23 septiembre 2016

La tecnologia nos hara esclavos

 ESTA TECNOLOGIA NO NOS HACE AVANZAR DE VERDAD:


Del ensayista norteamericano  Nicholas Carr (ex director de la Harvard Bussines Review):
Atradados Nicholas Carr
La automatización supone,  una amenaza para el empleo y convierte a los trabajadores en accesorios de la máquina, en ejecutores de labores cada vez más mecánicas, al externalizarse capacidades intelectuales. “Es muy triste. No solo supone una amenaza para el sustento de la gente, sino que nos convierte en observadores más que en actores. Nuestra experiencia y múltiples estudios psicológicos demuestran que implicarse es la forma de estar satisfecho en el trabajo”.

Este proceso se ve alimentado por una doble fuerza: por un lado, las empresas potencian la automatización en pro de la eficiencia y la cuenta de resultados. Y por otro, los trabajadores aceptan de buen grado estas tecnologías:

“Nos inclinamos hacia ellas porque nos ofrecen la ilusión de que tendremos más tiempo libre”. Ahí está la trampa. “Muchos emprendedores e inversores de Silicon Valley nos dicen: ‘Esto mejorará nuestras vidas, nos liberará’.

Esa retórica utópica esconde el hecho de que, en muchos casos, las tecnologías no están haciendo nuestras vidas mejores, ni nos están dando mejores trabajos o actividades, sino que están haciendo cada vez más ricos a los plutócratas de Silicon Valley”.

Carr, rechaza que en este caso se trate del viejo miedo a la máquina de los tiempos de la Revolución Industrial: “Hay una gran diferencia: los ordenadores pueden hacer ahora muchos más tipos de trabajo: no solo se hacen con los de producción, mediante robots, sino que se hacen con los analíticos. Esta vez asistiremos a una pérdida neta de empleos”.


El ensayista norteamericano lleva su reflexión más allá. Existe, dice, una amenaza para nuestra libertad. “La gente hace amistades automatizadas por empresas como Facebook o Twitter, lo que supone que cada vez elabora menos sus propios pensamientos. El ordenador se apodera incluso de áreas íntimas de nuestra vida”.

"Nos inclinamos hacia ellas porque nos ofrecen la ilusión de que tendremos más tiempo libre"

P. ¿Cree usted que la tecnología, de algún modo, puede hacer que seamos menos libres?

R. Sí, así lo creo. La libertad empieza con la libertad de pensamientos, que significa la habilidad de controlar tu propia mente, a qué prestas atención, qué consideras importante. Y ahora que llevamos computadoras encima todo el tiempo, en forma de teléfonos inteligentes, tabletas o lo que sea, el ordenador determina cada vez más adónde se dirige nuestra atención. Las empresas de software y de Internet saben muy bien qué es lo que atrapará nuestra atención. Cuando empezamos a regalar el control de nuestra mente y de nuestra atención, perdemos una fuente muy importante de libertad y libre albedrío.


P. ¿Es un peligro para nuestra sociedad que nuestras búsquedas de información, o compras, estén guiadas?
R. Hay algoritmos secretos que, en cierto modo, nos están manipulando.


P. ¿Nos están manipulando?
R. Lo estamos en muchos casos. Facebook determina con sus algoritmos lo que ves de tus amigos.

Pero como no informa de sus algoritmos, no sabemos qué intenciones tiene, por qué nos enseña una cosa y no la otra. Si haces una búsqueda en Google, son sus algoritmos secretos los que determinan lo que vas a ver y no sabemos cómo escogen lo que nos muestran. Podemos tener la esperanza de que su manipulación es benigna, que nos están ayudando, pero no podemos estar seguros de ello.

http://sociedad.elpais.com/sociedad/2014/09/19/actualidad/1411146383_037635.html

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La tecnologia no esta pensada para hacernos la vida mas facil, esta pensada para concentrar el poder y facilitar los negocios de un puñado de bancos y empresas

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EN EL ENJAMBRE

BYUNG-CHUL HAN

, 2014



  • Nº de páginas: 112 págs.
  • Encuadernación: Tapa blanda
  • Editorial: HERDER
  • Lengua: CASTELLANO
  • ISBN: 9788425433689


¿De qué modo la revolución digital, internet y las redes sociales han transformado la sociedad y las relaciones? Han analiza las diferencias entre la «masa clásica» y la nueva masa, a la que llama el «enjambre digital».

El «enjambre digital», a diferencia de la masa clásica,
consta de individuos aislados, y carece de alma, de un
nosotros capaz de andar en una dirección o emprender
una acción política común. 
La hipercomunicación digital
nos aleja más del otro, bajo la ilusión que nos acerca,
y destruye el silencio que necesita el alma para reflexionar
y ser ella misma. Se percibe solo ruido, sin
sentido, sin coherencia. Todo ello impide la formación
de un contrapoder que pudiera cuestionar el orden establecido,
que adquiere así rasgos totalitarios.

«El hombre teclea en lugar de actuar», dice
Han. Hemos sometido las máquinas que nos explotaban,
pero ahora «son los aparatos digitales los que nos
esclavizan, transformando todo lugar en un lugar de
trabajo.»

Se ha dejado atrás la Biopolítica y nos dirigimos
a la era de la Psicopolítica,
El psicopoder es más eficiente que el biopoder ya que, con ayuda de la vigilancia digital, controla y mueve a las personas desde dentro,
incidiendo en los procesos psicológicos inconscientes.

 

 

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somos los "tontos utiles":

SERVIDUMBRE VOLUNTARIA 

ESCLAVITUD VOLUNTARIA

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El día que Steve Jobs prohibió que sus hijos usaran el iPad:

Sorprendentemente, la mayoría de los gurús tecnológicos limitan su acceso a los pequeños //

 "Es porque hemos visto de primera mano los peligros de la tecnología. Lo he visto en mí mismo"

Hace muchos años circuló como mito urbano la historia de un alto directivo de la marca Coca Cola que tenía terminantemente prohibido que sus hijos consumieran en casa el famoso refresco. En lugar de ello, mucha agua y zumos naturales…
Pues resulta que algo similar parece que ocurrió en su momento dentro de las paredes de la residencia del visionario Steve Jobs, el fundador de Apple, el magnate de la industria tecnológica, uno de los hombres más importantes de finales de siglo XX e inicios del XXI, al menos en lo que a avances tecnológicos respecta.


Steve Jobs sujeta en 2010 lo que entonces era el nuevo iPad. (Getty Images)Steve Jobs sujeta en 2010 lo que entonces era el nuevo iPad. (Getty Images)
De acuerdo con un artículo escrito por Nick Bilton para el New York Times, el periodista rememora la ocasión, a finales de 2010, en que supuso delante de Jobs que los hijos de este adorarían el iPad. Pero cuál  sería su sorpresa cuando supo de muy buena fuente que la familia Jobs, con cuatro hijos nacidos entre 1978 y 1998, regulaba el acceso de sus vástagos a la tecnología.
“No lo han utilizado”, fue la respuesta del también primer accionista individual de The Walt Disney Company. “Limitamos la cantidad de tecnología que nuestros hijos usan en casa”, recalcó.
Bilton confiesa que se había imaginado el interior de la casa familiar plagado de pantallas táctiles, la mesa del comedor confeccionada a base de azulejos iPads, además de iPods bajo las almohadas de las habitaciones de los invitados, como si fueran cajas de chocolate que se regalan a los amigos…
De ahí que el columnista del New York Times no dude en calificar al cofudador de Píxar como un padre low-tech. Lo curioso es que al parecer Jobs no fue el único. De acuerdo con este artículo, no son pocos los ejecutivos de la alta tecnología que controlan, a veces con mano dura, el acceso de sus hijos a los artefactos y programas que ellos mismos idean, fabrican y promueven.

CHRIS ANDERSONUno de estos padres restrictivos es Chris Anderson, ex editor de Wired y ahora mismo Director Ejecutivo de 3D Robotics, un fabricante de aviones no tripulados, quien ha establecido controles parentales para todos los dispositivos tecnológicos de su hogar.
"Mis hijos nos acusan, a mí y a mi esposa, de ser unos fascistas –ha confesado Anderson-, excesivamente preocupados por la tecnología; dicen que ninguno de sus amigos sigue en sus casas las mismas reglas".
Sus palabras se muestran más graves cuando admite: "Es porque hemos visto de primera mano los peligros de la tecnología. Lo he visto en mí mismo, no quiero ver que eso suceda a mis hijos", recalcó.
En casa de Alex Constantinopla, por ejemplo, Director Ejecutivo de la Agencia OutCast, una firma tecnológica centrada en comunicación y marketing, el hijo menor de cinco años tiene prohibido el uso de aparatos de lunes a viernes, mientras que los otros dos mayores, de entre 10 y 13 años, disponen sólo de 30 minutos al día en los días de escuela.

EVAN WILLIAMS
Por su parte, Evan Williams, fundador de Blogger, Twitter y Media, y su esposa, Sara Williams, no esconden que, en lugar de iPads, sus dos hijos tienen cientos de libros “que se pueden tomar y leer en cualquier momento”.

