14 octubre 2013

Hay que eliminar la mafia bancaria o simplemente volveremos a lo peor de la edad media

Declaraciones de Paul Hellyer, ex ministro de defensa de Canadá (Traducción de Qbeac).
Hay que eliminar a la FED y a Wall st.

Texto del discurso: En definitiva, la solución es tan sencilla como que la Humanidad (y no los vampiros - la FED y sus adlateres) emitan el dinero con el que se funciona.

Evidentemente, el sistema informático entero por el que “corren” las transacciones debería “migrar” a uno justo.

Si pudieras poner fin a la depresión con un solo golpe de bolígrafo, ¿lo harías? Bueno, es casi así de fácil. El Gobierno Federal [de Canadá] tiene el poder de hacer que eso suceda. La Constitución de Canadá le da al Parlamento Federal la total jurisdicción en relación al dinero y a la banca, por lo que el Gobierno Federal puede crear todo el dinero que desee.

O puede hacerlo como lo hace ahora:
puede [usar sus licencias para] pedírselo prestado a los bancos privados, y luego tener que devolvérselo, tanto el capital como el interés. Con este período de austeridad y recortes y reducciones en los servicios del gobierno, podríais preguntar:
“¿Hay una mejor manera de hacerlo?” Bueno, la respuesta es sí.

Podemos adoptar una política similar a la que tuvimos entre 1939 y 1974.

En aquel momento, el Banco de Canadá le suministraba al Gobierno Federal grandes sumas de dinero a costo casi cero.

El gobierno gastaba ese dinero poniéndolo en circulación y eso es lo que nos sacó de la Gran Depresión y luego ayudó a financiar la Segunda Guerra Mundial, y después de la guerra, el gran programa de infraestructuras, la Sub-? Autopista Marítima [Sub---Seaway], la autopista Trans Canadá, nuestros grandes y nuevos terminales de aeropuertos, y una serie de otros proyectos.

También nos permitió lanzar nuestro programa de atención médica y los servicios sociales que se convirtieron en la envidia del mundo. Lo que realmente estaba sucediendo era una política donde la función de creación del dinero se repartía entre el Gobierno Federal, por una parte, y los bancos privados, por otra parte. El sistema funcionó a las mil maravillas y nos dio los mejores años del siglo 20. Bueno, después, en 1974, todo cambió. El Banco de Canadá les dio la espalda a sus accionistas, que somos nosotros. Y empezó a recibir órdenes del Banco de Pagos Internacionales (BIS. Bank for International Settlements) en Zurich, Suiza.

El BIS, que es la cúpula del cartel de la banca internacional decidió que el Banco de Canadá, junto con otros bancos centrales de todo el mundo, debían dejar de prestar dinero a sus gobiernos a bajo costo. En efecto, ellos les dieron a los bancos privados el monopolio de crear dinero. Y los gobiernos, que son los dueños de las patentes para crear dinero en nombre de las personas, se ven obligados a salir a pedir dinero prestado según las tasas de interés actuales, sean las que sean en cada momento. Bueno, el resultado fue una bonanza para los bancos y una catástrofe para el pueblo.

En 1974 no había prácticamente ninguna deuda en Canadá. Ahora (2013), la deuda Federal por sí sola es de unos 600 billones de dólares. Peor aún, los presionados contribuyentes canadienses han tenido que pagar entre el año fiscal 1974-1975 y el año fiscal 2010-11, 1,1 trillones (eso son trillones) de dólares en intereses solamente de la deuda Federal. Eso equivale a unos 1.700 dólares por persona por cada hombre y mujer en la fuerza de trabajo, y no hay alivio a la vista.

Nuestro gobierno, en lugar de utilizar su poder para poner fin a la recesión, está negociando un acuerdo comercial con la Unión Europea que, si se firma, le impedirá a él mismo o a cualquier otro futuro gobierno canadiense, manejar nuestra economía para el mejor interés del pueblo canadiense. Seremos esclavos permanentes del cartel de la banca internacional, la cábala más avariciosa y cruel [o despiadada, ruthless] de la historia. Será una traición comprometer nuestro derecho a crear nuestro propio dinero y robarnos el bien más preciado que cualquier gobierno tiene.

La pérdida, en términos monetarios, se contará en trillones. Aún más importante es la pérdida de libertad para gestionar nuestros propios asuntos, que no tiene precio. Si perdemos esta batalla, Estados Unidos, que ahora está negociando (o empezando a negociar) un tratado con la Unión Europea, será el próximo, porque los europeos usarán el acuerdo con Canadá como un precedente. Y después de eso vendrá un país detrás del otro, hasta que, finalmente, la cábala [o élite], el cartel internacional, izará la bandera de la victoria en su guerra de 40 años contra el auto-gobierno

 [Nota: el derecho de la gente a auto-gobernarse]. Ellos [la élite] entonces impondrán su propia marca de “esclavitud por la deuda” sobre todos nosotros.

A estas alturas, nuestra única esperanza es conseguir una orden judicial para impedir que el gobierno Federal cometa esta traición, y eliminar todas las disposiciones financieras de lo que se supone que era un tratado de comercio antes de que sea firmado. Nosotros, el Comité de Reforma Monetaria y Económica (¿falta nombre completo?), pondremos en marcha la acción. Por eso necesitamos vuestra ayuda.

Id a:       www.victoryfortheworld.net 


NADA HA CAMBIADO DESDE LA EPOCA DE LA NOBLEZA NEGRA DE VENECIA: 


"Bancocracia": 
de la república de Venecia a Mario Draghi y 
Goldman Sachs

Éric Toussaint        CADTM

Desde el siglo XII hasta comienzos del siglo XIV, la Orden de los Templarios, presente en una gran parte de Europa, se convirtió en banquero de los poderosos. Contribuyó a financiar varias cruzadas. A comienzos del siglo XIV, se había convertido en la principal acreedora del rey de Francia Felipe el Hermoso. Frente al peso de una deuda que gravaba sus recursos, Felipe el Hermoso se libró de sus acreedores y, de la misma, de su deuda, demonizando la Orden de los Templarios, acusándola de múltiples crímenes [2] . La Orden fue prohibida, sus jefes ejecutados y sus bienes confiscados. La Orden de los Templarios carecía de un estado y de un territorio para hacer frente al rey de Francia. Su ejército (15.000 hombres, de ellos 1.500 caballeros), su patrimonio y sus créditos con los dirigentes no la protegieron de la potencia de un estado decidido a eliminar a su principal acreedor.

