gane).
Tampoco se resisten los 
profesionales nombrados a someterse a los dictados de los gobiernos que 
les exigen colaboración en que todo funcione con suavidad, sin 
sobresaltos; en la medida que el profesional equis cumpla a pies 
juntillas las órdenes será premiado, si se resiste a aplicar las 
normas-que benefician, por otra parte, a la iniciativa privada- no les 
quedará más que atenerse a las consecuencias.
Los mecanismos utilizados para imponer 
sus objetivos se llevan a cabo o bien por medio de la violencia directa o
 bien por otras formas de violencia más sutiles:
originando culpabilidades en las víctimas, exigiéndoles obediencia y fe en la opinión de sus pastores, haciendo recaer la responsabilidad -que debería ser un servicio público- en los propios excluidos y en sus familiares que han de hacerse cargo de los gastos que la enfermedad u otras situaciones de marginación conllevan La dominación impuesta de los expertos hace que muchas de las víctimas se muestren dóciles para conseguir buenas valoraciones ante los responsables de su cuidar su estado de salud, o de pobreza, o de…Se origina así un pensamiento ad hoc que responde a la lógica de:
originando culpabilidades en las víctimas, exigiéndoles obediencia y fe en la opinión de sus pastores, haciendo recaer la responsabilidad -que debería ser un servicio público- en los propios excluidos y en sus familiares que han de hacerse cargo de los gastos que la enfermedad u otras situaciones de marginación conllevan La dominación impuesta de los expertos hace que muchas de las víctimas se muestren dóciles para conseguir buenas valoraciones ante los responsables de su cuidar su estado de salud, o de pobreza, o de…Se origina así un pensamiento ad hoc que responde a la lógica de:
1) ellos sabrán pues para eso son los 
expertos, 
2) las limitaciones que se nos imponen son normales teniendo 
en cuenta la crisis y la invasión de gente que viene del Tercer Mundo, 
3) además otros están peor y como dicen las autoridades ( desde consellers
 a ministros del reino pasando por médicos, enfermeros, y…ONGs que con 
toda su buena voluntad y tratando de continuar recibiendo las limosnas 
estatales, completadas por las aportaciones privadas, se pliegan a las 
órdenes de la superioridad). 
Como señalaba los ejemplos abundan y así 
resultan paradigmáticos hasta los topes los programas de inserción 
laboral de la Caixa y los aplausos que reciben los trabajadores
 con ciertas deficiencias integrados pues trabajan más motivados que los
 otros que so unos quejicas y no saben sufrir lo que les hace protestar,
 y hasta cogerse la baja de enfermedad por cualquier bobadica.
…en ese clima de 
violencia sufrida y no reconocida en sus justos términos son presentados
 algunas actuaciones salvajes contra « gente peligrosa» (anarquistas, 
manifestantes, solidarios contra los desahucios, okupas…) a los
 que se les persigue, se les detiene, se les tortura, se les encarcela y
 se les convierte en la más viva encarnación del mismísimo « demonio con
 rabo», tachándoles de « terroristas» y otras lindezas. 
...En todo este abanico de imposiciones, de
 exclusiones , abandonos, represiones…se hace jugar un papel esencial a 
los « buenos ciudadanos» que “incluidos” en el pensamiento dominante 
sirven de apoyo a las medidas gubernamentales , al considerarse seres 
libres y considerando a los otros como un peligro que puede poner en 
riesgo su modo de vida , más o menos, acomodado.
Los dispositivos puestos en marcha 
responden a un conjunto multilineal en que se cruzan el saber, el poder y
 la subjetividad…que empapa todo el tejido social.
Imposible dar cuenta de la cabal 
embestida de la barcelonesa en todos sus detalles y todas las 
imbricaciones, mas si antes he hablado de casos, hechos, ejemplos, 
cifras…los referentes a los síndromes de sensibilización claman
 al cielo – mereciendo capítulo aparte-, al ser convertidos estos en 
unos seres abandonados a la buena de dios, demonizados ( como vagos, 
llorones, cuentistas…) y que, sin embargo, sirven de aviso para 
navegantes en la medida en que su caso es el espejo, no distorsionado, 
de lo que puede esperar a cantidad de gente en situación de 
exclusión…
..resultan así estas personas para el resto de la sociedad como 
los canarios que utilizaban los mineros británicos para 
comprobar los límites de lo soportable dentro de los túneles de su 
trabajo… 
De llevarse las manos a la cabeza son los comportamientos 
tramposos de la administración, muy en concreto del gobierno tripartito 
de Catalunya…ignorando, mintiendo, amenazando, colgándose medallas para 
luego hacer todo lo contrario de lo acordado…siempre en beneficio de las
 empresas privadas y en detrimento de la salud de los ciudadanos.
En todo este asunto no se puede ignorar 
el importante papel que juega el empeño constante y tenaz de las 
autoridades, y sus funcionarios y profesionales, por llevar al terreno 
de lo individual lo que de hecho es colectivo… .....
....con tal táctica lo que se 
trata es de impedir por todos los medios (Valverde llega a informar 
acerca de un cartel que lucía en un centro hospitalario barcelonés en el
 que se prohibía hablar a los pacientes entre ellos, ya que ello podía 
conducirles a desanimarles, a no cumplir los dictados de los galenos, 
etc.) que surjan formas de organización, redes de solidaridad…política 
torticera en la senda del divide y vencerás…mas en la aparente 
deslocalización de los seres superfluos, hay espacios intersticiales
 que pueden suponer puntos de contacto en los que broten los lazos de 
apoyo, solidaridad y empatía entre los excluidos y los 
incluidos…potencial espacio común, horizontal y riozmático, en pos del 
que trabaja esta obra y su autora:
Clara Valverde Gefaell.
Clara Valverde Gefaell.


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