Evan Williams habla durante una conferencia en San Francisco, en 2012 (REUTERS/Stephen Lam)Evan Williams habla durante una conferencia en San Francisco, en 2012 (REUTERS/Stephen Lam)
Según algunos estudios, los niños menores de 10 años parecen ser más susceptibles a convertirse en adictos a la tecnología, por lo que los padres más atentos a este problema reducen a cero su uso durante los días de estudio. Y luego, durante el fin de semana, el acceso al iPad y a los teléfonos inteligentes puede ir de los treinta minutos a las dos horas…

Para los niños entre 10 y 14 años, el uso de la computadora estaría autorizado durante la semana, pero solo si se trata de hacer los deberes escolares.

Llama la atención de este analista y de buena parte de la sociedad que sean los mismos implicados en el sector tecnológico quienes lancen una señal de alarma al resto de los factores de la sociedad sobre la exposición a contenidos nocivos como la pornografía o el mismo acoso entre menores, además de la alarmante tendencia a la adicción infantil hacia toda una seductora variedad de dispositivos tecnológicos y redes sociales de los que nosotros, hace apenas veinte o treinta años, no teníamos ni la más remota idea.

Y como Steve Jobs falleció en octubre de 2011 sin que Nick Bilton le hiciera la segunda parte de la pregunta, a este no le quedó más remedio que acercarse a Walter Isaacson, el biógrafo del genio de Palo Alto: “¿Qué hacían los hijos de Jobs cuando estaban en casa?”


“Todas las noches –relató el amigo del genio-, Steve se reunía a cenar con su familia en la larga mesa de la cocina, y allí conversaban sobre libros, sobre historia y muchas cosas más. Nunca nadie sacó un iPad o una computadora. Y sus hijos no parecían en lo absoluto adictos a esos dispositivos.”
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ESTAMOS PERDIENDO NUESTRA CAPACIDAD DE CONCENTRACION Y LECTURA PROFUNDA. 

Los efectos de la exposición a internet y las pantallas en la lectura profunda despiertan preocupación entre los científicos. ¿Por cuánto tiempo se mantiene la atención en un texto? 

Un martes cualquiera, a las 8:30 de la mañana, el andén del metro de Madrid es una colección de hombres y mujeres con la nuca doblada. Miran las pantallas de sus móviles y leen al ritmo que marcan las yemas de sus dedos que suben y bajan. Esta imagen se repite por las calles de España, en las salas de espera del médico, en las colas de los supermercados. Leemos mucho, a todas horas y a trompicones. El cambio en la forma de leer y procesar la información se ha convertido en una creciente fuente de observación y preocupación entre neurocientíficos y psicólogos, que temen que nuestra capacidad de concentración y de leer en profundidad esté mermando.

Los cient
íficos trabajan con la hipótesis de que la forma de leer en internet, rápida, superficial y saltando de una información a otra junto a la expansión de las redes sociales y de los teléfonos inteligentes, han cambiado no solo nuestra forma de leer sino también nuestro cerebro.

 
Es muy plausible que la lectura profunda sea menos compatible con la lectura en las pantallas y que sea más difícil concentrarse porque las redes sociales, los correos, los anuncios web compiten por la atención del lector. Ese es el patrón que emerge de numerosos experimentos, indica Anne Mangen, del Centro para la Investigación y la Educación Lectora de la Universidad de Stavanger, en Noruega, y presidenta de la plataforma europea E-Read.

Hasta aqu
í, la sinopsis de este artículo compuesta por tres párrafos introductorios de fácil lectura en internet, con enlaces que le permitirán saltar a otras páginas. A partir de ahora viene el resto del artículo, mucho más largo y en el que se desarrollarán las afirmaciones arriba expuestas. Es muy probable, sin embargo, que usted no llegue hasta el final, que se distraiga y corra a comprobar los mensajes de su móvil o salte a otra web. No se preocupe, no será el único.

Maryanne Wolf, neurocient
ífica cognitiva de la Universidad estadounidense de Tufts, es un referente en la materia. Temo que la lectura digital esté cortocircuitando nuestro cerebro hasta el punto de dificultar la lectura profunda, crítica y analítica, explica por teléfono Wolf, quien accede a abandonar por unos minutos su encierro californiano, donde trabaja en su próximo libro sobre la lectura. Nuestra mente es plástica y maleable y es un reflejo de nuestros actos. Las investigaciones nos dicen que ha disminuido mucho nuestra capacidad de concentración. Los jóvenes cambian su atención unas 20 veces a la hora, de un aparato a otro. Cuando se sientan a leer, tienden a reproducir esa lectura interrumpida y en zigzag. Tenemos que ser conscientes de que estamos en medio de un cambio muy profundo

Wolf cree que el momento hist
órico que más se asemeja a la revolución actual fue la transición de los griegos de la cultura oral a una centrada en la escritura. Sócrates, gran defensor de la cultura oral, protestó contra la cultura escrita, porque pensaba que era el único proceso intelectual capaz de probar, analizar e interiorizar conocimientos y de conducir a los jóvenes a la sabiduría y la virtud, explica Wolf. Las ideas escritas, creía, cortocircuitarían este proceso.

En 2010, David Nicholas present
ó con la University College de Londres un estudio que dio la vuelta al mundo y que puso el foco en lo que llamaron la generación Google y que concluyó que los nativos digitales, nacidos a partir de 1993, eran más incapaces de analizar información compleja y más propensos a leer a toda prisa y de forma más superficial. Desde entonces, los teléfonos inteligentes y las redes sociales han ocupado parcelas y minutos de nuestras mentes antes liberados. El último informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) resalta la rápida penetración de los smartphones en España y cifra en 73.3 las conexiones por cada 100 habitantes. Neurólogos y psicólogos confirman ahora que aquel diagnóstico no ha hecho más que empeorar. Nuestro cerebro ha perdido capacidad de concentración. La gente ya no quiere leer largo y profundo. El cambio es rapidísimo y los teléfonos inteligentes han acelerado este proceso porque hacen además que la gente lea en movimiento, lo que supone una distracción adicional. Las implicaciones para nuestra cultura y nuestra sociedad son inmensas.

Andrew Dillon, catedr
ático de Psicología de la Información de la Universidad de Austin, en Texas, es otro de los grandes estudiosos del fenómeno y no alberga dudas de que asistimos a un cambio en nuestra forma de leer. Durante siglos apenas ha habido cambios. Aprendíamos a leer y a lo largo de nuestra vida íbamos perfeccionando esa habilidad. Ahora todo eso ha cambiado. Vamos saltando de un vínculo a otro. Leemos mucho, pero de una forma muy superficial. Como sociedad, estamos perdiendo la capacidad de formular ideas profundas y complejas. Corremos el riesgo de estar atontándonos, de pensar de manera más simplista y fragmentada. Tenemos que dar a la mente la oportunidad de manejar ideas complicadas.


Los expertos como Maryanne Wolf, autora de Cómo aprendemos a leer, recomiendan reservar un tiempo cada día para desconectar de las pantallas y de internet para recobrar el sosiego y la concentración necesarios para la lectura profunda. Wolf explica que no solo basta con sentarse y coger un libro. Aconseja dejar fuera de la habitación el móvil y la tableta para no sucumbir a la tentación. Hay que hacer un esfuerzo consciente, porque cada vez nos bombardean con más información. La tecnología que hemos creado es un imán para la lectura superficial, coincide Andrew Dillon, decano de la Facultad de la Información de la Universidad estadounidense de Austin (Texas).

Mangen, la investigadora noruega, ha realizado tres estudios empíricos en los últimos años para analizar el impacto de las pantallas en la lectura. En uno de ellos, chicos de 15 años leyeron textos de cuatro folios en papel y otros lo hicieron en formato digital. Cuando les examinaron de comprensión lectora, vieron que los que habían leído en papel habían comprendido mucho mejor el texto. En otro de sus experimentos participaron adultos canadienses a los que se les dio un relato muy triste. Los que leyeron en papel mostraron mayor empatía que los que usaron una tableta. Mangen, como otros expertos, advierte de que aún no se pueden extraer conclusiones generales, en parte porque habrá lecturas que se beneficien del uso de las pantallas, pero la profunda probablemente se resentirá.

La misma cautela transmite Ladislao Salmerón, uno de los dos representantes españoles en el proyecto de investigación europeo. Asegura, sin embargo, que algunos estudios sugieren que la información digital nos proporciona la sensación de una falsa facilidad para analizar los datos y que el miedo es que esa sensación se traslade al ámbito de la lectura profunda, uno de los actos más complejos del ser humano. Salmerón, experto en hipervínculos de la estructura de investigación interdisciplinar de la lectura de la Universidad de Valencia, asegura que es muy difícil establecer una causalidad unívoca entre los hábitos de lectura digital y la concentración o la impaciencia. Ha estudiado el movimiento ocular durante la lectura de estudiantes de 13 y 14 años y ha concluido que los alumnos buenos en papel leen mejor también en digital, siempre que utilicen las estrategias de lectura profunda y no abusen del escaneo.