En la misma época (siglos XI-XIV), los banqueros venecianos financiaban también cruzadas y prestaban dinero a los poderosos de Europa, pero maniobraron mucho más hábilmente que la Orden de los Templarios. En Venecia, se apoderaron de la cabeza del estado dándole la forma de una república. Financiaron la transformación de Venecia, ciudad-estado, en un verdadero imperio que comprendía Chipre, Eubea (Negrepont) y Creta.

Adoptaron una estrategia imparable para enriquecerse duraderamente y garantizar el reembolso de sus créditos: fueron ellos quienes decidieron endeudar al estado veneciano con los bancos que poseían. Los términos de los contratos de los préstamos fueron definidos por ellos puesto que eran a la vez propietarios de los bancos y dirigentes del estado.

Mientras Felipe el Hermoso tenía interés en librarse físicamente de sus acreedores para liberarse del peso de la deuda, el estado veneciano devolvía hasta la última moneda de la deuda a los banqueros. Éstos tuvieron por otra parte la idea de crear títulos de la deuda pública que podían circular de un banco a otro. Los mercados financieros comenzaban entonces a ponerse en pie [3] . Este tipo de préstamo es el precursor de la forma principal de endeudamiento de los estados tal como se conoce en el siglo XXI.

Siete siglos después del aplastamiento de la Orden de los Templarios por Felipe el Hermoso, hoy los banqueros de Europa, igual que sus predecesores venecianos o genoveses, no tienen manifiestamente que estar inquietos por los gobiernos actuales.
Los estados nacionales y el protoestado que es la Unión Europea de hoy son quizás más complejos y sofisticados que las repúblicas de Venecia (o de Génova) de los siglos XIII al XVI, pero son con igual crudeza los órganos de ejercicio del poder de la clase dominante, el 1% opuesto al 99%. Mario Draghi, antiguo responsable de Goldman Sachs en Europa, dirige el Banco Central Europeo. Los banqueros privados han colocado a sus representantes o a sus aliados en puestos clave en los gobiernos y las administraciones.

Los miembros de la Comisión Europea están muy atentos a la defensa de los intereses de las finanzas privadas, y el trabajo de lobby que los bancos ejercen ante parlamentarios, reguladores y magistrados europeos es de una eficacia temible.
Que un puñado de grandes bancos capitalistas ocupe el primer plano estos últimos años, no debe ocultar el papel de las grandes empresas privadas de la industria y del comercio, que usan y abusan de su proximidad a las estructuras del estado de forma tan hábil como los banqueros. La interconexión y la imbricación inextricables entre los estados, los gobiernos, los bancos, las empresas industriales y comerciales, y los grandes grupos privados de comunicación constituyen, por otra parte, una de las características del capitalismo, tanto en su fase actual como en las precedentes.

Efectivamente, desde la victoria del capitalismo como modo de producción y como formación social dominante, el poder es ejercido por los representantes de los grandes grupos privados y sus aliados.

Desde un punto de vista histórico, la New Deal iniciada por el presidente F. Roosevelt en 1933 y los treinta años que siguieron a la II Guerra Mundial aparecen como un paréntesis durante el cual la clase dominante tuvo que hacer concesiones, ciertamente limitadas pero reales, a las clases populares. Los grandes patronos tuvieron que disimular un poco su dominio sobre el estado. Con el giro neoliberal emprendido a finales de los años 1970, abandonaron la discreción. Los años 80 ponen en un primer plano una clase dominante completamente desinhibida que asume y proclama con cinismo la carrera por la ganancia y la explotación generalizada de los pueblos y de la naturaleza.

La fórmula, tristemente célebre, de Margaret Thatcher “There is no alternative” marca hasta hoy el paisaje político, económico y social, a través de los ataques violentos a los derechos y conquistas sociales. Mario Draghi, Angela Merkel, Silvio Berlusconi (gran patrón italiano), José Manuel Barroso, aparecen como figuras emblemáticas de la prosecución del proyecto thatcheriano. La complicidad activa de los gobiernos socialistas (de Schröeder a Hollande, pasando por Tony Blair, Gordon Brown, Papandreu, Zapatero, Socrates, Letta, Di Rupo, y muchos otros) muestra hasta qué punto se insertaron en la lógica del sistema capitalista, hasta qué punto forman parte del sistema igual que Barack Obama del otro lado del Atlántico. Como afirmaba el multimillonario americano Warren Buffet, “es una guerra de clases, y es mi clase la que va ganando”.

El sistema de la deuda pública tal como funciona en el capitalismo constituye un mecanismo permanente de transferencia de riquezas producidas por el pueblo hacia la clase capitalista. Este mecanismo se ha reforzado con la crisis comenzada en 2007-2008, pues las pérdidas y las deudas de los bancos privados han sido transformadas en deudas públicas. A una gran escala, los gobiernos han socializado las pérdidas de los bancos a fin de permitirles continuar haciendo beneficios que redistribuyen a sus propietarios capitalistas.
Los gobiernos están directamente conchabados con los grandes bancos y ponen a su servicio los poderes y las arcas públicas. Hay un va y viene permanente entre los grandes bancos y los gobernantes. El número de ministros de finanzas y de economía, o de primeros ministros, que provienen directamente de los grandes bancos o que van a ellos cuando abandonan el gobierno no deja de aumentar desde 2008.

El oficio de la banca es demasiado serio para ser dejado en manos del sector privado, es necesario socializar el sector bancario (lo que implica su expropiación) y colocarlo bajo control ciudadano (de los asalariados de los bancos, de los clientes, de las asociaciones y de los representantes de los actores públicos locales), pues debe estar sometido a las reglas de un servicio público [4] y las rentas que su actividad genera deben ser utilizadas para el bien común.
La deuda pública contratada para salvar a los bancos es definitivamente ilegítima y debe ser repudiada. Una auditoría debe determinar las demás deudas ilegítimas y/o ilegales y permitir una movilización tal que una alternativa anticapitalista pueda tomar forma.

La socialización de los bancos y la anulación/repudio de las deudas ilegítimas deben inscribirse en un programa más amplio [5] .

Como durante la república de Venecia, hoy en la Unión Europea y en la mayoría de los países más industrializados del planeta, el estado está en ósmosis con la gran banca privada y paga dócilmente la deuda pública. El no pago de la deuda ilegítima, la socialización de la banca así como otras medidas vitales serán el resultado de la irrupción del pueblo como actor de su propia historia. Se tratará de poner en pie un gobierno tan fiel a los oprimidos como los gobiernos de Merckel y Hollande lo son a las grandes empresas privadas. Tal gobierno del pueblo deberá hacer incursiones en la sacrosanta gran propiedad privada para desarrollar los bienes comunes a la vez que respeta los límites de la naturaleza. Ese gobierno deberá igualmente realizar una ruptura radical con el estado capitalista y erradicar todas las formas de opresión. Una auténtica revolución es necesaria.

Notas:
[1] David Graeber, En deuda. Una historia alternativa de la economía, Editorial Ariel, Barcelona, 2012, 714 pp ; Thomas Morel et François Ruffin, Vive la Banqueroute!, Paris, Fakir Editions, 2013.

[2] Fernand BRAUDEL, Civilisation matérielle, économie et capitalisme. XVe-XVIIIe siècle. Paris, Armand Collin, 1979 ; David Graeber, En deuda. Una historia alternativa de la economía , Editorial Ariel, Barcelona, 2012, 714 pp 

[3] El sector bancario debería ser enteramente público con excepción de un sector cooperativo de pequeña talla con el que podría cohabitar y colaborar. 

[4] Damien Millet y Eric Toussaint, Europa, ¿qué programa de urgencia frente a la crisis? http://cadtm.org/Europa-Que-programa-de-urgencia . Ver también Thomas Coutrot, Patrick Saurin y Eric Toussaint, 
Anular la deuda o gravar al capital: ¿Por qué elegir? 
 http://cadtm.org/Anular-la-deuda-o-gravar-al

Finalmente, ver¿Qué hacer con la deuda y el euro?,  
http://cadtm.org/Que-hacer-con-la-deuda-y-el-euro publicado el 30 de abril de 2013. 

Éric Toussaint, doctor en ciencias políticas, es presidente del CADTM Bélgica (Comité por la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo, www.cadtm.org ) y miembro del consejo científico de ATTAC. Autor, entre otros libros, deUna mirada al retrovisor: el neoliberalismo desde sus orígenes hasta la actualidad, Icaria 2010; La Deuda o la Vida(junto a Damien Millet) Icaria, Barclona, 2011; La crisis global, El Viejo Topo, Barcelona, 2010;. La bolsa o la vida: las finanzas contra los pueblos, Gakoa, 2002.
Fuente: http://cadtm.org/Francais



comments :


The Bank of Canada is not a metaphorical solution to saving Canadians from perpetual debt. It is a real and practical solution that can be achieved overnight by using our national bank as it was intended: interest-free loans for infrastructure and government spending. Buy gold and silver now and ask for physical delivery, write your MP's to ban the treaty with the European Union and demand your representative to reactivate the right for the Bank of Canada to create the money by loaning it to the Fed government at 0% by spending it into existence.
youtube.com/watch?v=Bx5Sc3vWef­E

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El Banco de Pagos Internacionales: 

conozca al grupo financiero más secreto del mundo

El Banco de Pagos Internacionales (BPI) es la institución financiera global más secreta del mundo. Desde su creación en 1930, el banco ha estado en el centro de los acontecimientos mundiales, pero frecuentemente ha pasado desapercibido. El BPI está construyendo una nueva arquitectura financiera y regulatoria global, demostrando que tiene el poder para dar forma a las normativas financieras del planeta.

El escritor británico Adam LeBor realizó la primera investigación profunda de las actividades del banco basándose en una serie de documentos y entrevistas con importantes figuras del mundo financiero.

"El BPI es una institución única: es una organización internacional, un banco muy rentable y un instituto de investigación fundado y protegido por tratados internacionales", cita el portal 'Global Research' un extracto del libro de LeBor, titulado 'Tower of Basel : The Shadowy History of the Secret Bank that Runs the World' ('Torre de Basilea: La Vaga Historia del Banco Secreto que Dirige el Mundo').

Sus decisiones dan forma a nuestras vidas
El banco fue creado por los gobernadores del Banco de Inglaterra y el Reichsbank en 1930 y está protegido por un tratado internacional, por lo que el BPI y sus activos están legalmente fuera del alcance de cualquier Gobierno o jurisdicción. Es decir, el BPI es intocable. El banco tiene sólo 140 clientes, pero en los años 2011 y 2012 obtuvo ganancias libres de impuestos estimadas en 1.170 millones de dólares.

"El club más exclusivo del mundo tiene 18 miembros" que se reúnen en Basilea, Suiza, en el marco del Comité Consultivo Económico del BPI. Se trata de "las personas más poderosas del mundo", los banqueros centrales.

"Los banqueros centrales, cuya independencia está constitucionalmente protegida, controlan la política monetaria en el mundo desarrollado. Gestionan la oferta de dinero a las economías nacionales. Fijan las tasas de interés decidiendo así el valor de nuestros ahorros e inversiones. Ellos deciden si hay que centrarse en la austeridad o crecimiento. Sus decisiones dan forma a nuestras vidas", escribe LeBor.

Papel crucial en la historia
Desde el primer día de existencia, el BPI se ha dedicado a la promoción de los intereses de los bancos centrales y la construcción de la nueva arquitectura de la financiación transnacional. Sus miembros han desempeñado un papel crucial en la determinación de la respuesta mundial a la crisis financiera global, afirma LeBor.