Uno de los estudios a los que Salmerón hace referencia es el de R. Ackerman y M. Goldsmith, de la Universidad de Haifa (Israel), que concluye que los alumnos que utilizan la pantalla estudian menos tiempo que los que leen los mismos textos en papel, porque la lectura en pantalla genera la sensación de falso aprendizaje y dejan la tarea antes de tiempo. Otro, de la Universidad de Northwestern (EUA), estudió a padres que leen a sus hijos con una tableta y otros que les leen un libro en papel. Estos últimos dedican más tiempo a comentar cuestiones relacionadas con la historia y su vocabulario, mientras los primeros comentan más elementos técnicos (cómo encender el aparato, para qué sirven los botones) durante la lectura. Otro más, de la Universidad de Connecticut, examinó los efectos de la multitarea en los estudiantes y concluyó que los estudiantes que mensajeaban mientras leían un texto demostraban una comprensión lectora mucho peor.

Naomi Baron, lingüista de la American University y autora de Words Onscreen: The Fate of Reading in a Digital World, explica ha realizado experimentos con universitarios de Estados Unidos, Alemania, Japón y Eslovaquia que indican que se concentran más y mejor cuando leen en papel. Cita estudios que hablan de una cierta resurrección de la lectura en papel. Hace tres o cuatro años, en Estados Unidos y en Reino Unido mucha gente pensó que la lectura digital iba a acabar con la lectura en papel. Los últimos dos años demuestran que la gente sigue comprando libros. Para Baron, la cuestión no es tanto el soporte, papel o digital, sino más bien las distracciones inherentes a la conexión a internet y a las redes sociales. Tengo alumnos para los que la lectura es el tiempo que transcurre hasta el siguiente bip que les anuncia que tiene un mensaje en el móvil, que un amigo ha actualizado su Facebook, o que tiene un wasap. El problema es la sensación que producen las redes sociales de que siempre tienes que estar disponible para contestar. Es muy difícil concentrarse, porque la hiperconexión hace que temas estar perdiéndote algo. Somos socialmente más inseguros y estamos más estresados.

Insiste además, en que la multitarea, a diferencia de otras actividades, no mejora con la práctica. Si tocas el violín y practicas mucho, acabarás tocando mejor. El problema es que cuando haces varias cosas distintas a la vez estoy escribiendo y salto a comprar un billete por internet- los estudios psicológicos concluyen que no lo haces tan bien como si haces una sola cosa, por mucho que ejercites la multitarea.

Los expertos como Wolf recomiendan un tiempo diario de desconexión. No solo basta con coger un libro. Hay que alejar el móvil y la tableta para no sucumbir a la tentación. Es importante reservar un tiempo cada día para leer desconectados de internet. Hay que hacer un esfuerzo consciente, porque cada vez nos bombardean con más información, aconseja Dillon.

Lector, ¿sigue ahí?

En España, el fenómeno está menos estudiado, en parte, porque la expansión de la vida digital ha sido más tardía que en el mundo anglosajón, explica Antonio Basanta, director de la fundación Germán Sánchez Ruipérez: En España no hay estudios fiables. Datos de la Federación de gremio de editores sí indican que se venden menos libros: 153,830,000 ejemplares en 2013 frente a los 228,230,000 de 2010. El último barómetro del CIS indica además que la mitad de españoles no compró ningún libro en 2014 y que el 35 % no lee nunca o casi nunca.

Al contrario que sus colegas anglosajones, Basanta mira al futuro de la lectura con gran optimismo. La tele y la radio también iban a ser una catástrofe. Nunca se ha leído tanto en el mundo ni ha habido tanta información disponible. Si se maneja bien, puede ser algo extraordinariamente positivo. No se trata de poner puertas al campo, sino de adiestrar a las personas para que extraigan el máximo rendimiento de los distintos tipos de lecturas, de la unívoca y de la plural. Picotear o leer con profundidad no son acciones antagónicas, son complementarias. Sí, hay una oferta que nos invade, pero lo que tenemos que hacer es tomar de nuevo el timón. Basanta cree que la escuela es el lugar en el que la convivencia de las lecturas debe convertirse en un objetivo prioritario. El sistema educativo no les enseña esas capacidades.

Un domingo de mayo, a última hora de la tarde, una quincena de personas se reúne para diseccionar Noticias de un secuestrode Gabriel García Márquez. Forman parte del club de lectura El Ciervo Blanco y la mayoría hace décadas que dejó atrás la escuela. En general, reciben internet, los ebooks, las tabletas con los brazos abiertos, dicen que les permiten profundizar y acceder a información de una forma inimaginable hasta ahora. No tienen miedo a que su forma de leer se vea afectada por las nuevas tecnologías. Tengo muchas décadas de libro. No creo que vaya a cambiar mi forma de leer de un día para otro, piensa Susana Gutiérrez, una abogada de 52 años que hoy participa en la tertulia.

En la otra punta del corrillo literario se sienta Virginia Jiménez, maestra de primaria de 33 años. Su visión difiere bastante de la de sus colegas más veteranos. Yo lo noto mucho. Ahora me cuesta mucho más concentrarme. A veces leo y tengo que volver a leer lo mismo porque no me entero. Cuenta que sus alumnos sufren todavía más el cambio. No se centran y tienen poca capacidad para esperar. Van muy rápido, a lo superficial y no entienden lo que leen, tampoco los que son buenos alumnos. Les preguntas dónde sucede la historia y te responden que la semana pasada. Este artículo termina aquí. Ya puede pasar a la siguiente tarea.


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Vivimos una época de embriaguez tecnológica en la que todos nos inclinamos fascinados ante el becerro de oro de las nuevas tecnologías.
Sin embargo, debemos hacernos una pregunta antipática:
¿constituyen todas estas nuevas tecnologías avances productivos o tecnologia banal?
¿Por qué entonces se ha ralentizado el crecimiento de la productividad en los países desarrollados?

Dado que el tiempo es un recurso evidentemente escaso (una constante desde el albor de los tiempos es que el día tiene sólo 24 horas), la clave del progreso material a largo plazo es el aumento de la productividad, es decir, cuánto más logramos producir en esas mismas 24 horas:
todo aquello que nos haga ganar tiempo es un aumento de la productividad, y todo aquello que nos haga perder tiempo supone una caída de la misma.



Los revolucionarios avances posteriores a la Revolución Industrial supusieron enormes ahorros de tiempo. Hasta entonces y durante milenios, la productividad apenas aumentaba y, en consecuencia, generación tras generación las familias disponían prácticamente de los mismos recursos que sus antepasados más lejanos. Las granjas del s. XVIII, por ejemplo, eran muy parecidas a las de los tiempos de Roma.

Con la Revolución Industrial, y por primera vez en la Historia, se sustituyó la fuerza bruta del hombre y de los animales por la de la máquina, primero con la máquina de vapor y, posteriormente, con la electricidad y el motor de combustión.


También por primera vez el tren, al barco a motor, al automóvil y, finalmente, al avión lograron una inimaginable reducción de tiempos de viaje acortando distancias. Hasta principios del s. XIX los hombres viajaban de la misma forma (a pie y a caballo) y los barcos utilizaban la misma tecnología (la vela) que en el Antiguo Egipto, casi 5.000 años antes.

Por primera vez, la electricidad permitió no depender de la luz diurna y la noche pudo transformarse en día sin encender fuego. Se inventaron el telégrafo y el teléfono, la radio y la televisión, por lo que también por primera vez el hombre pudo comunicarse a distancia, transmitir sonido e imágenes y conservarlas.

El frío artificial hizo posible la conservación de alimentos, el aire acondicionado, el progreso en climas cálidos, los electrodomésticos liberaron tiempo y trajeron confort, la producción en cadena permitió un increíble abaratamiento de los bienes, los fertilizantes hicieron posible multiplicar la producción de alimentos con la misma superficie de tierra cultivable (otro recurso escaso) y el desarrollo de materiales como el acero, el plástico y la fibra de vidrio facilitaron la fabricación de bienes impensables hasta entonces.


Todo ello fue posible gracias a la energía barata provista por combustibles  como el carbón y el petróleo, hoy tan grotescamente denostados, sin cuya abundancia y eficiencia energética resulta impensable tamaño salto de progreso de la Humanidad.


Desde el punto de vista humano, el aumento de la productividad siempre ha tenido su origen en el ingenio y tenacidad de una minoría de inconformistas capaces de apoyarse en el conocimiento y la experiencia acumulados por generaciones precedentes y, simultáneamente, cuestionar creencias arraigadas y limitantes desafiando el statu quo en la terca convicción de que mejorar es posible. Estos inconformistas son científicos, inventores y también empresarios, cuyo papel en el aumento de la productividad a través de las mejoras del proceso productivo suele ser ignorado.