Alemania perdió la guerra, pero ganó la paz económica, en gran parte gracias a la BPI
El BPI permaneció abierto a los negocios a lo largo de la Segunda Guerra Mundial, aceptando el oro robado nazi y llevando a cabo operaciones de divisas de la Alemania nazi. El banco fue utilizado tanto por los Aliados, como por las potencias del Eje como un punto secreto de contacto para mantener abiertos los canales internacionales de financiación. "Alemania perdió la guerra, pero ganó la paz económica, en gran parte gracias al BPI", indica el libro.

"La opacidad del banco y la influencia que se hace cada vez mayor plantean profundas preguntas, no solo sobre la política monetaria, sino también sobre la transparencia, la rendición de cuentas, y cómo se ejerce el poder en nuestras democracias", advierte el autor del libro.

¿Para qué el FMI necesita oro?
Numerosos analistas financieros destacan el fracaso de las divisas nacionales como el principal medio de pago en el mundo y discuten cada vez más la posible aparición de una moneda respaldada por oro, que pondría fin a la era de la hegemonía del dólar como moneda de reserva. Al parecer, el FMI también apuesta por el oro en las actuales condiciones económicas poco estables.
El conocido economista Meghnad Desai, director del Foro Oficial de Instituciones Monetarias y Financieras (OMFIF, por sus siglas en inglés), organización de investigación independiente y consultoría, indicó que los Derechos Especiales de Giro del FMI (DEG) deben contener una cierta cantidad de oro para ayudar a estabilizar esa moneda 'sintética'.

"Un poco de oro ayudaría a estabilizar los DEG. Podríamos pedir que el oro sea designado como parte de los DEG. Creo que es bastante probable que eso suceda", dijo Desai en una conferencia de metales preciosos celebrada el pasado fin de semana en Dubái, informa el portal 'Zero Hedge'. "Esto será más fácil si China aumenta sus reservas oficiales de oro", agregó Desai.
Actualmente, los DEG se componen de cuatro monedas: el dólar estadounidense, el yen, el euro y la libra esterlina. Pero si el FMI quiere cambios en la infraestructura financiera global, la necesidad de añadir a esta lista el yuan ya es evidente.

01 octubre 2013

TECNICAS DE MANIPULACION - Angeles Diez Rodriguez

Ángeles Díez Rodríguez,  profesora del Departamento de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid, analiza el catálogo de "técnicas de manipulación" utilizados por los grandes medios de comunicación para criminalizar a aquellos personajes, países, organizaciones o movimientos sociales que pueden suponer una amenaza para los intereses particulares que éstos representan.


 La intervención que les ofrecemos forma parte de los "extras" filmados por el colectivo audiovisual "Tres y un perro" para la elaboración de su documental   
"Cuarto Poder: Los Medios en la Sociedad de la Información"

Este trabajo ha sido presentado en festivales de Argentina, España, Reino Unido, Cuba y Brasil, que toma el ejemplo de Venezuela y el gobierno de Hugo Chávez como caso de estudio para poner de manifiesto cuál es la verdadera función social de los "Media" e indagar en conceptos como la libertad de expresión, el derecho a la información, la deontología informativa, la manipulación o la creación de "opinión pública" (....)
Entre las técnicas explicadas por Ángeles Díez destacan la "criminalización", la "victimización", la creación de estereotipos, la "descontextualización" y "recontextualización" de las noticias o el desequilibrio de fuentes.
[Img #21663] Ángeles Díez Rodríguez es profesora del Departamento de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid. Díez Rodríguez ha impartido o participado en cursos relacionados con temas de su especialidad en no pocas universidades,  tanto españolas como internacionales. Asimismo es autora de numerosos libros y publicaciones tales como: 
"La Tortura como procedimiento: de la cárcel de Abu Graib a la base naval de Guantánamo", "Manipulación y medios en la sociedad de la información"; "La última carga... y las guerras de aniquilación"; "Nuevas organizaciones sociales al final del milenio";  "¿Existen movimientos sociales?".  
 El texto que reproducimos corresponde  a una conferencia suya  impartida en el Ateneo de Madrid el 9 de septiembre de 2013.



AQUI DOCUMENTAL COMPLETO: 
http://www.tresyunperro.com/ver_pelicula.html
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EXCELENTE DOCUMENTAL SOBRE LA HISTORIA DE LA PROPAGANDA:


  por Rubén Luengas

"Donde la ignorancia es feliz, es locura el saber"

Aldous Huxley

Varias personas me han preguntado por el libro que recomendé  en el programa Entre Noticias que se transmite los jueves por internet: Amusing Ourselves to Death.Public Discourse in the Age of Show Business  

(Divertirse hasta morir. El discurso público en la era del "show business"), del neoyorquino Neil Postman, quien fuera discípulo de Marshall McLuhan.


El libro confronta la obra de George Orwell (1984), con la de Aldous Huxley (Un mundo feliz), llegando a la conclusión de que es la de Huxley y no la de Orwell, la que mejor anticipó lo que domina a las personas en nuestra sociedad actual. 

Según Postman, ocurre que las modernas formas de opresión no provienen de un ámbito exterior ni nos son impuestas de manera violenta, sino que, como Huxley anticipó, "el hombre llegará a amar su opresión y a adorar las tecnologías que anulen su capacidad de pensar".


En la era de la televisión y de la internet, dice Postman, 
"los estadounidenses son los mejor entretenidos y, probablemente, los peor informados del mundo occidental". 

Agrega de manera enfática que: "La televisión ha alterado el significado de lo que es 'estar informado', al crear un tipo de información que para ser más exactos habría que calificarla de desinformación". Para Postman, hablar de desinformación no significa necesariamente que se trate siempre de información falsa, sino presentada de manera tramposa, engañosa, fragmentada, fuera de contexto,irrelevante, frívola o superficial. Información que "crea la ilusión de que sabemos algo, pero que de hecho nos aleja del conocimiento real.


Neil Postman dibuja una sociedad que camina aceleradamente hacia la estupidez colectiva, en un marco de libertades formales inútiles, plenamente inútiles porque nadie las podrá ejercer por desconocimiento; y junto con Huxley, se pregunta "de qué nos reímos y por qué hemos dejado de pensar".


El libro divertirse hasta morir, no lamenta que la televisión ofrezca entretenimiento, sino que termine presentándonos todos los asuntos como entretenimiento y que sea esta la "supraideología" de todo el discurso televisivo.


En el prólogo de la edición que yo tengo del libro del francés Guy Debord, "La sociedad del espectáculo",se denuncia precisamente eso:"La espectacularización de la política y de la realidad en general hasta niveles de una proliferación de la obscenidad emocional y del sensacionalismo cínico y escandaloso del reality show".


Ese es justo el contexto en el que muchos ubican, no solo al programa de televisión de Laura Bozzo, sino a muchos otros, incluidos noticieros cuyos formatos están diseñados para entretener con pedazos de realidad, para "llenar butacas", ofreciendo entretenimiento disfrazado de noticia y en cuyas "juntas editoriales" es frecuente escuchar decir a sus diseñadores: 
"Esa noticia no es 'sexy', la dejamos fuera".


Laura Bozzo ha sido acusada desde hace mucho tiempo de ser protagonista de este imperio de lo falso que responde a las demandas del 'show business. De hacer un uso innoble del dolor y la desgracia en tragedias como el terremoto en Pisco, Perú, o el Huracán Manuel, en Guerrero México, utilizándolas de escenografía para "el montaje histriónico" de un melodrama que pretende vender "una imagen ficticia de salvadora o redentora"


Más allá de la conductora en sí misma y de sus alaridos grotescos contra la acreditada periodista Carmen Aristegui, habría más bien que advertir lo que todo esto significa en el uso impune de la televisión para la deliberada estupidización del mundo y la colonización de las conciencias.



México enfrenta una de las encrucijadas más inciertas de su historia, siendo más que evidente su actual estado de descomposición general. Ante la falta de escrúpulos de quienes permiten que los hogares mexicanos sean inundados de telebasura estridente, propaganda y desinformación, cada persona, según su nivel de conciencia, tiene la opción de actuar y rebelarse, o de lo contrario aceptar aquel famoso pronóstico de que los mexicanos "nunca dejarán de estar jodidos".


ESTE DISCURSO SE PUEDE APLICAR A CUQLQUIER PAIS DEL MUNDO OCCIDENTAL EN MAYOR O MENOR GRADO.  


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File photo of a parade to commemorate the 65th anniversary of the founding of the Workers' Party of Korea in Pyongyang
Una concurrencia en torno a las 150 personas se apretaba en el aula 26 de la Facultad de derecho de Barcelona el pasado 3 de Octubre, con motivo de la charla de Alejandro Cao de Benós, delegado especial del Comité de Relaciones Culturales con el Extranjero del Gobierno de la República Popular Democrática de Corea y presidente de la KFA (Korean Friendship Association).

Si se supone que un funcionario del gobierno norcoreano es un tipo flemático de ademanes militares, ese será un tópico más a derribar de los que conforman los cimientos de nuestra subcultura.  Alejandro hizo una exposición metódica y ambiciosa, con pasión –lejos de aburrir a nadie– y con paciencia, después de tres horas que bien podrían haber sido más ante las preguntas de los asistentes y la noche que caía.

La segunda idea errónea, que pone al descubierto nuestro desconocimiento, es que no existen dos Coreas, sino una, que tras la 2ª Guerra Mundial terminó con la ocupación japonesa y quedó dividida en dos partes por el paralelo 38. La URSS tomó el control de la parte norte, mientras que los EEUU el de la parte sur. Posteriormente la URSS dejó Corea para los coreanos y no mantuvo el control sobre Corea de Norte, mientras que EEUU sí lo hizo con Corea de Sur, sobre todo como colonia militar.

Estas líneas son más un testimonio que una síntesis de una extraordinaria charla con múltiples contenidos. Desde la presentación personal y trayectoria de Cao de Benós, al contexto histórico, pasando por las implicaciones geopolíticas actuales y la realidad social de la República Popular Democrática de Corea en educación, sanidad, energía, defensa, etc. Alejandro no dejó un ápice de duda sobre su profundo conocimiento. Tampoco dudó en exponer su visión ante otras preguntas sobre temas más cercanos.

Respecto a la independencia de Cataluña comenzó diciendo que “la unión hace la fuerza”. Pero si se habla de independencia se debería profundizar en qué se trata de independizarse, ya que los vínculos económicos y militares siguen en situación de dependencia de entidades internacionales no cuestionadas por el independentismo. Ahora bien, diferente sería hablar de una unión de repúblicas, añadió Benós.

No podían faltar los acólitos de los manoseados derechos humanos –o quizá aspirantes a periodistas que buscan infructuosamente un trabajo antes que respuestas. Estos hicieron mención a la libertad de expresión, a la libre circulación y otros de los tópicos de nuestra modélica sociedad, mientras que eludieron otras preguntas referentes al derecho a la vivienda, al trabajo, la sanidad o el ocio. Benós expuso cómo la mayoría de derechos contemplados por la ONU están plenamente atendidos en la República Popular Democrática de Corea.
Tampoco faltaron las referencias a informes de Amnistía Internacional como prueba de violaciones de derechos humanos. Respecto a esto Alejandro denunció el papel que juega dicha organización en su colaboración con el poder imperialista dominante, hecho que arrancó los aplausos de gran parte de la concurrencia, lo cual me pareció un extraordinario síntoma de que algo está cambiando en nuestro entorno social.

“Dime con quién andas y te diré quién eres” así titulaba su artículo Mikel Itulain en Diario Octubre el pasado 22 de junio dedicado a mostrar los vínculos con el poder de Amnistía Internacional. En él se puede ver a a Suzanne Nossel, directora ejecutiva de Amnistía Internacional sección EEUU junto a Hillary Clinton y James Wolfensohn, expresidente del Banco Mundial. La digresión viene a cuento de que Benós expuso lo mismo que Itulain en otro artículo de su blog:
Amnistía Internacional, como Human Rights Watch,

 utilizan la excusa de los derechos humanos con otros fines, fines políticos y económicos. Estas organizaciones, que actúan en beneficio del poder económico occidental, tienen una importancia capital en la estrategia de conquista del mundo por parte de las corporaciones.