Por ejemplo, entre 1909 y 1919 Henry Ford, inventor de la producción en cadena, pasó de fabricar 18.000 coches anuales a fabricar 1.000.000 con tal eficiencia productiva que, en el mismo período, pudo bajar el precio medio de cada Ford T cerca de un 50%, doblar el salario mínimo en sus fábricas y lograr beneficios año tras año (frente a tantas “empresas” tecnológicas actuales en las que los beneficios, como Godot en la obra de Beckett, nunca llegan).


Pues bien, este salto tecnológico brutal se produjo, fundamentalmente, entre principios del s. XIX y el segundo tercio del s. XX, y supuso un enorme ahorro de tiempo.



Desde entonces, la productividad en los países desarrollados parece haberse ralentizado, conviviendo avances en el campo de la robótica y la automatización de rutinas con mejoras marginales poco destacables en multitud de productos, evoluciones más que revoluciones.

Esta disparidad entre la percepción generalizada de estar viviendo inmersos en increíbles avances tecnológicos y una mediocre mejora de la productividad causa cierta perplejidad.



Es cierto que muchas innovaciones recientes sólo están dirigidas a la miniaturización y a un ocio generalmente poco inteligente, más que a aumentar la productividad. Incluso el extraordinario invento de internet parece haber tenido un efecto relativamente efímero en la productividad y puede haber caído ya en manos de la ley de rendimientos decrecientes.



De hecho,

¡cuánto tiempo perdemos con ciertas aplicaciones de las nuevas tecnologías como el email o los teléfonos móviles, en los que tecleamos como taquígrafos enloquecidos salivando como perros de Pavlov cada vez que oímos el aviso de que alguien nos ha escrito alguna nadería!

¿Y qué decir del tiempo perdido en las redes sociales (o deberíamos decir asociales), esos instrumentos de propaganda y linchamiento organizado, de control de la población, de fomento de la esclavitud del qué dirán y de incitación a todo tipo de adicciones?

Así surge una pregunta incómoda para una sociedad que sufre de histeria tecnológica:
¿es comparable el salto producido entre 1800 y 1970 con el producido por los cambios tecnológicos del último medio siglo? Pongámoslo de otra manera.

¿Qué valoraría más un hogar africano pobre:
agua corriente, electricidad, teléfono fijo, electrodomésticos, fertilizantes, aire acondicionado y un coche, o un ordenador con internet, un móvil llenito de aplicaciones y un perfil en las redes sociales?

basado en articulo de Expansion 05/2017

14 septiembre 2016

Los iluminados de Lucifer - los dueños del mundo

Entrevista a  Antonio Pérez Omister, autor de los libros ‘Conzpiración’ y ‘Los iluminados de Lucifer’ que analizan el dramático momento por el que atraviesa España.
Los iluminados de Lucifer
- Usted proviene ideológicamente de la izquierda ¿podría hablarnos brevemente de usted?

En lo social mi pensamiento de ‘izquierdas’ queda perfectamente resumido en la carta encíclica «Rerum Novarum» del Sumo Pontífice León XIII publicada en 1891 y que hablaba de la precaria situación de los obreros de entonces, que cada día se asemeja más a la que empiezan a padecer en nuestros días, con un regreso a las condiciones de miseria propias del siglo XIX.

En su encíclica, el Santo Padre hace un llamamiento a lo que hoy llamamos los ‘agentes sociales’ para establecer un reparto más justo de la riqueza que redunde en el bien común de la sociedad, al tiempo que condena el marxismo y defiende la inviolabilidad de la propiedad privada. En lo económico creo que cuando se aplicaron en España los principios keynesianos según los cuales ‘el Estado debe ser el impulsor principal de la economía’ las cosas nos fueron muy bien a todos.

En nuestro país, la denostada autarquía, creó una cosa llamada INI (Instituto Nacional de Industria) que aglutinaba a las grandes empresas: siderurgia, astilleros, minas, etcétera, y que sirvió de eje impulsor de nuestra economía durante varias décadas. Las medianas y pequeñas empresas auxiliares de la industria pesada gestionada por el INI, pudieron crecer a un ritmo espectacular. Los empresarios privados ganaban dinero, podían pagar buenos salarios, horas extras y otros beneficios sociales que hoy han desaparecido. Todos ganaban: obreros y empresarios.


Antonio Pérez Omister

Cada productor es un consumidor en potencia, luego, para activar el consumo, es fundamental mantener la capacidad de consumo de la clase obrera. Este equilibrio económico y social se ha roto dramáticamente como consecuencia de la aplicación de las políticas ultraliberales impuestas por EEUU y los países con voz y voto en Unión Europea, entre los cuales desafortunadamente, no figuramos.

- ¿Básicamente qué es eso de la Conspiración?
Se habla mucho últimamente de ella. A los que creemos en ella nos tildan de paranoicos pero lo que es innegable es que cada día, con el devenir de los hechos, más gente piensa que ésta existe.

Bien, veamos un ejemplo: Para justificar el que una serie de banqueros, próximos a la Reserva Federal de los EEUU –entidad totalmente independiente del Gobierno de ese país- se han apropiado descaradamente de miles de millones de dólares de inversores extranjeros, nos dicen sencillamente que ‘el dinero se ha volatilizado’ que la ‘mano invisible que mueve el mercado se los ha llevado’… Pero todos sabemos que el dinero no se evapora, simplemente cambia de manos…

Veamos otro ejemplo: Hace algunos años, en vísperas de la liberalización de mercado de hidrocarburos en España, se nos contó la milonga de que ‘eso sería muy bueno para los consumidores porque así, al existir competencia, las compañías petroleras se verían obligadas a ofrecer mejores precios a los consumidores’.

Hoy sabemos que esa falsa ‘liberalización’ sólo ha servido para crear un oligopolio controlado por unas pocas compañías que operan en nuestro país, casi todas extranjeras, que sencillamente pactan los precios para no hacerse la competencia. Basta con echar un vistazo y comparar los precios del gasoil o la gasolina entre las distintas petroleras. Prácticamente son los mismos. Se ha obligado al Estado –que somos todos nosotros- a renunciar a cualquier control sobre la economía del país y eso es, intrínsecamente malo para los ciudadanos. Especialmente si esas compañías son, además, extranjeras.

- El 11M, Perejil, el separatismo, la globalización, la inmigración masiva, el terrorismo, la crisis... ¿piensa que esta interrelacionado y que forman parte de una conspiración para destruir España?

Son varias cuestiones. Veamos. El incidente de Perejil en julio de 2002 fue una provocación más del sátrapa alauita y un ensayo, con el beneplácito de EEUU, para ver cuál podía ser la reacción del Gobierno español ante una previsible ocupación ‘pacífica’ de las ciudades españolas de Ceuta y Melilla. Una reedición de aquella infame ‘Marcha Verde’ que tan buenos resultados le dio a Marruecos en 1976 para anexionarse el Sáhara. El monarca marroquí haría bien en preocuparse por el bienestar de su sus súbditos, que se ven obligados a emigrar a nuestro país para huir del hambre que campea a su albedrío en su reino de miseria, y renunciar a sus sueños de grandeza y a reeditar las aventuras imperiales de su padre. La época de los almorávides pasó.

El 11-M guarda unas inquietantes similitudes con el atentado de la estación de Bolonia perpetrado el 2 de agosto de 1980. En ambas ocasiones se pretendía desestabilizar a un Gobierno que no era proclive a ceder en todas las exigencias que se imponían desde Washington y Londres. La ‘estrategia de la tensión’ de la que habló largamente en mis libros fue ideada por la OTAN, mediante la creación de supuestos grupos terroristas a finales de los años sesenta, para desestabilizar a Gobiernos como el de Charles de Gaulle en Francia (OAS) o el de Aldo Moro en Italia (Brigadas Rojas) que pretendía formar un gobierno de unidad nacional con la participación, precisamente, de los comunistas de PCI. Están también los Baader Meinhof en la Alemania Federal de entonces, cuyo objetivo era crear un clima de recelo hacia la República Democrática Alemana (RDA) a fin de retrasar en la medida de lo posible la reunificación alemana.

En España los sucedáneos de estos grupos fueron los FRAP, GRAPO y ETA. Esta última es la última superviviente en activo que aquellos grupos organizados desde la famosa red GLADIO que era a su vez una creación de la OTAN para atemorizar y presionar a los países de Europa Occidental con la amenaza de una invasión soviética y así, establecer sus propias bases de ocupación al tiempo que se desmantelaban los ejércitos nacionales de los mismos países donde se instalaban. Fíjense, por citar un ejemplo reciente, que cuando el terrorista Ignacio de Juana Chaos decide poner tierra de por medio, se refugia en territorio británico y que los tribunales de aquel país se niegan a reconocer como delito el ‘enaltecimiento del terrorismo’. Claro que todo cambia cuando se trata de perseguir a imaginarios terroristas de Al-Qaeda para justificar sus guerras y desmanes en países musulmanes para apoderarse de su petróleo. Entonces todos debemos colaborar y embarcarnos en guerras en las que no se nos ha perdido nada. Nuestro enemigo está al otro lado del Estrecho, no en Iraq o Afganistán. Y no es el único enemigo que tenemos en la zona.