A muchos nos sonó un tanto idílica la exposición de Alejandro, personalmente me resulta muy difícil imaginar el desarrollo humano anteponiendo la patria como causa mayor. En cualquier caso, las condiciones de un pueblo dependen en gran medida de las circunstancias que lo envuelven. Acercarnos a otras realidades implica poner en cuestión a nuestra propia razón, teñida de prejuicios y/o carencias educativas y, aún mejor, tener un mínimo conocimiento de su sustrato cultural, como lo es Confucio y el budismo en este caso. Por lo que se refiere al proceso histórico, en Corea del Norte la tradición se ha mantenido por siglos y es parte consustancial de su actual sistema comunista diferenciado e independiente de la antigua URSS y de China.

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La Información ha muerto

La Marea


A lo largo de la Historia los poderosos, para someter el resto de las personas, siempre han recurrido a una instancia absoluta: Dios, Logos, Padre, Ley, Razón, el Individuo, la Humanidad, la Ciencia, el Lenguaje… Dependiendo de a quién sirviera, la filosofía ha ido creando o destruyendo esos absolutos: ya fueran sistemas religiosos formales o constructos ideológicos. “Dios ha muerto”; “hay que matar al Padre”; “es el fin del logocentrismo”; “es el fin del antropocentrismo”, “es el sueño de la Razón…”. Tras el ocaso de estos ídolos, el último gran Absoluto que queda por derrocar es el de la Información. Y quizá sea tiempo de admitir que la información ha muerto.
“La información lo es todo, en la guerra como en la paz, en la política como en la economía. El Poder no se funda, en la Francia de 1799, en el terror, sino en la información”. Estas palabras del escritor Stefan Zweig en su obra Fouché, el genio tenebroso (1929) nos pueden dar una idea de en qué medida, desde hace siglos y hasta las recientes filtraciones de Wikileaks y de Edward Snowden, el Poder se sirve de un ídolo llamado Información para someter a los demás. Si en nombre de Dios se han cometido crímenes, no menos crímenes se cometen en nombre de la información.
La Información es desde hace al menos dos siglos el nuevo Absoluto. La Información se reviste de los atributos de una religión positiva que cuenta con su casta de sacerdotes. Predicadores cuyo Evangelio es el de la digitalización de libros, la ‘liberación’ de bases de datos y la construcción de una Gran Biblioteca Universal; en definitiva, en una nueva utopía soteriológica.
Este tipo de credos sustitutorios, ‘metarreligiones’ o ‘antiteologías’, como las llama George Steiner en Nostalgia del absoluto (1974), buscan llenar “el vacío central dejado por la erosión de la teología”. Más concretamente Steiner se refiere a cómo la “descomposición” hace unos 150 años de “una doctrina cristiana globalizadora había dejado en desorden, o simplemente había dejado en blanco, las percepciones de la justicia social, del sentido de la historia humana, de las relaciones entre la mente y el cuerpo, del lugar del conocimiento en nuestra conducta moral”.
Hegel escribe la frase “Dios ha muerto” en su Fenomenología del Espíritu, en 1807. Nietzsche retoma esa sentencia en La gaya ciencia, en 1882. Para llenar ese vacío, la ausencia de Dios, que ya se presentía desde hacía décadas, surgieron en parte las ideologías, pero también se apeló a otras instancias sustitutivas que ya hemos enumerado: la Razón y su variante lingüística -el Logos-, el Individuo, la Humanidad, la Historia, la Ciencia, el Lenguaje… La filosofía ha demostrado el flanco débil de todas estas nociones, su condición de relatos entre otros relatos, es decir, no sólo su ‘relativismo’, sino también su ‘relatividad’.
Y la última máscara de lo Absoluto, el último Gran Relato, se llama ‘Información’, que escribimos así, en mayúscula, para resaltar su carácter teológico. La Información es al conocimiento lo que la escritura es a la memoria. Platón en Fedro pone en boca de Sócrates estas palabras al respecto de la escritura: “Es olvido lo que producirán en las almas de quienes las aprendan [las letras], al descuidar la memoria, ya que, fiándose de lo escrito, llegarán al recuerdo desde fuera, a través de caracteres ajenos, no desde dentro, desde ellos mismos y por sí mismos”.
Lo mismo ocurre con la Información: quien la posee lo hace extensivamente, almacena millones de ‘terabytes’ y se preocupa sólo por que sea posible hallar en esa ingente cantidad de datos un fragmento concreto, de ahí el reinado de Google o de cualquier buscador. Pero cada vez a menos gente le preocupa conocer intensivamente esa información y poder forjarse una imagen a partir de su contenido. El contenido da igual, porque lo que confiere poder no es emplear la información, sino simplemente poseerla. “No he visto tal película, pero la tengo. No he leído tal libro, pero lo tengo. No he inspeccionado tus declaraciones de Hacienda, pero las tengo…”. Cuanta más información se posee menos se conoce. De ahí que lleguemos a la paradoja de que quien más información tiene, menos sabe. O dicho de otra manera: quien tiene dos relojes que marcan aproximadamente la misma hora nunca sabrá exactamente qué hora es.
La Información ha muerto por saturación y ha perdido efectividad. Por eso, las grandes exclusivas periodísticas, los grandes discursos, las grandes narraciones modernas, son flor de un día y no generan cambio. A medida que ha aumentado la extensión y el acceso a la información, ha menguado proporcionalmente su intensidad. La situación es parecida a la que describe Poe en La carta robada (1884). La acumulación de datos y su accesibilidad no nos va a salvar. Aquello que buscamos, el único conocimiento que necesitamos y que podría salvarnos, está disponible y accesible desde hace siglos, como lo estaba la carta del relato de Poe, carta que, precisamente por ser evidente y estar accesible junto a otras muchas cartas, pasaba desapercibida.
Fuente original: http://www.lamarea.com/2013/10/29/la-informacion-ha-muerto/

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MAS TECNICAS SUTILES DE EMBRUTECER y MANIPULAR la  INFORMACION

La información bruta se ha transformado en un mecanismo de desinformación efectivo, en el que las ideas hegemónicas intentan crear un estado de opinión favorable a los intereses ideológicos de los poderes financieros y fácticos. Como la gastronomía, la información usa mecanismos técnicos muy similares para modificar sutilmente los sabores, la presencia y la textura de los datos que se aportan al consumidor ávido y pasivo de noticias.

Esas sibilinas y sofisticadas intermediaciones de modo hacen que las noticias vírgenes sufran leves transformaciones en su sustancia original.
Esa adulteración invisible es consumida en general por el indefenso ciudadano medio sin apenas capacidad de respuesta crítica, creando en él un marco de interpretación y referencia subordinado a las ideas de las clases propietarias.

La libertad de expresión es una quimera. 


Los poderes establecidos multiplican su voz e influencia por millones de decibelios y píxeles y mediante la ocupación masiva del espacio y el tiempo a través de sus medios de comunicación comprados con subvenciones, publicidad o por sociedades interpuestas en los consejos de administración de los emporios mediáticos.

¿De qué manera nos desinforma la espuria libertad de expresión capitalista? Por saturación. Mediante el consumo de comida basura. 
 Con noticias que nos entran por los ojos. A través de irresistibles banalidades entre horas. Con el clásico sensacionalismo fuera de temporada. 

Saturación
 Las noticias que afectan a una misma cosa, asunto o persona, y que pueden ser perjudiciales para el poder, se ponen en antena o se actualizan al minuto merced a datos espectaculares e inconexos. Tal avalancha de informaciones juega a dos bandas complementarias: por una parte, el dar la noticia contraria a los intereses de grandes corporaciones o instituciones o personajes encumbrados avala la tesis dulce de la libertad genuina de expresión, mientras desde otra perspectiva la repetición machacona de la noticia vacía de contenido, sentido y significado a la misma. 

Su mera enunciación satura porque los datos hacen rebosar la capacidad crítica del sujeto que intenta comprender las implicaciones de la noticia en sí poniéndola en relación con la realidad que le circunda. Ejemplo de la actualidad: la corrupción política y económica. Como dice el refranero, lo poco gusta y lo mucho cansa. Tanto hablar de la corrupción ha alterado la justa interpretación del fenómeno. 

Hay tantísimos casos en el escenario que la confusión reinante invita a pensar que el mal se debe a un fallo estructural de todos los seres humanos y de toda la sociedad en su conjunto. Tras esa corresponsabilización colectiva, ficticia y anónima se esconden los auténticos corruptos y delincuentes: imputados, partidos políticos e instituciones públicas.

Comida basura

Comprende sectores de comunicación muy diversos: 
prensa rosa, deportes, ocio e informaciones de sucesos o tremendistas. 

Al margen de la facturación internacional en miles de millones de euros o dólares, el sector basura crea consumidores incondicionales y alienados en grado extremo, partiendo a su target favorito en roles y segmentos muy definidos. 

Mujeres, hombres, parejas, personas morbosas, amas de casa… Se trabaja la superficialidad a conciencia, convirtiendo la autoestima particular en un reconocimiento tácito de los prejuicios culturales más extendidos en la población, fomentando en paralelo la pasividad de los sujetos a los que dirige sus tentáculos desinformativos. Desde las secciones de horóscopos a los consultorios sexológicos, pasando por los espacios deportivos insustanciales y ramplones en los informativos serios y los programas rosas de chismes de la high society o los formatos de telerrealidad grosera, el multiespacio de comida basura informativa resulta muy abundante y goloso. El amplio sector cumple una función de recompensa fácil y gratificación instantánea para aliviar los avatares diarios del ciudadano medio trabajador, estudiante o jubilado. Estamos ante un consumo desechable que impide atender otros focos de atención personal y cultural de mayor valor añadido: leer, conversar, pensar e interpretar la realidad con criterios propios y dialécticos.

Exquisiteces

A través de las noticias o referencias más restringidas a grupos selectos, los medios de comunicación generalistas y otros más específicos ofrecen la oportunidad a individuos concretos de buscarse a sí mismos y reconocerse como singularidades que se salen de la norma. Estamos ante una heterogeneidad muy de clase media de juventud eterna que se nutre de valores culturales con estilo muy acusado: historia, música, medio ambiente, actividades deportivas minoritarias como golf o esquí, turismo de aventura, moda de altos vuelos… Son formatos que sirven de espejo y diferenciación a quien en ellos se sumerge mediante un diálogo soterrado y silencioso que refuerza el narcisismo del lector tipo de estas informaciones de sesgo y contenido reservado únicamente para entendidos en la materia. Estas exquisiteces conforman modos de conducta en la clase trabajadora que intenta emular las poses y posos culturales de las clases pudientes por analogía o aproximación estética. El quiosco está plagado de cabeceras exquisitas al lado de los periódicos extranjeros y las revistas semanales o mensuales de política general.

Lo que entra por los ojos

Lo que a simple vista impacta no es más que una tecnología muy sofisticada para ocultar o difuminar otras noticias relevantes de máximo interés informativo o bien para desviar la atención hacia aspectos secundarios e intrascendentes de la rabiosa actualidad. Los métodos empleados son muy dúctiles y maleables, pero siempre se procura salvaguardar la sacrosanta inocencia y neutralidad de la libertad de expresión. 

Por ejemplo, EE.UU. lanza un ataque mortífero en cualquier país árabe o asiático. Junto a esta noticia puede ir otra de carácter sentimental, humano o de raíz meramente emocional: un policía salva a un niño de ser atropellado en Nueva York. Resulta evidente que la emoción inmediata del héroe policía y la sonrisa agradecida del infante solapa o anula las potenciales víctimas abstractas del bombardeo de los militares estadounidenses. Otro ejemplo más. Israel puede asesinar en “defensa propia” a cuantos palestinos considere oportuno en razón al Holocausto nazi de seis millones de judíos. Si alguien osa criticar las conductas criminales del gobierno israelí sobre él puede caer el estigma de antisemita de forma irracional y demoledora. 