En España, el proceso de desarme de nuestras Fuerzas Armadas ha sido particularmente profundo. El golpe de gracia ha sido la supresión del servicio militar obligatorio, pero el Ejército español empezó a ser neutralizado mucho tiempo antes.

Hoy, España, es un país sometido y ocupado por fuerzas extranjeras desde diferentes bases supuestamente ‘conjuntas’ pero que en realidad son bases de ocupación. Si mañana, o dentro de cuatro años, triunfase una opción política que propugnase la salida de España de la UE y de la OTAN, ¿qué creen que haría la organización armada a las órdenes del gobierno de Washington?

Hemos cedido nuestra soberanía gratuitamente. Veamos algunos ejemplos claros: la bandera de la UE aparece en todos los actos oficiales en pie de igualdad con la española, como si se tratase de un estatus de ‘soberanía compartida’. El ejército ha sido desmantelado y reducido a la condición de ONG y servicio de extinción de incendios, poco más. Lo primero que hace un país cuando se independiza, es elegir una bandera y un himno. Después acuñar moneda nacional y organizar sus propias FFAA. Hemos renunciado a todas estos derechos a cambio de unas migajas, unas limosnas llamadas ‘fondos de cohesión’ que nos dan con una mano y que nos quitan con la otra poniendo cupos a nuestra producción industrial, ganadera y agrícola. Obligándonos a importar innecesariamente productos como la leche, el vino ‘sintético’ de terceros países (Australia, Chile…) o como sucedió en 1981, aún antes de nuestro ingreso en el MC, aceite desnaturalizado de colza, cuando en España jamás se habían consumido esa bazofia, precisamente, por ser el nuestro el primer productor mundial de aceite de oliva. ¡Pero había que consumir aceite de colza por bemoles! ¿Por qué? Porque Francia lo producía en grandes cantidades.

El ‘regalito’ de los 4.000 millones de euros hecho por el señor Zapatero al FMI a cambio de un pupitre en tercera fila durante la reunión de G-20 en Londres en abril de este año, equivale a regalar el 57% del dinero que tenía previsto recaudar el gobierno con la campaña de Hacienda de este año, unos 7.000 millones de euros. Ese dinero que va a parar al FMI no sirve en absoluto para mitigar la miseria de los países pobres, es para liquidar los intereses de la deuda contraída por esos países. Dicho de otro modo, el dinero ha pasado directamente de las manos de los contribuyentes españoles, a los bolsillos de los acreedores extranjeros de siempre: EEUU, Gran Bretaña, Francia, Alemania… En fin, todos los del G-8 donde ni estamos ni se nos espera. Se ha regalado el dinero a un puñado de banqueros extranjeros. ¿A cambio de qué? A cambio de que el señor Zapatero pueda satisfacer su ego y representar una pantomima haciéndonos creer que es alguien en política internacional. No se engañen, no es NADIE. Fíjense en él cuando aparezca en cualquier foro internacional: sentado en una esquina, solo, sin hablar con nadie. Nadie va en su busca, nadie le saluda… ¡NADIE! Es el perfecto exponente del ‘ceroizquierdismo’, esa opción progresista empeñada en que ESPAÑA NO SEA NADA.

Los contribuyentes españoles, especialmente las rentas más bajas, si sumamos lo que pagamos en concepto de impuestos directos (renta) e indirectos (gasolina, tabaco…) resulta que trabajamos para el Gobierno desde el 1 de enero hasta el 30 de junio. ¿A cambio de qué? A cambio de NADA. Básicamente los Presupuestos Generales del Estado son engullidos por el gasto de la Seguridad Social, totalmente desbordada por la afluencia masiva de extranjeros que, aunque no coticen, ni lo vayan a hacer nunca, tienen los mismos derechos –o más, incluso- que cualquier contribuyente español.

En cuanto al tema de la inmigración masiva, dejé patente cuál era mi opinión en mi artículo ‘Proyecto Eurabia’ que ya publicó DN en internet. El tema de la globalización y lo que significa podemos resumirlo del siguiente modo: EEUU como ya ha declarado su presiente Hussein Obama, y los dos ‘Bushes’ antes que él, se ha erigido unilateralmente en líder global y gobernará el mundo según sus propios criterios y de acuerdo con sus particulares intereses. El papel reservado a España en este ‘nuevo orden mundial’ no es mucho mejor que el deparado a Honduras o Nicaragua. ¿Ventajas? Las hemos visto recientemente: cuando les venga en gana, se apropiarán impunemente de nuestro dinero vía Wall Street; FMI; ONU; BCE; UE… y toda una serie de zarandajas.

A los majaderos que aún piensan que Hussein Obama es ‘bueno’ y que es ‘socialista’ quisiera recordarles que ese señor está continuando meticulosamente los planes de guerra contra Irán pergeñados por la administración Bush. Que todavía no hay fecha para el viaje del presidente de EEUU a España y que recientemente nos puso como ejemplo, a través de la Santa Inquisición, de intolerancia religiosa frente, nada menos, que a los sátrapas saudíes que financian el fundamentalismo islámico y que, sin ninguna necesidad de ello, y demostrando una profunda ignorancia más allá de cualquier duda, ese tipejo habló de Al-Ándalus como ejemplo de tolerancia y como algo totalmente distinto al resto de España. Sólo le faltó convocar a los musulmanes a la yihad para reconquistar unos territoritos que jamás les pertenecieron, ¡grandísimo ignorante!

Hussein Obama, de momento, nos van a endosar a unos cuantos presos de Guantánamo sin que sepamos bajo qué condiciones y sin ninguna necesidad de meternos de nuevo en esos berenjenales a cambio de una palmada en la espalda o de dejarnos poner los pies encima de la mesa un rato. Práctica, por cierto, que en el mundo anglosajón equivale a darte a entender que ‘no eres nadie’. Guantánamo es un problema de EEUU, no de España.

Uno de nuestros problemas es el ‘Guantánamo español’: Gibraltar. ¿Patrioterismo barato? En absoluto. Miles de millones en evasión de impuestos es lo que nos está costando la política de ‘calzones bajados’ que España viene desarrollando desde 1985 con esa cueva de ladrones incrustada en nuestro territorio. Si quieren seguir siendo británicos, que lo sean hasta que se hielen los infiernos. Pero… ¡la verja cerrada!

Recientemente Hussein Obama publicó una lista de paraísos fiscales a los que EEUU había decido poner en el disparadero proponiendo una serie de mediadas sancionadoras. Todos eran países hispanoamericanos: Costa Rica, Uruguay, Paraguay… Por supuesto, de Gibraltar, ninguna mención. En realidad no se incluyó en la lista ninguno de los paraísos fiscales bajo soberanía británica.

¿Quiénes son los que están en la sombra, los que lo orquestan todo?

La banca internacional, no lo dude usted ni por un momento. Desde hace unos doscientos años, el cártel de banqueros viene orquestando todas las guerras europeas. La banca Rothschild, que controla el mercado mundial del oro, financió a Napoleón y a Gran Bretaña al mismo tiempo; durante la guerra franco-prusiana de 1870 hizo exactamente lo mismo con Prusia y Francia; provocó la guerra ruso-japonesa de 1905; alentó la primera guerra mundial de 1914-1918, también financió las dos revoluciones rusas, la de 1905, y la definitiva de 1917. Cuando se iniciaron las conversaciones de paz en Versalles en 1919, los Rothschild comparecieron como representantes de las principales potencias beligerantes: Francia, Gran Bretaña, Austria y Alemania. La familia Rothschild, internacionalizada desde hacía casi un siglo y medio, actúo simultáneamente como ‘embajadora’ de los países que se habían enfrentado en una sangrienta guerra que ellos mismos habían provocado. Por cierto, la primera guerra mundial fue la culminación de aquella llamada ‘primera globalización’ que tuvo lugar entre finales del siglo XIX y principios del XX y contra cuyos perniciosos efectos, el Papa León XIII, como hemos visto más arriba, ya alertaba en 1891, casi un cuarto de siglo antes de que estalle el drama en 1914.

¿Hasta qué grado es cómplice el actual gobierno del PSOE, y lo han sido los anteriores?

Para empezar no tenemos Gobiernos soberanos: el PPSOE, siglas que engloban la misma farsa, no es más que una pantomima. España ya no es un país soberano. Es duro decirlo, pero es así. Los que de verdad nos gobiernan están en Bruselas, Luxemburgo, Washington, Londres, París y… si me apuran… ¡incluso en Rabat! El viaje reciente de Moratinos a Gibraltar es una prueba palpable de ello que yo advertía en mi libro ‘Conspiración’: Gran Bretaña ha exigido a España que normalice sus relaciones con el Peñón para hacer efectiva la fusión British Airways-Iberia. Por eso, hace un año, la ministra Chacón anunciaba una reducción del espacio aéreo para nuestro Ejército del Aire: para facilitar los vuelos entre Gibraltar y Gran Bretaña. Todo esto mientras la colonia británica sigue creciendo en aguas y territorio español. Al ritmo que vamos, y con Moratinos al frente de nuestra diplomacia, será finalmente Gibraltar quien reclame su soberanía sobre España.