Un tercer caso paradigmático de lo que entra por los ojos a la vez que oculta. Venezuela, Cuba y Rusia se utilizan con profusión como chivos expiatorios para tapar noticias de actualidad doméstica no favorables a los poderes establecidos. La gente acrítica consume con ganas lo que previamente se ha adecuado a sus gustos personales. Se dice, gráficamente, que pensamos lo que comemos, sin embargo sería más cierto expresarlo de esta manera: pensamos lo que leemos, vemos y escuchamos. Pensar con autonomía y criterio razonable cada vez será más caro y dificultoso.

Entre horas

Los sueltos, breves y las píldoras informativas en dosis telegráficas han existido siempre, si bien han tenido un crecimiento exponencial con internet y su mundo en tiempo real. La rapidez es consustancial a las sociedades de la globalización. Todo tiene que suceder aquí y ahora. El valor de lo inmediato no se discute, se vive, se consume y se tira al instante. De ahí que informarse a la carrera sea una necesidad que requiere inmensos esfuerzos de concentración y de síntesis cognitiva. Hay quienes solo se informan a través de sumarios, resúmenes de prensa, breves y titulares concisos. En televisión, mientras un locutor o presentadora habla, la cantidad de datos que nos asaltan en la pantalla son innumerables. Todos tienen el formato de flashes informativos o datos exprés con carácter absoluto de urgencia o inminencia total. La complejidad se desmenuza en miles de ítems infinitesimales reducidos a su mero nombre, eludiendo cualquier descripción del fenómeno real al que atañe. Es un tipo de información adaptada a la velocidad de ir conduciendo un automóvil, esperar con ansiedad el embarque en un aeropuerto o estación de ferrocarril o viajar apretujado en el metro o el bus por la ciudad hacia el trabajo o la universidad. Estos pildorazos son sucedáneos de información verdadera, mesurada, rigurosa y contrastada, no obstante llenan un vacío existencial y sacian nuestras irrefrenables ansias de curiosidad insaciable. Con estos raquíticos breves calmamos nuestras neurosis compulsivas de urbanitas posmodernos. Una vez en casa, en la templada soledad hogareña, bien podríamos decirnos como Sócrates que solo sabemos que no sabemos nada.

De autor

Quien únicamente se alimenta de informaciones de autor corre altos riesgos de colapso multiorgánico con síntomas inespecíficos. Expertos, gurús, iconoclastas, tertulianos u opinadotes profesionales y visionarios de variada estirpe conforman un club de autoridades técnicas en materias profanas y religiosas que sirven de cauce a muchos seguidores incapaces de crearse opiniones propias en el mundo actual. Suelen ser personas con la autoestima por los suelos o escasamente creativas que precisan de líderes o iconos a los que ofrecerse como esclavos, sumisos, súbditos o fans entregados de universos mentales casi religiosos o míticos. La información de autor crea adictos compulsivos y jamás plantea problemas profundos al orden establecido. En un mundo donde las complejidades de la vida se han reducido a sucesos o acontecimientos sin nexo entre ellos, confiar ciegamente o echarse en manos de opiniones “autorizadas” resulta un camino u opción que arroja cierta luz de seguridad ante las incertidumbres personales o colectivas de todo tipo y condición. Las redes sociales de adhesión fanática como Twitter y Facebook abonan este campo psicológico de estrecha unión con celebridades de sectores muy dispares. El autor es un dios menor que ofrece cobijo emocional en momentos de zozobra privada y crisis políticas y económicas.

Fuera de temporada

Todo lo extemporáneo, maravilloso, increíble, raro o monstruoso entra dentro del amarillismo sensacionalista. Es una vieja táctica de los medios de comunicación masivos para ganar clientela frente a la competencia y también para embotar la mente ciudadana de noticias morbosas e irrelevantes. Es puro espectáculo que convierte en entretenimiento baladí cualquier aspecto de la realidad cotidiana o histórica. Se configura como un puñetazo en pleno rostro que cae en detumescencia nada más sufrirse el impacto. Hay muchas personas adictas al sensacionalismo que interpretan, según conveniencia o costumbre, los papeles del sádico y/o el masoquista. Los asesinos en serie, los actos culturales de pueblos aborígenes o lejanos o de minorías étnicas, las excepcionalidades físicas o psíquicas y los gustos estrafalarios son algunos motivos favoritos de este apartado informativo. Y, por supuesto, las medias verdades de cualquier asunto real o histórico. Lo escabroso, esotérico y de imposible confirmación son hechos “fuera de temporada” que sirven como escape, tocata y fuga de la cruda realidad diaria. 

¿Una noticia sensacional? Existen a montones: poner en tela de juicio que el ser humano pisara la Luna, un reportaje superficial sobre el tamaño del pene de Napoleón o una entrevista en exclusiva con un personaje protagonista de un milagro religioso que dice haber hablado con la virgen María. El sensacionalismo da la misma importancia a la opinión de un científico y a la de un impostor salido de la nada absoluta.

Las viandas que nos desinforman en tiempo real son extremadamente suculentas y atractivas. Nadie está a salvo de su veneno ponzoñoso y de su perfidia solapada. Hay que estar en guardia permanentemente ante tamaña y colosal capacidad y poder casi omnímodo de los medios de comunicación. No se trata tanto de levantar diques de entrada a nuestro cerebro sino como de mantener una actitud escéptica y alerta que impida que nos comamos y creamos a pies juntillas todo lo que nos dicen y elaboran en el mercado de la información mediática.

Hay que comer e informarse con alimentos y noticias variados. Y observar cómo reacciona el organismo ante lo nuevo y las mezclas o cócteles de datos y sabores. Las denominaciones de origen son fundamentales en la elección de nuestros alimentos diarios. Saber quién hay detrás de cada información es también esencial en nuestra dieta saludable de información cotidiana. Conocer de qué modo pueden engañarnos es saber mucho, un arma de construcción crítica de la realidad que nos hará más ponderados en la argumentación y el razonamiento público.

Vivimos en red, en medio de un pastel dulce o un caos amargo precocinado por los medios de comunicación de masas. La primicia informativa no es más que una mercancía hecha noticia, un producto en suma para ser consumido al instante. Una información veraz no precisa de mercadotecnia para ser reconocida como tal. Ahora bien, ¿existe la información independiente en sentido estricto?


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