¿Cree que en España existe democracia?

Absolutamente NO. Los partidos políticos presentan unas listas cerradas en las que votamos a unos perfectos desconocidos. Los líderes políticos repiten cacofónicamente unas consignas vacuas que la gente asimila y repite como lo haría un loro. Haga esta reflexión: ¿aparte de la comedia del voto cada cuatro años, teniendo que elegir entre lo malo y lo peor, en qué otros aspectos de la vida pública participa un ciudadano español? ¿Dónde están los escaños vacíos de los votos en blanco? ¿Por qué se ponderan los resultados, mediante un complicado sistema de proporcionalidad, para que los partidos nacionalistas y secesionistas tengan una representación parlamentaria ‘desproporcionada’ con relación a los votos obtenidos? ¿Por qué jamás ha protestado Izquierda Unida, que es la formación más perjudicada con este sistema irregular de recuento de votos?

¿El asesinato de Carrero Blanco que escondía detrás?

Todo. En 1972 el Almirante Carrero Blanco asumía la Presidencia del Gobierno y el General Franco, que entonces tenía 80 años, quedaba como Jefe del Estado.

En España, desde los años sesenta se habían llevado a cabo algunas reformas, sobre todo en lo económico, pilotadas por el Opus Dei, y con vistas a un posible ingreso de España en el Mercado Común de entonces. Tras la muerte de Carrero Blanco en el criminal atentado perpetrado por ETA (GLADIO) el 20/12/1973, le sucede, por decisión de la propia familia Franco, Carlos Arias Navarro quien en su discurso ante las Cortes del 12 de febrero de 1974 deja patentes sus intenciones reformistas que no agradan a los partidos de izquierda en el exilio. En su discurso del 24 de junio de 1975 el Presidente del Consejo de Ministros define y defiende una trinidad de principios inmutables:

1) exclusión radical del comunismo marxista y soviético ‘en sus tendencias, grupos o manifestaciones’. Un principio que se queda corto si lo comparamos con los que se aplican, aún hoy en EEUU. Y no digamos si lo comparamos con los que se aplicaban en los años cincuenta en ese mismo país.

2) La afirmación de la Unidad Nacional, que deja fuera de discusión cualquier reivindicación nacionalista y cualquier proyecto secesionista, incluso bajo el falso envoltorio de ‘autonómico’, paso previo a la independencia de un territorio.

3) El reconocimiento de la forma monárquica del Estado. Éste, al menos aparentemente y en lo nominal, se ha mantenido. La práctica… es harina de otro costal. España sigue siendo ‘una’, al menos de momento, cada día es menos ‘grande’ y, desde luego, no es ‘libre’. Somos un país sometido y ocupado por fuerzas extranjeras que no son, ni lo han sido nunca, nuestros aliados y/o amigos.

Resumiendo. El asesinato de Carrero Blanco supuso el principio del fin de la Nación Española tal cómo la habíamos conocido hasta entonces. Los enemigos de España, internos y externos, tenían prisa por liquidarla. Pero para conseguirlo, los conjurados tenían que acabar con los dos pilares sobre los que se asentaba secularmente la Nación Española: La Iglesia y el Ejército.

¿El 23 F supone el punto de inflexión para el inicio del desguace de España y la irrupción de la globalización?

Existen dos 23F. El primero, contra el Ejército, con el inconfundible sello de los chicos de Langley, tuvo lugar en 1981. ¿Propósito? Desprestigiar a nuestras FFAA presentándolas, básicamente, como enemigas de la Democracia y, por extensión, del Pueblo. Se engañó a unos cuantos militares que no hicieron otra cosa que cumplir órdenes. ¿Quién dio esas órdenes? Es fácil colegirlo: su Comandante en Jefe. ¿Quién era el estrambótico ‘elefante blanco’? ¡Creo que ya he contestado!

Por cierto, el término ‘elefante blanco’ ya había sido utilizado por los chicos de Langley en 1953, cuando derrocaron al presidente Mohamed Mossadegh de Irán para instalar al Sha Pahlavi, al que a su vez echaron en 1979 para colocar a Jomeini.

El segundo 23F tuvo lugar en 1983, apenas hubieron ganado las elecciones, los sociolistos –no es una errata- se propusieron acabar con el Opus Dei y torpedearon su buque insignia, ‘Rumasa’. Como ya he dicho más arriba, fue el Opus quien a partir de los años sesenta lideró una importante reforma económica que había dado excelentes frutos. Eso, para los que deseaban meternos en Europa de rodillas y por la puerta de atrás, no era bueno. Empresarios como Ruíz-Mateos, que daban trabajo a los españoles, que ofrecían excelentes condiciones salariales y que creaban riqueza… no era bueno. ¡Había que acabar con el Opus Dei-Rumasa! ¿La solución?

Expropiar la empresa a sus legítimos dueños para regalársela a cierto sujeto llamado Gustavo Cisneros, buscado por la INTERPOL por tráfico de estupefacientes y blanqueo de dinero, pero amigo íntimo del ‘compañero’ González que en aquellas fechas se puso manos a la obra para agilizar el ingreso de España en el purulento Mercado Comín, embrión de la actual UE. Así, desde su llegada al poder en 1983, los socialistas, en lugar de crear puestos de trabajo y fomentar la creación de empresas españolas fuertes, se han dedicado a mendigar unas limosnas en Europa llamadas ‘fondos de cohesión’ a cambio de renunciar a desarrollar nuestros propios recursos industriales, ganaderos y agrícolas. El último ejemplo lo tenemos con la central nuclear de Garoña: hay que cerrarla porque Francia así lo exige para obligarnos a comprarles la electricidad a ellos a los precios que quieran imponernos. Y dentro de muy pocos años, la mitad sur de España la importará de Marruecos, que ya está desarrollando su propio programa nuclear con nuestro dinero y con tecnología francesa. ¡Somos así de listos!

¿La entrada de España en la UE no piensa que fue bajo la condición de desmantelar nuestra industria, agricultura, pesca, ganadería... lo que nosotros llamamos desguace nacional?

La respuesta está contenida en la pregunta. Usted ha enumerado perfectamente las trágicas consecuencias de nuestro ingreso en la UE. Pongamos un ejemplo sencillo: durante más de ocho años Marruecos se negó a firmar el acuerdo pesquero con España, aduciendo que sólo negociaba con la Unión Europea, es decir, con sus amos franceses. Por supuesto durante ese tiempo la flota pesquera andaluza, especialmente, se fue desguazando hasta prácticamente desaparecer. A cambio, y sin que nadie lo impidiese, los marroquíes empezaron a vender aquí su pescado sin que se produjese ninguna reacción en contra. Y mientras los marroquíes no nos dejaban pescar en sus aguas y en las del litoral saharaui, que no son ‘suyas’, aquí seguíamos dando trabajo, educación y asistencia sanitaria a todos los indigentes magrebíes que seguían llegando a nuestras costas. El ‘agradecimiento’ de los moros a nuestra generosidad quedó bien patente en los episodios de Perejil, del brutal atentado contra la Casa de España en Casablanca y finalmente, con la masacre del 11M. Luego vendría la ‘intifada’ de la Cañada Real, las amenazas e insultos por la visita de los Reyes a Ceuta y Melilla, los asaltos masivos de subsaharianos a las verjas de las ciudades autónomas y… ¡suma y sigue! El último, ha sido el vergonzoso comportamiento del reyezuelo agareno en el caso de la madre y el niño muertos en Madrid. Sin tan preocupado está por el bienestar de sus súbditos, que les ofrezca asistencia sanitaria en su propio país. Y la próxima vez que mande un avión, a ver si se lo lleva bien cargadito con los trabajadores ilegales que trabajan en España sin ser ciudadanos de la UE (¿qué pintan aquí?), los falsos ‘menores’ a los que tenemos que alimentar en nuestros centros de acogida, los asesinos de mujeres por cuestiones de ‘honor’ y los camellos y delincuentes comunes marroquíes que infestan nuestras ciudades. Desde las mezquitas instaladas en nuestro país, los yihadistas marroquíes predican el odio contra los mismos españoles que les dan de comer a ellos y a sus famélicos hijos.

Ha llegado el momento de hablarle claro a Marruecos: ni se negociara jamás la cesión de soberanía de Ceuta y Melilla, ni se reconocerá su soberanía sobre el Sáhara. Al tiempo que podríamos replantearnos que el Rif, antiguo Protectorado español, deba ser considerado territorio marroquí. Nuestra oferta diplomática a Marruecos debe ser NADA. No es un país ‘amigo’.

Marruecos no es Europa, diga lo que diga Moratinos. Jamás lo ha sido y nunca lo será. España debe oponerse frontalmente al ingreso de ese país africano en la UE porque lesiona seriamente sus ya maltrechos intereses.

¿Qué opina de la posible entrada de Turquía (aliado de EE.UU.) en la UE?

Turquía, al igual que Marruecos, no es Europa. Sin embargo, es el principal aliado de EEUU en Oriente Medio después de Israel. El ingreso de Turquía en la UE ha sido impuesto por EEUU, que de este modo, al aumentar Turquía sus ingresos en concepto de ‘fondos de cohesión’, los mismos que perderá España, podrá abonar a EEUU una parte importante de la factura militar que le adeuda. Pero más grave aún que el ingreso de Turquía es que ya se está planeando el de las ex repúblicas soviéticas de Armenia, Azerbaiyán y Georgia. ¿Por qué? Pues porque que el oleoducto que debe transportar el crudo desde Bakú en el mar Caspio, y desde el mar Negro al Mediterráneo, atraviesa todos esos países.

La guerra entre Georgia y Rusia del verano pasado, fue otra maniobra de EEUU para desestabilizar la zona.

¿La crisis es algo causal o inducido?

La reciente debacle financiera de Wall Street, perfectamente orquestada por la Reserva Federal de EEUU, y que ha contaminado la economía y el sistema financiero mundial globalizado, demuestra bien a las claras que el modelo ultraliberal, cuya esencia es poner a los negocios por encima de naciones, credos y culturas, ha fracasado estrepitosamente: los banqueros no deben gobernarnos y las Naciones deben estar por encima de los negocios.

La época de entreguerras, años veinte y treinta, estuvo presidida por una terrible crisis económica conocida como la Gran Depresión, no muy distinta de la que ahora mismo nos atenaza. Sus protagonistas, los arquitectos de aquellas crisis ficticias, fueron los padres y abuelos de los mismos intrigantes banqueros que siguen dirigiendo el sistema financiero internacional en la actualidad: los Rothschild, Rockefeller, J.P. Morgan, Warburg, etcétera… Los mismos banqueros que crearon la Reserva Feral en 1914 en vísperas de la primera guerra mundial, que urdieron el Pánico financiero de 1909, o la gran depresión de 1929. Las crisis asiáticas de los años ochenta; la crisis mexicana de mediados de los años noventa; y finalmente el corralito argentino de 2001, una situación que podría darse en España antes de lo que nos pensamos.

¿Podría explicar el término balcanización de España?

Este vomitivo Nuevo Orden Mundial impuesto por Estados Unidos, a través de la Globalización, requiere de unos países pequeños y fáciles de manejar por las multinacionales. Ejemplos: Chequia, Eslovaquia, Moldavia, repúblicas bálticas; Lituania, Letonia, Estonia. Países pequeños en los que las multinacionales puedan hacer y deshacer a su antojo. Yugoslavia, que surgió tras la desmembración del Imperio Austrohúngaro en 1919, ha sido un campo de pruebas. El racimo de países insignificantes que han surgido tras su desguace: Croacia, Montenegro, Bosnia… ha beneficiado a dos países principalmente: Francia y Alemania que se han repartido sus áreas de influencia económica y política en la zona. Es mucho más fácil mangonear a Montenegro, por poner un ejemplo, que a la antigua Yugoslavia, que había llegado a ser una potencia económica a tener en cuenta antes de iniciarse, misteriosamente, los procesos de secesión y las guerras que la desgajaron a partir de 1990.

Por esa misma época, se intentó hacer algo parecido con Italia. La famosa ‘Liga Norte’ que finalmente fracasó, pretendía la secesión de Italia en dos grandes mitades: el norte industrial, cuya capital debía ser Milán, y el resto de Italia, que terminaría a su vez desmembrándose en una serie de pequeños estados independientes.

En España, lo estamos viendo, algunas comunidades como Cataluña, ya han abierto embajadas en el extranjero y han exigido, además de selecciones deportivas propias, estar presentes en las negociaciones entre España y la UE. No se puede estudiar en español en la escuela. Tampoco se puede rotular un comercio en nuestro idioma, etcétera.

¿Qué sucedería si mañana mismo el insípido Montilla proclamase unilateralmente la independencia de Cataluña?
¿Intervendrían automáticamente nuestras FFAA para impedirlo, o empezaríamos una interminable retahíla de negociaciones hasta que se consumase la secesión? ¿Permitiría la OTAN a nuestro Ejército intervenir dentro de nuestro propio territorio? ¿Cuál sería la postura de la UE?

Recientemente, en la primera entrevista que mantuvieron Zapatero y el nuevo ‘mendakari’ euskaldún, el ínclito ‘buen talante’ dijo que ‘había dos gobiernos respaldando al señor López’. ¿De qué ‘dos gobiernos’ hablan? ¿A qué juegan? ¿Están hablando veladamente de soberanía compartida?

España se enfrenta a su desaparición como Nación. Pero nadie hace nada. Incluso los que aún creen en España prefieren mirar hacia otro lado: ¡todos tenemos negocios que atender! Y nos seguimos engañando diciéndonos que ‘ya habrá alguien que haga algo’.

¿El proceso inmigratorio verdaderamente qué esconde detrás?

Intenté explicarlo en mi artículo ‘Proyecto Eurabia’, básicamente disolver la Nación Española en una nueva sociedad ‘multicultural’ y profundamente islamizada… La progresía ha ido eliminando todos los vestigios católicos en la enseñanza, al tiempo que ha introducido elementos extraños a nuestra cultura: se tolera a las niñas musulmanas acudir a las escuelas cubiertas con pañuelos, haciendo ostentación de su pertenencia al islam, pero se prohíbe ya en muchas escuelas públicas cantar villancicos. Para no ofender, precisamente, a esas niñas musulmanas cubiertas con pañuelos y que no acuden a clase cuando tienen la menstruación, siguiendo sus ‘progresistas’ costumbres. O que son devueltas a sus países de origen para casarlas con desconocidos, después de haberse beneficiado de la enseñanza y unos servicios públicos gratuitos durante varios años.

Si usted se fija, cuando en la televisión se habla de algún marroquí fallecido en España, nunca queda claro si vivía aquí o en su país. Van y vienen libremente y las mujeres eligen parir aquí, porque allí han de hacerlo como lo hace el ganado, pero sobre todos ellas, siempre acaban regresando a Marruecos. ¿Conoce usted a alguna marroquí casada con un español? Yo no.

En Cataluña, por ejemplo, en las fiestas que organizan algunos ayuntamientos, se puede bailar merengue, salsa, cumbia, lambada y toda una serie de bailes extranjeros, pero no suenan los pasodobles de toda la vida por considerarlo un baile propio de fachas. Todo lo que tenga alguna reminiscencia española: baile, música, toros, bandera, historia… ¡está anatemizado!

La cacareada y basurienta ‘multiculturalidad’ es un subterfugio para acabar con los últimos vestigios de la cultura española y con la religión católica y cristiana por extensión.

El regalo a la banca de miles de millones de euros de los contribuyentes ¿No le parece la estafa de los siglos?

Lo es. Sin ningún género de dudas. El dinero no se evapora ni se volatiliza. Alguien se lo ha quedado. Y todos esos banqueros españoles que iban por ahí de listillos, codeándose con los tiburones de la banca internacional, e invirtiendo nuestro dinero en sus negocios de cartón piedra se han revelado como lo que son: unos catetos con ínfulas de grandeza. ¡Quédense en su casa! En Santander, en Bilbao, o en Barcelona y no vayan por ahí demostrando más allá de cualquier duda razonable, que ustedes son unos perfectos palurdos. ¡Les han timado! Y lo peor de todo es que quienes vamos a pagarlo, somos los ciudadanos de a pie: ¡los contribuyentes españoles!

Ya sabemos que usted ve similitudes entre España y lo ocurrido en los Balcanes ¿no cree que también existen con respecto a Argentina?

Desde luego. Vuelvo a decirlo. En Argentina se denominó corralito a una restricción a la extracción de dinero en efectivo de plazos fijos, cuentas corrientes y cajas de ahorro impuesta por el gobierno de Fernando de la Rúa en el mes de diciembre de 2001.

Se trató de una maniobra del FMI para ver qué resultados tenía sobre la población una retirada brusca del dinero en efectivo. Desgraciadamente para los argentinos, su país sirvió de campo de pruebas. Argentina estaba retornando el capital de su deuda externa a un buen ritmo, es más, los problemas vinieron cuando pretendió aumentar los pagos para negociar una reducción de los intereses. ¡El problema para el FMI era que Argentina iba bien! ¿Recuerdan el España va bien? Pues lo mismo. Eso sienta muy mal a los hierofantes anglosajones que gobiernan en todas esas instituciones internacionalizadas de la banca. Desgraciadamente, en España y Argentina, hay muchos lerdos que siguen pensando que EEUU y Gran Bretaña son nuestros y ‘sus’ amigos y aliados.

Me pregunta usted si podría darse un corralito en España. Supongamos que usted tiene 60.000 euros ahorrados, en cualquier banco, no importa cuál. Me refiero a una cuenta corriente, no a una de plazo fijo. Preséntese de improviso e intente retirarlos de una sola vez. ¿A ver si lo consigue?

Seguramente, alguno de ustedes se habrá encontrado alguna vez en la siguiente situación: va a retirar dinero de un cajero automático y éste no funciona. Esto se suele dar mucho en fin de semana. Se trata de un subterfugio para retener su dinero 2 días más trabajando para el banco sin que usted perciba ningún interés por ello. Todo lo contrario. Si acude a otro cajero, le cobrarán una comisión.

Otros subterfugios que enmascaran una retención ilícita de nuestro dinero por parte de los bancos son: los límites a las extracciones, el cobro de comisiones abusivas por retirar nuestro propio dinero, incluso en oficinas de la misma entidad.

En los antiguos billetes de papel-moneda de la peseta española se podía leer esta leyenda: ‘El Banco de España pagará al portador’. Esta institución, que era a su vez la encargada de imprimir ese papel-moneda, era el garante del valor de papel.moneda. ¿Ha visto usted escrito en alguna parte esa garantía en los euros? No. ¿Por qué? Pues porque el euro es una moneda ficticia, de mentirijillas, como el dinero del Monopoly. ¿Por qué cree que Gran Bretaña no ha entrado en el sistema monetario ni lo hará? El euro es una moneda ficticia que servirá de transición a la dolarización de la economía. Dentro de pocos años nos dirán que hemos de comerciar con dólares. Entonces, prácticamente se habrá cerrado la gran trampa de la Globalización.

Cuando un país pierde su propia moneda, pierda su independencia de ahí la inteligente frase: ‘Al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios’. Mientras un país utilice en sus transacciones la moneda de otro, no será libre.

¿Las drogas, la tv, las hipotecas... son mecanismos de control social de masas que impiden una reacción popular que parece que nunca llega?

La gente está idiotizada. Sobre todo lo jóvenes. La mayoría no sabrían decirle en qué consiste la Unión Europea. Lo más triste del caso es que esos jóvenes españoles que ahora tienen alrededor de veinte años, acabarán trabajando por el salario mínimo para los hijos de los mismos inmigrantes que vinieron a nuestro país con una mano delante y otra detrás y a los que les pusimos todos los medios en bandeja para que nos pagasen de la manera que nos van a pagar: con desagradecimiento, odio y revanchismo.

¿Alberga alguna esperanza de que se produzca una reacción capaz de devolver la soberanía robada al pueblo?

Desgraciadamente no. Tendríamos que estar en marcha desde hace mucho tiempo. Veo a la derecha llena de complejos. El PP es un partido errático que lleva años viajando al centro de ninguna parte. Se han obnubilado con toda la jerga americanoide de libre mercado y con las ilusorias grandes oportunidades que se supone se abrirán para las empresas españolas en medio de ese pandemonio llamado Globalización.

Estados Unidos y Gran Bretaña, los grandes impulsores de este nuevo orden mundial llamado Globalización, conservan su propia moneda, la independencia de sus Fuerzas Armadas y de sus propio sistema político. Francia y Alemania se han repartido Europa. Italia, al menos, ha logrado quedarse en una situación relativamente cómoda. Pero ¿qué sucede con España? Estamos en el pelotón de los torpes con Moldavia, Rumania, Bulgaria, Montenegro, Bosnia y la República Malgache. Cuando se consume el ingreso de Turquía en la UE, su peso demográfico hará que tenga más poder decisorio que España.

Permítame terminar esta entrevista dejando unas preguntas abiertas para que cada lector, si lo desea, pueda reflexionar y buscar sus propias respuestas: ¿cree usted que la bochornosa ceremonia de hacer sonar el himno danés en lugar del español en la ceremonia de clausura de Tour fue un descuido fortuito?

Recuerde que en Australia, hace poco tiempo, durante los prolegómenos de un partido de tenis de Copa Davis sucedió algo parecido, aún más ofensivo si cabe, al interpretar un sujeto el ‘Himno de Riego’ con una especie de corneta de pregonero.

¿Cree usted que es producto del inocente protocolo indígena que se obligue a nuestro rey a agacharse para recoger un objeto depositado en el suelo, humillándose ante un jefe tribal, cuando visita no sabemos con qué propósito, unas islas perdidas, vaya usted a saber dónde? ¿Cree usted que eso es producto de la casualidad? ¿Ha visto hacerlo alguna vez a la reina de Inglaterra?

Los enemigos de España pulsan de este modo nuestra reacción. Y cuando ven a los presentadores mentecatos de los informativos alienantes dando la noticia con una socarrona sonrisa de oreja a oreja, como una anécdota simpática, extraen la conclusión de que estamos dispuestos a seguir dejándonos humillar.


Antonio Pérez Omister

Recordamos a nuestros lectores que pueden adquirir el libro del autor "Conzpiración" en nuestra tienda online: www.keltibur.com

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Barcelonés nacido en 1959, casado y padre de dos hijos, reside desde hace años en la provincia de Cádiz. De profesión agente comercial en el sector del petróleo, conoce de primera mano los entresijos políticos que promueven el sector de los hidrocarburos, su influencia y directriz en el actual proceso globalizador en el que el mundo se encuentra inmerso.

Escritor desde hace 20 años, no tiene militancia política, aunque se está tramitando ya su afiliación a Democracia Nacional, partido con el que comparte su preocupación por la deriva inducida que esta teniendo lugar en las sociedades occidentales y con el que comparte el análisis de las causas y la solución a las mismas, como ya comentó en estas páginas en la entrevista que nos concedió.

El acto que fue presentado por nuestro Secretario General, Luís Mateos, comenzó con un repaso sobre el contenido del libro, que sostiene la tesis de como los grupos de presión mundialistas, auténtico poder en la sombra, llevan siglos intentando acaparar los recursos energéticos del planeta y los flujos de capitales. Para ello, no dudan en promover guerras y financiar simultáneamente a los distintos bandos en conflicto, con el fin de salir siempre ganando. Desde la fundación de la Banca Rotschild y su financinanciación de las guerras en el continente europeo, pasando por la financiación a la revolución bolchevique por parte de los financieros judíos estadounideneses, para continuar con los suministros de petróleo a Alemania en la II Guerra Mundial por parte de estos mismos, hasta llegar a nuestros días a la promoción de guerras en Oriente Medio por el control de las fuentes del petróleo.

A continuación, el autor tomó la palabra para impartirnos una conferencia basada en las consecuencias actuales que padece España por parte de la actuación de estos organizadores antidemocráticos de la política mundial.

Nos explicó el proceso económico de la globalización, en el que las grandes corporaciones buscan aumentar sus beneficios apelando a la tan manida competitividad. Competitividad que se basa en tres pilares básicos: llevar las fábricas a los países con mano de obra más barata (deslocalización), importar productos fabricados en países de mano de obra más barata, como por ejemplo China, en competencia con los productores autóctonos que respetan los derechos laborables (competencia desleal), y la importación de mano de obra extranjera para abaratar los sueldos de los trabajadores de los países receptores (competencia por el puesto de trabajo).
En la relación de España con los países vecinos y su escaso peso político internacional, se centró en cuestiones tales como la deslealtad francesa en la lucha contra el terrorismo, lucha siempre ligada en sus resultados a la compra de su tecnología y productos industriales, como el AVE, y al favorecimiento de sus relaciones con Marruecos en detrimento de nuestros intereses. A este respecto nos dio un dato desconocido por el público: la construcción de autopistas en el norte de Marruecos, más concretamente en la región del Riff, financiadas por la Unión Europea, para transportar sus productos hortofrutícolas y pesqueros más fácilmente al centro de Europa, en abierta competencia con nuestros productores, y todo con el beneplácito de nuestro gobierno.
En el plano nacional, nos explicó como los poderes mundialistas han puesto sus garras sobre nuestro país desestabilizándolo y dividiéndolo. Habló de los nunca aclarados atentados del 11-M, diseñados a orillas del río Potomac, de la invasión del islote Perejil, respaldado por Estados Unidos y cuyo fin era comprobar nuestra disposición a mantener nuestras ciudades españolísimas de Ceuta y Melilla, próximo asalto del moro a nuestra soberanía.

También hizo hincapié en la curiosa circunstancia de que el primer muerto por gripe A en España hubiese sido una súbdita marroquí, y posteriormente su hijo recién nacido en extrañas circunstancias, con toda la alaraca mediática que le siguió. También comentó la persecución judicial que sufrimos los españoles en nuestra propia tierra para defender a los inmigrantes que nos invaden y asentar este estado de cosas sin que podamos protestar, poniendo como ejemplo las elevadas penas que se imponen ante cualquier conflicto que tengamos con ellos, caso de los equipos de fútbol barceloneses que tuvieron una disputa en el campo de juego y en el que el poder mediático y judicial ya va tomando partido a favor de los “pobres inmigrantes”, pidiendo un castigo ejemplar.